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Ejercicios para afecciones del sistema cardiovascular

Objetivos:

 Exponer los ejercicios que se aplican en las enfermedades del sistema


cardiovascular.
 Ejecutar los ejercicios que se aplican en las enfermedades del. sistema
cardiovascular.

Contenidos:

Fines de la rehabilitación cardiovascular. Medición de signos vitales. Principios de


la prueba ergométrica. Utilidad en rehabilitación. Pulso de entrenamiento. Fases
del programa de rehabilitación cardiovascular. Ejercicios que se realizan en las
distintas fases. Uso de la mecanoterapia en la fase de mantenimiento. Importancia
del ejercicio físico. Técnicas de relajación. Efectos negativos del reposo
prolongado.

Bibliografía

Valdés Juiz, J. C. Kinesiología. Editorial Ciencias Médicas. 2005

Maroto-Montero JM, De Pablo Zarzosa C, eds. Rehabilitación Cardiovascular.

Madrid: Panamericana; 2011.


Pérez Coronel PL. Rehabilitación Cardiaca Integral. Editorial Ciencias Médicas. La
Habana 2009.

La rehabilitación de pacientes con enfermedades cardíacas constituye el conjunto


de actividades requeridas para garantizarles las mejores condiciones posibles
desde los puntos de vista físico, mental y social, de manera que puedan, por sus
propios esfuerzos, retornar a la vida en la comunidad lo más normalmente posible.
La rehabilitación cardiaca debe aplicarse tempranamente y debe ser un proceso
continuo. La misma no puede ser considerada como una forma aislada de
terapéutica, sino que debe estar integrada en el tratamiento total, del cual ella
constituye sólo una faceta.

Aspectos que se deben tener presentes en el entrenamiento a cardiópatas.

 Criterios y orientaciones del médico.


 Resultados de la prueba ergométrica.
 Magnitud de la enfermedad.
 Evolución durante el ingreso.
 Actividad física que ha realizado el paciente.
 Medicamentos que utiliza.
 Edad y sexo.
A los pacientes cardiópatas hay que verlos desde varios puntos de vista:

 El aspecto del entrenamiento físico. - Proporciona una vida físicamente apta,


pero debe tenerse presente que para realizar actividad física es necesaria la
autorización del personal médico.

 El aspecto del apoyo psicológico. - El sujeto en ocasiones crea limitaciones en


su propia vida, el cual no siempre las asimila fácilmente. El tratamiento debe
ser integrador donde se conjuguen todos los factores desde la familia hasta el
profesor de Cultura Física.

 Modificación de los factores de riesgos. Aquí tenemos en cuenta los hábitos


alimenticios, control de la presión arterial y el pulso, eliminar hábitos tóxicos
(cigarro), disminuir tensiones y crear hábitos de actividad física.

 Orientación vocacional. En ocasiones es necesario cambiar de oficios o


profesión y otros pueden mantener su misma actividad laboral, pero para esto
se crea una comisión médica que es quien lo autoriza.

Pruebas de esfuerzo.

Las pruebas de esfuerzo más universalmente utilizadas son: la prueba de pasos o


escalones y la prueba con bicicleta ergométrica o con estera rodante. Los
objetivos fundamentales para lo cual ella se emplea consisten en:
1. Diagnóstico.
2. Valoración de la capacidad funcional.
3. Evaluación de un programa de entrenamiento físico.

Desde el punto de vista diagnóstico su utilización más importante es en la


cardiopatía isquémica, en la que se ponen de manifiesto, mediante el ejercicio,
signos electrocardiográficos o clínicos de insuficiencia coronaria o isquemia
miocárdica. También son utilizadas en la detección y diagnóstico de arritmias
cardíacas e hipertensión arterial.

Cuando se usan con fines evaluativos, además de valorar la capacidad funcional


de un paciente, son útiles para observar manifestaciones clínicas (angina, disnea,
claudicación intermitente, lipotimias, etc.).

Estas pruebas tienen, además, mucho valor en la conformación de un pronóstico a


corto y largo plazo, así como en la indicación de la reincorporación laboral del
sujeto. También son necesarias en la prescripción y evaluación de un programa de
entrenamiento físico como parte de la rehabilitación cardiovascular de los
pacientes que presentan cardiopatías clínicas o quirúrgicas.

Medios de evaluación y control del entrenamiento en la rehabilitación


cardiovascular.
De evaluación

 Veloergómetro. - Los más utilizados son la bicicleta y la estera.


 Alfombra rodante.
 Holter. - Electrocardiograma ambulatorio durante 24 horas, es el más
utilizado en detectar arritmias

De control. -

 Pulso. Constituye el medio de control más utilizado en el entrenamiento


a cardiópatas, pues nos da una medida muy rápida de la respuesta
cardiaca ante el ejercicio físico, lo cual nos permite maniobrar fácil y
rápidamente, con lo indicado a cada paciente en el entrenamiento.

 Presión arterial. Es otro medio de control, aunque este parámetro no


resulta de fácil manejo como el pulso, ya que necesita de instrumentos y
se invierte un tiempo mayor en determinarlo.

 Telemetría. Es muy utilizada en la evaluación del entrenamiento y


permite conocer si éste actúa favorablemente o no sobre el paciente y
se puede individualizar más la actividad del mismo.

Bicicleta ergométrica: La Organización Mundial de la Salud recomienda la


realización de pruebas de esfuerzo con bicicleta ergométrica en posición vertical a
intervalos regulares, en la evaluación de pacientes que están bajo terapéutica, con
entrenamiento físico, médica o quirúrgica, para evaluar de forma objetiva los
efectos de éstas. La bicicleta en posición supina es particularmente útil durante el
cateterismo cardíaco o en otras investigaciones hemodinámicas.

Es importante ajustar la altura del sillín de manera que los miembros inferiores
queden extendidos casi totalmente en la posición más baja del pedal. La
frecuencia del pedaleo debe estar en el rango entre 40-80 revoluciones por
minuto. El uso de la bicicleta posibilita el registro del ecocardiograma (ECG) y la
medición de la presión arterial en los brazos. Una dificultad que ocasionalmente se
puede presentar es que el ejercicio puede estar limitado por fatiga o cansancio
muscular del cuádriceps más que por limitaciones cardiovasculares.

Puede utilizarse un veloergómetro con freno eléctrico o por fricción (mecánico),


aunque el primero es más exacto. Deben realizarse calibraciones periódicas de
estos instrumentos.

Estera rodante

La estera rodante o correa sin fin, eléctrica, tiene la ventaja que mediante ella se
puede regular la intensidad del esfuerzo del paciente por el ajuste de la velocidad
e inclinación de la estera, así como también por la duración del ejercicio. Posibles
desventajas incluyen, aparte del más elevado costo del equipo, el ruido que
produce, el mayor espacio y energía eléctrica que consume, y el temor que
provoca en algunos individuos por la posibilidad de una caída. Puede ser más útil
en aquellos casos que presenten fatiga muscular de miembros inferiores en la
bicicleta.

Indicaciones de las pruebas ergométricas:

1. Diagnóstico de pacientes con síntomas sospechosos de cardiopatía


isquémica.
2. Valoración funcional de pacientes con cardiopatías.
3. Determinación de la capacidad de trabajo de pacientes convalecientes de un
infarto miocárdico u otra cardiopatía y como vía valiosa para la indicación de
un programa de rehabilitación.
4. Examen de pacientes tratados con cirugía de revascularización coronaria
(isquemia residual). U otra forma de intervención cardíaca y como guía en su
rehabilitación física.
5. Evaluación del tratamiento medicamentoso.
6. Detección de arritmias cardíacas y o trastornos de la conducción.
7. Investigaciones de sujetos mayores de 40 años y con factores de riesgo
coronario.
8. Evaluación de programas de entrenamiento físico y para motivar a los
pacientes a su incorporación, como una forma de prevención, tratamiento y
rehabilitación de las enfermedades del corazón.

Frecuencia cardíaca máxima

Tanto en sujetos normales como en pacientes con cardiopatía isquémica, la


frecuencia cardiaca máxima disminuye con la edad, en este hecho se basa el
cálculo del porcentaje de la frecuencia cardiaca máxima ajustado a la edad. El
tope de frecuencia cardiaca comúnmente usado para pruebas de esfuerzo es de
85% aunque con propósitos diagnósticos de insuficiencia coronaria se usa con
frecuencia 100%. Un valor de 70% es considerado por muchos como una
frecuencia cardiaca para adaptación fisiológica (re-acondicionamiento) y 60% se
ha sugerido como un método de prescripción de actividades durante las primeras
cuatro a seis semanas después de un infarto del miocardio. Entre 60-70% se
encontrarán frecuentemente los Pulsos de entrenamiento de pacientes con
hipertensión arterial, con tratamiento digitálico o beta-bloqueadores y mayores de
65 años de edad.

Una fórmula práctica para hallar la frecuencia cardíaca máxima de un individuo


será: 220 latidos menos su edad, mientras que la submáxima (85%) es: 190
latidos menos su edad.

Pulso de entrenamiento: es el pulso al cual debe llegar como máximo el paciente


varias veces durante la clase de ejercicios y mantenerlo durante un tiempo
determinado; sin excederse del mismo, pues puede peligrar la vida del paciente.
El pulso debe tomarse en 10 segundos, ya que en el ejercicio nos interesa
registrar la pulsación más alta que alcance el paciente, en los ejercicios más
intensos de su entrenamiento. Si el pulso lo tomamos en 15, 20 o 30 segundos,
los sujetos entrenados se recuperarán muy rápidos y no reflejarían realmente el
esfuerzo realizado por el paciente, además que muchos de estos pacientes se
encuentran betabloqueados con medicamentos como Atenolol, Propanolol y otros,
permitiendo que el mismo se recupere con mayor rapidez.

El pulso puede tomarse en cualquier arteria donde sea fácil de localizar.

La actividad física en la rehabilitación cardiaca no se puede aislar del pulso y es


por ello que con estos pacientes se debe trabajar en base al pulso de
entrenamiento, el que es determinado en la prueba ergométrica, como producto de
la siguiente fórmula:

(Karvonen). P. E. = (F. C. Máx. – F. C. Rep.) x (0.6- 0.8) + F. C. Rep.

 P. E- Pulso de entrenamiento
 F. C. Máx.- Frecuencia cardiaca máxima
 F. C. Rep.- Frecuencia cardiaca en reposo

Síntomas ante los que se suspende la actividad física.

1. Dolor precordial o que irradie a lugares típicos.


2. Disnea
3. Sudoración.
4. Frecuencia cardiaca en reposo muy alta o muy baja.
5. Presión arterial en reposo muy alta o muy baja.
6. Trastornos digestivos.
7. Cefalea.
8. Trastornos estomacales
9. Otras indisposiciones significativas.

Recomendaciones para los pacientes cardiópatas.

1. El ejercicio debe ser sistemático.


2. Los pacientes diabéticos deben ingerir una merienda ligera antes de comenzar
los ejercicios.
3. El ejercicio debe hacerse ante de las comidas o pasadas 3 horas de estas.
4. Se debe evitar cargar grandes pesos o empujarlos.
5. Con fiebre, gripe o cualquier otro síntoma debe suspenderse la actividad física.

FASES DEL PROGRAMA DE REHABILITACIÓN CARDIOVASCULAR


La actividad física de un programa de rehabilitación en pacientes que han sufrido
infarto del miocardio puede ser organizada en las siguientes fases:

1. Fase hospitalaria: comprende la estancia en la unidad de Cuidados


Intensivos, así como el resto de la estadía hospitalaria.

2. Fase de convalecencia: se inicia cuando el paciente es dado de alta del


hospital y se extiende hasta que el mismo se reincorpora a su trabajo y otras
actividades ordinarias sin síntomas importantes.

3. Fase de mantenimiento: comienza cuando finaliza la fase anterior y debe


mantenerse durante toda la vida del paciente. Debe considerarse aquí un total
reajuste e incorporación a su ambiente social y vocacional.

Fase hospitalaria: el programa de actividades en los pacientes que sufrieron IM


agudo no complicado, o sea, en ausencia de choque, insuficiencia cardíaca,
arritmia o angina no controlada, se iniciará en la misma unidad de cuidados
Intensivos y comprenderá un bajo nivel de actividades isotónicas, con movimientos
activos y pasivos de brazos y piernas, así como ligeros cambios de postura en la
cama. Podrán ingerir sus alimentos por sí mismos, lavarse las manos y la cara,
afeitarse, etc. El paciente debe estar bajo control por el monitoraje
electrocardiográfico constante y los registros periódicos de sus parámetros vitales.
Como pulso de acondicionamiento en esta etapa se recomienda: frecuencia
cardiaca basal + 15 lpm.

Cuando esta actividad no es debidamente tolerada el paciente puede presentar


alguno de los siguientes signos o síntomas:

1. Fatiga, cansancio o disnea inesperados.


2. Desarrollo o aumento de la angina.
3. Trastornos significativos del ritmo o la conducción cardíaca.
4. Aumento de la FC en más de 20 latidos por minuto sobre la frecuencia basal, o
su disminución en más de 10 latidos.
5. Disminución persistente o aumento marcado de la presión arterial.
6. Aumento del desplazamiento de tipo isquémico del segmento ST.
7. Si alguna de estas respuestas ocurre durante la actividad, debe indicarse
reposo absoluto hasta que sea reevaluado el estado del paciente y se revise el
plan de actividades que se desarrollará.

Una vez que el paciente es transferido hacia la Unidad de Cuidados Intermedio u


otra sala de hospitalización, y en ausencia de complicaciones, debe continuarse el
programa cuyos principales objetivos en esta etapa serán: La prevención de los
efectos indeseados, tanto fisiológicos como psicológicos, del reposo prolongado
en cama; reducir el tiempo de hospitalización e incrementar la capacidad física del
sujeto hasta un nivel dado que le permita la realización de algunas actividades en
el hogar una vez egresado del hospital.
En esta fase se le incluyen al paciente a largos períodos sentado en silla,
ejercicios rítmicos usando brazos, piernas y tronco, así como deambular lenta y
progresivamente por los corredores de la sala. Puede permitirse al final de esta
etapa la subida de quince a veinte escalones. Estas sesiones de ejercicios pueden
ser realizadas 1, 2 o más veces al día, con períodos intermedios de reposo y debe
evitarse que se lleven a cabo inmediatamente después de la ingestión de
alimentos.

Antes del alta hospitalaria deben ofrecérsele al paciente y a sus familiares


instrucciones acerca de algunas actividades particulares que deberán ser
realizadas o evitadas una vez que abandone el hospital y se abordarán tópicos
tales como la actividad sexual, uso de escaleras, levantar o cargar objetos
relativamente pesados, etc.

Fase de convalecencia: Comienza en el momento que el paciente es dado de


alta. Tiene una duración aproximada entre 8-12 semanas. Es una fase educativa
donde el paciente aprende a realizar los ejercicios, aprende a controlar los
factores de riesgo, aprende a tomarse el pulso de entrenamiento. Esta fase
determina su reincorporación laboral, se le incorpora al tratamiento psicológico y
termina con la incorporación laboral y social del sujeto dentro de la sociedad.

Los objetivos principales de un régimen de actividad durante esta fase son:

1. Aumentar gradualmente la frecuencia, duración e intensidad de la actividad, de


manera que de la 8va a la 12va. Semana después del IM no complicado el
paciente alcance un nivel de esfuerzo similar al que debe realizar cuando se
produzca su reincorporación al trabajo o las actividades ordinarias.
2. Proporcionar apoyo psicológico al paciente y a su familia con vistas a una
recuperación exitosa a largo plazo.

La mayoría de las actividades comunes de la vida diaria, así como las propias del
hogar pueden ser permitidas excepto lavado manual y tendido de ropas, frotar el
piso y otras actividades similares que requiera un esfuerzo vigoroso o prolongado
de los hombros y brazos; deben ser evitados los ejercicios isométricos en que
participen los miembros superiores como aquellos que impliquen cargar o empujar
objetos pesados.

Fase de mantenimiento: Comienza cuando termina la II fase y dura toda la vida,


después de mantener controlados sus factores de riesgo y mantener en
condiciones óptimas su capacidad funcional. Cuando su evolución ha sido
satisfactoria puede ser aplicado un programa más intenso de ejercicios con los
siguientes objetivos:

1. Disminuir los síntomas y signos de la enfermedad, tanto en reposo como en el


ejercicio.
2. Mejorar su capacidad de trabajo o aptitud física en relación con su actividad
laboral específica.
3. Reducir la frecuencia de reinfarto o muerte súbita.

El cumplimiento de tales objetivos depende de una serie de factores que implican


cambios hemodinámicos y psicológicos. Una vez que se alcance una capacidad
funcional deseable, debe considerarse un programa de ejercicios a largo plazo
que proporcione al paciente el mantenimiento de ésta y de su capacidad de
trabajo físico, acorde con sus actividades laborales y las que acostumbra a realizar
en su tiempo libre, también este programa lo ayudará en el mantenimiento del
peso corporal óptimo. Puede incluir sesiones de calistenia, caminatas, trote,
bicicleta, natación y otras actividades.

Importancia del ejercicio físico: de todos es conocido que la actividad física es


equivalente a salud, pues la misma pone en marcha todos los mecanismos
fisiológicos del organismo humano, mejora la circulación y el ritmo cardíaco,
logrando la disminución del esfuerzo para el resultado final de la misma,
contribuye a mantener y mejorar el metabolismo, a combatir algunas
enfermedades propias de la inactividad preferentemente y mantiene a la persona
en un óptimo estado psíquico. Muchos autores plantean que el ejercicio o la
actividad física reducen el proceso de envejecimiento, es decir, que el
decrecimiento funcional debido a la edad se produce con mayor lentitud,
prolongando la vida de las personas y haciéndolas más capaces y felices.

Además, en los últimos años, el entrenamiento mediante ejercicios físicos se está


utilizando cada vez más, como una forma de prevención y tratamiento de la
cardiopatía isquémica porque el mismo puede mejorar la función cardiovascular,
actuar favorablemente sobre algunos factores de riesgo coronario y disminuir la
incidencia de infarto cardíaco.

Efecto negativo del reposo prolongado

En 1944 Levine plantea por primera vez los efectos dañinos del reposo
prolongado en posición supina en algunas enfermedades cardíacas, y señaló a la
vez, cómo la posición vertical del paciente disminuía el retorno venoso y, por lo
tanto, el trabajo cardíaco.
.
En la década de los años cincuenta, se crean las unidades especiales para
tratamiento de pacientes con infarto miocárdico (IM), que permitieron la evaluación
de la capacidad funcional residual del miocardio a pocas semanas después del
episodio agudo. Como consecuencia se fue desarrollando de forma paulatina el
concepto de movilización temprana de estos pacientes, hasta que en 1960 fue
ampliamente aceptado, junto con la prescripción del entrenamiento físico por la
comprobación de sus efectos beneficiosos.

Técnicas de relajación
El empleo de técnicas de relajación en estos pacientes, adquiere gran importancia
debido a que los mismos pueden encontrarse bajo ciertos estados emocionales
que perjudicarían el proceso de recuperación, en muchas personas existe un
temor muy fuerte a la práctica de ejercicios después de haber sufrido IM, lo que
pudiera perjudicar el proceso de rehabilitación, por tanto, las técnicas de relajación
resultan eficaces en estos pacientes.
Ejemplo de ejercicios de calistenia para la Fase de mantenimiento

No Posición inicial del ejercicio Ejecución


1 Piernas al ancho de los hombros, Flexión del cuello al frente y atrás
manos en la cintura, vista al frente
2 Igual a la anterior Rotación del cuello derecha e izquierda
3 Igual a la anterior Circunducción del cuello(de derecha a
izquierda)
4 Piernas al ancho de los hombros, Elevación de los brazos por el frente
manos al lado del cuerpo, vista al arriba(inspirando), bajarlos lateralmente a la
frente posición inicial(espirando)
5 Piernas a la anchura de los hombros, Circunducción de los hombros al frente
manos en los hombros, vista al frente
6 Igual a la del ejercicio 4 Flexión lateral del tronco, con brazos
homólogos a la flexión al lado del cuerpo y
el otro a la axila(inspirando), regresar a la
posición inicial (espirando)
7 Igual a la de los ejercicios 1, 2 y 3 Circunducción de caderas de derecha a
izquierda
8 Igual a la anterior Circunducción del tronco de derecha a
izquierda
9 Decúbito supino, manos en el Respiración diafragmática
abdomen, piernas semiflexionadas
10 Piernas a la anchura de los hombros, Elevación en punta de pies(inspirando),
brazos extendidos al frente con volver a la posición inicial(espirando)
apoyo de las manos en la espaldera
11 Igual a la anterior Cuclillas
12 Igual a la del ejercicio 1 Inclinación atrás del tronco(inspirando),
volver a la posición inicial(espirando)
13 Igual a la del ejercicio 1 Extensión de un brazo al frente, llevándolo al
lado y atrás con movimiento de rotación del
tronco, vista a la mano(inspirando),
regresara la posición
inicial(espirando).Alternar
14 Igual ala del ejercicio 4 Elevación del cuerpo en puntas de pie con
extensión de brazos al frente(inspirando,
regresar a la posición inicial(espirando)
15 Igual a la del ejercicio 1 Asalto lateral. Alternando
16 De lado a la espaldera, con apoyo del Con el pie extendido, Circunducción de los
brezo más cercano pies ( hacia ambos lados)
17 Posición en marcha Trote

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