Está en la página 1de 4

PS-1081 Cognición y Matemáticas I CICLO-2019

Prof. Bradly Marín Picado Angie Vega Vega B78240

Reporte # 4

La semana anterior en el curso de Matemática en el Currículum Escolar se nos


asignó una guía de lectura, la primera parte de esta se debía responder con base
en el punto de vista de cada uno e incluía ciertas preguntas como ¿qué es el
conocimiento? Al leer esta interrogante tuve que detenerme por unos minutos y
llegué a la conclusión de que, aunque este es un término que escuchamos
frecuentemente, muy pocas veces pensamos realmente sobre qué es o
reflexionamos acerca de una definición para este.

No obstante, sí existe una rama de la psicología que se encarga de estudiar este


tipo de términos y que le ha dedicado varios años de estudio, la cual se conoce
como Psicología Cognitiva y se encarga de estudiar la mente humana y el
conocimiento, al que define como “información acerca del mundo que se almacena
en la memoria y que va de lo cotidiano a lo formal” (Smith y Kosslyn, 2008, p. 153).
Esto quiere decir que el conocimiento es el que nos permite memorizar,
comunicarnos, poner atención, percibir ciertas características de lo que
observamos, categorizar los objetos y situaciones; esta definición pone en evidencia
lo trascendental que es el conocimiento.

Ahora bien, este se basa en representaciones las cuales, a grandes rasgos, se


definen como “un estado físico que representa un objeto, un suceso o un concepto
(…) y que puede transmitir información de aquello que representa” (Smith y Kosslyn,
2008, p. 156). Además de que deben cumplir con dos características esenciales: la
primera de ellas es que se construyen para representar un elemento en específico
y la segunda es que conlleva información sobre lo que representa. Es importante
tener en cuenta que existen varios tipos de representaciones, las de modalidad
específica y las amodales. Con respecto a las primeras, se pueden mencionar las
imágenes y estas se relacionan con la mente, pues muchos hechos y datos
científicos confirman que el cerebro humano es capaz de crear imágenes mentales,
aunque no tan detalladas. Con respecto a las segundas, estas son las encargadas
de describir propiedades y relaciones entre las entidades significativas de las
imágenes y existen tres tipos distintos: marcos, que son estructuras que especifican
un conjunto de relaciones que unen objetos del entorno; red semántica, que
representan las relaciones en manera de diagrama y, por último, lista de
propiedades, que enumeran las características de las entidades que pertenecen a
una categoría. Estas tres permiten clasificar de manera significativa las regiones de
una imagen para poder interpretarla de una mejor manera (Smith y Kosslyn, 2008).

Con base en los dos tipos de representaciones mencionados se logra categorizar el


conocimiento, pues aquellos elementos que son semejantes, generan modelos
estadísticos similares no idénticos, que se logran agrupar y considerar como parte
de la misma categoría. Este proceso permite que cada vez que se vea un nuevo
elemento con características similares, se agrupe, lo que permite crear un cuerpo
de conocimiento sobre el tema y realizar deducciones sobre los elementos de cada
categoría (Smith y Kosslyn, 2008).

En matemática las representaciones son realmente importantes, pues muchos de


los temas que se estudian poseen diferentes tipos de representación. Un ejemplo
importante de esto son las funciones, las cuales se pueden representar tanto de
manera gráfica, como con diagramas de Venn y por medio del criterio, entre otras.
Se sabe que todas estas son representaciones, debido a que se construyen para
mostrar la relación entre dos conjuntos y que, al observarlas, se pueden apreciar y
extraer datos importantes sobre esa relación en específico.

Además, muchas de ellas permiten que quien las observe logre conocer
características específicas de la relación entre los elementos del conjunto, como por
ejemplo cuando se representa una función por medio del criterio, pues este describe
la relación específica entre los dos elementos de los conjuntos, de tal forma que si
se sabe que el criterio de una es 𝑓: ℕ → ℝ; 𝑓(𝑥) = 2𝑥 + 1 y la persona tiene ciertos
conocimientos sobre lenguaje matemático, se comprenderá que los dos conjuntos
involucrados en la función son el de los Números Naturales y el de los Reales,
además de que el 0 se encuentra relacionado con el 1, el 2 con el 5, el 3 con el 7 y
así sucesivamente. No obstante, esa no es la única manera de representar esa
función, sino que también se puede por medio de diagramas de Venn, lo que permite
que se logren extraer los mismos datos que si se observara el criterio y también se
puede por medio de la gráfica.

Una razón importante de observar las funciones en sus diferentes representaciones


es que, cuando el estudiante se ha familiarizado con todas ellas y es capaz de
interpretarlas para extraer la información, logra relacionarlas y agruparlas con las
demás que conoce. Además de que, cuando alguna persona menciona la palabra
“función”, en su mente van a aparecer las diferentes representaciones de estas. Un
ejemplo de esto ocurrió hace unas semanas cuando una vecina me pidió ayuda
para estudiar matemática. Al preguntarle sobre el tema, me informó que eran las
funciones y que no entendía; el simple hecho de que mencionara el término logró
que en mi mente yo fuera capaz de observar la gráfica de una función que, aunque
no era completamente detallada, tenía las características generales que permitía
categorizarla como tal. Además, pude recordar las características primordiales de
una relación para que sea categorizada como función.

Es muy importante que los futuros educadores matemáticos conozcamos no solo


los diferentes tipos de representación que tienen ciertos objetos matemáticos, sino
también que los tomemos en cuenta a la hora de explicar este tipo de temas. Esto
debido a que a muchos de los estudiantes se les facilita o dificulta estudiar ciertas
representaciones y es nuestra responsabilidad generar clases con actividades que
permitan que los alumnos comprendan las diferentes representaciones. Además de
que, al saber la manera en que el cerebro actúa con base en estas, se vuelve mucho
más sencillo para los educadores matemáticos decidir cómo proceder a enseñar
este tipo de temas.
Referencias

Smith, E.E. y Kosslyn, S.M. (2008). Procesos cognitivos. Modelos y bases neurales.
Madrid: Pearson

También podría gustarte