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EL GRAN OTRO: el leng que va más allá de nosotros. Y este nos permite entendernos entre
nosotros. Guarda la comprensión significante. El discurso se hace en nombre del OTRO. Y
el ICC es el discurso del otro. Por ser ICC quien habla no es el mismo que piensa.. En
realidad, es hablado por otro. Dependemos del otro, la palabra viene de otro. Quien habla
es otro.
El estadio del espejo como formador de la función del yo. Función del reconocimiento.
Individualidad corporal. Antes el cuerpo es vivenciado como ajeno y fragmentado.
Necesitamos el reconocimiento de otro, la mirada de otro. El yo es Lacan es una
formación de carácter imaginario. Primero se identifica con su imagen y después vienen
las próximas identificaciones. Yo necesito de otro para saber quién soy. El yo es otro.
El Otro son los significantes, el discurso y este determina el yo.
El otro al principio es una imagen, tu propia imagen. El otro está determinado por sujeto
del ICC. El sujeto del ICC.
Sujeto es la posición subjetiva ser en el mundo. Después del complejo de Edipo pasa a
ser sujeto. El yo para identificarse con otro depende de su posición subjetiva. Necesitas al
otro para identificarte.
Para lacan el ICC está a flor de piel, en todo momento. El ICC puede estar dentro o afuera,
esto es porque estamos bañado de lenguaje. Creemos que estamos yo, porque nosotros
‘hablamos’ pero en verdad el mensaje es de él. Estamos determinados por un discurso
desde antes de nacer (‘’voy a tener tres hijos, va a ser hombre’’)
Otro texto:
Después del estadio del espejo, pasamos al Complejo de Edipo, el cual tiene tres
momentos. El niño quiere ser el objeto de deseo de la madre, y al ver que la madre está
en falta, quiere satisfacerla (acá todavía no está el padre) no sabe aún que desea el Otro
(al principio la madre es su mundo). En el segundo momento del Edipo se introduce el
padre, y es como mediador entre el hijo y la madre. Madre-hijo-padre-falo.
De ser el falo a tener el falo. Mediación trae la privación
Privación el papa priva a la madre del niño que la satisface.
La prohibición y frustración también son gracias al padre.
Frustración la falta es imaginaria. El objeto es absolutamente real. El padre niega algo
real al niño la madre. Es un daño en lo imaginario porque es un daño en la imagen, la
imagen ya no está completa (el otro, la madre complemente al niño y viceversa). El niño
se da en cuenta que está en falta, por eso su imagen está en falta. La imagen siempre es
completa.
Privación: lo real es la falta agujero en lo real. El objeto de privación es simbólico. Se
separa al niño de un Otro . la privación es en torno a la madre. Lo real es la falta, deja
incompleta a la madre. El objeto es simbólico, el falo.
Castración: falta simbólica porque remite a la prohibición del incesto. Registro simbólico =
lenguaje. Con la llegada de la metáfora paterna, el niño entra en el lenguaje, y ahí acepta
que está en falta. El objeto faltante es imaginario
En el primer momento de Edipo no existe la falta, porque el niño se ve como el objeto de
deseo de la madre. Después con la entrada del padre se sale del lugar de objeto y aparece
el sujeto, para esto hay que aceptar que es una falta.
Sujeto que desea.
En el segundo momento de Edipo pasamos del ser al tener. El niño descubre que lo que
desea la madre no es él, sino el padre. El objeto de la madre está sujeto a la ley del otro.
Al final, el padre determina lo que desea la madre, al final el deseo de la madre, es el
deseo del otro. Por eso se pasa del ‘ser’ al ‘tener’. El objeto que se satisface se tiene, no
se es. Ahí el niño se identifica con el padre, porque haciendo lo mismo puede tener a la
madre.
Perverso no hace propia a la ley del padre
(psicótico).
El tercer momento de Edipo, se sale del lugar de objeto y ya hay un sujeto.
El primer significante (s1) remite al deseo de la madre (falo) y tenemos el otro significante
que viene después que es el (s2) Nombre del Padre. Respuesta de la pregunta respecto
al deseo de la madre. Con el Complejo de Edipo se pasa a la metáfora, y por eso se pasa al
lenguaje y ahí ya hay un sujeto. Esa falta es lo que motiva al deseo (en todo sentido),
porque quiere buscar a algo que se perdió.
El deseo de ser se reprime en el deseo de tener. El deseo tiene que hacerse palabra, y
demanda. El deseo nunca va a ser satisfecho, la segunda satisfacción nunca va a ser la
misma.