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LUIS LEON PIÑA: UN MISERABLE DISFRAZADO DE COMUNICADOR

SOCIAL
Cuando el dinero compra la ética periodista, el honor y la credibilidad en el oficio
Cuando ves el programa “Amazonia al Día” del “Comunicador Social” Luis León Piña, el
entrecomillado es nuestro porque no sabemos si cuenta con título profesional de
comunicador social, te quedas desconcertado, sorprendido, un poco asustado, pero sobre
todo te deja la duda de si lo que ahí se dice o se hace es periodismo, o simplemente son 60
minutos dedicados a manchar honras, defender autoridades corruptas y avergonzar la
profesión periodística como el oficio más bello del mundo.
León Piña, es una caricatura de sí mismo, siempre entrevistó con guantes blancos a Jerly Díaz
Chota, ex alcaldesa de la Municipalidad Distrital de Yarinacocha, que ahora se encuentra con
prisión domiciliaria por ser sindicada por la fiscalía anticorrupción de ser la líder de la
organización criminal “Los Fantasmas del Ucayali”.
Este “trato” especial que León Piña le dio siempre a “Muñeca”, según el alias que le puso la
policía nacional al momento de su captura no era gratuito, León Piña cobró 36 mil soles por
servicios de asesoría legal externa a la gerencia de servicios públicos de la comuna yarinense
en el año 2020, es decir trabajaba para la gestión de Jerly Díaz, cuando ella mandaba a
plenitud en el distrito turístico por excelencia de Ucayali.
El “Periodista” León Piña, no tiene vergüenza en decir que si brindó esa “asesoría” a la gestión
de “Muñeca”, y grita a los cuatro vientos que es un abogado titulado, habilitado y colegiado
para ejercer el derecho, incluso publicita su grado de magister, pero lo que no aclara es
porque en todas la entrevistas que le hacía a Jerly Díaz, en ninguna de ellas, cuestiono todas
las denuncias de corrupción que salían contra la gestión de la ex alcaldesa.
León Piña, es el más claro ejemplo del periodista que no tiene ética en la profesión, y no es el
único en Pucallpa y la región de Ucayali. Existe un grupo de malos comunicadores que cobran
a las entidades públicas por “difundir” sus notas y sus eventos, se hacen llamar los
“Vainetillas” y cual mercenarios de la noticia, están al acecho para poder cobrar por sus
servicios periodísticos, y en honor a la verdad los llamados “Vainetillas” merecen una columna
especial en “La Revista de Pucallpa, así será, porque se lo han ganado a pulso.
El señor León Piña mostró el más claro ejemplo de su catadura moral cuando muy suelto de
huesos en su programa de televisión que se emite todos los días a la 01:00 p.m. en UTV, dijo
que el sicario que asesinó a Brenda Rodríguez Acosta, accionista del mencionado canal de
televisión, conocía a su pareja, a quien también mataron, dejando en el aire que el execrable
hecho tendría otras motivaciones, y no la tesis que tiene la fiscalía, que el responsable
intelectual de la muerte seria su propio hermano, es decir, Néstor Eduardo Rodríguez Acosta.
El maestro de ética periodística, el colombiano Javier Darío Restrepo indica en su libro “El
Zumbido y el Moscardón” lo siguiente: “La naturaleza de la ética periodística está centrada en
los valores del compromiso con la verdad, la independencia y de la responsabilidad social, que
son los altos niveles del mejor periodismo”.
Bien haría el abogado Leo Piña en conseguir el libro de Javier Darío Restrepo y tenerlo como
manual de cabecera para recuperar un poco de su credibilidad, que está por el sub suelo.
En todo caso, si León Piña no quiere o no puede conseguir dicho libro, nosotros se lo podemos
regalar pero con la condición de que haga como suya esta lección de periodismo “¿A quién le
debe su lealtad el periodista? ¿A la empresa que le paga, a su país, a los anunciantes?, Al
prestar el servicio de información, el periodista maneja un bien público: la información. Esta
es la materia prima de la empresa periodística que, al contrario de lo que sucede en las otras,
no es propiedad del empresario, sino del público. Ese público que ve y oye las noticias es el
dueño de la materia prima porque él la hace. Las noticias, en efecto, están hechas con la
historia que el público crea a diario. Por tanto, es a él a quien debe dar cuenta el periodista.
Ya lo sabe señor León Piña deje de ser un miserable de las comunicaciones en Pucallpa,
todavía puede hacer del periodismo la más noble de las profesiones.

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