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LA ESCLAVITUD EN EL TRIBUNAL DE LA SANTA

INQUISICIÓN:
Pensamiento esclavista
Entre los siglos XVI y XVII fue masivamente aceptada y asumido como un
fenómeno de la vida cotidiana, pero ante ellos existieron defensores que se
opusieron a aquella esclavitud, como Bartolomé Frías de Albornoz, Fray Tomas
de Mercado, quienes a través de sus escritos trataron de transmitir que es un
pecado mortal aquella práctica.
Para entender aquella practica de esclavitud, debemos primero establecer
aquel carácter jerarquizador que poseía la sociedad en esa época, como
ejemplo en la familia la mayor jerarquía o el miembro dominante sería el Padre,
siguiendo esposa e hijos, por ultimo los esclavos. Esta jerarquía era además
machista ya que se consideraba a la mujer inferior al hombre de manera física
y psicológicamente, en cuanto a los menores estos debían ser tutelados por
mayores por su incapacidad causa de la edad, inmadurez e intelecto; en cuanto
a los esclavos, estos tendrían el mismo nivel de subordinación que los niños
con la diferencia que estos podían tener pertenencias como objetos materiales
o dinero.
La practicas de esclavitud eran totalmente lícito y legítimo, que era admitido por
la iglesia y por el derecho Civil. A pesar de haber sido debatido a cerca de la
moralidad de ello, consideraban que era justa y valida ya que se justificaba
como un acto piadoso que se les proporcionaba a los negros por ser “rehenes”
de guerra justa tras ser condenados a muerte por el vencedor, “Era
pensamiento común el tener que obligar a los hombres que llevaban una vida
anárquica y miserable a vivir en sociedad organizada política y socialmente,
aunque sea a la fuerza, esclavizándolos” (Rosas Navarro, 2010, p.72). Como si
de una cosa se tratase, en las guerras justas de Angola se comercializaba o
mediante trueque de objetos como telas, damasco, trigo de Europa, artículos
de latón alemán se disponía la venta de los negros, cuyo acto de compraventa
debía ser legal y lícita (al no ser negros robados de sus aldeas).
Situación del negro esclavo en América
A fines del siglo XVI y comienzos del XVII tras su llegada de los primeros
negros, el medio demográfico era desconocido para ellos, el sistema laboral
diferente, era principalmente orientado a la minería y agricultura extensa que
requería mucha mano de obra negra y esclava.
En Perú Hernando Pizarro viajó a España llevando el rescate de oro obtenido
por Atadalipa y así retornar al Perú en 1534, solicitando a la Corona la
embarcación de 100 negros, 50 mujeres y 50 hombres, tras ello, para 1640 se
estimó que en Perú el total de negros esclavos era de treinta mil, siendo
empleados principalmente los negros en trabajos agrícolas, en plantaciones de
cacao, azúcar, tabaco, etc. Mientras que, las negras eran empleadas
domésticas cuidando a las crías de las personas blancas.
Adoctrinamiento de negros esclavos
La evangelización fue uno de los principales asuntos por los que la Iglesia
Católica se preocupó. En 1538 se ordenó adoctrinar a los negros, debido a que
los negros servían a sus amos sin conocer la doctrina ni el sacramento del
bautizo, por ello el concilio les impuso a los amos mandar a misa e instruirles
los días festivos a sus esclavos.
La gran cantidad de masas negras esclavas hizo que se les impusiera
conforme a los barrios y vecindades parroquias con tres o cuatro curas con tal
de adoctrinarlos, ya que muchos de los negros fallecían sin haber recibido el
sacramento del bautizo, como toda sociedad se poseen costumbres, los negros
preferían ir a sus fiestas y borracheras en vez de acudir a misa, la iglesia tomó
un carácter recto realizando que muchos de ellos se confesaran
arrepintiéndose de sus pecados de herejía e incluso volvieron a rebautizar a los
negros ya que consideraron que era invalida el bautizo que se les había
proporcionado anteriormente, puesto que el sacramento debe ser con
autorización y consentimiento, al no entender el significado de ello se
invalidaba. En el caso de Perú el adoctrinamiento era ejecutado por los
Párrocos, René Millán (Como se citó en Rosas Navarro, 2010) Los párrocos
tenían un padrón de todas las personas que debían confesarse, organizados
por calles y casa, en los que se incluía los miembros de la familia, sirvientes y
negros esclavos.
Fue una ardua tarea el adoctrinamiento de los negros esclavos, debido al
lenguaje, la lengua Angola también conocida como la lengua de los esclavos
impedía los avances ya que no lograban entender del todo la lengua castellana,
limitándose a solamente repetir con graves errores las oraciones enseñadas,
por ello se estableció cursos de lengua africana en el colegio San Pablo de
Lima. Además, en la ciudad de Lima se establecieron Cofradías por mandato
del monarca, la primera fue en 1540, dichas asociaciones tenían el propósito
de afianzar la religión católica a su vez, contribuían para y con los esclavos en
cuanto a enfermedades, procesiones, fiestas religiosas e incluso procesos
fúnebres, en donde se aplicaban las costumbres africanas de velorio, pero sin
dejar atrás el cristianismo.
En la ciudad de Lima, las costumbres de los negros esclavos se hicieron notar
por los canticos y fiestas que realizaban, acompañados con canticos y ritmos
instrumentales fabricados con diferentes materiales. Dichas manifestaciones
fueron confundidas por la iglesia, quien las consideró demoniacas. En
Cartagena de Indias, la falta de adoctrinamiento fue un factor decisivo por los
que muchos de los esclavos sucumbieron por el camino de la hechicería,
brujería y supersticiones, manteniendo parte de sus tradiciones en los ritos.
Relación de los negros y el tribunal de la santa inquisición:
En los documentos inquisitoriales nos dan un panorama más amplio a cerca del
mundo interior de los esclavos negros, aquellas actividades económicas, los
bailes, intercambios sexuales, encuentros en calles entregando recados de sus
amos, etc. La esclavitud negra no quedó exenta de la presión y acciones
inquisitoriales, tenía doble funcionalidad. Por un lado, castiga a los negros por
los múltiples errores de fe que cometen al igual que otros grupos sociales, por
otro lado, defendían los malos tratos que recibían y dándoles la oportunidad de
cambiar de amo. El Tribunal se convirtió en un órgano castigador y defensor
para el negro esclavo. Además, castigaba aquellas costumbres africanas como
ceremonias y rituales, ya que asumieron que eran demoniacas y delictivas.
Delitos de brujería, superstición y hechicería
Supersticiones: considerados delitos de fe más cintes en los tribunales
inquisitoriales. Son aquellas prácticas de culto que se rinden a quien no
deberían, podemos encontrar dos clases: Primero, la forma inadecuada de
rendir culto a dios; subdividido en falso por ejemplo dar culto a Dios con
ceremonias del antiguo testamento; Superfluo aquellas ceremonias que no
conducen a la gloria de nuestro señor, por último, Indecente tratándose de
rendirle culto con acciones que son todo lo contrario con la gloria de Dios,
pudiendo catalogarlas como ofensivas. Además, existen prácticas de idolatría
hacia otras deidades que no son específicamente nuestro Dios, adoptando
formas como Idolatría, adivinación y vana observancia.
La inquisición inició el proceso de ir contra los que ejercían astrología judiciaria
y adivinación en enero de 1596 por el Papa Sixto V facultando la orden contra
los sortilegios y adivinadores que manifestaban un sentido herético. Pero, la
inquisición solo debía intervenir en casos específicos, cuando ocurra el delito
de invocación de demonio, sea mediante pactado tácito, expresamente con él o
cuando las cosas sagradas se mezclen ejerciendo la nigromancia, sortilegios,
magia, brujería o adivinación, es decir, casos en los que se busque amparo de
los demonios. Aquellos pactos tácitos considerados delitos poseían derivadas
como:
- Promesas que busquen conseguir un bien
- Colocación del demonio en todo tipo de elemento de retrato por ejemplo
argollas, collares, anillos, etc.
- Invocación al demonio mediante una oración
En los casos de mezclas de objetos sagrados con el propósito de invocación al
demonio son:
- Casos de sortilegio para que una mujer ame a un hombre o un hombre a
una mujer deshonestamente
- Combinación de agua bendita, sacramentos entre otras cosas con
rituales de carácter satánicos. Este caso delictivo no tenía el perdón ni
simplicidad, dando paso a castigos.
En América el tribunal inquisitorial ante grandes cantidades de estas prácticas
delictivas tomó como acciones: dar a conocer a la población a través de edictos
publicados en las catedrales e iglesias las características de dichos delitos.
Provocando de esa forma que la población terminará de pulir aquella creencia
en lo mágico. Estas acciones formaron un hecho paradójico, ya que, por
intentar erradicar las prácticas herejes se afianzó la creencia en la población de
los brujos, hechiceros y adivinos de la época.
En el caso de lima, no hubo un número extenso de esclavos negros
procesados por estos delitos, por lo que la brujería en la inquisición limeña no
fue mayor problema, a diferencia de casos como hechicería y superstición. Las
personas mestizas, blancas y los negros esclavos generalmente acudían a
estos delitos de hechicería, no como práctica sino en forma de consultas, pero
no hubo cifras considerables de procesamientos. Ya que, la inquisición se
dispuso a intervenir en ritos, magias que puedan atentar contra ellos o con la
creencia divina más no por consultas de los negros hacia la hechicería o
brujería.
Podemos clarificar aquellas diferencias existentes entre la brujería y hechicería
conceptualizando cada una de ellas. La brujería implica las blasfemias y
reniego de la fe católica; mientras que, la hechicería tiende a hacer referencia a
la creencia de supersticiones y al uso profano de oraciones mezclándolas con
las oraciones sagradas.
Podemos diferenciarlas claramente con la percepción de la presencia o
ausencia del demonio; mientras que, en la brujería es necesaria la participación
de mediación del demonio, en la hechicería no lo es. Además de la presencia
del demonio, podemos diferenciarlas a través de los objetos que se emplean en
la realización de cada una de ellas, entre ellas encontramos:
García cárcel, Ricardo y Doris Moreno (como se citó en Rosas Navarro,
2010) La hechicería, utiliza materiales empíricos y la brujería, en cambio,
recurre esencialmente a la imaginación a través, en muchos casos, de
hiervas solanáceas, ungüentos o alucinógenos. Desde el punto de vista
popular, la hechicería recurre a materiales tales como minerales,
vegetales (helechos, habas, alcanfor, trébol, laurel…), animales (picos
de golondrina, colmillo de lobo, culebras, moscas, cabríos), órganos
humanos (además de sangre, sudor, orina, pelos y uñas) entre otros.
¿Por qué los negros se convertían en hechiceros y brujos?
En aquella conversión y proliferación de hechicerías y supersticiones Influyó
principalmente la falta de adoctrinamiento, como anteriormente habíamos
mencionado, pero a esto habría que agregarle algo más. “Las tradiciones
religiosas traídas por los negros africanos no fueron desechadas por completo,
sino que sufrieron un proceso de acomodamiento en este territorio,
conjuntamente con elementos de hechicería europea, en mayor grado, y con
elementos indígenas, en menor grado”. (Rosas Navarro, 2010, p. 102), algunos
autores afirman que aquella conversión del negro esclavo es debido a las
presiones o situaciones a la que se ve sometido, desde el momento en que
este es despojado de su territorio para a partir de ello llevar una vida de
inmundicia y opresión, toda esta impotencia que el negro sufrirá es la que
puede desencadenar las acciones de esperanzas en lo sobrenatural.
En el caso de las mujeres negras esclavas, como todo ser humano, su gran
deseo por llevar una vida libre, tranquila ,y obtener bienestar físico y emocional,
al lado de un hombre que las quiera, es este deseo el que las lleva a acudir a
las prácticas heréticas.
Todas estas situaciones hacen que el negro por su misma vida de esclavitud u
opresión, lo lleven a buscar soluciones sin importar el precio como vender su
alma al diablo, existen algunas pocas coincidencias en las que estas prácticas
si lograban entregarles el camino fácil para la obtención de sus objetivos,
impulsando así un número mayor de negros. Muchas veces, estas prácticas no
los llevaban a recibir ningún objeto merecedor de la venta de sus almas al
diablo, sino todo lo contrario.
Estas “personas” cuando eran llevadas ante el Santo Oficio, argumentaban
quizá con la finalidad de obtener algún tipo de perdón o arrepentimiento, que el
demonio la había engañado prometiéndoles el cielo, libertad, entre otros
bienes; pidiendo que sean reincorporadas, obteniendo misericordia por la
iglesia. Aquel arrepentimiento “sincero” permitía que se les perdone a los
negros de los castigos como aprisionamiento o azotes.
Ocurría en pocos casos que la conversión de los negros a hechiceros se debía
a que era una de las prácticas más comunes en las culturas familiares
africanas, seguían este ejemplo por influencia hereditaria, invitación e incluso
amenaza de brujos.
¿Por qué los negros eran acusados los brujos o hechiceros ante el
tribunal?
En general, los brujos y hechiceros eran acusados por el temor que se infundía
y porque algunas prácticas que realizaban atentaban contra la creencia de la fe
que era dispuesta por la inquisición.
En América, se procesaban pocas cantidades de acusados de brujería y
superstición, vemos que la mujer negra era más vulnerable a ser acusada, los
brujos y hechiceros se les acusaba poco por el temor a la divulgación de sus
existencias.
Algunos historiadores plantearon que a la mujer negra se le consideraba un
ser inferior, menos que un negro y un niño, por ello la Inquisición con respecto
a las brujas negras esclavas las veía con actitudes piadosas, comprensivas y
hasta benévolas, esto por que se mantenía un pensamiento machista y
supremacista en cuanto a la inteligencia y capacidades de la mujer. Otros
opinaban que era todo lo contario, que la Inquisición se esmeraba aún más con
las mujeres puesto que las consideraban como aliadas del diablo y las
principales corruptoras del hombre, mandándoles castigos del mismo nivel que
al hombre esclavo como ser despojado de sus bienes materiales,
encarcelamiento, destierro, entre cien o doscientos azotes dados públicamente.
Podemos determinar a través de estas acciones que la Inquisición a estas
“personas” en la imposición de sus castigos no eran tan severos, hasta
podríamos decir que, al mandarlos a misa, despojar de bienes, servir en
hospitales como cambio de los azotes, se mostraron flexibles, pero a la vez
tenían el propósito de reconciliarlos con la santa Iglesia.

Conclusión:
El tribunal de la Santa Inquisición, con respecto al la esclavitud tanto como tuvo
actitudes de carácter castigador, se mostraba al igual como una entidad de
apoyo para los negros. Pretendían evangelizarlos sin tener éxitos a mediano
plazo, por las costumbres africanas que tenían los negros, aquella falta de
adoctrinamiento fue el que les costó muchos creyentes motivo que los negros
adoptaban creencias en lo sobrenatural a veces por cuestiones hereditarias,
opresivas o por la necesidad de querer aferrarse a la esperanza, la Inquisición
solo procedía contra brujos, hechiceros y adivinos cuando se tenía la sospecha
o el hecho era verídico que se tenía un pacto tácito o expreso con el demonio.
GUIÓN DE EXPOSICIÓN:
DIAPO 1: Pensamiento esclavista
DIAPO 2: Situación de los negros en América
DIAPO 3: Adoctrinamiento de los Negros Pt 1
DIAPO 4: Adoctrinamiento de los Negros Pt 2
DIAPO 5: Relación de los negros y la santa inquisición
DIAPO 6:
DIAPO 7:
DIAPO 8:

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