Está en la página 1de 12

EMOCIONES

Carol Magai Ph.D


Long Island University

Traducción
Carmen Luz Sepúlveda
INTECO Instituto de Terapia Cognitiva

El término “emoción” o “affect” es usado para referirse a una amplia clase de conductas,
que incluyen expresiones faciales y vocales, tanto como patrones neurológicos y
psicológicos. El término “feeling” se refiere a la experiencia subjetiva de la emoción, que
puede durar segundos o minutos y el término “mood” implica “feelings” que pueden
prolongarse a través de un período de tiempo.

El estudio científico de la conducta emocional, sentimientos y estados de ánimo, tiene una


historia relativamente corta y la historia de la emoción y la relación con el desarrollo a
través de la vida, tienen una historia aún más limitada. Afortunadamente, durante los dos
últimas décadas del siglo veinte, el campo de la psicología, comenzó a darle gran
importancia al estudio de las emociones a través del desarrollo de vida.

PERSPECTIVA HISTORICA:

Desde que recordamos, al menos en el mundo Occidental, la mayoría de las personas


incluyendo los científicos, miraban la emoción como la antítesis de la razón o del
pensamiento racional. La emoción estaba asociada con lo femenino, el otro sexo se regía
por reglas lógicas. Además las emociones eran vistas como fuerzas disrruptivas en la vida
debiendo ser controladas con firmeza. Debido a esta suposición implícita y estereotipada,
la emoción no fue vista como un tema relacionado con la ciencia hasta que las
investigaciones de Charles Darwin empezaron a reconocer la expresión emocional de
animales y humanos al final del siglo 19 y señalaron su significado evolutivo. El trabajo de
Darwin introdujo la idea, que las emociones tienen una función adaptativa, esto es, que
ellas son esenciales para la supervivencia y no elementos que interfieran con esta.

En la primera parte del siglo 20, John Watson, el conductista, empezó a usar estudios de
laboratorio para examinar las bases o fundamentos de la emoción en los infantes. Aunque
él creyó, igual que Darwin, que ciertas emociones eran innatas, sus estudios mostraron que
la conducta emocional eran respuestas que podrían llegar a ser “condicionadas” y esto le
daba forma a la personalidad del niño. Sin embargo, su trabajo sirvió en una pequeña parte,
para rescatar el valor de las emociones en la mente del público por cuanto compartió la
visión de muchos de sus contemporáneos en cuanto a que las emociones causaban
problemas patológicos y necesitaban controlarse.

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 2

En efecto, en su popular guía de la crianza infantil de 1928, “Pychological Care of de


Infant and Child”, recomienda a los padres tener un estricto control en las demostraciones
afectivas hacia los niños y emplear conductas orientadas a disminuir o suprimir las
emociones de éstos.

Después de un pequeño flujo de investigación inspirado en el trabajo de Watson, el campo


permaneció relativamente dormido hasta finales de 1979. En ese período las
contribuciones teóricas de Silvan Tomkins, Carroll Izard, Paul Ekman, y Robert
Plutchik, constituyeron una significativa nueva oleada en la investigación de las
emociones.

Estas teorías expresan el fin motivacional único, expresivo, fisiológico y neurológico de


los estados emocionales y de las emociones básicas. Repetían y amplificaban la noción de
Darwin que las emociones eran básicamente adaptativas, aunque en el curso de ciertas
condiciones podían llevar a problemas conductuales como depresión o trastornos de
ansiedad. El surgimiento de nuevas investigaciones inspiradas en estas teorías llevaron a
nuevos conocimientos sobre el rol de las emociones y estados de ánimo, sobre la cognición,
memoria, personalidad y procesos interpersonales. Apareció también una gran cantidad de
investigación en cuanto a como la expresión emocional de infantes y niños cambiaba a
través del tiempo y como los niños aprendían a hablar sobre sus emociones.

Investigaciones sobre el desarrollo emocional en adultos a través del ciclo de vida se fueron
acumulando en forma más lenta. En los primeros estudios después de 1980, la impresión
general tanto del público lego como de los psicólogos del desarrollo, era que la edad era
acompañada por un embotamiento de las emociones. La gente también pensaba que se
producía un desplazamiento hacia los afectos negativos en la edad adulta y vejez. Sin
embargo, esta impresión estaba basada en gran medida en estudios de personas
institucionalizadas y por tanto difícilmente representativas de la población en general,
puesto que solo el 5% de la población anciana vive en hogares especializados.

Los trabajos sobre afectos y edad que comenzaron el 1980, tomaron diferentes enfoques.
Comenzaron examinando la emoción como un proceso en el desarrollo de vida y los
trabajos en adultos mayores se basaron en personas que vivían en forma independiente en
sus propias comunidades. Al final del siglo 20, había un substancial cuerpo de teorías
como también mapas de investigación de continuidad y cambio de la emoción a través de la
vida adulta. Las figuras claves en este campo incluyen a Laura Carstensen, Carroll
Izard, Gisela Labouvie – Vief, Powell Lawton, Carol Malatesta Magai y Richard
Schultz. La mayor parte de esta literatura está focalizada en temas de continuidad y
cambio, en patrones fisiológicos, conducta expresiva, estados emocionales, regulación
emocional y características emocionales.

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 3

EMOCIONES A TRAVES DEL CURSO DE VIDA:

La mayoría de la investigación sobre continuidad y cambio en los patrones emocionales


durante la adultez muestra que las propiedades fundamentales de las emociones
permanecen relativamente estables. Sin embargo, hay también cambios sutiles.

Patrones Fisiológicos:

Las emociones están relacionadas con determinados lugares anatómicos en el cerebro como
es la amígdala y también con procesos neuroquímicos que gobiernan el sistema nervioso
autónomo. El método principal que han utilizado los psicólogos para estudiar los aspectos
fisiológicos de la emoción es monitoreando el sistema nervioso autónomo durante los
estados de activación emocional. Aún cuando existe una gran cantidad de trabajo acerca de
los aspectos fisiológicos de la emoción en las últimas décadas del siglo veinte, las
investigaciones sobre la edad y el desarrollo adulto son particularmente escasas.

En un estudio que es relevante, se les pidió a los participantes que evocaran dos eventos
emotivos, mientras se monitoreaba la constancia conductora de la piel, la activación
cardíaca y otras medidas fisiológicas. Los investigadores encontraron que la gente vieja
mostraba los mismos patrones emocionales específicos que los individuos jóvenes, aún
cuando, la magnitud de la respuesta era menos pronunciada en los sujetos más viejos. Esto
es, que los sujetos viejos mostraban un pequeño incremento en el ritmo cardíaco frente a las
emociones de rabia, miedo y pena. Sin embargo, los participantes mayores reportaron el
mismo grado de experiencia emocional subjetiva que los jóvenes.

Una gran cantidad de literatura ha examinado la inhibición emocional que deliberadamente


apunta a suprimir los sentimientos emocionales o expresivos alterando la reactividad
fisiológica en adultos. La literatura indica que los individuos emocionalmente inexpresivos
son más reactivos que las personas expresivas. Esto no quiere decir que las personas
inexpresivas deliberadamente inhiban sus emociones. Existe literatura que indica que la
inhibición crónica de algunas emociones particularmente la rabia u hostilidad, se relaciona
con hipertensión esencial y enfermedades coronarias. Sin embargo, la correlación de estos
estudios no significa necesariamente que la inhibición de la emoción sea la causa de las
enfermedades. La expresión emocional o los patrones inhibitorios y la salud pueden estar
influenciados por un tercer factor, el genético. Los trabajos experimentales ayudan a
clarificar el patrón. Sin embargo, estudios de laboratorio a través de los cuales se les
solicita a los participantes que en forma deliverada supriman su emoción mientras se les
está haciendo el monitoreo fisiológico, muestran que la inhibición se asocia con un número
de cambios en la medición fisiológica y estos cambios son emoción específica. Por
ejemplo, la inhibición de la expresión visible de disgusto causa un incremento en la
activación del parasimpático, como también un incremento de la constancia en la
conducción en la piel y un descenso de la amplitud del pulso en los dedos; por contraste, la
supresión de la expresión de pena lleva a la activación cardiovascular. Estos resultados

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 4

fueron obtenidos con colegas de edad investigadores participantes. No existen aún


investigaciones experimentales que examinen los efectos de la emoción en los ancianos.
No se conoce cual podría ser la consecuencia de un patrón de vida de inhibición emotiva, se
piensan que si la inhibición requiere una forma de “trabajo”, entonces los repetidos
esfuerzos de inhibición pueden causar desgaste y perturbación en el sistema corporal y
provocar una enfermedad.

Patrones Expresivos:

Existe una gran cantidad de trabajos relacionados con la conducta expresiva, casi todos
conectados con la expresión facial de la emoción y orientados a la relación existente entre,
expresiones faciales y reacciones fisiológicas. La mayor parte de la literatura de la
expresión facial se ha focalizado en cambios de la expresión emocional a través del
desarrollo, como a cambios en la sensitividad para percibir las emociones de los otros.

Cambios en la expresión emocional: Al comienzo del desarrollo la expresión facial de las


emociones es innata y gradualmente se va desarrollando los primeros meses de vida,
haciéndose más modulada y tomando sus características de la familia y la cultura.

En general la conducta expresiva, llega a ser más convencional y esto incluye una
disminución de la conducta expresiva. Estos cambios los experimentan especialmente los
adolescentes. Pero también hay cambios durante la edad adulta por ejemplo un estudio
mostró que cuando se activaba la memoria emocional y se les pedía a los individuos que
relataran sus experiencias, los adultos mayores tenían mayor facilidad expresiva en
términos de la frecuencia de la expresión emocional en relación con los individuos jóvenes.
Esto de comprobó a través de un rango de emociones detectadas con un sistema de
codificación afectiva facial. En otro estudio los investigadores también encontraron que la
expresión de los adultos mayores (mujeres en este caso) eran más telegráficas en el sentido
que sus conductas expresivas tendían a involucrar menos regiones del rostro, pero más
complejas, usando expresiones combinadas o mezcladas cuando recordaban eventos
emocionales. Estos cambios en parte explican porqué la expresión facial de los adultos
mayores es más difícil de leer.

Otro de los cambios que aparece con la edad y hace más difícil la lectura, se relaciona con
las arrugas de la piel del rostro y el debilitamiento de la musculatura facial. Lo que es
particularmente interesante es que los patrones en cuanto a arrugarse son muy diferentes
entre un individuo y otro. Por supuesto, parte de esto se debe a las bases biológicas de la
edad, pero las diferencias individuales también aparecen en relación con el proceso de
personalidad. Un estudio nos muestra que los patrones faciales están relacionados con
patrones dominantes de la personalidad. Por ejemplo personas que tienden a sentirse
contentas frecuentemente, tienen una expresión facial que les da una apariencia de
contentas, aún cuando están tratando de expresar otro tipo de emoción: esto es, el estar
contento que es dominante en sus personalidades tiende a filtrarse y contamina la
apariencia expresiva.

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 5

Otros estudios se han focalizado en la conducta expresiva al final de la vida y bajo


condiciones de demencia. Estos estudios usaron métodos de observación y códigos
objetivos de la expresión facial y corporal e indicaron que gran parte de la conducta
expresiva de los pacientes dementes, se parece a la de los adultos no dementes.

El rango completo de emociones básicas, puede ser detectado y reconocido a través de la


expresión facial de las emociones. Estas expresiones emocionales faciales se pueden
observar a través del espectro de la deteriorización cognitiva, incluyendo a los severamente
impedidos y pacientes terminales, aún cuando haya cambios en cuanto a un incremento del
deterioro intelectual. Hay que hacer notar eso sí, que hay una baja en la frecuencia y
duración de la alegría o placer en las últimas etapas de la enfermedad.

Estos hallazgos indican que la habilidad para expresar afectos, como los observados en
contextos interpersonales permanecen intactos durante el curso de una enfermedad
debilitante, como es la demencia.

En efecto, la sensibilidad para decodificar claves de comunicación no verbal pueden llegar


a ser incluso más profundas en los pacientes dementes dado que en la demencia se produce
un trastorno cortical inhibitorio de los centros que controlan la emoción.

Hay que señalar que la expresión emocional vista en pacientes con demencia aparece
relacionada más con eventos del medio que con patrones de movimiento muscular. Por
ejemplo, un estudio realizado en pacientes con incapacidades de moderadas a severas, los
cuales fueron observados durante una visita que les hicieron sus familiares, expresaron
pena en el momento que estos ya se iban.

Los datos sobre expresión y percepción de las emociones a través de la vida, indican que
hay una tendencia al incremento de la complejidad en la expresión facial en el desarrollo de
vida, lo que dificulta la lectura de las expresiones emocionales en los adultos y en la
medida que van envejeciendo. Sin embargo, esto es compensado con la familiaridad con
sus pares sociales.

Existe una pequeña, pero substantiva literatura la cual índica que los adultos al llegar a la
edad mediana son más proclives a describir sus experiencias emocionales que los adultos
jóvenes y sus descripciones son más complejas y profundas. Las personas ancianas, sin
embargo, muestran una declinación en su habilidad expresiva, pensamos que puede deberse
a un efecto *cohorte, es decir estar más relacionados con la época histórica en la cual les
tocó vivir, que con la edad en sí misma. Las personas nacidas a comienzos del siglo 20, les
tocó vivir una época donde se tomaba poco en cuenta las necesidades de los niños. Era un
tiempo represivo, donde John Watson orientaba a los padres a evitar la expresión abierta de
emociones y mostrar el afecto físico.

*cohorte: término estadístico para referirse a un grupo de personas que comparten un factor
común, en este caso la edad.

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 6

En resumen, los datos acerca de la expresión y percepción de las emociones a través del
desarrollo de vida, nos muestran un incremento en su complejidad y esto se refleja en la
expresión facial en términos de mayores respuestas idiosincráticas, y mayor capacidad en
combinar afectos como también cambios en la musculatura y elasticidad facial, lo que
dificulta la lectura de las expresiones emocionales en los adultos en la medida que
envejecen.

Sin embargo, esto se compensa a través de la familiaridad con el grupo de pares. Además,
dado que la conducta expresiva no ocurre en un vacío, sino que es acompañada en forma
típica por expresiones verbales de la emoción, no existe el riesgo en los adultos mayores
que puedan mal interpretar sus propios sentimientos.

Por otra parte, existe una pequeña pero sustantiva literatura que nos indica que los adultos
al llegar a la edad madura logran tener mayor capacidad para describir sus experiencias que
los adultos jóvenes, y siendo sus descripciones más complejas y matizadas.

En relación con la percepción de la emoción en los otros, la escasa literatura existente


sugiere que podría declinar la exactitud para comprender las emociones no verbales. Esto
se compensaría a través de la familiaridad con los compañeros sociales.

Estados Emocionales:

Investigadores en esta área han incluido tanto la intensidad como la cualidad de los estados
emocionales. Las últimas investigaciones han incluido las características de los estímulos
emocionales y la habilidad para elegir reacciones emocionales, tanto hedonista
(placer/displacer), emociones discretas, (rabia, miedo, pena, etc.), y complejidad emocional
(interacción emocional/cognitiva).

Intensidad:

En general los estudios indican que no existe una declinación sustantiva en la intensidad
afectiva o en la intensidad mediante la cual una persona experiencia sus emociones. Los
patrones de intensidad no muestran variaciones de intensidad emocional a través de los
años.

Tono hedonista:

En términos generales la literatura al respecto indica que la frecuencia o el nivel de los


afectos positivos no varían ni se incrementa a través de la adultez, solamente se produce
una declinación en las etapas tardías de la vida.

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 7

En términos de afectos negativos los estudios más sofisticados indican que hay una
disminución gradual de estos en la adultez hasta aproximadamente los 60 años, existiendo
después un aumento no significativo de los mismos. Los cambios en los afectos positivos,
en cuanto a obtener felicidad, están relacionados con los hijos y los roles laborales. Por
otra parte el debilitamiento físico y las enfermedades de la vejez al igual que la muerte de
personas significativas, tales como esposo/esposa y amigos gatillan afectos negativos.

Emociones discretas:

Una gran cantidad de estudios transversales y longitudinales nos indican que existe una
disminución en el nivel y la frecuencia de la rabia a través de los años de adultez. La razón
por la cual esto se produce puede relacionarse con el rol funcional de la rabia. Esto es,
superar o destruir obstáculos para llegar a una meta. A través de la edad la necesidad de
alcanzar metas va decreciendo. Los investigadores también sugieren que los adultos
mayores cambien desde una estrategia externa a una interna para controlar las emociones
relacionadas con la obtención del éxito o fracaso en las metas a conseguir. Más que actuar
expresando rabia hacia el medio pueden utilizar controles internos del tipo represión
positiva en sus respuestas.

Finalmente, como la red social se estrecha y los adultos mayores dependen, más de las
relaciones intimas con los partners para satisfacer sus necesidades socio–emocionales, la
expresión de la rabia puede ser una amenaza en cuanto a destruir la red social.

En términos de complejidad emocional la experiencia emocional se va haciendo más


compleja a través de la vida.

En la medida que los individuos maduran, las emociones llegan a ser más importantes.
Tienen mayor capacidad para tolerar sentimientos mixtos y una profundidad para apreciar
la complejidad tanto del mundo como del Self.

Las investigaciones indican, que la complejidad emocional, es decir la interacción entre


emoción y cognición y su integración parece incrementarse con la edad, llegando a su peak
en la edad madura, después de lo cual habría una declinación. Sin embargo, el hecho que
estas características no continúen en la vejez, al menos en relación con esta investigación,
se pueden relacionar con el afecto *cohorte o cambios en las estrategias regulatorias, como
lo discutiremos en la próxima sección.

Regulación emocional:

La regulación emocional es la habilidad para modular estados y respuestas emocionales.


Las personas pueden moderar la emoción evitando situaciones cargadas de gran contenido

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 8

emocional, a través de estrategias cognitivas como negación o racionalización, o bien


comprometiéndose en procesos que permitan la elaboración cognitiva y la integración de la
experiencia.

Hay una tendencia a través del desarrollo de vida hacia “la optimización afectiva” o la
tendencia a crear en forma activa ambientes que les permitan alcanzar una mejor
combinación de los estímulos emocionales.

Loa adultos mayores presentan también una gran habilidad para sus emociones y para
moderar las respuestas afectivas.

Sin embargo, hay diferencias individuales distintivas en cuanto a negar o a elaborar las
experiencias emocionales. El estilo que se caracteriza por mantener un núcleo del Self
positivo, implica utilizar estrategias regulatorias de equilibrio y los afectos negativos son
negados.

Por el contrario, el otro estilo de estrategia de elaboración afectiva, permite moverse en


zonas que son más caóticas o inestables, y aún así buscan este rango de experiencia. Son
de esta manera más flexibles y logran obtener una mayor habilidad para integrar afectos
positivos y/o negativos.

Emociones en la Personalidad:

A medida que la gente madura, la personalidad llega a ser más estable o cristalizada. Por
ejemplo una mujer joven que es extravertida llegará a ser extrovertida también al final de la
vida. Un hombre que muestra una conducta neurótica a los treinta años, seguramente
mostrará las mismas características a los cincuenta o sesenta.

La dimensión de la personalidad/sensibilidad/represión, nos indica el modo a través del


cual las personas tienden a evitar o negar los estímulos perturbadores o amenazantes o
hacerlos conscientes.

Algunas teorías han argumentado que la personalidad se organiza alrededor de patrones


emotivos distintivos o características emocionales. En relación a datos informales se puede
observar que algunos individuos son más hostiles que otros, otros son más sombríos, otros
más efusivos y así. Las investigaciones empíricas de las características de la emoción han
generado un sólido soporte para estas observación. Estas organizaciones afectivas crean
modos característicos de procesar el mundo que afectan la atención, percepción, memoria
juicio y otros procesos cognitivos, como también afectan la conducta y los procesos
interpersonales. Las características emocionales para la extensa dimensión de afectos
positivos y negativos, tanto el como los estados de ánimo, relacionados con ansiedad, pena
y rabia entre otros, han mostrado una sustancial estabilidad a través de meses e incluso de
años.

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 9

Estos datos nos indican que los estados de ánimo pueden representar disposiciones
permanentes o constantes. Sin embargo estas figuras de estabilidad marcan las diferencias
en el cambio individual. Existen significativas diferencias inter-individuos en el cambio
longitudinal a través de los años, al menos cuando aparecen características de
neuroticisimo o extroversión. Algunas personas a través de su trayectoria mantuvieron el
nivel, otros mostraron un incremento y otros una pequeña declinación. Las diferencias
inter/individuos en los patrones de cambio en la personalidad pueden ser sostenidos por
características emocionales circunscritas o aspectos de la organización emocional, como
sugiere una pequeña pero creciente literatura.

De acuerdo a la evidencia, en cuanto a aspectos de estabilidad o cambio, uno de los


mayores desafíos de los investigadores de la personalidad es estudiar y analizar los
procesos que subyacen a los cambios en la personalidad. El examen de los factores
responsables de los cambios de la personalidad recién comienzan, pero han emergido dos
factores que vamos a considerar, uno se refiere a que las enfermedades severas pueden
precipitar cambios en la personalidad y otro está relacionado con el enfrentamiento de
eventos cargados de afecto y que se relacionan con procesos interpersonales. Aquí puede
incluirse la psicoterapia, como elementos de cambio. También podrían incluirse la
participación en grupos, talleres, etc.

Un estudio centrado en los aspectos de cambio de los adultos, realizado a través de ocho
años, tomando en cuenta sus características emocionales, metas, personalidad, sentimientos
y forma de relacionarse con los otros y utilizando como instrumentos escalas de
personalidad, tanto como auto-reportes y reportes a través de la observación, mostraron
evidencias tanto de estabilidad como de cambio. Las características emocionales tienden a
permanecer estables, aún cuando son evidentes las diferencias individuales.

Una medición agregada en cuanto a cambios de personalidad en términos de preferencia de


sentimientos, actitudes y metas, indicó que el cambio estaba asociado con metas
interpersonales de vida, ya sean de tipo positivo o negativo, incluyendo matrimonio,
divorcio y muerte de seres queridos.

Los cambios no se asociaron con otros eventos como pérdida del trabajo, avances en la
carrera, cambios de residencia y distanciamiento de las relaciones sociales.

En resumen: Al examinar los datos obtenidos se observa que existe un soporte


significativo para la estabilidad de las características emocionales. Al examinar la
trayectoria individual de los sujetos, encontramos mayores evidencias de variaciones inter-
individuos, con algunas personas que no evidenciaron cambios y otros que mostraron
incremento o descenso.

Es ahora claro que los cambios estructurales en la personalidad, incluyendo aspectos


relacionados con la organización emocional, son posibles bajo ciertas circunstancias.
Experiencias como enfermedades agudas o crónicas es un precipitante y los encuentros

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 10

interpersonales cargados de afecto es otro. Sin embargo, una descripción de las causas, los
procesos y los tipos de cambio afectivo deben seguir investigándose.

Resumen general:

Este artículo cubre los aspectos de continuidad y/o cambio en el desarrollo emocional, a
través de la vida adulta, incluyendo la fisiología, conducta expresiva, experiencias
subjetivas, regulación de la emoción y características de la emoción.

La literatura que se ha acumulado a través de las últimas dos décadas del siglo veinte, por
un incremento de las investigaciones de la emoción en la adultez, indica que la capacidad
funcional de la emoción se mantiene a través de la vida.

Los estudios indican que los patrones fisiológicos permanecen relativamente inmodificable,
aún cuando la amplitud de las respuestas aparecen reducidas.

En términos fenomenológicos, sin embargo, los aspectos subjetivos permanecen


relativamente intactos en términos de intensidad, balance hedonico y frecuencia distintiva
de las experiencias afectivas.

Los cambios incluyen una disminución en el nivel y la frecuencia de la rabia, lo cual


constituye un hallazgo muy sólido. Esto se pudo comprobar a través de estudios
transversales y longitudinales.

Los datos también indican una nueva curva en relación a la complejidad emocional
llegando al peak en la edad madura, aún cuando existen marcadas diferencias individuales.

La experiencia emocional aparece como mas matizada y texturizada.

En términos de la percepción del afecto, la habilidad para leer señales emocionales faciales,
vocales o corporales pueden llegar a ser menos precisos con la edad. Sin embargo, este
punto no puede ser afirmado con certeza por cuanto los estudios fueron más bien
transversales que longitudinales.

La literatura nos indica que la gente llega a sentirse más confortable con su self en la
medida que envejecen. Están más interesados en sus estados emocionales y en reconocer y
aceptar la diversidad y mezclas, de la vida afectiva. Las emociones aparentemente llegan a
ser más complejas y la experiencia más profunda.

La capacidad reguladora de las emociones en general se incrementa, en el sentido que hay


en gran control afectivo en relación a mantener los estados positivos y evitar los negativos.

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 11

La organización emocional tiene rasgos relativamente estables, aún cuando responden a los
desafíos del medio, pudiéndose producirse transformaciones.

El cuadro del desarrollo emocional a través de la vida adulto, basada en investigaciones


empíricas más que en estereotipos, son más positivas que las que daban las primeras
investigaciones.

De este modo los adultos no llegan a tener una emocionalidad embotada o adormecida en la
vejez y tampoco cambian hacia los afectos negativos.

Existe un reconocimiento que en edades muy avanzadas en cuadro puede cambiar.

En cualquier caso, la literatura está recién empezando a mapear la trayectoria de la vida


emocional en adultos y hay un espacio significativo para futuras investigaciones,
especialmente para estudios longitudinales los cuales podrían ayudar a clarificar si las
diferencias observadas en los estudios transversales tienen una correlación directa con la
edad o son diferencias *cohortes.

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución
Emociones por Carol Magai 12

Bibliography

Carstensen, L. L. (1992). Social and emotional patterns in adulthood: Support for

socioemotional selectivity theory. Psychology and Aging, 7, 331-338.

Labouvie-Vief, G., Hakin-Larson, J., DeVoe, M., & Schoeberlein, S. (1989).

Emotions and self-regulation: A lifespan view. Human Development, 32, 279-299.

Lawton, M. P. (1989). Environmental proactivity and affect in older people. In S.

Spacapan, S. Oskamp (Eds.), The social psychology of aging (pp. 135-163). Newbury

Park: Sage.

Levenson, R. W., Carstensen, L., Friesen, W. V. & Ekman, P. (1991). Emotion,

physiology and expression in old age. Psychology and Aging, 6, 28-35.

Magai, C. & McFadden, S.H. (Eds.) The role of emotion in social and personality

development. NY: Plenum.

Magai, C. (In press). Emotion over the lifecourse. In J. Birren & K.W. Schaie

(Eds.) Handbook of the psychology of aging. San Diego: Academic Press.

Schulz, R. & Heckhausen., J. (1998). Emotion and Control: A Life-Span

Perspective. In M. P. Lawton (Series Ed.) & K. W. Schaie (Vol. Ed.), Annual Review of

Gerontology and Geriatrics: Vol. 17. Focus on Emotion and Adult Development. (pp. 185-

205). New York: Springer.

Carol Magai, Ph.D.

Copyright 2001 – INTECO Instituto de Terapia Cognitiva


Todos los derechos reservados – Prohibida su distribución

También podría gustarte