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Poema Ítaca de Kavafis.

Konstantino Cavafis es un escritor del siglo XX, oriundo de Alejandría, hace

parte de la corriente de la reivindicación de la lengua romana moderna, críticas de sus

escritos dicen que es un maestro de la presentación en escena, donde yacen los tema

como el amor, el arte, la política, entre otros. Entre los temas más relevantes dentro de

su obra está los reinos griegos post-Alejandro, la sujeción de Roma, Bizancio, el

ascenso del cristianismo, la convivencia de los paganos y los cristiano. En el poema

Ítaca de Kavafis, el autor expresa un viaje, sin embargo, de alguna forma da a entender

que es una elección que el viaje sea largo o corto, o que en el viaje haya aventuras o

emociones, también se interpretó como si en el viaje se presentan estos eventos que

nos hacen sentir vivos, los escojamos.

De esta forma, el autor nos plantea que debemos enfrentarnos a situaciones

complejas, ¿por qué?, porque a partir de ellas podemos desarrollar habilidades,

habilidades que nos servirán para el trasegar de nuestras vidas, además nos llenarán

de historias por contar. Pero qué implica enfrentarse a las situaciones de tipo

complejas, implica llegar hasta los últimos términos, con valentía ante lo que se

presenta, y claro está usando nuestra mente y corazón.

Luego, la mente porque son precisamente las facultades cognitivas las que le

han permitido a la humanidad llegar hasta este punto, para mal o para bien, aún

sobrevivimos en un espacio indolente, vasto e indescifrable, por otro lado, corazón,

porque es el espíritu el que permite que nuestra existencia tenga un sentido, es esa

construcción del ser, el ser ahora, en este instante. Por ello es preciso que precisemos

las prioridades de nuestra realidad, en ese orden de ideas, no pienso que el autor nos
está sugiriendo que seamos personas irracionales que no son capaces de planear un

futuro o aprender de los errores del pasado, de hecho, la aparición de los dioses como

Poseidón o los cíclopes que representan una amenaza se yergue ante la grandeza de

nuestra alma, el autor no, nos está dando un manual para hacer crecer nuestra alma o

espíritu, lo que el autor expresa es la necesidad de construir historia, de ser quemados

por el fuego de la existencia. El espacio llamado Ítaca, puede representar cualquier

sitio, desde un objeto abstracto como un recuerdo a un sitio físico, una persona, una

casa, ampliar nuestro espíritu implica abrirse al mundo, y el mundo está hechos de

ideas y objetos físicos, que pueden traducirse como herramientas que son útiles en un

instante y que con el tiempo deben abandonarse, por este motivo no es preciso no

dignificarlas o rechazarlas, al contrario, es preciso evolucionarlas, convertirlas en las

bases de la construcción de un edificio, hacerlas partes de la estructura de nuestra vida

y recordarlas cuando sea necesario.

También, recuerdo a diario estas bases pues ahora estoy en un punto de mi vida

donde voy conociendo cómo funciona el mundo y me he dado cuenta de que los

valores perduran en el tiempo, aunque tengo muchas ambiciones y quisiera comerme

el mundo de un mordisco, reconozco que tengo límites, límites que he planteado de

forma arbitraria pero que son precisamente estos límites los que me han permitido

soñar, es decir, salir de Ítaca, sin embargo, cada vez que regreso con algún nuevo

paso dado, con algún límite rebasado miro a Ítaca como un oasis y me nutro de este

oasis para impulsarme a las nuevas metas que me planteo.

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