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ANÁLISIS DE OBRAS COREOGRÁFICAS

VALS DE LAS FLORES


(BALANCHINE)

KARLOTA NUBIOLA GARCÍA


Introducción

En este trabajo se recoge la información más importante sobre la pieza coreográfica ‘Vals
de las flores’. Se ha tomado como referencia la siguiente grabación
https://www.youtube.com/watch?v=LKcZL8q1eBw. Se incluye una ficha técnica
seguida de los componentes, la forma, interpretación y evaluación de la obra. Además, al
final aparece una crítica personal.

1.Ficha técnica

En 1816, Hoffman publicó ‘El cascanueces y el rey de los ratones’, un cuento de hadas
de miedo para adultos. Sin embargo, años más tarde, la versión de la historia de Alexander
Dumas Père hizo que la lectura fuera más divertida y apropiada para los niños, lo cual
llamó la atención de Marius Petipa, maestro principal de ballet del Ballet Imperial Ruso,
y decidió convertirla en un ballet. Encargó a Peter Ilyitch Tschaikovsky que escribiera la
música y su asistente, Lev Ivanov, creó la coreografía. La producción se realizó por
primera vez en diciembre de 1892 en San Petersburgo, Rusia.

George Balanchine, que creció en Rusia, bailó el papel del Príncipe en El cascanueces en
1919 cuando tenía 15 años. Más tarde, tras mudarse a Estados Unidos y fundar el New
York City Ballet, decidió coreografiar su propia versión de El Cascanueces para su
compañía. La primera presentación de esta producción fue el 2 de febrero de 1954 en la
ciudad de Nueva York, y hasta ahora, El cascanueces de George Balanchine ha sido una
tradición navideña anual.

Argumento

ACTO I: Es Nochebuena y los Stahlbaum y sus hijos, Marie y Fritz, dan la bienvenida a
sus invitados a una fiesta navideña. Hay juegos y regalos para los niños y todos bailan. El
amado padrino de Marie, Herr Drosselmeier, le presenta a su joven sobrino y le da un
regalo maravilloso: un Cascanueces de madera.

Después de la fiesta, Marie se queda dormida en el sofá junto a su Cascanueces, pero de


repente se sienta, algo no está bien. De la nada, ratones gigantes entran corriendo en la
habitación y el árbol de Navidad comienza a crecer, más y más alto, hasta que se eleva
sobre ella. Todo en la habitación desaparece excepto los soldados de juguete de Fritz y el
Cascanueces, que ahora son tan grandes como Marie. El Cascanueces lleva a los soldados
de juguete a la batalla con los ratones, y Marie lo ayuda arrojándole su zapatilla al feroz
Rey Ratón, a quien el Cascanueces luego mata. Ahora que el Rey Ratón está muerto, el
antiguo hechizo del Cascanueces se ha roto y el éste se ha transformado en un apuesto
príncipe. Cuando le entrega a Marie la corona del Rey Ratón, ella lo reconoce como el
sobrino de Herr Drosselmeier y a continuación, los niños entran en un hermoso bosque.

ACTO II: Marie y el Príncipe llegan a la Tierra de los Dulces y son recibidos por la
hermosa Hada de azúcar y todos los demás habitantes de su reino. El Príncipe cuenta la
historia de la batalla con los ratones y describe cómo Marie lo ayudó a derrotar al Rey
Ratón. Todos están encantados de que el Príncipe y Marie estén a salvo, y el Hada de
azúcar los lleva a un trono reluciente, donde pueden disfrutar de pasteles y dulces. Todos
bailan para los dos niños: Chocolate Caliente de España, Té Chino, Café de Arabia, los
Bastones de Caramelo, los mirlitones y Madre Jengibre, con sus ocho polichinelas. Luego
viene el vals de las flores, con una resplandeciente gota de rocío bailando entre las
hermosas flores, y finalmente, el Hada de azúcar regresa con su caballero para realizar
una danza majestuosa.

Después de esto, Marie y el Príncipe se despiden. Todos regresan para decirles adiós y se
elevan en un trineo llevado por renos voladores.

Contexto histórico

El ballet original de El cascanueces se encuentra dentro del clasicismo ruso. Sin embargo,
en la época de Balanchine el arte de vanguardia es acogido como su forma genuina y
positiva de expresión artística y el centro artístico de vanguardia se traslada de París a
Nueva York. Se busca la ruptura de los esquemas del ballet clásico y se crea el ballet
neoclásico o ballet abstracto.

Coreógrafo de la obra visualizada

La coreografía original fue creada por Marius Petipa y Lev Ivánov. Petipa fue un
coreógrafo, maestro de ballet y bailarín francés, radicado en la Rusia imperial y renovador
del estilo. Con él se dio por terminada la época del ballet romántico y se inauguró la del
grand ballet ruso. Lev Ivánov era un bailarín y coreógrafo ruso.

Por otro lado, la coreografía sobre la que se ha realizado este trabajo es de George
Balanchine. George Balanchine fue un maestro de ballet y coreógrafo Georgiano, uno de
los fundadores del estilo neoclásico. Creador del método Balanchine, es una de las figuras
capitales del ballet del SXX.

Nació en San Petersburgo el 22 de enero de 1904. Hijo del compositor georgiano Melitón
Balanchivadze (1862–1937), comenzó a estudiar piano con 5 años. Ingresó brevemente
en el Conservatorio de San Petersburgo, donde cursó ballet, teoría musical y piano.
Empezó a bailar a la edad de 9 años en la que entonces era la Escuela de Ballet de San
Petersburgo.

Comenzó a coreografiar en su adolescencia, durante los primeros años de la Revolución


rusa. Su primera obra se titula ‘La noche’, creada alrededor de 1920. Fue un paso a dos,
interpretado por una joven estudiante y él, y llegó a ser calificada como "un escándalo de
erotismo". ‘Enigma’ fue otra de sus primeras obras. Esta pieza fue concebida para ser
bailada sin zapatillas, al estilo de la entonces naciente danza moderna. A través de esto,
el teatro coreográfico llevó el sello de la creación de ballets bastante confusos y montados
sobre conceptos nuevos: el futurismo y el constructivismo.

En 1921, cuando se graduó, se incorporó al cuerpo de baile del Teatro Académico Estatal
de Ópera y Ballet y, en 1923, Balanchine y algunos de sus compañeros de generación
fundaron el Ballet Joven, agrupación para la cual coreografió diversas obras. Sin
embargo, en esa época las autoridades culturales soviéticas habían dejado de apoyar las
actividades vanguardistas para favorecer a la estética de estado por lo que sus presiones
provocaron la disolución del grupo. En el verano del año siguiente, Balanchine,
Alexandra Danílova, Tamara Gueva (quien fue su primera esposa) y Nikolái Efímov
fueron autorizados a salir de la Unión Soviética para realizar una gira por Europa
Occidental, exiliándose en París huyendo de la Revolución rusa.

Serguéi Diáguilev (1872-1929), fundador de los Ballets Rusos, los vio bailar y los invitó
a hacer una audición para ingresar en la compañía. Balanchine destacó como bailarín,
pero, desgraciadamente, sufrió una grave lesión de rodilla que lo obligó a dejar de bailar
y concentrarse en ser coreógrafo. Más adelante, Diáguilev nombró a Balanchine su
sucesor en Los Ballets Rusos y este creó once coreografías, entre las que destacan:
“Romeo y Julieta”, “Jack in the box”, “Apollon musagète”, etc. Con la coreografía de
Apollon musagète, George Balanchine no solo encontró su propia personalidad artística,
sino que dio nacimiento al estilo neoclásico, o ballet abstracto. Al desintegrarse los Ballets
Rusos, a causa del fallecimiento de Diáguilev, Balanchine transitó por varios proyectos
como coreografías para películas y compañías muy famosas.

Posteriormente conoció a Lincoln Kirstein (1907-1996), que invitó Balanchine a emigrar


a Estados Unidos con la idea de crear un "ballet estadounidense". Llegó a Nueva York en
octubre de 1933. Aunque el propósito inicial de su viaje a Estados Unidos era establecer
una compañía de ballet en ese país, "con bailarines estadounidenses y que no dependiera
del repertorio europeo", Balanchine modificó los planes originales creando primero una
escuela: la ‘School of American Ballet’ (SAB), la cual inició sus actividades el 2 de enero
de 1934. A ésta se le debe en gran parte el posterior éxito del New York City Ballet ya
que en ella se fue depurando poco a poco el estilo de ballet estadounidense. La primera
coreografía que Balanchine creó allí es Serenade (1934) con música de Piotr Tchaikovski
y con estudiantes de la escuela.

Como curiosidad, en un ensayo de Serenade una de las estudiantes llegó tarde y se puso
corriendo en su posición, esto causó curiosidad a Balanchine y lo terminó haciendo parte
de la coreografía. Pasó lo mismo cuando una alumna se cayó haciendo una pirueta
también en un ensayo.

Esta compañía fue muy importante para dar a conocer a Balanchine y su trabajo
coreográfico a todo Estados Unidos, ya que viajaba durante nueve meses al año por todo
el país. El siguiente intento de Balanchine y Kirstein por crear una compañía de ballet
llevó por nombre Ballet Society (1946). Para esta pequeña compañía de público
restringido Balanchine estrenó ‘Los cuatro temperamentos’ (1946) y ‘Orfeo’ (1948) entre
otras obras. Finalmente, Morton Baum, presidente del Comité Ejecutivo del New York
City Center of Music and Drama invitó al Ballet Society a ser su compañía de ballet
residente y terminó convirtiéndose en el actual New York City Ballet. A partir de 1964,
el NYCB tiene por sede el en el Lincoln Center, el cual fue construido de acuerdo con
varias de las sugerencias hechas por Balanchine. Hasta su muerte, George Balanchine
llevó el título de maestro de ballet del NYCB.

Falleció en 1983 de la Enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, y se lo considera la primera


víctima famosa de ésta.
Compositor

Como se ha nombrado anteriormente, el compositor de la obra original y de la visualizada


fue Piotr Ilich Tchaikovski. Tchaikovsky nació el 7 de mayo de 1840 en Votkinsk. Fue el
segundo hijo de Iliá Petróvich Chaikovski, director de una fábrica minera, y de su mujer,
Alexandra Andreyevna d'Assier, ambos aficionados a la música. En su casa se
organizaban conciertos.

A los cinco años comenzó a tomar clases de piano con María Pálchikova, una maestra
local, y tres años después leía música igual que ella. En 1854 su madre falleció de cólera,
y un mes después de la muerte hizo sus primeros ensayos de composición en su memoria
con la obra, ‘Un vals’.

Asistió a las clases de teoría musical que Nikolái Zaremba impartía en la Sociedad
Musical Rusa. Un año después, siguiendo al maestro, entró en el nuevo Conservatorio de
San Petersburgo, aunque no dejó su trabajo en el Ministerio.

Cuando se graduó, se le propuso trabajar como profesor de armonía, composición e


historia de la música en el Conservatorio de Moscú. Por tanto, en el año 1866 fue profesor
de armonía en el conservatorio, donde conoció al dramaturgo Alexandr Nikoláievich
Ostrovski, quien le escribió el libreto de su primera ópera, ‘El voivoda’ (1868).

En 1876 conoció a Nadiezhda Von Mekk, una viuda adinerada que, entusiasmada con la
música del compositor, le concedió una paga anual que le permitía dedicar todo su tiempo
a la composición. Sin embargo, catorce años después se vio obligada a suspender la
entrega y Tchaikovski, a pesar de contar con unos ingresos más que suficientes, nunca la
perdonó por este acto que él consideró injustificado.
Este periodo de relación con madame Von Mekk fue de gran fecundidad. De hecho, de
este periodo destacan, entre muchas otras obras, los ballets ‘El lago de los cisnes’ (1876)
y ‘La bella durmiente’ (1889). Posteriormente en 1891, compuso ‘El Cascanueces’.

Tchaikovsky falleció en San Petersburgo el 6 de noviembre de 1893, poco después del


estreno de la Patética, su Sexta Sinfonía. La causa de su muerte fue atribuida al cólera,
aunque, algunos biógrafos apuntan a un supuesto suicidio. Según Nina Berberova el
músico se suicidó porque un «tribunal de honor» estaba preparándole un juicio por su
tendencia sexual y no soportaba la idea de un escándalo público. Como curiosidad, se
dice que Tchaikovski jamás bebió agua sin embotellar, lo que probablemente fue una
buena decisión, dado el brote de cólera que sufría Rusia en ese momento.

Bailarina original y bailarina de la obra visualizada

Originalmente, la bailarina que realizaba el papel de gota de rocío en el vals de las flores
era Tanaquil Le Clerq, una bailarina estadounidense. Nació en París el 2 de octubre de
1929 y falleció el 31 de diciembre del 2000 en Nueva York. Estudió en la School of
American Ballet y formó parte de la Ballet Society de la que emergió en 1948 el New
York City Ballet. Se la considera la musa de coreógrafos decisivos para la evolución de
la danza en Estados Unidos como Balanchine y Jerome Robbins. Le Clercq estuvo casada
con Balanchine entre 1952 y 1969.
En la obra visualizada, la bailarina que interpreta a la gota de rocío es Ashley Bouder.
Nacida el 10 de diciembre de 1983, es la actual bailarina principal del New York City
Ballet. Comenzó a bailar con 6 años y posteriormente entró en la School of American
Ballet. En el año 2000 se unió como aprendiz al New York City Ballet y ascendió a cuerpo
de baile 4 meses después. En 2004 fue nombrada solista y principal al año siguiente. En
2019 ganó el Prix Benois de la Danse. También es conocida por su intención de introducir
el feminismo en el ballet y actualmente dirige su propio proyecto llamado The Ashley
Bouder Project.

Otras versiones

Al ser un ballet tan popular, encontramos muchas versiones diferentes como las realizadas
en los años:

-1919: con coreografía de Alexander Gorsky. Eliminó el Hada de azúcar y su caballero,


adjudicando sus danzas a Clara y el Príncipe Cascanueces que eran interpretados por
adultos en lugar de niños. La suya fue la primera producción en hacerlo.
-1927: con coreografía de Ede Brada para la Royal Opera House de Budapest, en una
versión abreviada.

-1934: con coreografía de Vasili Vainonen para el Teatro Kírov de Leningrado. Su


versión de la obra abordó muchas de las críticas al montaje original de 1892, eligiendo a
bailarines adultos para los papeles de Clara y el Príncipe, como había hecho Gorsky. Tuvo
influencia sobre varias producciones posteriores.

-1934: con coreografía de Nicholas Sergeyev en Inglaterra, siguiendo la coreografía


original de Petipa. La primera representación completa fuera de Rusia. Se han celebrado
representaciones anuales del ballet allí desde 1952.

-1940: con coreografía de Alexandra Fiódorova por el Ballet Ruso de Monte Carlo en
Nueva York. Es otra versión abreviada del ballet una vez más, conforme a la versión de
Petipa.

-1944: con coreografía de Willam Christensen para el ballet de San Francisco. El primer
montaje completo del ballet en Estados Unidos fue el 24 de diciembre de 1944. Esta fue
la primera compañía estadounidense que hizo de este ballet una tradición anual; y durante
diez años fue la única que representaba el ballet completo en EE. UU. De hecho, sigue
representándose en la actualidad. El éxito de esta versión supuso el primer paso para que
El cascanueces se constituyera en una tradición navideña anual por todo el mundo a
finales de la década de 1960.

-1954: con coreografía de George Balanchine para el ballet de la Ciudad de Nueva York.
Desde entonces El cascanueces de Balanchine se representa en Nueva York cada año. Se
ha representado dos veces en vivo por televisión, aunque no fue bien recibida su primera
edición televisada en el programa Seven Lively Arts (Siete Artes Alegres) y
protagonizada por Macaulay Culkin en su único personaje de ballet en pantalla. En la
versión de Balanchine los personajes de Clara y el cascanueces son interpretados por
niños; por lo tanto, su coreografía es menos difícil que la de los adultos.

-1957: con coreografía de David Lichine para el London Festival Ballet en Londres.

-1966: con coreografía de Yuri Grigoróvich para el Teatro Bolshói de Moscú.

-1967: con coreografía de John Cranko para el ballet de Stuttgart.

-1968: con coreografía de Rudolf Nuréyev para el Teatro Real de Estocolmo.


-1973: con coreografía de Margaret Mehuys para el ballet Ouest de Montréal en Montreal.

-1976: con coreografía de Roland Petit para el ballet de Marsella en París.

-1976: con coreografía de Mijaíl Barýshnikov para American Ballet Theatre, que se
estrenó en el Centro Kennedy. Esta versión desafió seriamente la popularidad de la
versión de Balanchine. En 1977 la CBS la televisión por primera vez con interrupciones
comerciales limitadas. Esta versión tiene una nueva coreografía y es un clásico navideño
en la televisión actual. Barýshnikov omite al Hada de azúcar y al Príncipe Koklyush, y
les da sus danzas a Clara y al Príncipe Cascanueces; así que, en su versión, los últimos no
son simplemente espectadores en el segundo acto. Además, aunque suena la música de la
Mamá Jengibre, nunca la vemos; solo cuatro payasos de la corte que bailan la danza. El
hermano de Clara, Fritz, no quiebra el cascanueces, sino un invitado borracho sin nombre
que está intentando hacer que el juguete crezca hasta ser de tamaño natural. La última vez
que se lo ve en forma humana es mientras se va achispado con los otros invitados, pero
al final se convierte en el rey de los ratones en el sueño de Clara. Originariamente, la
versión teatral era protagonizada por Barýshnikov, Marianna Tcherkassky como Clara, y
Alexander Minz como Drosselmeyer. Pero la versión televisiva Gelsey Kirkland era
Clara, siendo este uno de los personajes más memorables de Gelsey. Salvo Tcherkassky,
el resto del reparto en la versión teatral también actuaron en la versión televisiva. Desde
entonces, El cascanueces de Barýshnikov es la versión de televisión más popular y la más
vendida en vídeo y DVD, superando a cualquier otra versión en vídeo tanto del ‘El
cascanueces’ como de cualquier otro ballet. Es una de dos únicas versiones del ballet que
han sido candidatas a un premio Emmy.

-1996: con coreografía de Vicente Nebrada para la compañía de ballet del Teatro Teresa
Carreño en Caracas.

-2008: con coreografía de Javier Mejía para el Teatro Municipal en Santiago de Cali.

-2019 Con coreografía de Ana Paulina Gamboa para el Teatro Ricardo Castro en Victoria
de Durango.

Desde las producciones de Gorsky, Vainonen y Balanchine, muchos otros coreógrafos


han hecho sus propias versiones. Algunos incluyen los cambios realizados por Gorsky y
Vainonen mientras que otros, como Balanchine, emplean el libreto original. Entre las
producciones más notables se incluyen las de Rudolf Nuréyev para el Royal Ballet, Yuri
Grigoróvich para el Teatro Bolshói, Mijaíl Barýshnikov para el American Ballet Theatre
y Peter Wright para el Royal Ballet y el ballet de Birmingham. En los últimos años han
aparecido producciones revisionistas como las de Mark Morris, Matthew Bourne y Mijaíl
Shemiakin, los cuales parten directamente del libreto original de 1892 así como del
resurgimiento de Vainonen. Por su parte, la versión de Maurice Bejart descarta por
completo la trama y los personajes originales.

2.Componentes

Cada coreografía tiene una serie de componentes que se pueden identificar


individualmente, en el caso de ‘El vals de las flores’ son:

Movimiento

El cuerpo de baile y las dos solistas son las flores, estas realizan movimientos muy
amplios, suaves y delicados en contraposición con la bailarina principal. La bailarina
principal representa a una gota de rocío que pasa entre las flores y sus movimientos son
mucho más dinámicos, enérgicos, menos amplios y a la vez fluidos. En las flores destacan
los brazos elevados, sobre todo en posiciones como tercera y tercera allongé, que de vez
en cuando se cierran y se abren como si fueran pétalos. En la bailarina principal destacan
los giros rápidos y los saltos elevados. En ambos papeles los movimientos están
íntimamente ligados con la música, los acentos y los matices, de hecho, el mismo
Balanchine afirmaba que la danza se presenta como directa emanación de la partitura
musical, entendida, a su vez, "como realización sonora de líneas, ritmos y relaciones
puras, de las que la coreografía es, pues, la realización plástica".

En cuanto a la fisiología de esta pieza, para interpretar el papel de Ashley Bouder se


necesita mucho equilibrio, control, precisión y facilidad del movimiento, así como
rapidez y resistencia.

La actitud corporal del cuerpo de baile es muy elegante, sin llegar a ser soberbio denotan
casi fragilidad, al igual que los pétalos de una flor. Por otro lado, la bailarina principal
tiene una actitud más pícara y juguetona, sin dejar atrás la elegancia.
Elementos espaciales

En lo que se refiere al movimiento en relación con el espacio, hay un artículo del New
York Times que llega a describir este vals como una coreografía caleidoscópica. Las
bailarinas del cuerpo de baile se encuentran constantemente en movimiento, sobre todo
destacan los cánones y las posiciones geométricas. En varias ocasiones se agrupan y se
vuelven a expandir como si fueran una flor que se abre y se cierra. De vez en cuando
destacan las dos solistas, que suelen estar situadas al frente. Cuando entra la gota de rocío,
pasa entre las demás bailarinas y se mueve casi ajena a ellas, siguiendo su propio
recorrido.

Elementos dinámicos

La obra se caracteriza por la ya nombrada anteriormente contraposición de movimientos


entre la gota de rocío y las flores. Además de por el constante movimiento fluido del
cuerpo de baile.

Entorno visual

En lo que concierne al entorno visual, se observa una escenografía muy recargada, llena
de colores (entre los que destaca el rosa), figuras de dulces, formas parecidas a arcos que
recuerdan a una tela de encaje blanco y muchos brillos. En el centro al fondo, encontramos
sobre una tarima una especie de trono donde descansan Marie y el príncipe y delante de
ellos una mesa con comida y bebida, además, en los laterales del escenario se observan
una especie de columnas que parecen hechas de dulces y que las bailarinas utilizan a
modo de calles. Toda la gran ornamentación tiene como foco central el trono del príncipe
y Marie.

En cuanto al vestuario, las bailarinas del cuerpo de baile llevan un corpiño sencillo de
tirantes y de color beige o carne con un tutú muy pomposo estilo romántico, pero en el
que se diferencian claramente tres capas, una muy corta, una media y otra que llega hasta
la mitad del gemelo. El color del tutú es un degradado desde el color del corpiño hasta un
rosa fucsia. Como peinado llevan un moño alto y una gran flor de colores rosa palo y rosa
fucsia en la parte de arriba de la cabeza, también llevan los labios pintados de rosa oscuro.
Las dos bailarinas solistas van vestidas exactamente igual, pero en lugar de ir de rosa, van
de lila claro. La bailarina principal lleva un maillot también color carne, pero con unas
líneas verticales de un tono ligeramente más claro. Como decoración del maillot lleva dos
tiras que bordean paralelamente la parte del pecho y que tienen cristales pequeños que
cuelgan a modo de rocío. En los tirantes del maillot se observan una especie de “burbujas”
hechas de un tul del mismo color que las tiras verticales. Estas “burbujas” también se
observan a modo de cinturón, debajo del cual se encuentra una falda corta por delante y
un poco más larga por detrás, que es de la misma tela y color y que, en lugar de comenzar
en el centro del maillot, comienza a un lado dando sensación de asimetría. Como peinado
también lleva un moño alto, pero en lugar de llevar una flor, lleva una especie de corona
hecha de cristales transparentes y que tiene un toque rosa en el centro.

El escenario se encuentra totalmente iluminado y, aunque la decoración también está


iluminada, queda un poco más oscura que las bailarinas.

3.Forma

Relación entre componentes

A pesar de toda la decoración brillante, de los vestidos pomposos, del intenso colorido y
de la gran cantidad de bailarinas que se encuentran en el escenario, resulta impresionante
que no sea una obra abrumadora y que no haya nada que despunte especialmente. Es
decir, cuando ves la pieza no hay nada en lo que te fijes especialmente todo el rato, ya
que al igual del gran decorado y vestuario, también hay una gran técnica y muy buena
organización en el espacio. Hay un muy buen equilibrio de los componentes. De hecho,
justamente la sencillez de los colores y vestuario de la bailarina principal es lo que la hace
destacar.

4.Interpretación

Es verdad que las flores tienen una expresión más suave y agradable y la gota de rocío es
mucho más alegre y divertida, pero en esta pieza, lo que realmente hace parecer a las
bailarinas exactamente lo que representan son los movimientos. Esta combinación de
pasos acompañada de la expresión facial de las chicas, da lugar a una interpretación
espectacular de la obra y hace llegar el mensaje perfectamente al espectador.
5.Evaluación

Según la teoría, la evaluación y el enjuiciamiento de una coreografía están relacionados


con el mérito de la misma y, también, con las normas y los criterios establecidos, así como
con su contexto. En mi opinión, esta obra consta de una gran dificultad técnica y cumple
e incluso supera las expectativas de la época a la que pertenece. La coreografía y los
movimientos complementan perfectamente la interpretación y, con el gran vestuario y
decorado, se completa. Aunque el decorado es muy recargado y recuerda al rococó, no
resulta agobiante y realmente te traslada a un mundo de dulces.

6.Crítica

El vals de las flores de Balanchine es una de mis obras favoritas. Me encanta que
Balanchine no tuviera miedo de abandonar la “seriedad” de los ballets clásicos y llevara
a cabo ese gran decorado, además de la maravillosa coreografía. Especialmente esta
versión es la que más me gusta porque considero que Ashley Bouder (la gota de rocío),
encaja a la perfección en su papel y hace parecer al espectador que no es nada complicado,
además de que se nota (o por lo menos eso me parece) lo mucho que disfruta bailar y lo
que está haciendo en ese momento. A parte de la interpretación, también técnicamente
me parece uy correcta y, sobre todo, disfruto viendo cómo acentúa los pasos y cómo sabe
cuándo respirar para acelerar lo siguiente y viceversa. Además, la música es un clásico
que todos conocemos y es preciosa. No tengo palabras malas para esta pieza.

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