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Colegio Bilingüe Especializado En Computación Yulimay ´PC

12 Calle 4ta avenida 17, zona 1

Profesor: Mario Vásquez

ENFERMEDADES CAUSANTES DEL SÍNDROME DE FATIGA CRÓNICA

Evelyn Esmeralda

Galicia Rivas

Quinto Bachillerato En Ciencias y Letras Con Orientación En Ciencias Biológicas

Sección B

Jornada Matutina Diaria

Guatemala 19 de septiembre. Del 2022


Índice

I. Introducción. ………………………………………………………………………..4

II. Justificación. ………………………………………………………………………5

III. Objetivos. …………………………………………………………………………6

1. Marco Teórico. ……………………………………………………………,,,,,,7-33

IV. Conclusión. …………………………………………………………………….34

VI. Bibliografía o E grafia …………………………………………………………35

VII. Anexos …………………………………………………………………….36 - 38


Introducción

A continuación, se le hablara sobre el síndrome de Fatiga Crónica:

El síndrome de fatiga crónica es la denominación actual de un trastorno caracterizado por fatiga debilitante y diversas
dolencias físicas, constitucionales y neuropsicológicas. Se manifiesta por cansancio de más de 6 meses de evolución,
acompañado de algunos criterios específicos; no mejora con el reposo y no se puede explicar por ninguna alteración. Este
proceso puede provocar desde un distanciamiento social y laboral hasta la marginación, o afectar otros ámbitos de la vida, y
supone un factor predisponente para la aparición de ansiedad y depresión
Justificación

¿Por qué investigue el tema de fatiga crónica? Lo e investigado para tener más
conocimiento sobre el tema y saber cómo ayudar a las personas que tienen este síndrome,
también poder informar a las personas para que ellas también tengan el conocimiento de este
síndrome.
Objetivo general

Profundizar conocimiento acerca del tema de síndrome de fatiga crónica, así como
describir y determinar puntos importantes de este síndrome, tales como sus causas y
efectos, asociaciones con otras enfermedades y prevalencia general, para entender de mejor
manera el tema principal.

Objetivos específicos

1. Describir y entender lo que es el síndrome de fatiga crónica


2. Investigar la etiología de fatiga crónica, así como sus síntomas para poder realizar de
manera más fácil su diagnóstico
3. Identificar los efectos que podría ocasionar este síndrome en los individuos y su vida
cotidiana
4. Definir con qué otras enfermedades, está relacionado el síndrome de fatiga crónica
5. Analiza e identificar el tratamiento para esta enfermedad y determinar la importancia
de este, así como el pronóstico general de quienes lo padecen
6. Tener conocimiento de la prevalencia de este síndrome a nivel general e identificar la
mejor manera de sobrellevar este síndrome para quienes lo padecen.
Marco teórico

¿Qué es el síndrome de la fatiga crónica?

El síndrome de fatiga crónica es una enfermedad que a los médicos les resulta muy
difícil de diagnosticar e, incluso, de comprender.

El síndrome de fatiga crónica es una afección médica (de larga duración) que hace que
la gente de sienta débil y muy cansada. También puede tener dolores de cabeza, mareos u
otros problemas estrictamente físicos. A veces las personas afectadas también presentan
síntomas emocionales, como enfado o tristeza.
Además, distintas personas con síndrome de fatiga crónica pueden tener distintos síntomas.
Muchos de los síntomas del síndrome de fatiga crónica son similares a los de otras
enfermedades, como la mononucleosis, la enfermedad de Lyme y la depresión. Y los síntomas
pueden variar con el paso del tiempo, incluso en la misma persona.
Todo esto hace que el tratamiento de la enfermedad sea complicado porque no existe un único
medicamento o tratamiento que permita abarcar todos los síntomas posibles.
A veces, el síndrome de fatiga crónica se llama encefalomielitis miálgica (EM). “Miálgica”
significa dolores musculares. Encefalomielitis” significa que puede haber inflamación en el
cerebro o en la médula espinal.
Síntomas y signos del síndrome de fatiga crónica

Antes de la aparición del síndrome de fatiga crónica, la mayoría de los pacientes tienen
un alto funcionamiento y rendimiento.

El inicio suele ser abrupto, a menudo después de un evento estresante en términos


psicológicos o médicos. Muchos pacientes refieren una enfermedad similar a las virales con
adenopatía, fatiga extrema, fiebre y síntomas respiratorios superiores. El síndrome inicial se
resuelve, pero parece desencadenar una fatiga grave prolongada, que afecta las actividades
diarias y que habitualmente empeora con el ejercicio, pero se alivia algo o nada en absoluto
con el reposo. Los pacientes a menudo también tienen trastornos del sueño y cognitivos, como
problemas de memoria, "pensamiento confuso", hipersomnolencia y una sensación de no
haber tenido un sueño reparador. Las características generales importantes son los dolores
difusos y los problemas del sueño.

El examen físico es normal, sin signos objetivos de debilidad muscular, artritis,


neuropatía ni organomegalia. Sin embargo, algunos pacientes tienen fiebre de baja intensidad,
faringitis no exudativa y/o ganglios linfáticos palpables o dolorosos a la palpación (pero no
inflamados).

Debido a que los pacientes suelen parecer sanos, los amigos, la familia e incluso los
profesionales de la salud a veces expresan escepticismo sobre su condición, lo que puede
empeorar la frustración y/o la depresión que los pacientes a menudo sienten acerca de su
trastorno poco comprendido.
Diagnóstico del síndrome de fatiga crónica

Criterios clínicos

Estudios de laboratorio para excluir trastornos diferentes del síndrome de fatiga crónica

El diagnóstico de síndrome de fatiga crónica se basa en la anamnesis característica


combinada con un examen físico normal y resultados de pruebas de laboratorio normales.
Antes de establecer el diagnóstico de síndrome de fatiga crónica se debe evaluar cualquier
hallazgo físico o prueba de laboratorio anormal y se deben descartar diagnósticos alternativos
que causen dichos hallazgos y/o los síntomas del paciente. La definición de caso suele ser útil,
pero debe considerarse una herramienta epidemiológica y de investigación y, en algunas
circunstancias, no debe aplicarse estrictamente a los pacientes individuales.

Las pruebas se dirigen a la sospecha de causas no relacionadas con el síndrome de


fatiga crónica sobre la base de los hallazgos clínicos. Si no hay una causa evidente o
sospechada, un análisis de laboratorio razonable incluye hemograma completo y medición de
electrolitos, BUN, creatinina, eritrosedimentación y TSH (thyroid-stimulating hormone). Si está
indicado por los hallazgos clínicos, las pruebas adicionales en pacientes seleccionados pueden
incluir radiografía de tórax, estudios del sueño y pruebas de insuficiencia suprarrenal. Pruebas
serológicas para infecciones, anticuerpos antinucleares y neuroimágenes no están indicadas
sin evidencia objetiva de enfermedad en el examen (es decir, no sólo las quejas subjetivas) o
en las pruebas básicas; en tales casos, la probabilidad previa a la prueba es baja y por tanto
el riesgo de resultados falsos positivos es alto. Esto puede dar lugar a diagnósticos incorrectos,
pruebas adicionales innecesarias y tratamientos inapropiados.

En febrero de 2015, el Institute of Medicine (ahora la División de Salud y Medicina de la


National Academies of Science, Engineering, and Medicine ["the National Academies"]) publicó
una revisión extensa de esta enfermedad llamada Beyond Myalgic Encephalomyelitis/Chronic
Fatigue Syndrome: Redefining an Illness. En esta revisión se propuso un nuevo nombre,
enfermedad sistémica por intolerancia al esfuerzo (ESIE) y los nuevos criterios de diagnóstico
que simplifican la detección y enfatizan las características más constantes. Además, la revisión
destacó claramente la relevancia de esta enfermedad debilitante.

El síndrome de fatiga crónica refleja una situación de fatigabilidad persistente e


inexplicada a pequeños esfuerzos tanto físicos como mentales que resulta claramente
invalidante para el paciente. Suele acompañarse de un contexto sintomático de tipo
inflamatorio. Su etiología y patogenia son desconocidas, aunque se postula una hipótesis
posviral con disfunción inmunológica asociada. No existe ningún marcador diagnóstico
específico. El diagnóstico es clínico mediante la utilización de unos criterios consensuados que
exigen la realización de un amplio diagnóstico diferencial de las causas orgánicas y
psicológicas de fatiga. Tiene un curso crónico, persistente y con oscilaciones, que ocasionan
al paciente una considerable invalidez funcional. No se dispone de ningún tratamiento curativo,
aunque la terapia cognitiva conductual, el ejercicio físico progresivo y el tratamiento
farmacológico de soporte ayudan a la mejoría sintomática.

Fatiga es la sensación de agotamiento o dificultad para realizar actividades físicas o


intelectuales cotidianas. La fatiga es un síntoma y, por tanto, una sensación subjetiva que
aprecia el individuo que puede ser expresada o referida de muy diversas maneras. Al igual que
sucede en la mayoría de los síntomas, la objetivación de la existencia de fatiga y su valoración
cuantitativa es difícil, ya que se basa en un interrogatorio dirigido a sus principales
características descriptivas y las situaciones que potencialmente la modifican. En la evaluación
de un paciente con fatiga es muy importante para el médico conocer y valorar el contexto
particular en que se presenta este síntoma en cada paciente. Aparte de esta sensación
subjetiva, es importante valorar la implicación o modificación que supone la fatiga para las
tareas cotidianas del paciente, es decir, su repercusión funcional.

Existen muchos términos similares al de fatiga. Con frecuencia, el paciente la refiere


como cansancio, falta de energía, debilidad, adinamia o intolerancia al ejercicio. Habitualmente
la fatiga aparece al realizar una actividad física o mental, no antes, y no es superable con una
mayor voluntad o intencionalidad por parte del paciente. Debe diferenciarse claramente la
fatiga de la disnea, ya que en la disnea existe una clara sensación de dificultad respiratoria
que no suele estar presente en la fatiga. La astenia es una sensación de incapacidad o
dificultad para realizar las tareas cotidianas, pero que aparece antes de realizar un esfuerzo y
que, al contrario de la fatiga, sería superable. La debilidad es la pérdida de fuerza total o parcial
para realizar una actividad, lo que suele estar relacionado con la función muscular. En
ocasiones, el término fatiga también puede confundirse o expresarse como desánimo o
decaimiento y debe, por tanto, diferenciarse de la sintomatología depresiva u otros trastornos
del estado de ánimo.

Entendemos por fatiga patológica la que acontece sin una clara relación con un esfuerzo
previo o la que persiste a pesar de cesar la actividad que la ha originado y no mejora con el
reposo. Esta fatiga patológica no es superable con esfuerzo o voluntad del paciente, es decir,
que aunque el paciente quiera se ve impotente para mantener una actividad física o mental
continuada. Además, suele tener una clara repercusión sobre las actividades de la vida diaria.
Respecto al tiempo de duración, la sensación de fatiga puede definirse como aguda o
transitoria, que es la que tiene un período definido de duración y que desaparece
espontáneamente o con reposo. Por el contrario, la fatiga persistente sería la que se mantiene
a lo largo del tiempo. En este punto es importante valorar correctamente la duración de la
fatiga. Se considera que de un 5 a un 20% de la población general puede presentar fatiga
durante más de un mes en algún momento de su vida, hecho que suele estar relacionado con
enfermedades o situaciones intercurrentes y no constituye por sí una enfermedad definida.
Entendemos como fatiga crónica la que se presenta de forma continuada o intermitente
durante más de 6 meses, lo que acontecen entre un 1 y un 10% de la población general 3. Si
esta situación tiene una causa conocida o relacionable (anemia, hipotiroidismo, neoplasia), se
denominará fatiga crónica secundaria y si no tiene una causa relacionable hablaremos de una
fatiga crónica idiopática. Finalmente, existe una condición denominada síndrome de fatiga
crónica (SFC), en la que a la situación de fatiga persistente durante más de 6 meses se añade
una sintomatología relacionada y debe reunir además unos criterios definidos4. El síndrome de
fatiga crónica es una entidad que ha adquirido una progresiva relevancia médica y social 5, por
lo que nos extenderemos específicamente en su descripción.

Entendemos por fatiga patológica la que acontece sin una clara relación con un esfuerzo
previo o la que persiste a pesar de cesar la actividad que la ha originado y no mejora con el
reposo. Esta fatiga patológica no es superable con esfuerzo o voluntad del paciente, es decir,
que aunque el paciente quiera se ve impotente para mantener una actividad física o mental
continuada. Además, suele tener una clara repercusión sobre las actividades de la vida diaria.
Respecto al tiempo de duración, la sensación de fatiga puede definirse como aguda o
transitoria, que es la que tiene un período definido de duración y que desaparece
espontáneamente o con reposo. Por el contrario, la fatiga persistente sería la que se mantiene
a lo largo del tiempo. En este punto es importante valorar correctamente la duración de la
fatiga. Se considera que de un 5 a un 20% de la población general puede presentar fatiga
durante más de un mes en algún momento de su vida, hecho que suele estar relacionado con
enfermedades o situaciones intercurrentes y no constituye por sí una enfermedad definida.
Entendemos como fatiga crónica la que se presenta de forma continuada o intermitente
durante más de 6 meses, lo que acontecen entre un 1 y un 10% de la población general 3. Si
esta situación tiene una causa conocida o relacionable (anemia, hipotiroidismo, neoplasia), se
denominará fatiga crónica secundaria y si no tiene una causa relacionable hablaremos de una
fatiga crónica idiopática. Finalmente, existe una condición denominada síndrome de fatiga
crónica (SFC), en la que a la situación de fatiga persistente durante más de 6 meses se añade
una sintomatología relacionada y debe reunir además unos criterios definidos . El síndrome de
fatiga crónica es una entidad que ha adquirido una progresiva relevancia médica y social 5, por
lo que nos extenderemos específicamente en su descripción.

Síndrome de fatiga crónica


El síndrome de fatiga crónica (SFC) es una entidad clínica bien definida, que debe
diferenciarse de los estados de fatiga transitoria y de fatiga secundaria. Su definición parte de
la existencia de una fatiga prolongada, de causa no explicada, pero que requiere, además, el
cumplimiento de unos criterios específicos3. Estos criterios se han definido por consenso de
comités de expertos internacionales con el auspicio de los Centers for Disease Control de los
EE.UU. Su versión actualizada corresponde a los criterios de Fukuda et al (1994), conocidos
también como criterios internacionales de SFC, ya que gozan de un amplio consenso6 (tabla
2). Estos criterios incluyen la definición de fatiga con unas características específicas, ya que
debe ser persistente o intermitente durante más de 6 meses, inexplicada e invalidante, que no
sea producto de un esfuerzo excesivo y que no mejore con el descanso. Además, el paciente
debe presentar de forma crónica y concurrente a la fatiga cuatro o más síntomas de los
relacionados como criterios asociados en la definición establecida para esta enfermedad: a)
trastornos de concentración o memoria reciente; b) odinofagia; c) adenopatías cervicales o
axilares dolorosas; d) mialgias; e) poliartralgias sin signos inflamatorios; f) cefalea de inicio
reciente o de características diferentes a la habitual; g) sueño no reparador, y h) malestar
postesfuerzo de duración superior a 24 h. Los pacientes que presentan una fatiga crónica no
explicada pero que no reúnen los criterios de SFC entrarían en la situación de fatiga crónica
idiopática.
Aunque en España se desconoce la prevalencia real del SFC, en estudios
epidemiológicos poblacionales se ha visto que la prevalencia de esta enfermedad es bastante
uniforme y oscila entre el 1% y el 1 por mil adultos de la población general 2,3. Con estas cifras,
se calcula que existirían en Cataluña entre 2.000 y 13.500 casos y en España entre 15.000 y
90.000 casos, muchos de los cuales no estarían aún diagnosticados3,7.
Tanto en asistencia primaria como hospitalaria, en los últimos años hemos asistido a un
incremento de consultas de pacientes con fatiga, muchos de los cuales están afectados de
SFC. Este hecho, junto con la importante morbilidad asociada, así como la falta de una
conducta y actitud diagnóstico-terapéuticas similares por parte del personal asistencial, ha
promovido la elaboración de documentos de consenso 7 y guías clínicas8 para un mejor
tratamiento y homogeneización de la conducta a seguir en los pacientes con SFC.

Síndromes de sobreposición con la fatiga crónica


Es frecuentes que el paciente afectado de SFC, además de los síntomas referidos como
parte del contexto sindrómico de la enfermedad, a lo largo de su curso evolutivo presente de
forma intermitente y variable otros síntomas adicionales. Esta sintomatología adicional suele
corresponder a la sobreposición de síntomas de otras enfermedades que se imbrican
clínicamente con la fatiga crónica (fig. 1). Es conocida la clara superposisión de los síntomas
de fatiga crónica y fibromialgia, que en algunas series llega a ser hasta del 70%. Sin embargo,
se trata de enfermedades diferentes, con un curso clínico distinto y que consideramos que
deben mantenerse separadas aunque no siempre sea fácil diferenciar los síntomas que
presenta el paciente explícitamente de una de ellas. La presencia de un síndrome seco ocular
o bucal se objetiva en un 60 a un 80% de pacientes con SFC. Se trata de un síndrome seco
incompleto, sin criterios definidos de enfermedad de Sjögren, inmunológicamente negativo.
También es frecuente que coexistan síntomas de colopatía funcional (colon irritable) con
episodios de diarrea sin productos patológicos alternando con otros de estreñimiento hasta en
un 40% de casos. En las mujeres, la coexistencia de dismenorrea, endometriosis y SFC llega
hasta un 30% de casos. Las manifestaciones inmunoalérgicas y las infecciones bacterianas o
fúngicas intercurrentes son más frecuentes en el SFC que en la población general. Los
pacientes con SFC presentan una mayor frecuencia de trastornos psicológicos asociados,
sobre todo la distimia, trastornos adaptativos y del estado de ánimo, sin que ello quiera decir
que Sean estos los causantes de la fatiga. Consideramos que estos trastornos psicológicos
deben interpretarse como asociados y no casuales de la enfermedad.

Etiología de la fatiga crónica

El síndrome de fatiga crónica es un trastorno complicado que se caracteriza por fatiga


extrema que dura al menos seis meses y que no puede explicarse por completo por una
afección médica subyacente. La fatiga empeora con la actividad física o mental, pero no mejora
con el descanso.
Otros síntomas característicos incluyen:
Sueño no reparador
Dificultades con la memoria, el enfoque y la concentración
Mareos que empeoran al pasar de estar acostado o sentado a estar de pie
Esta condición también se conoce como encefalomielitis miálgica. Se suele abreviar como
EM/SFC. El término propuesto más recientemente es enfermedad sistémica por intolerancia al
esfuerzo.
Si bien se desconoce la causa del síndrome de fatiga crónica, existen muchas teorías, que van
desde las infecciones virales al estrés psicológico. Algunos expertos creen que el síndrome de
fatiga crónica puede desencadenarse por una combinación de factores.
No hay una única prueba para confirmar un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica. Es
posible que necesites varias pruebas médicas para descartar otros problemas de salud que
tienen síntomas similares. El tratamiento del síndrome de fatiga crónica se centra en mejorar
los síntomas.
Síntomas
Los síntomas del síndrome de fatiga crónica pueden variar de una persona a otra, y la
gravedad de los síntomas puede fluctuar de un día para otro. Estos son algunos de los signos
y síntomas:
Fatiga
Problemas de memoria o concentración
Dolor de garganta
Dolores de cabeza
Agrandamiento de los ganglios linfáticos del cuello o las axilas
Dolor muscular o articular sin explicación
Mareos que empeoran al pasar de estar acostado o sentado a estar de pie
Sueño no reparador
Agotamiento extremo después de realizar ejercicio físico o mental
Causas
Se desconoce la causa del síndrome de fatiga crónica. Algunas personas pueden nacer con
una predisposición al trastorno, que luego se desencadena por una combinación de factores.
Los desencadenantes posibles comprenden lo siguiente:
Infecciones virales. Debido a que algunas personas desarrollan el síndrome de fatiga
crónica después de tener una infección viral, los investigadores se preguntan si es posible que
sean los virus los que desencadenan el trastorno. Entre los virus sospechosos se encuentran
el virus de Epstein-Barr y el virus del herpes humano 6. Todavía no se ha encontrado una
relación concluyente.
Problemas del sistema inmunitario. Los sistemas inmunitarios de las personas que
tienen síndrome de fatiga crónica parecen estar levemente afectados, pero no está claro si
este deterioro es suficiente como para causar este trastorno.
Desequilibrios hormonales. Las personas que tienen síndrome de fatiga crónica a
veces también experimentan niveles anormales en sangre de las hormonas que se producen
en el hipotálamo, en la hipófisis o en las glándulas suprarrenales. Sin embargo, todavía se
desconoce la importancia de estas anormalidades.
Trauma físico o emocional. Algunas personas han indicado que experimentaron una
lesión, una cirugía o estrés emocional significativo poco antes de que comenzaran los
síntomas.
Factores de riesgo
Los factores que pueden aumentar los riesgos de padecer síndrome de fatiga crónica son los
siguientes:
Edad. El síndrome de fatiga crónica puede ocurrir a cualquier edad, pero afecta con
más frecuencia a adultos jóvenes y de mediana edad.
Sexo Las mujeres son diagnosticadas con síndrome de fatiga crónica con mucha más
frecuencia que a los hombres, pero es posible que simplemente sea que las mujeres son más
propensas a informar sus síntomas a un médico.
Complicaciones
Las posibles complicaciones del síndrome de fatiga crónica comprenden las siguientes:
Restricciones en el estilo de vida
Aumento de las ausencias laborales
Aislamiento social
Depresión

Repercusiones del síndrome de fatiga crónica

No hay una única prueba para confirmar un diagnóstico de síndrome de fatiga crónica.
Los síntomas pueden imitar los de muchas otras enfermedades, como, por ejemplo:
Trastornos del sueño. Los trastornos del sueño pueden ocasionar fatiga crónica. Un estudio
del sueño puede determinar si existe algún trastorno, como apnea obstructiva del sueño,
síndrome de las piernas inquietas o insomnio, que altera tu descanso.
Problemas médicos. La fatiga es un síntoma frecuente de varias enfermedades como la
anemia, la diabetes y tiroides hipoactiva (hipotiroidismo). Los análisis de laboratorio buscan en
la sangre evidencias de alguno de los principales sospechosos.
Problemas de salud mental. La fatiga también es un síntoma de diversos problemas
mentales como la depresión y la ansiedad. Un asesor puede ayudarte a determinar si uno de
estos problemas está causando la fatiga.
Además, es frecuente que las personas con síndrome de fatiga crónica también tengan otros
problemas de salud al mismo tiempo, tales como trastornos del sueño, síndrome de colon
irritable, fibromialgia, depresión o ansiedad.
De hecho, hay tantos síntomas que el síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia tienen en
común que algunos investigadores consideran que ambos trastornos son distintos aspectos
de la misma enfermedad.
Criterios de diagnóstico
Las pautas propuestas por el Instituto de Medicina de los Estados Unidos definen la fatiga
asociada con el síndrome de fatiga crónica como:
Tan grave que interfiere con la capacidad para participar en las actividades que se hacían
antes de la enfermedad.
Nueva o que comenzó en un momento específico (no se tuvo toda la vida).
No se alivia sustancialmente con el reposo.
Empeora con el esfuerzo físico, mental o emocional.
Para cumplir con los criterios de diagnóstico del Instituto de Medicina para el síndrome de
fatiga crónica, una persona también debe experimentar al menos uno de estos dos síntomas:
Dificultades con la memoria, el enfoque y la concentración
Mareos que empeoran al pasar de estar acostado o sentado a estar de pie
Estos síntomas deben durar al menos seis meses y ocurrir como mínimo la mitad del tiempo
con una intensidad moderada, sustancial o severa.

Comorbilidad que existe del síndrome de fatiga crónica

Muchos pacientes con EM/SFC tienen afecciones comórbidas con síntomas que
pueden coincidir con los síntomas de la EM/SFC o empeorarlos. Estas afecciones deben
tratarse según las mejores prácticas médicas y recomendaciones disponibles y de manera que
no empeoren los síntomas de la EM/SFC. Entre las comorbilidades comunes están:

Fibromialgia
Síndrome del colon irritable
Depresión.
Ansiedad
Alergias y sensibilidad a sustancias químicas
Descargo de responsabilidad: El contenido de este sitio web sobre la EM/SFC tiene fines
informativos solamente y no representa una guía o recomendación a nivel federal para el
tratamiento de la EM/SFC. La información que se ofrece en este sitio web no tiene el fin de
sustituir el criterio médico del proveedor de atención médica y no indica un curso de acción o
tratamiento exclusivo. [0:04 a. m., 9/9/2022] Melissa: Introducción
La fibromialgia es una causa común de dolor crónico en el mundo, con una prevalencia en la
población general del 0,2% al 6,4%. Estos pacientes tienen una mayor probabilidad de
presentar trastornos neuropsiquiátricos. El objetivo fue describir el perfil sociodemográfico y
clínico de pacientes con fibromialgia y comorbilidad neuropsiquiátrica.

Métodos
Estudio transversal, descriptivo. Se recolectó información de las historias clínicas de
pacientes con fibromialgia y comorbilidad neuropsiquiátrica, de una institución especializada
en Antioquia, durante los años 2010 al 2016. Se aplicaron herramientas de estadística
descriptiva.
[0:05 a. m., 9/9/2022] Melissa: Resultados
De 1.106 registros médicos con diagnóstico confirmado de fibromialgia, 497 presentaban
comorbilidad neuropsiquiátrica. La mediana de edad fue de 54 años (RIC 15), la mayoría eran
mujeres, residían en zona urbana y estaban casados o convivían con su pareja. Estatus
socioeconómico bajo-medio y nivel educativo básico-medio, fueron los más reportados. Los
síntomas más frecuentes fueron alteraciones del sueño (70,6%), mialgias (66,4%) y fatiga
crónica (55,9%). Los trastornos neuropsiquiátricos más frecuentes fueron depresión (85,7%),
migraña (35%) y ansiedad (14,7%). Los fármacos más utilizados fueron los inhibidores de la
recaptación de serotonina y duales, acetaminofén y gabaérgicos. Manejo con terapias
complementarias e intervención psicológica se observaron en baja proporción.

Conclusiones
La fibromialgia y las enfermedades neuropsiquiátricas son patologías que coexisten con
frecuencia; la presentación sociodemográfica y clínica es similar a lo descrito en la literatura,
sin embargo, la presencia de depresión en esta población fue mayor. Un enfoque terapéutico
transdisciplinario, favorecería la calidad de vida de los pacientes y el curso de la enfermedad.
Tratamiento y pronostico del síndrome de fatiga crónica

El porcentaje de pacientes de EM/SFC que se recupera no se ha estudiado


exhaustivamente, pero hay evidencia y experiencia que indican que los pacientes se benefician
cuando el diagnóstico y el manejo son oportunos y adecuados. Algunos pacientes pueden
retomar sus funciones completamente. Algunos pacientes que mejoran continúan teniendo
síntomas y no logran funcionar a los niveles de antes de enfermarse, y muchos pacientes que
mejoran continúan modificando sus actividades para mantener la mejora o permanecer libres
de síntomas. Algunos pacientes no mejoran o, de hecho, empeoran con el tiempo. Si bien es
necesario hacer más estudios, la mayoría de los expertos coincide en que los niños con
EM/SFC, incluidos los adolescentes, tienen mejores probabilidades de mejorarse parcial o
totalmente que los adultos.

Descargo de responsabilidad: El contenido de este sitio web sobre la EM/SFC tiene fines
informativos solamente y no representa una guía o recomendación a nivel federal para el
tratamiento de la EM/SFC. La información que se ofrece en este sitio web no tiene el fin de
sustituir el criterio médico del proveedor de atención médica y no indica un curso de acción o
tratamiento exclusivo.

¿Cuál es su pronóstico?

El síndrome de fatiga crónica tiene un pronóstico variable, en general no muy favorable.


En algunos pacientes la sintomatología puede desaparecer completamente y se recuperan del
todo. En la mayoría, sin embargo, los síntomas suelen mantenerse a lo largo del tiempo con
periodos en los que se encuentran mejor y otros en los que están peor.

El síndrome de fatiga crónica no se asocia a una mayor mortalidad ni a un mayor riesgo


de problemas graves en órganos importantes.

El pronóstico es peor en personas de mayor edad, con menor nivel de educación, en la


enfermedad de muy larga duración, cuando se asocia a diversas enfermedades psiquiátricas
y cuando el paciente cree que la causa de su cansancio es algún problema físico que no ha
sido diagnosticado.
¿Cuál es el tratamiento del síndrome de fatiga crónica?

Se han utilizado muchos tratamientos para el síndrome de fatiga crónica, en general sin
ninguna utilidad, por lo que el paciente debe entender con claridad en qué consiste la
enfermedad y lo que puede esperar del tratamiento. El tratamiento está generalmente dirigido
a mejorar los síntomas pero no a curar la enfermedad.

Ni las dietas especiales, ni ninguno de los numerosos tratamientos que han sido
probados (antibióticos, antivirales, inmunoglobulinas, corticoides, galantamina, etc.) han
demostrado su eficacia. Aunque existen estudios en los que alguno de estos tratamientos ha
mostrado resultados favorables, en general estos resultados no se han podido reproducir en
otros estudios similares, mejor diseñados o de mayor tamaño realizados de forma posterior.

Es necesario establecer una buena relación de confianza mutua con el médico. Los
tratamientos que han demostrado eficacia son exclusivamente:
Terapias conductuales cognitivas. Son sesiones con un psicólogo dirigidas a mejorar las
conductas que puedan llevar a la recuperación.
Ejercicio físico gradual.
A todos los pacientes con datos que sugieran depresión se les debe ofrecer un ciclo de
tratamiento con antidepresivos.

Además, se debe intentar mantener una buena calidad de sueño.


No hay una cura o un tratamiento aprobado para la encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga
crónica (EM/SFC). Sin embargo, algunos de los síntomas pueden ser tratados o manejados.
El tratamiento puede dar alivio de esos síntomas a algunos pacientes, pero no a otros. Hay
otras estrategias que pueden resultar útiles, como aprender nuevas formas de manejar la
actividad.

Los pacientes, sus familias y los proveedores de atención médica necesitan trabajar
juntos para decidir cuál de los síntomas causa más problemas. Ese es el que debe tratarse
primero. También deben analizar los posibles beneficios y perjuicios de cualquier plan de
tratamiento, incluso de los medicamentos y otras terapias.
Los proveedores de atención médica necesitan darles apoyo a las familias de los pacientes a
medida que vayan entendiendo cómo vivir con esta enfermedad. Tanto los proveedores como
las familias deben recordar que este proceso puede ser duro en las personas con EM/SFC.

Los síntomas que los proveedores de atención médica podrían intentar tratar son:

Los problemas para dormir


El dolor
La depresión, el estrés y la ansiedad
Los mareos y el aturdimiento (la intolerancia ortostática)
Los problemas con la memoria y la concentración
Malestar postesfuerzo (PEM) Tratamiento farmacológico
No hay ningún fármaco que haya demostrado una mejora significativa respecto al
síntoma fatiga. De hecho, el tratamiento farmacológico está dirigido a tratar los síntomas y
debe ser combinado, individualizado y supervisado.

Pastillas azules, blancas y verdes


Dolor. Si la persona lo precisa, se debe combinar el tratamiento analgésico de primera línea
(paracetamol, ibuprofeno) con otras de segunda línea (tramadol, oxicodona). Se pueden utilizar
potenciadores analgésicos como la gabapentina o pregabalina.
Mujer levantándose de la cama con un sueño no reparador
Insomnio. Se puede tratar con reguladores del sueño como la melatonina. Se debe evitar
utilizar las benzodiacepinas.
Dos caras con diferentes estados de ánimo. Estado de ánimo. Se deben utilizar antidepresivos
solo si el paciente presenta sintomatología depresiva. En el caso de angustia o agorafobia, se
puede indicar dosis bajas del alprazolam o neurolépticos.
Mujer con dolor en la rodilla
Contracturas musculares. Se puede utilizar el magnesio, ciclobenzaprina o de forma
excepcional, baclofeno
Virus
Infección. En el caso de que sea bacteriana, se debe tratar de forma rápida con antibióticos.
Si es vírica, se deben tratar los síntomas.
Mujer llevándose la mano a la cabeza por alguna afectación cognitiva Afectación
neurocognitiva. Se ha propuesto utilizar ciclos de ácido fólico y vitamina B12 parenteral, con
un grado bajo de efectividad.

Prevalencia del síndrome de fatiga crónica y recomendaciones generales para quien


lo padece

Adaptarse a una enfermedad crónica debilitante a veces conduce a otros problemas,


que incluyen la depresión, el estrés y la ansiedad. Muchos pacientes con EM/SFC presentarán
depresión durante el curso de la enfermedad. La depresión y la ansiedad, cuando estén
presentes, deben tratarse. Aunque el tratamiento de la depresión o la ansiedad puede ser útil,
no es una cura para la EM/SFC.

Algunos podrían recibir un beneficio de los medicamentos antidepresivos y ansiolíticos.


Sin embargo, los médicos deben tener cuidado al recetarlos, ya que algunos de los que se
usan para tratar la depresión producen otros efectos que podrían empeorar los síntomas de la
EM/SFC y causar efectos secundarios. Cuando el proveedor de atención médica tiene
preocupaciones por el estado sicológico del paciente podría recomendarle que vea a un
profesional de salud mental.

Algunas personas con EM/SFC podrían beneficiarse de probar ciertas técnicas (como
las de respiración profunda) y terapias de relajación muscular, de masaje y del movimiento
(como estiramiento, yoga y taichí). Estas pueden reducir el estrés y la ansiedad, y promover
una sensación de bienestar.

Los Mareos y el aturdimiento (la intolerancia ortostática)


Algunas personas con EM/SFC podrían también tener síntomas de intolerancia ortostática que
se desencadenan o que—empeoran—al ponerse de pie o incorporarse. Estos síntomas
pueden incluir:

 Mareos frecuentes y aturdimiento


 Cambios en la visión (visión borrosa, ver puntitos blancos o negros)
 Debilidad
 Sentir que el corazón late demasiado rápido o demasiado fuerte, que está agitado o
salta latidos
El médico revisará la frecuencia cardiaca y la presión arterial de los pacientes con estos
síntomas, y podría recomendar que consulten a un especialista, como a un cardiólogo o un
neurólogo.

En el caso de las personas con EM/SFC que no tengan enfermedad cardiaca o de los vasos
sanguíneos, el médico podría sugerir que aumenten la cantidad de líquido y sal que consumen
al día y que usen medias de compresión. Si los síntomas no mejoran, podría considerar
medicamentos recetados.

Vivir con la EM/SFC


Las estrategias que no implican el uso de medicamentos y que podrían ser útiles para algunos
pacientes—particularmente si la enfermedad no los tiene postrados en cama—son:

 Hablar con un terapeuta para buscar estrategias que ayuden a lidiar con la enfermedad
y con el impacto que tiene en la vida diaria y las relaciones.
Una alimentación balanceada La alimentación balanceada es importante para la buena salud
de todas las personas y les proporciona un beneficio, ya sea que tengan o no alguna
enfermedad crónica.

Información importante. Los pacientes deben hablar con el médico sobre todas las
posibles terapias porque muchos de los tratamientos que se anuncian como curas para la
EM/SFC no han sido comprobados, suelen ser caros y posiblemente peligrosos.

Descargo de responsabilidad: Este sitio web tiene el objetivo de proporcionar


información solamente. La información contenida en este sitio web no tiene el objetivo de
sustituir el consejo, diagnóstico o tratamiento médico profesional.

Antecedentes de la investigación

1. Doctor Joaquim Fernández: especialista en medicina interna

Los instrumentos que utilizo fueron: usar el metodo de la psicología escuchar a la paciente y
de donde se produjo la fatiga.
Año: 21 de febrero de año 2018

Nombre de paciente: cristina

Consejo del médico: con el tiempo he aprendido a escuchar mi cuerpo y conocer mis límites.
Aceptar y adaptarte a la enfermedad es básico.

2. Alicia, de 54 años de edad, es madre de dos hijos y vive en Nueva York. Habiendo vivido
con un síndrome de fatiga crónica paralizante por 10 años, ella ha aprendido cómo
superar cada día - aunque algunos son mucho más difíciles que otros.

¿Cuál fue su primera señal de que algo andaba mal? ¿Cuáles fueron los síntomas que usted
experimentó?

En 1990, yo estaba completamente preparada para aceptar una nueva posición en la


investigación, esperando que esto ayudaría a financiar la educación universitaria de mis hijos.
En vez de eso, terminé totalmente discapacitada.

El inicio de mis problemas fue violento. Un virus atacó mi área bronquial y ésta se
inflamó hasta cerrarse, haciendo que fuera extremadamente difícil respirar. Yo estuve bajo el
cuidado de un especialista pulmonar por seis semanas. Me hicieron una broncoscopia y
buscaron tumores. El virus me provocó asma, un padecimiento que aún tengo hoy en día.
Finalmente, mi respiración mejoró, pero sentía que me habían succionado la vida.

Aparte de mi tremenda fatiga, tengo visión borrosa, mareos, dolor (en mis tejidos
conectivos, no en mis articulaciones) - principalmente en mi esternón y caderas.
Experimentaba dolores de cabeza punzantes, intolerancia ortostática (no puedo inclinarme o
siento que voy a desmayarme), volumen bajo de sangre, síndrome del intestino irritable y
pérdida de la memoria de corto plazo. Con frecuencia sé lo que quiero decir pero no puedo
pensar en la palabra. También tengo otros síntomas.

¿Cómo fue la experiencia del diagnóstico?

El día que estaba previsto que empezaría mi nuevo empleo, literalmente no pude
despegar la cabeza de mi almohada en la mañana. Fui a una clínica médica y vi a una joven
doctora quien dijo "Creo que usted está deprimida." ¡Ella ni siquiera me conocía! Pero muy
pronto a partir de entonces, la depresión fue descartada.

Transcurrieron seis meses antes de que tuviera un diagnóstico definitivo. Pase por toda
clase de pruebas. Ellos me revisaron para detectar cáncer, esclerosis múltiple (MS, por sus
siglas en inglés), todo tipo de enfermedades ominosas - incluso SIDA. Y todo lo que obtenía
eran resultados negativos de todas las pruebas. Entonces mi primo fue a Toronto y encontró
una revista con un artículo sobre el síndrome de fatiga crónica y me platicó acerca de él. Yo
cubría con todos los criterios, pero éste era un diagnóstico muy subjetivo.

Mi esposo fue conmigo a ver al médico y le dijo "Esta mujer está muy, muy enferma," y
el médico pareció mucho más dispuesto a escucharme luego de oír el testimonio de mi marido.
Entonces tuve que ocuparme en obtener una incapacidad en el trabajo. La organización con
la que estaba tratando me dijo "Sus palabras no significan nada. Nosotros sólo escucharemos
a un médico."

¿Cuál fue su reacción inicial y a largo plazo ante el diagnóstico?

Bien, yo quería saber la verdad y encontrar una manera de superarla. Siendo una
persona extremadamente activa, para mí fue muy difícil hacer modificaciones. Atravesé por un
proceso de aflicción. Inicialmente hubo negación - continuaba diciéndome a mí misma "esto
no va a detenerme." Pero cuando usted hace eso, se cae sobre su propia cara. Atravesé por
un periodo de ira. Entonces finalmente llegué a la aceptación - eso es cuando usted comienza
a vivir más exitosamente, pero como una persona incapacitada. Es muy doloroso. Usted desea
ser una persona productiva, pero eso es difícil.
Una de las cosas más difíciles para mí, emocionalmente, es que yo no creo que la
mayoría de los médicos - o instituciones para el cuidado de la salud - sepan la verdad acerca
de esta enfermedad. Otro aspecto difícil es que he perdido amigos debido a esta enfermedad.
Ellos no entienden. Me dicen "Bien, yo también estoy cansado, pero..." Mi oración es que algún
día las personas realmente entiendan esta enfermedad.

¿Cómo controla su enfermedad?

Principalmente escuchando a mí cuerpo. Cuando me siento enferma o cansada, tengo que


tomarlo con calma. La enfermedad sólo te dejará hacer demasiado antes de que te deje
agotada.

¿Tuvo que hacer usted algún cambio en el estilo de vida o en la alimentación a raíz del CFS?

Tengo que vigilar el exceso de esfuerzo - incluso algo como caminar dentro de la tienda
de abarrotes y tratar de hacer las compras. Esto va más allá de lo que mi energía me permitirá.
También soy como un barómetro. Tengo un momento especialmente duro cuando el clima es
frío, lluvioso o húmedo en el exterior. Pero la enfermedad me dirige, realmente. No puedo
hacer mucho para empeorar mi enfermedad porque ésta simplemente me agota y evita que yo
haga un esfuerzo mayor. Lo que sea que la enfermedad elija hacerle a usted, puede dirigir su
vida. Eso es muy frustrante. Usted guarda toda su energía para ir a una boda pero su cuerpo
podría no cooperar.

También tomo vitaminas. Pero muchas personas con esta enfermedad son presa fácil
de curanderos. Yo creo que lo primero que usted necesita saber es qué está pasando con su
cuerpo. Creo que es peligroso tratar esto al azar. Algunas personas están tan desesperadas
que gastan una fortuna en toda clase de "tratamientos." Yo creo en realizarse pruebas de
sangre y tratar aspectos de la enfermedad que necesitan ser tratados.

¿Buscó algún tipo de apoyo emocional?

Bueno, realmente no estoy interesado en la religión organizada, pero tengo fe en Dios.


Creo que finalmente todo estará bien. Al principio, cuando me enfermé, le pedí al médico que
me canalizara con un asesor. En ese entonces mis hijos tenían 10 y 13 años y pensé que
tendríamos que hacer muchas modificaciones. Quería algo que pudiera ayudar a todos en la
familia. Pero tuvimos una mala experiencia con la psicóloga que hizo un comentario realmente
insensible acerca de lo afortunada que yo era por tener a mi familia y que sin ellos yo estaría
viviendo sola y de la asistencia social. Estaba lista para despedirla después de eso, pero ella
envió una carta muy sincera para disculparse, diciendo que no tenía ningún derecho para decir
eso. Posteriormente, la vimos cuando fue necesario y nos dio algunas estrategias para
sobrellevar esta situación. Pero yo soy la más afortunada debido a que tengo una familia
cariñosa.

¿El CFS tuvo algún impacto sobre su familia?

Definitivamente. Esto representa demasiada carga sobre un esposo saludable. Si yo


llevo a mi hija de compras, necesito detenerme y descansar todo el tiempo. Lo más que puedo
hacer es ir a una tienda, pero no puedo caminar por todo el centro comercial. Necesito ahorrar
mí energía. Normalmente me siento y espero que mi hija haga las compras. Ya no puedo ir a
la tienda de abarrotes. Mi familia me ayuda. Pero muchas personas con esta enfermedad
quienes no tienen familias tienen que ir a una casa de reposo. Eso es conmovedor.

¿Qué consejo le daría a cualquier persona que viva con CFS?


Primero, ir con un médico para informarse respecto a la enfermedad y para tener el
diagnóstico adecuado. Desafortunadamente, yo no creo que la mayoría de los médicos
realmente entiendan esta enfermedad. Además, escuche a su cuerpo. Usted sabe cuando está
enfermo. Anoten sus síntomas y traten de encontrar a un médico erudito.

3. 02 Oct Testimonio de Elvira Fernández

Posted at 19:23h in Testimonios by Mónica Tortosa Fito 1 Comment

Mi nombre es Elvira.

Voy a intentar explicar de la mejor manera mi testimonio porque, a veces y según en


qué situaciones, no es nada facil. Porque enfrentarte a una enfermedad y a nuevos cambios
radicales, tanto nivel fisico, como psicologico, social, etc, etc… No es nada fácil. Pero, bueno,
lo voy a intentar.

Mi historia empieza estando de vacaciones. Empecé a tener dolor de espalda y bueno, el


primer paso es pasar por el medico de cabecera e intentar solucionar esos dolores y
contracturas: Te dan un tratamiento, pomadas, calor local y nada. Pasan los dias y el dolor va
en aumento en vez de disminuir.

De nuevo al médico y entonces ya empiezan a hacer radiografias, tacs, pruebas y más


pruebas. El resultado: no encuentran nada especifico y lo achacan al estrés, crisis de ansiedad
y exceso de trabajo.

Llega el dia en que, con una crisis de vertigo, me dirijo a urgencias y me hacen más pruebas.

Al final se me deriva a un medico internista y le explico los sintomas que tengo: Dolores
musculares, mareos, dolores de cabeza, dolor de espalda, insomnio, intolerancia a alimentos,
bloqueos mentales… Y entonces se me complementa toda la explicación con un test de un
montón de preguntas.
Y mientras, mis problemas persisten.

El dia que vuelvo a visitarme se me da un diagnostico: SFC (síndrome de fatiga cronica). Te


explican en qué consiste la enfermedad y bueno, intentas ir asimilando todos los cambios.

Para ir resumiendo: Pasan tres años que se hacen eternos porque yo, cada vez, me encuentro
peor y no me hacen nada más que pruebas.

Después de este recorrido se plantea mi medico, ya por ultimo, una prueba genética. Después
de la incertidumbre de la espera de resultados llega el dia:

– Ya hemos descubierto tu diagnóstico: tienes FMF

Y te quedas … Y te preguntas: ¿Qué es y en qué consiste esta enfermedad?

Por una parte respiro y pienso: ¡Por fin sé lo que tengo! Pero entonces te entran todos los
miedos a enfrentarte a algo nuevo, la no aceptación, el “a mí no me puede pasar”, etc, etc…
Sabías que estabas diagnosticada de SFC pero ahora venía otra enfermedad. Con las visitas
sucesivas vas entendiendo más cosas pero, aún asi, tu mente va por un sitio y tu cuerpo por
otro.

Entonces también empiezas a indagar por internet, quieres recibir informacion…

Empiezo con tratamiento pero desde hace muy poco y teniendo la esperanza de que mitigue
mis sintomas tan achacosos. Sin embargo ¡Qué triste es no poder nunca hacer ningun plan!,
sacrificar en muchos momentos a tu pareja, sentirte triste por todo ello, que el entorno ni te
entienden y ese apoyo que necesitas no lo tienes pero que, a veces, lo llegas a entender por
el desconocimiento.

Toca vivir con toda esta enfermedad teniendo la esperanza de que, como la medicina por
suerte avanza, se vayan teniendo respuestas a la FMF y quien sabe, igual una posible cura…

Mientras tanto sigo con mi trabajo de ir aceptandote: FMF.

4. ALEJANDRA GONZÁLEZ

11/05/2018

Actualizado 12/05/2018 a las 19:45h.

«Hace dos años y medio que ocurrió todo. Me encontraba estudiando para las oposiciones
cuando una fatiga bestial se apoderó de mi cuerpo. Duraba días y, después, conseguía
recuperarme. Estuve con intervalos de este tipo casi un año, hasta que los médicos dieron con
un diagnóstico: tenía el Síndrome de Fatiga Cronica (SFC) —también conocido como
Encefalomielitis Miálgica (EM)—. Llevo año y medio con inmunoterapias, pero la realidad de
mi día a día es que permanezco el 80% del tiempo en la cama ».

Esta es la historia de Candela , una joven de 29 años, titulada en Derecho y


Administración de Empresas, cuya vida dio un giro de 180 grados. Es imposible salir a la calle.
No puede recibir visitas porque el cansancio no le deja hablar con nadie. Tiene,
constantemente, una sensación de aturdimiento, de niebla mental. Se pasa el día medio
dormitando, aunque no llegue a estar dormida del todo.

En una breve entrevista concedida a ABC, Candela habla de cómo es un día «bueno»
en su vida actual: «Cuando no estoy tan cansada y tengo un mínimo de fuerzas , aprovecho
para ver una serie o una película, pero solo puedo hacerlo en los días buenos. No salgo a la
calle, ni siquiera soy yo la que va al médico, sino mi madre».

«Teníamos una hija que se comía el mundo y se ha convertido en una anciana de 90 años»
CANDELA ANTES DE SER PRESA DE SU ENFERMEDAD TENÍA UNA VIDA MUY ACTIVA

Raquel Mena es la mujer de la que Candela habla. Cuenta, sin reparos, cómo se siente,
así como la esperanza que toda la familia tiene porque esta enfermedad encuentre un
tratamiento adecuado. «Me ha cambiado la vida completamente. En cuanto nos dieron el
diagnóstico y supe que no había tratamiento, me dediqué, horas y horas, a buscar por internet.
Trataba de encontrar alternativas fuera de la medicina tradicional», cuenta.

Reconoce, también, que lo ha dejado todo por cuidar a su hija: «Soy sus pies y sus
manos». Mena habla de una tristeza infinita por ver a su «pequeña» en esta situación, pero
tiene esperanza de que todo pueda cambiar. «Teníamos una hija que se comía el mundo y se
ha convertido en una anciana de 90», concluye.

Hoy, 12 de mayo, es el Día Internacional contra este síndrome, además de contra la


Fribromialgia y otras enfermedades crónicas. Pero, ¿qué es exactamente el SFC? ¿Por qué
es tan desconocido para mucha población? ¿Qué síntomas conlleva?

«Enfermedad tabú»

«Teníamos una hija que se comía el mundo y se ha convertido en una anciana de 90 años»

La pareja de Candela, Sergio, también tiene SFC desde hace 13 años . Su historia habla
de superación, de estudiar para investigar sobre lo que le ocurre a él y a casi un 0,8% de la
población mundial. «Tengo 35 años. Cuando me quedaban pocas asignaturas para terminar
Ingeniería Técnico Industrial de Diseño, la enfermedad llegó de golpe a mi vida y caí fulminado.
De un día para otro . Estuve cinco años de vida postrado en una cama, hasta que pude viajar
a Bruselas para conocer a otros médicos y que pudieran darme más soluciones».

Gracias a tratamientos experimentales, la situación de Sergio mejoró. Tanto es así que


desde hace 7 años, cursa la carrera de Medicina . «Sigo sin tener vida social, pero aprovecho
las horas lúcidas que tengo en el día para estudiar». Visita al médico cada 3 meses y en un
periodo de hasta 6 viaja al extranjero para buscar tratamientos nuevos, que consigan mejorar
su situación.

Son 13 años de enfermedad, pero Sergio intenta esconderla. «Es una enfermedad tabú.
La gente no reacciona bien cuando hablo de ella porque es algo que no conocen. Al no haber
tratamiento, no hay conocimiento. Seguramente, el día que aparezca un fármaco, todo este
proceso se acelere y pueda conocerse como hoy sabemos de la Fibromialgia, por ejemplo».

«Teníamos una hija que se comía el mundo y se ha convertido en una anciana de 90 años»

Desde 1969

La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció esta enfermedad como


neurológica en 1969, «pero sigue sin estudiarse en las universidades», afirma Raquel Mena.
Para determinar que una persona tiene el Síndrome de Fatiga Crónica se utilizan criterios
diagnóstico canadiense , un listado de síntomas —14 en total— donde la persona que padezca
la enfermedad cumplirá, al menos, siete de ellos.

El 85% de los afectados son mujeres debido a cuestiones hormonales. No es


hereditaria, pero sí tiene predisposición genética. A nivel visual, no se puede apreciar que una
persona está enferma porque «no estamos demacrados, ni estamos con gotero ni medicinas»,
asegura Sergio.

Estos pacientes mueren antes que la población general. Las causas más comunes de
muerte en pacientes con SFC son: cáncer, enfermedades cardiovasculares y suicidio.
Contando todas las causas, los enfermos mueren 17.6 años antes .

Principales síntomas

«El principal síntoma de esta enfermedad es una fatiga insuperable que empeora con
actividad física y mental», comenta Raquel Mena. Afecta a múltiples sistemas del organismo y
«no tiene cura» , insiste. Sergio completa que, además, existen «casi 30 síntomas reconocidos,
manifestándose de 8 a 10 en una persona enferma, en mayor o menor grado».

Los afectados por SFC «tienen menos riesgo sanguíneo; se ha comprobado que
tenemos hasta un litro menos de sangre en el cuerpo». A nivel personal, Sergio asegura que,
a la hora de hablar o querer transmitir, «trato de buscar la palabra que quiero decir pero no me
sale y tengo que pensar otra. También me cuesta hacer cálculos sencillos de cabeza, pese a
ser ingeniero».

«Existe un estudio que clasifica a los enfermos según el grado de satisfacción en su


vida. En el número uno en grado de incapacidad está el SFC, por delante enfermos con
quimioterapia, con esclerosis múltiple o con artritis reumatoide», cuenta Mena.

Investigaciones y tratamiento

En los 13 años que lleva con la enfermedad, Sergio ha sido testigo de terapias
experimentales, así como otros que casi alcanzan la fase 3 para tener el visto bueno
internacional. «Investigaciones sobre el síndrome hay muchas, sobre su naturaleza o los
síntomas, pero no se ha llegado a tener un diagnóstico. Por tanto, no hay ningún tratamiento
para el SFC».

Sergio reconoce que sí hay terapias experimentales, «pero pequeñas. Para este año
está previsto que se prueben 3 fármacos , todos ellos relacionados con tratamientos similares
contra el cáncer».

Candela y Sergio tienen la suerte no estar solos en esta lucha. Tienen a sus familias
que no les dejan solos en ningún momento, «pero no todo el mundo tiene esa suerte.
Necesitamos que esta enfermedad sea más conocida y que puedan buscarse soluciones para
llegar a un tratamiento que mejore la vida de los enfermos. Queremos que haya más conciencia
y que la población se sensiblice con este tema», concluye Raquel Mena, madre de Candela.
Conclusión

Podemos concluir que el síndrome de fatiga crónica es cuando una persona se


siente demasiado débil por mucho tiempo, las personas con este síndrome pueden
llegar a estar descansando y de igual manera no sienten eficaz ese descanso, el potasio
puede ayudar a reducir la fatiga y también el grupo de vitaminas b ayudan a la persona
afectada a reducir estos síntomas.
E grafia

https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/chronic-fatigue-syndrome/symptoms-
causes/syc-20360490

https://www.elsevier.es/es-revista-medicina-integral-63-articulo-el-sindrome-fatiga-cronica-
13034631

https://www.wnyurology.com/content.aspx?chunkiid=127488

elperiodico.com/es/sociedad/20160511/testimonios-victimas-sindrome-fatiga-cronica-5124231
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