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Cuestiones previas:

-Decretos y leyes emitidos de amnistía

-Juicios en El Salvador. Cosa Juzgada Fraudulenta.

Cuestión de fondo

-Justicia universal (El salvador niega la extradición).

Aspectos procesales en el ámbito de la jurisdicción universal española. Obstáculos para su


enjuiciamiento.

El mismo día que se sucedieron los asesinatos, cuando el Presidente Alfredo Cristiani fue informado,
designó a una unidad especial de la policía para la supuesta investigación de los crímenes. El objetivo
del gobierno consistía en realidad en tratar de culpar al FMLN, como por ejemplo realizando pintadas
en la Universidad en su nombre para hacer creer que la autoría correspondía a los mismos (pie: lo cual
resulta poco creíble, pues unos días antes la emisora de radio del ejercito lanzó acusaciones a los
jesuitas expresando que eran el cerebro de las operaciones del Frente Farabundo, que guardaban
arsenales de armas del mismo y les fijó como punto de ataque). A tal efecto se designó a la Comisión
de Investigación de Hechos Delictivos -en adelante ''CIHD''-, que se dedicaría a encubrir el crimen
destruyendo pruebas, como ocurrió con el dinero y los enseres que confiscaron en la UCA o con los
registros de entradas y salidas que realizaban los miembros del ejército que la acordonaban. También
se realizaron declaraciones de los participantes en los asesinatos, y aunque si bien muchos de ellos
confesaron los hechos, posteriormente se alteraron los testimonios para evitar que los referentes a las
órdenes de los cargos superiores fuesen investigados. De hecho, los altos oficiales salvadoreños
presionaron a los soldados llamados a declarar para que no mencionasen nada sobre las órdenes
recibidas.

También se creó una Comisión Especial de Honor Militar de las Fuerzas Armadas Salvadoreñas, que
junto con la anterior hicieron lo posible para encubrir a los autores intelectuales del crimen y actuaron
con incompetencia y mala fe (ICIDH parr 27). Se removieron pruebas, no se informó a los fiscales del
avance de las investigaciones, hubo dilaciones en las mismas, tales como la no interrogación de
militares hasta meses después de los hechos, no se examinaron las entradas y registros, etc.

Tras éste proceso unicamente fueron condenados a treinta años de prisión, como responsable de ocho
asesinatos, el Coronel Benavides y como responsable del asesinato de la hija de la empleada doméstica
de la UCA, el Teniente Mendoza. También fueron condenados Espinoza y Cerritos a prisión de tres
años y a los Tenientes Hernandez y Mendoza por encubrimiento real, lo cual es irrisorio. Es decir, que
ni siquiera los autores materiales fueron sentenciados, y todo ello sin perjuicio de que se aprobase
posteriormente una Ley de Amnistía en El Salvador, que exculpase de la responsabilidad civil y
criminal.. (mirar página 367 libro tocho y mirar constitucionalidad y pg 48 querella). Por supuesto, no
hizo falta eximir de la responsabilidad penal a los autores intelectuales de los crímenes -que no fueron
condenados en ningún momento-, que no solo ordenaron el asesinato de los jesuitas, de la cocinera y
de la hija de ésta, sino que en la guerra civil en El Salvador murieron mas de setenta mil personas.

A pesar de la Ley de Amnistía General para la Consolidación de la Paz fue impugnada por
considerarse inconstitucional, la Corte Suprema de Justicia de El Salvador declaró inadmisible el
recurso (pie:Resolución del 20 de mayo de 1993, Sala de lo Constitucional de El Salvador).
El conflicto armado finalizó en el año 1992 con el Acuerdo de Paz de El Salvador en Chapultepec,
México entre el gobierno y el FMNL. No obstante, hasta llegar a dicho pacto también hubo una serie
de Acuerdos de Paz, siendo el más importante de ellos los llamados Acuerdos de México, del 27 de
abril de 1991, que crearon la Comisión de la Verdad para El Salvador, que tenía por propósito redactar
un informe, que fue finalmente emitido el 15 de marzo de 1993, que aclarase se investigase las mas
graves violaciones de derechos que se habían cometido desde el año 1980.

La Comisión de la Verdad también llegó a la misma conclusión que la CIDH con respecto al juicio del
asesinato de los jesuitas celebrado en septiembre de 1991 ante el Juzgado 4 de Lo Penal de
Instrucción, es decir, había un objetivo por parte de el gobierno de El Salvador de encubrir los hechos;
faltaron declaraciones de los altos cargos de la milicia, el proceso no tuvo las debidas garantías de
imparcialidad e independencia, el jurado que tenía que dar su veredicto solo pudo pronunciarse
respecto de los delitos de asesinato y terrorismo, la instrucción de proceso duró casi dos años, los
Coroneles Ponce, Cepeda y Orlando entre otros, presionaron a sus inferiores para cambiar sus
testimonios ante la Corte (Informe de la comisión de la verdad de 15 de marzo de 1993; el
encubrimiento), los fiscales renunciaron a su posición de parte acusadora por presiones de la Fiscalía
General, la Comisión de Honor fijo límites a la investigación y no formularon las diligencias
adecuadas en caso de delito. Se trataba de una ''política de encubrimiento institucional encaminada a
proteger con un manto de impunidad tanto a los autores intelectuales como a aquellos autores
materiales que no habían sido individualizados como tales por la Comisión de Honor'' (párrafo 122
informe de la Comisión).

Es por ello que quince años mas tarde de aquel juicio, fue admitida a trámite la querella presentada en
España por la Asociación Pro Derechos Humanos en España y por el Centro de Justicia y
Responsabilidad el día trece de noviembre de 2008, frente a catorce presuntos responsables del
asesinato de los jesuitas en 1989, sin perjuicio de que posteriormente se ampliase a otros siete cargos,
por haber cometido presuntamente todos ellos crímenes de lesa humanidad y terrorismo o asesinato
en el contexto de crímenes contra la humanidad. Se reconoce así la jurisdicción y competencia de los
tribunales españoles para conocer sobre los delitos mencionados en virtud del principio de jurisdicción
universal.

El artículo 23.4 LOPJ (poner bien), es el que habilita la jurisdicción de los tribunales españoles. La
calificación de los hechos como delitos de terrorismo no implica ningún problema para justificar la
persecución universal, puesto que actualmente, en el artículo 23. 4. e) 4º de La Ley Orgánica del Poder
Judicial, es competente la jurisdicción española para conocer de delitos de terrorismo cometido por
extranjeros fuera del territorio nacional cuando ''la víctima tuviera nacionalidad española en el
momento de los hechos''. Es necesario recordar que las normas atributivas de jurisdicción y
competencia no tienen carácter retroactivo al momento de los hechos si esas normas resultan más
favorables al reo en ese momento, sino que con respecto a ésta tipología normativa, se estará ante la
norma vigente en cada momento, sin permitirse la retroactividad por ser favorable al reo.

Entre el momento de presentación de la demanda y el actual, la Ley Orgánica del Poder Judicial ha
sufrido dos modificaciones importantes en lo relativo a la justicia universal. La primera de ellas entró
en vigor el 5 de noviembre de 2009 y la segunda de ellas el 15 de marzo de 2014, como consecuencia
de la promulgación de la LO 1/2009 de implantación de la nueva Oficina judicial y la LO 1/2014 de
modificación de la LO 6/1985 del Poder Judicial, respectivamente. En los tres periodos normativos las
normas de conexión exigidas por la ley con respecto al delito de terrorismo no han variado
sustancialmente. Todas permiten la jurisdicción de los tribunales españoles por actos terroristas
cometidos por extranjeros cuando las víctimas tuvieran nacionalidad española, como ocurre en el
presente supuesto.

Sin embargo, más conflictiva ha sido la posibilidad de la persecución de los autores materiales e
intelectuales del asesinato de los jesuitas por delitos de lesa humanidad

-Obstáculos en la persecucion de crimenes internacionales, pg 152 DPI

El caso de los jesuitas ya fue juzgado en el salvado (pg 8 el pais), que condenó ala pena de 30 años de
cárcel al Coronel Benavides y al Teniente Yusshy Mendoza. Ambos fueron amnistiados y liberados el
1 de abril de 1993 por la segunda ley de amnistía. El alto tribunal español considera que existen
indicios ''serios y razonables'' de que aquel juicio no pretendió realmente que los responsables de los
hechos fueran castigados, sino, mas bien, su sustracción de la justicia, ''todo ello acompañado de la
ausencia de las garantías necesarias de independencia e imparcialidad (CITA).

-Pg 62 SAN

-Obstáculos para su enjuiciamiento: pagina 83 fin SAN

-pg 84 SAN (Estimamos)

-PG 87 SAN

-La SAN entiende que los crímenes contra la humanidad son universalmente perseguibles, y más aun
cuando se ejerce por tribunales internacionales, lo que implica reconocer la vigencia del principio de
universalidad más allá del principio de territorialidad. Sin embargo no siempre se excluye éste último,
pues por ejemplo los tribunales creados ad hoc (Exyugoslabia y Ruanda) tienen competencia por el
ppio de territorialidad. Otra excepción se plantea cuando la justicia del territorio en el que se han
cometido los crímenes se realiza eficazmente. Para saber si la justicia es eficaz conviene observar los
contenidos del art 17 ECPI, a los efectos de que el principio de complementariedad actúen. España
ha asumido la jurisdicción sobre el asesinato de los jesuitas por la falta de actuación eficaz de la
justicia salvadoreña.

-Ello y la responsabilidad penal individual justifica suficientemente la actuación del derecho penal
internacional para la persecucion penal de los crimenes mas graves cuando la justicia no es posible
en el ambito interno.

Final: se plantea una cuestión, y es que si los hechos son calificados como asesinato etc)), y por tanto
corresponden con su tipicidad y pena prevista en el CP, es posible, en virtud del principio de
jurisdiccion universal, que los tribunales españoles puedan conocer del asunto, por considerarse
crímenes de lesa humanidad no tipificados en 1989.
-Aunque los hechos cometidos por el señor montano solo puedan ser considerados de acuerdo al
derecho interno español en el momento de su comisión, como asesinato (alevoso, etc, MIRAR), las
circunstancias del caso y el hecho de que ya en el momento de la comisión de los asesinatos, la lesa
humanidad se considerase como un crimen que protege el nucleo duro de los derechos humanos,
formando una de las categorias mas graves de delitos considerados así por la comunidad
internacional junto al genocidio, crimen de guerra y de agresión y que además varias conveniones y
la resolución de naciones Unidas ya referida, se refieren a que los crimenes de lesa humanidad no
pueden quedar impunes y que deben ser perseguidos, justifica la extensión extraterritorial de la
jurisdicción española en cuanto recibe la calificación por el derecho internacional consuetudinario,
como crimenes de lesa humanidad, interpretado éste como se ha expuesto, de acuerdo al artículo
10.2 CE. Es por ello, que aunque la posible condena del señor Montano no pueda recibir la
calificacion de crimen de lesa humanidad, ni ser penado de acuerdo al art 607 bis del CP vigente, si
que es considerado así internacionalmente, lo cual implica a su vez que puede ser perseguido de
acuerdo al mismo. Así se estableció en la STS Scilingo. Otra norma sobre que justifica la persecución;
la ley organica 6/2000 que autorizó la ratificacion por España del ECPI, recogió en la exposicion de
motivos que la reoslucion de nacionales unidad de 3 de diciembre de 1973 declaró que los crimenes
de lesa humanidad serian perseguidos y no podrían quedar impunes.

Nada impide que perseguir hechos que calificados conforme al código penal ddel momento de los
hechos, como asesinato o terrorismo, no puedan ser conasiderados como crimenes contra la
Humanidad conforme al DIP.

-El TS por otra parte entiende que la analogía solo se refiere a la tipicidad y a la punibilidad, pero en
ningun caso a las normas procesales u orgánicas, y es por ello que se puede interpretar el artículo
23.4 del Texto Refundido de Codigo Penal de 1973 respecto del genocidio, para establecer la
jurisdicción de los tribunales españoles.

Por todo ello no se vulnera el principio de legalidad si la condena se impone por asesinato y
terrorismo, tipificados ambos en el Código Penal, pues la previsibilidad penal es indiscutible.

Ausencia del requisito procesal de jurisdicción.

-Es cierto que el delito de lesa humanidad no se encontraba tipificado en el momento de comisión de
los hechos (...). Sin embargo, el artículo 7.2 del Convenio Europeo para la Porteccion de los DDHH y
LLFF ((CEDH), tras establecer en su primer apartado el principio de legalidad de los delitos y penas
conforme al derecho nacional o internacional, reconoce que una condena basada en los principios
generales del derecho reconocidos por las naciones civilizadas no seria contraria al Convenio. (pg 58
STS). Pero no impide (esto es contrario a la imputacioN) que cada estado formule el ppio de
lkegalidad de manera mas exigente en relacion con la aplicacion de sus propias normas penales por
sus propios tribunales (copiado literal).

-Sin embargo, considera el TS en la misma sentencia, pagina 58, que como las normas de derecho
internacional penal consuetudinario atentan contra en nucleo duro de los DDHH esenciales, no
pueden ser ignorados en la interpretacion y aplicacion de las leyes en relación con el artículo 10.2 CE
al referirse a la DUDH y a los tratados y acuerdos internacionales de los que España sea parte, entre
los que se encuentra el CEDH y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Por ello, a la
hora de realizar la calificación jurídica es necesario tener en cuenta los criterios seguidos por las
sentencias de los Tribunales internacionales y nacionales.

Aunque no sea posible aplicar el artículo 607 bis, lo cierto es que el principio de legalidad desde el
punto de vista material exige previsibilidad de la sanción penal como consecuencia de la ejecución de
una determinada conducta. El Señor Montado y el resto de autores materiales e intelectuales
conocían el carácter delictivo de sus actos y la consiguiente posibilidad de la imposición de una pena
((de hecho NU, o la CIDH ya avisaron?). En este sentido el acusado conocía que la gravedad de la
conducta implicaba una violación de los Derechos Humanos esenciales a nivel internacional. El
acuerdo de Londres o el Estatuto de Nuremberg ya consideraron crimenes contra la humanidad el
asesinato y otros actos inhumanos contra la población civiles.

-Aunque los hechos cometidos por el señor montano solo puedan ser considerados de acuerdo al
derecho interno español en el momento de su comisión, como asesinato (alevoso, etc, MIRAR), las
circunstancias del caso y el hecho de que ya en el momento de la comisión de los asesinatos, la lesa
humanidad se considerase como un crimen que protege el nucleo duro de los derechos humanos,
formando una de las categorias mas graves de delitos considerados así por la comunidad
internacional junto al genocidio, crimen de guerra y de agresión y que además varias conveniones y
la resolución de naciones Unidas ya referida, se refieren a que los crímenes de lesa humanidad no
pueden quedar impunes y que deben ser perseguidos, justifica la extensión extraterritorial de la
jurisdicción española en cuanto recibe la calificación por el derecho internacional consuetudinario,
como crimenes de lesa humanidad, interpretado éste como se ha expuesto, de acuerdo al artículo
10.2 CE. Es por ello, que aunque la posible condena del señor Montano no pueda recibir la
calificacion de crimen de lesa humanidad, ni ser penado de acuerdo al art 607 bis del CP vigente, si
que es considerado así internacionalmente, lo cual implica a su vez que puede ser perseguido de
acuerdo al mismo.

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