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[RESUMENES DE ARTICULOS CON EVIDENCIA CIENTIFICA]

ESTRATEGIAS PARA VENCER ANTOJOS

La RAE define un antojo como «un deseo apremiante y pasajero,


habitualmente caprichoso».

Aplicado a la alimentación, nos referimos a un deseo intenso por un


alimento concreto.

Como sabemos, el objeto de ese deseo intenso no suele ser el brócoli o el


berro, sino mezclas procesadas de almidón, grasa y azúcar.

La neurociencia confirma que estas mezclas producen una activación


especialmente marcada de nuestro sistema.

En este artículo veremos estrategias para controlar estos deseos y evitar que
frenen nuestro progreso.

Cuándo ceder y cuándo resistir

¿Debemos comer donuts? ¿Es malo satisfacer ese antojo?

La respuesta, como casi siempre, es que depende.

Cuándo ceder

“La única manera de librarse de la tentación es ceder ante ella” – Oscar Wilde

Si hablamos de un antojo infrecuente, digamos una vez a la semana, y al


satisfacerlo en moderación se calma, date el capricho.

De hecho, las personas que intentan imponer un control rígido sobre su


alimentación suelen fracasar a largo plazo

Estas personas clasifican los alimentos en términos de blanco y negro,


permitido o prohibido, y se sienten mal cuando se salen de su asfixiante plan.
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Esta visión es un error.

Deseamos más lo que no podemos tener, es el llamado efecto de fruta


prohibida. Prohibirnos determinados alimentos puede aumentar nuestro deseo
por ellos y elevar el riesgo de atracón.

Cuándo resistir

“La libertad no se logra satisfaciendo deseos, sino eliminándolos” – Séneca

Sin embargo, si los antojos que sientes por determinado alimento son
constantes y difíciles de controlar, caer en la tentación no es la solución.

Si es tu caso, debes resistir.

Lo que repites se refuerza, y si cada vez que sientes un antojo cedes ante él,
siempre te dominará.

Poco después de satisfacer el placer volverá a aparecer, y en muchos casos


más fuerte.

Pasar de «Me prohíbo comer» a «Elijo no comer»

En vez de pensar que te prohíbes un alimento piensa que elijes no comerlo,


al menos durante un tiempo.

La diferencia es sutil, pero importante.

«Nunca más podré comer una torta de chocolate» es un pensamiento rígido


que puede disparar el efecto fruta prohibida y aumentar tu deseo de comerlo.

Podemos reemplazar este pensamiento por el siguiente: «Podría comer una


torta, pero es un alimento poco nutritivo que no me ayuda en mis objetivos.
Prefiero eliminarlo o limitarlo a momentos especiales».

Es decir, no está prohibida su ingesta, simplemente no vale la pena.

Lo primero es una restricción, lo segundo es una elección.


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Ideas para controlar los antojos

Nuestros Pensamientos, Emociones y Comportamientos se influencian


unos a otros. Modificando nuestros pensamientos y acciones podemos regular
nuestras emociones, y es lo que veremos a continuación.

Herramientas cognitivas (cambiar pensamientos)

Cambiar la forma en la que pensamos cuando surge un antojo modifica la


forma en la que nos sentimos en relación a ese antojo.

Surfea la emoción
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Es importante entender que el antojo es solo una emoción, no una


emergencia.

Explora esta emoción y te darás cuenta de que viene y va, como una ola,
independientemente de tus acciones.

En vez de intentar reprimir el antojo, préstale atención. Al ponerle una etiqueta


a la emoción que sientes mejoras tu capacidad de lidiar con ella.

La capacidad de experimentar una emoción sin actuar es una poderosa


habilidad que se puede mejorar, y para ello la debes practicar.

Empieza a ver los antojos como oportunidades para desarrollar esta capacidad.

Quizá no puedas detener las olas, pero puedes aprender a surfearlas.

Pregúntate si merece la pena

Proyéctate al futuro. Imagina que cedes, ¿Ha merecido la pena?

El placer desaparece rápido y solo te queda el remordimiento. Al pensar en el


precio, se reduce el deseo.

Puedes simplemente concentrarte en tu respiración durante unos minutos. Una


cadencia de seis respiraciones por minuto parece reducir los antojos.
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Herramientas conductuales

1 - Actividad física

2 - Distánciate de los alimentos que te tientan (La exposición aumenta el deseo.


No tengas en casa alimentos por los que sufras antojos)

3 - Desayuno rico en proteína

4 - Dormir lo suficiente

Un cerebro que no descansa suficiente tiene menos capacidad de lidiar con la


impulsividad, y cederá más fácilmente ante los antojos.

GRACIAS,

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