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Módulo:
D.N.I: 33599679
N° Pre-Inscripción: 33599679
Actividad N° 1: Texto de Diego García y Leandro Inchauspe Una
breve historia de la UNC (1918-2013)
Con el advenimiento del peronismo la universidad amplía sus horizontes a los sectores más
humildes, mediante la eliminación de aranceles y se inserta plenamente en el proceso productivo e
industrializador con la creación de la universidad tecnológica. Sin embargo estos derechos sociales
avanzan en detrimento de los logros reformistas y de libertades individuales mediante la fuerte
intervención estatal y las persecuciones ideológicas.
Tras la ruptura del orden democrático la universidad cambia nuevamente de rumbo con la gesta de
un movimiento desperonizador que re-instaura la persecución ideológica y la proscripción en
medio de una escalada de violencia. Se recuperan logros de la reforma pero se retrocede en
derechos de corte social; se crean universidades privadas y se las equipara a las estatales,
sometiendo cada vez más a estas últimas a un criterio modernizador.
Un nuevo golpe de estado al presidente Arturo Ilia instaura una dictadura, que produce un nuevo
retroceso. Las presiones internas y el contexto internacional se materializan en los levantamientos
del Cordobazo 1969 y el Viborazo 1971 que producirán el recambio interno de la dictadura y el
posterior llamado a elecciones.
Tras un interludio democrático se instaura una nueva dictadura, de violencia y crueldad sin
precedentes, que no solo avanza sobre la educación sino sobre los propios derechos humanos y el
aparato productivo nacional.
Con la etapa inaugurada tras el final de la presidencia de Eduardo Duhalde la universidad retoma
el espíritu reformista y de compromiso social, no sin deudas pendientes como una ley de educación
que hereda parte del espíritu de los 90, entre otras.
El Título elegido surge teniendo en cuenta el carácter del texto mismo, que parte, no casualmente a
mi parecer, de la Reforma como elemento de origen para el análisis histórico, además del requisito
de acotamiento del trabajo a la búsqueda de los cambios ocurridos en la universidad en cada
momento histórico trascendental.
Es así que puede identificarse al espíritu de la educación universitaria como derecho universal y
garante del libre pensamiento en la época de la reforma, o una universidad como elemento de
promoción social y motor industrializador de la nación en el peronismo. También una concepción
de universidad modernizadora de la sociedad aunque más desligada de lo extraacadémico en la
época de Frondizi y una universidad como amenaza al conservadurismo, las elites dominantes y
los intereses alineados de estos sectores con los de otros países y organismos internacionales en
las dictaduras, etc.
Es por estos motivos que pareció más representativo tratar de exponer los cambios en la
universidad inmersos en el espíritu del momento histórico que los condicionó.
Actividad N° 2: Texto de Eduardo Rinesi y Manifiesto Liminar de la
Reforma de 1918.
La primera de las cuestiones que recoge el autor es la vigencia de una autoridad emanada
de la tradición y la fuerza, que sirve a ciertos sectores para justificar y fundamentar un tipo de
conocimiento dogmático y acrítico que resulta de utilidad a sus intereses. Puede apreciarse en
frases como: “Por eso es que la Ciencia... pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio
burocrático” “el arcaico y bárbaro concepto de Autoridad que en estas Casas es un baluarte de
absurda tiranía y sólo sirve para proteger criminalmente la falsa-dignidad y la falsa-competencia”.
El segundo elemento importante que se resalta es, en palabras del autor el “fuerte tono
latinoamericanista” en palabras del autor, que presenta el manifiesto en su redacción y que insta a
propagar el movimiento reformista por el continente ya que considera a los demás países presa de
los mismos problemas con sus respectivas particularidades. Esto se manifiesta explícitamente en
fragmentos como los siguientes: “la redención espiritual de las juventudes americanas (…es…)
nuestra única recompensa, pues sabemos que nuestras verdades lo son- y dolorosas- de todo el
continente”.
El cuarto elemento de análisis que Rinesi considera importante es el tono juvenilista que
muestra el manifiesto y que en palabras del autor expresa una “reivindicación de la juventud como
protagonista de los inexorables cambios” y exhorta a ”La defensa del heroísmo, la incorruptibilidad,
el desinterés y la sabiduría de la juventud” lo que se aprecia en fragmentos como los siguientes:
“La juventud vive siempre en trance de heroísmo” “Se había obtenido una reforma liberal mediante
el sacrificio heróico de una juventud”; pero resalta también que “hoy podemos y debemos
desconfiar de esas confianzas” confianzas que pueden cuestionarse en atención a estas líneas (La
juventud…) “No se equivoca nunca en la elección de sus propios maestros(...) seguros de que el
acierto ha de coronar sus determinaciones”
El mayor valor de éste radica según creo en la reivindicación de la lucha “un llamamiento a la lucha
suprema por la libertad” la participación y el compromiso “no podemos dejar librada nuestra suerte
a la tiranía (...) no al juego de intereses egoístas” en contra del conformismo y apatía impulsada
por ciertos sectores de la sociedad. Al mismo tiempo lo hace evocando y promoviendo nobles
valores como la libertad, el amor en la enseñanza, etc junto a una actitud crítica y fundamentada en
la razón por sobre la autoridad o cualquier otro tipo razonamiento falaz.
Creo que en el actual contexto es más que nunca oportuno volver a analizar el manifiesto y
empaparse del espíritu reformista para estar a la altura de las circunstancias históricas que nos
tocan vivir.
Comparto la mirada que expresa Diego Tatián sobre la misión o cometido de las humanidades las
que se erigen como protectoras de los hechos y los productos humanos, en su más amplio sentido,
de la destrucción o el negacionismo; al tiempo que creo en el poder transformador de estas el
“poder de interpretar sentidos, de producir cambios en las representaciones de nosotros mismos” y
del medio en que vivimos para protegerlo y transformarlo ya que como señala el autor “el cuidado
del mundo puede y debe ser transformador”.
En los tiempos actuales en los que todo parece, de manera ilusoria y no casual en mi opinión, estar
determinado, cuantificado,donde existe una amplia y hasta excesiva confianza en las ciencias
básicas como una suerte de cientificismo, se pierde de vista que los productos de las humanidades
no son acabados, ni absolutos como las leyes físicas, sino que somos nosotros quienes los
creamos, a sabiendas o desconociéndolo, de manera profesional y planificada o espontánea e
involuntaria, aun con el mero hecho de transitar el mundo.
En última instancia, creo que elijo las humanidades porque, mis preguntas son las de las
humanidades, y citando nuevamente a Tatian “Preguntas que no tienen una respuesta última pero
ello no las vuelve innecesarias, y nadie (...o al menos yo…) no quisiera vivir en un mundo donde ya
no existieran”