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ANALISIS
La casa de la bruja, es un cuento que fue escrito por José Rafael Pocaterra, y publicado en el año
1922, junto a otros 43 cuentos mas, mediante esta narrativa corta Pocaterra intenta trasladarnos a
principios del siglo XX, y de alguna forma hacernos comprender como era aquella Venezuela,
sofocada, colapsada y con muchísimos cambios políticos, económicos y sobre todo sociales que
afectaban en gran manera al ciudadano venezolano y por supuesto, incluyendose a sí mismo. Una
de las principales motivaciones de Pocaterra para escribir este cuento fue el hecho de plasmar en
él la realidad vivida, específicamente el gomecismo, el cual fue un gobierno dictatorial, falto de
honestidad, tirano y fomentado con principios de autoridad abusiva, quiso, pues, Pocaterra
expresar todo eso a través de una prosa clara, concisa y precisa.
Adentrémonos un poco más en la trama del cuento, principalmente se trata acerca de una anciana
la cual habitaba en un pueblo, dicha señora vivía en una casa de adobes rojos muy vieja, techada
de palmas y de pedazos de latón, esta casa sin duda alguna transmitía una vibra muy misteriosa e
incluso espeluznante, que a su vez difundía miedo a todos los lugareños de aquel pueblito. Dicha
señora siempre iba deambulando por las calles, solitaria y con cierta actitud que impartía terror y
cierto sentimiento de maldad, pues absolutamente todos y cada uno de los habitantes del pueblo la
catalogaban sin piedad como ¨la bruja¨.
Aquella presunta bruja, debido a su actitud enigmática, cuando andaba por aquellas calles del
pueblo de alguna forma daba a entender que algo escondía, pero semejantes pueblerinos
dejándose llevar por simples apariencias solo pensaban lo peor, y en su andar por el vecindario era
imputada y humillada, todos le temían y siempre blasfemaban contra ella, constantemente ante
tales acusaciones ella trataba de ignorarlos y solamente ocuparse de sus cosas, pero aquellos
campesinos veían eso aun mas sospechoso.
Todos sus vecinos insistentemente formulaban mitos en contra de aquella anciana, acusándola de
verla volar por las noches sobre su escoba, de tomarse el aceite de las lámparas de las iglesias e
inclusive de cantar con Satanás.
Luego de que dichas acusaciones fuesen rutina en aquel pequeño pueblo, ocurrió algo inesperado
pues el hijo de la mujer que fue la primera en blasfemar contra aquella bruja, murió debido una
enfermedad llamada paludismo, esto sin lugar a dudas terminó de desatar la ira de todo el pueblo,
pues aunque el doctor certificó que el niño murió a causa de dicha enfermedad, sus padres
acusaron a la bruja de forma agresiva y sin clemencia. A raíz de lo ocurrido el padre de la creatura
acudió a conversar con el jefe civil, para denunciar a la bruja que solo lo que hacía era provocar
calamidades y desgracias.
El jefe civil a causa de que era un hombre trabajador y hacendoso de inmediato tomó cartas en el
asunto y copiló varios voluntarios, hombres del pueblo para así ¨ caerle¨ de imprevisto a dicha
señora y cacharla haciendo brujería. Fueron a revisar su casa y para su gran sorpresa, la presunta
bruja solo era una señora que acarreaba con las grandes dolencias, aflicciones y congojas de
cuidar a su pequeño hijo enfermo que se encontraba muy grave al filo de la muerte.