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SENTIDO CRISTIANO DEL SUFRIMIENTO DURANTE EL COVID-19 Y SU

APLICACION PASTORAL EN EL MINISTERIO DE FORMACION BIBLICA PARA

ADULTOS

Ensayo Teológico

Presentado a:

University of St. Thomas

En cumplimiento parcial

de los requerimientos del curso

THEO 5320 Introducción a Estudios Teológicos

Houston, Texas. University of St. Thomas

8 de Diciembre de 2020
CONTENIDO

INTRODUCCIÓN ......................................................................................................................... 1

CAPÍTULO 1. EL SUFRIMIENTO A LA LUZ DE LA SAGRADA ESCRITURA ................. 2

CAPÍTULO 2. LA NATURALEZA HUMANA Y EL SUFRIMIENTO ................................... 9

CAPÍTULO 3. LA PSICOLOGIA Y EL SUFRIMIENTO HUMANO..................................... 12

CAPÍTULO 4. GUIA PASTORAL SOBRE EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO EN


TIEMPOS DE PANDEMIA........................................................................................................ 16

CONCLUSION ........................................................................................................................... 18

BIBLIOGRAFÍA ......................................................................................................................... 20
INTRODUCCIÓN

La pandemia por Covid-19 ha afectado profundamente a toda la humanidad y ha puesto de

relieve las diferentes facetas del sufrimiento humano en sus dimensiones física, emocional y espiritual.

La nuestra es una sociedad secularizada y alejada de Dios, en la que nos creemos como dioses por la

aparente seguridad en los avances científicos y tecnológicos; pero es a la vez una sociedad frágil, que

busca la gratificación inmediata y quiere huir del sufrimiento. No obstante, éste es inevitable e inherente

al ser humano, desde que la muerte entro al mundo por el pecado original.

Como seres humanos debemos aceptar nuestra débil naturaleza y el sufrimiento que viene con

ella, respondiendo con nuestra libertad interior y teniendo razones trascendentes para vivir. Como

cristianos podemos encontrar el sentido sobrenatural de nuestra vida y aun del sufrimiento, para cumplir

la misión que Dios nos ha encomendado, bajo cualquier circunstancia. Uniendo nuestros sufrimientos a

los de Cristo como dice San Pedro, podemos ofrecer nuestras tribulaciones y aun vivir con alegría

momentos de dificultad y desolación, “Sino alegraos, porque así como participáis en los padecimientos

de Cristo, así también os llenareis de gozo en la revelación de su gloria” (1P 4, 13).

La Iglesia Católica, a través de su enseñanza y con los sacramentos, especialmente el de la

unción de los enfermos, nos guía y reconforta durante el sufrimiento, acudiendo a Cristo, quien sigue

sufriendo con nosotros y curando nuestros cuerpos y nuestras almas, como lo hacia entre los enfermos y

los mas necesitados. En este ensayo haré referencia a la Sagrada Escritura, utilizando la Biblia de

Navarra para las referencias bíblicas. Igualmente utilizaré el CEC, documentos del Magisterio y el libro

“El Hombre en Busca de Sentido” de Viktor Frankl. Con mi investigación y el desarrollo de este

ensayo, he elaborado un programa de aplicación pastoral, enfocado a concientizar un grupo de estudio

bíblico respecto al sentido cristiano del sufrimiento y como este puede ayudarnos a trascender durante

la pandemia que estamos viviendo. Los cristianos estamos llamados al apostolado y a servir con amor a

los demás. Hagamos que nuestro sufrimiento valga la pena, el sentido del sufrimiento es el amor.

1
CAPÍTULO 1. EL SUFRIMIENTO A LA LUZ DE LA SAGRADA ESCRITURA

La pandemia del Covid-19 hace cuestionar al hombre contemporáneo, tan confiado en sí

mismo, en su ciencia y en su aparente control sobre el mundo, acerca del porque y el para que de

tanto sufrimiento. La Sagrada Escritura responde este cuestionamiento y otras preguntas que se ha

hecho la humanidad a lo largo de su historia: ¿porque sufren los justos e inocentes?, ¿es el

sufrimiento la respuesta de Dios al pecado? En la primera parte de este capítulo se analizará el

entendimiento que tenia el hombre del Antiguo Testamento acerca del sufrimiento a través del libro

de Job, en la segunda se presentará como Jesús da un sentido redentor y salvífico al sufrimiento, y en

la tercera el papel co-redentor de la Virgen María a través de sus dolores.

1.1 La Historia de Job, el Inocente que Sufre

El libro narra la historia de un hombre justo e inocente, rico y lleno de bendiciones, “Integro

y recto, temeroso de Dios y alejado del mal” (Jb 1,1). Luego Job enfrentó toda clase de sufrimientos,

perdió sus riquezas, su familia, y aún su salud. El siendo inocente, no entendía el porque de su

sufrimiento, ya que en su época se consideraba que el sufrimiento era la respuesta directa de Dios al

pecado.1 Job permaneció fiel a Dios, su actitud hasta ese momento era la de un siervo paciente y

agradecido, “Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré, el Señor me lo dio y el Señor

me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor” (Jb 1,21).

Luego Job recibe la visita de tres amigos, Elifaz, Bildad, y Sofar que pensaban como la

sociedad judía de su época, que Dios castigaba a los malos y premiaba a los buenos; por lo tanto, el

gran sufrimiento de Job era para ellos una señal de que actuaba mal.2 Los amigos de Job trataron de

convencerlo de su culpabilidad y le pidieron que aceptara la justicia de Dios, “Bienaventurado el

hombre al que Dios corrige, y no desprecia la lección del Poderoso” (Jb 5,17). Para Job, su castigo

1. José L. Caravias, Fe y Dolor: Respuestas Bíblicas Ante El Dolor Humano (Quito: Vicaria Quito Sur, 2018),
27, https://www.centrobiblicoquito.org/download/fe-y-dolor/?wpdmdl=3289&refresh=5fcda16eedff21607311726.

2. Antonio Fuentes, Qué Dice La Biblia: Guía Para Entender Los Libros Sagrados, 2. ed., Religión (Pamplona:
Ediciones Universidad de Navarra, 2005), 183.

2
era inmerecido, pero sus amigos insistían en que debería arrepentirse de sus culpas y volverse justo,

así se libraría de los sufrimientos, “Si perseveras puro y recto, desde ahora velará por ti y

restablecerá tu justa morada” (Jb 8,6). La postura de los amigos de Job presenta una forma de pensar

que todavía se ve en nuestra época respecto al mal, si sufres es porque has pecado, entonces debes

arrepentirte, y de este modo Dios te perdonará y te quitará el sufrimiento. Esta visión es válida para

el sufrimiento que nos causamos por el mal uso de nuestra libertad, pero deja por fuera el sufrimiento

del inocente, como era el caso de Job. A veces consolando a nuestro hermano, lo condenamos en

nombre de la justicia de Dios y lo inducimos a culparlo a El por su sufrimiento, tal como le ocurrió a

Job.

Job se reveló no solo contra sus amigos, sino también contra Dios; se quejó y se lamentó, en

una de las más poderosas y dramáticas formas que se han narrado en el Antiguo Testamento. El

cuestionó a Dios por su aparente abandono e indiferencia, “En verdad se que es así. ¿Como podrá el

hombre ser justo ante Dios?” (Jb 9,2).3 Después de escuchar los cuestionamientos de Job hacia Dios,

intervino un joven llamado Elihú, quien aportó un nuevo argumento en el que afirmó que Dios no

envía males solo para castigar al hombre sino para purificarlo de sus faltas, “para alejar al hombre de

su mal obrar y librarlo de la soberbia” (Jb 33,17). Sin embargo, el tampoco dió una respuesta

definitiva al sufrimiento de Job. Finalmente, Dios se le presentó y le dio una respuesta, le demostró

que siendo todopoderoso, El gobierna la creación con su libertad y gratuidad, y que la distancia entre

Dios y el hombre es tan inmensa, que el hombre no puede entender sus designios y razones. 4

Entonces, Job aceptó el designio divino y el misterio de la vida “solo de oídas sabía de ti, pero te han

visto mis ojos. Por eso me arrepiento, y hago penitencia sobre el polvo y la ceniza” (Jb 42, 5-6). Al

final, Dios premió la obediencia de Job, le devolvió su salud y le dió riquezas aun mayores que las

3. Scott Hahn, Catholic Bible Dictionary (New York: Doubleday, 2009), 452.

4. Antonio Fuentes, Que dice la Biblia. Guía para entender los libros sagrados, 184-185.

3
que tenía, “El Señor cambio la suerte de Job por haber intercedido por sus amigos, y le duplicó todos

los bienes que antes poseía” (Job 42,10).

Job nos enseña que el sufrimiento de los justos es parte del plan de Dios, y que al sufrir

debemos abandonarnos completamente en Él, como lo hizo Job.5 El dolor también tiene un sentido

pedagógico porque nos lleva a la conversión y a regresar de nuevo a Dios, sabemos que El nos ama y

no nos desampara. Solo hasta la venida de Jesús, el dolor del inocente adquiere su significado.

1.2 Jesús, la Salvación en Forma de Amor y Sufrimiento

El amor infinito de Dios por el ser humano y su deseo de salvarlo del pecado original son la

causa de la Encarnación de la Palabra de Dios, Jesucristo quien se abajó a la condición humana.

Jesús vino al mundo para compartir todas nuestras dificultades y sufrimientos, desde su nacimiento

hizo suyo el dolor de los mas pobres, viniendo al mundo en una cueva maloliente de Belén.

Posteriormente, junto con sus padres sufrió la persecución de Herodes, el exilio en Egipto, y el

regreso a una ciudad que no era la de su familia. 6 Años después al iniciar su ministerio público,

Jesús continuó asumiendo en sí mismo el dolor humano, reconfortando a los afligidos, ayudando a

los pobres, y sanando a los enfermos, “para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:

Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades” (Mt 8, 17). Además de ser nuestro

salvador, Jesús vino a enseñarnos y a ser ejemplo para que viviéramos como hijos de Dios. El vivía

con gozo, tenía una continua comunicación con Dios y hacía siempre el bien sirviendo a todos,

especialmente a los mas necesitados, “El Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y

dar su vida en redención de muchos” (Mt 20, 28).

En la época de Jesús todavía se creía que todos los sufrimientos y las enfermedades eran

causados por los pecados, “Rabbí, ¿quién pecó: éste o sus padres, para que naciera ciego?” (Jn 9,2).

5. Antonio Fuentes, Que dice la Biblia. Guia para entender los libros sagrados, 185.

6. Caravias, Fe y Dolor, 52.

4
Jesús corrigió a sus discípulos aclarando que no todas las enfermedades y tribulaciones se debían a

pecados propios o de generaciones anteriores. Posteriormente, El mismo confirmó esta enseñanza

con su ejemplo, ya que siendo el cordero inocente, sufrió para darnos la vida eterna. Durante su vida

pública, Jesús experimentó el cansancio y la incomprensión por parte de sus seguidores, incluso sus

mismos apóstoles tenían dificultades para entender y aplicar sus enseñanzas. 7 El Maestro compartió

con su futura Iglesia, las dificultades de una labor evangelizadora ardua y difícil, que no parecía dar

fruto entre sus discípulos, “Felipe – le contesto Jesús -, tanto tiempo como llevo con vosotros y no

me has conocido? El que me ha visto a mi ha visto al Padre” (Jn 14, 9). Jesús padeció desprecios,

calumnias y persecuciones; también, sufrió la soledad del que enfrenta solo a la muerte, como

muchos pacientes moribundos y en aislamiento la enfrentan actualmente. Aun en medio de su

sufrimiento, Jesús orientó su vida completamente a aliviar el dolor ajeno, hasta el extremo de

acercarse para tocar y curar a los mas rechazados, como los leprosos, “y compadecido, extendió la

mano, le tocó y le dijo: quiero, queda limpio” (Mc 1:41).8 Jesús es el ejemplo a imitar, como lo

hacen quienes arriesgando su propia vida, prestan servicios médicos y pastorales para aliviar física y

espiritualmente a los enfermos aislados por el Covid-19.

Jesús tuvo los mayores sufrimientos durante los tres últimos días de su vida terrena, los

cuales decidió afrontar aun sabiendo lo que padecería, gracias a su amor infinito por la humanidad, y

su inquebrantable deseo de cumplir la voluntad el Padre. El quiso sufrir el extremo del dolor humano

e identificarse con los mas débiles, como El mismo lo mencionó a sus discípulos en el huerto, “y

comenzó a entristecerse y a sentir angustia” (Mt 26, 38). Respecto a este versículo, Tomas Moro

explica que Jesús, previendo que habría mucha gente débil y que estarían aterrorizados ante el dolor

físico inminente, decidió animarlos con su propio dolor, tristeza y miedo extremos para que no

7. Caravias, Fe y Dolor, 54.

8. Caravias, Fe y Dolor, 58.

5
perdieran su valor al compararse con otros que parecen enfrentar la muerte sin temor.9 En su agonía

Jesús oró a Dios fervientemente y aunque bebió el cáliz de la pasión, recibió el consuelo del ángel

del Señor, “Se le apareció un ángel del cielo que le confortaba. Y entrando en agonía oraba con mas

intensidad. Y le sobrevino un sudor como gotas de sangre que caían hasta el suelo” (Lc 22, 43-44).

Nosotros, en nuestra agonía debemos agradecer y orar a Jesús para que nos conforte y nos proteja del

peligro; sin olvidar su ejemplo mas importante “pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lc

22, 42). 10 Durante su pasión, Jesús nos enseñó a tener siempre presente el para que del sufrimiento, a

abrazar la cruz y a aceptar en silencio el dolor que nos exige nuestra misión. Aun bajo su mayor

sufrimiento, su actitud de servicio y amor eran extremos: a) curó al soldado herido en el huerto, b)

miró a Pedro con bondad cuando su discípulo lo negó, c) consoló a las mujeres en el camino al

calvario, d) nos entregó a su madre y e) entregó su vida voluntariamente para darnos la vida eterna.

Con Jesús se completa la Revelación de Dios. Mediante sus enseñanzas, su pasión, muerte y

resurrección, le da el sentido salvífico al sufrimiento. San Pablo nos anima a ofrecer nuestro

sufrimiento, aun siendo inocentes, para unirlo al sufrimiento de Cristo por el bien de la Iglesia,

“Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros, y completo en mi carne lo que falta a los

sufrimientos de Cristo en beneficio de su cuerpo, que es la Iglesia” (Col 1, 24). Realmente, a la

pasión de Cristo no le faltó nada pero de esta forma nos da la oportunidad de participar en su obra de

salvación en el mundo. Jesús comparte con nosotros un pedacito de su cruz, cuando experimentamos

un sufrimiento, para que podamos ser corredentores con El, y que nuestro padecimiento tenga

sentido como un profundo acto de amor. La resurrección fue una experiencia vital y transformadora

para los discípulos de Jesús, que les permitió ver el sufrimiento en forma diferente y entender las

palabras del Maestro. La cruz paso de ser lugar de ignominia a lugar de triunfo, En ella“es

9. Thomas More, The Sadness of Christ: And Final Prayers and Instructions, ed. Gerard Wegemer (Princeton, NJ:
Scepter Publishers, 1993), 15-16.

10. Thomas More, The Sadness of Christ, 15-16.

6
glorificado el Hijo del hombre y Dios es glorificado en él” (Jn 13,31). A partir de la Resurrección,

los sufrimientos de Jesús tuvieron un sentido pleno y transcendental para los discípulos y sus

seguidores, nosotros los cristianos. Ahora ya no luchamos estoicamente o sin esperanza contra el

dolor y la muerte, ahora aspiramos a la resurrección con Jesús. 11

1.3 La Virgen María, Co-redentora en el Amor y el Sufrimiento

La Virgen María tiene un lugar importante en el plan de salvación. Este fue anunciado desde

el Antiguo Testamento “Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo” (Gn 3, 15) y

“la virgen esta en cinta y dará a luz un hijo a quien pondrá por nombre Emmanuel” (Is 7, 14). Su

papel en nuestra redención empezó desde su concepción, ya que fue preservada por Dios del pecado

original para ser el tabernáculo inmaculado que recibiría al Dios encarnado. Además, en los

sufrimientos por los que ella pasó como la Madre del Redentor, no solamente nos dejó un ejemplo de

fe, sino que podemos ver claramente su contribución para la salvación de todos.12 Por tanto, Ella es

nuestro modelo a imitar, para que ofrezcamos con amor los sufrimientos que tengamos que enfrentar.

María, aunque predestinada por Dios, tuvo la libertad de aceptar o no ser la madre del

Redentor, “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra (Lc 1, 38). Con su Fiat,

aunque llena de gozo, ella también sintió la incertidumbre y previó las potenciales consecuencias del

milagro de la Encarnación en su cuerpo, entre las que estaban el posible rechazo de José e incluso ser

apedreada hasta la muerte. Aquí destacan su fe y obediencia a la voluntad de Dios, ya que desde este

mismo momento ella asumió y empezó a vivir también su cruz.13 Ante los temores que nos presenta

11. Caravias, Fe y Dolor, 61.

12. Juan Pablo II, “Carta Apostólica Salvifici Doloris,” Vatican.va, accesado noviembre 8 de
2020, http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/apost_letters/1984/documents/hf_jp-ii_apl_11021984_salvifici-
doloris.html. n. 22, 18.

13. “Constitución Dogmática Sobre La Iglesia Lumen Gentium,” Vatican.va, accesado noviembre 8 de
2020, http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_const_19641121_lumen-
gentium_sp.html#*. n. 56.

7
la vida actual, debemos aceptar la voluntad de Dios y vivir sin miedos, como lo hizo María,

especialmente cuando como cristianos sabemos que nuestro sufrimiento va a tener un sentido

trascendente para nosotros y quienes nos rodean.

Posteriormente, durante el nacimiento e infancia de Jesús, María experimentó varios

sufrimientos como el rechazo en Belén (Lc 2, 7), la profecía de Simeón (Lc, 2-25-35), la persecución

y huida a Egipto (Mt 2, 13-15), y la pérdida y hallazgo de Jesús en el templo (Lc 2, 41-50). Entre

estos, la profecía de Simeón es uno de los mas punzantes, ya que le anuncia que va a vivir en el

sufrimiento y la incomprensión, junto a su Hijo que sufre y que su maternidad será difícil y dolorosa,

“y a tu misma alma la traspasará una espada” (Lc 2, 34-35). 14 Una vez Jesús inició su vida pública,

los dolores de María aumentaron, ya que la predicación y los milagros de Jesús encontraron el

rechazo y la persecución de los mas poderosos de Israel, “y acordaron apoderarse de Jesús con

engaño y darle muerte” (Mt. 26, 4).

Finalmente, María caminó la vía dolorosa junto con Jesús durante su pasión y muerte. Lo vio

siendo torturado y humillado, lo acompañó en el camino al calvario, estuvo junto a la cruz durante su

martirio, y recibió su cuerpo sin vida aun caliente. María esta profundamente unida a Cristo por

medio de la fe, Ella sufre con Jesús y lo acompaña en silencio, ofreciendo a Dios su propio

sufrimiento. Ella se abandonó a Dios con una fe y obediencia heroicas, aceptando los designios

divinos cuando su Hijo agonizaba destrozado en la cruz “Despreciado y rechazado por los hombres,

varón de dolores…“ (Is 53, 3-5).15 En la cruz, Jesús nos dejó a su madre como nuestra madre, “-

Mujer aquí tienes a tu hijo. Después le dice al discípulo: -Aquí tienes a tu madre” (Jn 26-27). María

es la mejor intercesora y modelo a imitar cuando nos vemos enfrentados a las tribulaciones, ella es la

14. Juan Pablo II, “Carta Encíclica Redemptoris Mater,” Vatican.va, accesado noviembre 8 de
2020, http://www.vatican.va/content/john-paul-ii/es/encyclicals/documents/hf_jp-ii_enc_25031987_redemptoris-mater.pdf. n. 16,
11.

15. Redemptoris Mater, n. 18, 13.

8
primera testigo del amor de Dios, nos guía a su Hijo y nos ayuda a asumir nuestra dignidad y

vocación humana, aun en el sufrimiento.

CAPÍTULO 2. LA NATURALEZA HUMANA Y EL SUFRIMIENTO

El sufrimiento es una realidad y una parte de la esencia del ser humano, es tan profundo como

nuestra propia naturaleza y es universal, ya que no distingue lugar, estatus, ni vocación. Aunque

muchas veces nos sobrepasa, el sufrimiento nos lleva a trascender porque nos exige superarnos a

nosotros mismos y a nuestra naturaleza débil.16 Esta trascendencia puede ayudar a aliviar el

sufrimiento si le encontramos sentido, si aprendemos y crecemos cuando lo experimentamos, y si

usamos lo aprendido para auxiliar al prójimo. La mejor forma de hacerlo es a través del amor, la

compasión y la empatía; ya que en la tribulación, la persona lo que mas necesita es acompañamiento.

Por sufrimiento entendemos no solo el dolor físico que compartimos con los animales, sino

también el dolor moral que es intangible y corresponde al alma, porque el ser humano tiene una

doble dimensión (física y espiritual). Estos dos sufrimientos están relacionados ya que un dolor

moral puede somatizarse en forma física, y un dolor físico puede acarrear tristeza, estrés,

desesperanza, e incluso depresión.17 La misma ciencia médica reconoce hoy en día, que la

estabilidad emocional y espiritual ayudan a mantener un cuerpo y una mente mejor preparados para

sobrellevar las enfermedades o dificultades físicas inevitables.

Para el ser humano ha sido siempre difícil conciliar la bondad infinita de Dios con la

existencia del sufrimiento. Si Dios es Amor y el bien infinito, porque existiría el mal y como

consecuencia de éste, el sufrimiento? La respuesta esta en que Dios no quiere el mal; sin embargo, lo

permite porque respeta nuestra libertad y cuando hacemos mal uso de dicha libertad, generamos

sufrimiento para otros y para nosotros mismos. El mal no es la antítesis del bien, sino que es la

16. Salvificis Doloris, n. 2, 2.

17. Salvificis Doloris, n. 6, 3.

9
ausencia, la limitación o la desviación del bien, lo cual normalmente causa sufrimiento al hombre. 18

Dios creo bueno al mundo y desde el comienzo le dio a nuestros padres, Adán y Eva, la libertad de

escoger; sin embargo, ellos se equivocaron a causa de su orgullo y escogieron la muerte sobre la

vida. (CEC 402). Con esta decisión se rompió la armonía de la creación y sobrevino el sufrimiento

para toda la humanidad. A la pregunta del para que del sufrimiento, es necesario considerar que los

designios de Dios están mas allá de nuestro entendimiento. El utiliza nuestros errores y nuestro dolor

para convertirnos, para acercarnos a Él, para que veamos al prójimo y su dolor. Para Dios, la

salvación eterna es infinitamente mas importante que nuestra vida en la tierra y las tribulaciones que

tengamos que vivir, para alcanzar la vida junto a Él.

Para el ser humano, el sufrimiento sin sentido y sin esperanza puede ser devastador, pero

para los cristianos, nuestro sufrimiento cobra sentido, es esperanzador, y aun purificador cuando lo

unimos al sufrimiento de Cristo. “Quien busque a Jesús sin la cruz encontrará la cruz sin Jesús”.19

Cristo es el siervo doliente que cargó con nuestros pecados y nos justificó llevando sobre si todo el

mal del pecado e intercediendo ante Dios por la humanidad, como se indica en el libro de Isaías,

“Pero el fue traspasado por nuestras iniquidades, molido por nuestros pecados” (Is 53, 4). Nuestra

redención significo para Jesús un sufrimiento inconmensurable, “Habéis sido comprados mediante

un precio. Glorificad, por tanto, a Dios en vuestro cuerpo” (1 Cor 6, 20). Esto significa que cada ser

humano esta llamado a participar en el sufrimiento y la redención obtenida por Jesús, así también

podemos aspirar a la gloria escatológica que se inició con la cruz de Cristo, “sino alegraos, porque

así como participáis en los padecimientos de Cristo, así también os llenareis de gozo en la revelación

de su gloria” (1 P 4, 13). A través del sufrimiento, el hombre también puede alcanzar su grandeza y

madurez espiritual, como lo han demostrado los mártires de la Iglesia y otras personas que con su

18. Salvificis Doloris, n. 7, 4.

19. “Predicador Del Papa: Quien Busca a Jesús Sin La Cruz, Encontrará La Cruz Sin Jesús,” Zenit, accesado noviembre 8
de 2020, https://es.zenit.org/2007/09/07/predicador-del-papa-quien-busca-a-jesus-sin-la-cruz-encontrara-la-cruz-sin-jesus/.

10
valentía y valores morales se sacrifican por la verdad y por causas justas, demostrando la capacidad

de la dignidad humana.20

La Iglesia y la Sagrada Escritura nos llaman a pensar y actuar en el dolor de los demás y no

solo en el nuestro, debemos ver a cada ser humano como a nosotros mismos, como otro yo, como a

nuestro prójimo según lo explica Jesús en la parábola del buen Samaritano (Lc 10, 25-37). Como en

la parábola, no debemos ignorar al que sufre, sin importar quien es, cual sea su raza, nacionalidad o

semejanza con nosotros. Hemos de parar y atenderlo, que la curiosidad o conmoción inicial nos lleve

a actuar en su ayuda con compasión y amor. 21 Dios espera que amemos y ayudemos

individualmente a quien sufre, ya que las instituciones de ayuda, aunque necesarias, no pueden

proveer el calor humano, la compasión humana y el amor humano, especialmente cuando se trata de

aliviar los dolores del alma. La Iglesia nos llama a que veamos el sufrimiento del prójimo, como a

una exhortación al amor desinteresado, como una misión encargada por Jesús. Así ayudaremos al

apostolado y a la construcción del Reino de Dios (CEC 863).

La Iglesia, mediante la unción de los enfermos y las oraciones de los sacerdotes, encomienda

los enfermos a Jesús crucificado y glorificado para que los sane y los salve, (CEC 1499). Esto lo

hace la Iglesia a imitación de Cristo, para quien los enfermos fueron una gran preocupación durante

su ministerio público, por esto ellos son el tesoro de la Iglesia. Cuando oramos por los enfermos,

rezamos por toda la Iglesia, ya que todos vamos en algún momento a enfermar y a morir. La Iglesia

nos alienta a unir nuestro sufrimiento a la Pasión de Cristo, para el bien de su pueblo y en obediencia

a la invitación de Jesús. En el sacramento de la unción de los enfermos Jesús nos sigue tocando,

como cuando lo hacia con muchos enfermos a quienes sanaba del cuerpo y del alma. Solo Cristo

salva; sin embargo, encarga a la Iglesia la misión de acompañar a los enfermos mediante la unción,

20. Salvificis Doloris, n. 22, 18.

21. Salvificis Doloris, n. 28, 26.

11
que además de sanación, da fortaleza para llevar la enfermedad unida a la Cruz de Cristo (CEC 1504,

1506). Esta última gracia de la unción de los enfermos, es la que mas necesitamos porque significa la

aceptación humilde de nuestro sufrimiento, unido al de Cristo, por el perdón de los pecados,

especialmente los nuestros. La unción de los enfermos transforma el sufrimiento físico en

sufrimiento redentor.22

CAPÍTULO 3. LA PSICOLOGIA Y EL SUFRIMIENTO HUMANO

La pandemia del Covid-19 ha incrementado sustancialmente la necesidad de tratamiento

psicológico y terapéutico en el mundo, de acuerdo con una encuesta de la Organización Mundial de

la Salud. Esto debido a la enfermedad, la pérdida de seres queridos, el aislamiento, el desempleo y el

miedo que afectan a toda la sociedad.23 En estas circunstancias, el deseo del ser humano por

encontrar significado en su vida, se convierte en un reto aun mayor. No obstante, es un reto que se

puede superar si se tiene una razón para vivir, si se cuenta con la espiritualidad y la religiosidad para

aceptar y encontrarle sentido a la vida y al sufrimiento. El análisis existencial o logoterapia

desarrollado por el psiquiatra Viktor Frankl, a partir de su experiencia en un campo de concentración

nazi, es una gran herramienta psicológica para la situación actual. Frankl narra en su libro “El

Hombre en Busca de Sentido” como sobrevivió años en el campo de concentración pasando hambre

y frio extremos, perdiendo casi toda su familia, y sin saber si estaría con vida al final de cada día.

Frankl enseñaba a los otros prisioneros que aun esa vida valía la pena vivirla. El enfrentó el

sufrimiento y el mal que amenazaba destruirlo, con esperanza y confianza en su capacidad, como ser

humano, para trascender durante la tribulación y encontrar la verdad en tales circunstancias.24

22. Scott Hahn, Signs of Life: 20 Catholic customs and their biblical roots (New York: Augustine Institute, 2018), 79.

23. “Covid-19 Disrupting Mental Health Services in Most Countries, Who Survey,” World Health Organization, accessed
12 de noviembre de 2020, https://www.who.int/news/item/05-10-2020-covid-19-disrupting-mental-health-services-in-most-
countries-who-survey.

24. Viktor E. Frankl, El hombre en busca de Sentido, BN Publishing, 2006, 10.

12
Frankl fue testigo de la dignidad con que muchos judíos mártires soportaban sus sufrimientos

y aceptaban la muerte. Ellos mostraban un logro interior, una libertad intima y espiritual que nadie

podía arrebatarles. Para Frankl, esta libertad espiritual, que nadie nos puede robar, hace que la vida

tenga sentido y propósito.25 De otro lado, el sufrimiento, al igual que la muerte, es parte de la vida y

no se puede excluir de ella. Para el existencialismo, vivir es sufrir y sobrevivir es encontrarle sentido

al sufrimiento. Nuestra vida cobra mas sentido cuando aceptamos la cruz y el sufrimiento que ella

nos presenta; de esta forma conservamos nuestro valor y dignidad como seres humanos, sin perder

nuestra generosidad hacia los demás. Las dificultades son también oportunidades para crecer

moralmente y hacernos dignos de nuestros sufrimientos. Sin embargo, dos virtudes importantes para

sobrevivir son la esperanza y la fe en el futuro, según Nietzsche “quien tiene algo por que vivir, es

capaz de soportar cualquier como”.

Frankl vio que los prisioneros que perdían la fe en su futuro, perdían con ella su soporte

espiritual, abandonaban su lucha, decaían física y mentalmente, y ya no eran capaces de soportar las

penurias del campo. El animaba a sus compañeros de prisión a no perder la esperanza, explicándoles

que su lucha interior no perdería dignidad ni sentido. Les enseñaba que la vida tenían significado en

las miserias, la agonía e incluso la muerte.26 La vida nos exige responder a las situaciones que nos

presenta; ya sea tomando un curso de acción, analizando y meditando una situación para aprender de

ella, o aceptando la situación y cargando con la cruz. Con nuestra respuesta, le damos sentido o no a

nuestra vida y cumplimos o no nuestra misión en ella. Incluso en el caso de la cruz, el sufrimiento al

que se le encuentra sentido, deja de ser sufrimiento y se convierte en sacrificio.27

Su experiencia en el campo de concentración mostró a Frankl que cada hombre tenía

25. Frankl, El hombre en busca de Sentido, 70.

26. Frankl, El hombre en busca de Sentido, 76-78.

27. Frankl, El hombre en busca de Sentido, 111.

13
capacidad para elegir su actitud ante las circunstancias; esto es lo que él llamo “la última de

libertades humanas”. Incluso en tan difícil realidad física y emocional, cada prisionero tenia

capacidad para elegir su respuesta a la situación, manteniendo su dignidad humana. Para la

logoterapia, la esencia intima del ser humano y su existencia están en su capacidad de ser

responsable.28 Tener conciencia de esta capacidad para responder tiene un efecto liberador que le

devuelve el control sobre si mismo, su mente y su espíritu, aun cuando esté enfrentando cualquier

clase de sufrimiento o tribulación. Este es el caso de una joven mujer en Katy, quien durante la

pandemia se contagió de Covid-19 y llegó a estar en la UCI de un hospital por varias semanas. Desde

allí, ella alentaba a su familia y amigos, llenándolos de coraje, esperanza y mostrando

agradecimiento por los cuidados médicos que recibía y por la vida que tenía.

El servicio a los demás es otra de las elecciones del ser humano, que en momentos de

sufrimiento se convierte en oportunidad para salir de si mismo y hacerse solidario con el dolor ajeno.

Este tipo de actitud produce un efecto sanador en el interior del hombre. A pesar de las

circunstancias adversas, en el momento de servir a otros el ser humano se siente útil y logra disipar

su propio dolor. Este servicio desinteresado hace trascender a la persona, es una trascendencia a

través del amor. La salvación del hombre esta en el amor, la meta mas elevada a la que se puede

aspirar. El ser humano que se encuentra en desolación y solo puede limitarse a soportar el

sufrimiento con dignidad, puede encontrar su realización contemplando la imagen del amor, la gloria

infinita que es Dios.29

Un aspecto relevante que Frankl resalta de sus años en el campo de concentración es el efecto

de la espiritualidad y religiosidad en la salud mental de sus camaradas. Quienes tenían una profunda

vida espiritual previamente cultivada, a pesar de su debilidad física, soportaban mejor las privaciones

28. Frankl, El hombre en busca de Sentido, 9, 69 y 108.

29. Frankl, El hombre en busca de Sentido, 46.

14
físicas y mentales, que los aparentemente mas fuertes. Muchos prisioneros fortalecieron o

desarrollaron profundas creencias religiosas y oraban o celebraban servicios religiosos en las

barracas o camiones de transporte bajo condiciones paupérrimas.30 Estas celebraciones elevaban su

espíritu y les daba la fuerza para sobrellevar el maltrato del que eran objeto. Un estudio desarrollado

recientemente por Scientific Reports, investigó si diferentes niveles de espiritualidad y religiosidad

estaban asociados a la salud mental de un grupo de personas; ya que algunos escritos científicos han

indicado que personas con alta espiritualidad y religiosidad (E/R) tienen una mejor calidad de vida,

optimismo, y felicidad comparados con quienes tienen baja espiritualidad y religiosidad (e/r). La

práctica de una religión organizada junto con la espiritualidad ayudan también a manejar situaciones

de estrés, miedo, angustia, tristeza y furia. Esto se debe a que personas con alta E/R desarrollan

mecanismos internos y externos para sobrellevar las adversidades. Esto redunda en el bienestar

psicológico de los individuos. Lo contrario también se evidencia en el estudio realizado, porque se

encontró que personas con baja e/r son mas susceptibles a tener problemas de salud mental.31

La logoterapia se enfoca en la búsqueda del significado y el sentido de la existencia por parte

del ser humano. Esto incluye afrontar los inevitables momentos dolorosos de la vida; lo cual requiere

el uso de la libertad y la razón, y haber alcanzado un cierto nivel de madurez personal e interior.

Frankl afirma que la capacidad para sufrir es parte de la propia educación y del crecimiento

interior.32 Cuanto mayor madurez, mejor salud mental. La salud mental esta de alguna forma ligada a

la tensión que existe entre lo que se es y lo que se puede llegar a ser. Esta tensión es saludable porque

se convierte en un reto para el hombre, porque necesita esforzarse y luchar por metas que valen la

pena, necesita transcender. Esto es especialmente importante en la actualidad, caracterizada por un

30. Frankl, El hombre en busca de Sentido, 43-45.

31. Luciano Magalhães Vitorino et al., “The Association between Spirituality and Religiousness and Mental
Health,” Scientific Reports 8, no. 1 (2018), https://doi.org/10.1038/s41598-018-35380-w.

32. Binetti, Paola. “La Experiencia Del Sufrimiento y El Dolor.” Opus Dei. Accessed noviembre 13 de
2020. https://opusdei.org/es/article/experiencia-del-dolor-sufrimiento-josemaria-escriva-balaguer/.

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vacío existencial que raya en la neurosis colectiva.

CAPÍTULO 4. GUIA PASTORAL SOBRE EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO EN


TIEMPOS DE PANDEMIA

Con base en el tema expuesto en los capítulos anteriores, he desarrollado un programa de

cuatro sesiones para presentarlo a mi grupo de formación bíblica de la Iglesia “Epiphany of the

Lord” en Katy, Texas. Este grupo tiene un formato predefinido que incluye inicialmente una oración

comunitaria, luego una presentación magistral plenaria, y la asignación de las lecturas a realizar en

preparación para la siguiente clase. Posteriormente se realiza una sesión en cinco grupos mas

pequeños, para discutir una serie de preguntas relacionadas con los temas presentados. Los objetivos

de mi programa pastoral serán: a) sensibilizar y fortalecer al grupo respecto al sentido cristiano del

sufrimiento, apoyados con la Sagrada Escritura, el Magisterio y la psicología, enfocado a la situación

actual causada por la pandemia, b) potenciar al grupo para que cada persona realice el apostolado al

que ha sido llamado, ya sea en su familia, con sus amigos, o en otros ámbitos de la sociedad. Los

laicos debemos trabajar para que el mensaje divino y de salvación sea conocido y recibido por todos

los hombres y por toda la tierra, (CEC 900).

El programa comprenderá las siguientes sesiones:

1. El mundo del sufrimiento humano. Los temas a tratar incluirán: a) introducción al curso, b) la

naturaleza del hombre y el sufrimiento, c) como entró el sufrimiento al mundo, d) los

sufrimientos durante la pandemia, y e) la importancia de la espiritualidad y la religiosidad.

Para la reunión en los grupos de diálogo se discutirán preguntas como las siguientes: ¿piensas

que tus sufrimientos actuales son causados por el pecado?, ¿ha mejorado tu relación con Dios

y tus semejantes en los últimos meses o se ha hecho mas lejana?

2. A la búsqueda de una respuesta a la pregunta sobre el sentido del sufrimiento. Los temas a

tratar incluirán: a) la historia de Job, b) el pecado y el sufrimiento, c) porque Dios permite el

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sufrimiento?, d) la respuesta en el amor divino, y e) Viktor Frankl y el sentido de la vida y el

sufrimiento. Para la reunión en los grupos de dialogo se discutirán preguntas como las

siguientes: ¿como le explicarías a alguien que se pregunta porque Dios permite el

sufrimiento?, ¿como apoyas a tus amigos cuando están pasando momentos difíciles?, ¿estas de

acuerdo en buscar el sentido de la vida y del sufrimiento como lo plantea Viktor Frankl?

3. Sentido del sufrimiento a través de Cristo. Los temas a tratar incluirán: a) la salvación a través

del amor, b) los sufrimientos de Jesús, c) Jesús, médico que sana el cuerpo y el alma, d) el

sentido del sacrificio, y e) la Virgen María co-redentora. Para la reunión en los grupos de

dialogo se discutirán preguntas como las siguientes: ¿piensas en Jesús y sus sufrimientos

cuando tienes alguna tribulación?, ¿agradeces su sacrificio?, ¿confías en que Jesús está mas

cerca de ti mientras estas sufriendo?, ¿has hecho sacrificios por alguien durante la pandemia?,

¿que crees que podrías imitar de la forma en que la Virgen María asumió los sufrimientos?

4. Trascendencia a través del sufrimiento. Los temas a tratar incluirán: a) unir nuestra cruz a la

cruz de Jesús, b) la resurrección, c) el poder redentor y purificador del sufrimiento, d) el buen

samaritano, y el servicio, y e) sentido del sufrimiento durante la pandemia. Para la reunión en

los grupos de dialogo se discutirán preguntas como las siguientes: ¿crees que tus sufrimientos

te ayudan a mejorar y a purificar tu alma?, ¿alguna vez has ofrecido tu dolor uniéndolo al de

Jesús?, ¿como puedes ayudar a otros a aceptar y ofrecer su sufrimiento?, ¿mantienes tu

esperanza en la vida eterna durante el sufrimiento?, ¿has acudido a la unción de los enfermos?

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CONCLUSION

El sufrimiento generalizado causado por la pandemia del Covid-19 no es nuevo para la

humanidad, ya que el dolor nos ha acompañado desde el pecado original y es parte de nuestra débil

naturaleza. Sin embargo, el sufrimiento no tiene la ultima palabra, nosotros decidimos con nuestra

libertad interior como responder a él. Esto lo demostró Viktor Frankl con sus experiencias y las de

algunos de sus compañeros del campo de concentración durante la segunda guerra mundial. El narra

como en muchas ocasiones, la vida espiritual que tenían, sumada al servicio, y a una razón para vivir

mas allá de su propia vida, les dio la fuerza para sobreponerse. De esta manera, pudieron mantener su

dignidad humana y seguir amando al prójimo y a Dios en las peores circunstancias. A partir de estas

experiencias, Frankl desarrolló la logoterapia, que ayuda desde el punto de vista psicológico y sin

ignorar la espiritualidad, al hombre a encontrar sentido en su vida, incluso durante el sufrimiento.

Actualmente vemos muchos ejemplos de personas que desfallecen ante el dolor y las

dificultades; pero también están aquellos que se mantienen con fe y esperanza, que incluso salen de

si mismos para servir a otros. Hemos visto sacerdotes ancianos, salir de sus lugares de retiro y

atender espiritualmente a los enfermos de Covid-19 en hospitales; personal de salud, sacrificando

tiempo con sus familias y arriesgando la vida para salvar a otros. Muchos de ellos han caído

enfermos e incluso han muerto por la pandemia. Ellos cumplen lo que Jesús nos enseñó, no hay amor

mas grande que dar la vida por sus amigos (Jn 15, 13).

La falta de una cultura del sufrimiento es la causa de que en nuestra sociedad hayan

aumentado las crisis nerviosas y la depresión; sin embargo, esto puede ser corregido desde la

infancia en el hogar, eliminando nuestra tendencia a evitar toda dificultad a nuestros hijos. Esto los

hará seres humanos fuertes, maduros y capaces de sobrellevar las dificultades desde el punto de vista

emocional. Sumado a esto están la espiritualidad y la religiosidad; cuando el ser humano tiene un

sentido trascendente de su vida y vive de acuerdo con su misión sobrenatural, puede superar y aun

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vivir con alegría momentos de dificultad y desolación, ya sea individualmente o colectivamente.

Últimamente, los cristianos tenemos en Jesús y la Virgen María ejemplos perfectos a imitar. Jesús

nos enseña el valor redentor y purificador del sufrimiento con su vida y su sacrificio Salvador. La

virgen María, co-redentora, nos enseña a aceptar el sufrimiento irremediable y a unirlo al de Jesús

para la salvación nuestra y de la humanidad.

Dios es un Dios de amor y aunque permita el sufrimiento, lo hace porque respeta nuestra

libertad; a veces, permitiendo la tribulación personal o colectiva, nos llama a que nos acerquemos a

El. Un sufrimiento en el mundo puede ser la razón que nos impulse a volver a Dios, como el hijo

pródigo, y así alcanzar la vida eterna. Si el sufrimiento entró al mundo por el mal, nosotros podemos

usar nuestra libertad para ahogar el mal en abundancia de bien, como decía San José María Escrivá

de Balaguer, para aliviar el sufrimiento de otros.33

Nuestro amor por el prójimo nos debe llevar al apostolado y al servicio, especialmente en una

época tan difícil como la pandemia actual. Este es el mensaje que quiero dar con mi aplicación

pastoral. Jesús, el Hijo de Dios, con su Encarnación nos dio el mejor ejemplo de amor y sacrificio. El

sentido del sufrimiento es el amor.

33. José María Escrivá de Balaguer, Furrow (New York: Scepter, 2012), n. 864.

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Binetti, Paola. “La Experiencia Del Sufrimiento y El Dolor.” Opus Dei. Accesado 13 de noviembre de
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