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Es la facultad que permite a las AAPP imponer sanciones al detectar infracciones del OJ. Recordemos que, conforme al artículo
103 de la CE, la AP “sirve con objetividad los intereses generales”. Entre las potestades de la AP para salvaguardar los intereses
generales se encuentra la potestad sancionadora.
Examinaremos la regulación de las infracciones administrativas y del castigo que será impuesto por la AP en caso de que se
realicen. De este modo, veremos:
- Las nociones sustanciales de potestad sancionadora, infracción y sanción.
- El análisis del procedimiento sancionador.
Además de lo previsto en las normas sectoriales, la legislación española ha estipulado una regulación general de las sanciones en
dos leyes:
1. Arts. 25 y ss. de la Ley de régimen jurídico del sector público. Aparecen ahí unos “principios de la potestad
sancionadora” que afectan especialmente a la configuración material y sustantiva de infracciones y sanciones.
• PRINCIPIO DE LEGALIDAD (art. 25) En el primer punto se establece la definición de este principio, con la admisión de
ciertas especialidades para la Administración Local:
“1.La potestad sancionadora de las Administraciones Públicas se ejercerá cuando haya sido expresamente
reconocida por una norma con rango de Ley, con aplicación del procedimiento previsto para su ejercicio y de
acuerdo con lo establecido en esta Ley y en la Ley de Procedimiento Administrativo Común de las
Administraciones Públicas y, cuando se trate de Entidades Locales, de conformidad con lo dispuesto en el Título
XI de la Ley 7/1985, de 2 de abril”.
Sin embargo, existe una mayor discrecionalidad administrativa en ciertos campos. Esto se debe a que la aplicación
de la normativa general ha generado problemas en algunos supuestos. De este modo, la Ley opta por extender esta
regulación general a la potestad disciplinaria (pero elude su aplicación si se trata de supuestos de dominio
público).
Ello permitiría la reaparición, en este campo, de algunas de las modulaciones que proporcionaba la teoría de las
relaciones especiales de sujeción. Así se deduce de los arts. 25.3 y 25.4:
“3. Las disposiciones de este Capítulo serán extensivas al ejercicio por las Administraciones Públicas de su
potestad disciplinaria respecto del personal a su servicio, cualquiera que sea la naturaleza jurídica de la relación
de empleo.
4. Las disposiciones de este capítulo no serán de aplicación al ejercicio por las Administraciones Públicas de la
potestad sancionadora respecto de quienes estén vinculados a ellas por relaciones reguladas por la legislación
de contratos del sector público o por la legislación patrimonial de las Administraciones Públicas.”.
• PRINCIPIO DE TIPICIDAD
o La previsión de especialidades para la Administración local. (ART. 27.1)
o La admisión de un campo de regulación propio del reglamento administrativo. (ART.27.3)
o La prohibición de analogía. (ART. 27.4)
• RESPONSABILIDAD ADMINISTRATIVA SANCIONATORIA (ART. 28)
La Ley 40/2015 señala en su artículo 28 que solo pueden sancionarse aquellas infracciones cometidas por quienes
sean responsables de las mismas, a título de dolo o culpa. Esto impide que una persona pueda ser castigada por el
resultado de eventos sobre los que no tiene control, como los derivados de fuerza mayor.
2. En diversos preceptos de la Ley 39/2015 reguladora del procedimiento administrativo común de las Administraciones
Públicas se establecen aisladamente ciertas reglas relativas al procedimiento sancionador.
Como ya hemos visto, los principios de legalidad y tipicidad determinan que la potestad sancionadora de la
Administración debe ejercitarse en el seno de un procedimiento legalmente regulado.
▪ Esta Ley estregó a la Ley 40/2015 relativa al régimen jurídico del sector público (arts.25 a 31), la articulación de
los principios de la potestad sancionadora.
Actuaciones previas:
Las actuaciones previas son aquellas que se celebran antes del inicio del procedimiento y que tratan de esclarecer las
circunstancias del caso y la conveniencia o no de iniciar el procedimiento.
Cuando el procedimiento es de tipo sancionador, las actuaciones previas tratarán de determinar con la mayor precisión
posible:
▪ Hechos susceptibles de motivar el inicio de actuaciones.
▪ Identificación de la persona o personas responsables.
▪ Circunstancias relevantes del caso.
Estas actuaciones se llevan a cabo por los órganos de inspección e investigación o, en su defecto, por aquel que determine
el competente para iniciar o resolver el proceso.
La instrucción se inicia con las alegaciones del inculpado, presentadas en un plazo de 15 días desde que recibiera el acuerdo de
incoación. Además, podrá presentar documentos, información y proponer la práctica de prueba.
Con las alegaciones en su poder, el órgano instructor realizará todas las actuaciones probatorias, así como las indagaciones y
comprobaciones que requiera. Realizadas todas las actuaciones de instrucción, este órgano emitirá una propuesta de resolución.
La propuesta de resolución fija los hechos, señalando los que se consideran probados y calificándolos jurídicamente. Además,
determinará tanto la infracción cometida como sus responsables y la sanción propuesta.
Por supuesto, la propuesta de resolución podría determinar que no existe infracción alguna o que, habiéndola, no existen
responsables.
Esta propuesta se notificará a los inculpados, que podrán presentar alegaciones y acudir al trámite de audiencia. Todos los
documentos resultantes se remitirán al órgano competente para resolver para que pueda finalizar el procedimiento.