una horrible bestia nocturna, una de las más populares leyendas de Tlaxcala. El Nahual (derivado de “naualli” de la lengua náhuatl) algunos escritores lo describen como una persona común que vive entre las personas, pero que posee poderes especiales de brujo y quizá sobrenaturales. En la leyenda del nahual, un ser creado desde la cultura mexicana, es una criatura nocturna, que se cuenta que durante el día funge como una persona normal y por las noches se convierte en una bestia. Los abuelos en Tlaxcala cuentan que los nahuales salían por las noches a saciar su sed de sangre a matar el ganado y en algunos casos atacar a las personas. Si deseas conocer más acerca de las leyendas mexicanas tradicionales, a continuación La Verdad Noticias te comparte todos los detalles sobre los nahuales y la leyenda del nahual infantil de estos seres mitológicos. Cuentan que un día, en el bonito pueblo de Zacatlán, llegó a habitar un brujo muy malo que tenía la habilidad de convertirse en un enorme pájaro. Todos los días al ponerse el sol, armaba una hoguera muy grande en el patio de su casa, con el que practicaba siniestras ceremonias. Así era capaz de transformar su cuerpo y sobrevolar por el poblado, aterrorizando a la gente, que se encerraba en sus casas a cal y canto. Y si alguno de ellos llegaba a quedarse afuera por descuido, que Dios lo ampara, porque el nahual se lanzaba en picada contra él y le hacía heridas con las garras y el pico, hasta dejarle desfallecido. Quienes tenían niños o bebés debían vigilarlos igualmente en todo momento, porque el espantoso pájaro podía meterse por sus ventanas para llevarlos. Todos estaban cansados de él, pero no sabían cómo enfrentarlo porque le tenían mucho miedo. Así que un día, los hombres se reunieron con palos y machetes para decidir qué hacer. —Yo propongo que entremos en su casa mientras no está —dijo uno de ellos— y veamos que encontramos en la hoguera. Así se dirigieron hasta la morada del brujo, que para esa hora estaba volando a ver a quién podía hacerle daño. Se dirigieron a su patio trasero y encontraron los restos de la fogata junto con las ropas del brujo. Y también algo impresionante. Sus brazos estaban tirados a un lado. —¿Qué hacemos con esto? —preguntó uno. —¿Pues qué más? Vamos a esconderlo todo — dijo otro—, a ver si así sigue atreviéndose a hacernos la vida imposible. Se llevaron todo, incluyendo los brazos que ocultaron en uno de los fogones de la cocina. Cuando el nahual volvió, se puso muy angustiado pues no podía transformarse por completo. Tenía el cuerpo de un hombre pero aún conservaba sus enormes alas de pájaro. Pronto se vio acorralado por aquellos hombres que habían entrado en su casa. Les suplicó que le perdonaran la vida más ellos se negaron. Entonces les ofreció un trato. —Si me dejan ir y me devuelven mis brazos, voy a volverlos muy ricos y poderosos. Los hombres se miraron entre sí, sopesando las palabras del brujo. —¿Cómo sabemos que podemos confiar en ti? —le preguntaron. —Les doy mi palabra de que todo cuanto digo es cierto —juro él. —Los seres como tú no tienen palabra — respondieron ellos y acto seguido, volvieron a prender la hoguera para quemar al nahual, quien se consumió en una estela de humo y cenizas. Los nahuales o naguales significan energía, espíritu o fuerza de los seres y elementos de la naturaleza. Según la cosmovisión maya, son símbolos que representan y vinculan a cada persona con el ecosistema, creando así el equilibrio. Con sus poderes, producto del pacto con el diablo, aquellos nahuales podían alterar los fenómenos climáticos como las lluvias, los truenos y los granizos. Se cree que en tiempos de Tlaxcallán (Tlaxcala) los nahuales eran protegidos por el dios prehispánico de la guerra y el sacrificio: Tezcatlipoca. El mito del nahual de Tlaxcala dice que un nahual podía transformarse en diferentes criaturas, pero de día podían ser señores muy respetables incluso ricos. Antes del apogeo de las grandes civilizaciones prehispánicas, como la mexica o la maya, los indígenas yakis, tarahumaras y seris que vivían en el norte de México y en el sur de los Estados Unidos (cerca del 900 d.C.), ya tenían nahuales. Estas civilizaciones se hallaban asentadas en parte de lo que hoy son los estados americanos de California, Nuevo México y Texas, y los estados mexicanos de Chihuahua, Baja California, Sonora y Sinaloa. Ellos creían que si un hombre puede llegar a conocer su espíritu primitivo o nahual, entonces lo podía usar para curar a la gente y practicar la magia. Muchos dibujos primitivos en viejas cuevas muestran a personas como hombres- lobo, de aquí la forma en que fue trascendiendo la Leyenda del nahual.