Bloque: FC-PREPSC03B1M

Profesor: Echavarría Ramírez, Luis Miguel

RECENSIÓN DE LIBRO:
"El error de Descartes"

Integrantes:
Carbajal Vivanco, Maria Almudena
Vasquez Balarezo, Camila Maria

Lima, Perú
2022 - 01
“El Error de Descartes” es un libro escrito por António Damasio, un neurocientífico de
nacionalidad portuguesa. En esta lectura el autor busca dejar una enseñanza sobre la gran
brecha entre el cuerpo y la mente, y de cómo tratar al alma como una esencia
inconmensurable. Dejando a su vez muchas interrogantes, de las cuales las neurociencias y
la neuropsicología buscan descifrar desde hace años atrás.

El relato empieza con Phineas P. Gage, él era un hombre de 25 años de edad sin
problemas de salud, que vivía en Cavendish, Nueva Inglaterra. Este tenía la reputación de
ser un hombre, responsable, respetuoso, serio y eficiente laboralmente. Un día común y
corriente sufrió un grave accidente en el que una barra de metal perforó por su mejilla
izquierda, atravesó su cráneo y este salió por la parte superior-frontal de su cabeza. Este
accidente fue muy grave, y su cráneo estaba claramente fracturado y abierto en gran
mayoría. Pero sorprendente mientras todo esto ocurría Gage, hablaba con muy tranquilidad
y racionalidad, el mismo llegó a relatar el cómo sucedió el accidente. Poco después empezó
a tener un comportamiento extraño, ya no era el mismo que solía ser antes del accidente,
había adquirido actitudes egoístas, impacientes y se mostraba irrespetuoso con cualquier
persona que tenía al lado. Lamentablemente ya no reflejaba los mismos valores que antes
lo caracterizaban, empeorando todas sus relaciones, logrando que lo despidan. Su actitud
desmedida siguió en el mismo rumbo, pero ahora con la diferencia que desarrolló un gran
apego emocional hacia la barra de metal que le ocasionó el accidente. A su vez obtuvo un
comportamiento coleccionista, ya no solo tenía un apego irracional hacia la barra de metal,
si no también a diferentes objetos, animales, etc. Algún tiempo después, Gage falleció a los
38 debido a un ataque epileptico, que fue empeorando con el tiempo. Gracias al frenólogo
Nelson Sizer, se llegó a la conclusión que estos arranques inusuales en Gage fueron
causados por el accidente que tuvo. Debido a que el daño ocurrió en la parte frontal del
cerebro, dañando el “órgano de la veneración”, el cual se dice que es el encargado del
comportamiento del individuo. A pesar de tener esas investigaciones, todavía les falta
evidenciarlo para así sostener la investigación. Ante una lesión de este tipo, es de suma
importancia el saber las las áreas del cerebro para tener el conocimiento como que podría
afectarse y es por esto la función e importancia de las neurociencias.

Años después de este suceso con Gage el dr. Damasio, debido a su interés en los
hallazgos de lesiones prefrontales, empezó a investigar a personas que tenían un
comportamiento similar al de Phineas. Hasta que conoció a Elliot, un paciente que estaba
pasando por una serie de alteraciones en su personalidad. Al pasar por consulta se le vio
muy bien, extrañamente no hallaron nada fuera de lo normal. Esto venía pasando con varios
doctores y profesionales, declaran su estado mental en perfectas condiciones y solo
suponían que era un holgazán o fingía una enfermedad. Poco después se le diagnostica un
meningioma, que había empezado a crecer en el área media, sobre las cavidades nasales,
crecía con rapidez y ya tenía tamaño de una naranja pequeña. El tumor estaba
comprimiendo ambos lóbulos frontales hacia arriba desde abajo, por lo que se lo extirparon
quirúrgicamente. La cirugía fue un éxito, pero se dan cuenta que Elliot ahora se nota
deprimido, no tiene ánimos por las mañanas ni ganas de trabajar, algo que disfrutaba en el
pasado. Ahora se le dificulta hacer hasta las tareas más simples. Lo más extraño es que su
capacidad de percepción, la memoria pasada, la memoria a corto plazo, el aprendizaje, el
lenguaje y la capacidad de realizar operaciones aritméticas se mostraban intactos. Sin
embargo, no era emotivo, no reía, no lloraba, no parecía triste ni alegre. Mantenía una base
de conocimientos sociales normal, con funciones neuropsicológicas superiores bien
conservadas, pero con una carencia de comportamiento social muy importante que le
obstruía una adecuada toma de decisiones, por lo que se podía estar seguro de que el
defecto de Gage estaba acompañado por una disminución en la reactividad emocional y en
los sentimientos.

Comenzaron a buscar el enfoque de la neuropsicología experimental y la relación que existe

entre las lesiones en ciertos lugares específicos del cerebro y las perturbaciones del
conocimiento y de la cognición que ocasionan. De eso se trata la neuropsicología, de
buscar la explicación a la forma en que determinadas operaciones cognitivas y sus
componentes se relacionan con los sistemas neurales. Así que primero se tenía que
confirmar que las observaciones realizadas en Elliot, se mantenían en otros pacientes con
lesiones prefrontales. Y así fue, en los 12 pacientes estudiados, se comparaba la
característica de los fallos en la toma de decisiones así como defectos en las emociones y
sentimientos planos.

Al continuar con el estudio de pacientes con incapacidades adquiridas de razonamiento y

toma de decisiones, se ha podido identificar un conjunto específico de sistemas cerebrales
que siempre se hallan alterados es estos pacientes. Hay que considerar que los procesos
de emoción y sentimiento son parte esencial de las conexiones neuronales, reguladas por
procesos biológicos. Y que el cuerpo y el cerebro están relacionados y responden a
estímulos. Y es cómo puede explicarse que una señal enviada por el cuerpo hacía al
cerebro, desencadena procesos bioquímicos y que después estos procesos regresarán una
respuesta-orden a la que tendrá que responder el organismo. Basándose en esta
explicación funcional, se puede explicar de la misma manera la relación existente entre la
mente y el organismo, ya que al formar representaciones neuronales, éstas a su vez podrán
crear imágenes que manipulen o regulen el pensamiento o el comportamiento.

Por otro lado el autor menciona que la supervivencia forma parte y necesita de procesos
biológicos y circuitos neuronales que contribuyen al correcto desarrollo de las células y todo
lo que estas conllevan, ya que tienen como meta nuestra salud y bienestar. Este también
está correctamente preparado para poder desarrollar procesos socioconductuales y
cognitivos.

En relación a las emociones, el autor califica las emociones de las emociones “tempranas o
primarias” aquellas que se dan al comienzo de la vida y las emociones “menores o
maduras” que ocurren en la vida adulta. También se delimitó que hay rasgos que no forman
parte de nosotros hasta el nacimiento, sin embargo los seres vivos, tanto humanos como
animales aprendemos a producir patrones de respuesta fundamentados en factores
externos. Dicha respuesta puede ser basada en características sobre los estímulos como
patrones de movimientos, sonidos, comportamientos, tamaño, entre otros. Por otro lado, la
respuesta emocional es la responsable de formar un vínculo entre el sujeto y el estado
emocional físico. Esto nos permite obtener el conocimiento para tomar decisiones o
descubrir rasgos de comportamiento que las afectan. Es la conciencia emocional la
responsable de brindarnos explicaciones sobre una historia específica de interacciones con
el entorno. Las emociones secundarias, aparecen cuando se experimentan sensaciones,
ligadas a varios objetos y situaciones. Se resalta a Charles Darwin como el primero en
señalar la distinción entre expresiones faciales reales y falsas. Mientras que las emociones
no están todas relacionadas con su origen en ellas y a partir de ahí, se pueden diferenciar
variedades, que se clasifican en emociones universales básicas, sutiles y emociones de
fondo. Las emociones básicas son felicidad, tristeza, ira y disgusto. En relación con las
respuestas físicas, las emociones sutiles son derivados de los básicos; euforia y éxtasis,
melancolía y añoranza, pánico y timidez. Esto nos permite sentir diferentes caras de
emociones como el arrepentimiento. mientras que las sensaciones de fondo nacen de los
estados corporales de fondo, como preguntas existenciales. Por ello se considera que las
sensaciones son igual de perceptivas como otro estímulo perceptivo ya que dependen del
procesamiento cortical. Los sentimientos y las emociones son específicos ya que están
ligados a mecanismos corporales y cerebrales específicos.

Más adelante, se especifica que los términos explicar y decidir generalmente significan que
el decisor tiene conocimiento del entorno que está decidiendo, de sus opciones de combate
y los resultados que conlleva que algunos de ellos podrían tener. Ya que la sensación debe
ser agradable y dejar ciertos marcadores somáticos para poder evaluar aquellos
marcadores La mayoría de los marcadores somáticos que se utilizan para la toma de
decisiones metódicas fueron formadas en el desarrollo y entrenamiento al vincular clases
específicas de estímulos a estados somáticos específicos. El suministro gradual de
marcadores somáticos adaptativos requiere que ambos, el cerebro y el conocimiento sean
promedio. Y al ser adquiridos a través de la experiencia, necesitan ser intermediados por un
sistema de cuidado interno , y favoreciendo las relaciones externas con las que interactúa el
individuo. El sistema neural máximo para la señalización de marcadores se encuentra en la
corteza prefrontal, que se liga en gran medida con el sistema máximo de emociones
secundarias.

Para continuar, el sistema nervioso autónomo está compuesto por centros autónomos, que
están localizados en el sistema límbico y el tronco encefálico y los procesos nerviosos
nacen en estos centros y se dirigen a las vísceras de todo el cuerpo. Las ramificaciones de
los nervios autónomos ayudan al sistema nervioso y señalizan el estado de los órganos. El
sistema nervioso autónomo produce una red de entrada para indicar cambios en las
vísceras y red de comandos motores a las vísceras. La hipótesis del marcador somático
sugiere que el bienestar del cuerpo por completo, incluye cambios en órganos internos en
el sistema musculoesquelético. Cuando se incita un estado físico particular somático con
una emoción particular, el sistema nervioso autónomo es determinante para provocar el
cambio apropiado en el cuerpo, aun así la actividad de las vías químicas también se está
estimulando al mismo tiempo. Algunas de las respuestas del sistema nervioso autónomo se
pueden estudiar con una máquina de tomografía. A partir de la inducción de la respuesta,
comienzan los cambios físicos y se indica un estado somático de conducción cutánea, es
por ello que el sistema autónomo aumenta gradualmente la secreción de fluidos en las
glándulas sudoríparas y es capaz de ser reconocido por múltiples gráficos. Los sujetos sin
lesiones en el lóbulo frontal produjeron respuestas conductuales transcutáneas de ningún
tipo.
También se enfoca en la idea principal que el cuerpo y la mente no pueden construirse si no
están juntos, esto es en relación a su estructura y función, ya que cuando estos son
expuestos al exterior, no responde cada uno por su cuenta, sino, ambos lo hacen en
armonía. La naturaleza, en pos de perseverar la supervivencia de nuestro cuerpo, ha
formulado una respuesta útil, que es representar a el mundo exterior en relación a los
cambios que genera en el cuerpo. El objetivo es que el complejo acustico del cerebro,
represente la estructura de nuestro cuerpo en base a relación al organismo corporal que
forma parte de órganos centrales como la cabeza y el tronco, tanto como las extremidades y
la piel. pero la formación mental de la percepción de la realidad individual. También se
indicó que la conciencia puede tener una explicación en relación a la neurobiología.

Para finalizar, antiguamente se sostenía que las sensaciones influyen en la razón, ya que
ambas estaban envueltas en sistemas cerebrales específicos. El error de descartes es en
hacer una gran brecha entre el cuerpo y la mente, y tratar al alma como una esencia
inconmensurable y que no tiene densidad, que no su división no es posible. Cosas como el
shock pueden ocurrir por separado del cuerpo sin relacionarse con la estructura biológica o
las funciones del organismo.