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1) El documento discute la competencia territorial de los tribunales en diferentes casos relacionados con divorcios y reivindicaciones de propiedad. 2) Explica que la competencia se basa en la última residencia conyugal registrada para casos de divorcio, y la ubicación del inmueble para casos de reivindicación. 3) También analiza conflictos entre tribunales sobre cuál corte es competente y cómo estos conflictos deben resolverse de acuerdo a la ley.
1) El documento discute la competencia territorial de los tribunales en diferentes casos relacionados con divorcios y reivindicaciones de propiedad. 2) Explica que la competencia se basa en la última residencia conyugal registrada para casos de divorcio, y la ubicación del inmueble para casos de reivindicación. 3) También analiza conflictos entre tribunales sobre cuál corte es competente y cómo estos conflictos deben resolverse de acuerdo a la ley.
1) El documento discute la competencia territorial de los tribunales en diferentes casos relacionados con divorcios y reivindicaciones de propiedad. 2) Explica que la competencia se basa en la última residencia conyugal registrada para casos de divorcio, y la ubicación del inmueble para casos de reivindicación. 3) También analiza conflictos entre tribunales sobre cuál corte es competente y cómo estos conflictos deben resolverse de acuerdo a la ley.
Por aplicación del principio de legalidad de las formas, se han establecido
numerosas disposiciones para el desarrollo de las actuaciones en particular
(lugar, tiempo y forma de los actos). En este marco, la competencia obliga a individualizar las actuaciones, precisando sus reglas. Dicho ello, y atento a que la cuestión a resolver versa sobre la competencia, siguiendo a Lino Palacio podemos definir a la misma como “la capacidad o aptitud que la ley reconoce a cada órgano o conjunto de órganos judiciales para ejercer sus funciones con respecto a una determinada categoría de asuntos o durante una determinada etapa del proceso”. Consecuentemente, si la unidad jurisdiccional a la cual se recurre carece de tal capacidad o aptitud, estará inhabilitada para emitir un pronunciamiento sobre el fondo del asunto (cfrme, Aut. Cit. En “Derecho Procesal Civil” T.II; Ed. Abeledo Perrot. Páginas 366/367). A su vez, la competencia puede clasificarse a partir de distintos criterios, pero, esencialmente podemos reconocer el territorial, el objetivo y el funcional. De allí que se atribuya competencia a distintos órganos jurisdiccionales en razón de la materia, del valor y del territorio. En cuanto a la competencia en razón del territorio (que es el aspecto que aquí interesa), esta tiene por fin esencial, asegurar y facilitar el acceso a la justicia y la actuación procesal de las partes, y de este modo satisfacer -en última instancia- las garantías de tutela judicial efectiva y debido proceso legal, garantías estas plasmadas en el art. 18 de la Constitución Nacional, además de los arts. 10 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, 2.1 del PIDESC, 18 de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, 8 y 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos y art. 14 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. CAMARA CIVIL EN FAMILIA Y SUCESIONES - Sala 1 S/ DIVORCIO Nro. Expte: 1450/18 Nro. Sent: 54 Fecha Sentencia 07/03/2019
La atribución de la competencia por ley evita todo tipo de especulaciones de las
partes con respecto a quién ha de ser el juez competente. Este artículo alude expresamente a la necesidad de tribunales establecidos conforme a leyes preexistentes y extiende la aplicación de esta garantía a otros juicios que no sean de la órbita penal. En efecto, el artículo 8 que se titula “Garantías Judiciales”, en el inciso 1° dispone: “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente,…o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o de cualquier otro carácter” (el destacado es nuestro). El fin de la norma -callado por los redactores de la Convención- es asegurar a los justiciables la intervención de una justicia imparcial. La garantía del juez natural contiene dos prohibiciones. Por un lado, esta garantía impide que se creen comisiones especiales. Por otro lado, y en punto a lo que aquí interesa, la garantía del juez natural, prohíbe que se altere la competencia del tribunal que es atribuida por la ley. Entonces, la competencia es entendida como el conjunto de facultades y atribuciones conferidas por el ordenamiento jurídico a un órgano estatal para el cumplimiento de sus funciones, y constituye un requisito esencial de toda decisión, siendo una garantía del debido proceso cuando aquella puede afectar el derecho de las personas.- DRES.: VALDERRABANO DE CASAS – ROJAS CAMARA CIVIL EN FAMILIA Y SUCESIONES - Sala 1 S/ DIVORCIO Nro. Expte: 1450/18 Nro. Sent: 54 Fecha Sentencia 07/03/2019
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA - Corte
S/ REIVINDICACION Nro. Sent: 186 Fecha Sentencia 09/03/2017
Sumario
COMPETENCIA: CONFLICTO NEGATIVO DE COMPETENCIA. REIVINDICACION. INMUEBLE
UBICADO EN LA LOCALIDAD DE TAFI DEL VALLE. COMPETENCIA TERRITORIAL DEL CENTRO JUDICIAL CONCEPCION. Esta Corte, en anterior y parcialmente disímil composición, sostuvo un criterio diverso (CSJT Sent. Nº 809 del 21/8/2009), que en la presente causa devino el sustento de la declinación efectuada por el juez del Centro Judicial de Concepción y de lo dictaminado por el Ministerio Público. Sin embargo, lo decidido por este Tribunal en dicha oportunidad se motivó en que la anterior redacción del art. 10 LOPJ (Ley Nº 6238 y modificatorias), establecía que al Departamento Famaillá (léase en este caso Tafí del Valle), correspondía la jurisdicción asignada al Centro Judicial de Monteros (Ley nº 6719), y dado que a la fecha no se había establecido allí el Juzgado de Familia (léase en este caso Civil y Comercial), resultaba competente territorialmente el Centro Judicial Capital atento a la asignación territorial realizada por el Art. 10, punto I del texto original de la LOPJ. En la actualidad, el texto consolidado de la Ley Nº 6238 (LOPJ), se limita a establecer en su art. 10 (División Territorial), que el territorio de la Provincia se divide a los fines del servicio de justicia en tres Centros Judiciales: el Centro Judicial Capital; el Centro Judicial Concepción y el Centro Judicial Monteros. Y que las excepciones al principio de la división territorial la constituyen las órdenes de detención, allanamiento y comunicaciones entre Tribunales dispuestas por las autoridades competentes en el proceso penal, correspondiendo a la Corte Suprema de Justicia establecer los alcances de las mismas. Pero como fue ya advertido en los considerandos precedentes, es recién en su art. 90 (sustituido por la Ley Nº 8317 -BO: 12/07/2010- y por la Ley Nº 8406 -BO: 14/04/2011-), que la LOPJ regula los reemplazos al prescribir que: “En caso de vacancia, impedimento, recusación o inhibición, los jueces de Instrucción, de Menores, Civil y Comercial Común, Civil en Documentos y Locaciones, Civil en Familia y Sucesiones, de Conciliación y Trámite Laboral, Fiscales de Instrucción, Fiscales en lo Civil, Comercial y Laboral, del Centro Judicial de Monteros, serán suplidos por un juez o funcionario de la misma competencia material del Centro Judicial de Concepción…”. 6.- Por resultar de aplicación la disposición citada en último término, corresponde dirimir el presente conflicto y atribuir la competencia territorial para continuar el presente juicio al fuero en lo Civil y Comercial Común del Centro Judicial Concepción. DRES.: GANDUR – GOANE – ESTOFAN – SBDAR – POSSE.
Registro: 00047350-01
COMPETENCIA: CONFLICTO NEGATIVO DE COMPETENCIA. DIVORCIO VINCULAR POR
PRESENTACION CONJUNTA. ULTIMO DOMICILIO CONYUGAL EN FAMAILLA. Viene a conocimiento y resolución de esta Corte el conflicto negativo de competencia surgido entre el Juzgado Civil en Familia y Sucesiones de la IIª Nominación del Centro Judicial Concepción y el Juzgado Civil en Familia y Sucesiones de la Iª Nominación del Centro Judicial Capital. Ambas juezas se declararon incompetentes para entender en el presente juicio de divorcio vincular por presentación conjunta, y se dispuso elevar los autos para que esta Corte resuelva la cuestión, según la facultad asignada por el artículo 50 inciso 1° apartado b) de la ley 6238. Por los fundamentos expuestos por la Sra. Fiscal subrogante, en representación del Ministerio Fiscal, en su dictamen del 23/6/2009, que esta Corte comparte y tiene por reproducido, corresponde declarar la competencia del Juzgado Civil en Familia y Sucesiones de la Iª Nominación del Centro Judicial Capital. DRES.:GANDUR- GOANE-BRITO-ESTOFAN-SBDAR. DEL DICTAMEN DEL MINISTERIO PUBLICO FISCAL: II. Debe señalarse que el artículo 227 del Código Civil (ley 23.515) indica que las pretensiones de separación personal o divorcio vincular deberán deducirse ante el juez del último domicilio conyugal efectivo o, a opción del actor ante el del domicilio del cónyuge demandado, norma que resulta aplicable también para el divorcio o separación personal por presentación conjunta. Por último domicilio efectivo, habrá de entenderse el último domicilio en el cual los cónyuges hubiesen vivido de consumo, tal cual lo establece el art. 162, primera parte, del Código Civil, o lo que es lo mismo, el último que tenían los esposos al tiempo de la separación. En autos tanto el domicilio de la actora como del accionado se encuentra en Famaillá, lo que surge del tenor de la demanda y de la documentación agregada en autos. Si bien no lo consignan expresamente, también surgiría del relato del escrito introductorio que el último domicilio conyugal sería en la ciudad de Famaillá. Siendo así la competencia es del órgano jurisdiccional con jurisdicción en la ciudad mencionada. Por otra parte cabe destacar que por no tratarse el divorcio o la separación personal de un asunto exclusivamente patrimonial, la atribución de competencia, en materia de Divorcio es de Orden Público, y en consecuencia no cabe apartarse de la regla atributiva de competencia del mentado art. 227 del C.C. no estando facultado ni las partes ni el órgano jurisdiccional a prorrogar dicha competencia. III. En consecuencia resultan competentes para entender en este juicio los tribunales del centro judicial de la capital atento a que el artículo 10 de la LOPJ (6238 y modificatorias) establecen que el Departamento Famaillá, corresponde a la jurisdicción asignada al Centro Judicial de Monteros (Ley nº 6719), anotándose que a la fecha no se ha establecido allí el Juzgado de Familia, por lo que resulta competente territorialmente, respecto a la materia objeto de la presente demanda, el Centro Judicial Capital atento a la asignación territorial realizada por el Art. 10, punto I del texto original de la LOPJ nº 6238.
La inhibición de la unidad jurisdiccional que entendió inicialmente en el proceso
o la radicación originaria de un proceso cuyas normas de atribución de competencia relativas al domicilio de las partes se sitúan en los departamentos de Leales y Burruyacú, sin que se haya dado el presupuesto objetivo de la designación de magistrados conforme el Art 2 de la citada ley, constituye un incumplimiento arbitrario y carente de fundamentos fácticos, que vulnera aspectos procesales y sustanciales de las relaciones jurídicas traídas a conocimiento, y supone la creación fáctica de un tribunal de excepción en cabeza de este Juzgado, apartándose de forma cabal del espíritu de una ley que prevee 2 Juzgados de Familia para esta zona geo-demografica.
En otro orden de ideas, el deber convencional y constitucional de brindar
acceso a la justicia y tutela Judicial efectiva a las partes que "peticionan a las autoridades" (Art 14 CN), tiene una vinculación directa con la organización de los tribunales, demandando la complejidad de los fenómenos actuales la división en competencias y la creación y funcionamiento de estructuras organizativas capaces de brindar una respuesta adecuada a los requerimientos de las problemáticas sociales actuales. En este sentido y en concordancia con la ley de creación del centro Judicial del este, la existencia de una sola unidad jurisdiccional especializada en familia y sucesiones con entendimiento en el abordaje de procesos de violencia familiar y doméstica, para un conjunto demográfico de más de 400000 habitantes, constituye una falta y una mora, que en su plano administrativo vulnera la real posibilidad de acceso a la justicia de las personas que pudieran o ya están involucradas en relaciones jurídicas derivadas del derecho de familia, de sucesiones y de situaciones de violencia familiar y doméstica.