Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
a) Doctrinas monistas: identifican a ambos como una sola categoría, aunque con dos variantes.
Monismo obligacionista: postula que los derechos reales no tienen existencia autónoma, sino que son
también relaciones de obligación en donde el sujeto pasivo es toda la comunidad, sobre quien pesa el deber
jurídico de respeto sobre el derecho ajeno.
Monismo realista: sostiene que las obligaciones generan un derecho de propiedad del acreedor sobre el
patrimonio del deudor, razón por la cual existe una asimilación completa a los derechos reales.
(Cabe observar que el acreedor no tiene un derecho directo e inmediato sobre el patrimonio del deudor,
como el que conceden los derechos reales sobre las cosas). Ambas teorías no brindan respuestas
satisfactorias y confunden los conceptos y la verdadera esencia de estos derechos.
b) Doctrina dualista: es la que distingue a los derechos reales y las obligaciones como dos derechos de
contenido patrimonial, pero de diferente naturaleza, estructura y efectos.
OBLIGACIÓN: es una relación jurídica en virtud de la cual el acreedor tiene el derecho de exigirle al
deudor el cumplimiento de una determinada prestación destinada a satisfacer un interés licito, y ante el
incumplimiento de este a obtener forzadamente la satisfacción de dicho interés.
EVOLUCIÓN HISTÓRICA
En los comienzos de la humanidad, el hombre satisfacía sus necesidades básicas de alimentación y
vestimenta de la propia naturaleza. A medida que la evolución fue perfilando nuestra propia esencia,
diferente de los demás seres vivos y la aptitud de razonar surgió como característica esencial, dichas
necesidades aumentaron y se complejizaron. Lo primero en emerger fue el concepto de propiedad (lo mio).
En una segunda etapa surgió la necesidad de acudir a los otros para enriquecer el acervo propio mediante
el trueque, o para valerse del esfuerzo o habilidad ajena naciendo así los derechos crediticios. Sin embargo,
no fue sino hasta Roma en donde comenzó a perfilarse con rasgos propios de lo que hoy concebimos como
Obligación que ha sufrido un importante proceso evolutivo.
La obligación en el derecho Romano: el concepto de obligación en Roma fue producto de una evolución
de siglos y que llego a su auge en el corpus iuris civilis.
En los comienzos la situación sobre obligatus habría surgido en materia delictual. Luego surgió la idea de la
obligación contractual, desde que en un principio el intercambio económico se materializaba a través del
trueque donde los plebeyos empobrecidos solicitaban dinero a los patricios comprometían su persona en
garantía del pago de la deuda a lo cual, la ley Poetelia Papira puso fin declarándolos libres, prohibiendo su
encadenamiento y estableciendo que el deudor no comprometía más su persona sino sus bienes.
Sin dudas, el punto de máximo desarrollo se produjo con las Institutas de Justiniano en la que se formula
el concepto “clásico” obligación la cual quedo plasmada “la obligación es un vinculo de derecho formado
según nuestro derecho civil, y que nos obliga a pagar algún cosa a otro, según nuestro derecho civil”.
La edad media y el Derecho Canónico: en el derecho medieval se mantuvieron las bases de derecho,
aunque se produjeron modificaciones por circunstancias de tipo económico: como la pérdida de su tipicidad;
acentuación decisiva de la responsabilidad patrimonial y decaimiento de la personal; posibilidad de
condenas específicas, patrimonialización y comercialización de las obligaciones, abriéndose la posibilidad
de transferirlas.
Con respecto al derecho canónico aportó al derecho de las obligaciones la “regla moral” que impregna la
norma jurídica, mediante el aporte de los principios de la moral cristiana lo cual produjo la introducción de
elementos como la buena fe, prohibición de usura, etc.
El siglo XIX y el individualismo: La importancia del Código Civil Frances: el respeto de la propiedad
privada y a la autonomía de la voluntad de las personas constituyen los ejes centrales de la nueva etapa. Sus
lineamientos generales pueden resumirse en: Consagración del principio de la autonomía de la voluntad en
materia contractual; ejercicio de los derechos sin más límites que los establecidos.
DEBERES MORALES
Antes el Código Civil hacia distinción entre obligaciones civiles y naturales, las obligaciones naturales no
conferían al acreedor la facultad de accionar judicialmente, pero una vez cumplidas por el deudor
voluntariamente autorizaba a retener lo que se había pagado en virtud de ellas. Por ejemplo: obligaciones no
reconocidas en juicio, el pago de intereses no pactados, etc.
El nuevo Código Civil y Comercial, suprime las obligaciones naturales, por considerar que no son
verdaderas obligaciones ya que no se puede exigir su cumplimiento y las reemplaza por los deberes morales,
estableciendo que “Lo entregado en cumplimiento de deberes morales o de conciencia es irrepetible”. Ello
radica en que al igual que las obligaciones jurídicas si bien se trata de sujetos determinados y existe una
conducta especifica a desplegar; lo que ocurre es que no hay vinculo jurídico ni causa fuente idónea para
hacer nacer una relación jurídica de obligación.
Deber moral: es un deber de conciencia, es una ley no escrita pero que igualmente estamos obligados a
cumplir dependiendo de la moral que posea cada persona.
-La ambulatoriedad, significa que la calidad de acreedor o deudor la tiene quien es actualmente titular del
derecho real o la relación de poder; y si se transmite el derecho real o la relación de poder, la obligación por
imperio de la ley también se transmite, con independencia de todo acto voluntario; e incluso aunque se pacte
lo contrario. La obligación, cómo se dice, “sigue a la cosa".
-La segunda es la posibilidad del deudor actual de liberarse mediante el abandono del derecho real o
relación de poder. Mediante la renuncia del derecho real o del poder de hecho ejercido sobre la cosa,
también por imperio de la ley queda desobligado. Eso podría traer o no aparejada la extinción de la
obligación, pero lo cierto es que el abandonante deja de ser deudor. PEDIR EJEMPLO
2. ELEMENTOS ESENCIALES
SUJETOS. Personas físicas o jurídicas entre quienes se establece el vínculo obligacional. En toda relación
de obligación, la bipolaridad es de su esencia. Se trata de un derecho relativo, lo que significa que existen
dos situaciones jurídicas perfectamente definidas. La del titular del derecho subjetivo (el acreedor) y la de
quien se encuentra gravado con el deber jurídico frente al primero (el deudor).
-Los sujetos deben estar diferenciados, se debe saber quien es acreedor y quien es deudor. No hay obligación
si al tiempo de su nacimiento no existen sujetos diferentes.
-Si una persona es acreedora y deudora de sí misma, la obligación se extingue por confusión.
Unidad o pluralidad de sujetos: Puede existir pluralidad activa, pasiva o mixta. Tanto la unidad como la
pluralidad pueden ser originarias (al tiempo de nacimiento de la obligación), o derivadas (por un suceso
posterior). Cuando se esta en presencia de pluralidad, existen tantos vínculos jurídicos como sujetos hayan
involucrados.
REQUISITOS:
Capacidad de Derecho y Capacidad de Ejercicio
Determinabilidad: No es indispensable que los sujetos estén determinados desde el momento mismo de
su constitución, sino que deben ser al menos determinables. Deben estar fijadas en el momento
constitutivo las pautas para la individualización de los sujetos. La indeterminación absoluta obsta a la
existencia misma de la obligación.
Los sujetos deben estar determinados al momento de nacer la obligación, por excepción se pueden
determinar con posterioridad, por ejemplo:
-Cuando se desconoce quién cobrará un cheque
-Promesa de recompensa al hallador de un objeto perdido
En todos los casos al tiempo de cumplimiento los sujetos deben estar individualizados.
OBJETO. Art 725. La prestación que constituye el objeto de la obligación debe ser material y
jurídicamente posible, licita, determinada o determinable, susceptible de valoración económica y debe
corresponder a un interés patrimonial o extrapatrimonial del acreedor.
Posibilidad material o física: que la prestación pueda integrar el ser fenomenológico, que sea factible de
ser obrada. Imposibilidad del objeto debe ser originaria, objetiva y absoluta.
Posibilidad jurídica: se trata de conductas que el derecho impide; en tanto que la ilicitud versa sobre
hechos posibles que el derecho sanciona. Por ejemplo; el caso en que una persona se obligue a constituir un
derecho real que no está legislado. (No se puede hipotecar un bien mueble)
Licitud: No debe estar sancionada o prohibida por el ordenamiento.
Determinada o determinable: la prestación debe estar perfectamente individualizada desde el nacimiento
de la obligación, o puede precisarse con posterioridad, siempre antes del cumplimiento.
Susceptible de valoración económica: La prestación debe ser mensurable en dinero.
Interés del acreedor: puede ser patrimonial o extrapatrimonial. Por ejemplo: Caso de quien quiere aprender
música por mero placer, y contrata a un profesor.
CAUSA: Distinción entre causa fuente, causa fin y causa motivo: En nuestro ordenamiento las locuciones
“causa fuente” y “causa final” se emplean para asignar dicho rol a situaciones jurídicas puntuales.
1.- Sobre la causa fuente: Cuando se trata de la causa fuente o eficiente, hace referencia a los hechos
jurídicos, esto es, los acontecimientos que producen el nacimiento, la modificación o extinción de relaciones
o situaciones jurídicas. En el art. 726 del Cód. Civil y Comercial se identifica a la “causa” de las
obligaciones con su hecho generador.
Art. 726: Causa. “No hay obligación sin causa, es decir, sin que derive de algún hecho idóneo para
producirla, de conformidad con el ordenamiento jurídico”.
2.- Sobre la causa final: Es el fin autorizado por el ordenamiento que ha sido determinante de la voluntad.
Esta causa final se refiere al ordenamiento cuando emplea el concepto. Empero que existan causas finales
diferentes, y con sus propios efectos jurídicos, si la causa final del acto es ilícita, el acto jurídico no es
válido. La causa final de las obligaciones, existe e integra su objeto.
Causa fin Inmediata: Es la finalidad abstracta que han tenido las partes al contratar. En los contratos
iguales esta causa fin es siempre la misma (ej. en todas las compraventas, para el vendedor el fin es recibir el
precio y para el comprador es recibir la cosa en propiedad).
Causa fin Mediata: Son los móviles o razones particulares que ha tenido cada parte para obligarse (ej. en
una compraventa, el motivo o fin mediato del vendedor puede ser el destino que dará al dinero que reciba,
como ser: viajar por el mundo, comprar una estancia, hacerse una cirugía, etc.).
ELEMENTOS NATURALES: Son aquellos elementos que son introducidos por la ley. Aunque
acompañan normalmente a un contrato, pueden ser excluidos por los contrayentes mediante una cláusula, tal
sería el caso en la compraventa, la responsabilidad del vendedor por la evicción o por los vicios ocultos de la
cosa vendida, que se considera implícitamente comprendida en el contrato, mientras que las partes no
dispongan lo contrario estarán presentes siempre. Se trata de un elemento que no es de la esencia sino de la
naturaleza del contrato, que puede ser excluido por la manifestación de voluntad de las partes, y el contrato
no dejaría de ser tal.
ELEMENTOS ACCIDENTALES: Aquellos que pueden o no estar presentes, en cuya ausencia la
obligación no deja de ser tal. En el marco del Cód. Civil, se señalaba que eran tres: la condición, el cargo y
el plazo. En lo ateniente al cargo. Se trata de una obligación accesoria a un acto jurídico, y no de una
modalidad de las obligaciones.
El plazo y la condición pueden constituir modalidades de un acto jurídico (ej. un contrato de locación, que
necesariamente ha de estar sujeto a un plazo resolutorio), y también de una obligación en particular (ej. la
obligación de pagar el canon locativo que vence mensualmente).
Los verdaderos elementos accidentales de las obligaciones son el plazo y la condición.