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Psicoanálisis
- Inconsciente
- Relación terapéutica
- “padre” - hijo
- Transferencia
- Pasado
- Experiencia tamizada
- Terapeuta como experto
- Se interpreta
Humanismo
- Consciente
- Relación terapéutica
- Iguales
- Presente
- Experiencia directa
- Cliente como experto
- Foco en el cliente
- Terapeuta favorece el crecimiento
- No se interpreta
1. CARACTERÍSTICAS PRINCIPALES
No hay enfermos, hay clientes y personas que actúan en función a su propia percepción
única de su mundo, lo que es bueno o malo para él. Esta desaparece si manejamos
etiquetas diagnósticas. No son enfermos en un sentido médico, viven la vida de una forma
particular.
Busca evitar la disonancia entre las exigencias de tu entorno y tus decisiones, lo cual te
produce una crisis existencial y vas al psicólogo para que te enseñe a vivir conforme a tus
propias premisas.
El terapeuta no tiene una postura de “yo sé lo que te pasa, lo interpreto y te digo lo que está
bien y mal”. Vive en su propia piel ese encuentro entre iguales. Llora con él, sufre con él…
Hay que tener una capacidad vital extraordinaria y única de entrar en contacto con otra
persona, meterse en su piel. Es muy cansado. Se implican mucho.
Es importante que el cliente comprenda mínimamente dos de esas últimas (todas menos
congruencia)
Congruencia
Quiere decir que el terapeuta se presenta ante el cliente tal y como es, es auténtico en su
relación con el cliente.
Es una característica básica, para que se produzca el encuentro persona con persona el
terapeuta ha de mostrarse tal y como es. Por eso no todos los terapeutas pueden ser
humanistas.
El terapeuta genuino es aquel que es congruente entre lo que siente en el aquí y ahora de
la sesión y su sí mismo, que ha de ser lo más transparente y abierto posible. No solo el
cliente ha de ser consciente de todos sus sentimientos, el terapeuta también. Tiene que
estar dispuesto a comunicar esos sentimientos al cliente para facilitar el encuentro, la
relación terapéutica única.
El terapeuta entra en contacto con lo que siente en su relación con el cliente y está
dispuesto a comunicárselo cuando interfiere en el proceso terapéutico. Solo se comunican
en ese caso, cuando el no hacerlo impide el progreso.
Comunicar al cliente que tu unica motivacion es ayudarle y tiene un potencial para saber lo
que es bueno y malo para el. Eso se comunica aceptando lo que el cliente dice, no
juzgando ni evaluando (pero no tragarselo todo). Lo admites en toda su potencialidad, como
es, como se manifiesta… Cada individuo es su propia percepción, su mundo único.
Esta consideración está relacionada con que el cliente por sí mismo puede resolver sus
problemas. El terapeuta solo favorece que entre en contacto, el resto es faena suya.