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EL MAYOR MANDAMIENTO

LO QUE DIOS QUIERE


Jesús una vez dijo, “Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos” (Juan 14:15 NVI). Si
estudias la palabra de Dios, hay más de 600 mandamientos diferentes pero Jesús dio una
respuesta precisa de cómo debemos amar a Dios.
Marcos 12:28-31
28
Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había
respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? 29Jesús le
respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios,
el Señor uno es. 30Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu
alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.
31
Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro
mandamiento mayor que éstos.
Alguna vez te has preguntado ¿qué quiere Dios de mí? ¿De verdad quiere algo de mí? ¿Cómo
me va a querer a mí si tengo un montón de problemas e inseguridades? ¿Qué podría ofrecerlo yo
a Dios si es Él el dueño de todo?
Juan 14:15
15
Si me aman, obedezcan mis mandamientos.
El lenguaje de amor de Dios no es un grito, no es un regalo, no es simplemente una expresión,
no es lenguaje corporal, no es asistencia. El lenguaje de amor de Dios es que lo obedeciéramos.
Lo que Dios quiere es tu amor. No quiere forzarte por tu amor, Él no quiere hacerte amarlo, Él
quiere que tú quieras amarlo.
Dios quiere tu amor. Y podemos demostrarle nuestro amor obedeciéndolo. Jesús dijo que el
mayor mandamiento era amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con toda
mente y con todas nuestras fuerzas.
Jesús nos dio una respuesta precisa y acertada. Dios quiere que lo ames con tu corazón y da la
casualidad de que vez tras vez nuestro corazón está conectado a nuestro tesoro.
Estudiaremos la historia de una mujer que viene en el libro de Marcos en el capítulo 14 donde
podremos ver tres cosas que requeriremos para amar a Dios con todo nuestro corazón.
Marcos 14:3-9 3 Mientras Jesús estaba en Betania, sentado a la mesa en la casa de Simón el
leproso, llegó una mujer. Llevaba ésta un vaso de alabastro con perfume de nardo puro, que era
muy costoso. Rompió el vaso de alabastro, y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. 4
Algunos de los que allí estaban se enojaron internamente, y dijeron: «¿Por qué se ha
desperdiciado así este perfume? 5 ¡Podría haberse vendido por más de trescientos denarios, y ese
dinero habérselo dado a los pobres!» Y se enojaron mucho contra ella. 6 Pero Jesús dijo:
«Déjenla tranquila. ¿Por qué la molestan? Ella ha efectuado en mí una buena obra. 7 A los
pobres siempre los tendrán entre ustedes, y cuando quieran podrán hacer por ellos algo bueno.
Pero a mí no siempre me tendrán. 8 Esta mujer ha hecho lo que pudo. Se ha anticipado a ungir
mi cuerpo para la sepultura. 9 De cierto les digo que en cualquier parte del mundo donde este
evangelio sea proclamado, también se contará lo que esta mujer ha hecho, y así será recordada.»
Hay tres cosas que vas a necesitar si vas a amar a Dios con todo tu corazón:
#1 Obediencia fuera de lo común
Todo el escenario de la historia de la mujer es poco convencional y poco común. El versículo 3
de Marcos 14 dice que Jesús estaba en Betania, sentado a la mesa en la casa de un hombre
conocido como Simón el leproso.
Y en ese momento mientras están en la casa de Simón, la escritura dice que una mujer vino con
un frasco de alabastro con un perfume muy caro hecho de nardo puro. Ella rompió el frasco y
derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús.
Esta mujer aparece sin avisar, probablemente sin invitación, y ella hace lo impensable. Ella
rompe este frasco de perfume muy caro y todo sobre esta escena es poco común porque esta
mujer, según la cultura, está haciendo todo lo que no debería de hacer, pero hay algo dentro del
corazón de esta mujer más fuerte que cultura y religión. Su amor por Jesús era más fuerte que
cualquier otra cosa. Ella quería darle algo a Jesús y no dejó que nada ni nadie se lo impidiera.
¿Tu relación con Dios se ha convertido en rutina o religión? Sí, necesitamos consistencia, pero
tanto como necesitamos consistencia también necesitamos espontaneidad. Es en la
espontaneidad donde surge la vida. Necesitamos espontaneidad, necesitamos hacer algunas
cosas que son poco comunes de vez en cuando.
Si tienes una rutina en tu relación con Dios ¿por qué no cambias las cosas un poco? Si solo
escuchas mensajes en línea ¿por qué no vas un día a escuchar el mensaje en persona? Si siempre
escuchas al mismo predicador un día intenta escuchar a alguien más. Si solo lees la Biblia en la
noche ¿por qué no te despiertas un día a las 5:00 am y ves lo que hace Dios a esa hora? Si
acostumbras ayunar no usando redes sociales ¿por qué no un día intentas ayunar absteniéndote
de comida sólida? Haz un cambio. Se consistentemente inconsistente. Se espontáneo. No todo
es rutina. Se aventurero.
(Tal vez da miedo intentar algo nuevo. Mensaje de la semana pasada. Tal vez la mujer dudó
mientras iba caminando hacia con Jesús. Pero su amor era más grande que cualquier miedo. El
perfecto amor echa fuera el temor.)
Esta mujer del frasco de perfume hace una cosa impensable, ella toma este frasco y lo rompe.
No es un perfume ordinario, las escrituras dicen que es extraordinario, valía 300 denarios. Un
denario era el salario de un día de trabajo. 300 denarios equivaldría a más de un año de salario.
La mujer hace este impensable y extravagante acto de obediencia mientras derrama su tesoro
sobre Jesús. Tal vez para otros está mal usando este perfume, este tesoro pero ella está adorando
a Dios y amando a Dios de la manera en la que Dios quiere.
Ella le da a Dios todo su corazón al derramar sobre Jesús su tesoro. Al derramar su perfume
depositó su tesoro. Le entregó a Dios su tesoro. Le dio un año de su salario. Un año de su vida y
de su trabajo. Este acto extravagante fue por amor y adoración hacia Jesús. Porque puedes dar
sin amar pero no puedes amar sin dar.
Jesús dijo en Mateo 6:21 “21Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón”.
La pregunta para ti es ¿tu tesoro se somete a Dios o Dios se somete a tu tesoro? ¿Tu tesoro
glorifica a Dios? Esta mujer le entregó su tesoro. Tu tesoro no necesariamente es algo físico. Tal
vez es esa relación, tu trabajo, tus estudios, algún objeto sentimental o de mucho valor, el
celular. Debemos entregarle nuestro tesoro a Dios. Porque donde está tu tesoro, allí también está
tu corazón. Y debemos amar a Dios con todo nuestro corazón.
El tesoro de esta mujer está sometido a Jesús y hay algo en esta mujer. No sigue las reglas, la
cultura, no está en el momento adecuado, es una mujer, no debería interrumpir. Pero la
interrupción da paso a las intervenciones.
Cuando cambias las cosas, cuando interrumpes el horario y cuando obedeces a Dios en su
palabra pasan cosas extraordinarias.
Vivimos en un mundo con el síndrome de hacerlo todo un día. Un día le voy a dar a Dios, un
día voy a comprometerme con la iglesia, un día haré lo correcto, un día obedeceré, un día haré
lo que Dios me dijo que hiciera.
Sin embargo, esta mujer está decidida a darle su tesoro a Jesús. No se demora, no tarda en
obedecer, no espera a que llegue un día sino que va con Jesús y derrama su tesoro sin
importarle lo que los demás dirán de ella, sin importar qué podría pasar después. No le importó
quedarse sin nada porque estaría en presencia del que es abundancia.
La obediencia es siempre un acto de fe mientras que la desobediencia es un acto de
incredulidad. Dios nos pide que lo amemos con obediencia. No solo obedezcamos con lo que es
común o esperado (leer la biblia, ir a la iglesia) sino obedeciéndolo amándolo con todo nuestro
corazón, entregándole nuestro tesoro.
#2 Devoción sin vergüenza
A las personas que estaban ahí no les pareció correcto este acto que hizo la mujer. El versículo 4
y 5 dice que Algunos de los que allí estaban se enojaron internamente, y dijeron: «¿Por qué se
ha desperdiciado así este perfume? 5 ¡Podría haberse vendido por más de trescientos denarios,
y ese dinero habérselo dado a los pobres!» Y se enojaron mucho contra ella.
¿Por qué es que la gente critica? La mayoría de veces criticamos porque vemos algo dentro de
otra persona que nosotros mismos no hemos logrado.
Esta mujer hace una cosa hermosa y la gente de alrededor está mirando y comienza a criticarla.
Estas personas que comienzan a criticarla lo que están haciendo es que están exponiendo su
propio corazón porque la crítica rara vez nace de la generosidad. La crítica nace de la codicia. Y
estas personas están criticando la generosidad de la mujer para justificar su propia codicia.
El escritor Mark Twain dijo, “Si no tienes la voluntad de cambiarlo, no tienes derecho a
criticarlo”.
Las personas puede que te critiquen por servir a Dios, por dar a los demás a cambio de nada, por
gastar todo tu tiempo en la iglesia. Pueden empezar a criticarte y pueden empezar a decir que lo
que estás haciendo es en vano y no vale la pena y que no es valioso.
Pero si vas a amar a Dios con todo tu corazón vas a tener que tener esta dedicada,
desvergonzada decisión de que no te importe lo que los demás digan porque tú sabes por qué
estás haciendo lo que estás haciendo.
No necesitas defenderte a ti mismo, Jesús te defenderá.
Marcos 14:6-7 6 Pero Jesús dijo: «Déjenla tranquila. ¿Por qué la molestan? Ella ha
efectuado en mí una buena obra. 7 A los pobres siempre los tendrán entre ustedes, y
cuando quieran podrán hacer por ellos algo bueno. Pero a mí no siempre me
tendrán.
Jesús no se está oponiendo a la idea de servir a los pobres. Él está a seis días de ir a la cruz y
esta mujer hizo algo hermoso. En ese tiempo, cuando las personas moría, antes de ser enterradas
les ponían especias, hierbas, aceites y perfumes a los cadáveres. Esta mujer no se esperó a que
Jesús muriera, ella derramó su tesoro y su corazón sobre Jesús estando vivo.
Si has sido alguna vez criticado por amar a Dios anímate porque tu adoración no es un
desperdicio. Alabar a Dios es lo más productivo que puedes hacer en este mundo. Alaba,
glorifica y sirve a Dios sin vergüenza.
Dios está buscando a gente fiel que tenga devoción sin vergüenza, que sirva y de por amor.
¿Cómo se ve amar a Dios con todo el corazón? Se ve como está mujer que incluso cuando la
están criticando, murmurando contra ella, ella se mantiene comprometida.
Recuerda que no es para que los demás entiendan. Es por amor y obediencia a Dios. Muchos no
entenderán tu alabanza y adoración hacia Dios, en efecto te criticarán y murmurarán contra ti
pero la adoración de un hombre es el desperdicio de otro.
Porque mi sacrificio sin mi historia nunca tendrá sentido. Hasta que conoces la historia de una
persona es entonces cuando puedes comprender lo que hace. Esta mujer derrama sobre Jesús el
sueldo de un año en un momento. Ella le da su tesoro al Rey. ¿Por qué decide hacer todo esto?
Ella tiene una historia. El libro de Marcos solo dice que una mujer hizo esto pero en el libro de
Juan nos podemos dar cuenta quién es esta mujer y por qué hizo todo esto.
Esta mujer es María. No la madre de Jesús. No María Magdalena. Está mujer era María la
hermana de Marta y la hermana de Lázaro. Si lees la historia de la vida de María puedes ver
cómo una y otra vez ella ama a Jesús con todo su corazón. Ella tiene una historia.
Ahora todo tiene sentido. El sacrificio de un año de salario tiene sentido. ¿Cuánto darías tú por
todo lo que Jesús ha hecho por ti? ¡Jesús lo vale todo! Si las personas que estaban ahí
criticándola hubieran sabido por quién estaba haciendo esto, la crítica hubiera cambiado. En vez
de creer que desperdició el perfume sabrían que en realidad era muy poco lo que se dio por
aquél que lo dio todo.
Puedo intentar explicarlo de una manera o de otra pero ninguna explicación será suficiente hasta
que lo experimentes.
#3. Entrega implacable
María tuvo una obediencia fuera de lo común, una devoción sin vergüenza y una entrega
implacable. Una y otra vez María va con Jesús con quebrantamiento en su corazón. María
rompió el vaso de alabastro, y derramó el perfume sobre la cabeza de Jesús. Rompió el frasco y
derramó el perfume.
No estás demasiado roto. “Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los
contritos de espíritu (Salmo 34:18)”. El poder de Dios se perfecciona en nuestra debilidad.
Jesús dijo en Marcos 14:8 “Esta mujer ha hecho lo que pudo. Se ha anticipado a ungir mi cuerpo
para la sepultura.” Haz lo que puedas cuando puedas. Puedes sentir que no eres suficiente, que
tu ofrenda no es tan grande, que tu adoración no es tan asombrosa, que no estás calificado, que
no estás listo, que no estás equipado pero eso no importa. Haz lo que puedas cuando puedas.
Adora estando roto. Sirve estando roto. Da estando roto. Aparece y asiste estando roto. Un
frasco roto también puede derramar. Eres útil en los ojos de Dios.
2 Corintios 4:6-10
6
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas surgiera la luz, es quien brilló en
nuestros corazones para que se revelara el conocimiento de la gloria de Dios en el
rostro de Jesucristo. 7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que se vea
que la excelencia del poder es de Dios, y no de nosotros, 8 que estamos atribulados
en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; 9 perseguidos, pero
no desamparados; derribados, pero no destruidos; 10 siempre llevamos en el cuerpo,
y por todas partes, la muerte de Jesús, para que también la vida de Jesús se
manifieste en nosotros.
Amar a Dios es un privilegio. Pero muchas veces no sabemos cómo amarlo. Él nos dice que si
lo amamos obedezcamos sus mandamientos. El mayor mandamiento que nos dio es amarlo con
todo nuestro corazón, mente, fuerzas y alma.
Amar a Dios es más fácil cuando lo conoces personalmente. Amar es una decisión. El primer
paso es saber que Él te ama así como eres. Esta noche podemos elegir amarlo con todo nuestro
corazón aunque eso requiera el sacrificio de entregar nuestro tesoro. Pero si tienes gratitud en tu
corazón no será difícil sacrificar porque sabes que Dios lo vale todo.

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