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T.5.

2 REGÍMENES ECONÓMICOS MATRIMONIALES


1. DEFINICIÓN Y VECINDAD CIVIL
No existe una definición legal a cerca de este término, pero podríamos definirlo como el conjunto
de reglas que regulan relaciones tanto entre los cónyuges como entre el matrimonio y terceros.
Cabe destacar que no hay matrimonio si no hay régimen económico matrimonial, no aplicándose
su regulación a las uniones de hecho.
A la hora de determinar el régimen económico, lo podremos hacer por capitulaciones
matrimoniales o por derecho común o foral determinado por la vecindad civil, definiéndose esta
en el Art. 14 CC, estableciéndose que tienen vecindad civil los nacidos de padre que tengan dicha
vecindad o, los adoptados no emancipados.
En el caso de que los padres tengan distinta vecindad civil, el hijo tendrá en orden:
- La que corresponda aquel de los dos respecto del cual la filiación haya sido determinada
antes
- Lugar de nacimiento
- Vecindad de derecho común.
Hay que tener en cuenta que el cambio de vecindad de los padres NO afecta a los hijos, teniendo
en cuenta además que, el hijo, desde que cumpla los 14 años y hasta que transcurra un año después
de su emancipación, podrá optar por la vecindad civil de su lugar de nacimiento o por la última
vecindad de cualquiera de sus padres. El matrimonio no altera la vecindad civil, no obstante, se
puede optar por la del otro. Del mismo modo, y a modo de resumen, la vecindad civil se adquiere
por:
- Residencia continuada durante 2 años manifestando la voluntad en el Registro Civil
- Residencia continuada durante 10 años sin manifestar voluntad.
Finalmente, en caso de duda, prevalecerá la vecindad del lugar de nacimiento.

2. RÉGIMEN MATRIMONIAL PRIMARIO (ART. 1315-1324 CC)


En virtud del Art. 1315 CC, el régimen económico del matrimonio será el que los cónyuges
estipulen en capitulaciones matrimoniales, sin otras limitaciones que las establecidas en este
Código, manifestándose así lo que conocemos como el principio de autonomía de la voluntad.
Estableciéndose además un régimen legal supletorio, tal y como enuncia el Art. 1316 CC, por el
cual se establece que a falta de capitulaciones o cuando estas sean ineficaces, el régimen será el
de la sociedad de gananciales. Cabe destacar que la modificación del régimen económico
matrimonial realizada durante el matrimonio no perjudicará en ningún caso los derechos
adquiridos por terceros (Art. 1317 CC).
Los bienes de los cónyuges están sujetos al levantamiento de las cargas del matrimonio (Art.
1318 CC), de forma que cuando uno de los cónyuges incumpliere su deber de contribuir al
levantamiento de estas cargas, el Juez, a instancia del otro, dictará las medidas cautelares que
estime conveniente a fin de asegurar su cumplimiento y los anticipos necesarios o proveer a las
necesidades futuras.
Cuando un cónyuge carezca de bienes propios suficientes, los gastos necesarios causados en
litigios que sostenga contra el otro cónyuge sin mediar mala fe o temeridad, o contra tercero si
redundan en provecho de la familia, serán a cargo del caudal común y, faltando éste, se sufragarán
a costa de los bienes propios del otro cónyuge cuando la posición económica de éste impida al

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primero, por imperativo de la Ley de Enjuiciamiento Civil, la obtención del beneficio de justicia
gratuita.
En cuanto al ejercicio de la potestad doméstica (Art. 1319 CC), cualquiera de los cónyuges sin
el consentimiento del otro y con independencia del Régimen Económico Matrimonial, se
encuentra legitimado para realizar todos los actos de gestión y administración para cubrir las
necesidades ordinarias de la familia. Se establecen una serie de consecuencias en función de si
nos encontramos en sociedad de gananciales o separación de bienes:
- En la sociedad de gananciales, en el aspecto externo, responden solidariamente los
bienes privativos del cónyuge que contrajo la deuda y los gananciales, respondiendo los
del otro cónyuge de forma subsidiaria. En el aspecto interno, mediante el reintegro se
atribute la deuda a quien corresponda.
- En la separación de bienes, en el aspecto externo, responden los bienes del otro de forma
subsidiaria y, en el aspecto interno, si no se pacta nada entre los cónyuges, responderá el
cónyuge no deudor de forma proporcional a su respectivo patrimonio (proporcional al
total del patrimonio, no solo a los ingresos).
En virtud del Art. 1320 CC, para disponer de los derechos sobre la vivienda habitual y los muebles
de uso ordinaria de la familia, aunque tales derechos pertenezcan a uno solo de los cónyuges, se
requerirá el consentimiento de ambos o, en su caso, autorización judicial, destacando que, la
manifestación errónea o falsa del disponente sobre el carácter de la vivienda no perjudicará al
adquiriente de buena fe. Es decir, si tu dispones de estos bienes sin aprobación del otro cónyuge
o autorización judicial, ese acto de disposición de la vivienda familiar será anulable.
Además, en el caso de que fallezca uno de los cónyuges, en virtud del Art. 1321 CC, las ropas, el
mobiliario y enseres que constituyan el ajuar de la vivienda habitual común de los esposos se
entregarán al que sobreviva, sin computárselo en su haber, no entendiéndose en el ajuar las
alhajas, los objetos artísticos, históricos y otros de extraordinario valor, estableciéndose por tanto
el destino del ajuar al fallecimiento de uno de los cónyuges.
Existen una serie de consecuencias de los actos de disposición en el caso de que la ley requiera
el consentimiento de ambos, recogiéndose en el Art. 1322 CC que enuncia que, cuando la ley
requiera para un acto de administración o disposición que uno de los cónyuges actúe con el
consentimiento del otro, los realizados sin él y que no hayan sido expresa o tácitamente
confirmados podrán ser anulados a instancia del cónyuge cuyo consentimiento se haya omitido o
de sus herederos. No obstante, serán nulos los actos a título gratuito sobre bienes comunes si falta,
en tales casos, el consentimiento del otro cónyuge. En el régimen de gananciales, partiendo del
Art. 1375 CC en cuanto que la administración y disposición de los bienes corresponde
conjuntamente a los cónyuges, es necesario el conocimiento y la aprobación de ambos,
estableciéndose por mandato expreso el cual puede ser verbal o escrito, estableciéndose un poder
amplio.
Además, en el caso de que el acto de disposición sea a título gratuito, se declarará la nulidad ipso
iure y, en el caso de que el acto de disposición sea a título oneroso, es válido y anulable a los 4
años desde que se conoce, siendo posible subsanar por confirmación del cónyuge (Art. 1301.5º
CC).

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3. CAPITULACIONES MATRIMONIALES (ART. 1325-1335 CC)
Se puede definir como el típico negocio jurídico de familia a través del cual los cónyuges o futuros
cónyuges establecen, modifican o sustituyen el Régimen Económico Matrimonial.
Pueden contener otras disposiciones como:
- Donación por razón del matrimonio
- Promesa de mejorar descendiente
- Facultad de distribuir bienes del difundo
- Reconocimiento de hijos
- Constitución de Derecho Real
- Pacto que regulan la separación de hechos.
En cuanto a las partes, estas pueden ser los cónyuges o tercero (en caso de donación),
estableciéndose como capacidad la misma que para contraer matrimonio. Del mismo modo, para
constituir las capitulaciones matrimoniales es su otorgamiento bajo la forma de escritura pública,
estableciéndose además una serie de requisitos para la validez de los contratos:

• Los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por
conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden público.
(Art. 1255 CC)
• No hay contrato sino cuando concurren los requisitos siguientes: Consentimiento de los
contratantes, objeto cierto que sea materia del contrato y causa de la obligación que se
establezca. (Art. 1261 CC)
• Será nulo el consentimiento prestado por error, violencia, intimidación o dolo. (Art. 1265
CC)
• Pueden ser objeto de contrato todas las cosas que no están fuera del comercio de los
hombres, aun las futuras. Sobre la herencia futura no se podrá, sin embargo, celebrar otros
contratos que aquéllos cuyo objeto sea practicar entre vivos la división de un caudal y
otras disposiciones particionales, conforme a lo dispuesto en el artículo 1056. Pueden ser
igualmente objeto de contrato todos los servicios que no sean contrarios a las leyes o a
las buenas costumbres. (Art. 1271 CC)
• Los contratos sin causa, o con causa ilícita, no producen efecto alguno. Es ilícita la causa
cuando se opone a las leyes o a la moral. (Art. 1275 CC)
En cuanto a los límites, encontramos:
- Límites externos (Art. 1317 CC): La modificación del régimen económico matrimonial
realizada durante el matrimonio no perjudicará en ningún caso los derechos ya adquiridos
por terceros. Es decir, son inoponibles a terceros con derechos anteriores.
- Límites internos (Art. 1328 CC): Será nula cualquier estipulación contraria a las Leyes o
a las buenas costumbres o limitativa de la igualdad de derechos que corresponda a cada
cónyuge. Es decir, nula estipulación contraria a las leyes o buenas costumbres en relación
con el Art. 32 CE, el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio con plena
igualdad jurídica.
Del mismo modo, se pueden admitir pactos sobre la distribución de cuotas de contribución al
levantamiento de cargas.
Además, es necesario hace referencia al Principio de Mutabilidad del Régimen Económico
Matrimonial, tanto antes del matrimonio (si no se contrae matrimonio en un año, pierde eficacia
el contenido económico) o después de este, y tantas veces se quiera.

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Por otro lado, en virtud del Art. 1333 CC que establece que en toda inscripción de matrimonio en
el Registro Civil se hará mención, en su caso, de las capitulaciones matrimoniales que se hubieren
otorgado, así como de los pactos, resoluciones judiciales y demás hechos que modifiquen el
régimen económico del matrimonio. Si aquéllas o éstos afectaren a inmuebles, se tomará razón
en el Registro de la Propiedad, en la forma y a los efectos previstos en la Ley Hipotecaria,
podremos afirmar que en la inscripción del matrimonio en el Registro Civil se hará mención de
las capitulaciones matrimoniales.
En el Régimen de Sociedad de Gananciales se permite pactar disposición y gestión por vía de
representación tal y como se dispone en el Art, 1375 CC que establece que, en defecto de pacto
en capitulaciones, la gestión y disposiciones de los bienes gananciales corresponde conjuntamente
a los cónyuges, sin perjuicio de lo que se determina en los artículos siguientes.
Finalmente, en el régimen de separación de bienes existe libertad ABSOLUTA.

4. REGÍMENES ECONÓMICOS MATRIMONIALES


Rige el principio de autonomía de voluntad recogido en el Art. 1315 CC a través del cual los
cónyuges pueden elegir:
- El Régimen regulado en el CC → Sociedad de gananciales (Art. 1344-1410), Separación
de bienes (Art. 1435-1444) y participación (Art. 1411-1434)
- El Régimen regulado en las legislaciones forales → Conquistas (Navarra), Comunicación
Foral (Vizcaya), Consorcio Conyugal (Aragón) y Fuero de Baylío (Consuetudin)
- El Régimen extranjero → Respetando las normas de orden público y desarrollándose en
la Escritura Pública
- Crear un régimen propio y particular → A desarrollar en la Escritura Pública
En cuanto a las clases de regímenes matrimoniales, encontramos:

• Comunidad Universal Plena, Comunicación Foral del País Vasco y el Fuero de


Baylío → Tanto antes como después del matrimonio, para muebles inmuebles y muebles
y con carácter oneroso y gratuito.
• Comunidad de bienes muebles → Tanto antes como después del matrimonio, para
bienes muebles y con carácter oneroso y gratuito.
• Muebles y adquisiciones → Después del matrimonio, para bienes inmuebles y con
carácter oneroso y gratuito.
• Comunidad universal Limitada → Tanto antes como después del matrimonio, para
bienes muebles e inmuebles y con carácter oneroso y gratuito.
• Comunidad de Gananciales, Supletorio 1º de Derecho Común y Conquistas →
Después del matrimonio, para bienes muebles e inmuebles y con carácter oneroso.
• Bienes futuros → Después del matrimonio, para bienes muebles e inmuebles, y con
carácter oneroso y gratuito.

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5. SOCIEDAD DE GANANCIALES
No tiene personalidad jurídica, estableciéndose además como régimen supletorio 1º del Derecho
común en virtud del Art. 1316 CC que enuncia que a falta de capitulaciones o cuando éstas sean
ineficaces, el régimen será el de la sociedad de gananciales.
Es necesario recalcar que coexisten tres patrimonios, tanto los patrimonios privativos de cada
cónyuge como el patrimonio ganancial.
Del mismo modo, en virtud del Art. 1344 CC que enuncia que mediante la sociedad de
gananciales se hacen comunes para los cónyuges las ganancias o beneficios obtenidos
indistintamente por cualquiera de ellos, que les serán atribuidos por mitad al disolverse aquella.
Es decir, la sociedad de gananciales estará compuesta por las ganancias y adquisiciones a título
oneroso y atribuidos al 50% al disolverse.
La sociedad de gananciales es una comunidad germánica, ya que no hay cuotas, no se puede ceder
a terceros y no hay acción de división ni derecho de retracto.
Los tipos de bienes gananciales se encuentran recogidos en el Art. 1347 CC, los cuales los
podemos dividir en 5 tipos:
a) Bienes obtenidos por el trabajo o industria de los cónyuges
b) Rentas del capital o frutos de los bienes privativos o gananciales
c) Bienes adquiridos a título oneroso a costa caudal común
d) Bienes adquiridos por derecho de retracto ganancial
e) Empresas y establecimientos fundados a expensas de bienes comunes
Cabe recalcar que los frutos de los bienes privativos que tengan serán gananciales. Del mismo
modo, también lo serán las ganancias del juego, en virtud del Art. 1351 CC que enuncia que las
ganancias obtenidas por cualquiera de los cónyuges en el juego o las procedentes de otras causas
que eximan de la restitución pertenecerán a la sociedad de gananciales.
Por otro lado, encontramos la presunción de ganancialidad (Art. 1361 CC): Se presumen
gananciales los bienes existentes en el matrimonio mientras no se pruebe que pertenecen
privativamente a uno de los dos cónyuges.
Son deudas de cargo de la sociedad de gananciales:
- Sostenimiento de la familia, gastos de bienes comunes, de administración de bienes privativos
y de explotación de negocios y profesión →

• El sostenimiento de la familia, la alimentación y educación de los hijos comunes y las


atenciones de previsión acomodadas a los usos y a las circunstancias de la familia.

La alimentación y educación de los hijos de uno solo de los cónyuges correrá a cargo de
la sociedad de gananciales cuando convivan en el hogar familiar. En caso contrario, los
gastos derivados de estos conceptos serán sufragados por la sociedad de gananciales, pero
darán lugar a reintegro en el momento de la liquidación.

• La adquisición, tenencia y disfrute de los bienes comunes.


• La administración ordinaria de los bienes privativos de cualquiera de los cónyuges.
• La explotación regular de los negocios o el desempeño de la profesión, arte u oficio de
cada cónyuge.

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- Las donaciones o promesas de donación → las cantidades donadas o prometidas por ambos
cónyuges de común acuerdo, cuando no hubiesen pactado que hayan de satisfacerse con los bienes
privativos de uno de ellos en todo o en parte. (Art. 1363 CC)
- Las obligaciones extracontractuales salvo dolo o culpa grave → Las obligaciones
extracontractuales de un cónyuge, consecuencia de su actuación en beneficio de la sociedad
conyugal o en el ámbito de la administración de los bienes, serán de la responsabilidad y cargo
de aquélla, salvo si fuesen debidas a dolo o culpa grave del cónyuge deudor. (Art. 1366 CC)
- Gastos moderados de juego → Lo perdido y pagado durante el matrimonio por alguno de los
cónyuges en cualquier clase de juego no disminuirá su parte respectiva de los gananciales siempre
que el importe de aquella pérdida pudiere considerarse moderada con arreglo al uso y
circunstancias de la familia. (Art. 1371 CC)
Finalmente, en el Art. 1375 CC se regula la administración conjunta de ambos cónyuges que
enuncia que, en defecto de pacto en capitulaciones, la gestión y disposiciones de los bienes
gananciales corresponde conjuntamente a los cónyuges, sin perjuicio de lo que se determina en
los artículos siguientes.

5.1 DISOLUCIÓN Y LIQUIDACIÓN DE SOCIEDAD DE GANANCIALES


A) DISOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES
Las causas de la disolución de la sociedad de gananciales pueden ser automáticas o por decisión
judicial a petición de un cónyuge.
En cuanto a las causas de disolución automáticas, hay que acudir al Art. 1392 CC, el cual
establece que la sociedad de gananciales concluirá de pleno derecho:
a) Cuando se disuelva el matrimonio. (divorcio)
b) Cuando sea declarado nulo.
c) Cuando se acuerde la separación legal de los cónyuges.
d) Cuando los cónyuges convengan un régimen económico distinto en la forma prevenida
en este Código.
En cuanto a las causas de disolución tomadas por decisión judicial a petición de un cónyuge,
hay que acudir al Art. 1393 CC, el cual enuncia que se disolverá por estas causas:
a) Si respecto del otro cónyuge se hubieren dispuesto judicialmente medidas de apoyo que
impliquen facultades de representación plena en la esfera patrimonial, si hubiere sido
declarado ausente o en concurso, o condenado por abandono de familia. Para que la
autoridad judicial acuerde la disolución bastará que el cónyuge que la pidiere presente la
correspondiente resolución judicial. Es decir, incapacitación.
b) Venir el otro cónyuge realizando por sí solo actos dispositivos o de gestión patrimonial
que entrañen fraude, daño o peligro para los derechos del otro en la sociedad.
c) Llevar separado de hecho más de un año por acuerdo mutuo o por abandono del hogar.
d) Incumplir grave y reiteradamente el deber de informar sobre la marcha y rendimientos de
sus actividades económicas.
e) En cuanto a la disolución de la sociedad por el embargo de la parte de uno de los
cónyuges por deudas propias, se estará a lo especialmente dispuesto en este Código.
La comunidad postganancial se podría definir como aquella sociedad disuelta pero no liquidada.
Mientras la sociedad se liquida (es decir, se pagan las deudas y se adjudican los bienes concretos
a cada uno en función de lo que les corresponda), no tienen titularidad concreta sobre cada bien,
sino un porcentaje de la totalidad, por lo que podríamos decir que funciona como una comunidad

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de bienes y se aplican algunas reglas de la comunidad hereditaria, no pudiendo disponer de su
parte ni tampoco vender bienes sin el consentimiento del otro.
De las deudas que surjan de la sociedad de gananciales responderán los bienes comunes, además
de que, en el caso de que una parte tenga que pagar alimentos a la otra, esta tendrá que hacerlo ya
aunque no se haya terminado de liquidar la sociedad.
B) LIQUIDACIÓN DE LA SOCIEDAD DE GANANCIALES
Se sigue según lo dispuesto entre los Arts. 1396 a 1410 CC y, supletoriamente, se regirá por lo
establecido para la partición y liquidación de la herencia, así como el procedimiento recogido en
los Arts. 806 y ss. LEC relativo a la liquidación del procedimiento del régimen económico
matrimonial.
En cuanto a los trámites, encontramos cuatro fases diferentes
INVENTARIO
Inventario Activo (Art. 1397 CC):
a) Los bienes gananciales existentes en el momento de la disolución.
b) El importe actualizado del valor que tenían los bienes al ser enajenados por negocio ilegal
o fraudulento si no hubieran sido recuperados.
c) El importe actualizado de las cantidades pagadas por la sociedad que fueran de cargo sólo
de un cónyuge y en general las que constituyen créditos de la sociedad contra éste.
AVALÚO DESDE LA FECHADE LA LIQUIDACIÓN, NO DESDE LA DISOLUCIÓN
FORMACIÓN DEL HABER LÍQUIDO
Deberemos de acudir al Art. 1399 CC que enuncia que terminado el inventario se pagarán en
primer lugar las deudas de la sociedad, comenzando por las alimenticias que, en cualquier caso,
tendrán preferencia.
Respecto de las demás, si el caudal inventariado no alcanzase para ello, se observará lo dispuesto
para la concurrencia y prelación de créditos.
También es necesario hacer referencia al Art. 1405 CC que establece que, si uno de los cónyuges
resultare en el momento de la liquidación acreedor personal del otro, podrá exigir que se le
satisfaga su crédito adjudicándole bienes comunes, salvo que el deudor pague voluntariamente.
ADJUDICACIÓN DE BIENES POR MITAD
Hechas las deducciones en el caudal inventariado que prefijan los artículos anteriores, el
remanente constituirá el haber de la sociedad de gananciales, que se dividirá por mitad entre los
cónyuges o sus respectivos herederos. (Art. 1404 CC)
Finalmente, es necesario hacer referencia al Art. 1406 CC que establece que cada cónyuge tendrá
derecho a que se incluyan con preferencia en su haber, hasta donde éste alcance:
a) Los bienes de uso personal no incluidos en el número 7 del artículo 1.346 (ropas y objetos
de uso personal que no sean de extraordinario valor).
b) La explotación económica que gestione efectivamente.
c) El local donde hubiese venido ejerciendo su profesión.
d) En caso de muerte del otro cónyuge, la vivienda donde tuviese la residencia habitual.

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