Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Son un tipo de crisis humanitaria que ha proliferado desde el final de la Guerra Fría y
que es causada por la combinación de diversos factores: el desmoronamiento de la
economía formal y de las estructuras estatales, los conflictos civiles, las hambrunas, las
crisis sanitarias y el éxodo de la población.
A estos elementos en ocasiones se les añaden también las catástrofes naturales, como
por ejemplo las sequías. Sin embargo, es importante subrayar el carácter
eminentemente político de la raíz de las emergencias complejas, que suele hallarse en
la lucha de determinados grupos por el poder político, el control de unos recursos
económicos escasos y la reafirmación de su identidad.
En el plano político, algunos autores entienden que las emergencias complejas tienen
como punto de partida el hundimiento del Estado, como ha ocurrido en diversos países
de África (Somalia, Liberia, etc.). Sin embargo, autores como Cliffe y Luckham
(1999:30) subrayan que eso no siempre es así, pues en algunos casos el Estado ha
pervivido, como en Sri Lanka o en Centroamérica. A este respecto, hay que tener en
cuenta que muchos Estados africanos nunca han tenido la capacidad de ejercer un
poder político efectivo y pleno, siendo mucho más recientes y débiles que los
centroamericanos, edificados en el siglo XIX. Por consiguiente, cabría diferenciar dos
niveles diferentes.
Un primer nivel, el de los Estados débiles y frágiles, consiste en el fracaso del Estado
en tres campos: a) El fracaso de las políticas de desarrollo económico, que se suele
traducir en la existencia de zonas o de grupos sociales o étnicos marginados y
empobrecidos. Este maldesarrollo se traduce, en definitiva, en un incremento de las
desigualdades socioeconómicas estructurales y de la vulnerabilidad, que estimulan la
conflictividad. En este sentido, como veremos, las emergencias complejas son
expresión del fracaso del modelo de desarrollo. b) El fracaso del sistema político, no
tanto por la inexistencia de una democracia formal, sino por la falta de unas
instituciones con legitimidad popular, con mecanismos que permitan canalizar las
reivindicaciones y disputas políticas así como controlar a las autoridades. La
consecuencia suele ser el distanciamiento de la población respecto al régimen y al
Estado mismo, y la crisis de legitimidad de éstos. c) El fracaso de la gestión de
conflictos, dado que en casi todas las emergencias complejas existe un régimen
autoritario, incapaz de gestionar las disputas y negociar con los grupos de oposición,
que manipula las diferencias étnicas o de clanes, y que recurre a la represión para
ahogar la disidencia o contener el descontento social.
El segundo nivel, el de los Estados fallidos, es una degeneración del anterior y consiste
en el hundimiento del Estado, lo cual implica: la incapacidad para gobernar y gestionar
los conflictos, la ausencia efectiva del Estado en determinadas zonas geográficas o
parcelas de la vida, así como la pérdida del monopolio de la violencia, que es ejercida
ampliamente por otros grupos (milicias, paramilitares, etc.). Este contexto contribuye a
que los conflictos sociales arrecien y adopten formas violentas, dando lugar a revueltas
populares en las que se entrecruzan el descontento social con la exaltación de las
identidades particulares. La agitación social, sin embargo, con frecuencia sólo
desencadena un conflicto armado cuando las divisiones y tensiones penetran en las
elites que controlan el poder y el ejército, fragmentándose en facciones habitualmente
delimitadas en base a factores étnicos o similares. Esto suele traducirse en una quiebra
de la débil identidad nacional sobre la que se edifica el Estado, con el consiguiente
incremento de la inestabilidad política y de los golpes militares.
c) Por último, la marginación creciente que afecta a los países más pobres y menos
competitivos en el proceso de globalización de la economía, como son los africanos. La
presión externa del capitalismo global sobre unas economías sumamente frágiles, que
se traduce tanto en una marginación como, paradójicamente, también en una alta
dependencia respecto a los circuitos económicos y comerciales internacionales, es otro
de los factores que propician las emergencias complejas.
Por todo lo dicho, según argumenta Duffield (1994a:3), las emergencias complejas,
como las ocurridas en África y en los Balcanes, deben interpretarse como
consecuencia del fracaso del desarrollo. Esta idea desafía la concepción tradicional de
las agencias de naciones unidas sobre la relación existente entre las emergencias y el
desarrollo. En efecto, el desarrollo habitualmente se ha concebido como un proceso
lineal y normal, y los desastres como acontecimientos excepcionales que interrumpen
ocasionalmente tal proceso, el cual se reanuda cuando se supera el impacto de la
emergencia generalmente gracias a la ayuda. Sin embargo, este esquema no se ajusta
a la realidad, dado que “las economías formales y las estructuras civiles han estado en
un proceso de declive y fragmentación a largo plazo”; es decir, se trata de crisis
prolongadas e incluso crónicas. La crisis es la norma, más que la excepción. Como
consecuencia, queda así también en cuestión el enfoque convencional de la
vinculación emergencia-desarrollo, que asume que tras una breve fase de ayuda de
emergencia y otra de rehabilitación se puede alcanzar el desarrollo. Este esquema,
trasplantado de la respuesta a las catástrofes naturales, no parece adecuado en un
contexto de crisis política y del desarrollo.
Bibliografía
• Cliffe, L. y R. Luckham (1999), "Complex Political Emergencies and the State:
Failure and the Fate of the State", en Third World Quarterly, vol. 20, nº 1, pp. 27-
50.
• Duffield, M. (1991), War and Famine in Africa, Oxfam Research Paper, nº 5,
Oxfam Publications, Oxford.
• Duffield, M. (1994a), Complex Political Emergencies. An Exploratory Report for
UNICEF, School of Public Policy, University of Birmingham, Birmingham.
• Duffield, M. (1994b), "The Political Economy of Internal War: Asset Transfer,
Complex Emergencies and International Aid", en Macrae, J. y A. Zwi (eds.), War
and Hunger. Rethinking International Responses to Complex Emergencies, Zed
Books & Save the Children Fund (UK), Londres, pp. 50-69.
• Duffield, M (1994c), "Complex Emergencies and the Crisis of
Developmentalism", en IDS Bulletin, vol. 25, nº 4, Institute of Development
Studies, Universidad de Sussex, Brighton (Inglaterra), pp. 37-45.
• Eade, D. (ed.) (1998), Desarrollo en estados de guerra, Oxfam – CIP (Centro de
Investigación para la Paz), Icaria, Barcelona.
• Goodhand, J. (1996), NGOs and Complex Political Emergencies, Working Paper
nº 1, Institute for Development Policy and Management, University of Manchester
e INTRAC, Mánchester.
• Goodhand, J. y D. Hulme (1999), "From Wars to Complex Political Emergencies:
Understanding Conflict and Peace Building in the New World Disorder", en Third
World Quarterly, vol. 20, nº 1, pp. 13-26.
• Goodhand, J. y N. Lewer (1999), "Sri Lanka: NGOs and Peace-Building in
Complex Political Emergencies", en Third World Quarterly, vol. 20, nº 1, pp. 69-
87.
• Gundel, J. (1999), Humanitarian Assistance: Breaking the Waves of Complex
Political Emergencies. A Literature Survey, CDR Working Paper 99.5, Centre for
Development Research, Copenhague. Disponible en internet:
http://www.cdr.dk/wp-99-5.htm
• Keen, D. (1994), The Benefits of Famine: A Political Economy of Famine and
Relief in Southwestern Sudan, 1983-1989, Princeton University Press, Princeton
(EE.UU.).
• Macrae, J. y A. Zwi (eds.) (1994), War and Hunger. Rethinking International
Responses to Complex Emergencies, Zed Books & Save the Children Fund
(UK), Londres.
• Munslow, B. y C. Brown (1999), "Complex Emergencies: the Institutional
Impasse", en Third World Quarterly, vol. 20, nº 1, pp. 207-221.
• Paul, D. (1999), Protection in Practice: Field-Level Strategies for Protecting
Civilians from Deliberate Harm, Network Paper nº 30, Relief and Rehabilitation
Network, Overseas Development Institute, Londres.
• Reno, J. W. (1998), Warlord Politics and African States, Lynne Rienner, Boulder
(Colorado, EE.UU.).