Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1. INTRODUCCIÓN: ANTECEDENTES
La atención a las personas con discapacidad se inicia a primeros del siglo XIX como una nueva disciplina
con carácter más asistencial que educativo. En este proceso tuvieron un gran peso las aportaciones
realizadas desde las ciencias de la educación y la psicología que pretendían garantizar la igualdad de
oportunidades de las personas con discapacidad. En estos momentos se consideraba que la deficiencia
tenía un carácter permanente y un origen orgánico que hace imposible cambiarlo. Así pues, se crearon
centros que separaban a estas personas de los demás.
Estos hechos fueron cambiando con el tiempo y mediante la legislación promulgada, se modificó el
enfoque dado al tratamiento de personas con dificultades:
• 1982; Ley de Integración Social del Minusválido (LISMI), y 1990, Ley de Ordenación General del
Sistema Educativo (LOGSE): Integración en centros ordinarios.
• 2020; Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE): Inclusión educativa, social y laboral.
La discapacidad es toda restricción o ausencia (debida a una deficiencia) de la capacidad de realizar una
actividad, en la forma o dentro del margen, que se considera normal para un ser humano. Por ejemplo,
dificultad para subir escaleras, para hablar, para arrodillarse, etc.
La minusvalía es toda situación de desventaja para una persona determinada, consecuencia de una
deficiencia o de una discapacidad, que limita o impide el desempeño de un rol social (que es normal) en
función de la edad, sexo y factores sociales y/o culturales. Por ejemplo, minusvalía de independencia
física, ocupacional, de integración social o de autosuficiencia económica.
CATEGORÍA NIVEL DE ALTERACIÓN NIVEL DE INTERVENCIÓN NIVEL DE REPERCUSIÓN
En 2011, la OMS establece que la discapacidad es el resultado de la interacción de las personas que
presentan una determinada deficiencia con su entorno.
Las alteraciones del desarrollo se definen como las desviaciones transitorias o permanentes de los
componentes anatómicos, funcionales o del comportamiento de los niños. Se pueden producir por una
agresión/lesión con intensidad suficiente como para que el organismo exprese un desarreglo o variación
en sus constantes de organización, o en su funcionamiento como organismo vivo.
Se debe tener en cuenta que, en el proceso evolutivo de los niños, los cambios se suceden con rapidez.
Así pues, para calificar las alteraciones se requieren unos patrones de referencia establecidos con
respecto a una norma, o unos criterios referidos a una condición óptima.
Los factores que inciden en el crecimiento y desarrollo de los niños pueden considerarse como
elementos de riesgo o como promotores del desarrollo. Los factores que pueden modular el desarrollo
infantil son, entre otros:
• Las condiciones del ambiente. El niño necesita unas condiciones mínimas para desarrollarse con
normalidad; estas incluyen el microsistema, mesosistema, ecosistema y microsistema.
• Hábitos de crianza. El hecho de crear un horario y una rutina para que el niño adquiera el hábito
de realizar una acción como, por ejemplo, comer o irse a la cama.
• Sensibilidad de los adultos. Supone la capacidad de los adultos para responder a las
necesidades, y no caprichos, de los niños y satisfacerlas. Esto determinará el tipo de apego.
• Cambios y normas culturales. Tanto el estilo estricto como el permisivo son negativos.
• Modelos de familia. Los modelos de familia no influyen en el desarrollo del niño, lo que influye
es cómo se comporte y se estructure la familia.
Los trastornos del desarrollo deberían entenderse como la alteración, disfunción o dificultad (fisiológica
o psicológica), severa y de larga duración, que pueden afectar al funcionamiento general de una persona
en su vida cotidiana y que conlleva la necesidad de apoyos en los contextos que se desenvuelve. Por
todo esto, los trastornos del desarrollo se deberán abordar desde una perspectiva amplia y flexible,
partiendo de la premisa de que siempre es posible la mejora si se da la oportunidad para ello, y se
proporcionan las ayudas adecuadas. Esto defiende la idea de que es preferible llevar a cabo primero
acciones de prevención primaria, antes de que sea necesario utilizar las de acción secundaria y terciaria.
Las necesidades educativas son el producto de la interacción entre las características personales y de los
entornos en los que se forma una persona. No son condiciones estáticas ni predeterminadas.
Según el modelo inclusivo los tipos de necesidades educativas pueden clasificarse en:
• Necesidades educativas comunes: son compartidas por todos los estudiantes y hacen
referencia a los aprendizajes básicos para su desarrollo personal y socialización; se contemplan
en el currículo, plan educativo individualizado y plan de estudios
Una NEE se da cuando una deficiencia (física, sensorial, emocional, social o cualquier combinación de
estas) afecta al proceso de aprendizaje, hasta el punto de que son necesarios accesos especiales al
currículo o condiciones de aprendizaje adaptadas.
Las NEE están definidas en función de los apoyos que se requieren y con relación al currículo. De este
modo, el apoyo se da de acuerdo con el área o áreas afectadas y se puede clasificar en cuatro clases:
• Apoyo intermitente. Se dan a una persona cuya necesidad es transitoria o esporádica; se ofrece en
el momento en que se requiere y puede permitir que la persona resuelva la dificultad presentada.
• Apoyo limitado. Se dan a una persona cuya necesidad es transitoria o esporádica, se ofrecen en el
momento en que lo requiere y pueden permitir que la persona resuelva la dificultad presentada.
• Apoyo extenso. Son permanentes e intensos en calidad y regularidad, participan otras personas y/o
especialistas además del educador.
La clasificación de las necesidades educativas especiales se puede hacer en dos grandes grupos:
• Permanentes. Se dan a lo largo del ciclo vital del individuo y tienen una base neuropsicológica,
constitucional y/o biológica afectada.
• Deficiencias motoras:
o Diagnóstico de parálisis cerebral, también llamado insuficiencia motora de origen cerebral.
o Trastornos en el movimiento, el equilibrio, la postura y el tono.
o Pueden tener asociada: discapacidad Intelectual, trastornos emocionales, del lenguaje,
sensoriales y dificultades de aprendizaje, entre otras.
• Afectivo emocionales:
o Presentan problemas emocionales.
o Autismo.
o Hiperactividad.
• Sociocultural permanente
o Dificultades de los grupos étnicos.
o Son aquellos marginados y/o desplazados.
De este modo, se concluye que en los trastornos del desarrollo no sólo debe ponerse el acento en las
alteraciones físicas, sensoriales, intelectuales o comportamentales que puede presentar un niño, sino
también en el contexto familiar, educativo y social, el cual puede favorecer o limitar su evolución.
3. LA ATENCIÓN TEMPRANA
3.1. DEFINICIÓN
En el Libro Blanco de Atención Temprana se define esta como un conjunto de intervenciones dirigidas a
la población infantil de 0-6 años, a la familia y al entorno, que tienen por objetivo dar respuesta lo más
pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en
su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos. Estas intervenciones, que deben considerar la
globalidad del niño, han de ser planificadas por un equipo de profesionales de orientación
interdisciplinar o transdisciplinar.
Tras esa primera conceptualización, se realizó una actualización del término llegando a definir la
atención temprana como el conjunto de actuaciones preventivas y de promoción del desarrollo infantil
dirigidas a la población de 0-6 años, su familia y sus entornos de desarrollo, realizadas por un equipo de
profesionales con funcionamiento inter o transdisciplinar, que garantice una respuesta lo más inmediata
posible y coordinada desde los diferentes ámbitos de actuación y que les permita una mayor calidad de
vida, así como su inclusión en el contexto de vida.
A modo de conclusión puede decirse que la atención temprana trata de optimizar, en la medida de lo
posible, el curso del desarrollo del niño, así como prevenir y/o reducir las limitaciones en su
funcionamiento personal y la posible situación de dependencia futura.
Por otro lado, la Agencia Europea concluye que la atención temprana requiere del trabajo conjunto de
varios profesionales, de una interacción entre los distintos participantes, colaboración y coordinación de
todos los servicios involucrados y la participación directa de la familia.
3.2. OBJETIVOS
Estas metas sólo se cumplirán cuando se proporcionen a los niños servicios evolutivos, educativos y
terapéuticos individualizados y exista, además, un apoyo planificado para sus familias.
3.3. ACTUALIDAD
La atención temprana se entiende como una actividad interdisciplinar y es importante que el profesional
aprenda a utilizar toda esta información desde un marco integrador donde se tenga en cuenta el papel
de cada uno de los profesionales que componen el equipo y la coordinación de este. El concepto de
interdisciplinariedad va más allá de la suma de diferentes especialidades; se trata de que se integre y se
sintetice la información de cada disciplina para responder a la necesidad del niño y de la familia.
3.3.1. AVANCES EN EL MARCO CONCEPTUAL
Los avances en el marco conceptual han facilitado que los profesionales se replantearan algunos de los
supuestos teóricos en los que basar su práctica profesional. Las posiciones teóricas actuales respecto al
modelo de intervención en atención temprana se podrían esquematizar en:
• Promover la participación del niño, puesto que para que se produzca aprendizaje y desarrollo
es necesaria la participación del niño.
• Buscar la coordinación entre los profesionales y servicios que atienden al niño y la familia.
Se ha pasado de un modelo que trataba de reducir el déficit evolutivo a otro en el que se trata de ayudar
a los niños con discapacidad a comprender quiénes son. Se busca que construyan su propia personalidad
al potenciar el desarrollo motor, cognitivo y comunicativo pero también el social y emocional.
Las características de la familia y las características del niño generarán unos patrones de interacción de
la familia haciendo que todos estos factores generen el resultado evolutivo del niño.
4. PRÁCTICAS EVOLUTIVAMENTE APROPIADAS
Algunos principios a tener en cuenta para elaborar los programas de intervención son:
• Las áreas del desarrollo de los niños (física, motora, social, emocional, del lenguaje y cognitiva)
están estrechamente relacionadas.
• El desarrollo avanza en una dirección predecible y hacia una mayor complejidad, organización e
internalización.
• El desarrollo avanza cuando los niños tienen oportunidad para poner en práctica las nuevas
habilidades adquiridas al plantearles retos de un mayor nivel del que poseen.
• Los niños se desarrollan y aprenden mejor en un contexto donde se sientan seguros, valorados,
sus necesidades estén cubiertas y se sientan apoyados psicológicamente.
Los factores de protección y de plasticidad hacen referencia a la trata de la contrapartida positiva de los
conceptos de vulnerabilidad y de factores de riesgo.
Los factores de riesgo implican los riesgos biológicos o psicológicos que aumentan la probabilidad de un
resultado negativo. Por otro lado, los factores de protección los que incluyen características individuales
y ambientales que disminuyen o amortiguan la respuesta frente a los factores de riesgo.
5.1. FACTORES DE PROTECCIÓN Y PLASTICIDAD
Para garantizar el éxito adaptativo, el balance debe inclinarse hacia los factores de protección. No
obstante, la intervención en atención temprana debe entenderse como el intento por cambiar el
balance de la vulnerabilidad hacia la plasticidad.
5.2. RESILIENCIA