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FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

CURSO ESPECIAL DE TITULACIÓN NRO. 036-2022


DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

TRABAJO ACADÉMICO
IMPUTACIÓN OBJETIVA DE GUNTER JAKOBS Y ROXIN.
JURISPRUDENCIA RELACIONADA A LAS TEORIAS PLANTEADAS.

DOCENTE
DR. LEONARDO H. PEÑARANDA SADOVA

PRESENTADO POR:
WALTER E. DAHEL ESPIRITU GARCIA

CODIGO:
2013120903

ICA - PERÚ
2022
DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

“…...Creemos firmemente que el mejor y


mayor momento de cualquier hombre, su
logro más grande y su mayor satisfacción, es
aquel momento sublime en que después de
haber trabajado arduamente con todo su
empuje, esfuerzo, dedicación y corazón a
favor de una causa noble, se encuentra
exhausto en el campo de batalla, “¡Victorioso!”

Vince Lombardi

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DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

AGRADECIMIENTO

A Dios por ser nuestra fuente de humildad y perseverancia para el logro de nuestros
objetivos, además de darnos fortaleza y sabiduría para ser profesionales con
capacidad de resolver los problemas que aquejan a nuestra sociedad.

A la Universidad, por acogernos aún siendo muy jóvenes, inculcándonos el camino


de la rectitud que nos llevará a alcanzar el éxito profesional y personal.

A nuestro docente, por el impulso intelectual que nos ha posibilitado incrementar


nuestro capital cultural.

A nuestros progenitores, por brindarnos su apoyo incondicional y desinteresado a lo


largo de nuestra formación como futuros abogados, del cual estamos seguros, se
sienten orgullosos.

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DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

INDICE

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………….5

MARCO TEÓRICO…..……………………………………………………..…..7

CAPITULO I.- LA IMPUTACIÓN OBJETIVA DE ROXIN…………………..7


1.1. Fundamentos teóricos
1.2. Criterios de Imputación
1.2.1. Creación de riesgo no permitido
1.2.1.1. La exclusión de la imputación en caso de disminución del riesgo
1.2.1.2. La exclusión de la imputación si falta la creación de peligro
1.2.1.3. Creación de peligros y cursos causales hipotéticos
1.2.1.4. La exclusión de la imputación en los casos de riesgo permitido
1.2.2. El riesgo en el resultado
1.2.3. El fin de protección de la norma
1.3 Jurisprudencia relacionada a la imputación objetiva de Roxin

CAPITULO II.- LA IMPUTACIÓN OBJETIVA DE JAKOBS………………..13


2.1. Fundamentos teóricos
2.2. Criterios de Imputación
2.3. El riesgo permitido
2.4. Principio de confianza
2.5. Prohibición de regreso
2.6. La competencia de la víctima
2.7 Jurisprudencia relacionada a la imputación objetiva de Jakobs

CONCLUSIONES………………………………………………………………19

BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………….20

ANEXO………..…………………………………………………………………21

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TRABAJO ACADÉMICO

I. INTRODUCCIÓN

Si actualmente existe un tema dogmático con bibliografía inabarcable este trata, sin
duda, de la no tan moderna "teoría de la imputación objetiva" que está enraizada en
planteamientos hegelianos; actualmente, esta teoría nos presenta como el más
sofisticado y casi infalible instrumento de atribución de un resultado típico a su autor.
Siendo su misión, como doctrina dominante, determinar en el tipo objetivo, con total
prescindencia del dolo, la pertenencia de un resultado típico a un autor como su
obra.

En la actualidad existen otros planteamientos sobre la imputación objetiva,


construidos sobre la base de un ultranormativismo, que propugna la protección de la
vigencia de la norma (como bien jurídico-penal) como misión del Derecho penal. En
consonancia con ello, esta doctrina entiende a la imputación objetiva como un
"esquema de interpretación social comunicativamente relevante" que determinará la
atribución de un sentido, a la conducta de un ser humano (un sentido también
comunicativamente relevante, a saber, la negación de la vigencia de la norma). Así,
el énfasis que inicialmente estaba puesto en el resultado (del que se pretendía librar
al autor, corrigiendo la causalidad), se ha trasladado hacia el primer nivel de
imputación; es decir, al nivel de imputación del comportamiento (contrario a la
norma), por ello, ahora, el objeto de la imputación objetiva se referirá a la propia
acción.

La "teoría de la imputación objetiva", se ideó por Larenz para el Derecho Civil con la
finalidad de excluir la responsabilidad por daños imprevisibles. En 1930, Honig la
propone para el Derecho penal, pretendiendo restringir de modo objetivo el concepto
ilimitadamente objetivista del tipo penal, en aquel momento dominante en la teoría
causalista. Posteriormente, ante las falencias de una desmedida causalidad frente al
delito imprudente, surgen diversos criterios que en 1970 serán agrupados por Roxin,
caracterizándolos por una conocida fórmula: "la imputación al tipo objetivo, admite la

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realización de un peligro creado por el autor y no cubierto por un riesgo permitido


dentro del alcance del tipo penal"'. Sería este último autor quien, desde un sistema
funcionalista-teleológico, hace cuestiones político-criminales que le daría una nueva
perspectiva a esta teoría; esta vez se trataría de una teoría global de la tipicidad
aplicable no sólo a delitos imprudentes sino también a delitos dolosos.

De esta manera, hoy también se explica que actualmente la "teoría de la imputación


objetiva", se presente así misma como una reconstrucción general del juicio de
tipicidad, aplicable a todos los tipos de la parte especial, tanto a delitos imprudentes
como a delitos dolosos, a delitos de resultado como a delitos de mera actividad, a
delitos de lesión como a delitos que encierran peligro, y tanto a supuestos de
consumación como también a supuestos de tentativa.

Ahora bien, el tema que acoge este trabajo académico se desarrolla en el ámbito
netamente doctrinario, y tiende a dotar de contenido y hacer un nexo entre una
conducta típica y un resultado típico, posición en la que se ubica la teoría de
la imputación objetiva. Será de mayor provecho explicar la evolución de esta teoría,
partiendo por sus más importantes exponentes, Claus Roxin y Gunther Jakobs,
ambos alemanes y funcionalistas, referentes indiscutibles de la parte general del
derecho penal.

Luego, se explica la postura de Roxin y cada una de las categorías que considera
para su teoría. Finalmente, se detalla la postura de Jakobs y los enunciados que
expone como parte de la imputación objetiva.

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II. MARCO TEÓRICO

CAPITULO I

LA IMPUTACIÓN OBJETIVA DE ROXIN

La opinión dominante considera que la imputación objetiva que actualmente se


discute, es decir, la moderna imputación objetiva, ha sido fundada con gran
aceptación por el jurista Claus Roxin, a través de su texto Reflexiones sobre la
problemática de la imputación en el derecho penal; publicado en 1970. A
continuación, se expondrán las bases de su teoría y un análisis de los presupuestos
que plantea.

1.1. Fundamentos teóricos

Roxin retomó ciertos puntos establecidos por Honig, uno de ellos fue el de la
“posibilidad objetiva de pretender” y propuso modificar el término de dirigibilidad por
el de “riesgo”. De esta forma, empieza a dilucidarse el riesgo como un principio para
la teoría de la imputación objetiva; teniendo ésta última premisa y para entender
claramente el fundamento que nos presenta Roxin, veamos que “el primer cometido
de la imputación del tipo objetivo es indicar las circunstancias que hacen de una
causación (…) una acción típica”. Es decir, una de las finalidades de la tipicidad
objetiva es que debe servir de instrumento descriptivo del nexo causal sobre la
conducta típica.

Ahora, siguiendo con las consideraciones anteriores, un resultado causado por el


agente “sólo se puede imputar al tipo objetivo si la conducta del autor ha creado un
peligro para el bien jurídico no cubierto por un riesgo permitido y ese peligro
también se ha realizado en el resultado (…)”, así lo expresa Roxin. Así señala
también, el ejemplo que siempre se cita, el de la tormenta de Welzel: en el que A
manda a B a un bosque al tiempo que empieza la tormenta, A esperanzado de que
B muera. Analizándolo desde la fórmula sine qua non, se diría que
existe causalidad entre A y el resultado. Si lo vemos a través de la teoría que Roxín

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se plantea entonces que A no ha creado un peligro suficientemente razonable para


B.

Precisamente de lo que se habla es de los tres niveles de imputación: a) creación de


riesgo no permitido, b) riesgo en el resultado y c) el fin de protección de la norma;
todo lo desarrollaremos a continuación.

1.2. Criterios de Imputación

Como consecuencia de la formulación del principio de riesgo, se


manifiestan diversos criterios para facilitar la imputación de un resultado típico a un
sujeto activo. Es así que tenemos los siguientes:

1.2.1. Creación de riesgo no permitido

Por su parte señala –Arquiño et al.– resulta de mucha importancia delimitar cuál es
el riesgo permitido, para realizar un correcto juicio de tipicidad, dentro de una
sociedad muy avanzada y con estándares múltiples de riesgo.

Roxin, entonces, se hizo una pregunta: si estamos en una sociedad donde a


menudo pasar sobre un riesgo es natural, ¿cuándo no se le debe imputar a un
sujeto en un problema de riesgos? Se respondió estableciendo diversas reglas,
que ahora pasaremos a dilucidar. El criterio del riesgo no permitido o jurídico-
penalmente relevante, nace a medida que se comprende que nos encontramos en
una sociedad donde todas nuestras actuaciones significan o llevan consigo un
determinado riesgo.

Algunos de estos riesgos pueden ser incluso insignificantes, como la simple acción
de caminar, y otros riesgos que resultan ser mucho más temerarios, como el médico
que hace una operación al corazón.

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1.2.1.1. La exclusión de la imputación en caso de disminución del riesgo

Cuando se intenta anular un resultado típico mediante otro resultado típico pero con
menor gravedad, impera la ausencia de imputación.

Roxin formula un ejemplo, a fin de graficar este supuesto:

(…) Quien ve cómo una piedra vuela peligrosamente a la cabeza de otro y, aunque
no la puede neutralizar, sí logra desviarla a una parte del cuerpo para la que es
menos peligrosa, a pesar de su causalidad no comete lesiones, al igual que tampoco
las comete el médico que con sus medidas sólo puede aplazar la inevitable muerte
del paciente (…).

Debido a que el causante no busca realizar un perjuicio contra la víctima, sino


solamente trata de que, las consecuencias (resultado) de la inevitable desgracia,
sean en menor grado. De otro modo, Roxin acota que “sería absurdo prohibir
acciones que no empeoran, sino que mejoran el estado del bien jurídico protegido”.

Existen tres presupuestos para el cumplimiento de la exclusión de imputación


objetiva en casos de disminución de riesgo, según Mir Puig (citado en Dal)
son: “debe tratarse de un mismo bien jurídico, cuya titularidad pertenezca a un solo
sujeto (…) que exista una misma relación de riesgo (…) y que el sujeto no esté
obligado a reducir integralmente el peligro”.

En cuanto al primer supuesto, Mir Puig cuestiona manifestando que al presentarse


un caso de concurrencia de bienes jurídicos, de la conducta no se elimina la
tipicidad, sino la antijuridicidad. Sin embargo, Roxin sostiene que “eso
presupondría que se empezará por considerar la aminoración del riesgo como lesión
del bien jurídico típica de un delito; eso es precisamente lo que falta”.

Para los dos últimos supuestos se considera aceptable, en tanto que, debe existir
una relación de riesgo única para ambos sujetos (activo y pasivo); y además es
indispensable establecer si estaba o no obligado a disminuir el resultado lesivo.

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1.2.1.2. La exclusión de la imputación si falta la creación de peligro

Existen riesgos permitidos en la sociedad como “pasear por la gran ciudad, subir
escaleras, bañarse, subir a la montaña”; ello quiere decir que no es punible la
realización de estas actividades, puesto que es inevitable para la realización misma
del ser humano.

Atendiendo a eso, se debe tener en cuenta que el aumento o disminución de


riesgos son necesariamente regulados por el derecho.

Cuando se ausente en una conducta, el aumento o la disminución de un riesgo


socialmente permitido, no habrá razón suficiente para imputar a dicha conducta un
resultado lesivo.

1.2.1.3. Creación de peligros y cursos causales hipotéticos

Para el problema que aquí se estudia, se formula el ejemplo que Roxin


reproduce: “en casos de fusilamientos antijurídicos en la guerra el autor tampoco
puede exonerarse desde puntos de vista de imputación (…) alegando que si se
hubiera negado, otro habría llevado a cabo el fusilamiento”.

Es irrelevante que, un autor se defienda aludiendo que lo que él cometió de todas


maneras lo iba a cometer otro en su lugar. Como manifiesta Roxin, “del mismo modo
que un autor doloso, un autor imprudente tampoco puede aducir que la lesión del
bien jurídico causada por él, si no se hubiera dado, hubiera sido producida por el
hecho imprudente de otro”.

1.2.1.4. La exclusión de la imputación en los casos de riesgo permitido

Para entender gráficamente a un riesgo permitido, como ejemplo se expone a la


conducción de un automóvil, teniendo en cuenta que, con diligencia sobre las reglas
de tránsito, dicha actividad resulta aceptada. Sin embargo, “no se puede negar
que el tráfico viario constituye un riesgo relevante para la vida, salud y bienes
materiales, cosa que prueba la estadística de accidentes”.

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1.2.2. El riesgo en el resultado

Debemos tener en cuenta, como expresa Arquiño et al., que para “que un resultado
sea imputable al sujeto es indispensable que en la relación de causalidad exista una
‘relación de riesgo’, es decir, una vez creado el riesgo no permitido por la conducta
del sujeto (…) se produzca el resultado”.

En el supuesto de que se le quiere imputar un determinado resultado típico a un


sujeto, resulta necesario, además de comprobar la existencia de una relación de
causalidad; comprobar la relación de riesgo, puesto que de no existir, se tendría que
dar por concluido el juicio de imputación.

Asimismo, Roxin establece el ejemplo del envenenamiento vitamínico,


sustentando que es la importante el resultado para la imputación:

Así p.ej., si alguien llega a un hospital con un envenenamiento vitamínico causado


imprudentemente por su farmacéutico y allí muere por una infección gripal de la que
no es responsable el hospital, la imputación del resultado depende de si la infección
y la muerte por gripe son una consecuencia del debilitamiento orgánico del
paciente condicionado por el envenenamiento. En caso afirmativo, se habrá
realizado el peligro creado por el farmacéutico y debe castigarse a este
por homicidio imprudente.

El profesor Zaffaroni comenta que: “Roxin excluye la imputación objetiva en los


casos de riesgos permitidos, aunque el autor haya creado o elevado el riesgo.
Entiende que es tal una conducta que crea un riesgo relevante, pero que de modo
general está permitido”.

1.2.3. El fin de protección de la norma

A modo de análisis, sobre la base de lo anteriormente establecido, Zaffaroni expresa


que:

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DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

Como correctivo del esquema anterior [Roxin] propone limitar la imputación cuando
los resultados no estuviesen cubiertos por el fin de protección de la norma de
cuidado limitativa del riesgo permitido, o sea cuando el resultado se hubiese evitado
también si otro que realiza la misma actividad hubiese observado el cuidado debido.

En general, nos encontramos ante un criterio de interpretación que lleva, como


formulación esencial, el principio “imputable solo lo es el resultado que es producto
del riesgo que quiso prevenir la norma violada”.

Roxin señala que, “(…) cada vez se impone más la opinión de que pese a ello en el
caso concreto aún puede fracasar la imputación en que el alcance del tipo, el fin de
protección de la norma típica (…)”.

1.3. Jurisprudencia relacionada a la imputación objetiva de Roxin

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CAPITULO II

LA IMPUTACIÓN OBJETIVA DE JAKOBS

A continuación, desarrollaremos la teoría de la imputación objetiva expuesta por el


profesor de la Universidad de Bonn, Günther Jakobs.

Zaffaroni tiene en consideración que “para Jakobs la causalidad es sólo el mínimo


de la imputación objetiva del resultado, pero debe ser completada con la relevancia
jurídica de la relación causal entre acción y resultado”.

2.1. Fundamentos teóricos

El profesor Jakobs, cuestiona la eficiencia de las teorías de causación, causalidad


adecuada y relevante, enunciando que “la causación, aun como causación
adecuada o dolosa, resulta de manera manifiesta insuficiente para fundamentar por
sí sola la imputación”. A modo gráfico, en el supuesto de que A mata a B utilizando
cada una de las teorías antes mencionadas (causalidad, c. adecuada o c. dolosa)
podemos decir que se debe imputar sobre A, el resultado muerte porque: causó la
muerte, el resultado se produjo del modo más adecuado o el sujeto A causó el
resultado dolosamente.

Sin embargo, como sostiene Jakobs, “el suceso también ha sido causado por un
círculo inabarcable de personas, incluyendo a la propia víctima; quienes lo han
causado de modo adecuado o doloso son algunos menos, pero siguen superando el
número de destinatarios idóneos de la imputación”.

En contradicción a los planteamientos causalistas, Jakobs fundamenta su posición


partiendo por un análisis desde una óptica de la sociología jurídico-penal,
manifestando que: “el tránsito por el mundo material ha inducido erroneamente [sic]
a querer determinar tan sólo mediante sus normas no sólo lo que sucede, sino
también su significado”. Por ello, “la causación únicamente afecta al lado cognitivo
de lo acontecido y de ahí que no aporte orientación social”.

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Pero, ¿a qué se le llama significado de un suceso?; en ese sentido Jakobs


responde diciendo:

(…) El significado de un comportamiento es su posición en el contexto social. No es


suficiente pues poner la mirada en un causador, incluso quizá aunque se le tenga en
cuenta junto con lo que le ocurra psíquicamente, sino que la mirada debe dirigirse
también a la víctima y a terceras personas, para poder atribuirle un suceso acaecido
en el mundo material como su hecho o como su infortunio (…).

Entonces, teniendo en cuenta los puntos deficientes encontrados por Jakobs, ante
las teorías causalistas, expondremos la base sobre la que se construyen los
estipulados funcionalistas del autor en estudio.

En primer lugar, Jakobs sostiene que “las garantías normativas que el Derecho
establece no tienen como contenido el que todos intenten evitar todos los daños
posibles (…) sino que adscriben a determinadas personas que ocupan determinadas
posiciones en el contexto de interacción”. Por ello, “la sociedad posibilita cada vez
más los contactos relativamente anónimos (…) aquellos en los que el alcance del
deber de los participantes verdaderamente está determinado por su rol en la
sociedad”. “No es necesario averiguar el perfil individual de quien tenemos en frente,
pues dicha persona es tomada como portadora de un rol”.

En otras palabras, el derecho (en especial, el penal) no tiene como finalidad que
cada individuo trate de que las conductas y actividades que desarrolla en su día a
día, tengan los efectos menos perjudiciales posibles dentro del entorno social;
sino que coloca a las personas en distintos roles dentro de la sociedad.

Finalmente, “no se plantea la cuestión acerca de si una acción se ha producido de


manera objetivamente imputable, sino si un suceso, por ser objetivamente
imputable, constituye una acción jurídico-penalmente relevante”.

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DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

2.2. Criterios de Imputación

Sobre la base de lo anteriormente expuesto, Jakobs plantea ciertos elementos que


se deben analizar para imputar objetivamente el comportamiento de los
individuos en un tipo penal exteriorizado.

2.3. El riesgo permitido

Jakobs afirma que para el análisis sobre este criterio, se debe partir por establecer
que “cualquier contacto social entraña un riesgo, incluso cuando todos los
intervinientes actúan de buena fe: a través de un apretón de manos puede
transmitirse, a pesar de todas las precauciones, una infección”. “Un comportamiento
que genera un riesgo permitido se considera socialmente normal, no porque en el
caso concreto esté tolerado en virtud del contacto en el que se encuentra, sino
porque en esa configuración es aceptado de modo natural”.

Entonces, nos encontramos ante un riesgo permitido cuando, dentro de un


contexto social donde los individuos se ciñen de roles, estos los respetan y asumen
comportamientos que se estipulan como socialmente adecuados. Cabe señalar que
de mantenerse dentro del ámbito de dichos comportamientos, se realiza además un
hecho atípico.

Por ejemplo, Jakobs manifiesta lo siguiente:

“Un conductor que conduce a una velocidad de 69 kilómetros por hora por un lugar
en el que está permitido y es adecuado conducir a 70 kilómetros por hora, no
defrauda ninguna expectativa”, pero el conductor que circula por el mismo sitio a una
velocidad de 80 kilómetros por hora para dirigirse a su destino, ha sobrepasado el
riesgo permitido y se encuentra dentro del ámbito del riesgo no permitido.

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2.4. Principio de confianza

“Cuando el comportamiento de los seres humanos se entrelaza, no forma parte del


rol del ciudadano controlar de manera permanente a todos los demás; de otro modo,
no sería posible la división del trabajo”, así se origina el principio de confianza.

Asimismo, el profesor desarrolla un binomio de circunstancias, dentro del estudio


del principio de confianza, sosteniendo que:

(…) El principio de confianza puede presentarse bajo dos modalidades. En primer


lugar, se trata de que alguien, actuando como tercero, genere una situación que es
inocua siempre y cuando el autor que actúe a continuación cumpla con sus deberes.
(…) [p.ej.] alguien entrega a otra persona un reloj ajeno de gran valor, y esto no
causará un daño sólo si quien recibe el reloj lo coge con cuidado. Normalmente,
puede confiarse en que así suceda. (…) En segundo lugar, la confianza se dirige a
que una determinada situación existente haya sido preparada de modo correcto por
parte de un tercero, de manera que quien haga uso de ella, el potencial autor, si
cumple con sus deberes, no ocasiona daño alguno. (…) [p.ej.] el cirujano confía en
que el material que utiliza en la operación haya sido convenientemente esterilizado.

Tanto en la primera como en la segunda modalidad, los individuos se encuentran en


un estado en donde inconscientemente creen que los demás actuarán de la
manera más diligente posible, suponiendo ello el fundamento de este criterio.

A modo de crítica, Zaffaroni manifiesta una cierta insuficiencia en este principio,


aduciendo que “si bien el principio es correcto, no deja de ser objetable que pretenda
esperar la pérdida del dominio para intervenir, cuando en general es suficiente con
que perciba la falla”.

2.5. Prohibición de regreso

El tercer criterio de imputación objetiva, desarrollado por Jakobs, es conocida como


la prohibición de regreso; se sustenta en que “quien asume con otro un vínculo

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DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

que de modo estereotipado es inocuo, no quebranta su rol como ciudadano aunque


el otro incardine dicho vínculo en una organización no permitida”.

En la misma línea, el profesor Zaffaroni, ratificando lo mencionado por Jakobs,


acota:

«Jakobs sostiene que se activa la prohibición de regreso (no puede haber


imputación) si el deudor le paga a su acreedor sabiendo que con el dinero comprará
un arma para matar a una persona, porque el deudor no se halla en posición de
garante respecto de la vida de esa persona. Excluye la imputación aun por culpa,
aunque el curso causal sea previsible».

En consecuencia, Jakobs sostiene que: “a diferencia de lo que sucede respecto del


principio de confianza, la prohibición de regreso rige incluso cuando la planificación
delictiva de la otra persona es palmaria (…) casos en los que un comportamiento
estereotipado carece de significado delictivo”.

2.6. La competencia de la víctima

Seguidamente, Jakobs inmiscuye en su teoría de la imputación objetiva un elemento


de análisis, en donde el actor principal deja de ser el imputado o actor, para pasar a
ser la víctima. A este cuarto criterio le llama competencia de la víctima.

La competencia de la víctima por su comportamiento es algo conocido: el caso más


conocido es el del consentimiento. Un comportamiento del que se sabe que
producirá lesiones sigue siendo conforme al rol, en la medida que la víctima no
tenga derecho a que no se produzca el comportamiento lesivo; esto es, en tanto y en
cuanto el conjunto de bienes que, desde el punto de vista fáctico, depende de la
organización del autor, no dependa jurídicamente de ella.

En conclusión, Jakobs considera que “en el lado de la víctima lo decisivo está en


determinar si la víctima o, precisamente, el rol de alguien que configura la situación,
es decir, de quien actúa a propio riesgo”.

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DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

No obstante, es preciso advertir que “como señalan sus seguidores científicos, esta
institución tan sólo aparece esbozada en algún trabajo monográfico y en el Tratado
adolece de tratamiento disperso y poco coherente en algunos puntos”.

Así, finalizamos el estudio de las distintas etapas por las que ha pasado la teoría de
la imputación objetiva, y vemos pues que existen marcadas teorías, en base al
sistema que cada autor defiende, pero bajo la misma corriente: el funcionalismo.

2.7. Jurisprudencia relacionada a la imputación objetiva de Jakobs

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DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

III. CONCLUSIONES

• La teoría de imputación objetiva no es nueva, pues a través de distintos


doctrinarios se ha podido construir y considerar criterios para su aplicación;
partiendo de Hegel a Roxin, para establecer lo que hoy conocemos como
la imputación objetiva del resultado, en tanto que desde Welzel hasta Jakobs
se ha logrado armar cada uno de los criterios de la imputación objetiva del
comportamiento.
• Ambos juristas –Roxin y Jakobs– plantearon sus categorías de imputación
objetiva a partir del pensamiento funcionalista, cada uno con un matiz distinto;
pues, a Roxin se le atribuye el apego al funcionalismo moderado, mientras
que sobre Jakobs se le identifica ampliamente con el funcionalismo
normativo.
• Dentro del análisis de tipicidad encontramos, a la teoría en estudio,
pretendiendo desplazar a la antiquísima relación de causalidad y sus distintas
variantes.
• El principio del riesgo es un punto que ambos juristas utilizan para desarrollar
su teoría, quedando por sentado que el riesgo se configura como un elemento
esencial para la imputación objetiva.
• La imputación objetiva de Jakobs y Roxin no tendría mayor relevancia si
nuestra jurisprudencia relegara a la imputación objetiva al espacio del debate
teórico; sin embargo, actualmente, se pueden encontrar ejecutorias supremas
y superiores que utilizan los criterios de la llamada "teoría de la imputación
objetiva"', es decir, utilizan el material metodológico y conceptual ofrecido por
la teoría de la imputación objetiva para aplicarlos al análisis y resolución de
casos penales, aunque no siempre satisfactoriamente.

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DERECHO PENAL Y PROCESAL PENAL

IV. BIBLIOGRAFIA

• Rodas Vera, Carlos Ernesto: "La teoría de la imputación objetiva de la


doctrina dominante en los delitos comisivos dolosos de resultado y su
recepción en lajurisprudencia peruana". Foro Jurídico 6. Perú. 1979.

• Arquiño, M. et. al. (2010). La imputación objetiva como expresión de


campo (Tesis de Postgrado, Universidad de San Martín de Porres).
Recuperado
de http://www.derecho.usmp.edu.pe/postgrado/doctorado/trabajo_de_investig
acion/2010/imputacion_objetiva_expresion_campo_i.pdf

• Dal, D. (2011). Teoría de la Imputación Objetiva. (Tesis, Universidad de


Sevilla), p. 6.
Recuperado de http://master.us.es/cuadernosmaster/8.pdf

• Puig, M. (2003). Significado y alcance de la imputación objetiva en derecho


penal. Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología, (05), p. 3.
Recuperado de https://dialnet.unirioja.es/ejemplar/59792

• LP – PASIÓN POR EL DERECHO. Las categorías de imputación objetiva en


Claus Roxin y Gunther Jakobs. Publicado el 9 ABRIL, 2018

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V. ANEXO

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