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Salmos 100.

Este es un salmo de Exhortación ( plena para gratitud a Dios, que no solamente está
incluyendo a la nación judía, sino que es un llamado universal a ser agradecidos con Dios todos
los habitantes de la tierra.
· Gratitud: es la virtud que demuestra una persona al estimar un favor o beneficio que alguien
le ha concedido. Al mostrar gratitud, el sujeto desea corresponder el mencionado favor de
alguna manera.
Este salmo es un salmo de acción de gracias sobre, alabanza y conocer a Dios. Es un salmo
dirigido a los corazones de hombres y mujeres. Él llama a la alabanza y la acción de gracias y
adoración con alegría. (Salmo 1:1).
Cuando el salmista habla de la adoración, no está simplemente hablando de algo que ocurrió
en el Templo de Jerusalén, sino más bien de servicio continuo a Dios.
Este salmo es tan relevante hoy como lo fue en el momento en que fue escrito. Dios todavía
quiere que su pueblo, “cante con alegría al Señor.» Qué estemos reunidos con los santos o
estamos sirviendo a Dios en nuestro caminar diario, este servicio, de acuerdo con el salmista,
es expresar alegría y júbilo.
Los cristianos tienen toda la razón para alabar a Dios por Su gran amor por nosotros, por
adoptarnos como hijos e hijas a través de Jesús Cristo (Efesios 1:3-14), y este salmo es un
llamado a la alabanza. El salmista articula esta convocatoria para alabar con tres directivas:
Cantad, servir y venir. En otras palabras, el salmista desea que «toda la tierra» se someta al
poder y presencia de Dios.
Cuando una persona celebra con júbilo al Señor, entonces ellos «sirven al Señor con alegría»
(Salmos 100:2). La adoración del salmista refleja una fe de confianza, una vida de entrega y
una respuesta fiel a Dios, que debe reflejarse en todos los ámbitos de nuestra vida cada hora
del día. Este acto es una renovación de un estilo de vida, en otras palabras, es el
reordenamiento de la vida vivida en armonía con las enseñanzas de las Escrituras, para la
gloria de Dios.
El salmista quiere que el pueblo de Dios sepa que Jehová es Dios, porque «Él es quien nos hizo,
y no nosotros a nosotros mismos, somos su pueblo y ovejas de su prado» (Salmo 100:3). Jesús
es nuestro Pastor y los creyentes somos su pueblo y ovejas de su prado. Dios es nuestro
creadory no nosotros. Mucha gente vive como si fuera el creador y el centro de su pequeño
mundo. Esta mentalidad los lleva a una avida ambición y se les quita toda esperanza. Sin
embargo cuando nos damos cuenta de que Dios nos creó y nos da todo lo que tenemos,
queremos dar a otros conforme Dios nos ha dado.
Los salmistas continúa: «Entrad por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con
alabanza. ¡Alabadlo, bendecid su nombre!» (Salmos 100:4). Cuando los israelitas entraban en
«sus puertas», este acto de entrar en el área del templo cantando causo a los hijos de Israel a
reflexionar sobre sus bendiciones de Dios. Salmos 136 es un ejemplo clásico de un «salmo de
acción de gracias» que llama la atención sobre la bondad de Dios. Este salmo comienza así:
«Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia.” Nosotros
también, debemos de reflexionar sobre la bondad de Dios, especialmente nuestro éxodo del
mundo de las tinieblas al reino del amado Hijo de Dios (Colosenses 2:13).
Salmos 100:4 intensifica la invitación a entrar en sus atrios con acción de gracias y alabanza.
Pero el salmista no se detiene con esta convocatoria. Él da las razones de la ‘acción de gracias’
y ‘alabanza’: «Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia, y su fidelidad por
todas las generaciones»
¿Cuál es nuestra actitud cuando nos presentamos delante de Dios? Este salmo nos dice que
recordemos la bondad de Dios y su fidelidad.
(Salmo 100:5). Al igual que este acto de acción de gracias y la alabanza mantuvo los israelitas
enfocados en sus responsabilidades para con Dios, así también, el acto de acción de gracias y
alabanza ayuda al creyente a mantener las cosas en la perspectiva correcta.
Tenemos que recordar que la acción de gracias debe ser la actitud del creyente en todo
momento porque: La alabanza, acción de gracias y la adoración es una manera en la que
expresamos nuestro amor por el Señor.
«Dad gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.» (1
Tesalonicenses 5:18)
Durante esta época del año y siempre, que la acción de gracias resida en nuestros corazones al
dar toda alabanza y gloria a Dios a través de Jesús, nuestro Redentor.

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