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Introducción
En esta unidad usted se introducirá en el tema de la atención de una emergencia, particularmente
como producto de la incidencia de un sismo de gran magnitud; como posible miembro voluntario
de la Red Nacional de Evaluadores podrá colaborar en la recopilación de información sobre las
características generales de las estructuras de edificación, así como del estado que estas
presentan después de un sismo (potencialmente dañino).
En el Artículo Sexto del Plan Nacional de Respuesta MX (Plan MX), se establece que el proceso de
implementación del mismo. En el marco de las medidas urgentes que conforman el Plan MX se
encuentra el numeral h) Realizar la detección, actualización, señalamiento y difusión de zonas
peligrosas. La Red Nacional de Evaluadores, como parte de estas acciones para determinar zonas
peligrosas, específicamente en edificaciones, se activará a partir de la medición de valores de
aceleraciones en el terreno que sean considerados como el límite a partir del cual se puede
esperar daño o comportamiento anómalo en edificaciones comunes. El Plan es activado y
organizado por el gobierno federal, juntamente con las autoridades de los otros dos niveles de
gobierno en el sitio afectado (estatal y municipal).
La importancia del Plan MX o, de la existencia de la Red Nacional de Evaluadores, radica en la
necesidad de contar con personal especializado, que le permita a las autoridades de los tres
niveles de gobierno tener información suficiente para determinar el protocolo de acción más
adecuado después de un sismo con gran potencial destructivo, de la misma manera que le
permitirá a la autoridad correspondiente contar con información para definir políticas públicas de
adecuación de edificaciones con alto nivel de vulnerabilidad. Lo anterior con el propósito de
cumplir con uno de los objetivos del plan: Disminuir los tiempos de respuesta para la recuperación
La información que se puede presentar en el escenario del sismo postulado se genera a partir de
los datos, investigaciones y estudios más recientes sobre el tema, los cuales pueden ser
actualizados, por lo que estos datos se establecen desde una perspectiva general del país, pero
también desde un contexto regional. En algunos casos, como la ciudad de México y el estado de
Guerrero, la información se puede detallar de manera más específica por contar con más
investigaciones del tema en estas zonas.
1.2 Red Nacional de Evaluadores
En relación con el accionar del Plan MX, la Presidencia de la República establecerá las directrices
generales de este plan con el propósito de formalizar e institucionalizar el auxilio a la población
para preservar el estado de derecho y la gobernabilidad.
Primera directriz
El Gobierno Federal hace un llamado de alerta a la población.
Segunda directriz
El presidente de la República instruye el auxilio inmediato de la población:
Ordena al secretario de gobernación que, en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil, se
inicien los programas de emergencia y se integre una evaluación inmediata de daños y
necesidades.
Instruye a las Fuerzas Armadas para que activen los planes DN-III-E y Plan Marina, y a la Secretaría
de Seguridad Pública para que contribuya en el marco de sus atribuciones a brindar seguridad a la
población.
Convoca a los gobiernos de las entidades federativas, a los colegios de agrupaciones de
profesionales, a las fuerzas de respuesta, a las organizaciones de la sociedad civil, a la iniciativa
privada y a la ciudadanía en general a cooperar con el ejecutivo federal en el marco de un
esquema de colaboración ágil para inducir un proceso gradual y ordenado de estabilidad.
Ordena al secretario de relaciones exteriores, al secretario de turismo y al secretario de
comunicaciones y transportes que establezcan los vínculos necesarios para atender los
ofrecimientos de ayuda internacional y las demandas de información relativas a la localización y
protección de extranjeros en las zonas afectadas.
Llama a la Secretaría de Salud y a la Secretaría de Desarrollo Social para que activen sus programas
de ayuda, y a la Comisión Nacional del Agua, la Comisión Federal de Electricidad y Petróleos
Mexicanos para responder a la emergencia de modo eficaz e inmediato. Para tales efectos
instruye la instalación en sesión permanente del Consejo Nacional de Protección Civil, que preside
el ejecutivo federal.
Tercera directriz
El presidente de la República ordena el apego a la legalidad: cúmplase lo establecido en la Ley
General de Protección Civil y en el Programa de Auxilio del Manual de Organización y Operación
del Sistema Nacional de Protección Civil.
Cuarta directriz
El presidente de la República presenta a la población su estrategia general de respuesta:
I. Activar en todo el país, en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil, los sistemas
estatales y municipales correspondientes; es decir, las estructuras y procedimientos formales,
legales, logísticos y funcionales que integran la respuesta institucional.
II. Proveer de inmediato en las zonas afectadas seguridad, servicios de búsqueda, rescate y
ubicación de personas, servicios médicos de emergencia, dotación de víveres, ropa limpia,
utensilios; así como establecer servicios estratégicos básicos, como energía eléctrica, suministro
de combustibles, agua potable y en general de todo aquello que contribuya al bienestar de la
población.
III. Proteger a niños, mujeres, ancianos, personas con discapacidad y en general a toda persona o
grupo vulnerable, que en estas circunstancias requiera un trato especial.
IV. Poner en marcha los planes familiares y comunitarios de protección civil, para que quienes
viven en zonas de alto riesgo busquen lugares seguros con amigos, familiares y vecinos, o se
informen sobre la ubicación de refugios temporales autorizados, ante posibles réplicas y
ocurrencia de tsunami.
V. Responder a situaciones críticas, distender los conflictos sociales y atender los problemas
generados por la ocurrencia del sismo.
VII. Detectar y monitorear permanentemente las amenazas derivadas del sismo que pongan en
riesgo la seguridad de la población. Se exhorta a la población a mantenerse alerta a las
indicaciones de las autoridades competentes.
VIII. Procesar de manera efectiva las demandas y necesidades de la población considerando las
limitaciones que se presenten por la emergencia.
IX. Informar a la comunidad internacional que México emite una solicitud de apoyo para enfrentar
la emergencia.
El órgano ejecutor de las actividades del Plan MX es el Comité Nacional de Emergencias; dentro de
este, para atender todos los requerimientos de la población afectada, y sin menoscabo del
planteamiento del mismo Plan, se puede establecer una organización basada en tres ejes de
acción, que a su vez se pueden dividir en 14 grupos. Cada uno de estos tendría designado uno o
varios coordinadores, así como acciones definidas que deben considerarse para su desarrollo y
operación.
Subdirección de Riesgos Estructurales del CENAPRED. (s.f.). Organización para la actuación del
Comité Nacional de Emergencias. [Esquema].
En relación con el Eje A. Operativo, su objetivo es dirigir todas aquellas acciones de atención
directa a la población, orientadas a reducir o eliminar el impacto negativo de un sismo de gran
magnitud, atendiendo prioritariamente la salvaguarda de la vida humana, así como las
necesidades primarias de la población afectada. Los grupos de trabajo que conforman este eje son
los siguientes:
Búsqueda y Rescate
Centro de Telecomunicaciones
Evaluación de Daños
Sanidad
Seguridad Pública
El tercer grupo, Evaluación de Daños, tiene como objetivos realizar la evaluación y cuantificación
de los daños producidos por el sismo o tsunami, estimar las pérdidas económicas que resulten y,
de este modo, determinar la dimensión física y social de las afectaciones, la estimación de las
pérdidas humanas, cantidad de heridos, damnificados y sus bienes afectados, las necesidades que
deben satisfacerse y la determinación de posibles y nuevos riesgos. Este grupo será coordinado
por la Dirección General de Protección Civil de la Coordinación Nacional de Protección Civil de la
Secretaría de Gobernación, y estará integrado por:
Como una actividad del grupo de Evaluación de Daños se menciona la conformación de una Red
Nacional de Evaluadores, cuyo objetivo general es establecer un procedimiento de inspección y
evaluación de inmuebles ante una contingencia importante. En el marco de la constitución de una
red de este tipo, resulta necesario un curso cuyo objetivo básico sea formar personas capacitadas
en la inspección de estructuras a fin de recopilar, de manera rápida y eficiente, la información
mínima para la evaluación de los daños producidos por una contingencia.
Como parte del Plan MX se plantea la creación de una base de datos de profesionistas en las
ramas de ingeniería civil y arquitectura que pueden incorporarse a un grupo de inspectores para
ser llamados en caso de un desastre de grandes proporciones.
UNIDAD 2 SISIMICIDAD
Una de las mayores fuerzas de la naturaleza a la que se enfrenta el ser humano es el fenómeno del
movimiento o sacudida del terreno, conocido como movimientos telúricos, temblores, terremotos
o sismos. No hay una diferencia específica en los términos; sin embargo, en lenguaje científico es
más correcto denominar como sismo, al movimiento del terreno cuyo origen o fuente puede ser
de tipo natural (fenómenos geológicos) o bien, generado por el hombre (origen antrópico). Los
primeros pueden alcanzar grandes magnitudes y generar destrucción a gran escala, mientras que
los otros generalmente son más pequeños y sólo son percibidos en zonas cercanas a la ocurrencia
del mismo.
Se puede definir a los sismos como una liberación repentina de energía que tiene la capacidad de
propagarse en todas direcciones. En ocasiones estos movimientos son mayormente percibidos en
una de sus componentes horizontales o en la vertical, lo que ha generado que en medios de
difusión masivos se cataloguen como “sismos oscilatorios” o “sismos trepidatorios”,
respectivamente. Sin embargo, resulta importante destacar que esta clasificación no es reconocida
en sismología o ingeniería sísmica, ya que el movimiento del terreno generado por un sismo se
manifiesta en todas direcciones.
Existen varias fuentes que dan lugar a los sismos, las de origen natural y de origen artificial. Las
primeras son generadas por fenómenos de tipo geológico: movimientos tectónicos, actividad
volcánica, colapso de laderas, impacto de meteoritos o derrumbe de cavernas. Particularmente,
los sismos de origen tectónico son los que pueden generar gran impacto y destrucción.
Para el caso de sismos de origen artificial o inducido, las fuentes pueden ser muy variadas, desde
la utilización de explosivos en la industria, pruebas nucleares o inyección de fluidos en pozo. La
diferencia de estos eventos con los anteriores es que las magnitudes que pueden generar son
notablemente más pequeñas, así como los grados de afectación.
La Tierra está formada por varias capas concéntricas con diferentes composiciones y
características. Partiendo del centro son:
Núcleo interno. Su característica principal es que se trata de un sólido muy caliente.
Núcleo externo. Su composición se puede definir de característica líquida.
Manto. Las altas presiones y temperaturas en esta capa hacen que el material se comporte de
forma plástica (ni sólido, ni líquido), esto es, como una plastilina que al enfriarse en la parte
superior genera corrientes convectivas donde el material caliente en el interior sube, mientras que
el material frío de la superficie baja para calentarse y, posteriormente, subir a la superficie de
nuevo.
Corteza. La corteza se encuentra dividida en corteza oceánica y continental.
La corteza terrestre, junto con la parte superior del manto constituyen la litósfera, que es la
cubierta rígida de la Tierra. La litósfera se encuentra fragmentada en varias secciones, conocidas
como placas tectónicas. Con base en estudios de sismicidad se han determinado las fronteras
entre las placas tectónicas, que se muestran a continuación.
En el siguiente mapa se muestran los epicentros de los sismos a nivel mundial en un periodo
importante de años; se puede observar la correspondencia entre las zonas generadoras de sismos
y las fronteras entre las placas tectónicas. En particular, existe gran actividad sísmica alrededor de
la placa del Pacífico, que incluye la costa de Sudamérica con países con alta sismicidad -Chile, Perú,
la costa sur de México- y se extiende por la falla de San Andrés en California, Estados Unidos.
También es bien conocida la alta sismicidad de Alaska, y de aquí continúa la frontera de la placa en
una de las regiones más sísmicas del mundo, que incluye Japón, Indonesia y Nueva Zelanda. Toda
esta franja alrededor del océano Pacífico es conocida como el Cinturón de Fuego o Circumpacífico.
Cabe recordar que en los últimos años se han presentado sismos de enorme magnitud en estos
países, como los de Indonesia de magnitud 9 (2004) y 8.6 (2012); el sismo de Japón de magnitud 9
(2011), o el de Chile de magnitud 8.8 (2010). Basta decir que el sismo más grande registrado
ocurrió también en las costas de Chile, en 1960, de magnitud 9.5.
Convergente. Cuando una placa oceánica choca con una continental. Debido a que la primera es
más densa, subduce a la continental. Este tipo de contactos es el que predomina y genera la
sismicidad en la costa del Pacífico, incluyendo nuestro país.
Divergente. Cuando dos placas se separan se forma una dorsal oceánica (especie de grieta en la
corteza terrestre) por donde asciende nuevo material proveniente del manto, generando nueva
corteza oceánica. La nueva corteza empuja a la ya existente, provocando que se acelere la
convergencia entre las placas y con ello la sismicidad.
Transformante o de Cizalla. Cuando las placas se mueven lateralmente entre sí, un ejemplo de
este tipo de contacto se presenta en el mar de Cortés, como parte del sistema de la falla de San
Andrés.
Al paso de los años y décadas, los movimientos entre placas van acumulando energía potencial, ya
que existe fricción entre las placas, que se deforman y se resisten a movilizarse. Esto continúa
hasta que se vence la fricción o se produce la fractura de la placa, entonces se libera súbitamente
la energía potencial acumulada, que se convierte en energía de movimiento con la generación de
ondas sísmicas, que viajan como las ondas de agua en un estanque al que se arroja una piedra. En
el caso de sismos de subducción, la zona en que se vence la fricción o se rompe la placa puede
estar a decenas de kilómetros de profundidad.
Si bien el sismo se produce por el rompimiento de una extensa área que puede medir cientos de
kilómetros cuadrados, con la finalidad de tener una referencia, se ubica el origen del sismo en un
sólo punto, conocido como foco o hipocentro, que se identifica por sus coordenadas geográficas y
su profundidad. A la proyección de este punto sobre la superficie terrestre se le denomina
epicentro.
En el caso de México, los mayores efectos sísmicos se generan por la interacción de las placas de
Cocos y Norteamericana, en la costa sur del país. En el siguiente dibujo las flechas marcan la
dirección de movimiento de las placas, y cuál de las placas subduce a la otra. En este caso las
placas de Cocos y Rivera penetran bajo la norteamericana, mientras que las placas del Caribe y del
Pacífico tienen un contacto de tipo transcúrre con respecto a la Norteamericana. La tasa de
subducción y desplazamiento entre las placas varía en cada uno de los estados, es por ello que en
unos estados se presenta una mayor sismicidad que en otros.
Los puntos de la imagen muestran algunas de las ubicaciones de los sismos registrados, los
marcados en color rojo son más someros que los marcados en color morado.
En resumen, uno de los fenómenos naturales más devastadores son los sismos de origen
tectónico, que pueden alcanzar grandes magnitudes. El rompimiento se origina, principalmente,
en la frontera entre las placas tectónicas, lo cual genera ondas sísmicas que se propagan a gran
distancia. La distribución de la ocurrencia de estos fenómenos en el tiempo y en el espacio define
las condiciones de sismicidad de cada región. Los sismos de origen natural han ocurrido durante
toda la historia de la Tierra y seguirán ocurriendo. Lo importante es conocer su origen, sus efectos
y estimar con qué frecuencia se pueden generar movimientos de cierta intensidad para cada zona
del territorio nacional. Los daños que han producido los sismos en muchos países del mundo han
llegado a ser catastróficos, con el colapso de edificaciones y la muerte de cientos, miles y hasta
decenas de miles de personas en apenas unos cuantos segundos.
Existen varios tipos de ondas según las características del movimiento de las partículas al paso de
ellas, y su estudio permite definir características tan importantes como la ubicación del epicentro
del sismo.
Las ondas P, son las más rápidas, su velocidad de propagación está entre 1100 y 8000 m/s,
dependiendo del tipo de roca. La característica principal de esta onda es que alternadamente
comprime y expande la roca en la dirección de su trayectoria. Es capaz de propagarse a través de
rocas (sólidos) y de líquidos; por ejemplo, el magma y los océanos. Además, se puede transmitir a
través de la atmósfera; en ocasiones, personas y animales la perciben como un sonido grave y
profundo.
Las ondas S, viajan a menor velocidad que la onda P (normalmente entre 500 y 4400 m/s).
Mientras se propaga, deforma transversalmente al material que se encuentra en su trayectoria;
por esta razón no se transmite en fluidos (líquidos y gases) ya que estos carecen de resistencia a
esfuerzos cortantes. La diferencia en velocidad y el hecho de que la onda S no se transmite a
través del magma han permitido definir la composición del interior de la Tierra con sus distintas
capas (unidad 2) al medir sismos lejanos incluso al otro lado del mundo. Debido a la diferencia de
velocidades de propagación de las ondas sísmicas, si estuviéramos en un sitio distante del
epicentro de un sismo, primero se sentiría la onda P, con un efecto de retumbo que hace vibrar
paredes y ventanas. Unos segundos después llegaría la onda S, con movimiento vertical y de lado a
lado, de tal manera que sacude la superficie del terreno vertical y horizontalmente. Este segundo
tipo de movimiento generalmente es el responsable del daño a las construcciones que están en
zonas cercanas al epicentro e incluso a las que están a distancias considerables.
El tercer tipo de ondas sísmicas son las ondas superficiales, cuya característica es propagarse por
la parte más superficial de la corteza terrestre; a medida que la profundidad aumenta, disminuye
la amplitud de su movimiento. Las ondas superficiales generadas por un sismo se pueden clasificar
en dos grupos: uno de estos son las ondas Love (llamadas así en honor de su descubridor, el físico
A. E. H. Love), que deforman las rocas similarmente a las ondas S, aunque únicamente en dirección
horizontal
El segundo grupo de ondas superficiales son las ondas Rayleigh (en honor de lord Rayleigh), que
producen movimiento vertical, similar al de las olas marinas.
Las ondas superficiales viajan más despacio que las internas. De las ondas superficiales, las Love
son un poco más rápidas. Debido al componente vertical del movimiento de las Rayleigh, los
cuerpos de agua, por ejemplo, lagos, pueden ser afectados. A causa del movimiento lateral del
sustrato rocoso de lagos y bahías, las ondas Love pueden afectar la superficie de estos cuerpos de
agua.
Mapas de sismicidad
Con la información de los epicentros y magnitudes de los sismos se han podido generar mapas
como el que se muestra a continuación. Allí se registra la posición y magnitud de los sismos
registrados en el país. Se observa claramente que la mayoría de los sismos se origina en la región
de la costa sur de México, en la zona de subducción de la Placa de Cocos en el océano Pacífico, así
como una franja que corre por el golfo de California y cruza por la zona de la frontera entre Baja
California y Sonora, que son zonas de fronteras entre placas tectónicas.
Como se dijo
anteriormente, el epicentro
es un punto (sin tamaño)
donde se ubica el origen de
un sismo. Sin embargo,
téngase en cuenta de que
en realidad el fenómeno
ocurre por el rompimiento
de una basta zona de la
corteza terrestre alrededor
de dicho punto. Para definir el área real de ruptura los sismólogos, los geofísicos y otros científicos
y técnicos se trasladan a la zona de un sismo y miden réplicas en los siguientes días y semanas. En
el caso de sismos antiguos (cuando no había red sísmica) se hacen estudios reconstruyendo la
posible ubicación, magnitud y área de ruptura de los sismos.
Desde el punto de vista de la ingeniería, resulta importante contar con formas de medir “el
tamaño” de los sismos. Así, se han conformado principalmente dos escalas de medición de las
características de los movimientos de tierra. Las escalas con las que se puede medir un sismo son
las siguientes:
Anteriormente se explicó cómo la energía liberada por un sismo se transmite en forma de ondas
sísmicas que viajan a gran distancia de la zona de origen y que se van atenuando o reduciendo en
su intensidad. Sin embargo, cuando llegan a una región con depósitos blandos de suelo, estos
pueden ser excitados; el resultado de ello es una amplificación de las ondas sísmicas, lo que es
conocido como efecto de sitio.
Gracias a los estudios realizados por científicos a lo largo de muchos años, ha sido posible
determinar diferentes zonas en la ciudad de México, que definen diferentes tipos de suelo para
fines de diseño geotécnico (cimentaciones) y diseño sísmico. A estos planos se les conoce como
microzonificación o bien como zonificación sísmica de algún lugar específico. A continuación, se
muestra el plano de zonificación sísmica de la ciudad de México publicado en las Normas Técnicas
Complementarias para Diseño por Sismo del Reglamento para Construcciones del Distrito Federal
de 2004. En este caso, el diferente peligro sísmico no es por la cercanía a zonas donde se origina el
sismo, como en el caso del mapa a nivel nacional, sino por las características mecánicas y
dinámicas del suelo, que definen zonas donde hay mayor amplificación de las ondas sísmicas.
Conviene aclarar que para el diseño de edificaciones resistentes a sismos no es suficiente solo
conocer la aceleración máxima del terrero que puede llegar a ocurrir en la vida útil de la
estructura, sino también otras características; en particular la amplificación de las aceleraciones
que pueden sufrir los edificios dependiendo de sus características de comportamiento dinámico.
Por lo tanto, a partir de los estudios de ingeniería sísmica se definen los valores de las
aceleraciones con que deben ser diseñados los edificios, a este conjunto de aceleraciones que
pueden llegar a experimentar las edificaciones en su masa se les conoce cono espectros de diseño.
En los siguientes esquemas se muestran los espectros de diseño sísmico para las distintas zonas en
que está dividida la ciudad de México, y es el resultado final del estudio de la generación de los
sismos desde su origen, su propagación mediante diferentes tipos de ondas sísmicas, la
atenuación de su efecto con la distancia y la amplificación local por los efectos de sitio; para
finalmente determinar la aceleración máxima probable que experimentará la masa de la
edificación ante la incidencia del sismo.
Los valores de los parámetros mostrados en la tabla permiten elaborar los espectros de diseño
presentados en la figura. El eje vertical de la figura, donde se presentan los espectros de diseño,
representa la aceleración máxima probable en el edificio normalizada respecto a la aceleración de
la gravedad.
Unidad 4. Tipos de sistemas estructurales y efecto del movimiento del terreno en
las edificaciones
4.1 Introducción
La presente unidad tiene como objetivo principal presentar algunos aspectos básicos del
comportamiento de los edificios sometidos a movimientos originados por un sismo. Una vez que
se conoce sobre el origen de los sismos y las consecuencias que pueden generar, en esta unidad se
hace una breve descripción de las características de las edificaciones y de sus propiedades ante la
incidencia de un sismo, de las cuales dependerá su comportamiento ante sismo.
También se hace una descripción sencilla sobre los diferentes tipos de estudios del
comportamiento de las estructuras de edificaciones sujetas a los efectos de sismos, finalizando
con una reseña de los reglamentos de construcción, que son los que regulan el análisis y diseño
sísmico de las estructuras y que proporcionan las herramientas mínimas para lograr que las
edificaciones presenten comportamientos adecuados ante la incidencia de movimientos del
terreno.
4.1 ¿Cómo están conformadas las edificaciones?
De manera similar al cuerpo humano, para poder mantenerse en pie, las edificaciones requieren
de un esqueleto, que en este caso está constituido por los denominados elementos estructurales,
los cuales se dividen en verticales y horizontales, dentro de los primeros se puede mencionar a las
columnas y los muros; y para los segundos se tienen a las trabes o vigas y las losas. Además, de la
misma manera que los humanos, que mientras mejor tengan los pies en la tierra, mejor será el
comportamiento ante la vida, en el caso de las edificaciones, estas no pueden estar en el aire,
necesitan apoyarse en el suelo, así como todo el peso del mobiliario y los usuarios. Las fuerzas que
provoque la incidencia de un sismo o vientos fuertes deben ser transmitidas y, por lo tanto,
resistidas adecuadamente por el suelo. Para tal efecto es necesario conocer las características de
comportamiento del suelo, por ejemplo cuánto resiste y se espera que se deforme ante las cargas
que se le aplicarán. Con base en esos parámetros se elegirá y diseñará una cimentación
suficientemente resistente, la cual, junto con el suelo y la estructura, conformarán finalmente a la
edificación.
Existen diferentes propuestas de configuración de las estructuras para edificación, entre las que se
pueden mencionar y ejemplificar gráficamente a las siguientes:
La mayor parte del tiempo un edificio está sometido a fuerzas cuya intensidad (su tamaño) no
cambia. Un ejemplo es el peso propio del edificio, ya que el peso de los diferentes elementos que
forman parte de este (columnas, trabes, losas, muros, etcétera) permanece constante con el paso
del tiempo. A estas se les denomina fuerzas estáticas.
El tamaño de las fuerzas estáticas, como el peso propio del edificio, o el de sus contenidos, se
puede cuantificar fácilmente, ya que se conoce el tamaño de cada elemento y el peso del material
del que está hecho. De manera similar, el peso del contenido de un edificio también se puede
estimar. Por ejemplo, si en una escalera caben 20 personas y se sabe el peso promedio de un
adulto, se puede estimar el peso total que puede llegar a actuar sobre una escalera.
Un edificio, durante un temblor, además de resistir su peso propio, el de sus ocupantes y de sus
contenidos, debe soportar las fuerzas que le genera el sismo. Este tipo de fuerzas que experimenta
un edificio durante un temblor son semejantes a las que percibe una persona que está parada
sobre un tapete, el cual es jalado repentinamente. Si bien nadie la empuja, esta siente como si lo
estuvieran haciendo en dirección opuesta a la dirección en que se jala el tapete.
Los edificios ciertamente no se encuentran sobre un tapete; sin embargo, durante un sismo, el
suelo sobre el que se apoyan se mueve, lo que produce fuerzas invisibles que parece empujan al
edificio como se muestra en el esquema. Estas actúan de forma semejante al ejemplo de la
persona sobre el tapete, pero son aun más complejas porque se trata de fuerzas de tipo dinámico,
cuya intensidad (su tamaño) varía en el tiempo, es decir, tienen un tamaño diferente en cada
fracción de segundo.
Volviendo al ejemplo de la persona sobre el tapete, cuando este es jalado de forma rápida,
independientemente de que del desplazamiento de este y el de la persona resulte pequeño
(problema de gran aceleración y poco desplazamiento), el efecto sobre la persona puede resultar
en su caída. Por otro lado, si es jalado de manera lenta, amén de que se recorran grandes
distancias (problema de aceleración pequeña y grandes desplazamientos), el efecto sobre la
persona puede ser no tan desafortunado como el primer caso. Entonces, el daño en un edificio
estará determinado principalmente por dos factores: la aceleración y el desplazamiento.
Como ya se comentó, el tamaño de las fuerzas sísmicas que actúan en un edificio depende
principalmente de dos factores:
Qué tan pesado es el edificio.
Qué tan grandes son las aceleraciones que el sismo provoca en el edificio.
Entonces, si se tienen dos edificios del mismo peso, pero a uno se le somete a una aceleración del
doble que, al otro, las fuerzas sísmicas serán también del doble. De manera similar, si hay dos
edificios en un sitio dado, las aceleraciones que el sismo generaría en el terreno son iguales, pero
uno de los edificios es del doble de peso que el otro, también las fuerzas sísmicas que se generen
en el edificio pesado resultarían del orden del doble de las fuerzas que se generaran en el edificio
ligero. Esto implica, como ya se ha mencionado, que el tamaño de las fuerzas sísmicas depende del
tamaño de la aceleración provocada por el sismo, y del peso mismo del edificio.
Deberá entenderse que no existen propiamente los “sismos oscilatorios”, o bien los “sismos
trepidatorios”, en realidad, durante la ocurrencia de un sismo siempre se presentan movimientos
tanto laterales, como verticales, por lo que en cualquier caso habrá fuerzas sísmicas laterales y
verticales. Desde luego, dependiendo de la localización geográfica del sitio de interés habrá sitios
donde el movimiento predominante sea el horizontal, y otros con movimiento predominante
vertical. En ambos casos siempre se presentará también el otro tipo de movimiento.
4.2.2 Factores que afectan al movimiento de un edificio durante un sismo
El tamaño de las fuerzas sísmicas sobre un edificio depende del valor de la aceleración que el
sismo le incida, por lo que es necesario conocer los principales factores que afectan el tamaño de
la aceleración en la construcción.
Al revisar los temas anteriores, sabemos que el comportamiento de las estructuras depende de
varios factores (aceleraciones máximas del terreno, periodo dominante del movimiento del suelo y
del periodo de vibrar del edificio), pero ¿qué es lo que hace que los edificios sufran daños durante
un sismo? La respuesta se ofrecerá muy brevemente en el siguiente documento.
Por otro lado, los desplazamientos en las edificaciones o en sus componentes generalmente
estarán asociados con insuficiencia en el tamaño del elemento estructural y no necesariamente
con una insuficiencia en la resistencia. El caso más común y claro es el de las losas de pisos y
techos, las cuales en algunas ocasiones pueden presentar desplazamientos verticales grandes,
generando que “la losa se cuelgue”, aspecto que resulta inadecuado desde el punto de vista de la
funcionalidad del edificio y de la sensibilidad del usuario, pero en la mayoría de las veces no pone
en riesgo la estabilidad de la estructura.
Entonces, surge un sin número de preguntas, de las cuales podemos extraer algunas, como las
siguientes:
¿Todas las grietas en las edificaciones son peligrosas? y ¿Todas las deformaciones en las
edificaciones son peligrosas?, de las cuales la respuesta es: no necesariamente.
Con el propósito de que nosotros, usuarios de edificaciones, como nuestro hogar o centro de
trabajo, podamos identificar el nivel de peligro que se tendría en una edificación con algún
síntoma de anomalía, en el archivo Nivel de daño en las edificaciones se presentan algunos
aspectos que durante los años se han podido establecer para identificar y, de manera aproximada,
determinar el nivel de daño que tendrían los diferentes elementos estructurales que conforman a
las edificaciones.
El ser humano se caracteriza, respecto a los demás animales, por su necesidad de saber el origen
de las cosas y los fenómenos que lo rodean; en el caso del sismo, y del efecto de este en las
estructuras de las edificaciones, es el profesional de la ingeniería estructural quien se encarga de
desarrollar los diferentes tipos de estudios que permiten entender el comportamiento de las
edificaciones ante cualquier tipo de excitación externa ante el efecto del sismo.
Estudios analíticos
Estudios experimentales en laboratorios
Estudios experimentales en mesa vibradora
Estudios experimentales en sitio
4.4.1 ¿Cómo impacta el avance del conocimiento en la reducción del riesgo ante la incidencia de
sismo?
Para lograr reducir la vulnerabilidad de las edificaciones y, por lo tanto, la reducción de la densidad
y nivel de daño probable que se presente en ellas producto de la incidencia de un sismo, la
sociedad, a través de las autoridades que la representan, emite una serie de normas, reglamentos,
códigos o recomendaciones que presentan los aspectos de mayor relevancia que se deberán
cumplir durante los procesos de diseño y construcción para lograr que las edificaciones, aun
presentando cierto daño durante un sismo, no fallen y definitivamente nunca se presente una
pérdida de vida humana.
Por ejemplo, como parte de un reglamento de construcciones, existen una serie de normas,
emitidas por un comité de especialistas en el tema y avaladas por la autoridad, cuyo objetivo es
salvaguardar la seguridad de la población, dando con estas normas un nivel adecuado de
seguridad en las construcciones. Para la elaboración de las normas el comité de especialistas toma
en cuenta toda la información que, a la fecha de la revisión o proceso de emisión del documento,
se haya generado por los estudiosos de los temas relacionados con el comportamiento de las
edificaciones ante los efectos del sismo.
Los procesos de revisión y emisión de las normas son periódicos, con una frecuencia variable,
generalmente entre cinco y 10 años, tiempo en el que se genera gran cantidad de información y
conocimiento sobre el tema y este se trata de plasmar en las recomendaciones de la
normatividad. Sin embargo, en la gran mayoría de los casos, los procesos de revisión de las normas
guardan una relación directa con el impacto de un sismo que haya generado daño significativo en
las edificaciones.
Las incertidumbres en la respuesta de las edificaciones ante solicitaciones sísmicas son muchas, y
de ahí ha provenido la necesidad de efectuar cambios en los procedimientos de diseño, cada vez
que un nuevo temblor ocurre, la información y enseñanza generada por el impacto del fenómeno
hace que aumenten nuestros conocimientos sobre el tema. Algunos de los aspectos principales en
que los sismos recientes han ampliado significativamente los conocimientos del comportamiento
de las edificaciones ante sismo se pueden resumir de la siguiente manera:
Parámetros ajenos a la edificación misma, como son la magnitud del evento, la distancia del
epicentro al sitio de interés, así como otros aspectos estructurales del mecanismo generador del
sismo, se constituyen en parámetros que influyen significativamente en las características del
movimiento y sus efectos sobre la edificación. También, parámetros propios de la estructura de la
edificación, como son su geometría general en planta y elevación, así como las propiedades de los
materiales componentes, constituyen parámetros que impactan en el comportamiento de la
edificación. Aunado a los aspectos propios de la edificación, se ha identificado que elementos no
necesariamente considerados como importantes para lograr un comportamiento adecuado ante la
incidencia de un sismo, también influyen en buena parte de las características de movimiento de
la estructura, tal es el caso de los sistemas de piso (que es un elemento estructural), muros
divisorios, fachadas, escaleras y otros elementos aparentemente no estructurales.
La edificación ha de planearse, diseñarse, detallarse y construirse de manera que todos los
elementos que la constituyen trabajen en conjunto.
Ha de evitarse, en la medida de lo posible, que los edificios presenten configuraciones irregulares
y complejas.
De la misma manera que lo indicado en el punto anterior, es recomendable tratar de evitar que los
periodos naturales de vibración de las edificaciones resulten cercanos a los periodos dominantes
del terreno en el que se construyen.
Una manera simple y conservadora de obtener edificios que, siendo factibles económica y
funcionalmente, tengan al mismo tiempo una probabilidad lo suficiente alta de que su
comportamiento ante sismos futuros resulte satisfactorio, es presentando una atención mucho
mayor a aspectos que hasta ahora no se han considerado básicos e importantes. Entre estos
aspectos se incluyen, prioritariamente, los relativos al diseño arquitectónico: uno de los aspectos
altamente recomendados en la normatividad radica en estimular la construcción de estructuras
regulares en planta y en elevación.
Unidad 5. Parámetros importantes para evaluar la seguridad estructural y
vulnerabilidad de las edificaciones ante un sismo
Introducción
Esta unidad tiene como objetivo principal introducir al lector en los mecanismos básicos de
comportamiento, de generación de daño y posible falla de elementos estructurales de diferentes
tipos de materiales y sistemas estructurales. También se hace una descripción sencilla sobre el
efecto que pueden tener estos diferentes mecanismos en el comportamiento global de las
estructuras de edificación.
5.1 Columnas de concreto reforzado
Detallado de conexiones
Las edificaciones están formadas por elementos estructurales conectados entre sí (trabes,
columnas, losas, muros, cimentación). Las conexiones, que forman parte de las columnas, son un
punto determinante para la estabilidad de un edificio, ya que en estas se presentan elevadas
concentraciones y condiciones complejas de esfuerzos. Por lo tanto, son esas conexiones las que
en muchas ocasiones presentan el tipo de daño como el que se muestran en la imagen de abajo.
Diversos aspectos ocasionan que las conexiones sean una parte vulnerable de la estructura; por
ejemplo, deben ser capaces de resistir y transmitir las fuerzas de trabes y, además, las de las
columnas; por lo tanto se convierten en una zona potencialmente vulnerable. En la siguiente
imagen se puede apreciar una estructura de marcos, hecha a base de vigas y columnas, en la que
se presentó la falla de las conexiones.
Daño por formación de articulación plástica en trabe (daño o falla por flexión).
Falla por cortante en viga
Este tipo de falla es menos deseable ya que, al igual que un problema de comportamiento en
columnas, la falla por cortante es considerada del tipo frágil y puede conducir a problemas
mayores. Incluso los reglamentos son más exigentes cuando se diseña por cortante (para cualquier
elemento estructural).
Las características que permiten identificar este tipo de daño o falla es la aparición de
agrietamiento diagonal, como se muestra en la siguiente imagen. La falla se puede presentar por
fractura del refuerzo transversal (estribos o anillos) o por aplastamiento del concreto en las
diagonales del mecanismo.
Daño en elementos de concreto por un mal detallado del acero de refuerzo
El acero de refuerzo, al ser una de las partes primordiales del concreto reforzado, debe ser
detallado adecuadamente, ya que debe ser colocado en la cantidad, con la geometría y en la
posición apropiadas para que funcione junto con el concreto. La mayoría de los reglamentos exige
utilizar acero corrugado para que exista mejor adherencia entre acero y concreto, lo cual permite
una transmisión de esfuerzos por trabazón entre las corrugaciones del acero y el concreto que lo
rodea. La falta de adherencia puede producir comportamientos anómalos y daños, como el que
puede verse en la imagen, caso en el que el acero es liso.
Utilización de acero liso como acero longitudinal, y detallado inadecuado en la colocación del
acero
Las recomendaciones reglamentarias sobre el detallado del acero incluyen el diámetro máximo de
las barras, la longitud de anclaje de la barra en una conexión o en un elemento de concreto, la
geometría de los ganchos o barras de anclaje, las separaciones máxima y mínima entre las barras y
el recubrimiento de concreto hacia las caras externas.
Son varios los modos de falla que se pueden presentar en muros estructurales, en los que el tipo
de falla depende de diversas características, como son el detallado, el armado, la geometría del
elemento y las características del anclaje del refuerzo del muro en los elementos inferiores o la
cimentación.
Falla por deslizamiento en la base del muro de concreto
En el caso de muros de concreto, la resistencia a la flexión en su plano (la fuerza necesaria para
que falle por flexión en el plano) es relativamente alta comparada con la resistencia a cortante (la
fuerza necesaria para que se presente la falla por cortante), por lo que en muchas ocasiones el
mecanismo de falla dominante en este tipo de elementos se da por tensión diagonal de cortante;
los elementos visuales manifestados son grietas inclinadas 45º aproximadamente. Sin embargo, si
la resistencia a cortante resulta suficientemente alta, puede cambiarse el modo de falla al de
deslizamiento; este es el caso también de muros muy largos en relación con su altura. La zona
crítica puede ser la base del muro en donde se genera un mecanismo resistente de cortante por
fricción, que puede ser insuficiente para evitar la falla. Una clara manifestación de este mecanismo
de falla por deslizamiento en la base se presenta en la siguiente imagen.
La mampostería es un elemento formado por piezas prismáticas de materiales térreos unidos por
un mortero aglutinante con propiedades cementantes. Las piezas de mampostería pueden ser de
fabricación moderna, artesanal o industrializada, como los tabiques de arcilla cocida o los bloques
de concreto (cemento-arena), o bien de piedra natural. Incluso los adobes, que son prismas de
tierra amasados y secados al sol, también pueden considerarse piezas de mampostería. Con
mampostería pueden construirse elementos como muros, cimientos, muros curvos -las
chimeneas-, cubiertas -bóvedas y cúpulas-, trabajando en arco o como sistemas de piso con la
ayuda de vigas metálicas o de madera.
Cuando la capacidad de carga del suelo se ve superada por la carga del edificio sumada a la acción
del sismo, el suelo falla, lo que provoca que la estructura se hunda y se vuelva inhabitable o
presente indicios de inestabilidad. Esto puede suceder por un diseño inadecuado al no considerar
el efecto del sismo en el diseño de la cimentación, o por no haber contado con datos confiables de
la capacidad de carga del suelo por un insuficiente estudio de mecánica de suelos.
Hundimiento de vivienda.
Emersión de edificios
Existen dos casos en los que los edificios emergen del terreno circundante; uno es porque puede
haber fuerzas del suelo que lo movilicen hacia arriba, como en el caso de edificios sobre
compensados: el peso del suelo excavado (por ejemplo, para alojar un cajón de cimentación) fue
mayor que el peso del edificio, y obran acciones como las del agua freática en el subsuelo por lo
que el edificio “flota como barco”. En el otro caso en realidad el edificio no está emergiendo, sino
que el terreno y las construcciones de alrededor están hundiéndose simultánea y uniformemente
por los asentamientos del suelo debidos, principalmente, a la extracción de agua; a veces da la
impresión de que emergen los edificios que se encuentran cimentados sobre la capa dura
profunda en suelos blandos (por ejemplo, con pilotes de punta), como lo muestra la siguiente
imagen.
Emersión del edificio.
El fenómeno de licuación de arenas (llamado por algunos como “licuefacción”, que es una
traducción más literal del inglés) es la pérdida momentánea de la resistencia a cortante y, por
tanto, de la capacidad de carga de un suelo compuesto por arenas finas saturadas cuando se
presenta una vibración, como en el caso de un sismo. La pérdida súbita de la resistencia del suelo
puede producir el hundimiento general o el volteo de edificios completos cuando están
construidos en este tipo de terrenos sin haber tomado medidas para preverlo. En la imagen de
abajo se ven algunos edificios en Japón que se inclinaron o se voltearon completamente debido a
este fenómeno de licuación.
Vulnerabilidad en edificios
En cuanto a las propiedades o características generales de las edificaciones que pueden ser
generadoras de vulnerabilidad se pueden mencionar las siguientes:
Vulnerabilidad por una configuración inadecuada en planta
Primer caso
Configuraciones asimétricas: ya sea por la forma asimétrica de la figura que define el entrepiso
(visto en planta), por una distribución irregular de cargas o elementos de gran peso, o finalmente
por una distribución irregular de elementos resistentes y de distintas rigideces laterales (columnas,
muros). Esto puede generar fuertes giros del edificio alrededor de un eje vertical, lo cual se conoce
como “torsión de planta”, fenómeno que puede generar fuerzas adicionales en los elementos
verticales (columnas y muros) que pudieran no ser soportadas por los sistemas resistentes.
Segundo caso
Geometrías muy alargadas: en este caso se pueden generar desplazamientos laterales de los
sistemas de piso que pueden no ser tolerados por los sistemas que resisten las cargas verticales,
además de que se invalidan los resultados de análisis estructurales que se hayan hecho
suponiendo la hipótesis del diafragma rígido.
Tercer caso
Edificaciones con grandes huecos en el sistema de piso (losa) para patios internos o cubos de
ventilación e iluminación, o para accesos como escaleras y elevadores: esta condición también
hace más compleja la redistribución de las fuerzas horizontales y puede no ser válida la suposición
de diafragma rígido.
Cuarto caso
Con sectores del entrepiso que sobresalen del cuerpo principal en su geometría vista en planta
(llamadas “salientes”), o bien espacios vacíos junto al perímetro (conocidas como “entrantes”): el
mayor problema es que esas alas vibran de formas diferentes y ocasionan concentraciones de
esfuerzos o flujos de fuerzas en las uniones de estas con el resto del edificio, con la posibilidad de
generar fallas locales.
Un caso particular de
asimetría que produce
torsiones de entrepiso es el
observado en muchos edificios
“en esquina”; es decir,
que están en la intercepción de
dos calles y que por lo tanto son
resueltos con dos fachadas
colindantes que dan a dichas vialidades. El problema es que mientras estas fachadas cuentan con
una amplia cantidad de ventanas o están formadas por marcos abiertos con ventanales, las otras
dos fachadas, que dan hacia los predios vecinos, están cerradas con muros sin aberturas o muros
de relleno dentro de los marcos (muros diafragma). De este modo, unas fachadas son muy
flexibles y las otras son altamente rígidas, y así se produce la torsión del edificio ante fuerzas
laterales. Representaciones gráficas de distribuciones vulnerables de elementos y sistemas
estructurales se presentan en la siguiente imagen.
Edificación con irregularidad en planta
Aumento o reducción del área de la planta. El caso más crítico es cuando en los pisos superiores se
aumenta el área de las plantas, lo cual, en principio, produce más carga vertical en los elementos
resistentes de pisos bajos, pero también genera incremento de la masa inercial en la parte
superior del edificio, provocando mayores aceleraciones sísmicas, lo que también produce fuertes
momentos de volteo sobre la base de la estructura y cimentación. En caso de reducciones bruscas
del área en pisos superiores, si bien se bajan las cargas gravitatorias y las fuerzas sísmicas, también
hay efectos desfavorables ya que se generan fuertes concentraciones de fuerzas en el cambio de
sección.
Un caso particular es la reducción de rigidez en la planta baja al dejar un entrepiso “abierto”
mediante marcos de trabes y columnas, mientras que en los entrepisos superiores se cuenta con
muros de carga o muros diafragma dentro de los marcos. Esto produce el efecto de “planta baja
flexible”, que lleva a concentraciones de demandas de deformación en dicha planta y que ha
ocasionado innumerables colapsos en sismos pasados.
Irregularidades de edificaciones en la altura
Para el uso del procedimiento en el marco del Plan MX, el Formato fue desarrollado junto con un
manual para su llenado. Este manual tiene el objetivo de ser un marco de referencia, así como una
herramienta de consulta para el inspector (evaluador) encargado de realizar la recopilación de la
información mínima, para que después se realice la evaluación de la seguridad de los inmuebles
con un procedimiento sistematizado y uniforme.
A lo largo de esta unidad el participante conocerá detalladamente el Formato, también aplicará los
conocimientos adquiridos en las unidades anteriores para el llenado del mismo; de este modo
podrá participar en el proceso de recopilación de información sobre las características generales
de las estructuras de los edificios, así como del estado que presentan después de la ocurrencia de
un sismo de gran intensidad (potencialmente dañino).
Para ello se ha dividido el estudio en las siguientes secciones, de las cuales está integrado el
formato: datos generales, características generales de la estructura, vulnerabilidad, evaluación de
daños y croquis del inmueble.
Nombre del evaluador: nombre completo. Además, se deberá indicar en la casilla correspondiente
si el evaluador tiene formación en ingeniería civil, arquitectura o áreas afines, como ingeniero
militar constructor o ingeniero municipal. Si no tiene estudios en estas profesiones, se recomienda
al inspector anotar su formación en particular si está relacionado con actividades de protección
civil.
Datos de ubicación del inmueble, dirección completa y datos de la persona contactada o del
propietario, como aparecen en la figura siguiente:
Coordenadas: ubicación del inmueble según el sistema de coordenadas geográficas, así como su
altitud. Debido a la dificultad de contar con estos datos en el momento de la inspección, estos
campos pueden ser llenados después de la visita. Esta información será de utilidad para asociar la
ubicación del inmueble con mapas de peligro para diferentes fenómenos, en este caso el sismo;
además, permitirá tener información estadística y la elaboración de mapas de localización de
daños.
Indicar el o los usos actuales a que esté dedicada la edificación en inspección. Se deben de anotar
los porcentajes estimados de cada uno de los usos, verificando que la suma de estos porcentajes
sea igual a 100%.
A continuación se detalla el listado de la figura; se indican para cada grupo algunos de los
inmuebles que se consideran dentro de cada rubro.
Habitacional
Estructuras para actividades cotidianas, convivencia familiar y pernocta.
Vivienda: casa habitación, varias casas habitación independientes en el mismo predio.
Multifamiliar: edificios de departamentos, condominio, privada o vecindad.
Hotel: hoteles, moteles, hostelerías, casas de huéspedes, etcétera.
Dormitorio: todo tipo de edificación para albergue y pernocta de personas, incluidas las barracas
de cuarteles, conventos, reclusorios, etcétera.
Oficinas/comercio
Oficinas: oficinas, despachos, bancos, casas de cambio.
Tienda: tiendas de productos básicos y de especialidades, tiendas de autoservicio, tiendas
departamentales, centros comerciales, locales de servicios.
Mercado: mercados populares, centrales de abastos.
Restaurantes: restaurantes, cafeterías, fondas, bares, cantinas. Edificios dedicados exclusivamente
a preparar y servir alimentos.
Educativo
Preescolar, primaria, secundaria
Superior: preparatorias, bachilleratos, universidades, facultades, escuelas superiores, institutos
técnicos, academias de todo tipo, escuelas de computación, de idiomas y de actividades
productivas.
Biblioteca: bibliotecas, archivos de documentos de interés nacional, acervos bibliográfico,
hemerográfico, mapotecas o similares.
Museo: museos, salas de exposiciones, galerías de arte.
Salud/social
Edificaciones del sector salud o instituciones para asistencia social con alojamiento de personas
con dificultades para su movilidad en caso de una evacuación (enfermos, ancianos, bebés o niños
pequeños).
Hospital: hospitales de urgencias, de especialidades, general y centro médico. En general,
edificaciones en los que se internan y alojan enfermos en cama y que cuenta con salas de espera,
consultorios, laboratorios y quirófanos.
Clínica: centros de salud, clínicas de urgencias, clínicas en general, laboratorios dentales, de
análisis clínicos y radiografías, consultorios. En general, edificaciones en los que no se tiene la
pernocta de los enfermos.
Asilo: asilos de ancianos, orfanatos y otras instituciones de asistencia.
Estancia infantil: casas cuna, guarderías, centros de desarrollo integral para niños, estancias
infantiles.
Reunión
Estructuras para reunir grandes concentraciones de personas (200 o más).
Centro social: centros de convenciones, centros culturales, centros sociales, centros comunitarios,
clubes sociales, asociaciones civiles.
Templo religioso: iglesias, templos, sinagogas, mezquitas y otros edificios de culto.
Gimnasio: salones de pesas, spa, albercas, canchas deportivas, centros deportivos, clubes
deportivos.
Salón de baile/juego: centros nocturnos, discotecas, casinos, salones de fiestas y banquetes,
billares, boliches, salones de juegos electrónicos y de mesa.
Cine/teatro/auditorio: además de los indicados, salas de concierto y salones de eventos masivos.
Estadio: estadios deportivos, palenques, plazas taurinas, lienzos charros, hipódromos, velódromos,
autódromos y todo tipo de estructuras con gradas para la concentración de personas.
Industrial
Fábrica: naves industriales de cualquier tipo.
Taller: agencias y talleres de reparación automotriz, llanteras, talleres de reparación de
electrodomésticos, talleres de reparación de maquinaria.
Bodega: bodegas de tipo industrial o comercial.
Generación eléctrica: plantas generadoras de electricidad, estaciones y subestaciones eléctricas,
torres de alta tensión.
De combustibles: gasolineras, estaciones de gas carburante, estaciones de combustible en general.
Comunicaciones y transportes
Terminal de pasajeros: terminales de autotransporte urbano y foráneo, estaciones de metro,
metrobús, paraderos de transporte terrestre en general.
Terminal de carga: terminales de autotransportes de carga, terminal ferroviaria de carga, patios de
contenedores, zonas de carga y descarga en puertos y aeropuertos.
Estacionamiento: rampas, edificios y sótanos de estacionamientos. Se refiere a niveles dentro de
un edificio con almacenamiento y circulación de automóviles.
Puerto/Aeropuerto: torre de mando, faro, muelles, terminales aéreas, torres de control,
helipuertos.
Correo/Telégrafo/Teléfono: agencia de correos, teléfono o telégrafo, centrales telefónicas y de
correos. En este rubro se incluirán las edificaciones que contienen equipo e instalaciones de
telecomunicación.
Radio/Televisión: estaciones de radio, televisión, estudios cinematográficos. Antena transmisora:
antenas de transmisión de radio, teléfono, televisión, estaciones repetidoras de comunicación
telefónica móvil.
Otro
Incluye todas aquellas estructuras que no estén dentro de los mostrados en el listado de arriba,
estructuras especiales.
Grupo B1: edificaciones de más de 30 m de altura o con más de 6000 m² de área total construida,
ubicadas en las zonas de lomas o de transición, y construcciones de más de 15 m de altura o más
de 3000 m² de área total, construidas en zonas de lago. Edificios que tengan locales de reunión
que pueden alojar a más de 200 personas, templos, salas de espectáculos, así como anuncios auto
soportados, anuncios de azoteas y estaciones repetidoras de comunicación celular o inalámbrica.
Esta parte del formato se ha subdividido en cinco secciones que en conjunto reúnen las
características principales de una estructura:
Terreno y cimentación
Características de la estructura
Vulnerabilidad
Características del sistema estructural
Rehabilitación
Esta sección se centra en la descripción del entorno físico del edificio y es muy importante para
contar con elementos para ciertas caracterizaciones de posible vulnerabilidad, como una fuerte
pendiente del terreno, que hace al edificio sensible a problemas de deslizamientos de laderas. La
proximidad a cuerpos de agua puede identificar posibles problemas por inundaciones, saturación
del subsuelo, pérdida de terreno por erosión, problemas de humedad, etcétera.
Topografía
Configuración del terreno de desplante del edificio, en la figura se ilustra cada uno de los
elementos de la lista correspondiente, se señalarán todas las características del terreno que se
puedan observar.
Tipo de suelo
Existen cinco tipos que dependen de los materiales de los que esté constituido el suelo.
Arcilla muy blanda: suelos finos sin compactar, están formados por el depósito
de los materiales que se generan por el desgaste y descomposición de los minerales de rocas y que
son transportados por los ríos o el viento.
Limos o arcillas: sedimentos formados por diferentes materiales conocidos como lodo, barro,
restos vegetales, polvo de rocas, entre otros.
Granular suelto: arenas y gravas sueltas de tamaño grueso desde 0.074 mm hasta 6 cm.
Granular compacto: arenas y gravas compactadas ya sea de forma natural o por la acción humana.
Roca: estrato de suelo duro formado por mezclas muy variadas de minerales y otros materiales.
Para esta clasificación se debe contar con información técnica del tipo de terreno, a menos que
esté visible; por ejemplo, en excavaciones cercanas, o, en el caso de roca, que aflore el material.
En caso de no contar con dicha información, este rubro se podrá obviar en el proceso de llenado
del formato durante la visita.
Suelo
Atendiendo a su deformabilidad un suelo puede clasificarse de manera general en blando o firme,
y los que se encuentren entre ambos estados se le considerará como suelo de transición, según se
muestra en la siguiente figura.
Cimentación
La cimentación es el sistema estructural encargado de transmitir las cargas de una edificación al
suelo, puede ser superficial o profunda dependiendo de su profundidad de desplante.
Características de la estructura.
En este formato se considera necesario recabar, al menos, información general de las
edificaciones, por lo que se registrarán las características promedio de la planta representativa del
edificio, lo anterior con la intención de que estas puedan dar una idea general de la estructura en
su conjunto. La planta representativa, también denominado como entrepiso crítico, generalmente
coincide con la planta baja debido principalmente a que esta recibe las cargas verticales de todo el
edificio, así como el efecto de las fuerzas horizontales generadas por sismo o viento. Sin embargo,
puede existir otro entrepiso que pudiera ser susceptible de sufrir mayor daño; esto sucede con
entrepisos intermedios en los que hay una notoria discontinuidad de elementos estructurales,
cambio de secciones de columnas, cambio de sección o del material de muros o suspensión de
estos, reducciones bruscas del área de pisos o cambio notorio de la geometría del edificio,
posibilidad de choque con edificio vecino cuya altura coincide con la del entrepiso en cuestión,
etcétera.
El responsable de recabar la información del edificio tendrá que discernir el entrepiso o planta
representativa, de la cual obtendrá la mayor cantidad de información posible.
Número de niveles: corresponde al número de pisos del inmueble numerados desde el nivel
donde el edificio no está restringido por el terreno circundante; los niveles que estén restringidos
por el suelo serán considerados como sótanos. Para esto se asignará una clave de entrepiso que
será N1, N2, N3, etc., a partir del nivel del suelo hacia arriba; y S1, S2, etc., hacia abajo en los
sótanos, como se muestra en la siguiente figura.
Vulnerabilidad de la estructura
El evaluador sólo señalará aquellas características del listado de la figura que se observen en la
estructura durante la inspección.
El sistema estructural se define como el conjunto de todos los elementos (vigas, columnas, losas,
armaduras, etc.) que ayudan a transmitir las cargas que actúan en un edificio a sus apoyos; las
características que definen un sistema estructural son estas:
En las líneas del lado derecho de la tabla es necesario anotar las dimensiones generales de los
elementos estructurales más representativos o más repetidos, en particular si están en el
entrepiso crítico. Para seguir una nomenclatura, las dimensiones se deberán anotar en la forma
que se muestra en la siguiente figura.
Para registrar lo referente a marcos en el entrepiso representativo se debe realizar el conteo del
número total de columnas, así como de marcos paralelos en ambas direcciones. Se debe medir los
claros de los marcos en ambos sentidos. Finalmente, se deben ubicar los contravientos y muros
diafragma, en caso de que existan en la edificación sujeta al proceso de revisión.
Marcos y muros en el entrepiso representativo
En el ejemplo de la figura de abajo se tiene un total de tres marcos paralelos al eje X y seis marcos
paralelos a Y. Por otro lado, el claro promedio se puede obtener con la longitud total entre el
número de crujías: en X será 29/5=5.8 m, y en Y: 7 m. Finalmente hay un total de 3 • 6 = 18
columnas.
Como la mayoría de las edificaciones modernas cuentan con losa de concreto como sistema de
piso, se toman los datos de esta en caso de tenerla. Se indica uno de los tipos de losa del listado,
además de anotar el espesor total de la losa o sistema en su conjunto y, en los casos en que se
requiera, el espesor de la capa de compresión de la losa.
Se considerará como una armadura a aquellas estructuras planas reticulares, formadas por barras
rectas interconectadas que forman figuras triangulares, pueden ser de madera o de acero. Los
datos requeridos de una armadura son el claro, el peralte (altura), la separación entre armaduras
paralelas, la sección de las cuerdas (líneas inferior y superior) y la sección de las diagonales.
Por sus características se registra si la cubierta de techo es igual al sistema de piso de los demás
niveles del edificio. Cuando no sea igual al sistema de piso, se deberá anotar el tipo de anclaje
entre la cubierta de techo y la estructura de soporte, indicando la separación promedio existente
entre cada uno de los anclajes en centímetros.
Se debe especificar la forma de la cubierta de techo, ya sea de forma plana o abovedada. De ser
plana, se registra si es horizontal o inclinada, indicando su pendiente en porcentaje. Si es
abovedada, se señala si se trata de una bóveda cilíndrica o una cúpula, y se anotará el diámetro
del cilindro o de la cúpula según corresponda.
La rehabilitación es el proceso por el cual se hace una modificación a una estructura, que incluye la
reparación o el refuerzo para que recupere sus características de funcionalidad y pueda volver a
ser usada, ; o cuando simplemente se trata de mantener en estado funcional a una estructura sin
daño. Dentro del formato se reconocen cuatro tipos: arquitectónicas, reparación estructural,
refuerzo y reestructuración. Una vez que se ha indicado el tipo de rehabilitación, se registrarán las
técnicas empleadas de entre las listadas en el formato, según la figura siguiente. Además se debe
incluir una descripción breve de los trabajos de realizados.
La reparación estructural involucra medidas para devolver a los elementos estructurales dañados
su resistencia anterior sin aumentarla. Puede darse por inyección de grietas en el concreto con
resina epóxica, demolición y colado de partes de elementos de concreto manteniendo su misma
sección transversal, restitución de piezas de mampostería y relleno de grietas, reemplazo de
placas de acero por placas de las mismas dimensiones, aplicación de cordones de soldadura
fracturados, pero sin aumentar significativamente la capacidad de la conexión, remplazo de
tornillos con las mismas características de los anteriores, etc.
El daño de un elemento es considerado como la condición y grado de deterioro que tal elemento
presenta después del impacto de algún evento, o a causa del uso del inmueble. La presencia de
daño en una estructura puede resultar en detrimento de sus ocupantes; por lo tanto, es necesario
evaluar el nivel de seguridad estructural o de vulnerabilidad de la edificación a fin de tomar las
medidas necesarias para evitar o reducir la probabilidad de ocurrencia de esta situación.
Para determinar el nivel de seguridad existente en una estructura dañada, el evaluador debe ser
capaz de reconocer aquellos daños que puedan afectar desfavorablemente la estabilidad de la
estructura, clasificarlos y, con base ello, el profesional de la ingeniería estructural, o un sistema,
realice una evaluación rápida. En esta sección del Formato de inspección se registrarán los daños
evidentes que se detecten durante el recorrido, los que son la información base para la evaluación
de la seguridad estructural después de la ocurrencia de un fenómeno.
En cuanto a los daños observables desde el exterior del inmueble, estos se han agrupado en
problemas geotécnicos y daños generales a la estructura.
Problemas geotécnicos
Colapso parcial: daño severo localizado en algunas áreas de la estructura, pero que no pone en
peligro aparente la estabilidad global del edificio. De presentarse daño no solo en un nivel, sino en
toda una sección del edificio, vertical u horizontalmente, se debe indicar el porcentaje aproximado
que esta área ocupa respecto al total del edificio. A continuación, se presentan dos ejemplos de
colapso parcial.
Colapso parcial
En esta sección del formato se muestra el listado de daños máximos observables, tabla que cuenta
con seis columnas que corresponden a los elementos estructurales que debe ser inspeccionados:
columnas, trabes, muros de mampostería, muros de concreto, contravientos y conexiones.
Daños máximos observables.
La manera de registrar los daños presentes en la estructura será la siguiente:
Se identificarán los elementos dañados y el nivel o entrepiso donde estos se ubican, anotando en
la casilla correspondiente la clave de entrepiso asignada en el renglón correspondiente al daño
observado y en la columna del elemento afectado. Para el caso de grietas, además, se registrará la
apertura máxima observada.
Por último, se tiene a los muros divisorios e instalaciones, cuyo daño no compromete la seguridad
de la estructura, pero que puede poner en peligro la funcionalidad del inmueble, así como a los
ocupantes por el riesgo de caída de objetos pesados, o debido a la existencia de fugas de
materiales peligrosos. En algunos casos el daño a las instalaciones puede ser incluso más costoso
que el daño a la estructura, ya que los hospitales de especialidad pueden contar con equipos muy
especializados, cuyo costo puede ser aún mayor que el del edificio por sí mismo.
Una vez que se han identificado los daños en los elementos verticales de la estructura, debe
reportarse si existen daños en el sistema de piso o techo; en este caso solo se presenta una lista
muy breve de daños, en la cual se anotará el nivel donde se presenta el daño máximo, como se
muestra en esta sección.
Durante la inspección se deben realizar todas aquellas figuras auxiliares que se consideren
necesarias para el levantamiento de la estructura, se sugiere que se elaboren, por lo menos, las
que a continuación se enlistan:
Croquis general del predio con la ubicación de calles o principales rasgos urbanos, y la ubicación
del inmueble dentro del predio.
Croquis de la planta tipo del edificio, cuerpo o área inspeccionada.
Croquis de la elevación del edificio, cuerpo o área inspeccionada.
Figura auxiliar
Unidad 7. Algunos conceptos y procedimientos para evaluar la seguridad estructural y
vulnerabilidad de edificaciones
Introducción
Una vez que el sistema haya evaluado el estatus de una estructura, este resultado estará
disponible dentro de la misma página electrónica o se hará llegar a las autoridades de Protección
Civil de la localidad para realizar las actividades que correspondan según este resultado. Los
productos principales del sistema de evaluación automatizado serán los siguientes: en caso de
análisis de vulnerabilidad, un listado de edificios con una calificación de vulnerabilidad alta, media
o baja; y para el caso de levantamiento de daños después de un evento sísmico, un listado de
edificios con tres posibles niveles de daño: severo, (requiere de evacuación inmediata), medio
(puede ocuparse con reserva) y bajo (pude ocuparse sin problema).
De este modo es como se plantea una metodología con varios niveles de análisis, la cual irá
incrementando en complejidad y detallado de los modelos empleados de manera proporcional a
las características e importancia de los edificios, así como a la cantidad y calidad de la información
recabada.
Para los primeros niveles de análisis se plantean modelos simplificados, considerando la falla por
cortante de los elementos estructurales como el mecanismo dominante; por ejemplo,
sustentando la resistencia en la cuantificación de la densidad de muros para el caso de edificios
cuyo sistema estructural principal sea muros de carga de mampostería: También hay el análisis de
incrementos diferenciales de carga y/o desplazamiento (denominados como push over o
empujón) para el nivel de análisis superior, aplicables a estructuras muy importantes o que, por su
estado de daño, así lo requieran para asegurar una evaluación confiable.
Se deberá tener siempre presente que los procedimientos de evaluación están sustentados en
métodos aproximados; siendo la mejor aproximación la que resulte del análisis correspondiente al
nivel más alto de análisis (en el cual se emplea el procedimiento de empujón), para el cual se
requiere la mayor cantidad de información posible. Esto último corresponde a poder contar con
memoria de cálculo y planos estructurales del edificio a estudiar.
Los resultados de la evaluación serán interpretados por el sistema automáticamente; este asignará
a cada inmueble una calificación que establezca de manera clara el estado en que se encuentra la
edificación. Las calificaciones se enviarán a las autoridades de Protección Civil, que serán las
encargadas de publicarlas con el fin de tomar las medidas correspondientes a cada caso en
particular.
Los resultados del proceso de evaluación aproximado empleado en el programa de la Red Nacional
de Evaluadores no constituye un dictamen o constancia de seguridad estructural. Aunque para el
caso de los niveles más altos del proceso de análisis, el procedimiento puede reportar resultados
magnitudes a los realizados para emisión de un dictamen, los resultados de la red no tienen el
sustento legal que requiere la autoridad local, manifiesta a través de los reglamentos de
construcción. Por ejemplo, en el Reglamento de Construcciones para el Distrito Federal (a la fecha
de elaboración del presente texto, el nombre del documento reglamentario no ha sido cambiado
para la Ciudad de México) se establece con claridad que las constancias de seguridad estructural
deberán ser emitidas por un Corresponsable en Seguridad Estructural con licencia vigente emitida
por el gobierno del Distrito Federal.
El objetivo principal de esta primera evaluación es realizar un filtrado general de las estructuras
con daños graves evidentes, o con una vulnerabilidad mayor, lo cual involucra aplicar un método
que sea sencillo. Además, para estos primeros análisis de daño o vulnerabilidad, se deberá trabajar
con pocos datos y apenas descriptivos del tipo de edificación. Estos datos, en su mayoría,
consistirán en conocer el tipo de sistema estructura, el año de construcción, la ubicación
geográfica y el número de niveles de un inmueble.
Este tipo y nivel de evaluación se realiza comparando las demandas a que estará sometido el
edificio, con la resistencia esperada del mismo, o las fuerzas resistentes para las que fue diseñado.
En primer lugar, con la ubicación del inmueble se puede identificar las condiciones del suelo, si es
que está indicado en el reglamento de construcciones de la localidad. Con este dato podemos
conocer las solicitaciones para las que fue diseñado el edificio, parámetro que representará la
resistencia mínima (nominal) del inmueble en estudio y que se obtiene a partir del conocimiento
de la ordenada espectral de diseño original (Resistencia Mínima Esperada, RME). Para obtener
esta ordenada, o coeficiente sísmico que representará la resistencia mínima para la que fue
diseñado el edificio, es necesario conocer el periodo de vibración de la estructura, el cual puede
ser estimado de manera general a partir de la división del número de niveles entre diez.
Por otro lado, se puede tener un escenario de aceleraciones máximas esperadas en las
edificaciones, representadas éstas por su periodo fundamental de vibrar (Demnada, D); dicho
escenario puede determinarse a partir de estudios específicos de peligro sísmico asociado a
periodos de retorno predeterminados, o a través de las ordenadas espectrales para diseño
vigentes en el sitio, si se cuenta con reglamento de construcción. En el esquema de abajo se
muestra una representación gráfica de un escenario de peligro sísmico en un sitio dado, con dos
tipos de suelos (la zona indicada en color rojo podría ser considerada como suelo blando, y la azul,
como suelo duro).
De este esquema, el valor asociado a la demanda sísmica (D) será el valor de coeficiente espectral
(C) asociado a un tipo de suelo y a las propiedades dinámicas de la estructura. Por ejemplo, en ese
mismo esquema se cuenta con un escenario de aceleraciones máximas probables en edificaciones
con periodo fundamental de vibrar (T) igual a 0 (aceleración del terreno) y 1 (aceleración asociada
a edificaciones de entre 7 y 12 niveles, aproximadamente). Al contar con solo dos valores de
periodos fundamentales, se podría considerar, por ejemplo, que edificaciones de 1 a 3 niveles
estarán sujetas a las demandas asociadas a un periodo fundamental de 0; por otro lado, para las
edificaciones de 4 a 12 niveles, se podría considerar la demanda asociada al periodo fundamental
de 1. Una vez conocida la demanda (D), se continúa con la estimación de la resistencia media
esperada de diseño (RME), valor que permitirá la evaluación estructural aproximada.
Esta RME es la resistencia calculada de la estructura, o bien la fuerza para la que se diseñó (o
debió diseñarse); se puede estimar a partir de conocer el año de construcción del edificio. Si se
sabe el año de construcción o última remodelación del edificio, se conoce también la
reglamentación con la que fue diseñado (o reglamentación vigente en la época de diseño del
edificio); se obtiene la resistencia media esperada de diseño a partir de lo indicado por el
reglamento aplicable. En la gráfica siguiente se muestran los espectros de diseño (aceleraciones
máximas probables en las edificaciones) para varios de los reglamentos del Distrito Federal desde
1942, hasta 1985., Conocido el año de construcción del edificio en estudio, se asocia con el
reglamento de construcción vigente en esa época, y se construye el espectro de diseño del cual se
obtiene la ordenada espectral, o fuerza sísmica, resistente mínima esperada en el inmueble. En el
eje vertical de la gráfica se muestra la ordenada espectral de diseño; éste representa el porcentaje
de la aceleración de la gravedad que estaría actuando lateralmente en la masa de la edificación. Es
decir, el valor de 0.4, representa que durante el sismo de diseño, en el edificio se manifestarían
fuerzas laterales del orden del 40% del peso total del edificio.
Resistencia media esperada.
Finalmente, cuando se conocen la D y la RME, se procede a realizar la comparación entre ambas;
con esto pueden concluirse aspectos como los siguientes:
Si RME > D, entonces el edificio probablemente presentará daño ligero o ningún daño, sin colapso.
Si RME < D, entonces el edificio probablemente presentará daño severo con posible colapso.
Un método para evaluar la vulnerabilidad estructural se basa en la cuantificación del daño medio
probable empleando relaciones previamente establecidas entre un índice de daño esperado y un
parámetro de peligro o intensidad del fenómeno. Con base en estas relaciones se construyen las
“funciones de vulnerabilidad”, que en la mayoría de los casos relacionan la variable de peligro por
sismo, la aceleración máxima del terreno con, por ejemplo, porcentajes de daño esperados. Las
principales metodologías usadas para la construcción de estas funciones pueden diferir en los
datos de origen, ya que pueden ser experimentales, analíticas o estar basadas en observaciones de
campo o en la opinión de expertos. Las funciones de vulnerabilidad, en la mayoría de las
propuestas actuales, presentan la forma que se muestra en la siguiente gráfica.
Funciones de vulnerabilidad.
A continuación, se muestra cómo se pueden relacionar los daños observados experimentalmente;
en este caso están representados por el agrietamiento de un muro, con el nivel de carga lateral o
desplazamiento lateral aplicado en el modelo, éstos últimos representan el efecto de las fuerzas
sísmicas en la edificación.
7.4 Nivel de evaluación medio-02 antes de la ocurrencia de un sismo; (estudio ante un sismo
postulado)
Con el empleo de este método se realiza una evaluación de las condiciones de seguridad de un
edificio, o de su vulnerabilidad, bajo el mismo principio de los procedimiento previos: la
comparación de la capacidad resistente del inmueble y la demanda de resistencia (escenario
probable de fuerzas sísmicas actuantes).
En este procedimiento se emplea el criterio de densidad de los elementos verticales. La densidad
de elementos verticales −por ejemplo, muros en el caso de edificaciones de mampostería− es una
forma simplificada de calcular la resistencia lateral por medio de las áreas de las secciones
transversales de los elementos verticales resistentes en cada dirección y del conocimiento del
esfuerzo cortante resistente del material que los compone. Este método está basado en las
expresiones teóricas para el cálculo de resistencia a flexión y cortante en muros y columnas,
además de que considera algunas hipótesis simplificadoras.
Densidad de muros.
Por ejemplo, sea el caso de una edificación con una distribución de muros de mampostería como
la que se muestra en la imagen de arriba, se asume que la estructura permanecerá segura ante un
sismo si su capacidad, es decir, el cortante resistente, la resistencia a carga horizontal del sistema
estructural es igual o mayor a la demanda de fuerza lateral debida a sismo; se puede decir que es
una comparación simple de acción y resistencia, para tener una edificación segura la acción
(fuerza sísmica) deberá ser menor que la resistencia de la edificación. Este método permite, de
manera simplificada, estimando la densidad de elementos verticales requerida para solventar la
demanda de fuerza lateral por sismo, comparar con el valor de densidad existente en la
edificación. En caso que la densidad de muros existente en la edificación es menor que la
requerida, se concluye que el sistema es vulnerable.
El método permite elaborar tablas como la de abajo, la cual muestra la densidad de muros mínima
requerida para edificios de hasta 5 niveles (n), construidos con tabiques de arcilla recocida y que
estén bien confinados. Este porcentaje de área de muros necesario está proporcionado de
acuerdo con la zona sísmica en que se encuentre el edificio; por ejemplo, en la tabla de abajo se
indican las zonas sísmicas definidas en el Manual de Diseño de Obras Civiles de la CFE; la zona A es
de menor sismicidad, y la D es la zona de mayor nivel de peligro sísmico. Se puede identificar que
al calcular la densidad de muros requerida en la zona D, se llega a valores superiores de 10%, lo
cual significaría que 10% de la superficie de la vivienda deberá estar ocupada por muros en cada
dirección de análisis, aspecto que las convierte económica y funcionalmente inconstruibles.
También, de la misma tabla se puede identificar que para las zonas de menor sismicidad (A y B),
los valores de densidad de muros requeridos resultan significativamente menores que para las
zonas C y D, de mayor sismicidad en el país.
7.5 Nivel de evaluación detallado antes de la ocurrencia de un sismo (estudio ante un sismo
postulado)
Los métodos detallados de evaluación serán aplicables a aquellas estructuras que por su
importancia, el estado de daño y la calidad y cantidad de información recabada así lo requieran.
Estas evaluaciones serán realizadas por profesionistas reconocidos, preferentemente directores
responsables de obra o el corresponsables en seguridad estructural. Los procedimientos de
análisis más comunes se mencionan en las siguientes figuras.
Estos procedimientos se basan en métodos energéticos, los cuales consideran que la energía
interna debe ser igual a la energía externa; es decir, que la energía inducida por el sismo en la
edificación debe ser igual a la disipada por la estructura en su totalidad.
De la misma manera que para todos los casos de análisis antes mencionados, en este
procedimiento finalmente se establecería una comparación entre la acción (demanda de fuerza
lateral por sismo) y la resistencia, debiendo ser mayor la segunda para determinar que el edificio
es seguro, o que su nivel de vulnerabilidad es bajo.
Es posible que haya condiciones de la estructura con características no tan simples y directas como
las indicadas en los párrafos anteriores; por ejemplo, puede suceder que de un total de ochenta
columnas en un entrepiso solo una presente un nivel de daño severo; esto dará un resultado
global muy diferente a que si sesenta de las ochenta columnas presentan un nivel de daño severo
en dicho edificio. Del mismo modo, la ubicación de las columnas dañadas dentro de la estructura
también es un parámetro que hay que considerar para la emisión del resultado final sobre el nivel
de habitabilidad del inmueble.
La forma de determinar el nivel de daño local en los elementos estructurales, en función de la
información recabada en el Formato (estudiado en las unidades anteriores de este curso), será
considerando la información que se ha publicado en diversos centros de investigación en el
mundo. Con base en estudios experimentales se puede llegar a elaborar gráficas como las
mostradas a continuación, donde se presenta la relación de carga contra desplazamiento, en
condición de incidencia de sismo, para elementos estructurales con comportamiento esperado
dúctil (principalmente trabes y algunos tipos de columnas) y con comportamiento esperado frágil
(principalmente muros y algunos tipos de columnas).
En las gráficas se identifica que los niveles de clasificación de daño están divididos en cinco
valores: el I es el asociado al daño ligero; y el V, al daño más severo o falla del elemento. Se
identifica que en los niveles de daño bajo, hasta el III, el elemento mantiene capacidad creciente
de carga; sin embargo, a partir del nivel de daño IV, los elementos ya incursionan en el proceso de
degradación de resistencia aspecto que, en la mayoría de los casos, influye negativamente en la
estabilidad del elemento independiente y, en algunos casos, de la estructura en su conjunto.
Por otro lado, una vez que se tiene la clasificación de daño del elemento estructural, por medio de
parámetros o índices de resistencia remanente obtenidos a partir de resultados experimentales,
se podrá determinar la capacidad remanente de los elementos dañados en la edificación en
estudio (ejemplo de ello se muestra en la siguiente tabla) y, finalmente, la capacidad remanente
de la estructura en su conjunto.
Tabla de factores de resistencia remanente en función del nivel de daño de elementos de concreto
reforzado
Con base en la información recopilada de cada entrepiso, la clasificación de daño y el valor
caculado del índice de resistencia remanente, se podrá determinar el nivel de seguridad
estructural de las edificaciones afectadas por la incidencia de un sismo.
Un ejemplo claro de lo anterior se presenta en las imágenes siguientes. Allí se muestra el daño en
las columnas del primer nivel de la biblioteca de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de
Tohoku (primera fotografía). Las columnas presentaron un daño clasificado como nivel IV (segunda
fotografía). Después de la ocurrencia de las réplicas durante un mes, el estado de daño de la
columna cambió a nivel V (mostrado en la tercera fotografía).
Proceso de degradación de la resistencia de una