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Contenedores para distribuir los residuos en plástico (contenedor amarillo), vidrio (contenedor verde) y papel o cartón
(contenedor azul), para su posterior reciclado. Ciudad de Buenos Aires, Argentina.
Casa ecológica, ubicada en la localidad de El Alfarcito, Salta. Construida con materiales reutilizados, sus paredes son de
botellas de plástico rellenas con otros materiales (plásticos y papeles), botellas de vidrio unidas entre bocas para lograr el
ancho exacto de las paredes y su techo de torta de barro (paja, cañas y barro).
Ecoparque
En centros comerciales se han implementado medidas como lo son estanques que sirven para reciclar objetos o
herramientas que terminan siendo residuos altamente contaminantes, pero que serán mandados a lugares especiales
para ser reciclados.
Los materiales reciclables son muchos, e incluyen todo el papel y cartón, el vidrio, los metales
ferrosos y no ferrosos, algunos plásticos, telas y textiles, maderas y componentes electrónicos.
En otros casos no es posible llevar a cabo un reciclaje debido a la dificultad técnica o alto coste
del proceso, de modo que suele reutilizarse el material o los productos para producir otros
materiales y se destinan a otras finalidades, como el aprovechamiento energético.
Factores contaminantes
Es importante analizar las vías por las que se produce la afectación del medio ambiente. Nos
referimos a los impactos ambientales, los posibles efectos negativos provocados sobre el
medio, ocasionados por el flujo de materias primas, energía o emisiones, los cuales fueron
estructurados bajo la denominación de vectores contaminantes, sintéticamente son:
Aire: engloba todo el flujo de contaminantes que emanan del tráfico, la generación de
electricidad, la industria, calefacciones, etc.
Agua: esta contaminación puede provenir de los vertidos de aguas residuales provenientes de
actividades industriales, urbanas, turísticas, etc.
Cadena de reciclaje
Recuperación o recogida: que puede ser realizada por empresas públicas o privadas. Consiste
únicamente en la recolección y transporte de los residuos hacia el siguiente eslabón de la
cadena. Se utilizan contenedores urbanos de recogida selectiva (contenedores amarillo,
verde, azul, gris y marrón).
Plantas de transferencia: se trata de un eslabón y obligatorio que no siempre se usa. Aquí se
mezclan los residuos para realizar transportes mayores a menor costo (usando contenedores
más grandes o compactadores más potentes).
Plantas de clasificación (o separación): donde se clasifican los residuos y se separan los
valorizables. Residuos que sí pueden reciclarse de los que no. La fracción que no puede
reciclarse se lleva a aprovechamiento energético o a vertederos.
Reciclador final (o planta de valoración): donde finalmente los residuos se reciclan (papeleras,
plastiqueros, etc.), se almacenan (vertederos) o se usan para producción de energía
(cementeras, biogás, etc.).
Para la separación en origen doméstico[5] se usan contenedores de distintos colores ubicados
en entornos urbanos o rurales:
Contenedor amarillo (envases): En este se deben depositar todo tipo de envases ligeros como
los envases de plásticos (botellas, tarrinas, bolsas, bandejas, etc.), de latas (bebidas,
conservas, etc.) En general, deben depositarse todos aquellos envases comercializados en el
mercado nacional e identificados por el símbolo del punto verde.[6]
Contenedor azul (papel y cartón): En este contenedor se deben depositar los envases de
cartón (cajas, bandejas, etc.), así como los periódicos, revistas, papeles de envolver,
propaganda, etc. Es aconsejable doblar las cajas de manera que ocupen el mínimo espacio
dentro del contenedor y también retirar las grapas, los canutillos y los plásticos que vengan
incorporados en el papel y cartón. Si están manchados de residuos orgánicos, como por
ejemplo las servilletas de papel, no deben ir en este contenedor.
Contenedor verde (vidrio): En este contenedor se depositan envases de vidrio. Pero se debe
tener en cuenta que no se puede depositar bombillas, frascos de medicamentos, gafas,
jarrones, tazas, loza, lunas de automóviles, porcelana o cerámica, tapones, chapas o tapas de
los propios tarros o botellas de vidrio, tubos y fluorescentes.[7]
Contenedor marrón (orgánico):[8] En él se depositan el resto de residuos[1] que no tienen
cabida en los grupos anteriores, fundamentalmente desechos orgánicos catalogados como
materia biodegradable.
Contenedor rojo o puntos limpios (desechos peligrosos): Se depositan residuos considerados
peligrosos, como teléfonos móviles, insecticidas, pilas[9] o baterías, aceite comestible o
aceite de vehículos, jeringas, latas de aerosol, etc.
Contenedor naranja: aceite de cocina usado.
Contenedor específico en farmacias: para la recuperación de los medicamentos caducados o
que ya no se utilizarán, incluyendo los envases.
Regla de las 3R
eg a de as 3
Las tres erres consisten en una práctica para alcanzar una sociedad más sostenible.
Formas de reciclaje
Reciclaje de aceites
Reciclaje de bombillas y lámparas
Gestión de residuos
En España la gestión de residuos[1] está regulada según la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos
y suelos contaminados para una economía circular (https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BO
E-A-2022-5809) , que excluye de su ámbito las emisiones a la atmósfera que estén reguladas
en la Ley 34/2007, de 15 de noviembre, de calidad del aire y protección de la atmósfera, los
suelos no contaminados excavados en ciertas condiciones, los residuos radiactivos, los
explosivos desclasificados, algunas materias fecales, paja y otro material natural, agrícola o
silvícola, no peligroso, utilizado en explotaciones agrícolas y ganaderas, en la silvicultura o en la
producción de energía a base de esta biomasa, mediante procedimientos o métodos que no
pongan en peligro la salud humana o dañen el medio ambiente, como las quemas incontroladas
o cercanas o que se extiendan sus humos y material particulado a poblaciones.
Asimismo, no resulta de aplicación a ciertos tipos de residuos, siempre y cuando se regulen por
otra normativa comunitaria, como son las aguas residuales, los subproductos animales (salvo
cuando se destinen a la incineración,[2] a los vertederos[3] o sean utilizados en una planta de
biogás o de compostaje), ciertos cadáveres de animales y los residuos mineros (es decir, los
residuos resultantes de la prospección, de la extracción, del tratamiento o del almacenamiento
de recursos minerales, así como de la explotación de canteras cubiertos por el Real Decreto
975/2009).
La Ley de Residuos tiene por objeto fomentar, por este orden, su prevención, reutilización,
reciclado y otras formas de valorización, evitando la incineración[2] y asegurando que los
destinados a operaciones de eliminación reciban un tratamiento adecuado, y contribuir a un
desarrollo sostenible de esta actividad.[12]
El transporte de residuos se hacen en camiones de gran tonelaje para hacer más eficiente el
mismo.
El tratamiento de residuos es tan amplio como residuos hay, pero en general hay 2 tipos:
1. Valorización de residuos, cuando se obtiene algo de esos residuos: por ejemplo, el mismo
material reciclado o energía
2. Eliminación de residuos, cuando no se puede obtener nada y nos deshacemos del residuo,
por ejemplo, un depósito controlado
Beneficios y costos
Según el Estudio de Información Económica de Reciclaje de Estados Unidos, hay más de 50 000
establecimientos de reciclaje que han creado más de un millón de empleos en los EE. UU.[13]
Años después de que la Ciudad de Nueva York declarara que la implementación de programas
de reciclaje sería "un drenaje en la ciudad", los líderes de la Ciudad de Nueva York se dieron
cuenta de que un sistema eficiente de reciclaje podría salvar a la ciudad más de 20 millones de
dólares.[14]
Solo la industria del reciclaje automotriz en Estados Unidos emplea alrededor de 100 000
personas por año.[15]
Fue creado por el estadounidense Gary Anderson en 1970, como parte de un concurso
convocado por la Container Corporation of America, una empresa papelera con sede en
Chicago, Estados Unidos.
La compañía lanzó el certamen, entre otras cosas, como parte de las actividades que se
organizaron durante el Día de la Tierra que comenzó a celebrarse ese mismo año. Anderson,
originario de Honolulu, Hawái, tenía 23 años y acababa de graduarse de la carrera de
arquitectura.
Su diseño se inspiró en la Banda de Möbius, que es una superficie con una sola cara y un único
borde, así como en el trabajo del artista holandés M. C. Escher.[cita requerida]
El símbolo se utiliza ahora en todo el mundo, con diferentes variaciones, para identificar los
productos reciclables, así como para representar las tres "R" que impulsan los ecologistas:
reducir, reutilizar y reciclar.
En 1988, la Asociación de la Industria de los Plásticos en Estados Unidos tomó como base esta
imagen para crear un código que permite saber cuál es el material predominante en la
fabricación de un producto y, por tanto, identificar la complejidad de su reciclaje. Este código
utiliza una escala del uno al siete e identifica una serie de plásticos.
El uno es para aquellos productos elaborados con tereftalato de polietileno (PET) y que son los
más fáciles de reciclar. La dificultad del reciclaje aumenta con la escala hasta el número siete, el
cual se emplea para aquellos productos fabricados con materiales de plástico realmente
difíciles de reciclar. El número que le corresponde a cada material se encuentra dentro del
símbolo de reciclaje, las tres flechas creadas por Gary Anderson.
Véase también
Minimización de residuos
Referencias
1. Javier Sánchez (2020). «Qué son los residuos sólidos y cómo se clasifican» (https://www.ecol
ogiaverde.com/que-son-los-residuos-solidos-y-como-se-clasifican-1537.html) . Consultado
el 10 de noviembre de 2021.
3. Sandra Ropero Portillo (2020). «Vertederos: qué son, tipos y consecuencias» (https://www.ec
ologiaverde.com/vertederos-que-son-tipos-y-consecuencias-2788.html) . Consultado el 10
de noviembre de 2021.
5. Del Val, A., & Jiménez, A. (1991). Reciclaje: manual para la recuperación y el aprovechamiento
de las basuras.
6. https://www.ecoembes.com/es/empresas/empresas-adheridas/adhesion-al-sig/simbolo-
punto-verde (https://www.ecoembes.com/es/empresas/empresas-adheridas/adhesion-al-sig/
simbolo-punto-verde) . Falta el |título= (ayuda)
Bibliografía
Ackerman, Frank. [1] (1997). Why Do We Recycle?: Markets, Values, and Public Policy. Island
Press. ISBN 1-55963-504-5, 9781559635042.
Porter, Richard C. (2002). The economics of waste. Resources for the Future. ISBN 1-891853-
42-2, 9781891853425.
Colomar Mendoza, F. J. y Gallardo Izquierdo, A. Tratamiento y gestión de residuos sólidos.
Universidad Politécnica de Valencia. Ed. LIMUSA. 2007. ISBN 978-968-18-7036-2.
Enlaces externos
Datos: Q132580
Obtenido de
«https://es.wikipedia.org/w/index.php?
title=Reciclaje&oldid=147110359»
Última edición hace 5 días por SeroBOT