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MÓDULO 3

DISCIPLINA POSITIVA
UNIDAD 2:
Desarrollo socioemocional de los estudiantes

MSc. Mirla Arcos Polanco


2022
Unidad #2 2

Índice

03. INTRODUCCIÓN

04. TEMA 1
El rol del hogar y el aula en el desarrollo socioemocionall

06. TEMA 2
Evolución del desarrollo socioemocional

08. TEMA 3
Camino hacia la autorregulación

09. GLOSARIO

10. BIBLIOGRAFÍA
Unidad #2 3

Introducción

Introducción
El desarrollo socioemocional de la niñez es un elemento fundamental para establecer las bases de
la integralidad a lo largo de la vida, constituye un área a abordar tanto en el hogar como en los centros
educativos que se encuentran llenos de mitos: pensar que el llanto tiene una connotación negativa, relegada
mayoritariamente a las niñas, y con un fuerte énfasis en intentar evitarlo por cualquier medio.

Un clásico ejemplo es que cada vez que un niño o niña llora, de inmediato, el primer acto de contención
es decir: “no llores”; invalidando desde la base la expresión natural de una emoción. Asimismo si se trata
de un varón es altamente probable que su entorno le señale y diga: “los niños no lloran”, prorrogando una
cultura con sesgo de género.

El abordaje socioemocional está cargado de creencias arraigadas en nuestras formas de crianza,


culturas imperantes y prácticas instaladas en los entornos educativos y familiares; por lo que se requiere
de un adulto que tome una postura activa para fomentar cambios sustantivos, desarrollando herramientas
que le permitan una reflexión permanente, definiendo elementos sobre las formas de crianza adecuadas
y aquellas que deben ser abandonadas por estar fuera de los cánones actuales y particularmente alejadas
de aquellas que propone la Disciplina Positiva.

El desarrollo socioemocional es una esfera de gran relevancia; sin embargo, no se le da la importancia


que tiene, se pretende abordarlo como una estrategia más, cuando en esencia lo único que se necesita es
que se reconozca su importancia para el bienestar de los niños y niñas.
Unidad #2 4

Tema 1. El rol del hogar y el aula en el desarrollo socioemocional

El rol del hogar y el aula en el desarrollo


socioemocional
El desarrollo socioemocional de los niños y las niñas es un aspecto fundamental para el aprendizaje y
su integralidad; articula el conjunto de habilidades que les permitirán, de manera paulatina, enfrentar
adecuadamente los desafíos que suponen las interacciones, incorporando relaciones de confianza,
seguridad y valoración positiva de sí mismos y de los demás.

Al igual que todas las áreas que componen al ser humano, el desarrollo socioemocional requiere de
acompañamiento para que se despliegue de forma armónica; por ello la educación tiene un rol fundamental
para el desarrollo pleno de las competencias emocionales, que más adelante se transformarán en un
conjunto de habilidades socioemocionales. Este proceso, que se lleva a cabo a lo largo de toda la vida,
permitirá alcanzar una progresiva comprensión y manejo de las emociones, con lo que se favorecen las
relaciones interpersonales, para lograr construir una identidad y una apropiada autoestima, que llevará a
los niños y las niñas a tomar decisiones de manera responsable.

Lo anteriormente mencionado se relaciona de manera estrecha con los lineamientos de la Disciplina


Positiva, que busca la construcción de una niñez segura, formada en un ambiente respetuoso, que solo
será posible si se provee de experiencias que permitan un desarrollo de competencias socioemocionales,
que relacionen estrechamente pensamiento, comportamiento y emoción; por esto cuando se manifiesta
una emoción existe necesariamente una respuesta a nivel comportamental.

En este sentido el adulto tiene un importante rol; en la primera etapa de desarrollo del niño, en el entorno
familiar, es la figura vincular capaz de sentar las bases de un apego que se espera sea lo más seguro posible;
para quienes no obtienen esto de los adultos, de su entorno familiar, son los profesionales de la educación
quienes actuarán como figuras reparadoras de aquellos vínculos.

El desarrollo socioemocional amerita un importante trabajo personal para quienes se relacionan de manera
directa con la niñez, al ser un área muy delicada de abordar, implica que quienes tienen en sus manos el
rol formador mantengan armonía en el trabajo emocional, buscando siempre, en primer lugar, el bienestar
de quienes están a cargo.
Unidad #2 5

Tema 1. El rol del hogar y el aula en el desarrollo socioemocional

Se hace indispensable considerar un enfoque de crianza desde la Disciplina Positiva: una estrategia educativa
que busca, a largo plazo, instalar competencias, valores y actitudes para el desarrollo socioemocional y la
convivencia democrática entre las personas, tanto en entornos familiares como educativos. Esto implica
desplegar habilidades sociales y emocionales coherentes con un cambio sustantivo en prácticas arraigadas
históricamente. Al respecto, se debe transitar desde entornos altamente competitivos (en los cuales los
niños y las niñas han sido educados, siempre relevando la comparación con otros en cuanto a desempeño
físico, habilidades y sobre todo formas de comportarse) a espacios educativos y familiares en los que la
colaboración sea el sustento de las relaciones.

Se debe comprender, en este contexto, que la niñez está sometida a un doble desafío de manera constante
que pone a prueba su estabilidad emocional, que muchas veces no está del todo madura. Estas exigencias
corresponden a un sistema educativo que puede resultar más bien rígido, sobre todo para algunos que han
sido criados con normas menos establecidas; por el contrario también podría haber quienes consideren en
extremo sencillas las normas de convivencia incorporadas en los centros educativos, en comparación a las
que son impuestas en sus hogares.

Estos aspectos afectan de manera directa el comportamiento de los niños y las niñas, pues la dualidad en
las orientaciones recibidas no les brinda la seguridad suficiente ni permiten un desarrollo socioemocional
armónico. Esto influye de modo directo en el clima que se vive a diario en el aula, entre la diversidad presente;
puede provocar también grandes complejidades en las relaciones con otros miembros de la familia. Junto
a ello la discrepancia en su entorno -sobre cómo abordar las diferentes situaciones cotidianas- no permite
organizar, de manera interna, una forma de actuar que sea apropiada. La Disciplina Positiva contribuye,
entre otras muchas cosas, a fortalecer un clima de seguridad y estabilidad para la formación integral de la
niñez, una vez que su entorno ha dialogado e instruido sobre la temática.

Lo anteriormente señalado se complementa, en gran medida, con la incorporación de la educación


socioemocional; entendida como un proceso continuo y permanente que pretende potenciar el desarrollo
de esta área, indispensable para la construcción de una personalidad integral. Del mismo modo se debe
señalar que esta práctica ayuda a comprender qué son las emociones y cómo se expresan de manera
individualizada para relacionarse con otros, lo que resulta fundamental al momento de implementar los
lineamientos de la Disciplina Positiva.

Junto a ello se debe potenciar estrategias que permitan la contención emocional apoyando a los niñas, niños
y adolescentes, ofreciendo espacios para la expresión de los sentimientos y algunas guías para solucionar
problemas, lo que se relaciona de manera directa con los lineamientos de la Disciplina Positiva, MINEDUC
(2020).

Si los educadores y padres conocieran la relevancia que tiene el desarrollo socioemocional armónico
(y comprendieran su incidencia no solo en la etapa temprana, sino que a lo largo de la vida) de seguro
pondrían más atención sobre la forma en la que abordan a la niñez, instalando patrones de respeto mútuo
y relaciones saludables.
Unidad #2 6

Tema 2. Evolución del desarrollo socioemocional

Evolución del desarrollo socioemocional


Con el fin de comprender los procesos, que se evidencian acorde a cada etapa del desarrollo, es necesario
presentar algunos hitos a modo de referente para exigir en concordancia a lo que los niños y las niñas
puedan responder.

Las personas pueden experimentar algunas situaciones que parecen fuera de lugar, por tiempos más
prolongados a lo que se espera: el llanto para obtener cosas o llamar la atención de personas. Esta situación
también podría advertirnos de la necesidad de intervenir de manera directa, por ejemplo, entregando
apoyos que permitan transformar este intento comunicativo en algo más funcional, respetando en todo
momento los itinerarios madurativos de cada individuo.

Los primeros cuatro años se caracterizan por la posibilidad que tienen los niños y las niñas de manifestar
el agrado o rechazo hacia las personas, pueden mantenerse confortables si su entorno es seguro y cálido.
Una vez que logran comunicarse de manera oral las relaciones se vuelven más desafiantes a medida que
conquistan una mayor independencia. Asimismo el juego se torna colectivo y se establecen relaciones
cercanas con los pares; buscando, según la etapa, relaciones paralelas o colaborativas, que demandan una
práctica constante sobre el inicio del reconocimiento de las emociones, como una expresión física de ellas.
Unidad #2 7

Tema 2. Evolución del desarrollo socioemocional

Será en estos años en los que los niños y niñas, de igual forma, experimentan las emociones, las cuales los
invaden, presentándose para algunos como un calor en el rostro para la evidencia la alegría, una sensación
en el estómago para el miedo, entre múltiples y diversas formas de ser percibidas. Posteriormente, y a
medida que su desarrollo avanza, pasan a la siguiente etapa cercana a los seis años, en la cual los niños
comienzan a tomar mayor conciencia de su lugar en el entorno y establecen relaciones cada vez más
frecuentes, lo que implica considerar un comportamiento que no solo es para la propia satisfacción de sus
requerimientos, sino que les permite interactuar con sus pares.

Avanzando en las etapas del desarrollo evolutivo, posterior a los siete u ocho años, las emociones ya
pueden ser identificadas de mejor forma y por ende también nominadas; lo que les permite relacionarse
desde la empatía que provoca el conocer lo que los adultos y el entorno esperan de ellos, pues comprenden
las percepciones que se tienen sobre su comportamiento. Es en estos años en los que pueden tomar mayor
conciencia de la forma en que sus pares se desenvuelven, imitando conductas que les parecen más eficaces
para conseguir lo que desean. Existe en ellos el interés por comportamientos, cada vez más apropiados,
que les permitan consolidar sus relaciones con pares y adultos significativos. En ocasiones también suele
ocurrir que podrían experimentar dificultades para expresar sus sentimientos con palabras o se pueden ver
embargados por la frustración, lo que podría ser interpretado por su entorno como un comportamiento
agresivo o autolesivo.

Acorde al punto anterior es necesario precisar que existen ciertas situaciones que pueden interferir
en el curso regular y típico del desarrollo de un niño o una niña; particularmente en esta edad pueden
experimentar ciertas barreras en sus relaciones y el entorno. Esto puede estar asociado a cuadros diagnósticos
de mayor severidad por lo que en ciertos casos se requerirán apoyos más intensivos.

Quienes presentan desafíos con la comunicación podrían experimentar aún más frustración porque
no son comprendidos por sus pares durante los juegos; sin embargo, las estrategias propuestas por la
Disciplina Positiva harán que dichos episodios sean abordados de manera integral, siendo importante
fortalecer el trabajo directo con los apoyos que sean requeridos.

Avanzando, más allá de los nueve años, las relaciones se hacen cada vez más estrechas. Es importante
destacar que comienzan las preferencias por establecer relaciones con unos amigos o amigas, más que
con otros; se encuentran en uno de los periodos más relevantes de construcción de su propia identidad.
Aparecen comportamientos que pueden ser desafiantes para quienes se relacionan de manera directa con
los niños y las niñas, así como con sus pares. A esta edad se incorporan marcados intereses, pueden pasar
horas jugando sin atender a las rutinas familiares y educativas, esta situación podría ser el gatillante de
episodios en escaladas, que de seguro requerirán la implementación de todas las estrategias que brinda la
Disciplina Positiva para su abordaje.
Unidad #2 8

Tema 3. Camino hacia la autorregulación

Camino hacia la autorregulación


Uno de los grandes objetivos que se persigue, en el periodo de la crianza y la formación, corresponde a la
espera de las familias y equipos educativos de niños y niñas autorregulados emocionalmente. Sin embargo,
esta exigencia tácita en variados entornos se visualiza cuando ellos aún no están preparados para realizar
dicho proceso. Incluso hay adultos que no son capaces de reconocer, nominar ni autorregular sus emociones.

Es importante comprender que para relacionarse de manera apropiada con otros los patrones arraigados
deben ser abordados por los adultos, que tienen a su cargo la formación o crianza de la niñez en una
primera instancia. Si desde pequeño se enfatizó que no era correcto expresar abiertamente las emociones,
es difícil que se pueda enseñar algo diferente, por esta razón es importante descubrir qué está pasando;
reconociendo de manera clara lo que provoca abordar de una u otra forma las emociones, los estados
de ánimo y sentimientos. Es necesario comprender qué causa de estrés, para intervenir a través de las
estrategias que plantea la Disciplina Positiva y lograr un estado de calma, pues es lo único que garantiza
una apropiada conexión con el otro y el establecimiento de relaciones basadas en el respeto mútuo.

Las últimas investigaciones al respecto, establecen que los niños y las niñas tienen más probabilidades de
tener éxito en la escuela si tienen una alta autorregulación y un entorno de aula que los apoye.

EXPERIMENTO DE LOS MALVAVISCOS

En el famoso experimento de los malvaviscos de Stanford, a los niños y las niñas se les ofreció un
malvavisco pequeño ahora, o dos malvaviscos en 15 minutos, para observar si podían resistirse a comerse
el primero.

Los niños con baja autorregulación comieron el primer malvavisco. En estudios de seguimiento, estos
jóvenes tendían a convertirse en adolescentes con mayores riesgos de tipo biopsicosocial.
Unidad #2 9

Glosario

Glosario
AUTORREGULACIÓN EMOCIONAL
Proceso que aspira a que los niños y las niñas consigan manejar eficazmente las emocio-
nes, pensamientos y comportamientos en diferentes situaciones.
Unidad #2 10

Bibliografía

Bibliografía
Nelsen, J. (1996). Positive discipline: A teacher’s A-Z guide. Rocklin, CA: Prima Pub.
Ministerio de Educación Ecuador. 2020. Contención emocional a las familias en situaciones de
crisis.
Ministerio de Educación Perú. 2021. Guía de Disciplina Positiva para el Desarrollo de Habilidades
Socioemocionales en la Escuela y el trabajo con las Familias
EMBAJADA
DE ESPAÑA
EN ECUADOR

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