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VIOLENCIA ESCOLAR: UNA MIRADA DESDE UN ENFOQUE SISTEMICO (ECOLÓGICO)

Actualmente la violencia escolar es vivida como una problemá tica cotidiana que se presenta en las
instituciones educativas estatales, particulares, rurales o urbanas y que ocurre en todos los niveles
sociales, econó micos y culturales. Para comprender este fenó meno es importante no perder de vista la
diná mica compleja de interacciones entre los diversos contextos en los que se desarrollan los
estudiantes. El modelo ecoló gico de desarrollo humano, presentado por Urie Bronfenbrenner, nos
brinda los elementos necesarios para explicar y abordar la violencia escolar desde esa perspectiva.
El ambiente ecoló gico se concibe como un conjunto de estructuras seriadas, cada una de las cuales
“cabe dentro de la siguiente”, en un todo articulado. Estas estructuras se denominan “microsistema”,
“mesosistema”, “exosistema”, y “macrosistema”.
FORMAS DE VIOLENCIA QUE SE PRESENTAN EN LA INSTITUCIÓN EDUCATIVA

En las instituciones educativas se pueden presentar diversas formas de violencia y entre sus
diferentes miembros, por ejemplo entre los/as directivos y los/as docentes; entre los/as docentes;
entre los/as docentes y los estudiantes o entre los mismos estudiantes. En la guía para docentes
“Poner fin a la violencia en la escuela” publicada por Unesco (2009), se señ ala que en el informe
mundial sobre la violencia contra los niñ os y niñ as se definen cuatro formas de violencia:
 MALTRATO FÍSICO Y PSICOLÓGICO
En el á mbito educativo, el maltrato físico está referido a comportamientos por parte de algú n
miembro de la comunidad educativa, (docentes, estudiantes, directivos, etc.), que provoca dañ o
físico y que no son accidentales. Este maltrato físico suele manifestarse en acciones como dar
manotazos, bofetadas, palizas, puntapiés, zarandear, empujar, arañ ar, piñ izcar, morder, tirar del
pelo o las oreja, obligar a realizar posturas incó modas, a ingerir alimento hirviendo u otros
productos, producir quemaduras, lavar la boca con jabó n. Todas estas acciones van acompañ adas
del componente de la humillació n. El maltrato psicoló gico, son también comportamientos
intencionados encaminados a desvalorizar a la persona a través de insultos, acusaciones,
amenazas, críticas destructivas, gritos, manipulaciones, silencios, refunfuñ os, desprecios,
indiferencias y frialdades que provoca dañ o emocional y en el desarrollo personal. El maltrato
físico y psicoló gico son crueles y humillantes. Muchas veces pueden darse de manera conjunta.
¿Qué consecuencias puede generar?
El maltrato físico puede tener serias consecuencias en la salud física y mental de los estudiantes.
En la salud física se pueden presentar lesiones en las zonas corporales afectadas que podrá n ir
desde un enrojecimiento de la piel, hematomas, heridas, quemaduras, fracturas, hasta lesiones en
ó rganos internos como traumatismo encéfalo craneano, hemorragias internas, entre otras,
dependiendo de la intensidad de la agresió n. En la salud mental se podrían observar algunas
dificultades en su desarrollo emocional, conformació n de su personalidad y el estilo de sus
relaciones interpersonales. Así podrían construir una imagen desvalorizada de sí mismos/as, una
baja autoestima, no tener control de sus impulsos, tomar decisiones morales inadecuadas, llegar a
conformar personalidades depresivas o ansiosas. También pueden desarrollar comportamientos
pasivos y ser siempre vulnerables frente a situaciones de riesgo; o comportamientos agresivos,
reaccionando ante circunstancias y frustraciones de la vida de forma violenta, no tener
habilidades sociales ni empatía en sus relaciones interpersonales; lo que los puede llevar a no
tener amigos, o no poder relacionarse adecuadamente con los adultos que representen autoridad
como docentes, padres, madres, policías, jueces, etc.
 VIOLENCIA SEXUAL Y POR RAZONES DE GÉNERO
La violencia sexual y por razones de género es cualquier agresió n física o psicoló gica originada
por la imposició n o mantenimiento de desequilibrios de poder entre los sexos e intolerancia hacia
diversas formas de expresió n de la sexualidad. Contribuye a reforzar activamente desigualdades
entre varones y mujeres, debido a los estereotipos de género y los papeles que la sociedad
impone a cada sexo. En la institució n educativa se puede expresar en el castigo físico a las
niñ as/os o adolescentes que no tienen un “comportamiento normal o esperado” a su sexo, o en la
violació n sexual. El maltrato psicoló gico puede consistir en acoso o explotació n entre estudiantes,
o de los profesores o personal de la escuela hacia los estudiantes. También puede expresarse en
comentarios o acciones que avergü encen a los estudiantes de su sexo o su sexualidad.
¿Qué consecuencias puede generar?
La violencia por razones de género puede generar consecuencias a nivel personal y también a
nivel social, ya que incidirá en la formació n de su identidad personal, sexual y de género. Podrá
propiciar el mantenimiento de los roles sociales estereotipados en relació n al género, lo que por
lo general limita las posibilidades de desarrollo de las personas. Por ejemplo, al elegir actividades,
juegos, o una carrera u ocupació n, asumir que hay algunas que son solo para varones o solo para
mujeres; o al iniciar sus relaciones de pareja o constituir sus familias asumir roles que respondan
a relaciones de inequidad entre varones y mujeres. Así mismo, este tipo de violencia incide en las
tasas de deserció n escolar y en la baja tasa de matrícula, principalmente de las mujeres. Muchas
veces los padres y madres de familia priorizan la asistencia de los varones a las instituciones
educativas. Quienes son objeto de violencia sexual, una de sus primeras reacciones es mostrarse
vergonzosos/as y temerosos/as, ya que los violadores suelen inducir miedo en sus víctimas.
Ademá s, se pueden mostrar muy sensibles, con comportamientos de retraimiento, depresivos o
agresivos y de desvalorizació n personal. Así como bajar su rendimiento escolar. Por otro lado,
los/as estudiantes pueden ser má s propensos/as a las infecciones de transmisió n sexual y
embarazos no deseados.
 LA VIOLENCIA EXTERNA (PANDILLAS JUVENILES, SITUACIONES DE CONFLICTO SOCIAL)
Consideran aquí, las manifestaciones de violencia que se viven fuera de las puertas de la
institució n educativa; como la violencia de las pandillas juveniles, los conflictos políticos, la
dureza de la represió n policial, el no respetar los derechos humanos y ciudadanos y atentar
contra una convivencia democrá tica y de paz social. Todo esto se reproduce a menudo en el
contexto de la institució n educativa. Si bien se espera que las pandillas se manifiesten fuera de la
institució n educativa, muchas veces sus miembros son estudiantes en las aulas y se pueden dar
comportamientos como palizas, puñ aladas y disparos que pueden ser incluso mortales, en
comparació n con otras formas de violencia en la institució n educativa. En algunos casos puede
estar vinculada con el trá fico de drogas ilícitas. La inestabilidad política y los conflictos que
abarcan la represió n policial, también son ejemplos de violencia externa que influyen
profundamente en la índole de la violencia en la institució n educativa. La violencia externa que se
produce en una comunidad de los alrededores también puede infiltrarse en la escuela, dando
lugar a que los estudiantes lleven armas y a que surjan má s incidentes de violencia. Los
estudiantes pueden llevar armas porque se sienten amenazados o porque las pistolas y armas se
aceptan en la vida diaria de la comunidad. Las peleas generalmente suponen un conflicto en el
que no es fá cil distinguir entre el autor y la víctima.
¿Qué consecuencias puede generar?
Cuando los estudiantes está n involucrados en pandillas juveniles o viven en comunidades donde
la violencia y las drogas forman parte de la cultura, ello puede conducir directamente a que
asuman este tipo de comportamientos como parte de su forma de ser y que las peleas entre
pandillas, el uso de armas y la violencia relacionada con la droga se den también internamente en
la institució n educativa. Las situaciones de violencia y conflicto pueden afectar la capacidad de los
estudiantes para aprender y asistir a la escuela. Los conflictos también pueden tener
consecuencias en la infraestructura escolar, la disponibilidad de docentes cualificados y la
distribució n de material didá ctico y el acceso a él; lo que podrá limitar un desenvolvimiento de
calidad de la institució n educativa.
 ACOSO ESCOLAR O BULLYING
En los ú ltimos añ os, el acoso es uno de los tipos de violencia que está siendo má s difundido y al
que se le está prestando mayor atenció n. Sin embargo hay que precisar claramente a que se
refiere el acoso escolar. Lo que distingue al acoso escolar es que se da una relació n entre un
estudiante y otro u otros, y existen las siguientes características: Que las acciones violentas se
dan repetidamente, sean físicas/verbales y/o maltrato psicoló gico, y/o rechazo social, Hay una
diferencia de poder entre los protagonistas, Es clara la intenció n de dominar y causar dañ o,
haciéndolo planificadamente. Puede abarcar la burla, la provocació n, el uso de apodos hirientes,
la violencia física o la exclusió n social. El acoso puede ser directo o indirecto.
ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN DE LA VIOLENCIA FAMILIAR
La mayoría de las investigaciones afirman que la clave para dar solució n a la violencia escolar es
trabajar e intervenir de manera conjunta en interrelació n con todos los contextos involucrados en la
violencia escolar a nivel interno (Institució n educativa: clima institucional y clima del aula) y externo
(Trabajo colaborativo con padres y madres de familia y estableciendo redes y alianzas estratégicos
con la comunidad), con el fin de lograr una convivencia má s saludable, pacífica y democrá tica.
Tengamos presente que si se mejora la convivencia, no só lo favorece las relaciones entre todos, sino
que como comunidad de aprendizaje, facilita los procesos de enseñ anza y aprendizaje que se ven
reflejados en el aula y en sus diferentes interrelaciones.

Esta mirada que integra cada uno de los contextos, también es señ alada por la UNESCO en la
publicació n “Poner fin a la violencia en la escuela.- Guía para los docentes-2009” en el rubro de
alternativas de solució n ante la violencia escolar. Allí se señ alan diez propuestas de solució n ante la
violencia escolar, las que se sintetizan a continuació n:

 Abogar por un enfoque holístico que involucre a los estudiantes, el personal de la escuela, los
padres de familia y la comunidad. Esto implica realizar un trabajo conjunto focalizado en el
problema de la violencia, estableciendo un plan de acció n de prevenció n o de intervenció n en el
contexto escolar.
 Lograr que los estudiantes se involucren con el docente en la prevenció n de la violencia. Se
propone que se establezca en el plan de estudios el conocimiento-reflexivo-critico de los derechos
humanos y la paz, mediante estrategias y metodologías que facilite al estudiante el aplicarlo en el
aula y en sus relaciones sociales, familiares y con la comunidad.
 Utilizar técnicas y métodos de disciplina constructivos. Recomienda que la construcció n de
normas a nivel de aula deben ser concretas, sencillas y expresadas en positivo. É stas deben
guardar coherencia con las normas de la institució n educativa. La motivació n y aplicació n de las
normas deben ser educativas, formativas y no punitivas.
 Ser un factor activo y eficaz para poner fin al acoso. En primer lugar es necesario que todos los
miembros de la institució n educativa y la comunidad compartan un mismo significado sobre la
violencia escolar y sus implicancias. Para luego intervenir en situaciones de acoso con
orientaciones y si el caso lo amerita, con amonestaciones eficaces y formativas.
 Fomentar la capacidad de adaptació n de los estudiantes y ayudarlos a afrontar los retos de la vida
de modo constructivo. Es necesario que los(as) docentes promuevan en los estudiantes las
habilidades y aptitudes necesarias para afrontar las situaciones cotidianas, conflictivas, y de
adversidad y así, poder relacionarse de manera pro-social y constructiva. La institució n educativa
podrá implementar y desarrollar programas de educació n por la paz y de orientació n escolar.
 Ser un modelo de conducta positivo denunciando la violencia sexual y por razones de género.
Los(as) docentes deben ser conscientes de los prejuicios de género y có mo estos generan
discriminació n. De igual forma, deben fomentar la sensibilizació n de esta problemá tica en el aula
con el propó sito que ayude a la convivencia armoniosa. A nivel institucional, es conveniente
desarrollar programas de formació n para entender y detectar los casos de violencia sexual y có mo
intervenir en ella, desde la correcció n en la comunidad educativa, hasta la denuncia formal con las
entidades correspondientes.
 Promover los mecanismos de seguridad escolar. La gestió n educativa debe velar por un clima
institucional de relaciones democrá ticas y pacíficas basado en el respeto mutuo entre los
miembros de la comunidad, con el fin de generar entre ellos confianza, seguridad y la escucha
activa ante cualquier situació n de violencia.
 Brindar espacios seguros y acogedores para los estudiantes. La gestió n educativa debe velar por la
ecología física de la institució n, realizando un diagnó stico sobre los riesgos (iluminació n, veredas,
zonas aisladas, vigilancia, etc.)a que está n expuestos los miembros de la institució n educativa.
 Adquirir aptitudes de prevenció n de la violencia y resolució n de conflictos y transmitirlas a los
estudiantes. La Direcció n de la institució n educativa debe fomentar la capacitació n y formació n en
materia de resolució n de conflictos por medios no violentos y enfoques de la organizació n escolar
basados en los derechos humanos y educació n para la paz.
 Reconocer la violencia y la discriminació n contra los estudiantes discapacitados y los procedentes
de comunidades indígenas o minoritarias y otras comunidades marginadas. Los estudiantes,
padres y madres de familia, profesores(as) deben tener claro lo que significa que toda persona
tiene derecho a ser respetada por quién es, valorando las diferencias.

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