0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
10 vistas1 página
Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son un conjunto de herramientas implementadas para obtener productos seguros para el consumo humano mediante la manipulación higiénica y segura de los alimentos durante el proceso de manufactura, salvaguardándolos de enfermedades. Las BPM se constituyen como regulaciones obligatorias en muchos países para evitar riesgos físicos, químicos y biológicos durante la manufactura de alimentos. Otras normas relacionadas como HACCP, POES y MIP también son exigidas internacionalmente
Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son un conjunto de herramientas implementadas para obtener productos seguros para el consumo humano mediante la manipulación higiénica y segura de los alimentos durante el proceso de manufactura, salvaguardándolos de enfermedades. Las BPM se constituyen como regulaciones obligatorias en muchos países para evitar riesgos físicos, químicos y biológicos durante la manufactura de alimentos. Otras normas relacionadas como HACCP, POES y MIP también son exigidas internacionalmente
Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son un conjunto de herramientas implementadas para obtener productos seguros para el consumo humano mediante la manipulación higiénica y segura de los alimentos durante el proceso de manufactura, salvaguardándolos de enfermedades. Las BPM se constituyen como regulaciones obligatorias en muchos países para evitar riesgos físicos, químicos y biológicos durante la manufactura de alimentos. Otras normas relacionadas como HACCP, POES y MIP también son exigidas internacionalmente
Las Buenas Prácticas de Manufactura (BPM) son un conjunto de herramientas que
se implementan con el objetivo de obtener productos seguros para el consumo humano.
Sus ejes principales están basados en las metodologías utilizadas para la manipulación de alimentos, y la higiene y la seguridad de los mismos, que los salvaguarda de las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA). Las BPM se constituyen como regulaciones de carácter obligatorio en gran cantidad de países, y buscan evitar que se presenten riesgos de índole física, química, y biológica durante el proceso de manufactura de los alimentos. Su utilización genera ventajas, como la reducción de pérdidas de producto, ya sea por descomposición o alteración producida por contaminantes diversos, y también mejora el posicionamiento de los productos mediante la definición y el reconocimiento de sus atributos positivos para la salud. Otros estándares que interactúan junto con el sistema BPM y que son exigidos por el comercio internacional para la exportación e importación de alimentos, son: El Análisis de Riesgo de los Puntos Críticos de Control (HACCP) Los Procedimientos Estandarizados de Operaciones Sanitarias (POES) Y el Manejo Integrado de Plagas (MIP)