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No obstante, y a pesar de que no hay conflictos exactamente iguales, hay una serie
de factores que deben de ser tomados en consideración para realizar un análisis
adecuado de la situación de un conflicto. En un conflicto pueden estar involucrados
diferentes grupos. La identificación de las partes es muy importante, especialmente en
los conflictos complejos que incluyen a varios individuos o grupos. Para identificar esto,
es útil preguntarse: “¿Quién será afectado por los cambios de la situación?”. Cualquier
persona o entidad social que caiga en esta categoría puede ser potencialmente parte
del conflicto. Es importante recalcar también en los intermediarios y los asuntos, es
decir, las cuestiones que conciernen a las partes de un conflicto. Y claro está, los
temas de discusión de un conflicto son los objetivos que las partes necesitan resolver
en el mismo. Los objetivos pueden definirse como decisiones conscientes, o
percepciones erróneas.
Por otro lado, la finalización de la guerra fría generó muchas expectativas sobre el
inicio de una nueva era de orden y estabilidad en los asuntos mundiales; sin embargo,
el período de la post – Guerra fría se caracteriza por inestabilidad y violencia,
especialmente en el mundo en desarrollo. Mucho ha cambiado, pero los asuntos
centrales que definen las relaciones entre pueblos y estados permanecen iguales. Una
forma conveniente de organizar de organizar el pensamiento sobre lo que de otra
manera parecería un universo caótico de conflictos contemporáneos es dividirlos en
tres niveles: (1) Conflicto de una potencia (País poderoso); (2) Conflicto regional; y (3)
Conflicto comunal. Esta clasificación fue publicada en un reporte del instituto Aspen, en
E.E.U.U.
Sabido esto, las rivalidades por los más grandes intereses surgirán entre las
grandes potencias para determinar los fundamentos del sistema internacional y de la
distribución del poder. A pesar de que las posibilidades de una guerra entre las grandes
potencias han sido substancialmente reducidas, el precio de un error a este nivel sería
muy costoso. Los conflictos regionales motivados por religión, nacionalismo, reclamos
territoriales y disputas económicas y políticas, son la principal fuente de inestabilidad en
el mundo actual. Estos conflictos son peligrosos ante la presencia de las armas de
destrucción masiva como el sur de Asia, y medio oriente. Los conflictos comunales se
originan por el colapso de estados, sistema tribal, escasez de recursos e injusticias
reales o percibidas.
En otro sentido, una crisis es cualquier evento que amenaza la imagen y reputación
de una institución, compañía o persona, que tiene el potencial de generar publicidad
negativa y de tomar un tiempo extraordinario por parte del equipo directivo para
enfrentarlo. Muy pocas empresas tienen un plan tienen un plan anti-crisis, y las
poquísimas que lo tiene, éste se orienta casi exclusivamente hacia las crisis
catastróficas o accidentales. Aún en los países con gran cultura corporativa existe un
gran desinterés por este tema, y no se diga en los países latinoamericanos
tercermundistas. Y es que, por imprevisión, nadie espera una situación de estas, por lo
tanto, nadie se prepara. Esto es un error, porque si esa institución es de servicio
público, tarde o temprano un día se encontrarán con que su nombre se ha convertido
en el titular de una noticia periodística de forma negativa.
Así mismo, la crisis se caracteriza por ser una situación inesperada, que coarta la
capacidad de reacción, a su vez también es imprevisible. Es de relevancia para
públicos de la empresa como consumidores, accionistas, proveedores y vecinos. Se
caracteriza también por tener una potencialidad causante de pánico, aumentado por la
desinformación, y también por tener un origen ajeno a la comunicación, en algunos
casos. Y cuando sucede, se convierte en una noticia importante. Y normalmente, su
información es mediada por la imagen que tenga el periodista acerca no solo de una
empresa, también de una situación de crisis.
Cabe destacar que, se pueden dar diferentes situaciones que generan algún tipo de
crisis, pero las más comunes son: (a) Los acontecimientos políticos y conflictos, que se
relacionan con protestas violentas, conflictos políticos y comerciales. (b) También los
accidentes relacionados con el transporte, afecten el medio ambiente, como incendios
o derrames químicos. (c) Incluso eventos de origen criminal ya sean secuestros,
asesinatos, sabotajes y robos, (d) junto a asuntos jurídicos, de discriminación racial, de
abuso sexual y los plagios. (e) Resaltan de igual forma los hechos de tipo económico,
relacionados con bancarrota, fraude y corrupción. (f) Retirada de productos, como
defectos de fabricación, y el uso de sustancias prohibidas para su elaboración. (g)
ataques informáticos, como virus y entradas de hackers a sistemas.
Por consiguiente, podría decirse que la reciente aparición del COVID – 19, no es un
conflicto, ya que no puede resolverse tan fácil, tampoco negociar o dialogar con
terceros para asegurar su erradicación y evitar su propagación. Llegando incluso al
nivel de pandemia, y a lo largo del tiempo, aumentando cada vez más de casos
positivos. EL COVID – 19, es una crisis, llegando incluso a ser una crisis mundial,
económica y social. Este, amenaza al contrario de los ejemplos previamente dados no
amenaza a una “empresa”, amenaza a enormemente la sanidad de una nación, ya que
al ser un virus, su propagación por el aire o contacto físico, le hace ser grave para la
sanidad de una nación en específico.
Jesús Arévalo