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Mateo Barreto

Guía de lectura sobre el Movimiento Conservador


La tradición y la vida – Jaris Mujica

Los grupos conservadores han estado presentes en la historia del Perú, así como
en varios países de la región. Caracterizados difundir un discurso relacionado a lo
tradicional sus discursos están enfocados en oponerse a derechos sexuales,
reproductivos, despenalización del aborto, oponerse a los métodos
anticonceptivos, matrimonio del mismo sexo etc.

Los conservadurismos latinoamericanos están relacionados con en sus inicios con


las formas clásicas occidentales, poseen una estrecha relación con la iglesia
católica y los gobiernos. Actualmente sus discursos se adecuan a las nuevas luces
políticas y las formas que impone la democracia. En su periodo clásico el tema del
género no era un asunto importante, se excluía a las mujeres y a otros actores de
los procesos políticos y las estructuras de poder, la principal preocupación era la
difusión de la iglesia católica y la separación de clases sociales. Esto se debe en
particular a tres procesos paralelos: primero, la reconstrucción de la democracia
institucional, que implica la apertura de derechos. Segundo, la irrupción de la
economía neoliberal y el proceso de globalización, es decir un periodo de
intercambio fluido de información en el que la demanda social de derechos y
libertades.

En el primer proceso mencionado de los conservadores la acción estaba dispuesta


sobre una estructura de clases diferenciada, en la cual la exclusión parecía ser
una manera de relación social, en el nuevo terreno de la democratización del
capitalismo tardío se tiende políticamente a la inclusión de los actores y a la
prohibición sistemática de formas diversas de discriminación. Como producto de
esto, los pensamientos de los grupos conservadores se han modificado para
continuar construyendo sistemas de control del otro, y el cuerpo sigue siendo uno
de los núcleos de acción. El cuerpo reproductivo, o la formación de una familia a
través del matrimonio, es un tema central relacionado a las lógicas demográficas,
sistemas de control poblacional y, sustancialmente, al tema de la vida. A raíz de
esto la apertura pública de los grupos conservadores muestran un interés de
integrarse en la política formal. Esto corresponde a un giro importante en los
objetivos e intereses de los grupos conservadores pro-vida: si en el periodo clásico
estos grupos pertenecían directamente a la estructura formal del Estado ahora en
esta nueva etapa tras los procesos dictatoriales de los gobiernos del continente
durante la segunda mitad del siglo XX y el proceso de se ha producido aquel
notorio agrietamiento de correlación de poder que antes mencionábamos y por ello
se han visto obligados a idear nuevas maneras de penetrar el campo de la política.
Para ello los grupos conservadores se integraron a las agendas de debate sobre
políticas públicas donde uno de los objetivos es modificar las leyes y no tanto
colonizar la actividad política. Esto resulta central dentro de una estructura de
acción formal altamente burocratizada, con deficiencias severas y alta
inestabilidad de sus funcionarios.

Los conservadores ya no son grupos religiosos a raíz de esto, sino que se vuelven
civiles con tintes religiosos ya que siguen teniendo una relación estrecha con la
Iglesia, pero han comprendido que esta no es la única vía y no necesariamente la
más eficiente de acción política, y por tanto han empezado a utilizar estructuras
paralelas de lobby institucional, presión política y difusión, que complementan su
labor.

La familia fue utilizada por estos grupos como un articulador común de los
discursos de los mismos. Su defensa constituye la actividad central de sus
acciones. Sin embargo, la naturaleza de la familia está directamente asociada al
discurso clásico de la iglesia católica (familia heterosexual, monogamia y con
mandato reproductivo). El resultado es un aparato organizado que articula el
discurso habitual de la familia con la disposición de un mandato divino, primigenio
e indubitable. Es a partir de esta disposición y del discurso de la defensa de la vida
que plantean un mecanismo de penetración del Estado y sus instituciones: la
inserción de sus miembros y la generación de políticas, leyes y normas para la
defensa de sus principios.

Es así como a largo del tiempo se pasó desde conservadurismo tradicional a uno
que se fue adaptando según los nuevos tiempos sobre todo para protestar y tal
vez neutralizar los reclamos y protestas que fueron apareciendo en los últimos
tiempos relacionados a la libertad sexual, a los derechos sexuales, al no uso de
métodos anticonceptivos, utilizando a la familia como su principal causa a
defender bajo ese modelo tradicional y conservador de la misma

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