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Por aplicación del principio de legalidad de las formas, se han establecido

numerosas disposiciones para el desarrollo de las actuaciones en particular


(lugar, tiempo y forma de los actos). En este marco, la competencia obliga a
individualizar las actuaciones, precisando sus reglas. Dicho ello, y atento a que
la cuestión a resolver versa sobre la competencia, siguiendo a Lino Palacio
podemos definir a la misma como “la capacidad o aptitud que la ley reconoce a
cada órgano o conjunto de órganos judiciales para ejercer sus funciones con
respecto a una determinada categoría de asuntos o durante una determinada
etapa del proceso”. Consecuentemente, si la unidad jurisdiccional a la cual se
recurre carece de tal capacidad o aptitud, estará inhabilitada para emitir un
pronunciamiento sobre el fondo del asunto (cfrme, Aut. Cit. En “Derecho
Procesal Civil” T.II; Ed. Abeledo Perrot. Páginas 366/367). A su vez,
la competencia puede clasificarse a partir de distintos criterios, pero,
esencialmente podemos reconocer el territorial, el objetivo y el funcional. De allí
que se atribuya competencia a distintos órganos jurisdiccionales en razón de la
materia, del valor y del territorio. En cuanto a la competencia en razón del
territorio (que es el aspecto que aquí interesa), esta tiene por fin esencial,
asegurar y facilitar el acceso a la justicia y la actuación procesal de las partes, y
de este modo satisfacer -en última instancia- las garantías de tutela judicial
efectiva y debido proceso legal, garantías estas plasmadas en el art. 18 de la
Constitución Nacional, además de los arts. 10 de la Declaración Universal de
Derechos Humanos, 2.1 del PIDESC, 18 de la Declaración Americana de los
Derechos y Deberes del Hombre, 8 y 25 de la Convención Americana de
Derechos Humanos y art. 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos. CAMARA CIVIL EN FAMILIA Y SUCESIONES - Sala 1 S/ DIVORCIO Nro. Expte: 1450/18
Nro. Sent: 54 Fecha Sentencia 07/03/2019

La atribución de la competencia por ley evita todo tipo de especulaciones de las


partes con respecto a quién ha de ser el juez competente. Este artículo alude
expresamente a la necesidad de tribunales establecidos conforme a leyes
preexistentes y extiende la aplicación de esta garantía a otros juicios que no
sean de la órbita penal. En efecto, el artículo 8 que se titula “Garantías
Judiciales”, en el inciso 1° dispone: “Toda persona tiene derecho a ser oída,
con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente,…o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden
civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter” (el destacado es nuestro). El fin
de la norma -callado por los redactores de la Convención- es asegurar a los
justiciables la intervención de una justicia imparcial. La garantía del juez natural
contiene dos prohibiciones. Por un lado, esta garantía impide que se creen
comisiones especiales. Por otro lado, y en punto a lo que aquí interesa, la
garantía del juez natural, prohíbe que se altere la competencia del tribunal que
es atribuida por la ley. Entonces, la competencia es entendida como el conjunto
de facultades y atribuciones conferidas por el ordenamiento jurídico a un
órgano estatal para el cumplimiento de sus funciones, y constituye un requisito
esencial de toda decisión, siendo una garantía del debido proceso cuando
aquella puede afectar el derecho de las personas.- DRES.: VALDERRABANO
DE CASAS – ROJAS CAMARA CIVIL EN FAMILIA Y SUCESIONES - Sala 1
S/ DIVORCIO Nro. Expte: 1450/18 Nro. Sent: 54 Fecha
Sentencia 07/03/2019

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA - Corte


S/ REIVINDICACION
Nro. Sent: 186 Fecha Sentencia 09/03/2017

 Sumario

COMPETENCIA: CONFLICTO NEGATIVO DE COMPETENCIA. REIVINDICACION. INMUEBLE


UBICADO EN LA LOCALIDAD DE TAFI DEL VALLE. COMPETENCIA TERRITORIAL DEL CENTRO
JUDICIAL CONCEPCION.
Esta Corte, en anterior y parcialmente disímil composición, sostuvo
un criterio diverso (CSJT Sent. Nº 809 del 21/8/2009), que en la presente causa devino el sustento de la
declinación efectuada por el juez del Centro Judicial de Concepción y de lo dictaminado por el Ministerio
Público. Sin embargo, lo decidido por este Tribunal en dicha oportunidad se motivó en que la anterior
redacción del art. 10 LOPJ (Ley Nº 6238 y modificatorias), establecía que al Departamento Famaillá
(léase en este caso Tafí del Valle), correspondía la jurisdicción asignada al Centro Judicial de Monteros
(Ley nº 6719), y dado que a la fecha no se había establecido allí el Juzgado de Familia (léase en este
caso Civil y Comercial), resultaba competente territorialmente el Centro Judicial Capital atento a la
asignación territorial realizada por el Art. 10, punto I del texto original de la LOPJ. En la actualidad, el texto
consolidado de la Ley Nº 6238 (LOPJ), se limita a establecer en su art. 10 (División Territorial), que el
territorio de la Provincia se divide a los fines del servicio de justicia en tres Centros Judiciales: el Centro
Judicial Capital; el Centro Judicial Concepción y el Centro Judicial Monteros. Y que las excepciones al
principio de la división territorial la constituyen las órdenes de detención, allanamiento y comunicaciones
entre Tribunales dispuestas por las autoridades competentes en el proceso penal, correspondiendo a la
Corte Suprema de Justicia establecer los alcances de las mismas. Pero como fue ya advertido en los
considerandos precedentes, es recién en su art. 90 (sustituido por la Ley Nº 8317 -BO: 12/07/2010- y por
la Ley Nº 8406 -BO: 14/04/2011-), que la LOPJ regula los reemplazos al prescribir que: “En caso de
vacancia, impedimento, recusación o inhibición, los jueces de Instrucción, de Menores, Civil y Comercial
Común, Civil en Documentos y Locaciones, Civil en Familia y Sucesiones, de Conciliación y Trámite
Laboral, Fiscales de Instrucción, Fiscales en lo Civil, Comercial y Laboral, del Centro Judicial de
Monteros, serán suplidos por un juez o funcionario de la misma competencia material del Centro Judicial
de Concepción…”. 6.- Por resultar de aplicación la disposición citada en último término, corresponde
dirimir el presente conflicto y atribuir la competencia territorial para continuar el presente juicio al fuero en
lo Civil y Comercial Común del Centro Judicial Concepción. DRES.: GANDUR – GOANE – ESTOFAN –
SBDAR – POSSE.

Registro: 00047350-01

COMPETENCIA: CONFLICTO NEGATIVO DE COMPETENCIA. DIVORCIO VINCULAR POR


PRESENTACION CONJUNTA. ULTIMO DOMICILIO CONYUGAL EN FAMAILLA.
Viene a conocimiento y resolución de esta Corte el conflicto negativo
de competencia surgido entre el Juzgado Civil en Familia y Sucesiones de la IIª Nominación del Centro
Judicial Concepción y el Juzgado Civil en Familia y Sucesiones de la Iª Nominación del Centro Judicial
Capital. Ambas juezas se declararon incompetentes para entender en el presente juicio de divorcio
vincular por presentación conjunta, y se dispuso elevar los autos para que esta Corte resuelva la cuestión,
según la facultad asignada por el artículo 50 inciso 1° apartado b) de la ley 6238. Por los fundamentos
expuestos por la Sra. Fiscal subrogante, en representación del Ministerio Fiscal, en su dictamen del
23/6/2009, que esta Corte comparte y tiene por reproducido, corresponde declarar la competencia del
Juzgado Civil en Familia y Sucesiones de la Iª Nominación del Centro Judicial Capital. DRES.:GANDUR-
GOANE-BRITO-ESTOFAN-SBDAR. DEL DICTAMEN DEL MINISTERIO PUBLICO FISCAL: II. Debe
señalarse que el artículo 227 del Código Civil (ley 23.515) indica que las pretensiones de separación
personal o divorcio vincular deberán deducirse ante el juez del último domicilio conyugal efectivo o, a
opción del actor ante el del domicilio del cónyuge demandado, norma que resulta aplicable también para
el divorcio o separación personal por presentación conjunta. Por último domicilio efectivo, habrá de
entenderse el último domicilio en el cual los cónyuges hubiesen vivido de consumo, tal cual lo establece el
art. 162, primera parte, del Código Civil, o lo que es lo mismo, el último que tenían los esposos al tiempo
de la separación. En autos tanto el domicilio de la actora como del accionado se encuentra en Famaillá, lo
que surge del tenor de la demanda y de la documentación agregada en autos. Si bien no lo consignan
expresamente, también surgiría del relato del escrito introductorio que el último domicilio conyugal sería
en la ciudad de Famaillá. Siendo así la competencia es del órgano jurisdiccional con jurisdicción en la
ciudad mencionada. Por otra parte cabe destacar que por no tratarse el divorcio o la separación personal
de un asunto exclusivamente patrimonial, la atribución de competencia, en materia de Divorcio es de
Orden Público, y en consecuencia no cabe apartarse de la regla atributiva de competencia del mentado
art. 227 del C.C. no estando facultado ni las partes ni el órgano jurisdiccional a prorrogar dicha
competencia. III. En consecuencia resultan competentes para entender en este juicio los tribunales del
centro judicial de la capital atento a que el artículo 10 de la LOPJ (6238 y modificatorias) establecen que
el Departamento Famaillá, corresponde a la jurisdicción asignada al Centro Judicial de Monteros (Ley nº
6719), anotándose que a la fecha no se ha establecido allí el Juzgado de Familia, por lo que resulta
competente territorialmente, respecto a la materia objeto de la presente demanda, el Centro Judicial
Capital atento a la asignación territorial realizada por el Art. 10, punto I del texto original de la LOPJ nº
6238.

La inhibición de la unidad jurisdiccional que entendió inicialmente en el proceso


o la radicación originaria de un proceso cuyas normas de atribución de
competencia relativas al domicilio de las partes se sitúan en los departamentos
de Leales y Burruyacú, sin que se haya dado el presupuesto objetivo de la
designación de magistrados conforme el Art 2 de la citada ley, constituye un
incumplimiento arbitrario y carente de fundamentos fácticos, que vulnera
aspectos procesales y sustanciales de las relaciones jurídicas traídas a
conocimiento, y supone la creación fáctica de un tribunal de excepción en
cabeza de este Juzgado, apartándose de forma cabal del espíritu de una ley
que prevee 2 Juzgados de Familia para esta zona geo-demografica.

En otro orden de ideas, el deber convencional y constitucional de brindar


acceso a la justicia y tutela Judicial efectiva a las partes que "peticionan a las
autoridades" (Art 14 CN), tiene una vinculación directa con la organización de
los tribunales, demandando la complejidad de los fenómenos actuales la
división en competencias y la creación y funcionamiento de estructuras
organizativas capaces de brindar una respuesta adecuada a los requerimientos
de las problemáticas sociales actuales.
En este sentido y en concordancia con la ley de creación del centro Judicial del
este, la existencia de una sola unidad jurisdiccional especializada en familia y
sucesiones con entendimiento en el abordaje de procesos de violencia familiar
y doméstica, para un conjunto demográfico de más de 400000 habitantes,
constituye una falta y una mora, que en su plano administrativo vulnera la real
posibilidad de acceso a la justicia de las personas que pudieran o ya están
involucradas en relaciones jurídicas derivadas del derecho de familia, de
sucesiones y de situaciones de violencia familiar y doméstica.

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