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UNIVERSIDAD PRIVADA DEL NORTE

ESCUELA DE DERECHO
CURSO : Derecho Procesal Civil I
TEMA : TRABAJO DE CAMPO 1
ANALIZAR LA LEGISLACIÓN Y LA DOCTRINA SOBRE LOS
PRINCIPIOS DEL PROCESO CIVIL

DOCENTE : Ary Hendrik Terrones Meléndez

INTEGRANTES:

❖ Natali Miranda Vargas (N00220168)


❖ Lorena Pajares Díaz (N00182531)
❖ Gabriela Heras Sánchez (N00215711)
❖ Vicky Medina Ramirez (N00201094)
❖ Yuliana Carrasco Marrufo (N00233051)
❖ Hernán Delgado Pacco (N00232940)

2022

2021
ANALIZAR LA LEGISLACIÓN Y LA DOCTRINA SOBRE LOS PRINCIPIOS DEL PROCESO
CIVIL

1. DERECHO A LA TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA

Quiroga (1991) expresa que “la tutela del proceso se realiza por imperio de las previsiones
constitucionales para evitar que el legislador ordinario instituya leyes procesales de modo tan
irrazonables que, debido a bruscos cambios de la coyuntura política, virtualmente impida a las partes
la defensa de sus derechos y a los jueces el cumplimiento de su función jurisdiccional”.

Este principio comprende un derecho fundamental que atañe a todas las personas, por cuanto no
existe persona alguna que no tenga o no pueda tener un conflicto que sea motivo de su solución a
nivel jurisdiccional. Esta regularidad jurídica lo tutela la norma contenida en el Art. I del T.P. Del
Código Procesal Civil al afirmar que toda persona tiene derecho a la tutela jurisdiccional efectiva para
el ejercicio y la defensa de sus derechos e intereses con sujeción a un debido proceso, consagrado
en la Constitución Política del Estado en el Art.139 Inc. 3ro. En consecuencia, se puede afirmar que
tiene la función de asegurar toda persona la posibilidad de acudir a la justicia para la tutela
jurisdiccional de los derechos materiales individuales a través de un proceso legal regular en el que
se le dé la oportunidad razonable y suficiente para ser oído de ejercer el derecho de la defensa, de
aportar las pruebas para obtener una sentencia justa que decida el conflicto dentro del plazo
preestablecido en la ley procesal.

El Derecho a la Tutela Jurisdiccional Efectiva es un derecho fundamental que conlleva dentro de sí


o insume 3 Derechos que son también fundamentales que se deben resaltar y deben quedar lo
suficientemente claros y son los siguientes:

▪ El Derecho de Acción: Que corresponde al demandante ya que con su conducta procesal incita
al órgano jurisdiccional para que se le restablezca el derecho que le ha sido vulnerado.

▪ El Derecho de Contradicción: Que le corresponde al demandado y que lo ejercita con la


contestación de la demanda en la que genéricamente contradice todos y cada uno de los hechos
imputados en la demanda.

▪ El Derecho al Debido Proceso: Que, por su naturaleza, implica otorgar a las partes procesales
las garantías que la ley les otorga además de la imparcialidad del magistrado en el tratamiento por
igual a las partes, durante el desarrollo de la acción y contradicción, debe cumplirse
indiscutiblemente.
2. PRINCIPIOS DE DIRECCIÓN E IMPULSO DEL PROCESO

Chiovenda (1922) se refiere a este principio de la siguiente manera: "En el proceso civil moderno el
juez no puede conservar la actitud pasiva que tuvo en el proceso de otros tiempos. Es un principio
del derecho público moderno que el Estado hallase interesado en el proceso civil; no ciertamente en
el objeto de cada pleito, sino en que la justicia de todos los pleitos se realice Jo más rápidamente y
lo mejor posible... El juez, por lo tanto, debe estar provisto también en el proceso civil, de una
autoridad que careció en otros tiempos."

Principio Procesal de Capital importancia, puesto que tiene una doble orientación que atañe a la
responsabilidad y conducta procesal del magistrado. La dirección del proceso está cargo del Juez,
quien debe impulsar el proceso por sí mismo, siendo responsable de cualquier demora ocasionada
por su negligencia como así también, el Principio de Dirección e Impulso se relaciona con lo que el
operador de justicia debe cumplir con el ejercicio de su competencia, evitando demoras inusuales
que perjudican a las partes que tiene sed de justicia y de solución de sus conflictos.

3. FINES DEL PROCESO E INTEGRACIÓN DE LA NORMA PROCESAL

Robert Wyness Millar (1945) hace de Bunsen, un procesalista germánico:" ... el Juez tiene que vigilar
para que el pleito, desde el comienzo hasta el fin, se lleve en la forma determinada por la ley, para
que se distribuyan equitativamente luz y sombra y puedan utilizar las partes, sin estorbos ni
restricciones, todos los medios de hacer efectivos sus derechos, y en particular, de producir sus
pruebas que le otorguen las leyes."

Este Principio sostiene que el Juez como director del Proceso Civil tiene un motivo, meta o finalidad,
respecto a la función de su competencia de la que está investido jurisdiccionalmente siendo esta la
de resolver en forma concreta el conflicto de intereses puesto en debate jurisdiccional , haciendo uso
de la legislación nacional vigente, de la doctrina nacional y comparada y en el supuesto de no existir
norma o jurisprudencia, el juez crea su propia jurisprudencia y resuelve el conflicto poniendo su
criterio debidamente sustentado es decir plenamente motivado, y de esa manera el juez cumple con
resolver el conflicto aunque no existe norma nacional aplicable al caso. He ahí la integración de la
norma.

4. PRINCIPIOS DE INICIATIVA DE PARTE Y DE CONDUCTA PROCESAL

Camelutti (1952) se refiere a este Principio de la siguiente manera: “... la iniciativa de las partes es
indispensable no sólo para pedir al Juez la providencia, sino también para poner ante su vista los
hechos de la causa.”

Este Principio destaca el interés de las personas que al verse afectadas con la vulneración de sus
derechos tienen la facultad de acudir al órgano jurisdiccional para que el juez les resuelva su
conflicto. Este principio está diseñado en el Art. IV del T.P. de nuestro ordenamiento procesal que
textualmente nos dice “El proceso se promueve sólo a iniciativa de parte, la que invocará interés y
legitimidad para obrar. No requiere invocarlos el Ministerio Público, el procurado oficioso ni quien
defienda intereses difusos.

5. PRINCIPIOS DE INMEDIACIÓN, CONCENTRACIÓN, ECONOMÍA Y CELERIDAD PROCESALES

Cappelletti (1963): "El juez no entraba en contacto directo, "inmediato", con las partes ni, en
particular, con las pruebas (testigos, cosas, lugares), a causa de la desconfianza en la oportunidad
o equidad de semejante contacto directo e inmediato. Se prefería que al juez le llegase solamente el
eco atenuado e impersonal de los escritos redactados en el momento del examen de los testigos,
así como el de la inspección de los lugares, etc.

El Juez dirige el proceso tendiendo a una reducción de los actos procesales, sin afectar el carácter
imperativo de las actuaciones que lo requieran. La actividad procesal se realiza diligentemente y
dentro de los plazos establecidos, debiendo el juez, a través de los auxiliares, bajo su dirección,
tomar las medidas necesarias para lograr una pronta y eficaz solución del conflicto de intereses o
incertidumbre jurídica.

La norma contenida en el Art. V del T.P. del CPC. destaca varios principios, que a continuación
detallamos.

▪ Principio de Inmediación. - Determina que el juez en su relación físico-personal directa con las
partes con motivo de las audiencias y actuación de los medios probatorios conozca una serie
ponderaciones personales de las partes que le permitirá tenerlas en cuenta al momento de resolver
el conflicto o la incertidumbre en la resolución final del proceso. Todo esto, sin perjuicio que como el
juez todo lo tiene a su alcance por ser el director del proceso, ya que en su diario trajinar y ejerciendo
el principio de inmediación, advierte y analiza el proceso a través de los actos sucesivos donde cada
acto es antecedente del que sigue, pero que tienen relación entre sí en la medida que cada acto es
un antecedente del que sigue. Dentro de estas circunstancias, el juez ejercitando el principio de
inmediación todo lo valora, porque todo está dentro del campo jurisdiccional de su competencia.

▪ Principio de Concentración. - Alzamora Valdez, al referirse a este principio afirma que “la
concentración impone como regularidad procesal que el juicio se desarrolle sin interrupciones, que
no proliferen las cuestiones incidentales y que la sentencia revele todo lo que ha sido cuestión del
debate procesal”

▪ Principio de Celeridad Procesal.- Teniendo en cuenta que los procesos civiles se orientan a
resolver los conflictos de intereses, dentro de los plazos que la ley señala es porque existe como
finalidad suprema que la justicia sea oportuna y para ello basta que el magistrado cumpla con los
plazos que le señala la misma norma procesal, como por ejemplo lo dispuesto en el Art.124 que dice
que los decretos debe expedirse dentro del segundo día de presentado el escrito y que los autos
deben expedirse dentro de los cinco días contados desde que el expediente ingreso al despacho del
juez, pues si esto se cumpliese la justicia sería ideal y efectivamente se cumpliría con la
perentoriedad que la misma norma procesal lo dispone.

6. PRINCIPIO DE SOCIALIZACIÓN DEL PROCESO

Este principio es la expresión del pensamiento eminentemente político relacionado con la igualdad
de las personas y los individuos ante la ley. Desde el punto de vista del proceso civil, este principio
tiene vigencia real y lógica, por cuanto el magistrado durante el desarrollo del proceso a través de
sus resoluciones judiciales debidamente notificadas le da oportunidad a ambas partes para que
ejerciten el derecho que les corresponde.

7. PRINCIPIO DE JUEZ Y DERECHO

Este principio tiene dos orientaciones rectoras totalmente definidas, por un lado, destaca la sabiduría
del juez con relación a la ciencia del derecho y por otro lado hace alusión al principio de congruencia
procesal. Con relación a la primera parte, se tiene que ser consciente que por el mismo hecho de
ser juez, aquella persona tiene un imperativo insalvable relacionado con la sabiduría del derecho y
ante el imposible de resolver un caso no ubicado legalmente en el derecho nacional, irá a la
legislación comparada, a la doctrina, a la jurisprudencia ya sea uniforme o contradictoria y, en el
mejor de los casos, el juez como un erudito conocedor del derecho crea su propia jurisprudencia a
través de sus resoluciones eminentemente motivadas, pero lo cierto y verdadero es que el caso debe
ser resuelto, tal como legisla el principio que se comenta con relación a la segunda parte del principio
se destaca el principio de congruencia procesal, es decir que el juez resuelve los conflictos y dilucida
las incertidumbres, pero solamente los que se relacionan con las que han sido propuestas por las
partes procesales, en el petitorio; pero jamás se puede pronunciar sobre puntos no controvertidos
por las partes.

8. PRINCIPIO DE GRATUIDAD

Birgin y Gherardi (1999) agregan que un fundamento vinculado con el acceso a la justicia tiene que
ver con la igualdad ante la ley, pero como uno de los principios más significativos para las sociedades
liberales modernas. Al mismo tiempo, también es un derecho frecuentemente violado. La
confrontación entre las expectativas que surgen de la ley teóricamente aplicable por igual a toda la
ciudadanía, que puede recurrir a los tribunales de justicia para hacer valer sus derechos y las
dificultades que se desprenden de las condiciones reales de acceso a los tribunales y de la supuesta
defensa de esos derechos, genera una impostergable preocupación por el acceso a la justicia
respecto de grandes colectivos de personas en nuestra sociedad.
Haciendo una interpretación sistemática y hermenéutica del Principio glosado debemos admitir que
efectivamente el acceso a la justicia es gratuito, en el sentido que acceder a la tutela jurisdiccional
no cuesta, porque quienes están a cargo de la administración de la justicia son funcionarios
debidamente rentados por el Estado, pues ellos no cobran. En conclusión, el acceso a la justicia es
gratuito.

9. PRINCIPIOS DE VINCULACIÓN Y DE FORMALIDAD

Las formalidades previstas en este Código son imperativas. Sin embargo, el juez adecuará su
exigencia al logro de los fines del proceso. Cuando no se señale una formalidad específica para la
realización de un acto procesal, este se reputará válido cualquiera sea la empleada. Teniendo en
cuenta que el proceso en sí no es el fin en sí mismo, sino más bien es un medio para obtener un
pronunciamiento jurisdiccional justo, las formas establecidas en este código deben cumplirse
necesaria y obligatoriamente, porque son de carácter imperativo y de esta manera el juez adecuará
y cumplirá las exigencias formales al logro de los fines del proceso civil. La justicia que tarda no es
justicia, dice el adagio popular.

10. PRINCIPIO DE DOBLE INSTANCIA

Este principio se fundamenta en la falibilidad humana, esto quiere decir que todas las personas
erramos, nos equivocamos, por lo tanto, ante un posible error del operador de justicia en su
pronunciamiento por apelación oportuna, deberá ser elevado al superior para un mejor análisis y
mejor criterio y su consiguiente pronunciamiento. El ejercicio de este principio constituye una garantía
del ciudadano en litigio, ya que ante el eventual error del Juez será el juez superior o el colegiado
quienes con mayor criterio hacen la evaluación de la resolución impugnada y se pronuncian
otorgando el derecho que corresponda.

CONCLUSIONES:

• El fin del proceso del derecho civil es hacer efectivo los derechos sustantivos al momento
de la resolución de un determinado conflicto de intereses e incertidumbre jurídica mientras
que la finalidad del proceso, en sentido abstracto, será el logro de la paz social en justicia.
Nuestro código procesal civil peruano carece de algunos vacíos jurídicos lo cual permite que
los jueces dictaminen con imparcialidad y conocimiento propio basándose en las
jurisprudencias y doctrinas.

• Los principios procesales sirven para describir y sustentar la esencia del proceso, y además
poner de manifiesto el sistema procesal que el legislador ha optado; por lo que resulta
indispensable que el juez advierta que los principios son pautas orientadoras de su decisión.
Por lo que la existencia del proceso dependerá del respeto y uso de los principios
establecidos para el mismo.

BIBLIOGRAFÍA

Birgin, H. & Gherardi, J. (1999) Principios del proceso civil. Ibid (81).

Carnelutii, F. (1952). Estudios de Derecho Procesal. Tratado de Sentis. Melendo: Buenos Aires.

Chiovenda, J. (1922) Principios de derecho procesal civil. Editorial José Casáis y Santalo. Madrid:
España.

Milla, R. (1945) Los Principios formativos del Procedimiento Civil, Editorial. Ediar, S.A. Buenos
Aires.

Podeti, R. (1963). Teoría y Técnica del Proceso Civil. Editorial Anón. Buenos Aires.

Quiroga, A. (1991). El Derecho al Recurso en el artículo 24 de la Constitución Española, Lima.


Universidad San Martín de Porres. Anuario Jurídico.

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