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El bullying

Daniela Gómez Zurita

Córdoba

Universidad del Sinú - Elías Bechara Zainum

Trabajo social

Tivisay Orozco

23 de mayo de 2022
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El Bullying
El bullying o acoso escolar tiene relación con un tipo de comportamiento agresivo e
intimidatorio que se lleva a cabo de forma verbal, física o psicológica entre niños y adolescentes
a lo largo de la fase estudiantil, trata de una secuencia de maltratos consecutivos que son
llevados a cabo de forma intencional por uno o diversos agresores, destinados a embestir, crear
inseguridad o entorpecer su desenvolvimiento estudiantil.

El bullying se topa principalmente por ser practicado en un entorno escolar, se encuentra


estrechamente relacionado con las dinámicas de abuso de poder, por medio de las cuales un
sujeto humilla a otro para sentirse preeminente, para eso se vale de toda clase de agresiones
como burlas, insultos o maltratos físicos. Como consecuencia la víctima se siente temerosa de
sus agresores y busca evitarlos.

La víctima suele caracterizarse por presentar inseguridad, dificultades para defenderse, o


diferenciación de los demás compañeros por distintos motivos. Las maneras más frecuentes en
que se presenta son agresiones, amenazas, insultos, juegos sucios, trampas, apodos, entre otros.
Trata de una manera de maltrato que puede pasar inadvertida para los papás y las autoridades,
que acostumbran naturalizarlo y restarle trascendencia. No obstante, este fenómeno social puede
provocar gigantes perjuicios emocionales y psicológicos en la víctima, además de alentar y
normalizar el ejercicio de la violencia en el abusador.

Cabe destacar que las situaciones que tienen lugar fuera del entorno escolar como en el
trabajo, espacios de desenvolvimiento humano o episodios aislados de abuso, no se llaman acoso
escolar o bullying. En estos casos, se podría tratar de intimidación, acoso, abuso o violación.

Las principales causas del bullying se destacan diferentes orígenes, sin embargo, ante
todo por una posible actitud abusiva de parte de la persona que la ejerce, generalmente víctima a
su vez de padres abusivos, hogares disfuncionales y probablemente una carga de violencia.

Sus razones para el abuso pueden ser de distinto tipo, puede ser a partir de un reclamo
inconsciente de afecto, envidia del joven del que abusa o diversas dinámicas cercanas al
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desequilibrio que muestran una preocupante ausencia de empatía. Además, varios abusivos
tienen la posibilidad de exponer diversos grados de patologías mentales o de fallas emocionales.

Sin embargo, el clima de la organización educativa podría ser más o menos propicio para
el bullying o acoso escolar; Pueden ser Instituciones bastante rígidas, en las que un orden
implacable impide la comunicación entre estudiantes y maestros o, por otro lado, instituciones
sin ningún tipo de orden y disciplina, tienen la posibilidad de ser favorables para el surgimiento
de esta clase de conductas resultan ser contraproducentes.

Las consecuencias del bullying resultan ser realmente serias. Por un lado, normalizan la
violencia, la crueldad y la injusticia en el ámbito escolar, permitiendo así que resida dentro de las
generaciones escolares venideras, quienes ejemplifican la terrible dinámica entre víctima y
victimario. La peor parte de las consecuencias del bullying las sufre la víctima, quien está
sometido una tortura física, emocional y psicológica resultando a ser más propenso a sufrir en su
formación a lo largo de su vida. La devastación de la autoestima, el desarrollo de fobias sociales
y la sensación de culpa son apenas varias de las secuelas probables, cuya identificación y
procedimiento necesitan comúnmente ayuda terapéutica, inclusive una vez llegada la adultez.

Los especialistas aseguran que sólo por medio de una mediación simultánea sobre las
personas, sus espacios parientes y la organización educativa, es viable arrancar el acoso escolar
de raíz. No obstante, en ello influyen varios componentes socioculturales que huyen al entorno
educativo, y que constantemente realizan difícil tan solo detectar al abusador.

No obstante, las escuelas poseen la obligación de promover la comunicación entre


estudiantes y profesores. De esta forma se previene que los casos de violencia sean invisibles
para el personal de la organización, en especial para los delegados a la disciplina y los delegados
a la ayuda psicológica en caso de haberla, la colaboración de los papás de esa manera es clave,
así como romper la tranquilidad de la indiferencia de los compañeros de clase: el abusador
debería ser reconocido, denunciado y su conducta rechazada por el grupo u organización
estudiantil, llevando a cabo la presión social como reprensión sobre el comportamiento negativo,
en lugar de la víctima.
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Al final, el empoderamiento de la víctima es continuamente un instrumento eficaz, de la


mano de la terapia psicológica como herramienta que se puede llevar a cabo en la o las personas
implicadas.

Bibliografía
concepto. (1 de agosto de 2021).
Unknown. (14 de noviembre de 2016).
Coelho, F. (1 de enero de 2019). Significados.com. Obtenido de
https://www.significados.com/como-citar

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