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Resumen Landes
Resumen Landes
En China e India las reparaciones y reaprovisionamiento eran mucho mas urgentes. La demanda de
mano de obra durante la estación lluviosa y la gran producción de cultivos húmedos estimularon la
gran densidad de población. De ahí la necesidad del matrimonio temprano y casi universal, sin tomar
en cuenta la existencia de recursos materiales.
A diferencia de esto, los cristianos quienes habitaban la zona occidental de Europa aceptaban el
celibato, se casaban siendo mayores y tenían hijos de forma mas espaciada. Los europeos
privilegiaron las familias pequeñas y las estrategias para lograr alianzas familiares y la no división
de la herencia.
Sus dirigentes vislumbraron la relación entre cantidad, alimento y poder (año 200 d.C). Su control
político se desarrollo de la siguiente forma: 1. La movilización de los potenciales cultivadores, a los
que se les asignó un terreno cultivable. 2. Su técnica de almacenamiento de granos para alimentar a
futuros ejércitos. 3. La atención que brindaron a la provisión de alimentos en centros administrativos
fijos.
La agricultura china no podía ser lo suficientemente rápida. El estado y la sociedad estaban siempre
esforzándose por poseer nuevas tierras y mejores rendimientos, haciendo y usando personas con el
fin de alimentar a personas. En términos económicos sustituían tierra por mano de obra. En el siglo
XIII China ya tenía la agricultura más sofisticada del mundo, siendo la India su único rival. Todo
esto dejo poco espacio libre para los animales. La dieta de los chinos no incluya productos lácteos ni
proteína animal, y la ropa de lana era casi desconocida.
El derecho de propiedad debió redescubrirse y reafirmarse después de la caída de Roma. Este mundo
proporciono las bases para las instituciones de la propiedad privada. La costumbre germánica
consistía en una comunidad nómade, cada guerrero era dueño de sus modestas posesiones. En ese
contexto nada era tan especial y valioso como para dar origen a las nociones de propiedad privada.
La propiedad era aquello que podía tomarse y defenderse, era un derecho y ni la confiscación ni el
pillaje podían cambiarlo.
La cristiandad medieval occidental llegó a condenar las pretensiones de los gobernantes, por lo tanto
implícitamente brindó la protección a la propiedad privada. Los gobernantes terrenales no podían
hacer lo que quisieran y ni siquiera la iglesia podía burlarse de los derechos y tomarlos a voluntad.
En China aun cuando el estado no tomaba cosas del pueblo, controlaba, inspeccionaba y reprimía. La
autoridad no debía de depender de la buena voluntad, la actitud correcta y la virtud personal.
También en Europa abundaron los despotismos, pero fueron mitigados por la ley, la división
territorial y dentro de los estados, por la división de poder entre el poder central (la corona) y la
autoridad local. La fragmentación dio origen a la competencia, y esta favoreció el buen cuidado de
los súbditos buenos. Si eran tratados de mala manera podían irse a otro lado.
La lucha por el poder en las sociedades europeas dio origen al fenómeno específicamente europeo de
la ciudad semi autónoma, organizada y conocida como comuna.
La esencia de la comuna subyace en primer término en su función económica; estas unidades eran
gobiernos de los mercaderes, por los mercaderes y para los mercaderes. Y en segundo término en su
excepcional poder civil: su capacidad de conferir estado social y derechos políticos a sus residentes
fueron cruciales para realizar actividades comerciales y contar con libertad frente a la interferencia
externa.
Las ciudades se convirtieron en polos de atracción, lugares de refugio, nodos de intercambio con el
campo, y la migración hacia las ciudades mejoró los ingresos y el nivel. Pero ¿Por qué los
gobernantes permitieron derechos a hombres del campo y la ciudad? En primer termino nuevas
tierras, nuevas cosechas, el comercio y los mercados generaban ingresos, y estos generaban poder.
En segundo termino, los gobernantes deseaban aumentar su poder dentro de sus propios reinos para
luchar contra los señores feudales locales. Además si los gobernantes y nobles buscaban aumentar
sus ingresos debían atraer participante otorgando franquicias, libertades y privilegios, es decir,
celebrando acuerdos (este sistema no se aplicaba en China donde los gobernantes trasladaban a las
personas por la fuerza).
La gran suerte de Europa consistió en la caída de Roma y en la debilidad y división que sobrevino.
Por otro lado, la división entre lo secular y lo religioso colaboro como fisura. El cristianismo, a
diferencia de las sociedades islámicas, marcó la diferencia entre Dios y Cesar. La fragmentación
resulto determinante. La iglesia consiguió afirmarse políticamente en algunos países, pero dentro de
Europa se desarrollaron zonas de libre pensamiento. Esta libertad pudo expresarse mas adelante en la
reforma protestante.
En cuanto a China, no se había afianzado ninguna fe, promovía una moralidad laica superior,
juzgaban las ideas y la conducta y reprimían el disenso y la innovación, incluso la innovación
tecnológica. Era una sociedad cultural e intelectualmente con pocos cambios.
Una última ventaja que representaba la fragmentación: al descentralizar la autoridad, hizo que
Europa estuviera a salvo de conquistas repentinas y ataques del exterior (era mas facil para un
atacante someter, si lo lograba, a un único gran imperio, que a muchos estados separados y
distintos). Una vez finalizados los disturbios y amenazas del exterior, el sistema pude hacerse cargo
de sus perturbadores internos. Los siglos X y XI estuvieron plagados de bandolerismo señorial,
mitigado por revueltas y disturbios populares apoyados por la Iglesia. Desde arriba hacia abajo fue
vencido por los gobiernos centrales fuertes, aliados con intereses urbanos. Los ciento cincuenta años
que siguieron fueron un periodo de reconstrucción, mayor avance tecnológico y permanente
desarrollo y los comienzos de la exploración y conquista ultramarina.
Por otro lado, con la introducción del molino de viento por ejemplo, se manifiesta una sociedad que
estaba aprendiendo a sustituir la energía humana y animal por la natural.
La ubicación urbana hizo necesaria la racionalización del espacio y del tiempo, con la idea de
desalentar el engrandecimiento personal. El objetivo era una justicia social igualitaria, pero esta
imponía serias limitaciones a la empresa y el desarrollo. Así, en la Europa medieval, los controles
gremiales fueron una respuesta al libre comercio, como la expresión de una moralidad anterior. De
esta forma, los intentos de sustentar el monopolio local de los gremios, fueron desbaratados por la
aparición de los suburbios, donde no se aplicaban las normas urbanas. Los jornaleros especializados
trabajaban allí para los patrones que habían superado la capacidad de sus comercios, allí no regían
las restricciones del mercado.
Una consecuencia del comercio activo fue la selección de acuerdo al merito. Esto iba en contra del
principio de paridad (igualdad de resultados impuesto por los gremios). Algunos artesanos eran
simplemente mejores en su trabajo y atraían a compradores que excedían su capacidad. A los
jornaleros no se les permitía trabajar en el comercio que el patrón tenia en la ciudad, por eso
trabajaban en los suburbios. Este fue el comienzo de la producción fuera de la fábrica y de la
división del trabajo.
Desde el siglo XIII los mercaderes comenzaron a contratar a obreros suburbanos para realizar
algunas de las tareas mas tediosas y menos especializadas como en la industria textil, donde las
mujeres de los campesinos se ocupaban de hilar el tejido de forma externa, los comerciantes
proporcionaban la materia prima y retiraban el material ya hilado. Este cambio hacia la tercerización
encontró al principio poca resistencia por parte de los obreros urbanos pero luego ocasionó
conflictos con los gremios, especialmente el de tejedores. El único país donde este sistema se manejo
con libertad fue Inglaterra donde los gremios fueron transformados en hermandades ceremoniales.
En el siglo XV mas de la mitad de los tejidos de lana que producía Inglaterra se fabricaban en
cabalas rurales. Este recurso, que posibilitó contar con mano de obra barata, permitía competir en el
exterior con menores costos, de manera que en el siglo XVI Inglaterra se perfilaba como principal
nación manufacturera de Europa.
La expansión económica de la Europa medieval fue promovida por una sucesión de innovaciones
y adaptaciones organizacionales, la mayoría se iniciaron desde abajo. Comenzaron a utilizarse
instrumentos comerciales novedosos como los códigos comerciales.