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Profesora Autora:
Ab. Carlos Alfredo Zambrano Navarrete Mgs.
Titulaciones Semestre
• Abogado CUARTO
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UNIDAD 2
SESION 5
La Constitución por ser la norma suprema del Estado consagra ciertas garantías para que la
persona que es parte en un proceso pueda salvaguardar sus derechos fundamentales y
conseguir el restablecimiento de la “paz jurídica quebrantada”, es por esto que la aplicación
de dichas garantías constitucionales es obligatoria aun cuando existan normas que
discordaren con aquellas.
Directamente relacionado con “el debido proceso”, reconocido por nuestra Constitución,
ofrece a las partes procesales equilibrio y seguridad jurídica.
Lo que nos lleva a revisar que dentro de los principales principios constitucionales.
Revisemos entonces:
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Sin embargo, en los procesos que versen sobre garantías jurisdiccionales, en caso
de constatarse la vulneración de derechos que no fuera expresamente invocada por
los afectados, las juezas y jueces podrán pronunciarse sobre tal cuestión en la
resolución que expidieren, sin que pueda acusarse al fallo de incongruencia por este
motivo.
Los procesos se sustanciarán con la intervención directa de las juezas y jueces que
conozcan de la causa. Se propenderá a reunir la actividad procesal en la menor
cantidad posible de actos, para lograr la concentración que contribuya a la celeridad
del proceso.
Este principio permite presentar de forma verbal o escrita las razones o argumentos
de los que se crean asistidas las partes y replicar los argumentos de la contraparte.
En este sentido, Falconí (2003), se sostiene que este principio encuentra su asidero
en todos los medios de ataque y de defensa pueden ser empleados por regla general
en la audiencia dentro del juicio, de tal modo que los incidentes deben ser resueltos
en sentencia.
El principio DISPOSITIVO, conforme este principio la actividad del juez está sujeta
o limitada a la iniciativa o voluntad de las partes. El proceso sólo puede iniciarse a
instancia de quien pretende la tutela de un derecho y no puede desarrollarse sino
mediante el impulso de las partes, así el juez es un elemento pasivo que no puede
actuar sino a petición de parte. (Falconi. 2003)
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El principio de INMEDIACIÓN, la aplicación del principio de inmediación lo que
instrumenta la oralidad como forma de sustanciación procesal, pues el contacto
directo del juez le posibilita un acercamiento, no sólo con los sujetos-partes
(personas) e interactuación con ellos en el debate (oral, público y contradictorio)
sino, especialmente, con sus “verdades” históricas, materiales y probatorias,
necesarias para una adecuada fundamentación de los hechos y una correcta
argumentación jurídica, que dé como resultado no sólo motivar la sentencia, sino,
fundamentalmente, administrar justicia con imparcialidad. Coincidiendo con
Falconi (2003). Debe haber una comunicación directa, inmediata entre el Juez y los
distintos elementos del proceso como son las partes.
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sentencias, los jueces (a), y tribunales, fallan en favor del Estado; por el contrario,
en ciertos procesos judiciales por decir lo menos no ha existido imparcialidad.
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para que la decisión no quede en una mera declaración de buenas intenciones, es
decir el derecho a la tutela judicial efectiva cumple con su esencia con el acceso
gratuito a la jurisdicción, un proceso justo y equitativo, con el debido derecho a la
defensa, sin dilaciones innecesarias, a una sentencia debidamente motivada con
observación especial a la casuística del tema y las normas aplicables al mismo, y
finalmente dicho derecho toma vida con la ejecución de la sentencia, ya que, sin la
ejecución no se estaría garantizando la efectividad de la tutela judicial (Aguirre
Guzmán, 2010, págs. 14-15).
Para garantizar la tutela judicial efectiva de los derechos, y evitar que las
reclamaciones queden sin decisión sobre lo principal, por el reiterado
pronunciamiento de la falta de competencia de las juezas y jueces que previnieron
en el conocimiento en la situación permitida por la ley, las juezas y jueces están
obligados a dictar fallo sin que les sea permitido excusarse o inhibirse por no
corresponderles.
El artículo 75 de la Constitución, determina que las personas tienen derecho al acceso gratuito
y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus derechos e intereses, la misma que debe
sujetarse a los principios de inmediación y celeridad. Para José García la tutela judicial
efectiva es el derecho al libre acceso a los jueces y tribunales de justicia, obtener un fallo, a
que el fallo se cumpla a fin de que el ciudadano afectado sea repuesto en su derecho y
compensado si hubiere lugar a ello por el daño sufrido (García Falconi, 2004, pág. 36)
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En el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (1966) en su artículo 14, se
establece que todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia, y los
individuos tienen derecho a ser oídos públicamente y con las debidas garantías por un tribunal
competente, independiente e imparcial en la sustanciación de cualquier acusación.
La Declaración sobre los principios fundamentales de justicia para las víctimas de delitos y
del abuso del poder (1985), determina que las víctimas tendrán derecho a los mecanismos de
la justicia así como una pronta reparación del daño que hayan sufrido por medio de
procedimientos judiciales y / o administrativos los mismos que serán expeditos, justos, poco
costosos y accesibles, evitando las demoras innecesarias en la resolución de las causas y en
la ejecución de los mandamientos o decretos que concedan indemnizaciones a las víctimas.
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Además, el derecho a la tutela judicial, asegura el derecho al acceso a la justicia y el debido
proceso, a fin de que exista un control judicial efectivo frente al ejercicio del poder público,
se convierte por lo tanto en un control sobre actuaciones administrativas que puedan
perjudicar a los ciudadanos con lesión en sus derechos (Araujo Oñate, 2011, pág. 259).
Para la Corte Constitucional (2013), el derecho a acceder a una tutela judicial efectiva, fue
adoptado procesalmente como una de las garantías fundamentales con las que cuentan los
ciudadanos, dicha facultad se la conoce procesalmente como derecho de petición que
conduce a una serie de obligaciones por parte del Estado, es decir se requiere de la existencia
de un órgano jurisdiccional y la presencia de juezas y jueces quienes, investidos de potestad
jurisdiccional, deben velar por el cumplimiento de la Constitución y la ley, no obstante dicho
acceso a los órganos judiciales no es suficiente para que se tutelen los derechos de los
ciudadanos, ya que una vez ejercitada la acción correspondiente es preponderante que los
operadores de justicia realicen una labor diligente en donde se efectivice la defensa de los
derechos de una forma justa y equitativa entre las partes procesales.
1.4.2 Garantías a la Tutela Judicial Efectiva.- Juan Benalcázar señala las siguientes
garantías, que ofrece el derecho a una tutela judicial efectiva:
A todo lo que se analiza, se tiene la certeza que ninguna de las funciones del Estado, debería
injerir en las atribuciones que la ley ha otorgado a la función judicial, garantizando un juicio
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justo en contra de las transgresiones e inobservancias de las normas legales en las que el
Estado haya incurrido.
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El principio al ACCESO GRATUITO A LA JUSTICIA y a la tutela efectiva,
imparcial y expedita de sus derechos e intereses, con sujeción a los principios de
inmediación y celeridad. El principio en ningún caso quedará en indefensión;
igualmente estos principios constitucionales no se cumplen en su totalidad por decir
lo menos.
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Además, la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las
Expresiones Culturales de la UNESCO (2005) Artículo 1. Numeral c. Fomentar el
diálogo entre culturas a fin de garantizar intercambios culturales más amplios y
equilibrados en el mundo en pro del respeto intercultural y una cultura de paz.
1.7 Art. 25.- PRINCIPIO DE SEGURIDAD JURÍDICA.- Las juezas y jueces tienen
la obligación de velar por la constante, uniforme y fiel aplicación de la Constitución,
los instrumentos internacionales de derechos humanos, los instrumentos
internacionales ratificados por el Estado y las leyes y demás normas jurídicas.
Esta Corte ha indicado, que la Seguridad Jurídica, constituye el pilar sobre el cual
se asienta la confianza ciudadana respecto de las actuaciones de los poderes
públicos, pues brinda a las personas la certeza de que la aplicación normativa se
realizará acorde a la Constitución y a las normas aplicables al caso concreto han
sido determinadas previamente, son claras y públicas, y aplicadas únicamente por
autoridades competente, Solo de esta manera se logra conformar una certeza de que
normativa existente en la legislación será aplicada cumpliendo ciertos lineamientos
que garantizan el acceso a la justicia y a una tutela efectiva, imparcial y expedita de
sus derechos e intereses. Caso 0285-12-EP. Sentencia. 178-15-SEP-CC.
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De igual manera, la seguridad jurídica implica la confiabilidad en el orden jurídico
y la sujeción de todos los poderes del Estado a la Constitución y a la ley, como
salvaguarda para evitar que las personas, pueblos y colectivos sean víctimas del
cometimiento de arbitrariedades. Esta salvaguarda explica la estrecha relación con
el derecho a la tutela judicial, pues cuando se respete lo establecido en la
Constitución y la ley, se podrá garantizar el acceso a una justicia efectiva imparcial
y expedita. Caso 1055-11-EP. Sentencia 045-15-SEP-CC.
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En la sustanciación de las causas judiciales, también encontramos otros principios que
involucra a las partes procesales, sus abogados, inclusive terceros, a fin de acreditar la
verdad procesal, revisemos.
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notoriamente maliciosos, que en gran medida revelan abuso del derecho o entrañar
violación al proceso o la ley.
1
Martín Ferrer, Abuso del Derecho en el Proceso, Barcelona, T. I, R. D. Proc, 1969, p. 149
2
Lema Quinga, Bolívar Sandrino. El principio de la buena fe procesal en materia penal. Quito – Ecuador
2009.
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fundamentar conceptualmente una perspectiva en la que el problema de la
determinación de los hechos se plantea racionalmente en términos de modalidades
y técnicas para obtener la mejor verdad relativa, es decir, la mayor aproximación de
la determinación de los hechos a la realidad, pues la dicotomía entre verdad relativa
y verdad absoluta, permite evitar confusiones con otras cosas que también suceden
en el proceso, especialmente las pruebas legales, de tal modo que la regulación legal
de la eficacia de las pruebas está en la antítesis de la determinación de los hechos
en términos de verdad, ya que procura típicamente que el juez juzgue los hechos
sobre la base de parámetros distintos de aquellos que afectan a la aproximación de
la realidad.
1.9.2 Verdad Judicial vs Verdad Material.- Este tema es problemático, pues los juristas
se plantean, por un lado, la verdad judicial, la verdad formal, que sería establecida
en el proceso por medio de las pruebas y de los procedimientos probatorios, y por
otro lado una verdad material, histórica, empírica o simplemente verdad referida al
mundo de los fenómenos reales, o en todo caso, a sectores de experiencia distintos
del proceso y que se obtendrían mediante instrumentos cognoscitivos distintos de
las pruebas judiciales.
Es habitual también distinguir, entre una verdad relativa, que es típica del proceso
y una verdad absoluta, que exigiría algún lugar fuera del proceso; de lo que se
concluye que la distinción entre verdad formal y verdad material, es según Taruffo,
inaceptable, por varias razones que la doctrina menos superficial ha puesto en
evidencia desde hace tiempo, pues parece insostenible la idea de una verdad judicial
que sea completamente distinta y autónoma de la verdad real por el solo hecho de
que es determinada en el proceso y por medio de las pruebas.
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de ellas, identificada únicamente por oposición con la verdad formal, que se
considera la típica del proceso.
Además, señala que la única verdad que importa, es la que es la establecida por el
juez en la sentencia, ya que fuera de ella no hay ninguna otra verdad que interese al
Estado o a la administración de justicia o mucho menos a las partes.
El Art. 27 del Código Orgánico de la Función Judicial, señala, que se debe buscar
la verdad procesal, mientras que el Art. 78 de la Constitución de la República y el
130.10 del Código Orgánico de la Función Judicial, señalan que el objetivo es
buscar la verdad y entonces nace la interrogante: ¿qué es la verdad?
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El mismo maestro, señala: Se enseña en las cátedras que la verdad escrita en las
sentencias no es sino el hecho filtrado a través de la mente del juez. Pero en realidad
las cosas son mucho más complicadas: antes de llegar el hecho a la mente del juez,
tiene que pasar a través de la narración que de él haga cada litigante a su defensor y
después en la fase instructora a través de los olvidos o de las reticencias de los
testigos, y más tarde aún, en el debate final, a través de las no imparciales
reconstrucciones de los defensores. Y, por último, llega al juzgador; no por un solo
camino que corra a la luz del sol, sino por dos diversas y tortuosas rutas que en gran
parte discurren por túneles, ya que tienen que atravesar los oscuros meandros del
espíritu humano.3
3
García Falconí, José. LA VERDAD OS HARÁ LIBRES. https://derechoecuador.com/verdad-procesal/
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procedimientos es la efectividad de los derechos reconocidos por la Constitución,
los instrumentos internacionales de derechos humanos y la ley sustantiva o material.
A lo que se agrega que cualquier vacío en las disposiciones de las leyes procesales,
se llenará con las normas que regulen casos análogos, y a falta de éstas, con los
principios constitucionales y generales del derecho procesal.
4
Comité de Derechos Humanos, Observación General No. 32, El derecho a un juicio imparcial y a la igualdad
ante los tribunales y cortes de Justicia, 2007, párr. 9.
5
Tribunal Constitucional español en su STC 62/1997 de 7 de abril, fundamento jurídico segundo.
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Otros principios
La Policía Nacional tiene como deber inmediato, auxiliar y ayudar a las juezas y
jueces, y ejecutar pronto y eficazmente sus decisiones o resoluciones cuando así se
lo requiera.
Las juezas y jueces también tienen el deber de cooperar con los otros órganos de la
Función Judicial, cuando están ejerciendo la facultad jurisdiccional, a fin de que se
cumplan los principios que orientan la administración de justicia.
Las instituciones del sector privado y toda persona tienen el deber legal de prestar
auxilio a las juezas y jueces y cumplir sus mandatos dictados en la tramitación y
resolución de los procesos.
Las personas que, estando obligadas a dar su colaboración, auxilio y ayuda a los
órganos de la Función Judicial, no lo hicieran sin justa causa, incurrirán en delito
de desacato.
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Que, dentro de las facultades genéricas de juezas y jueces, particularmente la
establecida en el artículo 129 numeral 7 del Código Orgánico de la Función Judicial
se establece: “Requerir de toda autoridad pública o de instituciones o personas
privadas el auxilio que demande en el ejercicio de sus funciones”;
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1. ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO.
El Art. 178 del Código Orgánico de la Función Judicial, indica: Los órganos jurisdiccionales,
sin perjuicio de otros órganos con iguales potestades reconocidos en la Constitución, son los
encargados de administrar justicia, y serán los siguientes:
La Función Judicial tendrá como órganos auxiliares el servicio notarial, los martilladores
judiciales, los depositarios judiciales y los demás que determine la ley.
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La Defensoría Pública y la Fiscalía General del Estado son órganos autónomos de la Función
Judicial.
1. Las juezas y jueces; las conjuezas y los conjueces, y demás servidoras y servidores de la
Función Judicial que prestan sus servicios en la Corte Nacional de Justicia, cortes
provinciales, tribunales y juzgados de primer nivel;
2. Las juezas y jueces temporales, mientras estén encargados de la unidad;
3. Las vocales y los vocales, y los demás servidoras y servidores de la Función Judicial que
prestan sus servicios en el Consejo de la Judicatura;
4. La Fiscal o el Fiscal General del Estado, la Defensora o Defensor Público General, y los
demás servidoras y servidores de la Función Judicial que prestan sus servicios en la Fiscalía
General del Estado y en la Defensoría Pública;
5. Las notarias y los notarios y los demás servidoras y servidores de la Función Judicial que
prestan sus servicios en los órganos auxiliares de la Función Judicial; y,
6. Quienes sean designados servidoras y servidores judiciales provisionales para prestar
servicios en los órganos de la Función Judicial.
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paz social y a la seguridad jurídica, afianzando la vigencia del Estado constitucional de
derechos y justicia”.
El procedimiento, plazos y demás elementos del proceso serán determinados por el Consejo
de Participación Ciudadana y Control Social.
Los miembros del Consejo de la Judicatura, tanto titulares como suplentes, durarán en el
ejercicio de sus funciones 6 años.
El Consejo de la Judicatura rendirá su informe anual ante la Asamblea Nacional, que podrá
fiscalizar y juzgar a sus miembros.
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3.2 FUNCIONES DEL CONSEJO DE LA JUDICATURA
Conforme el Art. 181.- Serán funciones del Consejo de la Judicatura, además de las que
determine la ley:
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resolución en firme sobre su situación; para sustituir a una servidora o a un servidor
durante el tiempo que estuviere de vacaciones, con licencia o asistiendo a programas
de formación o capacitación; en caso de que se hubiese declarado con lugar la excusa
o recusación de la jueza o juez; o si se requiera atender necesidades extraordinarias o
emergentes del servicio de justicia.
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Las vocales y los vocales del Consejo de la Judicatura y sus suplentes, las juezas y los jueces
de la Corte Nacional de Justicia y las conjuezas y conjueces, la Fiscal o el Fiscal General del
Estado, la Defensora Pública o el Defensor Público General, las notarias y notarios y quienes
prestan sus
servicios en las notarías, así como las servidoras y servidores que desempeñan labores en que
prima el esfuerzo físico sobre el intelectual, no pertenecen a ninguna de estas carreras.
Concordancias:
CONSTITUCION DE LA REPUBLICA DEL ECUADOR, Arts. 170
Art. 43.- REGIMEN LEGAL DE LAS DIVERSAS CARRERAS.- Quienes pertenecen a las
carreras judicial, fiscal o de la defensoría pública se rigen por las normas que establecen este
Código, el Estatuto Orgánico Administrativo de la Función Judicial y los reglamentos.
La Carrera Administrativa que comprende a todas las servidoras y servidores que colaboran
con los diversos órganos de la Función Judicial y que no desempeñan funciones como jueces,
fiscales o defensores públicos, están sujetos a este Código y subsidiariamente a la Ley
Orgánica de Servicio Civil y Carrera Administrativa. A estas servidoras y servidores les está
prohibido, aún por delegación, ejecutar funciones de carácter jurisdiccional, o aquellas
exclusivas de fiscales y defensores.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
- Aguirre Guzmán Vanessa, La tutela judicial efectiva como derecho humano: una
aproximación a su concepción y situación en el Ecuador, UASB, 2010;
- Araujo Oñate Rocío, Acceso a la justicia y tutela judicial efectiva, Colombia, 2011;
- Benalcázar Guerrón Juan Carlos, Derecho Procesal Administrativo Ecuatoriano,
Fund. Andrade & Asociados, Ecuador, 2007;
- Cadena Posso, Alipio Absalón. APLICACIÓN DE LOS PRINCIPIOS
CONSTITUCIONALES EN LOS PROCEDIMIENTOS JUDICIALES
ESTABLECIDOS EN EL CÓDIGO ORGÁNICO GENERAL DE PROCESOS.
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Debate Jurídico Ecuador. Revista Digital de Ciencias Jurídicas de UNIANDES Vol.
3 / Nro. 1 / enero-abril / Año. 2020 / pp. 30-40.
- Corte Constitucional del Ecuador, Sentencia No. 029-13-SEP-CC, 10 de Julio de
2013.
- Comité de Derechos Humanos, Observación General No. 32, El derecho a un juicio
imparcial y a la igualdad ante los tribunales y cortes de Justicia, 2007, párr. 9.
- Gordillo Agustín, El acto administrativo, 2007;
- García Falconi José, El Derecho Constitucional a la Tutela Efectiva en la
Administración de Justicia, Ed. Rodin, 2004;
- García Falconí, José. LA VERDAD OS HARÁ LIBRES.
https://derechoecuador.com/verdad-procesal/
- Martín Ferrer, Abuso del Derecho en el Proceso, Barcelona, T. I, R. D. Proc, 1969,
p. 149
- Peces Barba Gregorio, La seguridad jurídica desde la filosofía del derecho, 1990;
- Tribunal Constitucional español en su STC 62/1997 de 7 de abril, fundamento
jurídico segundo.
- Sentencia No. 22-13-IN/20. CASO No. No. 22-13-IN Jueza ponente: Teresa
Nuques Martínez. Quito, D.M., 09 de junio de 2020. Párrafo 81.
- Zambrano Navia Jaime Eduardo, Tutela efectiva imparcial como garantía de
seguridad jurídica entre particulares y el Estado, UESS, 2017;
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