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Cómo manejar los niveles de energía en el trabajo

Todas estas actividades tienen como objetivo ayudarte a


manejar tu energía con más efectividad a lo largo del día
(tanto en el trabajo como en el hogar). 

Aquí te dejamos algunas ideas para recargar tus niveles de


energía:

 Duerme la cantidad de horas necesarias


 Incorpora el hábito del ejercicio a tus días
 Lleva una dieta saludable y balanceada
 Tómate descansos durante el día
 Pon el celular en silencio 
 Enfócate en una tarea a la vez
 Medita
 Diario
 Toma aire fresco 
 Pasa tiempo con tus seres queridos
 Lee
 Escribe una lista de gratitud
 Haz lo que amas más seguido
 Deja entrar el optimismo
 Deja ir el pesimismo
Es muy común que quieras tomarte un descanso, pero que
estés abrumado por los plazos, las reuniones, las cosas por
hacer y la presión que todo eso conlleva. Tener una vida
frenética no le hace bien a nadie. No te hace bien a ti, tu
familia, tus amigos, tus colegas, tus jefes, tus consumidores
ni tus clientes. 

Tips sencillos para aumentar la


energía para trabajar y ser más
eficaz
1. Conoce cómo trabajas
¿Eres una persona que deja todo para último momento?
¿Aceptas demasiadas cosas y te cuesta decir que no?
¿Trabajas en un proyecto y avanzas lentamente? Piénsalo
por un momento. Conoce cómo trabajas, en términos de tu
energía. 

Si eres de los que tiene mucha energía, tómate descansos


para evitar sentir el agotamiento y no excedas tus límites de
energía. Si eres de los que tiene menos energía, establece
objetivos mínimos todos los días y asegúrate de no
evitarlos. 

Tómate descansos, pero completa rápido las tareas cuando


te sientas motivado.  

2. Establece límites diarios mínimos y máximos


Si abarcas demasiado y gastas demasiada energía todos los
días, encuentra un máximo, establece límites y respétalos.
Por ejemplo, proponte un limite de actividades por día, esto
te ayudará a evitar el agotamiento y establecer límites para
ti y los demás.

3. Toma descansos en base a tus ritmos ultradianos


La “hora productiva” le debe su nombre a los ritmos
ultradianos. Estos son los ciclos naturales en los que
nuestros cuerpos hacen la transición de estados de energía
alta a baja. Estos ciclos van de 90 a 120 minutos, según la
persona. 

Enfócate en el intervalo con mayor energía de tu “hora


productiva”.

Durante un período de energía alta, concéntrate solamente


en lo que estés trabajando. Evita cambiar de tarea o revisar
el teléfono o correos electrónicos mientras tanto. Esta
conducta disminuye la energía, así que deberías evitarla
mientras realices una tarea o estés en una reunión. Te
sorprenderá descubrir cuánto trabajo de calidad puedes
hacer en tan poco tiempo. 

Tómate un descanso para relajarte y recuperarte

Al final del ciclo, tu cuerpo te pedirá que descanses y te


recuperes. Es posible que empieces a bostezar, tengas
hambre o sed, te cueste concentrarte, sientas ansiedad o
necesites salir y tomar un descanso. 
Muchas personas avanzan y desestiman el mensaje que les
envía el cuerpo (o la mente) para poder terminar su tarea.
¡No lo hagas! Esa no es la forma eficiente de manejar tu
energía. Así es como nos agotamos, nos desconectamos,
nos cansamos, nos enojamos o producimos trabajo de mala
calidad. 

En vez de eso, utiliza ese tiempo (alrededor de 20 minutos,


pero el tiempo es menos importante que el descanso en sí)
entre los ritmos ultradianos para hacer las actividades
enumeradas. En unos pocos minutos, puedes desconectarte,
recargar energía y volver al trabajo para obtener mejores
resultados. 

Luego, cuando estés listo para volver, revisa el correo


electrónico y todo lo que necesites antes de entrar a la
siguiente hora productiva. 

Manejar tu energía significa escuchar a tu cuerpo


Tu mente, tu cuerpo, tu espíritu y tus emociones son muy
inteligentes. Te dirán qué necesitan y cuándo. Depende de ti
escucharlos. La meditación es una gran manera de
familiarizarnos con lo que nos dice el cuerpo, en caso de
que hayas olvidado o te hayas acostumbrado a ignorar sus
señales y reprimir emociones. Los diarios de gratitud
también son una buena manera de tener una vida más
optimista y dejar ir la negatividad. 

Durante el día, intenta hacer algunas cosas que te hagan


realmente feliz. Por ejemplo, si te dijeran que te queda un
año de vida, ¿qué te gustaría hacer con ese tiempo? ¿Qué te
inspira? ¿Cómo aprovecharías cada día al máximo? ¿Cómo
manejarías tu energía? ¿Tomarías más descansos?
¿Caminarías más? ¿Harías más trabajos que te inspiran, que
liberan tu creatividad y hacen que estés más presente? 

Estos hábitos pueden darte un


impulso 

Tips para mantener a raya las emociones negativas


En ese proceso de toma de conciencia y de adopción de un cambio de actitud, las
emociones como el estrés, la ansiedad o la frustración pueden jugarnos malas pasadas.
Entonces, ¿cómo hacer gestionarlas y evitar que puedan tambalear nuestra energía
positiva? Algunas pautas esenciales:
 Respirar, meditar y relajarse. Son las tres claves para desactivar el estrés, la
ansiedad y otras emociones que influyen en nuestra salud. No creas que hay una
opción mejor que otra. Se trata de que tú encuentres la que a ti te funciona mejor.
 Orientar el pensamiento hacia la solución y no hacia el problema que no nos va
a beneficiar. Es decir, pese a las circunstancias, es importante adoptar una
posición optimista y no catastrofista.
 La rutina diaria también puede ayudar (o de lo contrario perjudicar). La
alimentación, el ejercicio, el descanso, las relaciones sociales, las aficiones… todo
ello en conjunto debe sumarnos bienestar.
 Gestionar el tiempo es fundamental para tener días productivos y agradables.
Por este motivo, hay que ser consciente del tiempo del que disponemos,
enfocándonos siempre a lo más prioritario.

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