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Tema 8

El matrimonio y su economía

1. Efectos generales del matrimonio

El matrimonio, cualquiera que sea la forma de su celebración, produce

una serie de efectos que la doctrina suele clasificar en personales

y patrimoniales, siguiendo la distinción que hacía Savigny entre el

Derecho de Familia puro y el aplicado a los bienes.

La regulación del CC en materia de efectos se contiene en:

- Libro I artículos 66 y ss en cuanto a los efectos personales

- Libro IV artículos 1315 y ss en cuanto a los efectos

patrimoniales

1.1 Efectos personales

El CC en su versión originaria, regulaba esta materia inspirándose

en los principios de autoridad marital y limitación de la capacidad

de la mujer, lo cual suponía un trato discriminatorio para ésta.

Estos principios son superados por la Ley 2 de Mayo de 1975, que

introduce el principio de igualdad, el cual posteriormente es consagrado

por la Constitución Española.

Además de estos preceptos constitucionales, hay que tener en cuenta

la reforma operada por la Ley 1 de Julio de 2005, la cual permite

que el matrimonio sea celebrado entre personas del mismo o distinto

sexo con igualdad y plenitud de derechos y obligaciones. Así, los

efectos del matrimonio serán únicos en todos los ámbitos con

independencia del sexo de los contrayentes.

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El CC habla de deberes de cohabitación, fidelidad, respeto, mutuo

auxilio y tras la reforma de 2005, el deber de compartir

responsabilidades domésticas y el cuidado de las personas

dependientes, cuyo cumplimiento in natura en caso de inobservancia

no es posible.

Sin embargo, su infracción conlleva diversas sanciones, tanto en el

orden penal como en el civil.

En el orden penal es delito el abandono de familia, aunque se ha

despenalizado el adulterio. Y en relación con el deber de respeto,

es delito el maltrato o las injurias o amenazas.

En el orden civil podemos destacar que a tenor de lo dispuesto en

los artículos 81 y 86, uno solo de los cónyuges podrá pedir la

separación judicial o el divorcio sin necesidad de que hayan

transcurrido 3 meses desde la celebración del matrimonio cuando se

acredite la existencia de un riesgo para la vida, la integridad moral

o libertad e indemnidad sexual del cónyuge demandante o de los

hijos de ambos. No obstante, y en cuanto al deber de convivencia,

hay que tener presente que según el artículo 105, no incumple el

deber de convivencia el cónyuge que sale del domicilio conyugal por

una causa razonable y en el plazo de 30 días presenta la demanda

o solicitud a que se refieren los artículos anteriores, que tratan de

las demandas de nulidad, separación o divorcio.

Además, es causa justa para desheredar al cónyuge en virtud del

artículo 855, el incumplimiento grave o reiterado de los deberes

conyugales. El deber de mutuo auxilio abarca una asistencia completa

y perfecta en todos los órdenes de la vida, pero el derecho civil

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solo impone sanción legal a la infracción del auxilio físico representado

por el deber de prestar alimentos.

El matrimonio también genera otros efectos personales. Así:

I. NACIONALIDAD

En virtud del artículo 22, el que al tiempo de la solicitud llevare un

año casado con español o española y no estuviere separado

legalmente o de hecho, puede adquirir la nacional española derivativa

por residencia de un año. Al igual que el viudo o viuda de español

o española si, a la muerte del cónyuge, no existiera separación legal

o de hecho

II. VECINDAD CIVIL

El artículo 14.4 estipula que el matrimonio no altera la vecindad civil.

No obstante, cualquiera de los cónyuges no separados, ya sea

legalmente o de hecho, podrá, en todo momento, optar por la

vecindad civil del otro

III. DOMICILIO

Se presume, salvo prueba en contra, que los cónyuges viven juntos

en virtud del artículo 69. Y, por estipulación del artículo 70, los

cónyuges fijarán de común acuerdo el domicilio conyugal, y en caso

de discrepancia, resolverá el Juez teniendo en cuenta el interés de

la familia.

IV. REPRESENTACIÓN

Según estipula el artículo 71, ninguno de los cónyuges puede atribuirse

la representación del otro sin que le hubiere sido conferida.

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1.2 Efectos patrimoniales. Organización económica de la sociedad

conyugal

Como dice Lacruz, todo matrimonio genera una serie de cargas,

siendo necesario determinar la persona o personas que deben

satisfacerlas.

Nacen así los regímenes económicos matrimoniales como el conjunto

de reglas que disciplinan todos los intereses de contenido patrimonial

que se derivan del matrimonio, tanto en las relaciones de los

cónyuges entre sí, como en sus relaciones con terceros.

Tales regímenes suelen clasificarse en atención a sus origen y a

sus efectos.

I. POR SU ORIGEN

▪ Regímenes voluntarios o convencionales. Son los que se

constituyen en virtud de contrato o negocio jurídico celebrado

por los cónyuges, dentro de los límites más o menos amplios

que les ofrece el legislador.

▪ Regímenes legales. Son los que derivan directamente de la Ley

y se imponen de forma forzosa si concurren determinadas

circunstancias, o bien de forma subsidiaria o supletoria, en

defecto de pacto o estipulación entre los cónyuges.

II. POR SUS EFECTOS

▪ Regímenes de comunidad. Se caracterizan porque se constituye

una masa común con todos o parte de los bienes de los

cónyuges, la cual, llegado el momento de la disolución del

régimen, se reparten entre los cónyuges o sus herederos. La

comunidad puede ser universal o relativa

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o Universal: cuando se forma una masa común con todos

los bienes de los cónyuges, de forma que no hay más

patrimonio que el común

o Relativa: cuando la masa común está constituida sólo por

alguno de los bienes de los esposo. Por tanto, existen

en el matrimonio tres masas de bienes: el patrimonio

común y los patrimonios privativos de cada cónyuge. A

su vez la comunidad relativa presenta múltiples variedades:

✓ Comunidad de ganancias

✓ Comunidad de muebles y adquisiciones

▪ Regímenes de separación. Se caracterizan por un dato negativo:

la inexistencia de una masa común de bienes. Puede ser de

dos tipos:

o Absoluta: cada cónyuge conserva la propiedad,

administración y gestión de sus bienes, de manera que

no hay más patrimonios que los personales de cada uno

de los cónyuges

o Relativa: cuando la administración y disposición, o una

de dichas facultades, se atribuyen al cónyuge no titular

de los bienes. Tradicionalmente, el marido

▪ Régimen de participación. Se configura como un régimen

intermedio entre los de comunidad y separación. Se caracteriza

porque durante el matrimonio funciona como un régimen de

separación, con libre administración y disfrute de los bienes

propios; pero a su disolución, ostentan los esposos un derecho

a participar en las ganancias obtenidas por su consorte durante

el tiempo que el régimen haya estado vigente. Se califica

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también de régimen mixto porque supone una ruptura entre las

reglas de funcionamiento y las de disolución. No es un régimen

muy ventajoso puesto que el legislador español no lo recoge

como supletorio, lo impone como sanción en los casos de

nulidad con mala fe y sobretodo, no ha tenido prácticamente

ninguna aplicación práctica

2. Sistema adoptado por el Código Civil

Originariamente el CC admitió que los cónyuges pactasen libremente

en capitulaciones el régimen económico de su matrimonio.

En defecto de pacto, el régimen legal supletorio de primer grado

era la sociedad de gananciales, y el de segundo grado era el

régimen dotal.

Por último, se establecía un régimen legal forzoso, que era el de

separación de bienes, cuando el matrimonio se contraía contra las

prohibiciones del artículo 45.

El régimen económico del matrimonio será el que los cónyuges

estipulen en capitulaciones matrimoniales, sin otras limitaciones que

las establecidas en el Código Civil.

Por lo tanto, en la actualidad, el régimen legal supletorio de primer

grado es el de sociedad de gananciales y el de segundo grado es

el régimen de separación.

Por lo demás, el régimen económico matrimonial del código civil se

caracteriza:

I. POR SER MUTABLE

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El artículo 1317 establece que la modificación del régimen económico

matrimonial realizada durante el matrimonio no perjudicará en ningún

caso los derechos ya adquiridos por terceros

II. POR EXISTIR UN RÉGIMEN MATRIMONIAL PRIMARIO

Se regula en los artículos 1318-1324, preceptos que constituyen normas

imperativas para todo régimen económico matrimonial

3. Disposiciones generales sobre el régimen económico matrimonial

Las disposiciones generales son normas imperativas y, por lo tanto,

son aplicables a cualquiera que sea el régimen económico que rige

el matrimonio.

A. CARGAS DEL MATRIMONIO Y “LITIS EXPENSAS”

El artículo 1318 estipula que, los bienes de los cónyuges están sujetos

al levantamiento de las cargas del matrimonio. Cuando uno de los

cónyuges incumpliere su deber de contribuir al levantamiento de estas

cargas, el Juez, a instancia del otro, dictará las medidas cautelares

que estime convenientes.

Cuando un cónyuge carezca de bienes propios suficientes, los gastos

necesarios causados en litigios que sostenga contra el otro cónyuge,

sin mediar mala fe o temeridad o contra tercero, si redundan en

provecho de la familia, serán a cargo del caudal común y, faltando

éste, se sufragarán a costa de los bienes propios del otro cónyuge.

B. NECESIDADES DE LA FAMILIA

En virtud del artículo 1319, cualquiera de los cónyuges podrá realizar

los actos encaminados a atender las necesidades ordinarias de la

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familia, encomendadas a su cuidado, conforme al uso del lugar y a

las circunstancias de la misma.

De las deudas contraídas en el ejercicio de esta potestad responderán

solidariamente los bienes comunes y los del cónyuge que contraiga

la deuda, y subsidiariamente los del otro cónyuge.

El que hubiere aportado caudales propios para la satisfacción de

tales necesidades tendrá derecho a ser reintegrado de conformidad

con su régimen matrimonial.

C. VIVIENDA FAMILIAR

El artículo 1320 estipula que, para disponer de los derechos sobre la

vivienda habitual y los muebles de uso ordinario de la familia,

aunque tales derechos pertenezcan a uno solo de los cónyuges, se

requerirá el consentimiento de ambos o, en su caso, autorización

judicial.

La manifestación errónea o falsa del disponente sobre el carácter de

la vivienda no perjudicará al adquirente de buena fe.

Desde el punto de vista registral, el artículo 144.5 RH regula la

anotación de embargo sobre la vivienda familiar perteneciente a uno

de los cónyuges, exigiendo que el mandamiento resulte que la

vivienda no tiene aquel carácter o que el embargo ha sido notificado

al cónyuge del titular embargado.

D. AJUAR

En virtud del artículo 1321, fallecido uno de los cónyuges, las ropas,

mobiliario y enseres que constituyan el ajuar de la vivienda habitual

común de los esposos se entregarán al que sobreviva, sin

computárselo en su haber. No se entenderán comprendidos en el

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ajuar las alhajas, objetos artísticos e históricos y otros de

extraordinario valor.

E. CONSECUENCIAS JURÍDICAS DE LA NECESIDAD DE

ACTUACIÓN CONJUNTA

Como regla general, la anulabilidad de los actos de administración

y disposición realizados por uno de los cónyuges sin el consentimiento

del otro, cuando tal consentimiento venga exigido por la ley,

Como excepción, la nulidad absoluta o de pleno derecho en el supuesto

de acto unilateral a título gratuito que recaiga sobre bienes comunes.

Lo normal es que el consentimiento exigido por este artículo lo

presten ambos cónyuges de forma simultánea, expresa o tácitamente.

No obstante, cabe un consentimiento a priori y también a posteriori,

en virtud de ratificación expresa o tácita por parte del cónyuge cuyo

consentimiento haya sido omitido, o de sus herederos.

F. CONTRATOS ENTRE CÓNYUGES

En virtud del artículo 1323, los cónyuges podrán transmitirse por

cualquier título bienes y derechos y celebrar entre sí toda clase de

contratos.

G. PRUEBA DEL CARÁCTER DE LOS BIENES

Para probar entre cónyuges que determinados bienes son propios de

uno de ellos, será bastante la confesión del otro, pero tal confesión

por sí sola no perjudicará a los herederos forzosos del confesante,

ni a los acreedores, sean de la comunidad o de cada uno de los

cónyuges.

Tras la reforma de 1981, el artículo 1324 ofrece, según Díez Picazo,

la siguiente solución legal:

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1) ENTRE CÓNYUGES la confesión es suficiente, es decir, vale

como prueba del carácter privativo del buen, destruyendo la

presunción de ganancialidad

2) FRENTE A DETERMINADOS TERCEROS, en concreto, frente

a los herederos forzosos del confesante y los acreedores, sean

de la comunidad o de cada uno de los cónyuges, la confesión

es insuficiente para destruir la presunción de ganancialidad,

siendo necesario, además, probar el carácter privativo del bien

Desde el punto de vista registral se deduce que, el inmueble se

inscribe como privativo del cónyuge a cuyo favor se haga la

confesión y seguirá el tratamiento registral de los bienes privativos

hasta el fallecimiento del cónyuge confesante.

4. La publicidad del régimen económico matrimonial

Como dicen Díez Picazo y Gullón, las razones que justifican la

necesidad de dar publicidad al régimen económico matrimonial se

explican por sí solas, pues no es algo que pueda permanecer en

la órbita interna de los cónyuges o de la familia sino que, repercute

en los intereses de terceros, especialmente en la medida en que el

régimen económico determina el ámbito de los poderes dispositivos

de los cónyuges sobre los bienes y el de las eventuales

responsabilidades contraídas. Por ello, los terceros que contratan con

ellos tiene legítimo interés en conocer y estar ciertos del régimen a

que están sujetos.

Tras la reforma de 1981, existen tres tipos de instrumentos de

publicidad del régimen económico matrimonial:

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A) Mención en el Registro Civil

B) Toma de razón en el Registro de la Propiedad en relación

con los bienes inmuebles

C) Indicación en las escrituras notariales y en sus copias

5. Las capitulaciones matrimoniales

Podemos definir las capitulaciones matrimoniales como aquel negocio

jurídico de Derecho de Familia en virtud del cual los que van a

casarse o ya están casados disciplinan el régimen económico de su

matrimonio.

El CC regula esta materia en sus artículos 1325 a 1335, regulación

que tiene su origen en la reforma de 13 de Mayo de 1981, la cual

introdujo el principio de igualdad en las relaciones patrimoniales entre

los cónyuges como consecuencia directa de la puesta en práctica de

los principios constitucionales de igualdad y no discriminación de

sexo.

5.1 Naturaleza:

La naturaleza de las capitulaciones se presentan a primera vista

como un contrato sometido a una doble condición:

- Una condición suspensiva, que resulta del artículo 1334, todo

lo que se estipule en capitulaciones bajo el supuesto de futuro

matrimonio quedará sin efecto en el caso de no contraerse en

el plazo de 1 año

- Una condición resolutoria, es decir, que el matrimonio se

disuelva

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Todo ello teniendo en cuenta que, según el artículo 1335, la invalidez

de las capitulaciones matrimoniales se regirá por las reglas generales

de los contratos, mientras que las consecuencias de la anulación no

perjudicarán a terceros de buena fe.

Sin embargo, esta naturaleza contractual de las capitulaciones debe

matizarse por dos razones:

1) Porque las capitulaciones son una institución exclusiva del

derecho de familia y las relaciones patrimoniales presentan

notables peculiaridades

2) Porque el matrimonio no es una condición en sentido propio.

Los efectos de las capitulaciones comienzan y acaban con el

matrimonio, es un elemento esencial del contrato del que las

partes no pueden prescindir

5.2 Requisitos:

A. OBJETIVOS

El artículo 1325 estipula que, en capitulaciones matrimoniales podrán

los otorgantes estipular, modificar o sustituir el régimen económico de

su matrimonio, o cualesquiera otras disposiciones por razón del mismo

El posible contenido de las capitulaciones matrimoniales ha sido

clasificado por Lacruz en dos categorías:

1) Estipulaciones que se refieren al régimen económico matrimonial,

entre las que destacan:

- Las que determinan este régimen

- Las que hacen inventario de los bienes

- Las relativas a donaciones propter nupcias

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2) Todas aquellas estipulaciones que puedan constar en escritura

pública: negocios familiares, negocios sucesorios…

B. TEMPORALES

En virtud del artículo 1326 establece que, las capitulaciones

matrimoniales podrán otorgarse antes o después de celebrado el

matrimonio. En este punto hay que recordar que si las capitulaciones

se otorgan antes de la celebración del matrimonio quedan sin efecto

en caso de que aquel no llegue a celebrarse en el plazo de 1

año.

C. FORMALES

El artículo 1327 establece que, para su validez, las capitulaciones

habrán de constar en escritura pública.

D. SUBJETIVOS

El CC establece que el menor no emancipado que con arreglo a

la Ley pueda casarse podrá otorgar capitulaciones, pero necesitará el

concurso y consentimiento de sus padres o tutor, salvo que se limite

a pactar el régimen de separación o el de participación.

5.3 Limitaciones:

Dada su naturaleza negóciala, el contenido de las capitulaciones debe

ajustarse a los límites que para la autonomía de la voluntad establece

el artículo 1255, en consecuencia, sus estipulaciones no pueden ser

contrarias a la ley, a la moral o al orden público.

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Además, como limitación específica en la materia, el artículo 1328

establece que será nula cualquier estipulación contraria a las leyes,

a las buenas costumbres o limitativa de la igualdad de derechos

que corresponda a cada cónyuge.

La opinión común se inclina por permitir este tipo de estipulaciones

siempre que no impliquen una renuncia irrevocable, absoluta e

incondicional a los derechos del otro cónyuge en la sociedad conyugal.

5.4 Donaciones por razón de matrimonio en el CC:

Tras la reforma de 1981, estas donaciones se encuentran reguladas

en los artículos 1336 a 1343.

El artículo 1336, las define señalando que son donaciones por razón

de matrimonio las que cualquier persona hace antes de celebrarse

en consideración al mismo y en favor de uno de los dos esposos.

Por tanto, para poder hablar de donación por razón de matrimonio

es necesario que concurran tres requisitos esenciales:

- Antenupcialidad

- Realizarse la donación en consideración al matrimonio

- Ser beneficiarios o donatarios uno o los dos esposos

Todas las demás atribuciones patrimoniales hechas a los cónyuges

a título gratuito tendrán la consideración de donaciones ordinarias y

se regirán por los artículos 618 y ss.

A. NATURALEZA

Son verdaderas donaciones como resulta del artículo 1337 las que

se rigen por reglas ordinarias en cuanto no se modifiquen por los

artículos siguientes, pero están condicionadas ya que, según el artículo

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1342 quedarán sin efecto las donaciones por razón de matrimonio si

no llegará a contraerse en el plazo de 1 año.

B. ELEMENTOS

1) Elementos personales:

Se entiende como donante cualquier persona (parientes, extraños,

futuros esposos…) y como donatario debe ser necesariamente uno

de los cónyuges o ambos.

La capacidad será la general para hacer o aceptar donaciones. Por

tanto, habrá que estar a lo dispuesto en los artículos 624 a 626.

2) Elementos reales:

Aquí hay que distinguir entre las donaciones hechas por terceros y

las que se hacen los futuros cónyuges.

• Hechas por terceros. Los límites reales serán los de cualquier

donación ordinaria, por tanto habrá que estar a lo dispuesto

en los artículos 634 a 636

• Hechas por los futuros cónyuges. Por razón de matrimonio, los

futuros esposos podrán donarse bienes presentes. La opinión

dominante seguida por Manresa, Castán y Roca Sastre entiende

que se trata de una donación mortis causa pero irrevocable,

al ser un caso de verdadera y excepcional sucesión contractual

en derecho común

3) Elementos formales:

Las donaciones por razón de matrimonio pueden hacerse en

capitulaciones matrimoniales o fuera de ellas, según las reglas

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generales en materia de forma. Por tanto, hay que estar a lo

dispuesto por los artículos 632 y 633.

La aceptación podrá hacerse en la misma escritura de donación o

en otra separada, pero no surtirá efecto si no se hiciere en vida

del donante. Hecha en escritura separada, deberá notificarse la

aceptación en forma auténtica al donante, y se anotará esta diligencia

en ambas escrituras.

C. EFECTOS

En virtud del artículo 1339, los bienes donados conjuntamente a los

esposos pertenecerán a ambos en proindiviso ordinario y por partes

iguales salvo que, el donante haya dispuesto otra cosa.

D. SANEAMIENTO

El artículo 1340 establece que el que diere o prometiere por razón

de matrimonio sólo estará obligado al saneamiento por evicción o

por vicios ocultos si hubiere actuado con mala fe. En este punto,

el CC se aparta de la regla tradicional de las donaciones puras, en

las que no cabe este saneamiento propio de las transmisiones a

título oneroso.

E. REVOCACIÓN

Según el artículo 1343, estas donaciones serán revocables por las

causas comunes, excepto la supervivencia de hijos.

En las otorgadas por terceros, se reputará incumplimiento de cargas,

además de cualesquiera otras específicas a que pudiera haberse

subordinado la donación, la anulación del matrimonio por cualquier

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causa, la separación y el divorcio si al cónyuge donatario le fueren

imputables, según la sentencia, los hechos que la causaron.

En los otorgados por los contrayentes, se reputará el incumplimiento

de cargas, además de las específicas, la anulación del matrimonio

si el donatario hubiere obrado de mala fe.

Se estimará ingratitud, además de los supuestos legales, el que el

donatario incurra en causa de desheredación del artículo 855 o le

sea imputable la causa de separación o divorcio.

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