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INTRODUCCIÓN: Es un salmo
que exhorta a todos los creyentes
para que levanten su voz y
glorifiquen el Nombre del Señor
en una jubilosa alabanza y
ferviente adoración. La alabanza a
Dios no es exclusiva de los que
saben cantar bien, tocan algún
instrumento musical o pertenecen
a algún grupo de adoración.
En el salmo 100 el llamado a la
adoración es universal. “Cantad
alegres a Dios, habitantes de
toda la tierra” (Salmo 100:1).
Jesús le dijo a la samaritana
que “los verdaderos
adoradores adorarán al Padre en
espíritu y en verdad; porque
también el Padre tales adoradores
busca que le adoren.” (Juan
4:23).
El Salmo 100 es una joya preciosa
de la poesía hebrea, donde el
salmista expone algunas razones
por las que el Dios de la biblia
merece toda nuestra adoración.
Segunda razón: ÉL ES EL
CREADOR
“Él nos hizo, y no nosotros a
nosotros mismos” (Salmos
100:3b).
Para el salmista era sumamente
importante que el adorador
recordara que pertenecemos a
Dios. “él nos creó y le
pertenecemos”.
Dios tiene derecho de propiedad
sobre nosotros los cristianos por
partida doble. Por ser el creador
de todo cuanto existe, y por ser
nuestro redentor. Él pagó para
hacernos libre de la esclavitud del
pecado y nos compró por medio
del sacrificio de Jesucristo en la
cruz del calvario. Ahora Somos de
Cristo.
Es precisamente la majestad del
poder del Dios Creador, lo que
nos mueve a decir junto al rey
David: “Los cielos cuentan la
gloria de Dios, y el firmamento
declara lo que sus manos han
hecho.” (Salmos 19:1 PDT).
Tercera razón: ÉL ES
GOBERNANTE SUPREMO
“Pueblo suyo somos”. (Salmos
100:3c)
Esta expresión del salmista les
recuerda a los adoradores
israelitas que Moisés les dijo en
medio del éxodo: “Porque
ustedes son un pueblo
consagrado al Señor su Dios; él
los ha elegido entre todos los
pueblos de la tierra para que
sean el pueblo de su propiedad.”
(Deuteronomio 14:2 DHH). De ahí
que el salmista dice: nosotros
somos su pueblo. Él formó,
estableció y sustenta al pueblo de
Israel.
La adoración no tiene sentido si
los adoradores no reconocen que
el Dios que adoran gobierna
sobre su pueblo.
Sexta razón: ÉL ES
MISERICORDIOSO
“para siempre es su
misericordia” (Salmos 100:5b).
Para el salmista es importante
que los adoradores recuerden que
el Dios que alaban y adoran,
además de ser bueno, es
misericordioso. Y su misericordia
se revela en su disposición de
socorrer al oprimido y perdonar al
culpable. [3]
De ahí que Dios en su
misericordia, no aniquila y
destruye a los seres humanos
como lo merecen a causa de sus
pecados, sino que les ofrece
perdón como un regalo gratuito
que se recibe por fe en
Jesucristo. “Pero Dios, que es rico
en misericordia, por su gran amor
por nosotros, nos dio vida con
Cristo, aun cuando estábamos
muertos en pecados. ¡Por gracia
ustedes han sido
salvados!” (Efesios 2:4, 5 NVI).
La biblia dice que la misericordia
del Dios que adoramos es
eterna. “Mas la misericordia de
Jehová es desde la eternidad y
hasta la eternidad sobre los que
le temen, y su justicia sobre los
hijos de los hijos.” (Salmos
103:17).