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La furia de la lectura

¿Para y por qué leemos? ¿De verdad nos hace la lectura mejores
personas? ¿Leer nos hace más sensibles, receptivos, compasivos
e inteligentes? ¿Son las sociedades con los más altos índices de
lectura aquellas donde se promueven, al mismo tiempo, los más
altos valores de dignidad humana? Con estas preguntas lanzadas
como cuchillos al corazón de cualquier lector mínimamente
sensible arranca este luminoso ensayo sobre la lectura en el siglo
XXI que no deja indiferente a quien se adentra en él. Y es que la
realidad no parece corroborar una respuesta afirmativa a estas
cuestiones ya que, como el propio autor apunta, a lo largo de la
historia ha habido personajes como los jerarcas nazis
(“destructores de los principales valores de la dignidad humana”)
que eran consumados y devotos lectores.¿Queda por tanto algún
resquicio que nos permita reivindicar la lectura como una
característica singular del género humano, como herramienta de
comprensión mutua e instrumento para afilar nuestro lenguaje y
nuestra conciencia crítica? Algunos piensan que no. A lo largo de
este ensayo, Joaquín Rodriguez, doctor en Geografía e Historia
(Antropología Cultural) por la Universidad Complutense de
Madrid, busca entre los escombros argumentos para el sí como,
por ejemplo, entre las ruinas del campo de concentración de
Buchenwald, donde hubo una biblioteca que era utilizada por
presos como el escritor Jorge Semprún. “Aspiro, por eso, a que,
sopesadas todas estas razones, cualquiera, incluso quienes no
leen habitualmente, encuentren razones fundamentales para
hacerlo”, afirma el autor, que ofrece una hermosa y necesaria
reflexión sobre el poder de la letra impresa.

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