Está en la página 1de 7

REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA DEFENSA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL
DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA
NÚCLEO ZULIA - EXTENSIÓN MARACAIBO

Los Yanomami

Autor

Fernando Sánchez

C.I. 30.806.800

Katherine Isea

C.I. 31.851.750

Stanley Pirela

C.I. 31.490.397

Glenyerberth García

C.I 29.869

Maracaibo, NOVIEMBRE 2.022


Índice
1-¿Quiénes son los Yanomamis, donde viven y cuál es su población?
2- Vivienda y Subsistencia
3- Vida social y vestimenta
4- Mitos y costumbres
5- Contactos con el pueblo Yanomami
6- Los Timoto-cuicas
7- Como era la vida y religión
8- Aspectos Político sociales
1-¿Quiénes son los Yanomamis, donde viven y cuál es su población?
Los yanomamis conforman el pueblo indígena relativamente aislado más numeroso de
América del Sur. Se dividen en tres grandes grupos: sanumá, yanomam y yanam. Aunque
hablan lenguas diferentes, se entienden entre ellos. Se ha apuntado que la razón por la
que en muchos idiomas se conocen como yanomami se debe a que fueron los misioneros
salesianos de origen italiano los que se encargaron de las misiones católicas en la región
de los yanomamos y en italiano el plural de yanomamo es yanomami. Así el padre Cocco,
misionero italiano que pasó muchos años viviendo entre los yanomamos, los señalaba con
este nombre y no con el plural en italiano. Por otra parte existen dos autónimos nativos
que son yąnomamö [jãnomamə] y yąnomami [jãnomamɨ] que son formas de singular.
Alrededor de 20 000 individuos que integran los yanomamis viven desperdigados por la
selva tropical, en aldeas separadas por muchos kilómetros de selva virgen. Alrededor del
70 por ciento de esta población ocupa el sur de Venezuela, en el estado Amazonas,
mientras que el resto se distribuye por zonas adyacentes a Brasil, en concreto en una zona
que comprende parte del estado de Roraima y del Amazonas. Las comunidades
yanomamis se concentran en la zona de la cuenca del río Mavaca, en los afluentes del
Orinoco, y en la sierra Parima.

2- Vivienda y Subsistencia
Viven en aldeas pequeñas, de entre 40 o 50 personas, que se construyen en círculo
completamente abiertas. Sus viviendas tienen forma cónica y viven en grupos de familias
junto con varias familias como una comunidad. La situación de las cabañas puede variar y,
en numerosas ocasiones, en lugar de formar un círculo, forman una hilera. Las familias
comparten con las otras familias de la comunidad los productos obtenidos de la caza, la
pesca o la cosecha.
Los yanomamis se desplazan continuamente, es decir, son nómadas. Estos
desplazamientos están motivados por el corto periodo de la productividad de sus cultivos.
Cultivan en sus huertos la mayoría de alimentos: plátano, ñame, batata y malanga. Un
cultivo dura dos o tres años. Cuando la tierra se agota, el poblado crea una nueva
plantación en otro lugar. También recolectan productos silvestres y comen ranas.
Practican la caza todo el año, individualmente o en grupos, y utilizan el arco y la flecha.
La pesca se practica con menos frecuencia y para pescar utilizan la flecha y el timbó, es
una especie de planta que pulverizan y esparcen en el agua para aturdir a los peces y de
esta manera poder capturarlos fácilmente.
Al basar su economía en principios básicos de autoconsumo (elaboración de sus propias
pertenencias, como cestas, garrotes, arcos y flechas), no tienen relaciones comerciales
con pueblos vecinos. Actualmente siguen utilizando motivos "decorativos" ancestrales en
sus cuerpos, los cuales se estampan con ciertos pigmentos naturales. Utilizan un veneno
llamado curare, que untan en la punta de las flechas para cazar su alimento. También
consumen la planta "epená" o virola, que contiene una sustancia alucinógena que utilizan
en rituales curativos por los chamanes para comunicarse con los espíritus. Se utiliza en
poca cantidad y en polvo, y se introduce en el chamán por medio de las fosas nasales
soplándola a través de un palo hueco.

3- Vida social y vestimenta


La vida social se organiza en torno a los principios tribales tradicionales: relaciones de
parentesco, descendencia de los antepasados, intercambios matrimoniales entre
familiares o grupos con un parentesco común y la autoridad transitoria de jefes
distinguidos que intentan mantener el orden en la aldea y son responsables de establecer
las relaciones de la comunidad con otras aldeas. El liderazgo suele estar vinculado al
parentesco y los vínculos matrimoniales: los hombres grandes o líderes, proceden de las
familias más numerosas de las aldeas. Según su ingenio, sabiduría y carisma pueden
convertirse en autócratas, aunque la mayoría de los jefes se limitan a actuar como
superiores ante sus iguales. No están exentos de limpiar los huertos, recolectar, cosechar,
plantar y cazar.
Son al mismo tiempo pacificadores y valientes guerreros. La pacificación pasa a menudo
por la amenaza o el uso de la fuerza, de ahí que la mayoría de los jefes tengan fama
de waiteri o fieros.
Debido a las condiciones climáticas, su vestimenta es muy ligera. Se visten con fines
ornamentales más que protectores; un hombre bien vestido no lleva nada más que unas
cuantas cuerdas de algodón en muñecas, tobillos y cintura, y el prepucio sujeto a la cuerda
de esta última. También usan ramas enrolladas al cuerpo que tienen el nombre de
"guayuco".
La vestimenta de las mujeres es igualmente escueta. Generalmente, se pintan el cuerpo
con muchos colores, principalmente rojo y negro además se ponen collares, plumas en la
cabeza y atadas a los brazos y pendientes.

4- Mitos y costumbres
Los yanomamis tienen una tradición mitológica muy rica que continúa hasta el día de hoy,
pese a la conversión de muchos pemones al catolicismo o al protestantismo. Varios de los
mitos más importantes describen los orígenes del Sol y de la Luna, la creación de
los tepuyes y las actividades del héroe creador Makunaima y sus hermanos.
Una de las costumbres de esta etnia es la práctica del canibalismo endogámico como
ritual sagrado: en una colectiva ceremonia funeraria se comen las cenizas de los huesos de
su pariente muerto. Creen que en los huesos reside la energía vital de la persona fallecida
y que al ingerir sus cenizas la reintegran al grupo familiar.
Utilizan la sustancia tóxica de unas plantas para impregnar las puntas de sus flechas. Este
veneno (curare) paraliza al animal cazado sin alterar su consciencia ni la sensibilidad.
Las mujeres se adornan atravesando con un palo pequeño su tabique nasal y las comisuras
de los labios. Utilizan también pinturas corporales. La etnia lleva siempre el mismo corte
de pelo, con flequillo y la coronilla rasurada (estilo capuchino). Las cicatrices son muestra
de valor y madurez. Tienen una pequeña estatura y solo se visten con un cinturón tubular
los hombres y un pequeño fleco las mujeres.
La primera persona que estudió de manera formal los mitos y el lenguaje de los
yanomamis fue el etnólogo Theodor Koch-Grünberg, quien visitó Roraima en 1912.5
Posteriormente, en los años setenta, por medio de la beca de la Fundação de Auxílio à
Pesquisa do Estado de São Paulo (Fapesp) para estudiar a la tribu, la fotoperiodista
húngaro-brasileña Claudia Andujar realizó sus primeros trabajos con la comunidad, lo que
la llevaría a desarrollar un comprometido trabajo de registro y conservación del pueblo.

5- Contactos con el pueblo Yanomami


A pesar de que los contactos del pueblo yanomami con la sociedad dominante se iniciaron
hace más de dos siglos, a consecuencia de la colonización de los portugueses en el
Amazonas y el río Negro, estos permanecieron relativamente aislados en territorios de
refugio, En Venezuela viven de acuerdo con el censo del 2001 33 diferentes pueblos
indígenas. En total suman más de 536.000 personas. Los pueblos indígenas representan
un 2,3% de la población venezolana. La mayoría de los pobladores indígenas en Venezuela
viven en zonas rurales y tropicales en el noreste del país, especialmente en el Delta del
Orinoco, en el estado Bolívar hasta la frontera con Guyana y Brasil, en la zona amazónica y
en el suroeste del país en el estado de Apure y el noroeste del estado de Zulia.
La mayoría de la población indígena venezolana vive en zonas de protección del medio
ambiente (Área Bajo Régimen de Administración Especial - ABRAE). En general se trata de
parques nacionales, reservas forestales, monumentos naturales, áreas protegidas,
reservas de la biosfera, etc. Algunas de estas zonas fueron clasificadas como Patrimonio
de la Humanidad.
Entre los pueblos indígenas más numerosos se cuentan los Piaroa, Warao, Yukpa,
Yanomami, Barí, Pemó, Wayúu, Makiritare, Panare, Pumé, Wayúu y los Kari'ña.
La situación jurídica de los pueblos indígenas ha cambiado con la enmienda constitucional
de 1999. Con el cambio constitucional se fortalecen los derechos integrales de los pueblos
indígenas y se les da un papel activo en el país. Del mismo modo, la Constitución
venezolana reconoce la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su
organización social, política y económica, sus costumbres culturales y religiosas, sus
lenguas y hábitat. El derecho a la propiedad colectiva de sus tierras también está
garantizado.
Las lenguas indígenas son lenguas oficiales para los pueblos indígenas y en todo el
territorio de la República deben ser respetadas, ya que representan una riqueza cultural
de la nación y de la humanidad. A los pueblos indígenas se les concede además una activa
participación y representación política en el Parlamento.
La Organización de los Pueblos Indígenas en el Amazonas (ORPIA) lucha desde su
fundación en 1993 por los intereses de la población indígena venezolana en el Amazonas.
ORPIA tiene como objetivo materializar los ideales de los pueblos indígenas para preservar
su identidad biopsicosocial, histórico y cultural. Sus metas consisten en fijar líneas de
acción en las áreas de Territorio, Educación, Ciencia y Tecnología, Protección Ambiental,
Derechos Humanos, Salud en pro del bienestar, progreso y desarrollo armónico de las
etnias del Amazonas mediados del siglo XX (década de los cincuenta) cuando comenzaron
contactos más directos y permanentes con población no indígena. Expertos antropólogos
como Jacques Lizot y otros autores afirman que los yanomamis migraron de la zona entre
el río Blanco y el río Negro en Brasil, y de alguna manera se refugiaron en un territorio
más seguro como la sierra Parima, cadena montañosa entre Venezuela y Brasil. 3 Tras este
asentamiento se dieron ciertas condiciones para que la población yanomami creciera
numéricamente y se expandiera hacia ciertas zonas del alto Orinoco y sus afluentes.
A mitad del siglo XX los yanomamis mantuvieron encuentros tensos y no amigables con
criollos venezolanos y brasileños que se internaron en su territorio para la explotación
cauchera, los cuales condujeron a varios enfrentamientos violentos con saldos de
personas muertas y el rapto de otras por parte de los yanomamis. En la segunda mitad de
dicho siglo, sobre todo a partir de la década del cincuenta, se realiza la expedición
venezolano-francesa que descubrió las fuentes del Orinoco y se comienzan a establecer en
el territorio yanomami un grupo de misiones religiosas que representan la primera
presencia permanente y estructurada de personas no indígenas con actividades directas
en la zona; en consecuencia los contactos son cada vez más crecientes entre estos y las
comunidades yanomamis ubicadas en áreas de difícil acceso.

6- Los Timoto-cuicas
Los timoto-cuicas representaron los grupos indígenas más avanzados dentro del territorio
venezolano y estaban relacionados con la cultura chibcha (las muiscas) de los Andes. Se
localizaron en los estados de Mérida, Táchira y Trujillo.
Estaban formados por distintas tribus: timotos, capachos, tabayes, mucuchíes, taribas,
escuqueyes, carachis, betijoqueyes, guaraques, cuicas, guitas, chachopos y licuipos.
Según Miguel Acosta Saignes, los timotos o timotíes tenían Mérida como hábitat principal,
y los cuicas, el territorio trujillano; que los ubica como pertenecientes al área cultural de
los Andes venezolanos.
7- Como era la vida y religión
Desarrollaron la adelgaza de regadío en terrazas construidas en las áreas montañosas.
Cultivaron maíz, papa, cacao, y yuca dulce.2 Domesticaban animales
(pavos, paujíes y guacharacas culirroja). Realizaban intercambios comerciales con mantas,
alfileres etc. Utilizaban como moneda las semillas de cacao.y estás eran consumidas en
una especie de bebida ritual,Usaban sistemas de riego y construían andenes (terrazas)
para evitar la erosión. Conocían la cerámica ―fueron excelentes alfareros― y elaboraban
objetos de oro, y también eran textileros.
Practicaban el comercio con otras comunidades indígenas mediante el intercambio de sus
artesanías por productos y frutos como el algodón,semillas de cacao y la sal. De acuerdo
con algunos estudios, se cree que los timotocuicas practicaron el trueque con
los arahuacos y los caribes, sostuvieron enfrentamientos y sometieron a otras pequeñas
tribus, que comenzaron a depender de ellas, sobre todo en el campo lingüístico.
Practicaban el fetichismo, es decir, que adoraban los objetos materiales que eran ídolos
representados en piedra y arcilla. Los timoto-cuicas consideraban al venado como deidad
de la guerra; el murciélago como la del sueño y la muerte; el paují como símbolo del
mando. Se hacían sacrificios humanos en zonas elevadas.

8- Aspectos Político sociales


El jefe de la tribu era el varón más viejo y con mayor experiencia en la agricultura. Eran
guerreros, luchaban tirando piedras con hondas. Usaban veneno y macanas como armas
de guerra. Se sabe que enterraban vivos a sus prisioneros.
Existía diferenciación social marcada. Los sacerdotes tenían una cierta importancia dentro
de la tribu. Antes del matrimonio, el novio debía residir en la casa de la novia. Practicaban
la división de trabajo.
Fray Pedro de Aguado en sus crónicas describe a los indígenas de los andes venezolanos
de esta manera:
"es esta gente de este valle casi de la misma manera y traza que de la del valle de
Santiago, excepto que todos traían unos sacos de mantas de hilo de cabuya muy largos y
justos al cuerpo, vestidos y atados con unas cabuyas o hilos por sobre los hombros y
recogido lo muy largo en la cintura, por dónde traían ceñidos y recogidos éstos sacos"
-Fray Pedro de Aguado

También podría gustarte