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AFIP C/ NEUQUEN, PROVINCIA DEL s/ ejecución

fiscal.
JUICIO ORIGINARIO
S.C., A.373, L.XLII.-

Procuración General de la Nación

S u p r e m a C o r t e :

-I-
La Administración Federal de Ingresos Públicos -Di-
rección General Impositiva- promovió ejecución fiscal contra
la Provincia del Neuquén -Dirección Administrativa de la Sub-
secretaría de Salud- (órgano que integra la administración
central de la Provincia), ante el Juzgado Federal N1 1 de dicho
Estado local, a fin de obtener el pago de una suma de dinero,
en concepto de impuesto a las ganancias, que surge del
certificado de deuda n1 703/20704/01/2005, obrante a fs. 1.
Fundó su pretensión en los arts. 92, 96 y 97 de la
ley nacional 11.683 (t.o. en 1998 y sus modificaciones) y,
supletoriamente, en las disposiciones del Código Procesal
Civil y Comercial de la Nación.
Solicitó que se libren oficios a todas las entidades
financieras del sistema para que informen si la demandada
resulta titular o co-titular de cajas de seguridad (COM. "A"
3970 y "A" 4096 - BCRA) y que se disponga el embargo general
de fondos y valores de la ejecutada por el monto que se re-
clama (art. 92, párrafo undécimo, de la ley 11.683).
A fs. 8, el Juez federal declaró su incompetencia,
de conformidad con el dictamen del Fiscal (fs. 7), por enten-
der que la causa debe tramitar ante la Corte Suprema de Jus-
ticia de la Nación en instancia originaria, al ser partes una
provincia y el Estado Nacional.
A fs. 14, se corre vista, por la competencia, a
este Ministerio Público.

-II-
A mi modo de ver, en atención a la naturaleza de las
partes que han de intervenir en el pleito, éste corresponde a

-1-
la competencia originaria de V.E. ratione personae.
En efecto, toda vez que la Provincia del Neuquén -a
quien se le asigna la competencia originaria de la Corte, de
conformidad con el art. 117 de la Ley Fundamental- es deman-
dada por una entidad nacional (AFIP - DGI) -quien tiene dere-
cho al fuero federal, según lo dispuesto en el art. 116 de la
Constitución Nacional-, entiendo que la única forma de conci-
liar ambas prerrogativas jurisdiccionales es sustanciando la
acción en esta instancia (Fallos: 327:2188, entre otros).

-III-
Por otra parte, considero oportuno expedirme aquí
sobre la declaración de incompetencia efectuada por el Juez
federal, a raíz de lo dispuesto por V.E., recientemente, en la
causa O. 393, XLI, Originario, "Ontivero, Ariel Adolfo c/
Buenos Aires, Provincia de y otros s/ medidas preliminares y
de prueba anticipada", sentencia del 21 de febrero de 2006, en
la que estimó "prematura" tal decisión, con fundamento en que
su competencia originaria ratione personae es prorrogable,
salvo que comparezca a juicio el Estado local y requiera
expresamente litigar ante dicha instancia.
Al respecto, es dable recordar que si bien esta
doctrina fue invocada en el precedente Comp. 528, XXXI,
"Distribuidora Química S.A. c/ Subsecretaría de Puertos y Vías
Navegables - P.E.N.- y otros s/ amparo ley 16.986", sentencia
del 26 de diciembre de 1995, en forma aislada, a partir de la
sentencia in re "Ontivero" el Tribunal la ha venido aplicando
de manera constante y reiterada.
Por tal motivo, este Ministerio Público, en cumpli-
miento de sus deberes legales, debe examinar si resulta cons-
titucionalmente válida dicha doctrina judicial, a cuyo fin es
preciso establecer cuál es el contenido de la palabra "exclu-

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siva" que emplea el constituyente en el art. 117 de la Ley


Fundamental, término que ha suscitado variados debates.
Sabemos que el antecedente inmediato del art. 117 es
el párrafo 21 de la Sección 21 del art. III de la Constitución
de los Estados Unidos, pero también que nuestro artículo se
diferencia respecto de aquélla en cuanto caracteriza la
jurisdicción como "originaria y exclusiva" mientras que la
norteamericana sólo dispone que es "originaria".
Fue Gondra quien, al comparar el texto de la Cons-
titución de la Nación Argentina de 1853 con los de las cons-
tituciones anteriores de 1826 y 1819, advirtió que de ellos
proviene la palabra en cuestión e interpretó que, como se
trata de un sistema unitario de gobierno en el que existe un
solo Poder Judicial para todo el territorio de la República,
resulta indudable que la expresión "exclusiva" no pudo refe-
rirse a una justicia inexistente, sino que fue establecida con
respecto a los otros poderes del gobierno, es decir, para
prevenir que el Poder Ejecutivo o el Legislativo pudieran
intervenir en las diferencias que se suscitasen entre las
provincias (Gondra, Jorge, "Jurisdicción Federal", Edición de
la Revista de Jurisprudencia Argentina, Buenos Aires, pp.
367/369).
No obstante, cabe señalar que la expresión "exclu-
siva" ha sido delineada por el Tribunal en la causa "Telecor
S.A.C. e I. V. Provincia de Catamarca" (1988), publicada en
Fallos: 311:1812, con un contenido diferente, puesto que por
exclusiva debe entenderse que "tal jurisdicción no es prorro-
gable a los restantes tribunales federales", aceptándose su
prórroga sólo a favor de los jueces provinciales, tal como lo
prevé el art. 12, inc. 41, de la ley 48.
En efecto, se debe poner de resalto que, por mandato
constitucional expreso, las provincias sólo "pueden" y "deben"

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ser demandadas, en la "jurisdicción federal" diagramada por
los arts. 116 y 117, ante la Corte Suprema de Justicia, en
única instancia, ya sea que ésta proceda por las personas o
por la materia.
De ello se desprende que cuando la causa no corres-
ponde a la jurisdicción federal -o sea, cuando se rige por el
Derecho Público local o por el derecho común y no existe dis-
tinta vecindad o extranjería-, las provincias deben ser de-
mandadas ante sus propios jueces, ya que, según los arts. 121,
siguientes y concordantes de la Ley Fundamental, dicha
facultad no ha sido delegada al Gobierno federal.
Bajo esa interpretación constitucional debe com-
prenderse también la situación prevista en el art. 12, inc. 41,
de la ley 48, que permite al extranjero y al vecino de una
provincia, en las causas regidas por el derecho común,
prorrogar la competencia federal -toda vez que en estos casos
procede ratione personae- a favor de los propios jueces pro-
vinciales, pues estos son tribunales ante los que pueden ser
demandadas las provincias de conformidad con los arts. 121,
siguientes y concordantes de la Constitución Nacional.
Además, el ejercicio de esa jurisdicción no resulta
incompatible con el carácter exclusivo de la competencia ori-
ginaria -a diferencia del caso en examen-, toda vez que ese
inciso tiene su fundamento en el art. 75, inc. 12, de la
Constitución Nacional, que establece que en las causas regidas
por el derecho común la jurisdicción federal y la jurisdicción
local serán concurrentes, y respecto de él hace expresa
reserva el propio art. 116 de la Ley Fundamental cuando
determina la competencia federal (Fallos: 90:97).
No obstante, la Corte a partir del precedente "Fe-
liciano Reinaldo Flores y otra c/ Provincia de Buenos Aires y
otra" (1992), publicado en Fallos: 315:2157, aceptó, de

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Procuración General de la Nación

acuerdo con el dictamen del entonces Procurador General de la


Nación, que el privilegio constitucional asignado exclusiva-
mente a las provincias de ser juzgadas ante la Corte puede ser
prorrogado por ellas en favor de los jueces federales de
primera instancia, ya sea en forma expresa o tácita, solamente
cuando la competencia corresponda ratione personae, esto es,
siempre que no existan "razones institucionales o federales, o
conflicto entre la Nación y la provincia, que obliguen a
aplicar un principio de interpretación restrictiva, como el
que surge del art. 117 de la Constitución Nacional".
En consecuencia, resulta razonable concluir en que,
a partir de dicho precedente, la competencia originaria ra-
tione materiae es absoluta, es decir, cuando es parte una
provincia y la materia del pleito reviste carácter federal, y
la competencia originaria ratione personae es relativa, esto
es, cuando es parte una provincia y también lo es 1) un ve-
cino de extraña jurisdicción territorial o un ciudadano, o
súbdito extranjero, en una causa civil; 2) el Estado Nacional
o una entidad autárquica nacional; 3) otra u otras provincias;
y 4) un Estado extranjero.
Ello implica que la Corte ha aplicado a su compe-
tencia originaria idénticas reglas que a la competencia fede-
ral (así, cuando la competencia federal resulta en razón de la
materia, es excepcional, por haber sido delegada por las
provincias al Gobierno Federal, en cambio, cuando lo es en
razón de las personas es prorrogable -expresa o tácitamente-,
toda vez que en estos casos es concurrente y obedece primor-
dialmente al interés exclusivo de los litigantes -en el caso,
de las provincias-, pudiendo éstos renunciarla), sin con-
siderar, a mi juicio, el término "exclusiva" contenido en el
art. 117 de la Constitución Nacional.
Si bien ese criterio jurisprudencial importa una

-5-
mutación constitucional que no condice con la voluntad mani-
festada expresamente por el constituyente, la situación se
agrava en la causa "Ontivero", puesto que tal precedente con-
vierte en una "regla" lo que in re "Flores" es una "excepción"
no prevista en la ley ni en la Constitución.
En tales circunstancias, entiendo que resulta nece-
sario reformular la doctrina elaborada sobre la prórroga de la
competencia originaria de la Corte, en razón de las conse-
cuencias procesales y jurídicas que de ella se derivan, a fin
de seguir manteniendo su validez en los casos en que sea pro-
cedente.
A tal fin, debemos compatibilizar el instituto de la
"prórroga" con los principios constitucionales anteriormente
expuestos y con las reglas que en materia de competencia
establece el Código Procesal Civil y Comercial de la Nación
(vgr. los arts. 21, 41 y 352).
En relación con la declaración de incompetencia, el
Código de rito exige al actor la carga de interponer la de-
manda ante juez competente (art. 41) y, en caso de no serlo
-según la exposición de los hechos que aquél efectúe en su
demanda-, la obligación del magistrado ante quien se deduce de
inhibirse "de oficio" en la primera oportunidad, esto es, en
el momento de su presentación (arts. 41 y 352).
En cuanto a la aserción de la Corte en Fallos:
319:1755 citado en la causa "Ontivero" en el sentido de que el
sometimiento del Estado local a la instancia originaria del
Tribunal es una prerrogativa de la provincia y que ella es "la
única que puede invocar el art. 117 de la Constitución
Nacional", es mi parecer que no puede ser opuesta a los jueces
federales, toda vez que ellos tienen la obligación de aplicar
dicha Ley Fundamental y las leyes de la Nación. Distinto es el
supuesto que se suscita cuando quien solicita "el beneficio"

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AFIP C/ NEUQUEN, PROVINCIA DEL s/ ejecución
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Procuración General de la Nación

es un litigante "no aforado" a la instancia del Tribunal, como


podría suceder en una cuestión de competencia o en una
inhibitoria, pues es sólo en esos casos en los que cabe
imponer el criterio argumental que surge de la aserción
enunciada al inicio de este párrafo (sentencia in re E. 423,
XL, "Estado Nacional s/ inhibitoria en los autos:
"Quintos, Nora Edith c/ Aguas Argentinas S.A. y otros s/ daños
y perjuicios", del 13 de septiembre de 2005).
Sentado lo expuesto, considero que la prórroga de la
competencia originaria de la Corte debe ser de interpretación
restrictiva, por lo cual para su procedencia deberán darse
ciertas condiciones: 11) que la provincia pacte mediante
convenio escrito su decisión de someterse a los tribunales
federales de baja instancia (como sucedió en los casos de
Fallos: 321:2170 y 2176 y sentencia in re E. 276, XL, "Estado
Nacional - SEDRONAR c/ Misiones, Provincia de s/ proce-
so de ejecución", del 22 de marzo de 2005, entre otros); 21)
que la provincia como actora decida entablar la demanda ante
un juez federal de grado (como ha sucedido en los casos de
Fallos: 322:593 y 327:272, entre otros); y 31) cuando la pro-
vincia resulte demandada, en cuyo supuesto la prórroga surgirá
a condición de que el Estado local efectúe el planteamiento de
la declinatoria ante la Corte, su "juez constitucional", tal
como sucedió en el precedente "Flores".
Es decir, que debe existir siempre e ineludiblemente
una voluntad expresa o tácita de la provincia de querer
renunciar a su prerrogativa y nunca someterla al requisito de
tenerla que pedir una vez que el juicio ha sido radicado ante
la justicia federal de baja instancia.
Por tal motivo, tampoco le es oponible a la provin-
cia, y menos aún puede ser invocada por ella, la prórroga de

-7-
jurisdicción prevista en un acuerdo de voluntades cuando el
Estado local no ha sido parte en el convenio (cf. Fallos:
324:833), a diferencia de lo que sostuvo V.E. en su sentencia
del 28 de marzo de 2006 en la causa T.68, XLI, Originario
"Tucumán, Provincia de c/ Imperatrice, Héctor Tomás y otra s/
cobro de sumas de dinero", con criterio que no comparto.
Ello es así pues lo contrario importaría conducir a
los magistrados federales hacia una situación de inseguridad y
confusión jurídica, dado que en principio no son el juez
natural de las provincias, y de esta manera, se les conferiría
una facultad que no tienen, ya que no sólo decidirían sobre
una atribución jurisdiccional que ha sido otorgada con
exclusividad a la Corte -quien debe protegerla y resguardar-
la-, sino que también podrían disponer medidas previas a la
presentación de la provincia en el juicio (cautelares, etc.)
susceptibles de afectar sustancialmente dicho privilegio,
convirtiendo así en una regla lo que en verdad constituye una
excepción: la prórroga.
Finalmente, considero oportuno destacar que la in-
terpretación de la cuestión propuesta es un asunto que genera
gravedad institucional (Fallos: 324:533 y 833; 325:3023 y
sentencia in re M.816, XXXVII, Recurso de Hecho, "Municipali-
dad de San Rafael c/ Estado Nacional Argentino y Gobierno de
la Provincia de Mendoza s/ amparo", del 10 de abril de 2003).

-IV-
Por todo lo aquí expresado y en razón de lo dis-
puesto en el art. 25, incs. "b", "g", "h" y "j", de la ley
24.946 Orgánica del Ministerio Público, opino que el proceso
debe tramitar ante los estrados del Tribunal y que la prórroga
de su competencia originaria debe considerarse válida úni-
camente cuando se dé alguna de las hipótesis enunciadas ut

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AFIP C/ NEUQUEN, PROVINCIA DEL s/ ejecución
fiscal.
JUICIO ORIGINARIO
S.C., A.373, L.XLII.-

Procuración General de la Nación

supra.
Buenos Aires, 20 de julio de 2006.
ESTEBAN RIGHI.
ES COPIA.

-9-
-10-
A. 373. XLII.
ORIGINARIO
A.F.I.P. c/ Neuquén, Provincia del s/ ejecu-
ción fiscal.

Buenos Aires, 16 de abril de 2008


Autos y Vistos; Considerando:

1°) Que a fs. 2/4, la Administración Federal de


Ingresos Públicos CDirección General ImpositivaC promueve
ejecución fiscal contra la Provincia del Neuquén CDirección de
Administración de la Subsecretaría de Salud, fs. 5C (órgano
que integra la administración central de la Provincia) ante el

Juzgado Federal N° 1 de ese estado local. Persigue el pago del


impuesto a las ganancias, que surge del certificado de deuda
703/20704/01/2005, obrante a fs. 1.
Funda su pretensión en los arts. 92, 96 y 97 de la
ley nacional 11.683 (t.o. 1998 y sus modificaciones) y, su-
pletoriamente, en las disposiciones del Código Procesal Civil
y Comercial de la Nación.
Solicita que se libren oficios a todas las entidades
financieras del sistema para que informen si la demandada
resulta titular o cotitular de caja de seguridad (COM. A 3970
y A 4096 BCRA) y que se disponga el embargo general de fondos
y valores de la ejecutada por el monto que se reclama, con
arreglo al art. 92, párrafo undécimo, de la ley 11.683.

2°) Que a fs. 8, la juez federal interviniente se


declara incompetente, de conformidad con el dictamen del fis-
cal (fs. 7), por entender que la causa debe tramitar ante la
Corte Suprema de Justicia de la Nación en instancia originaria
toda vez que son partes una provincia y el Estado Nacional.

3°) Que a fs. 14/19, el señor Procurador General de


la Nación dictamina que, en el caso, la competencia originaria
de esta Corte se configura ratione personae, al ser la
Provincia del Neuquén demandada por una entidad nacional (AFIP
- DGI) que tiene derecho al fuero federal.
Asimismo, en su fundado dictamen, considera como

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principio que no resulta admisible la prórroga de la compe-
tencia originaria a favor de los tribunales inferiores de la
Nación, por lo que advierte que la doctrina sentada por el
Tribunal en la causa O.393.XLI "Ontivero, Ariel Adolfo c/
Buenos Aires, Provincia de y otros s/ medidas preliminares y
de prueba anticipada", pronunciamiento del 21 de febrero de
2006 (Fallos: 329:218), debe entenderse como excepción y no
como regla. Propone, así, una interpretación restrictiva del
concepto de prórroga de jurisdicción y considera que la cues-
tión que genera la aplicación de la sentencia referida tiene
"gravedad institucional".
Al efecto sostiene que para la procedencia de la
prórroga de la competencia originaria deberán darse ciertas
condiciones, tales como: que la provincia pacte mediante con-
venio escrito su decisión de someterse a los tribunales fede-
rales de baja instancia; que la provincia como actora decida
entablar la demanda ante un juez federal de grado, y cuando la
provincia resulte demandada, en cuyo caso la prórroga surgirá
a condición de que el Estado local efectúe el planteo de la
declinatoria ante la Corte, su juez constitucional, como
sucedió en el precedente "Flores" (fs. 18).

4°) Que la determinación de la competencia es el


primer control de constitucionalidad que esta Corte está lla-
mada a ejercer en su instancia originaria. Reconocida fuente
de tan delicada función la constituye el leading case "Marbury
v. Madison" (1803) (U.S. Supreme Court Reports, ed. William
Cranch, Washington, 1804), en el cual la Suprema Corte de los
Estados Unidos de Norteamérica examinó con estrictez la
legitimidad de una ley que ampliaba la competencia originaria
del alto tribunal federal. En nuestro medio, en el caso
"Sojo", esta Corte sentó las bases iniciales acerca de los
límites que la letra del art. 117 impone al intérprete (Fa-

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A.F.I.P. c/ Neuquén, Provincia del s/ ejecu-
ción fiscal.

llos: 32:120).

5°) Que los arts 116 y 117 de la Constitución Na-


cional reconocen como antecedente normativo al art. III, sec-
ción segunda, párrafos primero y segundo de la Constitución
Federal de los Estados Unidos, pero difieren en la caracteri-
zación de la mentada jurisdicción, pues nuestra Ley Fundamen-
tal emplea los términos "originaria y exclusiva", para cali-
ficarla, en tanto la constitución norteamericana utiliza sólo
la expresión "originaria", al referirse a la instancia única.
Tal distinción motivó el examen del origen y del
significado de la expresión "exclusiva". Es sabido que el
primero de estos aspectos se remonta a las constituciones de
1819 y 1826, en cuyos textos figuran las palabras "exclusiva-
mente" y "originaria y exclusivamente", en forma respectiva,
para indicar el modo de intervención de la Corte en los asun-
tos allí enunciados en los que es parte una provincia, no
obstante la concepción unitaria que animó los primeros textos
constitucionales. Al respecto, Gondra sostiene una interpre-
tación que asigna al término "exclusiva" la propiedad de dis-
tinguir la intervención privativa del Poder Judicial en estas
cuestiones, vedada a los otros poderes del gobierno, "es de-
cir, para prevenir que el poder ejecutivo o el legislativo
pudieran intervenir en las diferencias que se susciten entre
las provincias." (v. Gondra, Jorge M., "Jurisdicción Federal".
Ediciones de la Revista de Jurisprudencia Argentina, S.A.,
capítulo IX, pág. 363 y sgtes., especialmente pág. 369. Buenos
Aires, 1944).
Ahora bien, con respecto a la acepción semántica del
término "exclusiva", en el precedente T.245.XXI. "Telecor
S.A.C.E.I. c/ Catamarca, Provincia de s/ restitución de in-
mueble" (Fallos: 311:1812) el Tribunal fijó rigurosos límites
al concepto, al entender que tal jurisdicción no es prorroga-

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ble a los restantes tribunales federales, bien que procede la
prórroga a favor de los tribunales provinciales con arreglo al

art. 12, inc. 4° de la ley 48 (v. dictamen del señor Procurador


General a fs. 15/19).

6°) Que, más tarde, a partir de la sentencia dictada


en la causa F.280.XXIII. "Flores, Feliciano Reinaldo y otra c/
Pcia. de Buenos Aires, y otra s/ cobro de pesos", esta Corte
admitió la posibilidad de que los estados provinciales puedan
prorrogar la competencia originaria de la Corte en favor de
tribunales inferiores de la Nación, cuando esa jurisdicción
originaria corresponde ratione personae, por tratarse de una
prerrogativa de la provincia y, como tal, factible por
principio de ser renunciada. En efecto, en el meduloso
dictamen del entonces señor Procurador General que compartió
el Tribunal en su pronunciamiento del 29 de septiembre de

1992, (Fallos: 315: 2157, considerando 3°) Cal que cabe


remitirse en razón de brevedadC se dio fundamento suficiente a
la posición favorable a la prórroga en las condiciones
apuntadas sobre la base de interpretar que el constituyente ha
reconocido esta prerrogativa a favor de los estados locales,
quienes pueden en consecuencia renunciar a ella, pues de otro
modo, al aplicar un límite normativo preciso tampoco debiera
ser admisible la prórroga a favor de los tribunales

provinciales contenida en el art. 12, inc. 4°, de la ley 48.

7°) Que, en consecuencia, de acuerdo a las pautas


sentadas en el precedente "Flores", en su aplicación al caso
de autos, al no presentarse en el sub iudice "razones insti-
tucionales o federales" que lo impidan, es el tribunal federal
de primer grado el que Cen esta instancia procesalC continuará
interviniendo en la presente causa, en tanto aún no se ha dado
traslado de la demanda al Estado local y éste no ha podido

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ORIGINARIO
A.F.I.P. c/ Neuquén, Provincia del s/ ejecu-
ción fiscal.

invocar la prerrogativa que ostentan las provincias por


mandato constitucional (Fallos: 315:2157 y 321:2170).

8°) Que, en estas condiciones y a luz de los prece-


dentes citados, no se advierte que el temperamento que se
adopta en el caso conlleve un supuesto de gravedad institu-
cional con afectación del régimen federal y del reparto de
competencias que los constituyentes diseñaron para preservarlo
(argumentación de Fallos: 322:2247); ello es así toda vez que
la provincia demandada conserva la prerrogativa a invocar en
su caso la competencia originaria que le es propia, resorte
exclusivo de ella, en tanto se trate de un privilegio, en
garantía de obtener un Tribunal imparcial, establecido en su
beneficio.
Por ello, y oído el señor Procurador General de la Na-
ción, se resuelve: Declarar prematura la incompetencia decre-
tada en autos por lo que deberá seguir conociendo en éstos el

Juzgado Federal de Primera Instancia N° 1 de la ciudad del


Neuquén, a quien se le devolverán las actuaciones para la
continuación del trámite procesal pertinente. A esos fines
líbrese oficio, el que será confeccionado por Secretaría.
RICARDO LUIS LORENZETTI - ELENA I. HIGHTON de NOLASCO - CARLOS
S. FAYT - ENRIQUE SANTIAGO PETRACCHI - JUAN CARLOS MAQUEDA -
E. RAUL ZAFFARONI.
ES COPIA
Nombre del actor: Administración Federal de Ingresos Públicos
Nombre del demandado: Provincia del Neuquén
Profesionales intervinientes: Santos María Lucrecia y José María Darquier

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