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Macroeconomía

Alejandro Naclerio

Índice de contenidos
Introducción
Unidad
Unidad
Versión digital de la
Carpeta de trabajo Unidad
Unidad

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2

Naclerio, Alejandro
Macroeconomía / Alejandro Naclerio. - 1a ed . - Bernal : Universidad
Virtual de Quilmes, 2019.
Libro digital, HTML

Archivo Digital: online


ISBN 978-987-774-032-5

1. Macroeconomía. 2. Demanda. 3. Economía Abierta. I. Título.


CDD 339

Procesamiento didáctico: Bruno De Angelis y María Walas


Diseño original de maqueta: Hernán Morfese, Marcelo Aceituno y
Juan Ignacio Siwak
Diagramación: Juan Ignacio Siwak
Primera edición: abril de 2019

ISBN: 978-987-774-032-5

© Universidad Virtual de Quilmes, 2019


Roque Sáenz Peña 352, (B1876BXD) Bernal, Buenos Aires
Teléfono: (5411) 4365 7100 http://www.virtual.unq.edu.ar

La Universidad Nacional de Quilmes se reserva la facultad de dis-


poner de esta obra, publicarla, traducirla, adaptarla o autorizar su
traducción y reproducción en cualquier forma, total o parcialmente,
por medios electrónicos o mecánicos, incluyendo fotocopias, gra-
bación magnetofónica y cualquier sistema de almacenamiento de
información. Por consiguiente, nadie tiene facultad de ejercitar los
derechos precitados sin permiso escrito del editor.

Queda hecho el depósito que establece la ley 11.723


3

Íconos

LL
Leer con atención. Son afirmaciones, conceptos o definiciones destacadas
y sustanciales que aportan claves para la comprensión del tema que se
desarrolla.

PP
Para reflexionar. Propone un diálogo con el material a través de preguntas,
planteamiento de problemas, confrontaciones del tema con la realidad,
ejemplos o cuestionamientos que alienten la autorreflexión.
Texto aparte. Contiene citas de autor, pasajes que contextualicen el desa-
rrollo temático, estudio de casos, notas periodísticas, comentarios para for-
mular aclaraciones o profundizaciones.

Pastilla. Incorpora informaciones breves, complementarias o aclaratorias de


N algún término o frase del texto principal. El subrayado indica los términos a
propósito de los cuales se incluye esa información asociada en el margen.

CC
Cita. Se diferencia de la palabra del autor de la Carpeta a través de la inser-
ción de comillas, para indicar claramente que se trata de otra voz que ingre-
sa al texto.
Ejemplo. Se utiliza para ilustrar una definición o una afirmación del texto
principal, con el objetivo de que se puedan fijar mejor los conceptos.

AA
Para ampliar. Extiende la explicación a distintos casos o textos como podrían
ser los periodísticos o de otras fuentes.

KK
Actividades. Son ejercicios, investigaciones, encuestas, elaboración de cua-
dros, gráficos, resolución de guías de estudio, etcétera.

SS
Audio. Fragmentos de discursos, entrevistas, registro oral del profesor expli-
cando algún tema, etcétera.

EE
Audiovisual. Videos, documentales, conferencias, fragmentos de películas,
entrevistas, grabaciones, etcétera.

II
Imagen. Gráficos, esquemas, cuadros, figuras, dibujos, fotografías, etcétera.

WW
Recurso web. Links a sitios o páginas web que resulten una referencia den-
tro del campo disciplinario.

OO
Lec­tu­ra obli­ga­to­ria. Textos completos, capítulos de libros, artículos y papers
que se encuentran digitalizados en el aula virtual.

RR
Lectura recomendada. Bibliografía que no se considera obligatoria y a la que
se puede recurrir para ampliar o profundizar algún tema.

Código. Incorpora al material un determinado lenguaje de programación.


Línea de tiempo. Se utiliza para comprender visualmente una sucesión cro-
nológica de hechos.
4
5

Índice

El autor.................................................................................................. 7
Introducción............................................................................................ 9
La macroeconomía: el funcionamiento del sistema económico............ 9
Problemática del campo................................................................. 11
Reflexiones acerca del aprendizaje en un entorno virtual................... 11
Mapa conceptual.................................................................................. 13
Objetivos del curso................................................................................ 15

1. Macroeconomía: los datos y el análisis............................................. 17


Objetivos.............................................................................................. 17
1.1. Modelo y sistema macroeconómico................................................. 17
1.1.1. Metodología y modelos......................................................... 19
1.1.2. Característica de los sistemas: las instituciones.................... 20
1.1.3. Historia del pensamiento económico. Keynes: padre de
la Macroeconomía.......................................................................... 21
1.2. Los datos de la macroeconomía...................................................... 27
1.2.1. El concepto de valor agregado............................................... 27
1.2.2. La Contabilidad Nacional...................................................... 31
1.2.3. Distribución del ingreso, desempleo y pobreza....................... 42
1.2.4. Desempleo y pobreza........................................................... 51
1.2.5. Precios e inflación................................................................ 60
1.3. Producto real y ciclos..................................................................... 72
1.3.1. Ciclos y tendencias del producto........................................... 74
1.3.2. El comportamiento cíclico del producto.................................. 75
1.3.3. La relación entre el empleo y el producto............................... 77

2. La demanda agregada....................................................................... 81
Objetivos ............................................................................................. 81
2.1. Gasto agregado y demanda agregada.............................................. 81
2.2. La demanda agregada y la producción............................................. 83
2.2.1. Primer modelo (producción-demanda o ingreso-gasto)............. 83
2.2.2. La demanda agregada con sector público: política fiscal......... 96
2.2.3. La demanda agregada con sector público y en una
economía abierta......................................................................... 103
2.3. El ahorro y la inversión: la obtención de la función I-S..................... 106
2.3.1. La función IS..................................................................... 107
2.4. El dinero...................................................................................... 112
2.4.1. Las funciones del dinero..................................................... 112
2.4.2. La oferta de dinero: el Banco Central y los bancos............... 113
2.4.3. La demanda de dinero........................................................ 117
2.5. El modelo IS-LM........................................................................... 124
2.5.1 El equilibrio IS-ML............................................................... 125
2.5.2. Análisis del desequilibrio en los dos mercados..................... 128
2.5.3. Las políticas de demanda agregada que surgen del modelo.. 129
2.6. Obtención de la función de demanda agregada con precios
endógenos.................................................................................. 133
2.6.1. Oferta nominal y real de dinero........................................... 133
6

2.6.2. Obtención de la DA con precios endógenos a partir del


modelo IS-LM............................................................................... 134
2.7. Políticas de demanda agregada con precios endógenos.................. 138
2.7.1. Política monetaria.............................................................. 139
2.7.2. Política fiscal..................................................................... 140

3. La oferta agregada. Producción, precio, salario y ganancia............... 143


Objetivos............................................................................................ 143
3.1. Teoría de la oferta agregada.......................................................... 143
3.1.1. La función de oferta agregada como herramienta analítica.... 144
3.1.2. El mercado de trabajo......................................................... 147
3.1.3. Obtención de la oferta agregada a partir del mercado
de trabajo.................................................................................... 150
3.2. Equilibrio OA-DA........................................................................... 156
3.2.1. La oferta agregada clásica y la keynesiana........................... 158
3.2.2. El funcionamiento conjunto de oferta agregada-demanda
agregada..................................................................................... 162
3.2.3. Desplazamientos de la función de oferta agregada............... 167
3.3. La relación entre el desempleo, los salarios y las ganancias........... 172
3.3.1. Las ganancias (o beneficios), los salarios y el empleo.......... 173
3.3.2. La curva de Phillips............................................................ 176

4.Introducción a la macroeconomía en economías abiertas.................. 187


Objetivos ........................................................................................... 187
4.1. El mercado cambiario. Ajuste de reservas internacionales o de
tipo de cambio............................................................................. 187
4.2. Repaso del balance de pagos....................................................... 191
4.3. Del tipo de cambio nominal al tipo de cambio real.......................... 195
4.3.1. Tipo de cambio real y demanda agregada............................ 197
4.3.2. Equilibrio oferta-demanda agregada en una economía
abierta........................................................................................ 200
4.4. Apertura y movilidad de capitales.................................................. 209
4.4.1. Política monetaria y fiscal con tipo de cambio fijo................. 211
4.4.2. Política monetaria y fiscal con tipo de cambio flexible........... 213
4.4.3. La tasa de interés internacional.......................................... 216

Referencias bibliográficas................................................................... 227

Macroeconomía Alejandro Naclerio


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El autor

Alejandro Naclerio es Doctor en Economía, Universidad de Paris 13, Francia.


Magíster especializado en temas industriales también en Paris 13. Asimismo,
Magíster en la Universidad de Buenos Aires y Licenciado en Economía de la
Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Ha publicado numerosos artículos en
libros y revistas con referato. Sus investigaciones se relacionan con la política
económica y el desarrollo. Es profesor en la Universidad Nacional de Quilmes,
Universidad Nacional de Moreno y UNLP. Dicta seminarios de posgrado sobre
la economía argentina y latinoamericana en la UNLP y en otras universidades.
Ha coordinado proyectos de investigación y de gestión en el ámbito nacional e
internacional. Ha cumplido con tareas técnicas de gestión en la Administración
pública vinculado a temas económicos, productivos y sociales.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


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Introducción

La macroeconomía: el funcionamiento del sistema


económico
Los países tienen resultados macroeconómicos diferentes, algunos crecen, tienen
bajo desempleo, baja inflación y casi no tienen pobreza. Otros tienen desempleo o
alta inflación o alta pobreza, o varios flagelos sociales de este tipo al mismo tiempo.
En virtud de esta controversia que divide al mundo en países donde la política mejo-
ra la vida de sus habitante y países donde las crisis pauperizan la sociedad, vamos
a pensar en un sistema económico complejo en el que las instituciones –o normas
escritas o no escritas que regulan la economía– se coordinan para que este funcio-
ne. Es decir, pensar la macroeconomía es analizar la evolución institucional de los
conflictos sociales inherentes a la generación y el reparto del producto o el ingreso.
La macroeconomía es el resultado de políticas que se aplican o que no se
aplican y es un campo de batalla intelectual en los medios de comunicación,
donde se instalan ideas y defienden intereses que muchas veces contrastan
con la racionalidad y el bienestar de la sociedad en su conjunto. Es muy común
ver en tapa de diarios la cotización del dólar, si el Banco Central compró o
vendió reservas internacionales, si la economía está en recesión, si aumentó
o bajó el desempleo, la pobreza, o si la tasa de inflación del mes pasado fue
más alta de lo esperado y muchas otras cuestiones de estas características.
Estos temas, y varias cuestiones relacionadas, van a tratarse pero de manera
muy diferente a la que vemos en los medios. Aquí va haber un marco concep-
tual que justifica los argumentos y un desarrollo teórico que respalda, desde
una visión determinada, los análisis económicos.
¿Cómo vamos a tratar estos temas? Vamos a acercarnos empírica y teórica-
mente, lo que significa que utilizaremos datos que tienen sentido en un determi-
nado contexto histórico, social y político. Como resultado de estos análisis vamos
a decir que la economía crece y se desarrolla cuando incorpora a cada vez más
persona a una civilización que aprende a producir colectivamente. En este senti-
do, la base fundacional de la Macroeconomía es el buen funcionamiento del sis-
tema económico, lo cual implica crecimiento y eliminación del desempleo, y con
ello de la pobreza, principales flagelos de las sociedades industriales del siglo XX.
Para un curso inicial de Macroeconomía, es muy útil seguir un libro de texto
o manual de la disciplina. Esto es aún más necesario para un curso dirigido
no específicamente a estudiantes de la carrera de Economía, sino a otras
como Comercio Internacional o Contador Público, que deben valerse del análi-
sis macroeconómico para tomar decisiones. Las siguientes opciones son váli-
das para seguir con la línea general de la Carpeta de trabajo aunque muchas
veces algunos análisis, sobre todo los específicos de Argentina, quedan trun-
cos. Ninguno de los textos recomendados cubre la totalidad del curso y debe-
rán complementarse con la bibliografía recomendada en clase.
Opciones bibliográficas:

•• Blanchard, O. y Pérez Enrri, D. (2011), Macroeconomía. Teoría y Política Eco-


nómica con Aplicaciones a América Latina, 2da edición, Pearson Prentice-Hall,
Buenos Aires.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


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•• Dornbusch, R., Fischer, S. y Startz, R. (2014), Macroeconomía, 12da edición,


McGraw-Hill, Madrid.
•• Naclerio, A., De Santis, G. y Narodowski, P. (2007), Teoría y Política Macro-
económica: Aplicaciones a la Economía Argentina, Edulp, Buenos Aires.

Es conveniente, y hasta necesario, seguir con espíritu crítico las conclusiones


de los modelos presentados en los textos y en esta propia carpeta. Sin embar-
go, antes de ser críticos debemos comprender lo más acabadamente posible
las premisas y conclusiones de los modelos que contienen a las explicacio-
nes de los fenómenos que aquí estudiamos. Por ello, resulta indispensable
entender primero la lógica de los principales modelos con la bibliografía básica
y luego acudir a la bibliografía recomendada para completar y forjarse una
conceptualización de cada temática.
La Carpeta de trabajo se divide en cuatro unidades. En la primera parte
vamos a presentar la Macroeconomía, de dónde provienen los desarrollos teó-
ricos y los razonamientos macroeconómicos y cuáles son los objetivos a los
que se enfrenta. Los razonamientos macroeconómicos se construyen con dos
cosas: con datos y teorías. Por ejemplo, el dato es “inflación alta” y la teoría
es “qué política aplicar para bajar la inflación”. Notemos que entre dato y teo-
ría tenemos el objetivo de bajar la inflación. La construcción del dato, a dife-
rencia de la teoría y el objetivo, concita una cierta opinión general acerca de
sus implicancias. Esto es, el dato de alta inflación o alto desempleo son el
mismo para un economista adscripto en un enfoque teórico determinado como
para aquel economista opositor. Esto quiere decir que los economistas difie-
ren en sus conclusiones y recetas para alcanzar objetivos, inclusive difieren
tanto que a veces lo que dicen unos es exactamente opuesto a lo que dicen
otros. Sin embargo, cuando hablamos de datos las diferencias no se refieren
a la lectura cruda del dato sino a su interpretación. En virtud de ello, veremos
cómo se construyen y se realizan los principales datos de la macroeconomía.
En particular entenderemos qué significa el valor agregado o el producto (PBI)
y cómo se mide. También al entender la forma en que se mide, entenderemos
su distribución. Luego veremos las mediciones del desempleo, la pobreza y la
inflación. Tanto para medir la inflación como el PBI necesitaremos de núme-
ros índices y comprender su aplicabilidad es fundamental para saber leer la
macroeconomía. Aplicaremos estos datos a la Argentina e iremos proponien-
do ejercicios para su mejor comprensión.
Una vez despejada la cuestión conceptual y empírica en la Unidad 1, en
las unidades 2, 3 y 4 de la Carpeta estudiaremos modelos de descripción y
análisis macroeconómico. En la Unidad 2 trataremos la demanda agregada.
Veremos el rol fundamental de los mercados de bienes y dinero, cuya interac-
ción nos permite apreciar las utilidades de las políticas fiscales y monetarias.
Introduciremos aquí el dinero como elemento determinante del nivel de pro-
ducto y veremos la utilidad de la política monetaria. Con el modelo IS-LM se
podrá formalizar un esquema para comprender las expansiones fiscales y el
manejo del dinero y la tasa de interés. Luego analizaremos el rol de los pre-
cios sobre la demanda agregada y las posibilidades de ampliar la producción
en un contexto inflacionario.
En la Unidad 3 estudiaremos la producción partiendo del mercado de tra-
bajo neoclásico pero con un sentido crítico, acentuando la procedencia teóri-
ca de los argumentos. Expondremos las divergencias keynesianas y clásicas
sobre la visión de la oferta y el impacto sobre la oferta de las diferentes cues-

Macroeconomía Alejandro Naclerio


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tiones exógenas, como los cambios en la estructura productiva mundial y los


cambios científico tecnológico. En este marco analizaremos el modelo oferta
agregada-demanda agregada y sus limitaciones, con especial énfasis en las
políticas fiscales y monetarias. Además en esta unidad estudiaremos enfo-
ques sobre la inflación partiendo de la curva de Phillips y sus interpretaciones
y acudiendo a una visión heterodoxa estructuralista para completar el amplio
abanico de causales inflacionarias.
Finalmente, en la Unidad 4 presentaremos algunas cuestiones introducto-
rias sobre la macroeconomía en economía abierta. La idea es ver cómo se
modifican –para bien o para mal– los postulados sobre la política fiscal y mone-
taria cuando estamos en una economía que opera comercial y financieramente
con el resto del mundo. Por otro lado, también veremos casos de aplicación
para la Argentina dado que el sector externo históricamente siempre ha deter-
minado el funcionamiento de su sistema económico. Analizaremos el rol del
dólar en la Argentina, los planes de estabilización y la controversia productiva
en torno problema del desarrollo argentino vinculado al faltante de divisas.

Problemática del campo


El campo de estudio de la Macroeconomía abarca a la sociedad como un todo y
no a comportamientos o intereses particulares. La producción es un resultado
social que debe crecer año a año para satisfacer a cada vez más personas
que participan del proceso productivo. Cuando la producción no crece o se
concentra en pocas manos, deviene en desempleo y pobreza. Podemos decir,
entonces, que la Macroeconomía se propone encontrar las políticas adecua-
das o las buenas instituciones para que la economía funcione.
Entender el funcionamiento del sistema económico es un desafío que nos
invita a reflexionar y conocer sobre diferentes realidades y teorías que explican
el nivel de vida o el desarrollo en un determinado tiempo y lugar. Por eso, a lo
largo de esta Carpeta vamos a pensar las problemáticas u objetos estudiados
con las correspondientes teorías que los tratan. Dichas teorías no siempre son
las mismas y responden, muchas veces, a costados ideológicos opuestos.

Reflexiones acerca del aprendizaje en un entorno


virtual
El entorno virtual nos obliga a estar conectados a una red donde circulan datos
macroeconómicos continuamente. En tal sentido, resulta esencial el apetito
curioso del estudiante que ha sido capaz de elaborar, madurar e incorporar
definitivamente los conceptos centrales de la materia. No debe caerse en
comportamientos ni lecturas mecánicas, que en ocasiones los internautas
adquieren para resolver cuestiones inmediatas. El compromiso del aprendizaje
virtual debe generar en primer lugar una lectura comprometida e interactiva, de
los datos y los conceptos, para luego lanzarse con criterios metodológicos al
universo virtual al cual es necesario acceder con herramientas, de lo contrario
no dejará de ser una inconmensurable biblioteca desordenada.
Estar conectado con el curso y con la red nos permite reforzar y perfeccio-
nar continuamente nuestras interpretaciones. Asimismo, estar en línea nos
brinda solidez analítica para asistir como espectadores conscientes y, por qué
no, como protagonistas a debates centrales que transcurren en el espacio vir-

Macroeconomía Alejandro Naclerio


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tual, donde las ideas se construyen con un caudal de información sin prece-
dentes. Para poder aprovechar este universo es necesario tener sólidos con-
ceptos que se pueden adquirir cuando los estudiantes actúan proactivamente
con docentes, instructores y sus propios compañeros. Los foros tanto dentro
del propio curso como de tantos otros espacios se nutren en definitiva de esta
habitualidad que conecta al estudiante, ávido de aprender, con un mundo sin
fronteras, que queda justo detrás de la pantalla. Por lo tanto, proponemos al
estudiante que sigue atentamente el curso que no tenga reparos en formular
preguntas y cuestionamientos ya que son sus intervenciones las que harán
girar la rueda del conocimiento.

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Mapa conceptual

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Objetivos del curso

El estudiante de este curso de Macroeconomía deberá alcanzar los siguientes


objetivos:
•• Aprender a reflexionar en términos agregados entendiendo el carácter holís-
tico de la Macroeconomía.
•• Entender la morfología y las características de los datos macroeconómicos.
Diferenciar entre los datos ex post y los argumentos ex ante para realizar
los análisis macroeconómicos.
•• Resolver problemas macroeconómicos. Entender la utilidad de las políticas
fiscales y monetarias.
•• Conceptualizar las noticias macroeconómicas entendiendo las posturas
teóricas que se esgrimen detrás de los argumentos.
•• Comprender la lectura de cuadros y gráficos que describen la coyuntura
macroeconómica. Saber distinguir y utilizar las diferentes fuentes de datos.
•• Aplicar las herramientas aprehendidas para analizar la historia argentina y
latinoamericana.

Para alcanzar los objetivos propuestos, iremos construyendo el corpus de


conocimiento intercalando lo empírico y lo teórico. Contaremos con diferen-
tes elementos que nos permitirán comprender mejor cada uno de los temas
expuestos:
Cada unidad tiene un objetivo que se fundamenta conceptualmente. Para
alcanzar ese objetivo es necesario identificar la problemática y luego desarro-
llarla a través de la correcta elaboración e interpretación de los datos (Unidad
1), del análisis escrito y gráfico (unidades 2, 3 y 4). Esta problematización
nos acercará al universo estudiado recortando el fenómeno que se pretende
incorporar: inversión, desempleo, inflación, etc., y luego reincorporándolo en
un esquema de análisis global. Este proceso irá acompañado de recomenda-
ciones bibliográficas específicas para cada tema. Por tal motivo, los acerca-
mientos teóricos deberán cumplir con las funciones de: acercar el manual de
Macroeconomía al estudiante, profundizar los textos mediante la modelización
y, en la medida de lo posible, despertar espíritu crítico y cuestionamientos para
resolver las preguntas fundamentales de la economía.
Las ecuaciones presentadas serán de ayuda para comprender la lógica
del razonamiento macroeconómico. Serán la base de los análisis gráficos. Se
podrán analizar los modelos usando tanto los gráficos como las ecuaciones.
Se presentarán una serie de ejercicios de aplicación que completarán el
proceso de comprensión de las características de las variables y de la relación
de las variables con los argumentos teóricos. Habrá una serie de problemas
correspondientes a cada apartado a modo de guía para facilitar la autoevalua-
ción del estudiante. Se darán indicios sobre las respuestas y se espera que
se interactúe con el docente para encontrar en cada consigna una solución
que le permita al estudiante captar la forma de resolver los problemas. Este
aspecto es consistente con incentivar dentro de la modalidad de estudio vir-
tual el espíritu interactivo tanto con el docente como con los demás estudian-
tes (en los foros de debate).

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Una actividad que se recomienda a los estudiantes es la búsqueda de


información de los sitios oficiales que los proveen. En cada caso se indicará
cómo acceder a las diferentes páginas y cómo trabajar para obtener la infor-
mación buscada.

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Macroeconomía: los datos y el análisis


Objetivos
Se espera que al finalizar esta unidad el estudiante pueda:
•• Comprender los conceptos básicos y temas que aborda la Macroeconomía,
así como la relación entre los hechos y las teorías.
•• Entender la utilización de modelos, los cuales esquematizan el funciona-
miento del sistema económico.
•• Comprender que la Macroeconomía es la explicación de un sistema donde
el todo es más que la sumatoria de sus partes.
•• Analizar las consecuencias del producto y el empleo sobre la distribución
del ingreso y el nivel de pobreza.
•• Estudiar el sistema de contabilidad nacional y la medición de la inflación
en una economía monetaria.
•• Entender la evolución cíclica del producto de las economías capitalistas.

1.1. Modelo y sistema macroeconómico


La comprensión del funcionamiento del sistema económico requiere pensar
y elaborar representaciones, a las que llamaremos modelo de sistema eco-
nómico. La Macroeconomía, entonces, estudia el funcionamiento del sistema
económico, para lo cual es necesario construir modelos. Estos serán útiles
La dimensión política de la Ciencia
para comprender de qué modo una sociedad se organiza con el fin de producir Económica suele despertar con-
bienes y servicios que serán distribuidos y satisfacer sus necesidades. troversias entre los economistas.
Un modelo de sistema económico es la representación de una economía Por un lado, aquellos que asimilan
la Economía a una ciencia dura,
donde se producen, se distribuyen y se consumen bienes y servicios.
cuyos postulados y conclusiones
Para producir, distribuir y consumir bienes es necesario que se generen son verdades absolutas y autoevi-
relaciones sociales de trabajo o producción. Dichas relaciones no son defini- dentes. Por otro, aquellos econo-
tivas ni absolutas y van cambiando como resultado de la adaptación de las mistas que en honor a la brevedad
llamaremos “heterodoxos”, quie-
instituciones –por ejemplo, leyes, reglas, costumbres, etc.–, que dependen nes postulan diferencias meto-
principalmente de la evolución de la política. La política, entonces, representa dológicas y sitúan a la Ciencia
el poder de regular y organizar la actividad económica en una etapa histórica Económica como ciencia social
con diferentes campos teóricos.
determinada. Por lo tanto, estudiar Economía es indefectiblemente estudiar
una forma de organización política.

LECTURA OBLIGATORIA

Meller, P. (1978), Algunas críticas a la metodología de la Ciencia

OO Económica, CIEPLAN, Universidad de Chile, Chile. Disponible en:


<http://econ.uchile.cl/uploads/publicacion/94b64526-6c6a-4d1c-
93f9-295e949afbfc.pdf> [Consulta: 09 abril 2019].

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El problema es determinar, entonces, cuáles son las mejores instituciones


que la sociedad debiera elegir como reglas de juego y quiénes son capaces
de imponer al resto de la sociedad las instituciones favorables a sus intereses
particulares.
En la Figura 1.1, vemos el lugar que ocupa el sistema económico en la
sociedad y su interacción con los otros sistemas.

Figura 1.1. Visión de la Macroeconomía: el lugar del sistema económico

Fuente: Naclerio et al. (2007: 10).

Todos los gráficos de la Carpeta de


trabajo han sido elaborados por
el autor, salvo aquellos en los que El sistema político determina las instituciones, las cuales son un proceso de
se indica expresamente la fuente.
construcción social que, a su vez, depende de otros sistemas sociales, por
ejemplo, los sistemas religiosos, los sistemas de representatividad política,
los sistemas de gobierno, etc. No es casual que se represente el sistema eco-
nómico por debajo del sistema político y de las instituciones. Las instituciones
económicas se imponen, históricamente, más por las voluntades de quienes
detentan el poder político en determinado período que por la racionalidad de
las teorías económicas mismas.

LEER CON ATENCIÓN

La Macroeconomía (y en general la teoría económica) no da respues-

LL tas definitivas ni absolutas. Sus conclusiones dependen de la teoría


que utilicemos.

Enfoques procedentes de John


Maynard Keynes (1883-1946),
el economista más influyente del Para ejemplificar esta diversidad teórica de la disciplina económica, sobre la
siglo XX. Luego de La teoría gene-
ral de la ocupación, el interés y
cual se brindan múltiples y, bastante a menudo, contradictorias respuestas,
el dinero, publicada en 1936, se podemos mencionar los enfoques procedentes de la ortodoxia neoclásica y
produce una revolución en el pen- el monetarismo. Estos sostienen que si el Estado interviene para incremen-
samiento económico que cuestio- tar salarios, tales incrementos implicarán costos más altos para las empre-
na fuertemente a las teorías neo-
clásicas dominantes en la época. sas, lo cual se traducirá en menor producción y mayor inflación. Pero, en
el lado opuesto, para los enfoques de origen keynesiano, los aumentos de
salarios generarán un incremento de demanda y por lo tanto un mayor nivel
de producción.

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Es decir, ambas válidas teorías –monetarista (o neoclásicos) y keynesia-


na–, como veremos a lo largo de esta carpeta (y del curso en las diversas cla-
ses), sostienen y demuestran con sólidos fundamentos dos tesis exactamen-
te opuestas. Pero vale la pena prestar un poquito de atención a esta enorme
disyuntiva. Por un lado, una teoría (la monetarista) dice: si aumenta el sala-
rio, luego baja la producción. La otra dice: si aumenta el salario, luego sube
la producción.

PARA REFLEXIONAR

Para la teoría 1: baja el salario, entonces sube la producción.

PP Para la teoría 2: sube el salario, entonces sube la producción.


¿Cuál de las dos tiene razón?

Evidentemente, las dos teorías no pueden tener razón al mismo tiempo.


Digamos entonces que la racionalidad de las teorías depende de la argumen-
tación del analista, el cual utiliza modelos y metodologías que explican los
hechos, o los datos que observamos (o creemos observar).

1.1.1. Metodología y modelos


Para el holismo epistemológico,
El funcionamiento del sistema económico se interpreta mediante el uso de las hipótesis que conforman una
teoría nunca están aisladas. Las
modelos, los cuales se pueden definir como esquematizaciones que nos per-
hipótesis son consideradas en
miten entender una compleja realidad utilizando diferentes estrategias de un conjunto interdependiente.
investigación. Una estrategia –que, por cierto, utiliza la microeconomía orto- “Holismo” viene del vocablo grie-
doxa– es el individualismo metodológico. Este consiste en la construcción go holos, que significa “el todo”.
“Epistemología” viene de episte-
de un modelo de equilibrio general que parte de la relación entre individuos me, que significa “conocimiento o
racionales optimizadores, caracterizados como el homo economicus. En este ciencia”, y de logos, que significa
método construimos la realidad desde lo individual hacia lo global. “discurso o lenguaje”.
En cambio, una estrategia de análisis del sistema como un todo (holos)
basada en el holismo epistemológico trata de entender las relaciones a nivel
social para comprender las conductas agregadas. Cuando intentamos apli-
car un método holista se deben considerar las interacciones de los sistemas
abiertos, es decir, sistemas que interactúan continuamente con el universo
en el cual están insertos.
Entonces, un método holista se construye de manera opuesta a los méto-
dos individualistas, que proponen la observación individual de la conducta del
homo economicus (individuo optimizador) para luego extrapolar estos cálculos
óptimos de dicho individuo a una escala social.
La macroeconomía considera el estudio agregado u holista (holos) del sis-
tema económico. El método holista nos permite estudiar sistemas sociales
abiertos y complejos, es decir, conformados por componentes con un fin distin-
to al individual cuando se los considera en conjunto. Los componentes de un
sistema social (económico) interactúan no solo con los componentes del pro-
pio sistema sino también con otros componentes y otros sistemas. Considerar
este tipo de interacciones implica considerar un sistema abierto, que se dife-
rencia de un sistema cerrado, cuya metodología es individualista.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


20

Un economista individualista aísla totalmente el objeto social estu-


diado. De la misma manera que un químico aísla una substancia en un tubo
de ensayo para analizarla, el economista individualista aísla las variables que
quiere analizar para luego obtener conclusiones. Pero si se considera un sis-
tema social abierto el recorrido metodológico es inverso, ya que las variables
analizadas son dinámicas. No es posible, en este caso, analizar un estado
estacionario donde el sistema establezca regulaciones de equilibrio. Aquí se
cambia la noción de equilibrio, ampliamente utilizada por la economía neo-
clásica, por la noción de estabilidad, la cual nos conduce a lo que en la jerga
El concepto de estabilidad es
moderna de los macroeconomistas se ha dado en llamar modelos de con-
clave para J. A. Schumpeter (1883- sistencia macroeconómica, en los que se describen las relaciones lógicas y
1950) –uno de los economistas coherentes entre las variables.
más importantes del siglo XX–, En suma, las teorías sobre los comportamientos económicos se simplifi-
quien rechaza la noción de equi-
librio estable por la de estabili- can en modelos. Tales simplificaciones, si bien son útiles para comprender el
dad o desequilibrio estabilizador funcionamiento del sistema económico, presentan riesgos de aislar en dema-
del sistema. A nuestro modo de siado, por cuestiones metodológicas, los objetos analizados. Es decir, los
ver, es un infortunio que la cien-
modelos tienen limitaciones ya que nos cuentan una versión simplificada de
cia económica haya construido
un poderoso herramental para la realidad; sin embargo, sin los modelos no podemos reflexionar sobre los
analizar los equilibrios y no las hechos que queremos indagar.
estabilidades.

1.1.2. Característica de los sistemas: las instituciones


La evolución del sistema económico implica una transformación de las estruc-
turas institucionales vigentes históricamente. Los seres humanos se organi-
zan en sociedad para producir y distribuir sus bienes y servicios. Dicha orga-
nización se basa en reglas de propiedad y de trabajo, las que remiten a las
instituciones o conjunto de normas escritas y no escritas (tácitas) que regulan
el comportamiento de la sociedad. Son las instituciones las que nos marcan
lo que está bien y lo que está mal, y las que nos dicen en definitiva de qué
forma nos debemos comportar.

LEER CON ATENCIÓN

Las instituciones son las leyes, los reglamentos, las normas y también
LL las reglas y los comportamientos habituales no escritos que determi-
nan el funcionamiento del sistema económico. Las instituciones no
son independientes ni de la historia ni del país que se analice. Los
países tienen diferentes instituciones y deciden para ellos cómo debe
comportase la sociedad. A su vez, las instituciones se van transfor-
mando históricamente.

En las modernas sociedades industriales existe una relación laboral (capital-


trabajo) que reemplaza al sistema esclavista o feudal. Dicha relación es carac-
terística del capitalismo. En este sentido definimos al sistema capitalista
como: una organización donde existe propiedad privada de los medios de pro-
ducción y una relación capital trabajo que determina las pautas de distribución
del sistema.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


21

Los actores del sistema son los trabajadores, los dueños de las empresas,
los Estados que fijan las políticas económicas como los impuestos, los gas-
tos, etc., y las monedas. El capitalismo se desarrolla en un sistema moneta-
rio. Sería imposible entender el capitalismo sin moneda, sin financiamiento,
sin relaciones monetarias.
Centrándonos en un sistema capitalista, sus transformaciones son anali-
zadas por J. A. Schumpeter como un proceso de destrucción creadora, que
es el modus operandi del capitalismo. Para este autor, el sistema económico
capitalista no está quieto y, por tanto, no se puede calcular un equilibrio. Solo
se puede analizar el sistema en movimiento, por lo que “estabilidad” es más
apropiado que “equilibrio”.

CC
El impulso fundamental que moviliza y mantiene en movimiento la maquinaria
capitalista está signado por los nuevos bienes de consumo, los nuevos méto-
dos de producción y de transporte, los nuevos mercados, las nuevas formas
de organización industrial, todo creado por el coraje capitalista […] lo que revo-
luciona incesantemente desde su interior la estructura económica, destruyen-
do continuamente sus elementos viejos y creando sus elementos nuevos
(Schumpeter, 1942: 121-122).

El cambio del sistema proviene del cambio de las instituciones (ver Figura
1.1). Estas instituciones hacen funcionar el sistema; por tanto, hace falta que
el método en economía tome en cuenta una teoría sobre la evolución de las
instituciones.

1.1.3. Historia del pensamiento económico. Keynes: padre de la


Macroeconomía
Se requiere que el estudiante lea
Podríamos definir la historia del pensamiento económico como la de la evo- con atención este subapartado y
que vuelva a leerlo una vez com-
lución de las instituciones. Las instituciones cambian y se adaptan luego de
pletado el curso. Se recomienda
las crisis. El caso más importante es la gran crisis del sistema capitalista que durante la lectura acuda a
de 1930, que marca un hito fundamental de la historia económica moderna. la Teoría general de Keynes. Las
Y marca, sobre todo, una nueva interpretación de los hechos económicos, citas que se harán a continua-
ción corresponden a la versión: J.
donde la figura de John Maynard Keynes sobresale como el personaje clave. M. Keynes (1943 [1936]), Teoría
Efectivamente, podemos hablar de un antes y un después respecto de la publi- general de la ocupación, el interés
cación en 1936 de su obra máxima Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, FCE, México.
y el dinero (en adelante, Teoría general). Su teoría despierta adhesiones así
como una serie de críticas, las cuales reorientaron el debate tanto en la teo-
ría como en la política económica. Es así que puede denominarse revolución
keynesiana a la aparición de la Teoría general, ya que desde ese momento el
sistema económico es un objeto de estudio que se modifica a partir de las
diferentes políticas que implementa el Estado. Fundamentalmente, porque hay
una distinción metodológica contraponiendo por un lado el individualismo de
la economía neoclásica (escuela marginalista de fines del siglo XIX y principios
del XX) con el holismo (el estudio del todo y de las variables agregadas) de la
economía keynesiana. Luego de la aparición de la Teoría general, el cuerpo teó-
rico ortodoxo sufrió un duro golpe a su coherencia para explicar los fenómenos
económicos. Es justamente a partir de aquí que se divide a la economía oficial

Macroeconomía Alejandro Naclerio


22

en Macroeconomía y Microeconomía. Es decir, la Macroeconomía resulta de


la Teoría general de Keynes.
Keynes es discípulo del líder teórico más importante del marginalismo
–Alfred Marshall (1842-1924)–, de quien aprehende los argumentos ortodo-
xos, a los que va a denominar teoría clásica. Luego de sistematizarla, cues-
Keynes considera a la teoría clá- tiona el concepto “mágico y ultra excepcional de equilibrio” y torna su análisis
sica como el corpus teórico con- en una búsqueda de las explicaciones a las crisis que se manifiestan a través
formado durante los cien años de las deflaciones prolongadas, hiperinflaciones, recesiones profundas, des-
anteriores a su obra, especial-
empleo, pobreza, etc. Es así que caracteriza a la teoría dominante (la teoría
mente sintetiza la teoría clásica
en dos autores: David Ricardo clásica) como inapropiada para analizar el capitalismo industrial del siglo XX.
(1772-1823), a quien cataloga Keynes (1936: 15) comienza su obra diciendo:
como fundador de la economía
científica, y Alfred Marshall (1842-
1924), quien es el economista

CC
líder de la segunda generación […] los postulados de la teoría clásica son aplicables a un caso especial y no
de marginalistas. en general, porque las condiciones que supone son un caso extremo de todas
las posiciones posibles de equilibrio. Más aún, las características del caso es-
pecial supuesto por la teoría clásica no son las de la sociedad económica en
que hoy vivimos, razón por la que sus enseñanzas engañan y son desastrosas
si intentamos aplicarlas a los hechos reales. (El destacado es propio).

La cita anterior (capítulo 1 de su obra) puede entenderse como una declaración


de guerra a la teoría clásica. Es notable el tono con el que adjetiva los
postulados de los clásicos –utiliza las palabras “engañan” y “desastrosas”
(subrayadas en la cita)–, y se libra desde aquí un descarnado combate
intelectual entre las conceptualizaciones de los sistemas de equilibrios de
mercado, por un lado, y las visiones del desequilibrio y el desempleo, por el
otro.

Keynes: la Macroeconomía
La macroeconomía para Keynes es una economía monetaria cuyo principal
interés es el nivel de ocupación que se logra con un determinado nivel de
producto. Al respecto, podemos sintetizar tres conceptos fundamentales que
surgen de la Teoría general –los cuales desnudan las falencias de la economía
clásica–: 1) existe desempleo, 2) con incertidumbre los mercados financieros
no funcionan, por lo que el ahorro no es igual a la inversión y 3) es necesario
que la inversión pública impulse el empleo (que se corresponde con un mayor
producto).

Concepto keynesiano 1: el desempleo es involuntario


La desocupación es una realidad no interpretada por la teoría clásica, la cual
solo justifica el desempleo voluntario y transitorio, mientras que Keynes intro-
duce el concepto de desempleo involuntario. Para los clásicos el desempleo
no es posible, dado que si en algún momento la oferta de trabajo superase
a la demanda de mano de obra por parte de las empresas, inmediatamen-
te las fuerzas del mercado ajustarían el salario recobrando el natural pleno
empleo con que la economía opera. Es decir, la flexibilidad salarial garantiza
el pleno empleo. Dicho de otra manera, si una persona está desempleada en
el mundo de los clásicos, solo basta que resigne sus pretensiones salariales

Macroeconomía Alejandro Naclerio


23

para conseguir trabajo. En el mundo keynesiano el que no trabaja es porque


no consigue trabajo, o sea, el desempleo keynesiano es involuntario. Según
Keynes, entonces, el problema del desempleo se debe a que el sistema eco-
nómico no genera el producto y los correspondientes puestos de trabajo nece-
sarios para emplear al total de la población económicamente activa.

PARA REFLEXIONAR

Para la teoría clásica, si hay desempleo la culpa es del trabajador. Para

PP el mundo keynesiano, en cambio, si hay desempleo la culpa es del


sistema económico.

Concepto keynesiano 2: ahorro no es igual a inversión


Keynes enfatiza la visión indiferenciada de los clásicos sobre los factores
productivos, ya que para ellos tanto el capital como el trabajo son ambos
productivos. Esta equiparación entre el capital y el trabajo genera un sistema
de vaciamientos de mercados que resulta en mercados financieros perfectos,
los cuales transforman automáticamente los flujos de ahorro (o no consumo)
en compras de bienes de inversión. Pero en este punto una vez más Keynes
remarca una falencia clave de los clásicos: el ahorro es una decisión diferen-
te de la decisión de inversión. Una cosa es comprar una máquina y otra muy
Cuestiones que veremos en deta-
distinta es comprar un bono. Las fábricas no son papeles, por más que sus lle más adelante. Específicamente
valores se representen en acciones o títulos de propiedad. en la Unidad 2, apartado 2.4 de
Esta substancial diferencia es aún más significativa cuando introducimos esta Carpeta.
el concepto de liquidez. Entender la liquidez requiere que exista un sistema
monetario y un sistema financiero. Podemos adelantar que el rol del mercado
financiero es transformar el ahorro en inversión, o sea, captar los ahorros de la
sociedad y otorgarlos a aquellos que compran máquinas, construyen fábricas,
hacen obras de infraestructura, etc. El precio de dicha intermediación finan-
ciera es la tasa de interés, para lo cual Keynes aporta una explicación origi-
nal. Mientras que para los clásicos la tasa de interés es un precio que ajus-
ta automáticamente los ahorros con las decisiones de inversión, en la Teoría
general la tasa de interés es determinada por la preferencia por la liquidez.
Las personas tienen dinero para comprar bienes, o sea, tienen dinero como Según Keynes (1943 [1936],
medio general de cambio; pero también lo usan para comprar bonos (deposi- capítulos 13 y 15), los motivos
tarlo en el banco a plazo fijo, comprar acciones, títulos de deuda, etc.), los cua- por los cuales la gente demanda
dinero son: transacción, precau-
les modifican sus riquezas financieras. El dinero es utilizado para la inversión. ción y especulación. El motivo
Pero cuando ese dinero está en poder de las personas y no es depositado “especulación” es el que se asocia
en el sistema financiero, el ahorro nunca llega a transformarse en inversión. a la preferencia por la liquidez. Se
refiere a la preferencia por el dine-
Cabe insistir que inversión significa la compra de un bien o servicio para pro-
ro (líquido o en efectivo) como res-
ducir otros bienes, como una máquina, una herramienta, una fábrica, etcétera. guardo de valor ante la caída del
precio de los bonos (y acciones).
Las personas prefieren liquidez y
venden sus activos financieros que
cada vez valen menos.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


24

LEER CON ATENCIÓN

Entonces, una vez más decimos que una fábrica es diferente que un

LL papel denominado “bono”. Los bonos representan dinero, lo que no


implica que ese dinero sea una nueva fábrica. Para que se produzca
dicha inversión (v. gr., una nueva empresa), tiene que existir la deci-
sión efectiva del empresario (o de algún actor institucional) de tomar
un crédito y gastar el dinero en activos productivos. En cambio, si
por alguna razón especulativa el dinero de las personas permanece
en efectivo (liquidez), entonces el ahorro de la sociedad no es igual
a la inversión total.

Concepto keynesiano 3: más demanda genera más producción y empleo


Para los clásicos, la economía explica la asignación de recursos escasos y
no explica la determinación del volumen total de ocupación. La visión clásica
supone que el nivel de empleo y el salario real se determinan en el mercado
de trabajo, a través de la interacción entre la oferta y la demanda de trabajo.
Asimismo, sostiene que todo incremento en la producción genera un aumento
equivalente del gasto por parte de la sociedad para comprar esa producción.
Esto quiere decir o bien que toda la producción se realiza en el mercado, o bien
que tarde o temprano los mercados se vacían. De esta manera se cumple la
ley de los mercado, según la cual si hay oferta de productos siempre va haber
demanda; o sea, no hay que preocuparse por la demanda ya que, cuanta más
producción, mayor será la cantidad de productos que la sociedad compra. Este
es el fundamento de la ley de Say.

PARA AMPLIAR

La ley de Say (1806) debe su nombre al pensador francés Jean Bap-

AA tiste Say (1767-1832). También conocida como ley de mercados o


loi des débouchées, lo cual traducido al español significa “desembo-
cadura”. La idea de Say se basa en asociar la corriente de un río y el
flujo de nuevos productos (producción). Ambos flujos tarde o tem-
prano desembocan en algún sitio. Esta ley fue tomada por la escuela
clásica (Ricardo) y por los neoclásicos, tanto los de primera genera-
ción –William S. Jevons (1835-1882), Carl Menger (1840-1921) y
Leon Walrras (1834-1910)–, como por la segunda generación enca-
bezada por Alfred Marshall. Es decir, la ley de Say (a diferencia de
otros aspectos clave, en especial la teoría del valor), es compartida
por ambas escuelas de pensamiento: los clásicos y los neoclásicos
marginalistas.

Keynes rompe con esta ley, es decir, se emancipa de un concepto muy arrai-
gado en los preceptos de los máximos pensadores durante más de cien
años. El significado de esta ruptura es fundamental para entender el sistema

Macroeconomía Alejandro Naclerio


25

capitalista de una manera diferente y abrir los análisis a las posibilidades de


aplicación de políticas de demanda efectiva o demanda agregada, las que
luego se denominaron políticas keynesianas.
En suma, tomando como fundamento la Teoría general, podemos afirmar
que existe un modelo de sistema económico keynesiano, el cual rechaza las
leyes clásicas de equilibrio general basadas en los comportamientos de la
empresa y el consumidor individual (homo economicus). Es decir, Keynes refuta
el individualismo metodológico de la microeconomía tradicional, para construir
una visión macroeconómica a partir del holismo metodológico.

El sistema Keynes
Para sintetizar la magna obra de Keynes sostenemos cinco ideas fuerza: diremos que el
sistema funciona como un todo (1, holismo metodológico) a partir de la demanda (2,
teoría de la demanda efectiva), determinando el volumen de empleo, para lo cual es nece-
sario que las políticas fiscales y monetarias (3, políticas de demanda agregada) estimulen
la inversión y el empleo (4, para corregir el desempleo involuntario), ya que la clásica
autorregulación del mercado (5, entre ahorro e inversión) no funciona. Es decir, el Estado
debe estimular la demanda para estimular la inversión y el empleo.
En un sistema keynesiano, lo único que funciona es el Estado para evitar las crisis tanto
financieras como de empleo. Hoy aparecen algunos debates acalorados sobre la utilidad de
las políticas keynesianas, tanto en el ámbito académico como político, en los que se ataca
su perturbación al sistema de mercado. Es muy común recurrir a la teoría monetarista de
la inflación para denostar al keynesianismo, pero sigue siendo imposible explicar la super-
vivencia y el éxito del sistema capitalista sin Keynes.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Naclerio A. (2016), “El Sistema de Keynes” en: Céfiro, Revista de Economía y Gestión,
año 3, Nº 2, Universidad Nacional de Moreno, pp. 53-60. Disponible en: <http://
www.unmeditora.unm.edu.ar/files/cefiro2.pdf> [Consulta: 09 abril 2019].

Keynesianismo (después de Keynes)


La teoría económica es una cosa muy distinta antes de Keynes y después de
Keynes. A partir de la Teoría general, el capitalismo se reconfigura, impulsan-
do un Estado regulador de la actividad económica. Dado que en el sistema
keynesiano no se cumple la premisa fundamental de libre competencia, el
Estado debe estimular la demanda agregada para conducir la economía al
El Modelo IS-LM nace de un artículo
pleno empleo. Sin embargo, una vez muerto Keynes nacen nuevas disputas publicado por John R. Hicks en
(ideológicas), con variadas interpretaciones y “lecturas” que conducen a rein- 1937, denominado “Mr. Keynes
terpretaciones. ¿Pero cuál es la herencia de Keynes? and the ‘Classics’. A Suggested
Interpretation”.
La ortodoxia neoclásica adopta los planteos de Keynes con el desarrollo
del sistema de ecuaciones IS-LM, que veremos en este curso.
La denominada síntesis neoclásica intenta compatibilizar el análisis neoclá-
sico con la revolución keynesiana y reconoce la posibilidad de equilibrio con
desempleo. El modelo IS-LM es la explicación de la economía a través de dos

Macroeconomía Alejandro Naclerio


26

ecuaciones, las cuales se resuelven y muestran mecanismos automáticos que


dirigen la economía hacia la recuperación del equilibrio. El Estado, a través
de la inyección de dinero y de demanda (gasto público), inicia o apoya esos
mecanismos de recuperación. Es decir, dado (y mientras persista) el desem-
pleo, las políticas fiscales y monetarias conducen la economía hacia un nivel
mayor de producto y empleo.

Los nuevos keynesianos y los poskeynesianos


Otra corriente inscripta en esta misma línea de pensamiento es la de los nuevos keyne-
sianos, quienes intentan explicar las rigideces de los salarios y los precios por medio de
las imperfecciones de mercado que retardan, pero no impiden, que se retome al pleno
empleo. El objetivo de esta corriente es explicar estas imperfecciones o rigideces –como
los costos de remarcación, la asimetría de información y el escalonamiento de precios y
salarios– que hacen que la economía pueda encontrarse fuera del equilibrio y que lo reto-
me en forma lenta.
En una vereda opuesta encontramos a los poskeynesianos, quienes rechazan cualquier
interpretación que reconcilie a Keynes con los clásicos. Para ellos la economía no funciona
nunca en equilibrio.
Destacamos entre los autores poskeynesianos a J. Robinson, N. Kaldor y P. Sraffa,
entre otros. Para los autores que se inscriben en esta corriente, la teoría económica neo-
clásica no sirve como base para el análisis; en consecuencia, se requiere el desarrollo de un
enfoque superador. Los autores poskeynesianos se proponen ofrecer una interpretación
más clara del funcionamiento de la economía. El objetivo de sus investigaciones es expli-
car cómo los sistemas económicos reales son capaces de expandir el flujo de riqueza en
el tiempo, al crear, producir y distribuir el excedente social resultante. El principio de la
demanda efectiva es el eje fundamental del análisis. Reconocen que existen restricciones
de oferta, pero el producto se encuentra regularmente limitado por la demanda efectiva.
La estructura social se caracteriza por la existencia de distintos grupos de individuos con
diferentes grados de poder, y en donde las elecciones individuales se ven limitadas por la
clase y las condiciones técnicas de producción. Los conflictos de clase son fundamentales
para explicar la distribución del ingreso.
Asimismo, las instituciones (sindicatos, corporaciones, gobierno, bancos y sistema
financiero, economía internacional) son clave para el análisis del comportamiento agre-
gado de los agentes. Las economías capitalistas son por naturaleza cíclicas e inestables.
Debido a la desigual distribución de poder que existe en los mercados, consideran que si
estos no son regulados se incrementan la inestabilidad y las desigualdades. La inestabilidad
en la economía se explica por el comportamiento errático de la inversión privada, que
depende de expectativas volátiles. Esto justifica la necesidad de los gobiernos de imple-
mentar políticas económicas y de intervención. El foco principal de la intervención es la
incentivación del nivel de inversión, proponiendo para ello el uso de políticas monetarias
y fiscales.
Finalmente, en cuanto a la metodología utilizada, los poskeynesianos parten de un recha-
zo de los mecanismos de regulación automática de los neoclásicos y el tiempo mecánico de
sus modelos, por lo que estudian una economía sin equilibrio utilizando el tiempo histórico.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Sobre los poskeynesianos: Arestis, P. (1996), “La economía pos-keynesiana” en: Revista
Buenos Aires. Pensamiento Económico, Nº 2, primavera.

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27

1.2. Los datos de la macroeconomía


La macroeconomía se analiza a través de datos que muestran cómo funciona
el sistema económico. Específicamente, un sistema económico moderno fun-
ciona a través de un circuito por el cual fluyen productos y factores (flujos rea-
les) y su contrapartida en dinero (flujos nominales). A partir de la interacción
de estos dos flujos, vamos a captar los datos de la macroeconomía.
El flujo de bienes y servicios que se produce durante un período se clasifica
en finales e intermedios. Este flujo es el resultado de un proceso de produc-
ción que utiliza bienes intermedios y factores de producción: trabajo, capital
y recursos naturales. Estos factores generan el flujo del ingreso nacional, el
cual es la suma de los salarios y los otros ingresos, o sea: ganancias, rentas,
beneficios, alquileres, etcétera.

LEER CON ATENCIÓN

El sistema económico produce bienes y servicios finales (A) que


LL resultan de la combinación de los factores productivos trabajo, capi-
tal y recursos naturales (B), los cuales transforman las materias pri-
mas e insumos –o bienes intermedios (C)–. Es decir, la operación de
B sobre C resulta en A. Esta operación de B sobre C genera los ingre-
sos de B, que a su vez es el valor de A. Dicho de otro modo, los facto-
res B le agregan valor a C generando A. Por último, vamos a afirmar
que el valor agregado puede verse representado tanto por A como
por los ingresos de los factores productivos que denominamos B.

A continuación, veamos en detalle el concepto de valor agregado para que no


queden dudas, a fin de entender luego su medición a través de la Contabilidad
Nacional.

1.2.1. El concepto de valor agregado


Entender el concepto de valor agregado es entender cómo funciona y cuál es
el objetivo del sistema económico. La economía se organiza para generar valor
(producción) año a año. Esto quiere decir que año a año se agrega (se produce)
un nuevo flujo de bienes y servicios. Antes de desarrollar el concepto de valor
agregado, cabe señalar que la palabra “valor” implica una larga historia de
debates filosóficos que redundan en posiciones políticas aún hoy en disputa.
No nos detendremos sobre este debate pero sí mencionaremos algunos hitos
históricos en el siguiente recurso “Texto aparte”.

Breve comentario sobre el valor


El concepto valor ha despertado la atención de muchísimos grandes pensadores. Desde
Aristóteles hasta los mercantilistas y fisiócratas se ha discutido sobre el valor de los bie-
nes y servicios. Los clásicos han aportado numerosos elementos sobre el valor al intro-
ducir el trabajo como su determinante exclusivo (teoría del valor trabajo) y los costos

Macroeconomía Alejandro Naclerio


28

de producción como elementos que conforman el valor. Para la teoría del valor trabajo,
el valor de los bienes depende de la cantidad de horas de trabajo incorporadas en ellos.
Para la teoría de costos de producción, además del trabajo, los bienes tienen incorpora-
do el aporte de otros factores productivos, o sea, las herramientas o el capital acumulado
para operar el trabajo.
Los neoclásicos completamente opuestos a los clásicos han aportado la teoría de la utili-
dad marginal, considerando que el valor de los bienes no depende del trabajo incorporado
en ellos sino de su escasez o abundancia en los mercados. Ahora bien, entender el significado
del valor y quién lo genera tiene impacto sobre su distribución. Por lo tanto, hacer una
teoría de la distribución es indisociable del concepto de valor ya que, a nivel agregado, el
valor está explicado por los aportes que realiza la sociedad para generar el producto, el cual
se reparte entre los miembros de la sociedad. En consecuencia, a nivel agregado el valor
puede observarse a través de la cantidad de productos que se generan, venden y compran
para satisfacer necesidades de consumo y de inversión, así como a través de los ingresos que
la sociedad adquiere en el mismo proceso de la generación de dicho valor.

PARA AMPLIAR

Para profundizar sobre la teoría del valor pueden verse textos sobre

AA Historia del Pensamiento Económico. Un debate acabado y comple-


to sobre el significado y la evolución histórica del esencial concepto
de valor se encuentra en Dobb (1974).

La noción de producto o valor agregado se puede expresar de varias mane-


ras, la más conocida es la de PBI (producto bruto interno). Entender el PBI
es entender una cifra que equivale al valor adicional que la sociedad de un
Estamos familiarizados con la determinado país agrega por año a su nivel de riqueza existente.
expresión “PBI”. La escuchamos
en los medios de comunicación Veremos que existen varias formas para determinar la magnitud del pro-
y la leemos en los diarios, aun- ducto (o valor agregado) que se genera en una economía. Estas formas sur-
que muchas personas hablan del gen de las tres preguntas centrales formuladas inicialmente por Samuelson
PBI y ciertamente no entienden a
(Samuelson, Nordahus y Pérez Enrri, 2003: 60):
qué se están refiriendo. Entender
el PBI es entender cómo la socie- •• ¿Qué bienes y servicios producir?
dad agrega valor. O sea, el PBI es
•• ¿Cómo producir esos bienes?
el valor agregado.
•• ¿Para quién producir esos bienes?

El qué, el cómo y para quién son los tres problemas económicos fundamen-
tales, y se resuelven de acuerdo a las políticas (instituciones) que los países
eligen aplicar. La Figura 1.2 nos muestra un esquema de funcionamiento
simplificado de la economía. Observamos la totalidad de los factores produc-
tivos disponibles: el trabajo –tanto calificado como no calificado–, el capital
y los recursos naturales. La tecnología, en cada contexto histórico, social e
institucional particular, determinará la forma en que estos distintos factores
productivos son utilizados y combinados en la producción.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


29

Figura 1.2. El valor agregado del sistema económico: flujo circular de bienes
y factores
Tecnología

Fuente: elaboración propia a partir de Naclerio et al. (2007: 34).

Siguiendo hacia abajo en la Figura 1.2 encontramos las unidades producto-


ras o empresas, que pertenecerán a cada uno de los sectores económicos
estudiados (primario, secundario y terciario). Las empresas de los distintos
sectores ofrecen bienes y servicios producidos (el producto del sistema) a las
familias; y estas, que reciben ingresos en concepto de retribución a los facto-
res productivos (salarios, rentas y retribución al capital) los gastan en pagos
a las empresas por la adquisición de bienes y servicios (demanda). Tal como
vemos en la Figura 1.2, el producto o flujo real se representa por las flechas
continuas que se direccionan en contra de las agujas del reloj, a diferencia del
flujo nominal o pagos, indicado por las flechas punteadas.
De esta manera, el sistema económico puede verse en forma de circuito o
de flujos. Estos flujos de entrada y de salida requieren un determinado nivel de
organización, lo cual muestra: lo que entra –input– en el sistema (el esfuerzo
coordinado de los factores productivos), lo que sale –output– del sistema (el
producto) y para quién (como se distribuye dicho producto). Las líneas puntea-
das indican el flujo circular de pagos o del ingreso. El conjunto de pagos está
conformado, por un lado, por los pagos de las empresas a las familias a cam-
bio de trabajo, capital y recursos naturales y, por otro, por el flujo de pagos de
las familias a las empresas a cambio de bienes y servicios. En el proceso de
producción las familias, que son las propietarias de los factores productivos,
ofrecen trabajo y prestan los servicios del capital y de los recursos naturales a
las empresas a cambio de la retribución que las empresas deben pagar a los
distintos factores por su participación: los propietarios del capital obtendrán
la rentabilidad del capital o interés, los propietarios de los recursos naturales
recibirán rentas y los trabajadores percibirán sus salarios. Las familias destina-
rán esos ingresos a adquirir los bienes y servicios ofrecidos por las empresas.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


30

Los dos flujos generados por el sistema son simultáneos: el flujo real,
constituido por bienes y servicios que las empresas les brindan a las familias
y por los factores de producción que las familias ofrecen a las empresas; y
el flujo nominal, que reúne el pago a los factores (o ingreso de las familias) y
los pagos por los bienes y servicios de las familias hacia las empresas. Este
circuito se reinicia, ya que, cuando las empresas obtengan los ingresos deriva-
dos de la venta de sus productos, estarán en condiciones de volver a contratar
factores productivos y comprar bienes intermedios para la nueva producción.
Estos flujos determinan cuatro mercados en la Figura 1.2:
1. El mercado de bienes finales, en el que se relacionan las familias deman-
dantes de bienes y servicios con las empresas productoras de los mismos.
2. El mercado de factores, en donde se vinculan la oferta (por parte de las
familias) y la demanda (por parte de las empresas).
3. El mercado entre empresas o de bienes intermedios y de capital, en donde
las empresas que necesitan insumos y capital les compran a las otras
empresas.
4. El mercado del ahorro o monetario. Cuando las familias no consumen el
total de su ingreso, el excedente lo destinan a las empresas para que lo
usen en el proceso de inversión.

Para equiparar las compras de bienes finales (Consumo + Inversión) es nece-


sario que las decisiones de ahorro de las familias (el no consumo) coincidan
con las de inversión de las unidades productivas. Cuando el ahorro es equi-
valente a la inversión, y si no existen filtraciones de flujos nominales, el stock
de riqueza se va ampliando y el sistema va produciendo, generando ingresos
y gastando (Consumo + Inversión), de manera equilibrada. Es decir, el flujo del
ingreso nacional es igual al gasto destinado a la compra del producto nacional.

LEER CON ATENCIÓN

El valor agregado puede expresarse como: Ingreso = Gasto = Produc-

LL to, que es la igualdad macroeconómica fundamental que surge del


análisis del circuito del sistema económico (Figura 1.2). En fin, el
valor agregado es el ingreso, es el gasto en bienes finales y es el pro-
ducto o ventas de bienes finales.

Para dilucidar aún más la cuestión, dividamos la sociedad en familias y


empresas:
•• Las familias, dueñas de los factores productivos, actúan en el mercado de
bienes y servicios destinando sus ingresos a adquirir bienes y servicios
finales (Consumo + Inversión), pagando por los mismos los precios de los
bienes y consumiendo e invirtiendo las cantidades compradas.
•• Las empresas (o unidades productivas) que ofrecen bienes y servicios, al
realizar las ventas obtienen un flujo monetario que destinarán luego a la
compra bienes de capital e insumos, así como al pago salarios y otros fac-
tores tales como rentas, intereses, alquileres, etc., a los fines de continuar
con el proceso productivo.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


31

Las unidades productivas llevan a cabo la producción empleando una cierta


tecnología o forma de producir. Dicha tecnología depende del acervo de cono-
cimientos y del capital que poseen las familias (la sociedad en su conjunto)
y que puede ser empleado por las empresas. Es decir, el cómo se produce
depende de las capacidades conjuntas de la sociedad para materializar una
cierta tecnología. Nótese que el cómo no depende solamente del costo de los
factores de producción: aquí entran en juego las capacidades y los conocimien-
tos tecnológicos que la sociedad ha acumulado históricamente. Por otro lado,
el flujo de ingresos se reparte entre las familias, implica la decisión de para
quién producir. Obsérvese que el cómo se produce (incluyendo quién produce)
es un acto separado del para quién, por lo tanto no necesariamente cada
miembro de la sociedad adquiere lo que le correspondería por su esfuerzo
aportado. El para quién depende de la forma en que se distribuye el ingreso,
que puede ser más o menos justa y depende de la política económica. Es así
que el valor agregado que se genera en las empresas y unidades de produc-
ción se distribuye entre las familias.
En conclusión, el valor agregado o producto de un sistema económico (PBI)
se mide por las ventas de bienes y servicios finales, o por las compras de esos
bienes finales, o por los ingresos.

Ver las páginas del Instituto


1.2.2. La Contabilidad Nacional Nacional de Estadística y Censos
(Indec), <www.indec.gob.ar>, y
La Contabilidad Nacional es la cuantificación o la medición del valor agregado. del Ministerio de Hacienda de la
A esta altura percibimos que se trata de la medición de un concepto con cierta Nación <https://www.argentina.
complejidad que trataremos de simplificar. Más formalmente, la Contabilidad gob.ar/hacienda>. Estos sitios
serán de suma utilidad para obte-
Nacional es la rama de la Economía que se encarga de medir y registrar conta-
ner informes de actualidad y datos
blemente el flujo de ingresos, producto y gastos que genera el sistema econó- que serán utilizados para realizar
mico. Sobre estas mediciones existen metodologías bien desarrolladas, y en actividades.
Argentina se publican estadísticas en forma periódica y que son de libre acceso.
Vimos cómo se genera el producto a través del circuito económico solo con
empresas y familias. Ese análisis nos sirvió para comprender, en una primera
etapa, la noción circular del producto, que se transforma en ingreso y en gasto
(compras o consumo más inversión). Para representar el circuito económico
debe tenerse en cuenta la clasificación en sectores institucionales: familias,
unidades productivas o empresas, gobierno (los tres niveles de gobierno) y el
resto del mundo. Nótese que en la representación indicada en la Figura 1.2
no existe ni gobierno ni resto del mundo. A ambos sectores institucionales los
incluiremos en la explicación del proceso de medición. Nuestro objetivo es,
entonces, la medición del producto teniendo en cuenta las interrelaciones que
se establecen entre las unidades productivas, las familias, el Estado y el sec-
tor externo. Antes de proceder a explicitar las fórmulas de medición, vamos a
precisar las características de las variables que estamos midiendo.
Una variable es una magnitud
susceptible de adoptar más de
un valor. Es un elemento cuantifi-
Clasificación de las variables macroeconómicas cado en un determinado momen-
to, o una medida que nos indica
Hemos repetido ya varias veces la palabra “flujo”. Es muy importante entender cómo va cambiando ese elemento
que hablamos de un flujo cuando hablamos de valor agregado o de PBI. Las en el tiempo.
variables que se observan en un momento del tiempo son los stocks. Mientras
que las variables que muestran tasas de cambio en relación con el tiempo
son las variables flujo.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


32

Entonces, existen dos tipos de variables: flujos y stocks:

Sin embargo, De Pablo et al. •• Variable stock: es una magnitud económica que se mide en un momento
(1991: 65) clasifican las varia- determinado del tiempo; por ejemplo, la riqueza acumulada por la sociedad
bles con respecto al tiempo en al 31/12/2018.
tres (y no en dos) grandes gru-
•• Variable flujo: es una magnitud económica que se mide por período de tiem-
pos: stocks, flujos y números
puros. Los números puros serán po; por ejemplo, la riqueza producida por la sociedad durante el año 2018.
aquellas variables que desde el
punto de vista temporal no tie- Las variables stock indican una magnitud que se acumula al final de un perío-
nen dimensión. Por ejemplo, en
do. Las variables flujo se van midiendo según transcurre el período de tiempo
el caso de los precios, si bien
tiene sentido hablar del precio bajo análisis. Nótese que las variables flujo pueden transformarse en stock.
del bien x en una fecha determi- Las palabras clave para identificar a los stocks y a los flujos son al y durante.
nada, no corresponde asimilarlo Esto es: al (riqueza al 31/12/2018 o a cualquier otra fecha) y durante o por
a un stock, y mucho menos a un
flujo. El precio resulta de dividir (riqueza producida durante el año 2018 o por período). En la Figura 1.3, mos-
un flujo (valor de las ventas de un tramos un ejemplo típico de flujo y stock. La nueva riqueza que la sociedad
período) por otro flujo (cantidad produce año a año se transforma, en parte, en el stock de riqueza alcanzado
o volumen de bienes vendidos
en un determinado momento.
en el mismo período); al dividir
estos dos conceptos se elimina
la dimensión temporal y obtene-
mos un número puro. Figura 1.3. Representación de stocks y flujos de riqueza

Fuente: elaboración propia.

Para ser más precisos en la definición de flujos y stocks, veamos un ejem-

xx plo. Tomemos el caso de una persona que gana 50.000 pesos por mes,
que tiene una casa, un auto y una cierta capacidad de ahorro que le per-
mite ahorrar 5.000 pesos por mes. Su flujo de ingresos mensual es 50.000
pesos y su flujo de ingresos anual es de 600.000 pesos. Si hacemos un
corte a una fecha determinada, digamos al 31/12/2018 ahorró en un
año 60.000 (5.000 x 12) de esos 600.000 pesos, por lo que su stock de
riqueza se incrementó en 60.000 pesos. Ahora el stock de riqueza de esta
persona suma 60.000 pesos ahorrados, una casa y un auto. Es impor-
tante notar que esta persona transforma al final del período su flujo de
ahorro de 60.000 en un stock. En efecto, tiene un flujo de ahorro de
60.000 anual que transforma en stock al final del período. El ahorro es
considerado un flujo ya que representa el monto que ahorra la sociedad
por (durante un) año

En un sistema económico, se producen continuamente flujos y se acumulan


stocks. Esto quiere decir que existe una transformación en todo momento de
la realidad económica. Dicha realidad económica depende de lo acumulado
en el pasado (stock) y de lo que se produce corrientemente (flujos). El capital

Macroeconomía Alejandro Naclerio


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acumulado (stock) sirve para producir una cantidad corriente de bienes y servi-
cios (flujos), de los cuales una parte servirá de stock para seguir amplificando
el proceso productivo.
Por último, diremos que los stocks como el empleo (desempleo) o la can-
tidad de dinero son fotos que fijan una situación en un momento preciso de
tiempo, mientras que flujos como el producto, el salario, el ahorro, etc., son
cantidades que se procesan en un período.

1.

KK Marque en la tabla cuáles de las siguientes variables son flujos y cuáles, stocks.
Variables Flujos Stocks
Ingreso
Gasto
Deuda pública
Deuda externa
Reservas internacionales de oro y divisas
Ahorro
Consumo
Resultado de la balanza de pagos
Inversión
Déficit fiscal
Gasto público

La medición del valor agregado macroeconómico por los tres


métodos (identidades de valor agregado: producto-gasto-ingreso)
Insistiremos una vez más sobre el concepto de valor agregado (VA), que se
puede descomponer en el aporte de valor que realizan los factores de pro-
ducción en cada etapa productiva durante un año. Otra forma de ver el VA y
hallar su monto total es sumar el VA de cada sector productivo. Por ejemplo,
si consideramos la división sectorial más sencilla: sector primario (agricultu-
ra, ganadería, pesca, minería), sector secundario (industria) y sector terciario
(comercio y servicios), y registramos para cada sector (1, 2 o 3) el valor que
agregan en las diferentes etapas (VAS1, VAS2, VAS3) y los sumamos, entonces
obtenemos el VA total. A su vez, si consideramos la suma de los ingresos que
se generan en cada sector (1, 2, 3) también se obtiene el VA total. Esto es, VA 
= VAS1 + VAS2 + VAS3 = YS1 + YS2 + YS3. O sea, el VA total se obtiene adicionando
los bienes y servicios que se agregan o los ingresos (salarios, ganancias, etc.)
que se generan en los tres sectores. Lo que demuestra que el valor agregado
y los ingresos son equivalentes.
Para cuantificar este valor agregado (y, por lo tanto, el valor agregado de
cada uno de los sectores) o la riqueza nueva generada en un período pode-
mos seguir tres métodos diferentes. Nos podemos preguntar (volver a revisar
la Figura 1.2):
1. ¿Cuántos bienes y servicios finales se produjeron en esta economía, o
cuántos bienes y servicios finales se vendieron en un período determina-
do? (Método del producto o ventas).
2. ¿En qué tipo de bienes se gasta el ingreso de las personas (si se destina
a bienes de consumo o de inversión)? ¿Y de cuánto es la suma total de
los bienes comprados de consumo más de inversión? (Método del gasto
agregado o compras).

Macroeconomía Alejandro Naclerio


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3. ¿Qué tipo de ingresos recibe la comunidad: salarios, beneficios, ganancias,


alquileres etc.? ¿Y a cuánto asciende el ingreso total que recibe la comu-
nidad? (Método del ingreso).

PARA REFLEXIONAR

Es importante comprender que se trata de tres diferentes métodos

PP para averiguar una misma cuestión. Por lo tanto, todos los métodos
deben arribar al mismo resultado.

En la Figura 1.2 explicamos el circuito económico considerando solo la exis-


tencia de empresas y familias, y a partir de esa interacción llegamos a com-
prender el flujo real y nominal de bienes y servicios y de ingresos. Ahora bien,
en una economía moderna existe el Estado como una entidad diferente a las
familias y a las empresas. El Estado (o sector gobierno) contablemente cam-
bia las cuentas de la contabilidad nacional, ya que aparece como un actor
institucional que compra bienes tanto de consumo (consumo público) como
de inversión (inversión pública) y a su vez toma ingresos de la población vía
impuestos. Por otro lado, también parte de los bienes se venden a otros
países o se compran de otros países. Cuando consideramos la existencia
de fronteras incluimos en nuestro circuito al sector externo. Vamos en este
caso a dividir el análisis para un determinado país, por ejemplo Argentina,
y para todo el resto de los países en conjunto, a lo que llamaremos sector
externo.
Ahora vamos a ir calculando las tres medidas del producto surgidas de las
tres preguntas realizadas, primero para una economía cerrada simple y luego
con el agregado sector externo y gobierno.

Economía sin sector externo ni gobierno


El método del producto (Q) para obtener el valor agregado (VA) consiste en
sumar, es decir, hacer la sumatoria (Σ) de todos los bienes y servicios finales
que se producen. Tomemos nota de la palabra “finales”, dado que ciertos
bienes no son finales, sino que se utilizan como insumos para producir otros
bienes. Por ejemplo, la harina se usa para producir pan. El pan es el producto
final que debe contabilizarse como parte del producto Q y la harina es el
producto intermedio que no debe imputarse en el producto. Esto se debe
a que si sumamos bienes intermedios (como la harina para producir pan)
estaríamos contabilizando dos veces la harina; la harina como producto y la
harina incorporada al valor del pan. Es decir, confirmamos que el producto
es la suma (Σ) de bienes y servicios finales. Por otro lado, también podemos
obtener el producto mediante la diferencia entre la producción bruta total de
la economía o valor bruto de la producción (VBP) y la producción de bienes y
servicios intermedios (BI). Vamos a denominar valor bruto de la producción
al total de bienes y servicios que se producen sin distinguir el tipo de bien
o servicio; esto es: el VBP es la suma de los bienes y servicios finales más
los intermedios. A este valor denominado VBP vamos a sustraerle los bienes
intermedios ya que si no, estaríamos (tal como explicamos con el ejemplo

Macroeconomía Alejandro Naclerio


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del pan y la harina) incurriendo en duplicaciones en la contabilización de los


bienes intermedios. Notemos que si tomamos los insumos, las materias
primas o los bienes intermedios que ya fueron producidos en otra etapa del
proceso de producción, y a esos bienes intermedios les agregamos valor con
nuestro trabajo y nuestras herramientas (capital), obtenemos como resultado
un valor mayor al de los insumos que recibimos. Por ello es que el producto
final tiene un valor mayor a los insumos que se usan en su producción. Y
explicita, en esta forma, que es un valor añadido (o agregado) a los bienes
intermedios.

Q = Σ de bienes y servicios finales = VBP – BI (1.1)

En cuanto al método del gasto agregado (GA), cabe considerar que el pro-
ducto Q se fabrica en las empresas y se vende a las familias y a las empre-
sas. Por ejemplo, el bien final bicicleta se vende a una familia o el bien
final máquina cortadora de acero se vende a una empresa. Por lo tanto, el
producto Q que producen y venden las empresas es comprado en el mercado
de bienes y servicios finales por las familias o por las empresas. En el agre- Aquí estamos suponiendo que
gado de la economía, el total de ventas es igual al total de compras. Por lo todo lo que producen las empre-
tanto el valor agregado también equivale al dinero gastado por las familias sas lo venden. Cosa que puede
no ocurrir en determinadas oca-
(y empresas) en bienes y servicios finales. Además, este método permite
siones. Cuando ocurre que se
determinar y evaluar qué tipos de bienes y servicios se producen y utilizan. producen bienes y no se venden,
La clasificación por tipo de bien final comprado es: 1) en bienes de consu- se verifica una variación de exis-
mo (C), y 2) bienes de inversión (I). Los bienes y servicios de consumo son tencias de mercaderías que debe
imputarse año a año como dife-
aquellos que se destinan a las familias para satisfacer necesidades directas rencia contable. Por ejemplo, el
de consumo. Mientras que los bienes de inversión son las herramientas, las producto del año 2017 es igual a
máquinas, la infraestructura y todo lo relacionado con el capital o la capaci- la sumatoria de ventas de los bie-
nes finales del año 2017 más la
dad productiva que las empresas adquieren. La inversión pueden realizarla
variación de existencia, bienes que
las empresas o las familias, quienes son dueñas de las empresas o prestan se produjeron durante el 2017
(rentan) capital a las empresas. pero que no se vendieron, por lo
tanto se acumulan para futuras
ventas. Es decir, cada año hereda
Gasto agregado (GA) = Consumo + Inversión = C + I (1.2) las existencias del año anterior.

El ingreso de las familias (Y) se obtiene sumando las retribuciones origi-


nadas en la producción: salario, renta, rentabilidad del capital y beneficios
extraordinarios y otros ingresos. Vimos que las ventas de bienes y servicios
finales Q y las compras de estos bienes GA cuantifican ambas el VA. Ahora
también sabemos que ese VA significa el esfuerzo que aportan los factores
de la producción (trabajo, capital y recursos naturales) y que permite producir
los bienes y servicios. ¿Cómo se mide este aporte? Se mide a través de los
ingresos que se generan en las diferentes etapas del proceso de producción.
El factor productivo trabajo genera salario (w), el factor productivo capital
genera rentabilidad del capital o intereses (i), el factor productivo recursos
naturales genera renta (R), y otros ingresos que se generan y que exceden a
los factores productivos denominados ganancias (g), utilidades (u), beneficios
(b), alquileres (a) etc., y que constituyen los ingresos de los dueños del capital
de una sociedad. Para resumir diremos que por un lado tenemos los ingresos
del trabajo (w) y por el otro los ingresos del capital que simplificaremos como
excedente bruto de explotación (EBE). Debe aclararse que dentro del capital
(EBE) incluimos varios ingresos que no provienen del mismo factor (como ser
renta de un terrateniente o ganancias de una empresa), pero lo caracteriza el

Macroeconomía Alejandro Naclerio


36

hecho de que se trata de ingresos que no provienen del trabajo, sino del hecho
de ser propietario de un factor.

Ingreso = salario + intereses + renta + beneficios + ganancias + utilida-
des + alquileres

Y = w + i + R + b + g + u + a +… ; donde i + R + b + g + u + a + … = EBE

Y = w + EBE (1.3)

Los factores productivos son los que agregan valor a la producción que se
compra y se vende en el mercado de bienes y servicios finales. Por lo tanto,
los factores productivos adquieren ingresos (Y) por el valor que agregan. Es
decir que el ingreso debe ser igual al total de compras y ventas de bienes
finales del sistema económico.
Considerando los tres métodos (ecuaciones 1.1, 1.2 y 1.3) que miden el
mismo valor agregado de la economía, tenemos:

Valor agregado ≡ Producto ≡ Gasto agregado ≡ Ingreso

VA ≡ Q ≡ GA ≡ Y (1.4)

Las tres rayitas (≡) significan equivalencia (más fuerte que la igualdad, =).
Esto se debe a que estamos hablando del mismo concepto VA y lo estamos
midiendo por tres métodos diferentes (que miden lo mismo). Es decir, el VA lo
medimos por las ventas, por las compras y por los ingresos.

PARA REFLEXIONAR

¿Qué significa esta equivalencia fundamental del sistema económi-

PP co? Para ayudarse a pensar vuelva a revisar con cuidado la Figura 1.2.

Insistimos en que esta igualdad y/o equivalencia se produce porque estamos


midiendo lo mismo en diferentes formas. Es decir, medimos la riqueza genera-
da de acuerdo al total de bienes y servicios finales elaborados, de la cantidad
gastada en consumo e inversión por parte de las unidades productivas y la
familia y, por último, a través del ingreso percibido por las familias en concepto
de remuneración a los factores productivos que las mismas familias aportan
para realizar la producción.
El valor agregado es, entonces: el ingreso Y, las compras GA y el producto
Q. Antes de continuar indagando las tres formas de medición, nos detendre-
mos sobre esta última Q. El producto puede ser medido en diferentes formas
según su amplitud y alcance geográfico. Es de aquí que surge la medida pro-
ducto bruto interno (PBI). O sea, el PBI es una de las distintas formas de medir
Q, por cierto la más conocida y utilizada pero no la única.

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37

Ampliaciones de las medidas de producto


Cuando al producto le agregamos el término “bruto” (B) decimos que se trata del pro-
ducto bruto (que denominamos PB). El PB considera la totalidad del capital que utiliza
la economía, sea este destinado a reponer el capital depreciado o gastado, o sea este des-
tinado a ampliar la capacidad productiva. Cuando restamos las depreciaciones de capital,
es decir, cuando consideramos solo la ampliación de la capacidad instalada, definimos el
producto como neto (PN). Es decir, la diferencia entre el producto bruto y el producto
neto son las depreciaciones (d) de capital.

PB = PN + d

Podemos especificar aún más la definición de producto bruto agregándole el término


“interno” y obteniendo la medida PBI. La I de interno refiere a la medición de la activi-
dad económica llevada a cabo dentro de las fronteras del país. Se lo considera interno, a
diferencia del producto nacional (PN). El producto interno comprende el valor gene-
rado por los factores productivos dentro de las fronteras del país, sean estos nacionales o
extranjeros. En cambio, el producto nacional (PN) comprende solo el valor generado
por los factores productivos nacionales, operen estos dentro del país o generen rentas y
otros ingresos provenientes del exterior. En este último caso deben restarse del ingreso las
rentas y otros ingresos generados por capitales y factores productivos extranjeros. Es decir,
la diferencia entre el producto interno y el nacional es la remuneración neta de facto-
res productivos externos (RNFP). La RNFP indica el neto de lo recibido por factores
productivos nacionales en el exterior menos los pagos realizados a factores productivos
externos que operan en la economía nacional.

PBI + RNFP = PBN

Sintéticamente diremos que, de acuerdo a las depreciaciones del capital y a la participa-


ción de factores productivos nacionales o extranjeros, podemos combinar las siguientes
posibilidades:

1. PBI: producto bruto interno (incluye depreciaciones y es el que se produce dentro del
país sin importar quién lo produce).
2. PBN: producto bruto nacional (incluye depreciaciones y es el que se produce por fac-
tores productivos nacionales sin importar si es dentro o fuera del país).
3. PNI: producto neto interno (excluye depreciaciones y es el que se produce dentro del
país sin importar quien lo produce).
4. PNN: producto neto nacional (excluye depreciaciones y es el que se produce por fac-
tores productivos nacionales sin importar si es dentro o fuera del país).

Ahora demos un paso más: agreguemos el sector externo


Dada la equivalencia Q ≡ Y ≡ GA, incorporaremos el sector resto del mundo.
Vamos a medir, entonces, el valor agregado en una economía abierta.
El producto Q (en su versión PBI) comprende todos los bienes y servicios
finales producidos internamente (incluidos aquellos bienes de inversión que
se destinan a reemplazar al capital depreciado). Asimismo, podemos hablar
de todos los ingresos Y (en su versión PBI), es decir, los ingresos generados
por los factores productivos dentro el país; y de un gasto agregado GA (en su
versión PBI), es decir, incluyendo también a todos los bienes y servicios fina-
les producidos internamente.

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38

Tomemos, entonces, este último concepto (“todos los bienes y servicios


finales producidos internamente”) como medida de valor agregado. Para este
concepto debemos considerar que existen, además, algunos bienes que son
producidos internamente y demandados por el resto del mundo. Estos bienes
son las exportaciones (X), que debemos sumar a los gastos agregados o com-
pras de bienes que forman parte del producto Q. Asimismo, existen otros bie-
nes no producidos internamente pero que sí constituyen parte del gasto agre-
gado interno. Estos bienes son las importaciones (IM) que no forman parte
del producto Q y que, por tanto, debemos sustraer de la cuenta de gasto agre-
gado (GA). Notemos que las compras de bienes de consumo C y de bienes de
inversión I incluyen la totalidad de bienes, sean estos nacionales o importa-
dos. Por tal motivo, al restar las importaciones IM (ecuación 1.5), solo quedan
contabilizados como gasto interno o nacional (en consumo y en inversión) los
bienes nacionales o producidos internamente.

GA = C + I + X – IM (1.5)

donde C es consumo, I es inversión, X es exportaciones, IM es importaciones.


Reemplazamos teniendo en cuenta esta igualdad y la equivalencia entre Q,
GA e Y. Luego realizamos un simple pasaje de términos:

Y – C = I + X + IM (1.6)

La expresión también puede presentarse como una igualdad entre la produc-


ción (ventas) u oferta global, y los gastos agregados o compras:

PBI + IM = C + I + X 
Oferta global = Gasto agregado (1.7)

La ecuación (1.7) muestra cuántos bienes se disponen para la venta –sean


Recordemos que puede ocurrir que estos nacionales o importados– y cuántos se compran.
el total de producción (PBI) no se La oferta global está compuesta por el producto Q o todos los bienes y
venda, por lo que una parte de la servicios finales producidos en el país (PBI), más los bienes provenientes del
oferta global quedará como varia-
resto del mundo (IM). El gasto agregado está compuesto por la compra de
ción de existencia (stock). Esta
diferencia se imputará como inver- bienes y servicios de las familias (C), la demanda de bienes de capital por
sión del lado del gasto agregado. parte de las unidades productivas (I) y la demanda de bienes efectuada por
los habitantes del resto del mundo (X).

Ahora demos otro paso más y agreguemos el sector público


Existen diferentes tipos de impues- La actividad económica del Estado es fundamental y modifica sustancialmente
tos. Una clasificación de los tri- los niveles de producto, gasto e ingresos del sistema económico. Mediante su
butos es aquella que los divide,
política fiscal (cobro de impuestos y la realización de gastos y transferencias)
de acuerdo con su significado, en
indirectos (T ind) o directos (Tdir), influye sobre los flujos nominales y reales intercambiados entre las empresas
según graven a las personas o a y las familias. Entonces, vamos a resumir la actividad del Estado en dos cosas:
los bienes. Cuando recaen sobre por un lado el cobro de impuestos y por el otro el nivel de gasto. Ambos deben
los bienes, el precio de estos se
modifica y por lo tanto debe modi- ser registrados para cuantificar correctamente el valor agregado del sistema
ficarse su valuación. económico.
Los impuestos (T) son la carga que el sector público le impone al sector
privado sin darle nada a cambio en forma directa.

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39

La recaudación T es lo que usa el Estado para pagar (financiar) sus gastos.


Los gastos del Estado (G) se fijan en el presupuesto público. Este reali-
za dos tipos de gasto: corriente y de capital (o inversión pública). Los gastos
corrientes, que denominaremos consumo público (CPúblico), son fundamental- Cada nivel de gobierno tiene su
presupuesto nacional, provincial,
mente compras de servicios –por ejemplo, educación, salud, seguridad, justi- municipal. Aquí supondremos solo
cia, etc.– y también compra bienes –por ejemplo, alimentos para comedores un nivel “presupuesto público”
a fin de brindar asistencia social. En cuanto a la inversión pública (IPública), se para simplificar.
trata de toda obra que aumente la capacidad productiva del sistema económi-
co o que constituya un gasto en capital. Por ejemplo, la construcción de una
escuela o de una ruta.
¿Cuánto valen los servicios que
Ahora el gasto total del sistema estará constituido por el gasto del sector compra el Estado? Por ejem-
privado y por el gasto del sector público, tanto de consumo como de inversión. plo, ¿cuánto vale la educación?
Evidentemente es un valor com-
plejo o poco fácil de determinar. A
Y = GA = CPrivado + IPrivada + CPúblico + IPública + X – IM (1.8)
efectos contables, el servicio edu-
cación se mide utilizando la suma
La ecuación (1.8) representa una equivalencia contable que es de suma impor- de los salarios pagados en educa-
tancia para el análisis económico. La reescribiremos de la siguiente manera: ción. Prestemos atención en este
punto, porque el salario en este
caso no es ingreso sino que se usa
Y = GA = C + I + G + XN  (1.8a) como medida estimativa de lo que
vale el servicio “educación” que el
donde C = CPrivado; I = IPrivada; G = CPúblico + IPública ; XN = X – IM Estado compra. Notemos que el
salario de los trabajadores de la
Insistimos en que esta ecuación (1.8a) es una equivalencia contable que educación también se va a usar
da cuenta del registro de datos ya ocurridos (ex post). para determinar el valor agrega-
do por el método del ingreso. Pero
en ese caso se usa directamente
como ingreso, no como estimativo
Las tres brechas del valor de un servicio.

Ahora veamos una importante relación que surge del análisis de la ecuación
(1.8) y de considerar el uso del ingreso que reciben los hogares. En la ecua-
ción (1.8) se muestra contablemente que el ingreso es lo mismo que el gasto
agregado. Dicho de otro modo, el total de ingresos se utilizan para consumo o
Recordemos que el ingreso es
para inversión. Sin embargo, las familias no cobran sus salarios en bienes de igual a salario más excedentes
consumo o en maquinaria, sino que cobran sus salarios en dinero. Del mismo Y = w + EBE, ver ecuación (1.3).
modo, las empresas y los capitalistas en general embolsan sus ganancias en
dinero o tal vez en otros activos financieros. Esto significa que para que la
igualdad de la ecuación (1.8) se cumpla el sistema financiero debe transformar
el ahorro S en inversión I.
Esto quiere decir que al considerar una economía monetaria las decisio-
nes de no consumo o las obligaciones fiscales, o sea, el pago de impuestos
T (ahorro obligatorio), deben pasar por el sistema financiero para transformar-
se en producción. Si nos paramos del lado de las familias debemos entonces
escribir una nueva ecuación:

Y = CPrivado + S + T (1.9)

Combinando la ecuación (1.8) con la (1.9), obtenemos:

CPrivado + S + T = Y = CPrivado + IPrivada + CPúblico + IPública + X – IM (1.10)

El ingreso Y generado en el año ahora tiene tres destinos: consumo, ahorro


o pago de impuestos (CPrivado + S + T). Por eso Y – CPrivado = S + T, donde S

Macroeconomía Alejandro Naclerio


40

representa los ahorros de las familias y empresas y T los impuestos que


recauda el Estado.
Al igualar ambos ingreso Y, vemos que tenemos CPrivado de ambos lados y
por tanto se elimina el CPrivado:

S + T = IPrivada + CPúblico + IPública + X – IM (1.10a)

Despejando y reordenando, tenemos:

S + (T – CPúblico) + (IM – X) = IPrivada + IPública (1.10b)

SPrivado + SGobierno + SResto del mundo = ITotal (1.10c)

Esta igualdad indica que la inversión bruta interna es financiada por: el ahorro
de las familias y del gobierno (superávit operativo: impuestos menos gastos
corrientes), más el ahorro del resto del mundo. El ahorro del resto del mundo
es igual al saldo de cuenta corriente XN cambiado de signo.

PARA AMPLIAR

El ahorro del resto del mundo es igual al saldo de cuenta corrien-

AA te XN cambiado de signo
El total de exportaciones menos las importaciones (X – IM) produce
un saldo en dólares que es positivo si X > IM o negativo si IM > X.
En el primer caso hablamos de superávit de cuenta corriente y en el
segundo de déficit de cuenta corriente. Si tenemos déficit, es decir,
si los ingresos de divisas por lo que exportamos es insuficiente para
cubrir los gastos en divisas por lo que importamos, entonces hace
falta que nos presten (financien) el faltante de divisas para cubrir esa
brecha. Ese faltante debe ser financiado de alguna forma (por ejem-
plo, un préstamo en dólares). Ese préstamo, al ser en dólares, es con-
siderado como el ahorro del resto del mundo que financia nuestro
déficit de cuenta corriente. En consecuencia, el ahorro del resto del
mundo es positivo cuando necesitamos financiar un déficit de cuen-
ta corriente. Nos prestan desde otros países porque no generamos las
divisas suficientes, por lo que nuestro pasivo aumenta. En caso con-
trario, o sea, cuando tenemos superávit de cuenta corriente, el ahorro
del resto del mundo es negativo, por lo que nuestro activo aumenta.
Dicho de otro modo, cuando nuestro saldo corriente de divisas es
positivo nuestro país financia al resto del mundo.

Volvamos ahora a la ecuación (1.10c). En ella se muestra la variable inversión


explicada por tres tipos de ahorro: el privado, el público y el externo. Esta
ecuación contable es importante porque nos indica cuáles son las fuentes de
la inversión, o sea, las vías posibles para ampliar la capacidad productiva. En
general, las sociedades que más crecen lo hacen con un importante ahorro
interno (privado y público). El ahorro externo puede llevar a acumulación exce-
siva de deuda externa; en ese caso, los países se ven obligados a realizar
ajustes fiscales para pagar sus deudas.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


41

2.

KK Ejercicios de aplicación: cuentas nacionales


a. A partir de la información que se brinda en los cuadros correspon-
dientes a datos de la economía argentina para el año 2003, determine
cómo contribuye el ahorro privado, el ahorro público y el ahorro
externo a la financiación de la inversión. Calcule el PBI por el méto-
do del gasto agregado.
1. Resultado de cuenta corriente = –8162
2. Consumo público = 31.952
3. Consumo privado =163.675
4. Inversión bruta interna fija = 45.069
5. Variación de existencias = 1494
6. Ingresos corrientes del sector público (T) = 65.587
7. Gastos corrientes del sector público (G) = 63.377

b. Dados los siguientes datos en millones de pesos:

Compra de bienes de capital (equipo de maquinaria y transporte) 70


Consumo de las familias 160
Contribuciones sociales pagadas 10
Fondo para reponer el capital gastado (depreciaciones) 30
Impuestos indirectos netos de subsidios 20
Intereses netos (cobrados – pagados) 10
Inversión pública 60
Las ventas totales de insumos 210
Rentas y alquileres 40
Saldo de la balanza comercial -10
Sueldos y salarios pagados por el gobierno (incluidos aportes personales) 20
Sueldos y salarios pagados por las empresas (incluidos aportes 70
personales)
Utilidades 90
Valor bruto de la producción del gobierno 100
Variación de existencias -10
Ventas de las empresas 400
Transferencias sociales (jubilaciones, pensiones, Asignación Universal por 20
Hijo [AUH], etc.)

1. Tres equipos de investigación calculan la riqueza bruta generada


en un período dentro de las fronteras del país. Los tres utili-
zan distintos métodos y, como debe ser, llegan a igual resultado.
Calcular la riqueza generada a precios de mercado en el período
mediante los tres métodos.
2. Teniendo en cuenta que el ingreso disponible Yd = ingreso bruto
interno – depreciaciones + impuestos indirectos netos de subsi-
dios + transferencias netas (jubilaciones, AUH, etc. – contribu-
ciones sociales pagadas), calcular el ahorro de las familias, o sea,
el Yd – consumo de las familias. Sumarle a ese ahorro el ahorro de
las empresas. Suponer que las empresas solo ahorran para reponer
el capital gastado. Una vez obtenido el ahorro privado, hallar el
ahorro del gobierno y el ahorro del sector externo.
3. Hallar la expresión de las tres brechas de la inversión total (inver-
sión pública + inversión privada). Explicar cómo se financia la
inversión.

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42

1.2.3. Distribución del ingreso, desempleo y pobreza


¿Mayor PBI es igual a mayor nivel de vida? En realidad, como el PBI totaliza la
cantidad de bienes y servicios finales que se producen por año, no sabemos si
un nivel más alto de PBI implica que todas las personas estén mejor desde el
punto de vista económico o si solo un grupo (pequeño) de familias mejoraron
mucho y otro grupo (la gran mayoría) no mejoró o empeoró sustancialmente.
Para saber si la mayoría de la gente mejora su nivel de vida cuando sube el pro-
ducto (o ingreso), debemos saber cómo se distribuye dicho producto. Cuando
hablamos de producto promedio (por ejemplo PBI por persona o per cápita)
estamos contabilizando los bienes y servicios finales que se producen por
año y dividiendo dichos bienes por la cantidad de habitantes de un país. Este
promedio no refleja la realidad concreta de cada persona. Es simplemente un
indicador de producción (o ingresos) del total de la población. En toda sociedad
vamos a encontrar personas que tienen ingresos muy por arriba y otras muy
por debajo del promedio. Justamente, el objetivo de estudiar la distribución es
mostrar cuán lejos hacia arriba o hacia abajo del promedio general de ingresos
están los individuos.

Los totales, los promedios y la distribución


Es muy palpable empíricamente decir que si un país tiene aproximadamente un PBI per
cápita anual de 50.000 dólares (por ejemplo, países nórdicos de Europa) y otro país tiene
10.000 dólares (por ejemplo, algunos países latinoamericanos) entonces el primero es –en
promedio– cinco veces más rico que el segundo. Sin embargo, si bien esto puede ser una
aproximación, muchas veces dista de la realidad. Las mediciones tan complementarias como
esenciales de esta situación son las referidas a la distribución del ingreso, que redundan en
mayores o menores niveles de pobreza considerando al conjunto de la sociedad como grupos
diferentes y no a la sociedad como un gran promedio.

Habiendo calculado el producto por los tres métodos, ahora vamos a ver la
forma en que se reparte ese producto (o ingreso). El reparto no depende
estrictamente de quién lo generó. La distribución es un acto separado de la
generación del producto, por lo cual puede ocurrir que el proceso de distribu-
ción esté muy alejado de compensar a cada participante del proceso de gene-
ración del producto (trabajadores y capitalistas) en función de su verdadera
contribución al producto. O sea, el producto puede estar distribuido de manera
más o menos justa.

La distribución
Cuando presentamos el concepto de valor, indicamos que la generación de ese valor es un
acto separado de su distribución. Es decir que el reparto del flujo de bienes y de servicios
generado cada año tiene una pauta de distribución más o menos justa según la teoría que
se utilice y las instituciones que imperen en una determinada sociedad. Las distribuciones
varían entre los diferentes países y ello depende de las políticas y leyes que se establezcan
en cada una de las naciones soberanas. En general ocurre que, cuando las distribuciones
son más inequitativas, existen al mismo tiempo tasas elevadas de desempleo o un amplio
sector de la población con empleos informales y desprotegidos, y también niveles altos o
muy altos de pobreza.

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43

PARA REFLEXIONAR

En los países menos desarrollados la distribución del ingreso es más

PP desigual que en los países más desarrollados. A su vez, las tasas de


pobreza en los países no desarrollados son bastante más altas.

Veamos de qué estamos hablando. Primero entendamos las mediciones de la


distribución, luego las mediciones del (des)empleo y de la pobreza

La medición de la distribución
El ingreso o el producto puede ser alto pero estar distribuido de manera muy
desigual, o el producto puede ser más bajo y estar más equitativamente dis-
tribuido. Por eso debemos ir un poquito más allá de ese flujo de riqueza que
hemos analizado y cuantificado como producto (PBI) o ingreso (ingreso bruto
interno). Debemos estudiar su distribución para evitar que los grandes pro-
medios no nos dejen analizar una importante problemática social. Es decir, el
análisis de la distribución nos permite evitar el posible engaño de los promedios.
El gran promedio (PBI per cápita) es una medida aproximada para ciertos
indicadores, pero no muestra las pautas (y conflictos) distributivos que ocu-
rren en una sociedad.

Para ejemplificar, tomemos una sociedad compuesta por 10 familias que

xx produce únicamente 10.000 kg de alimentos por año. Los 10.000 kg


(PBI de la sociedad) alcanzan para que las 10 familias se alimenten satis-
factoriamente, ya que el ingreso per cápita es de 1000 kg por familia por
año, cifra algo superior a 2,7 kg de alimentos por día para cada fami-
lia. Ahora bien, al observar la distribución del ingreso de dicha socie-
dad puede ocurrir que una familia se lleve 9000 kg y que las restantes
nueve se lleven los otros 1000 kg de alimentos. Lo que arroja el siguien-
te resultado: nueve familias viven con 100 kg de alimentos por año, o
sea, apenas poco más de 1/4 kg de alimento por día para cada familia,
mientras que una sola familia va a tener más de 24,5 kg de alimentos
diarios, mucho más de lo que necesita una familia para vivir. Podemos
concluir que la distribución del ingreso es muy importante ya que se
pueden presentar dos casos extremos:
1. La desigualdad lleva a una situación donde en una sociedad existe
un 90 % de pobres (medidos por los ingresos) versus un 10 % de no
pobres de altos ingreso.
2. Una sociedad donde todas las personas reciben el mismo ingreso
(algo más de 2,7 kg de alimentos diarios) y no existe nadie que tenga
muchos más recursos de los necesarios en términos alimenticios.
Obviamente, entre estas dos situaciones extremas existen muchísimas
posibilidades de distribución que son características y específicas de cada
sociedad.

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44

En una sociedad capitalista moderna existe una división de tareas o división


del trabajo. La gran mayoría de las personas trabaja y obtiene de su trabajo
recursos monetarios (algunos más, otros menos) para poder solventar (o no)
su subsistencia, y en algunos casos ahorrar para incrementar su nivel de
riqueza. Las personas que trabajan tienen un nivel de ingreso que se deno-
mina salario, el cual se contrapone al resto de los ingresos que, en honor
a la brevedad, llamaremos ingreso del capital. Los ingresos del capital son
todos aquellos ingresos (legales) que devienen de cualquier otra fuente que
no sea el trabajo. Por ejemplo, el dueño de una empresa obtiene ganancias,
o el terrateniente obtiene rentas, o el dueño de una vivienda un alquiler. Si
nos remontamos a la teoría clásica de la distribución (es decir, a la teoría
del valor trabajo), el trabajo es la fuente exclusiva de valor y el resto son los
excedentes que se distribuyen entre los miembros de la sociedad. Por eso,
podemos resumir diciendo que existe una distribución entre trabajadores y
capitalistas (capital versus trabajo) que caracteriza a una cierta distribución
del ingreso o producto.

Los dos métodos


Existen dos métodos para establecer las medidas de la distribución del ingre-
so o producto. Por un lado, la distribución funcional del ingreso y, por el otro,
la distribución personal del ingreso.

LEER CON ATENCIÓN

La distribución funcional: según la función que cumple cada factor

LL productivo. La función de los trabajadores: trabajar; la función de los


dueños de los medios de producción: asignar capital, recursos natura-
les, etc., al proceso productivo. La distribución personal o familiar.
Lo que se asigna a cada persona o familia en el reparto del producto.
La sociedad se divide en clases y a cada clase le corresponde un por-
centaje del producto o ingreso.

La distribución funcional del ingreso considera la función que cumplen las


personas, o bien ofreciendo factores de producción, trabajando y, por tanto,
cobrando un salario; o bien siendo dueña de capital o recursos naturales de
los cuales obtiene una ganancia o una renta. Una vez más volvamos a la Figura
1.2. Observemos el flujo nominal que explica el pago a los factores trabajo,
capital y recursos naturales, o sea: salarios, renta y la retribución al capital
respectivamente. La distribución del flujo de pagos entre estos tres conceptos
supone la existencia de un mercado de factores productivos muy avanzado, en
el cual se encuentran claramente separadas las figuras del trabajador, de los
propietarios de capital y de los propietarios de recursos naturales. La forma en
que se distribuye el producto entre los trabajadores y el resto depende –como
ya dijimos–de las instituciones que imponen las reglas de distribución en la
sociedad y del progreso tecnológico, o, en otras palabras, de las formas más
avanzadas de producción que las sociedades aprenden.

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45

La retribución a los factores. Salarios y ganancias


Las remuneraciones de cada factor (fundamentalmente del factor trabajo) están influidas
por distintas cuestiones institucionales y tecnológicas. Mencionaremos algunas:

•• La calidad y la forma en que se combinan los factores para producir, o, dicho de otra
forma, por la tecnología (“el cómo se produce”). El progreso tecnológico implica que
se vaya mejorando la combinación de factores, lo cual requiere trabajadores cada vez
más calificados, capaces de manipular máquinas cada vez más complejas. Este esquema
involucra un patrón diferente a los regímenes distributivos que regían algunas décadas
atrás, en los que el factor trabajo era relativamente más homogéneo. Por lo tanto, el
progreso tecnológico en la economía fundada en los conocimientos genera una desigual-
dad que se acentúa con las calificaciones de las personas. Tales comportamientos son
muy diferentes según se trate de países en desarrollo (como Argentina) o desarrollados.
•• La estructura de propiedad de los factores es otra causa importante en la determina-
ción de la distribución funcional. Una estructura de la propiedad de la tierra en la que
prevalecen las grandes extensiones (latifundios) implica relativamente poca demanda
de trabajo y, por tanto, bajos salarios. También la concentración del capital en grandes
empresas, aunque permitiera implementar mejores tecnologías, genera menor deman-
da de trabajo que las pequeñas y medianas empresas.
•• El distinto grado de preparación de los trabajadores implicará distintas situaciones en
el mercado laboral. En los países subdesarrollados es abundante el caudal de personas
sin preparación, lo que causa una segmentación del mercado; y las tasas de ocupación
son más elevadas para los segmentos de mayor calificación, al tiempo que estos perci-
ben las mayores remuneraciones.
•• Los niveles de sindicalización influyen sobre el salario, especialmente en situaciones
cercanas al pleno empleo, cuando las empresas se ven obligadas a negociar salarios.
Este factor es dispar en diversos países. En países desarrollados con altos niveles de sin-
dicalización el patrón distributivo es menos desigual que en una situación de menor
sindicalización. Entre los países en desarrollo, Argentina, por ejemplo, tiene una fuerte
y difundida estructura sindical y un patrón distributivo relativamente mejor que el de
otros países de América Latina.

En síntesis, podemos decir que los salarios en los países en desarrollo son menores que los
salarios de países desarrollados. Esto es: a mayor desarrollo, mayores salarios y mayor parti-
cipación relativa de los salarios en el producto. Por ejemplo, en Argentina la participación
del salario desde fines de la década de 1990 hasta 2018 oscila entre el 40 y el 45 %, mientras
que en países de la Unión Europea, por ejemplo, dicha cifra alcanza un 60-65 %.

Por otra parte, la distribución personal del ingreso consiste en ordenar por
capas o grupos, de acuerdo al nivel de ingresos, a la población del país.
En principio, podemos dividir a una sociedad en tres estratos: clase A, sec-
tor de altos ingresos; clase M, ingresos medios, y clase B, sector de bajos
ingresos. La pertenencia social desde el punto de vista económico tiene múl-
tiples explicaciones; sin embargo, la medición de la distribución personal de
ingresos va a considerar a los individuos para agruparlos en categorías (o cla-
ses) de acuerdo a su ingreso (económico estricto sensu), en un determinado
momento.

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46

Algunas explicaciones de las diferentes clases sociales


Las variables que tienen mayor influencia sobre la distribución personal del ingreso son
la concentración en la propiedad del capital y los recursos naturales, y la remuneración
de las distintas modalidades del factor trabajo: calificado y no calificado. Las diferencias
entre las clases A y M son un reflejo directo de la estructura de la propiedad. A mayor
concentración de la propiedad, las distancias serán mayores. También, dentro de la clase
M, existirán diferencias vinculadas fundamentalmente al grado de preparación, la res-
ponsabilidad de la función a desempeñar, el tiempo de servicio, etc. Las distancias entre
la clase M y la clase B están influidas por las oportunidades de acceso a la educación. En
general, en los países subdesarrollados tal acceso es dificultoso, con lo cual el contingente
de trabajadores calificados es pequeño y el de trabajadores no calificados muy abundante;
así, las diferencias de ingreso son considerables.
En Argentina el sistema educativo ha estado durante gran parte del siglo XX mucho
más difundido que en otros países subdesarrollados (sobre todo hasta mediados de los años
1970); por lo tanto, es más abundante el trabajo calificado con respecto a otros países de
América Latina. La clase B difiere de la clase M por tener poco o nulo acceso al sistema
educativo o a cualquier otro mecanismo de preparación. También se explica la diferencia
por el hecho de que miembros de la clase M poseen vivienda propia –lo cual se puede
considerar un ingreso implícito–, mientras que los miembros de la clase B en general no
poseen vivienda. Los cambios ocurridos en Argentina durante los últimos 40 años, tanto
en la estructura como en el nivel de empleo, no solo afectaron la distribución funcional
sino que también impactaron en la distribución personal, ampliando las brechas entre las
familias de clase A, M y B.

La división en tres clases sociales nos da una idea global de la distribución


del ingreso. En la Tabla 1.1 se presenta un estimativo de la participación en
el ingreso de cada una de las clases sociales: alta, media y baja (A, M y B),
considerando para la clase B al 30 % de las personas de menores ingresos;
para la clase M, a quienes tienen ingresos medios hasta acumular el 60 % de
personas, y para la clase A, al 10 % de las personas más ricas.

Tabla 1.1. Distribución personal del ingreso para Gran Buenos Aires
(diferentes años)
Años B (30%) M (60%) A (10%)
1974 11,3 60,7 28
1982 10,7 55,7 33,6
1989 7,9 50,5 41,6
1990 9,7 55,1 35,3
2002 7,2 53,9 38,9
2005 8,2 56,7 35,1
2011 9,8 61,8 28,4
2017 9,4 59,4 31,2

Fuente: elaboración propia basada en datos del Indec.

La agrupación de las personas se puede efectuar de diferentes maneras. Por


ejemplo, en quintiles, esto es, dividir a la sociedad en 5 partes iguales. Si
consideramos un país de 50 millones de personas, vamos a obtener 5 grupos
de 10 millones de personas y veremos qué ingreso acumula cada segmento.
También podemos agruparlas en 10 grupos. Desde los más pobres hasta los

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47

más ricos. Por ejemplo, si tenemos 40 millones de personas, armaremos gru-


pos de 4 millones ordenados de los más pobres a los más ricos. Así vamos
a ver qué porcentaje de ingreso le corresponde a cada 10 % de la población.
En la Tabla 1.2 se comparan las distribuciones del ingreso por deciles en
Argentina para el segundo trimestre de 2011 versus el segundo trimestre de
2018. Una de las formas de leer la desigualdad en la Tabla 1.2 es calcular
el número de veces que el decil más pobre entra en el decil más rico. Por
ejemplo, para el segundo trimestre de 2011 esa cifra arroja un resultado de
15,8 veces (28,4 / 1,8), mientras que para el segundo trimestre de 2018 esa
cifra arroja un resultado de 18,4 veces (31,2 / 1,7). Estos datos significan
que entre 2011 y 2018 la desigualdad se ha incrementado notoriamente
(18,4 > 15,8).

Tabla 1.2. Distribución personal del ingreso en Argentina (en %). Segundo
trimestre 2011 y segundo trimestre 2018. Total aglomerados urbanos

Deciles 2011 2018


1) 10% más pobre 1,8 1,7
2) 10% 3,4 3,3
3) 10% 4,6 4,4
4) 10% 5,8 5,6
5) 10% 7,2 6,9
6) 10% 8,7 8,1
7) 10% 10,6 9,9
8) 10% 12,9 12,4
9) 10% 16,6 16,5
10) 10% más rico 28,4 31,2
Total 100% de la sociedad Total 100% de ingresos Total 100% de ingresos

Fuente: elaboración propia basada en datos del Indec.

De la lectura de la Tabla 1.2 podemos sacar varias conclusiones, pero todas


ellas se remiten a los datos seleccionados y al sesgo del analista al presen-
tar los datos. Por tal motivo es importante establecer series comparativas
utilizando varios períodos y diferentes tipos de clasificación de la estructura
social. Para ello, es fundamental aprovechar las numerosas fuentes de datos
que existen.

PARA AMPLIAR

Los informes técnicos que publica periódicamente el Indec <www.

AA indec.gob.ar> establecen una serie de comparaciones que nos permi-


ten elaborar distintas series de datos. Para el caso de la distribución
del ingreso, se puede consultar:
<https://www.indec.gob.ar/nivel4_default.asp?id_tema_
1=4&id_tema_2=31&id_tema_3=60>

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Por otro lado, podríamos hacernos la pregunta siguiente: ¿qué tan desigual es
la distribución del ingreso en Argentina? Para ello debemos comparar Argentina
con otros países. Existen varios trabajos sobre la distribución del ingreso a
nivel mundial.

PARA AMPLIAR

Naciones Unidas (2017). Disponible en:

AA <http://hdr.undp.org/en/content/informe-nacional-sobre-
desarrollo-humano-2017>

Cuando comparemos diferentes países vamos a notar que Argentina se


encuentra en una situación intermedia (Tabla 1.3). Es evidente que no se trata
de un país con una distribución relativamente equitativa, tal como algunos de
los desarrollados –por ejemplo, Noruega (y los nórdicos en general)–, ni tam-
poco con una muy desigual distribución, como Brasil o los países africanos.

Tabla 1.3. Distribución personal del ingreso en diferentes países. Números de


veces que el 20 % más pobre entra en el 20 % más rico (países seleccionados)
País Diferencia
Japón 3,4
Noruega 3,9
Italia 6,5
EE.UU. 8,4
Venezuela 10,6
Argentina 17,6
Chile 18,7
Guatemala 20,3
Brasil 23,7
República de África Central 32,7

Fuente: elaboración propia basada en Naciones Unidas (2017).

Por último, si comparamos la Tabla 1.3 con la Tabla 1.2, e inclusive con la
Tabla 1.1, podemos afirmar que la distribución del ingreso de Argentina ha
empeorado y que las características de su distribución la asemejan más a los
países latinoamericanos que a los más desarrollados.

Curva de Lorenz y coeficiente de Gini


Varios indicadores describen la distribución de los ingresos entre la población.
En las tablas 1.1, 1.2 y 1.3 hemos utilizado diferentes formas de agrupamien-
to de clases sociales para Argentina y otros países. En la Tabla 1.1 dividimos
a la sociedad en tres clases (alta 10 %, media 60 % y baja 30 %), en la Tabla
1.2 en 10 partes iguales desde el 10 % más rico hasta el 10 % más pobre;
y en la Tabla 1.3 comparamos el 20 % más rico y el 20 % más pobre de la
población como promedio de desigualdad para varios países.

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Habiendo aprehendido la metodología para la elaboración de estos cuadros


podemos pasar a la curva de Lorenz y el coeficiente de Gini. Ambos indicado-
res surgen de entender el ejercicio de dividir la sociedad en clases sociales,
asignando a cada clase el ingreso correspondiente.
El método de Lorenz es un método gráfico y lo explicamos en el Gráfico 1.1.
En el eje horizontal se representan los porcentajes de población ordenados
de más pobres a más ricos (en porcentajes, de 10 en 10) y en el eje vertical
los porcentajes de ingreso acumulados. Evidentemente, el 0 % de la población
recibe el 0 % del ingreso y el 100 % de la población disfruta el 100 % del ingre-
so. Como se ve en el Gráfico 1.1, si todos los habitantes recibieran el mismo
ingreso, la curva de Lorenz sería la diagonal, pero cuando no haya igualdad
perfecta, la curva de Lorenz se encontrará por debajo de la diagonal y tendrá
una pendiente creciente. Esta curva representa la distribución del ingreso;
así, a medida que la curvatura es mayor (mayor panza de la curva de Lorenz),
la distribución se aleja de la “ideal”; por lo tanto, a mayor panza de la curva,
más regresiva es la distribución.

Gráfico 1.1. Distribución del ingreso por la curva de Lorenz

Fuente: elaboración propia.

Veamos, como ejemplo, el caso argentino en 1974 y 1999. En la Tabla 1.4 se


presentan los datos de la estructura por deciles de los ingresos suministra-
dos por la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), elaborada por el Instituto
Nacional de Estadística y Censos (Indec), para el Gran Buenos Aires. Las últi-
mas tres columnas son las que se utilizan para construir las curvas de Lorenz
(Gráfico 1.2) para ambos años. Comparando 1999 con 1974 se observa cómo
a lo largo del tiempo la distribución se ha vuelto más regresiva, es decir, la
panza de la curva se ha agrandado.

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Tabla 1.4. Distribución del ingreso por deciles en Argentina (octubre de cada
año, en %)
Población Ingreso 1974 Ingreso 1999 Población Ingreso acu- Ingreso acu-
acumulada mulado 1974 mulado 1999
10% 2,30% 1,50% 10% 2,30% 1,50%
10% 4,10% 2,80% 20% 6,40% 4,30%
10% 4,90% 3,90% 30% 11,30% 8,20%
10% 6,30% 4,90% 40% 17,60% 13,10%
10% 7,40% 6,20% 50% 25,00% 19,30%
10% 8,70% 7,50% 60% 33,70% 26,80%
10% 10,30% 9,20% 70% 44,00% 36,00%
10% 12,50% 11,60% 80% 56,50% 47,60%
10% 15,50% 16,20% 90% 72,00% 63,80%
10% 28,20% 36,10% 100% 100% 100%

Fuente: elaboración propia basada en EPH-INDEC.

Gráfico 1.2. Curva de Lorenz en Argentina para 1974 y 1999

Fuente: elaboración propia basada en EPH-Indec.

3.

KK A partir de los datos disponibles en <www.indec.gob.ar>, calcule la curva


de Lorenz para Argentina correspondiente a los años 2007, 2015 y
2018.

El coeficiente de Gini es el resultado matemático de analizar la curva de


Lorenz. Se calcula como la relación entre el área sombreada (recta de 45° y
la curva de Lorenz) y el triángulo por debajo de la recta de 45º (Gráfico 1.1).
Equivale a la superficie indicada por el área A en relación con el área A + B
(note que A + B es un triángulo). El coeficiente de Gini es Cg = A / A + B. Este
indicador vale 1 cuando B = 0 y se va acercando a 0 cuando B crece. En con-
secuencia, el coeficiente tiene valores muy bajos cuando el área A es menor y,
por tanto, B es mayor. En el límite teórico de la igualdad absoluta, el coeficiente

Macroeconomía Alejandro Naclerio


51

vale 0 cuando existe solo la diagonal del gráfico y, por tanto, el área que queda
es B, mientras que el área A desaparece. En el otro límite de la desigualdad
absoluta, toda el área bajo la diagonal pasa a ser A y la B desaparece. Es un
indicador de desigualdad ya que mide la superficie de la panza en la región
triangular. El coeficiente así calculado oscila entre 0 y 1. En el caso extremo de
igualdad, cuando la curva coincide con la diagonal, el coeficiente es igual a 0.
Cuanto más cercano a 1 (más panza tiene la curva) mayor es la desigualdad,
y en el caso extremo de que el área sombreada sea igual al triángulo, el coe-
ficiente será igual a 1. El coeficiente de Gini en Argentina ha disminuido entre
los años 2005 y 2015 muy lentamente, siempre en torno a valores cercanos
a 0,4, y desde el año 2016 ha subido.

4.

KK a. Busque y explique el índice de Gini en Argentina durante las últimas


dos décadas.
b. El siguiente cuadro presenta la información agregada sobre los ingre-
sos de los hogares de la economía A, donde existen tres grupos de
familias con ingresos diferentes (en cada grupo existe homogeneidad
de ingresos).
Grupo Nº de familias Ingreso
1 50 5000
2 100 10000
3 50 15000

1. Calcule la participación en el ingreso total del 20 % de las familias


más pobres.
2. Calcule la participación en el ingreso total del 10 % de las familias
más ricas.
3. Dibuje la Curva de Lorenz (utilice cuartiles de población).
4. Calcule el índice de Gini
5. En la economía B existen 100 hogares, de los cuales el 50 % tiene
un ingreso de $ 4000, el 25 % de $ 6000 y el resto de $ 7000.
Dibuje la Curva de Lorenz (utilice cuartiles).
6. Compare las economías A y B, ¿cuál de las dos es más igualitaria? Tanto el desempleo como la
7. Calcule el índice de Gini para la economía B. pobreza son indicadores que en
8. ¿Le parece que el índice de Gini correspondiente a la distribu- Argentina se miden a través de la
Encuesta Permanente de Hogares
ción original es menor o mayor que la calculada en el punto vi? (EPH) que realiza el Indec, <www.
Explique. indec.gov.ar>. La EPH es un ins-
trumento sumamente útil para los
economistas y cientistas sociales
que investigan sobre las cuestio-
1.2.4. Desempleo y pobreza nes sociales en Argentina.

El desempleo y la pobreza son, sin duda, las peores patologías del sistema
económico.
Por eso debemos estudiar las políticas que permiten sacar a las socie-
dades de altos niveles de desempleo y de pobreza. Ahora veamos las meto-
dologías para elaborar los indicadores precisando los conceptos que los
componen.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


52

El trabajo y la medición del desempleo


El trabajo es la capacidad física e intelectual del ser humano utilizada en la trans-
formación de aquellos elementos de la naturaleza aprovechables en productos a
los fines de satisfacer sus necesidades. Existen diferentes tipos de trabajo que
han ido evolucionando con el devenir histórico. Así, tenemos diferentes grados de
calificación. En general, suele denominarse trabajadores calificados a aquellos
que ejercen sus ocupaciones luego de un período determinado de aprendizaje y
trabajadores no calificados a aquellos que no tienen formación previa. Las uni-
dades productivas demandan trabajos calificados y no calificados según sea la
característica de lo que producen. Las tecnologías de producción crecientemente
complejas requieren una calificación cada vez mayor. A fin de cuentas, el trabajo
es el factor productivo más importante que hace funcionar el sistema.
El trabajo es ofrecido por las persona y es demandado por las empresas (o
unidades de producción privadas y públicas). Cuando muchas personas bus-
can trabajo y no encuentran se registra entonces un alto desempleo. Es decir,
el desempleo, más allá del tipo de trabajo, es un resultado matemático que
surge de comprar la oferta de trabajo (personas que buscan empleo) con la
demanda de trabajo (empresas o instituciones que necesitan contratar traba-
jadores). Esta situación se cuantifica o se mide a través de las estadísticas
La EPH se elabora para un perío-
del mercado de trabajo.
do de referencia. Hasta el año
2003, ese período consideraba
dos semanas de referencia por Las estadísticas del mercado de trabajo
año. Es decir, se realizaban dos La oferta de trabajo de una economía particular es la población económica-
relevamientos por año: uno en
mayo y otro en octubre. A partir de
mente activa (PEA), es decir, la cantidad de factor trabajo que está efectiva-
2003, los datos remiten a perío- mente disponible para ser utilizada en el sistema económico. Las estadísticas
dos de referencias trimestrales, nos permiten saber actualmente los niveles de desocupación y empleo de
por lo que, desde entonces, tene- una sociedad. Como ya mencionamos, la EPH nos brinda información sobre la
mos cuatro relevamientos por año.
situación ocupacional de la población en Argentina. Es decir, nos dice cómo
está en un determinado momento (foto del estado de situación) la oferta de
trabajo. La EPH basa globalmente su metodología en los lineamientos de la
Organización Internacional del Trabajo (OIT) <www.oit.org>. Sin embargo, no
se adoptan exactamente las mismas definiciones. Aquí presentamos solo las
La Organización Internacional del
Trabajo es un órgano internacional
definiciones que utiliza el Indec en la EPH.
de 187 Estados miembros  cuyos La población no económicamente activa o población inactiva es el conjun-
objetivos principales son estable- to de personas que no tiene ocupación ni busca tenerla. Incluye, por ejemplo,
cer normas del trabajo, aconse- a niños y jóvenes que permanecen en el sistema educativo sin buscar trabajo,
jar políticas y elaborar programas
promoviendo el trabajo decente. a las amas de casa y a personas que por una u otra causa no buscan activa-
Asimismo, la OIT elabora estadísti- mente trabajo, por ejemplo, por ser ricos o disponer de recursos suficientes,
cas sobre la situación del empleo o porque están desalentados luego de numerosas búsquedas infructuosas.
a escala mundial, para lo cual
La población económicamente activa (PEA) incluye a las personas que
aconseja criterios de medición a
fin de poder hacer comparable participan del mercado de trabajo. Se trata de quienes tienen una ocupación o
las diferentes situaciones a nivel que, sin tenerla, la buscan activamente. “Buscar activamente” significa hacer
internacional. un esfuerzo a tal fin. Por ejemplo, consultar el diario todas las mañanas, acu-
dir a entrevistas, etcétera.
Entonces, la PEA es una parte de la población total. Pero, a su vez, dentro
de ella, es posible establecer otras distinciones.
Los ocupados son las personas que poseen, al menos, una ocupación. Una
persona pertenece a esta categoría si ha trabajado por lo menos durante una
hora en forma remunerada, o 15 horas de manera no remunerada, durante el
período de referencia.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


53

De acuerdo con el total de horas semanales trabajadas, los ocupados pue-


den desagregarse en tres subgrupos:
1. Ocupados plenos: dentro de la categoría “ocupados”, se considera ocupa-
do pleno a las personas que tienen una jornada laboral socialmente normal.
En Argentina se trata de los que trabajan entre 35 y 45 horas semanales.
2. Sobreocupados: dentro de la categoría “ocupados”, se consideran sobre-
ocupados a las personas que tienen una jornada laboral mayor al conside-
rado socialmente normal. En Argentina, son aquellos que trabajan más de
45 horas semanales.
3. Subocupados: son los ocupados que tienen una jornada de trabajo menor
a lo considerado socialmente normal, siempre que esto no se deba a cau-
Aquí consideramos solo a los
sas voluntarias. Se trata de los ocupados que trabajan menos de 35 horas
subocupados por motivos hora-
semanales, deseando hacerlo por un tiempo mayor. rios; es decir, personas que tra-
bajan un número de horas sema-
A partir de 1993 se diferencia entre: nales consideradas insuficientes.
Existe otro tipo de subocupación
1. Subocupados demandantes: son los subocupados que están buscando relacionada con la calidad del
trabajo, a la cual se denomina
una nueva ocupación.
subocupación cualitativa. La EPH
2. Subocupados no demandantes: son los subocupados que desean trabajar permite cuantificarla por medio de
más pero no están buscando. ciertas ocupaciones, tales como:
3. Desocupados: es la parte de la PEA que carece absolutamente de trabajo servicio doméstico, trabajos de
muy baja productividad, etcétera.
y lo busca activamente.
4. Desocupados ocultos: a diferencia de los desocupados que comúnmente
se publican en las estadísticas (desocupación abierta), los desocupados
ocultos no pertenecen a la PEA. Son considerados como inactivos ya que
abandonaron la búsqueda por encontrarse desalentados.

Figura 1.4. Definiciones del mercado de trabajo en Argentina

Fuente: Naclerio et al. (2007: 29).

A partir de estas definiciones podemos obtener las diferentes tasas relativas a


la situación del mercado de trabajo que se publican periódicamente, las cuales
se calculan como porcentaje de una población de referencia. A continuación
vamos a calcular la TA (tasa de actividad), la tasa de desocupación (TD) y la
tasa de subocupación (TS):

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54

1. TA es la relación porcentual entre las personas que participan activamente


del mercado de trabajo o población económicamente activa (PEA) respecto
de la población total. Es decir: .
Notar que debe mantenerse en 2. TD es la relación porcentual entre las personas desocupadas –D– (que no
el numerador y denominador la trabajan pero buscan activamente empleo) y la PEA. Es decir: .
misma referencia poblacional. Si, 3. TS es la relación porcentual entre las personas subocupadas –S– (que tra-
por ejemplo, quisiéramos calcular
el desempleo para la ciudad de
bajan menos de 35 horas semanales) y la PEA. Es decir: .
La Plata aplicaríamos: TD La Plata
= 100. De la misma En el Gráfico 1.3, se muestra la tasa de desempleo para el promedio de
forma para cualquier grupo etario todos los aglomerados urbanos que contempla la EPH con el fin de medir el
o de género que se quiera, v. gr.
para la desocupación de mujeres: desempleo en Argentina. Se observa que la tasa máxima de desempleo se
TD= 100. alcanza en 2001 y la mínima en 2015. Empieza a subir la tasa de desempleo
desde el año 2016, alcanzando un nivel del 9,4 % en 2018. Se utilizó la tasa
de desempleo obtenida con la fórmula indicada como TD para el total de
aglomerados urbanos.

Gráfico 1.3. Tasa de desempleo en Argentina

Fuente: elaboración propia basada en eI Indec. Promedios anuales según datos disponibles de total
aglomerados urbanos. Las tasas indicadas son un promedio de las tasas disponibles para cada año.
Para los años 2014 y 2015 se utilizaron las tasas de los dos primeros trimestres.

5.

KK Ejercicios de aplicación: empleo


a. Para los siguientes datos, calcular:

En la semana
Sexo Población No trabajó
Trabajó Buscó No buscó
Mujeres 6428 1665 310 4453
Varones 5834 2790 258 2786
Total 12262 4455 568 7239

1. PEA total
2. Tasa de actividad (referida a población total) y tasas específicas de
actividad de las mujeres y de los varones.
3. Tasa de desempleo abierto y tasas de desempleo masculino y
femenino.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


55

4. Compare las tasas obtenidas en las consignas 2 y 3 e indique si la


cuestión de género tiene implicancia sobre el desempleo.

b. Clasificar a las siguientes personas de acuerdo con la EPH:


1. Paula y María cursan en la misma facultad. Después de clase Paula
trabaja cuatro horas diarias como secretaria, mientras que María
concurrió el martes a una entrevista por un empleo similar.
2. Verónica trabaja en un hipermercado como cajera. Esta semana
fue a una entrevista a un negocio que le ofrece mejor salario por
menos horas de trabajo.
3. La madre de Carlitos dijo que su hijo salió a buscar trabajo. Ella
duda del esfuerzo que realiza su hijo.
4. Pablo trabaja en una fábrica de autos, pero no trabajó por estar
suspendido. El viernes último fue a ver al vecino de la otra cuadra
para ofrecerle cortar el pasto y arreglar el jardín de la casa.
5. Al enterarse del embarazo de Ana, la despidieron del hipermerca-
do en el cual trabajaba. Ella respondió varios avisos de trabajo de
un diario el jueves y el viernes y aún no obtuvo respuesta.
6. Walter dice que hace un año que busca trabajo. Ahora se cansó
de buscar y hace veinte días que no busca.
7. Pedro es jubilado, dice que no le alcanza el dinero y que hace una
semana tuvo una conversación con el vecino, quien seguramente
lo va a contratar para que le pinte la casa.
8. Rosa trabaja como mucama. Hace unos años llegó a trabajar en
siete casas y tenía todo el día ocupado. Hoy trabaja solo en una
y solo una vez por semana cuatro horas, el resto del día está bus-
cando trabajo.

c. La Asociación para el Progreso de la Mujer sostiene que la tasa de


desempleo total alcanzó el 8,5 %, pero la femenina se ubicó en el
10,9 %. Según ellas, esto revela la gran dificultad de inserción laboral
y discriminación que enfrentan las mujeres. A su vez, la Asociación
de Afirmación Masculina declaró: “Las cifras indican que el desem-
pleo es un fenómeno predominantemente masculino, por lo que
hay que darle prioridad en el empleo a los hombres”. ¿Cómo podría
dirimirse esta cuestión, teniendo además como información que la
participación de la mujer en la PEA alcanzó el 30 %?

Los dos métodos para medir la pobreza


Una de las consecuencias de una regresiva distribución del ingreso, así como
de los bajos salarios y del alto desempleo, son los elevados niveles de pobre-
za e indigencia que se observan en varios países. Para medir la pobreza se
utilizan dos métodos. Por un lado, las variables más empleadas están relacio-
nadas con el ingreso y el consumo de los hogares, y, por el otro, con la satis-
facción de ciertas necesidades consideradas básicas. A partir de estos con-
ceptos, entonces, surgen los dos principales métodos para medir la pobreza
en Argentina: línea de pobreza (LP) y necesidades básicas insatisfechas (NBI).

Macroeconomía Alejandro Naclerio


56

La línea de pobreza e indigencia


De acuerdo al método de la línea de pobreza (LP), un hogar es considerado
pobre si su ingreso resulta menor que la LP. La idea sobre la que se sustenta
el enfoque es evaluar si los recursos con los que cuenta el hogar le permiten
solventar la adquisición de aquellos bienes y servicios que posibiliten a sus
miembros convivir dignamente en sociedad y desarrollarse como personas.
Por tal motivo, el concepto LP es un concepto normativo, ya que responde a
una valoración social sobre los bienes necesarios para no caer en la pobre-
za. Más allá de esta valoración, existen criterios objetivos para determinar
la subsistencia y convivencia de una persona (hogar), sobre todo cuando se
contabilizan los alimentos (medidos en calorías) que un individuo debe ingerir
para no ser pobre o indigente.
Para cada período se computa una línea de pobreza por hogar, de manera
de tomar en cuenta las diferencias que existen entre ellos respecto de la can-
tidad de personas que los componen, y de la distribución de sus miembros
en términos de edad y género. Con ello se contemplan los distintos requeri-
mientos nutricionales que tienen los hogares con tamaños diversos y perso-
nas que difieren en esos atributos.

LEER CON ATENCIÓN

Los pasos a seguir para medir la pobreza con este modo incluyen:

LL 1. Definición de una canasta básica total (CBT) de satisfactores


esenciales, que contiene los bienes y servicios destinado a cubrir
necesidades consideradas básicas.
2. Estimación del costo monetario de adquirir dicha canasta.
3. Por último, comparación de los ingresos del hogar con el valor
de la canasta.

En Argentina se distinguen dos canastas que dan origen a dos diferentes


umbrales de pobreza: la canasta básica de alimentos (CBA), que responde
a las recomendaciones nutricionales de la Organización Panamericana de la
Salud, así como a los hábitos de consumo de los hogares, y cuyos productos
pueden satisfacer los requerimientos calóricos y nutricionales; y la canasta
básica total (CBT) que incluye, además de los alimento, otros bienes básicos
tales como productos de limpieza, vestimenta, alquileres, transporte, comuni-
cación, manutención del hogar, etc., y servicios públicos tales como gas, luz
y agua.

Especificidades técnicas
Dado que las necesidades alimenticias son diferentes según la edad, el sexo y la actividad
de las personas, el Indec toma como referencia al varón adulto de 30 a 59 años, con acti-
vidad moderada. A esta unidad de referencia se la denomina “adulto equivalente”, luego

Macroeconomía Alejandro Naclerio


57

se construye una escala para determinar qué fracción de adulto equivalente representa
cada individuo. La composición de cada hogar en adultos equivalentes determina un
valor de CBA específico para cada hogar. Una vez determinada esta canasta se la valoriza
y actualiza periódicamente según la evolución del Índice de Precios al Consumidor. A par-
tir de esta canasta, se obtiene el nivel de ingresos que define la línea de pobreza extrema,
comúnmente denominada línea de indigencia (LI). Esta línea representa el consumo
de alimentos necesario para asegurar la reproducción física de los miembros del hogar. La
suma de los coeficientes de adultos equivalentes dará la cifra por la cual hay que multipli-
car la CBA para obtener la línea de indigencia de cada hogar. Aquellos hogares que con
su ingreso total familiar no alcancen este valor serán considerados dentro de la categoría
de la pobreza extrema o indigencia.
Luego, para obtener la línea de pobreza, es necesario incorporar a la CBA los demás
consumos no alimenticios considerados indispensables para vivir. Para el cálculo del costo
de esta nueva canasta, se considera la participación de los gastos alimentarios en el total
de gastos de grupos de individuos con gastos apenas superiores a la CBA. Esta proporción
se denomina coeficiente de Engel. Al multiplicar el valor de la CBA por la inversa del
coeficiente de Engel se obtiene la Línea de Pobreza. De este modo, un hogar es conside-
rado pobre si con los ingresos de todos sus miembros no alcanza a adquirir esta canasta
multiplicada por la sumatoria de coeficientes de adulto equivalente de sus miembros. En
la Tabla 1.5 presentamos la evolución del índice de pobreza e indigencia para Argentina.

Tabla 1.5. Pobreza e indigencia por ingresos en Argentina. 1992-2016. % de personas


Pobreza Indigencia
Período (Personas pobres / (Personas indigentes /
población total) población total)
Octubre 1992 17,8 3,2
Octubre 1996 27,9 7,5
Octubre 2002 57,5 27,5
2° semestre 2004 52,1 14
2° semestre 2008 35 8
2° semestre 2012 27,5 5,5
2° semestre 2016 30,3 6,1
2° semestre 2018 32 6,7

Fuente: EPH, Indec. Hasta octubre de 2002 EPH puntual y luego EPH continua.

Otro indicador importante es la brecha de pobreza, que muestra cuán lejos


de la línea de pobreza se encuentran las personas (hogares) pobres. Esta dis-
tancia para los hogares pobres la podemos definir como BPi, donde para cada
individuo u hogar pobre i se calcula cuánto dinero le faltaría para no ser pobre,
o sea, BPi = LP – yi. A su vez se puede calcular un índice que nos muestra el
grado de intensidad promedio de la brecha.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


58

Si la línea de pobreza es 100, yC = 90, yD =80, entonces las brechas son:

xx BPC = 10 y BPD = 20. Asimismo se puede calcular un promedio de estas


brechas, o sea, ΣBPi/personas pobres. Veamos estos datos en la siguien-
te tabla.
I II III IV V
BPi = LP – yi Σ BPi / IBP
yi cantidad III / LP
Hogares Ingresos Brecha de
de pobres (LP = 100) IV x IP
pobreza (0,15 x 0,50)
(30 / 2)
Individuo A 125
Individuo B 110
Individuo C 90 10
15 0,15 = 15 % 0,075 = 7,5 %
Individuo D 80 20

El índice de pobreza siguiendo la metodología que hemos utilizado en la


tabla 1.5 es 50 % (personas pobres sobre población total; en este caso
2 / 4 = 0,5 = 50 %). Por otro lado, la brecha promedio de pobreza es 15, o
sea, el alejamiento promedio respecto de la línea (= 100) es 15 %. Por lo tanto,
el índice de la intensidad de la brecha de pobreza es un 7,5 %. Este índice nos
muestra cuál es la profundidad de la pobreza. Es decir, muestra el faltante pro-
medio del ingreso de los pobres como proporción del ingreso total necesario
para garantizar que todos los hogares alcancen la línea de pobreza.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Para ver los datos y la metodología de cálculo de pobreza:
Indec (2018), “Incidencia de la pobreza y la indigencia en 31 aglomerados urba-
nos”, Informes técnicos, vol. 2, n0 188; Condiciones de vida, vol. 2, n0 12. Disponible
en: <https://www.indec.gov.ar/uploads/informesdeprensa/eph_pobreza_01_18.pdf>
[Consulta: 09 abril 2019].

Las necesidades básicas insatisfechas


El segundo mecanismo, necesidades básicas insatisfechas (NBI), consiste en
verificar si los hogares han satisfecho una serie de necesidades previamente
establecidas y considera pobres a aquellos que no lo han logrado.
Este método requiere el seguimiento de algunos pasos y definiciones que
se relacionan con la situación propia de cada país. En primer lugar es nece-
sario definir las necesidades básicas y sus correspondientes satisfactores;
luego hay que determinar las variables y/o indicadores que expresan el grado
de satisfacción para cada necesidad y sus correspondientes satisfactores, así
como el nivel que se considere mínimo (aquel debajo del cual la necesidad
estaría insatisfecha). Posteriormente se considera a los hogares como pobres
si al menos una de las necesidades básicas está insatisfecha.
En su análisis de los datos de los censos (1980-2010), el Indec considera
que un hogar es pobre por NBI si sufre al menos una de las siguientes caren-
cias o privaciones:
•• Hogares que habitan en viviendas con más de tres personas por cuarto
(hacinamiento crítico).
•• Hogares que habitan en una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inqui-
linato, vivienda precaria u otro tipo).

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59

•• Hogares que habitan en viviendas que no tienen retrete o tienen retrete sin
descarga de agua.
•• Hogares que tienen algún niño en edad escolar que no asiste a la escuela.
•• Hogares que tienen cuatro o más personas por miembro ocupado y en los
cuales el jefe del hogar tiene bajo nivel de educación (solo asistió dos años
o menos a nivel primario).

En la Tabla 1.6, el indicador de NBI se realiza para diferentes jurisdicciones o


provincias, por lo que permite captar los déficits de infraestructura que posee
cada una. Al mismo tiempo, podemos comparar las diferentes provincias y
detectar las disparidades regionales. Por ejemplo, Formosa –la provincia más
pobre medida por NBI (y siempre entre las últimas medida por LP)– más que tri-
plica el porcentaje de hogares pobres de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Tabla 1.6. Hogares pobres por NBI

Año
1980 1991 2001 2010
Provincias
Total del país 27,7 19,9 17,7 12,5
Ciudad Autónoma de Buenos 8,3 8,1 7,8 7
Aires
Buenos Aires 24,3 17,2 15,8 11,2
Catamarca 42,6 28,2 21,5 14,6
Chaco 52,1 39,5 33 23,1
Chubut 34,8 21,9 15,5 10,7
Córdoba 22,4 15,1 13 8,7
Corrientes 46,9 31,4 28,5 19,7
Entre Ríos 32,6 20,6 17,6 11,6
Formosa 54,4 39,1 33,6 25,2
Jujuy 48,8 35,5 28,8 18,1
La Pampa 21,9 13,5 10,3 5,7
La Rioja 36,6 27 20,4 15,5
Mendoza 24,4 17,6 15,4 10,3
Misiones 45,4 33,6 27,1 19,1
Neuquén 40,2 21,4 17 12,4
Río Negro 38,9 23,2 17,9 11,7
Salta 46,8 37,1 31,6 23,7
San Juan 30,8 19,8 17,4 14,0
San Luis 31,9 21,5 15,6 10,7
Santa Cruz 26,3 14,7 10,4 9,7
Santa Fe 24,5 17,6 14,8 9,5
Santiago del Estero 51,7 38,2 31,3 22,7
Tierra del Fuego 27,5 22,4 14,1 14,5
Tucumán 42,4 27,7 23,9 16,4

Nota: las necesidades básicas insatisfechas fueron definidas de acuerdo con la metodología utilizada
por el Indec (1984).
Fuente: Indec, Censos Nacionales de Población 1980, 1991 2001 y 2010.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


60

En resumen, mientras que la medición de la pobreza a través del método de LP


es indirecta y coyuntural, el método de NBI nos otorga un acercamiento directo
y más relacionado con características estructurales de la población. Ninguno
de los dos métodos tiene en cuenta el patrimonio ni el endeudamiento, ni
considera la capacidad del hogar para satisfacer las necesidades a futuro. Si
bien ninguno de los enfoques está exceptuado de críticas, cada uno aporta
en diferentes aspectos útiles para lograr una caracterización adecuada de la
pobreza.

6.

KK Ejercicios de aplicación: pobreza


a. El siguiente cuadro presenta el valor de la LP per cápita para una
economía y los ingresos per cápita de los cuatro hogares de esta
economía
Hogar Año 1 Año 2
LP per cápita 1300 1400
Ingreso per cápita
A 1500 1700
B 1000 1300
C 1800 1900
D 1350 1350

1. Calcule la incidencia de la pobreza (en hogares) en el año 1 y en


el año 2.
2. Calcule la brecha de la pobreza en el año 1 y en el año 2.

b. Caracterice a las familias “pobres” sobre la base de los indicadores


de necesidades básicas insatisfechas. Explique por qué se considera
al método NBI el indicado para medir la pobreza estructural ¿Por
qué el método de la LP es considerado un método de medición de
la pobreza coyuntural?

1.2.5. Precios e inflación


El nivel general de precios e inflación es otro tópico especial de la captación
de datos macroeconómicos.
La mayoría de las variables de la contabilidad nacional (producto, inver-
sión, ahorro, consumo, gasto público) se miden en unidades de dinero; por
ejemplo, en pesos nominales o en pesos constantes. Cuando los precios de
los bienes suben, las mediciones que dan cuenta de la cantidad de bienes
existente se desvirtúan. Por lo tanto, es necesario despejar ese efecto precio
que desvirtúa la medición. Esta operación consiste en pasar las cantidades
expresadas en términos nominales a términos reales, para lo cual se utilizan
los índices de precios.
En el caso de la Argentina, el Indec
<www.indec.gob.ar>, elabora men-
sualmente los índices de precios.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


61

LEER CON ATENCIÓN

Transformar una variable nominal en una variable real significa des-

LL pejar el efecto inflación. Precisamente, los índices de precios (que


veremos en este apartado) permiten transformar una variable nomi-
nal en una variable real.

Pensemos en una economía de subsistencia que produce solo carne y

xx frutas. Si, por ejemplo, el PBI de una economía equivale a 1.000 kg de


carne y 1.000 kg de fruta por año, y el kilo de carne vale 100 pesos y el
de fruta 20 pesos, el producto de dicha economía equivale a $ 120.000
[(1.000 kg de carne x $ 100 / kg de carne) + (1.000 kg de fruta x $ 20 /
kg de fruta)]. Supongamos una inflación del 50 % dada por un aumen-
to de precios equivalente de las frutas y la carne. Cuando los precios
se incrementan en un 50 %, entonces los precios actuales se deben
multiplicar por 1,5, o sea que el precio de la carne pasa de 100 a 150
pesos [100 x 1,5 = 150)] y el precio de las frutas pasa de 20 a 30 pesos
[20 x 1,5 = 30)]. Ahora, el producto de la economía es equivalente a $
180.000 [(1.000 kg de carne x $ 150 / kg de carne) + (1.000 kg de fruta
x $ 30 / kg de frutas]. Es decir, siguiendo la medición en pesos, el flujo
anual de producción creció un 50 %. Pasó de $ 120.000 a $ 180.000
[(180.000 / 120.000 = 1,5)]. La conclusión sería que la economía creció
un 50 %. Sin embargo, en términos reales la economía sigue producien-
do 1.000 kilos de carne y 1.000 kilos de fruta por año. Por lo tanto, se
deben deflactar estos 180.000 inflados artificialmente por el efecto pre-
cio. Al dividir los 180.000 por 1,5 obtenemos 120.000 que equivalen al
producto del año anterior. Entonces esta economía, que había crecido
50 % en términos nominales, creció cero en términos reales.

En fin, los precios son un tema fundamental en macroeconomía y es necesario


considerarlos para entender el traspaso de magnitudes nominales a reales. Al
mismo tiempo, es importante tener en cuenta que cuando todos los precios
aumentan mucho y sostenidamente, o sea, cuando hay inflación, el sistema
económico funciona con dificultades. Los salarios reales, o el poder adquisitivo
del ingreso de la gente, se desvalorizan rápidamente y es muy difícil hacer
cálculos para realizar inversiones.

Números índices
La descripción macroeconómica requiere que procesemos muchísimos datos
a fin de confeccionar las variables e indicadores relevantes para el análisis.
Los consumidores compran pan, televisores, pasajes aéreos, cortes de pelo,
servicios de salud y un enorme flujo de mercancías, o sea, infinidad de bienes
y servicios físicamente distintos. El sector productivo comercia aún más, ya
que las empresas no solo producen bienes para consumo final sino también
para exportación, así como bienes intermedios que requieren otros producto-
res. Las empresas en su conjunto también utilizan miles de bienes y servicios
importados, miles de clases distintas de servicios laborales y tipos específicos

Macroeconomía Alejandro Naclerio


62

de bienes de capital. Y todo esto ocurre en un vasto territorio y en forma con-


tinua, en diferentes momentos de tiempo.
¿Cuál es, entonces, el propósito de los números índices?

LEER CON ATENCIÓN

Los números índices sirven para sistematizar y ordenar una gran can-

LL tidad de información. Dicha información está representada por los


números índices, los cuales se confeccionan para determinado perío-
do de tiempo y para cierto lugar.

Los números índices nos permiten ver la evolución de una variable como, por
ejemplo, PBI, precios, salarios, ingresos, desocupación, pobreza, consumo,
producción industrial, etc. Cuando obtenemos los valores de estas variables
–tales como un valor de salarios promedio de la economía por año o una serie
de valores de la producción industrial mensual– podemos ordenarlos para
alcanzar una mejor comprensión sobre ellos. En suma, con el fin de lograr una
adecuada sistematización y una buena lectura analítica, la serie de valores
originales (salarios en pesos, toneladas de productos) se puede convertir en
una serie de números índices.
Los números índices representan variables que dan cuenta de un deter-
minado período; por lo tanto, tienen sentido cuando los podemos comparar
con otro período. Esto quiere decir que un solo número índice no nos sirve, ya
que el número tiene relevancia solamente cuando integra una serie de datos.
Expresado de otra manera, desde esta óptica no nos interesa saber que el
salario promedio del año X fue de 25.000 pesos; sí, en cambio, queremos
saber el salario del año X cuando conocemos los salarios del período IX, XI,
XII, etc. Notemos que una serie de datos son como mínimo dos datos compa-
rables, y, de ahí en más, todos los subsiguientes datos que se obtengan a fin
de comprender la evolución de un fenómeno económico.
Vamos a considerar, entonces, una serie de datos que explican la evolución
de una determinada variable. En todos los casos, para construir un índice con
esos datos tenemos que elegir un año (período) base. La base es un valor de
referencia respecto de la cual se comparan todos los restantes valores de la
serie de datos. Por lo general, el valor del número índice en el período base
es igual a 100 cuya elección adquiere una gran importancia conceptual ya que
representa un punto de comparación.
Podemos clasificar los índices en simples y compuestos.
Un índice simple es el que considera una sola variable y se obtiene en
forma directa, como el cociente entre el período analizado y un período que
se toma como base. El resultado se expresa en términos porcentuales y su
diferencia con respecto a 100 es el porcentaje de variación de la variable res-
pecto del período base.
Dada una serie de valores de una variable X, donde X1, X2, ..., Xn, denotan
los valores que adquiere la variable X en los períodos 1, 2, ..., n; se selecciona
un valor de X cualquiera como igual a 100 que será considerado como el índi-
ce base (Ibase) y entonces el resto de los valores de X para el período i (donde

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i = 1 , 2,…n), será Xi. Por tanto, la fórmula del índice de precios I para cada
período i (Ii) es:

El subíndice i refleja el período en el cual la variable X asume un valor. Nótese


que cuando el Xi coincida con el Xbase, el índice obtenido es el índice base,
o sea, igual a 100. Por ejemplo, si X representa producción de leche en los
meses i (enero, febrero, marzo, etc.) y la base es el mes de enero, entonces
toda la serie de datos –la producción de leche de cada mes– se compara con
enero. Si el valor del índice en agosto es 147, significa que al comparar agosto
con enero la producción lechera creció un 47 %.

La Tabla 1.7 ofrece un buen ejemplo que nos permite comprender la

xx utilidad de un índice: incluye la producción de acero crudo en Argen-


tina en miles de toneladas desde el año 1960 hasta 2018. Si considera-
mos cualquier año, digamos 1996, observamos que la producción de
acero crudo fue de 4.075.000 toneladas. Este número tiene sentido si lo
podemos comparar con otros períodos, por ejemplo con años anteriores
o posteriores. Si queremos conocer esa evolución podemos construir un
índice, tal como lo hacemos en la columna 2 de la Tabla 1.7, aplicando
la fórmula del índice de precio (Ii).

Tabla 1.7. Producción de acero


(1) (2) (3) (4)
Año Miles de toneladas Índice de producción Índice de producción de Variación
de acero crudo de acero 1960 = 100 acero 1996 = 100 porcentual
1960 277 100,0 6,8  
1962 644,5 232,7 15,8 132,67
1968 1.555,70 561,6 38,2 141,38
1972 2.105,00 759,9 51,7 35,31
1978 2.786,40 1005,9 68,4 32,37
1984 2.562,10 924,9 62,9 -8,05
1990 3.635,80 1312,6 89,2 41,91
1996 4.075,00 1471,1 100,0 12,08
2002 4.354,30 1571,9 106,9 6,85
2008 5.541,30 2000,5 136,0 27,26
2010 5.138,30 1855,0 126,1 -7,27
2011 5.611,20 2025,7 137,7 9,20
2012 4.995,10 1803,3 122,6 -10,98
2013 5.185,80 1872,1 127,3 3,82
2014 5.488,20 1981,3 134,7 5,83
2015 5.028,00 1815,2 123,4 -8,39
2016 4.126,50 1489,7 101,3 -17,93
2017 4.624,20 1669,4 113,5 12,06
2018* 3.903,50 1409,2 95,8 -15,59
* Hasta septiembre de 2018.
Fuente: basado en Cámara Argentina del Acero.

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El período base es el año 1960, para el cual las 277 mil toneladas pro-
ducidas ahora valen 100; así, para mantener la proporcionalidad, al
resto de los años debemos dividirlos por 277 y multiplicarlos por 100.
De este modo obtenemos los valores de la columna 2. Ahora podemos
cambiar de año base, podemos elegir por ejemplo 1996. Como 1996
vale 100, a todos los demás valores de la serie los debemos dividir por
1471,1 y multiplicarlos por 100, obteniendo los valores de la columna
3. Por último, en la columna 4 se muestran las variaciones porcentua-
les respecto de la fila inmediatamente anterior. Por ejemplo, en la fila
del año 1962 se indica 132,67, lo que significa que entre 1960 y 1962
la producción de acero crudo aumentó 132,67 %. También entre 2002
y 2008 aumentó 27,26 %, o en 2016 respecto de 2015 la producción
de acero cayó 17,93 %. Por último, cabe notar cómo elaboramos la
columna 4. Para ello debemos aplicar la fórmula de la variación porcen-
tual. Valor en n respecto de un valor en n – 1. Por ejemplo, para el año
2011, la fórmula nos indica el valor del índice en 2011 (I2011) dividido
el valor del índice en 2010 (I2010) menos 1 multiplicado por 100. O sea,
variación porcentual 2011 respecto de 2010:

Var %2011 = [(I2011 / I2010) – 1] x 100

O lo que es lo mismo:

Var %2011 = {(I2011) / I2010) – I2010 / I2010)}x100

Haciendo esa cuenta vemos que el resultado es 9,20. En efecto:

Var %2011 = [(137,7 / 126,1) – 1] x 100 = 9,20

De esta misma manera en la columna 4 se calcularon todas las varia-


ciones porcentuales en relación a la fila anterior. Ahora notemos que
los cálculos realizados en la columna 4 también se podrían haber hecho
tomando los valores de la columna 2 o de la columna 1. Justamente
eso es lo que permite el índice: expresar una serie en diferentes valores
con una determinada base (para la comparación). Esta, a su vez, puede
modificarse pero manteniendo siempre las proporcionalidades y, por
tanto, las mismas variaciones porcentuales entre los períodos compara-
dos. Esto quiere decir que la variación porcentual de la producción de
acero para el año 2011 siempre va a ser 9,20 %, ya sea que tomemos los
índices o las cifras en miles de toneladas. Lo mismo sucede con todas
las restantes variaciones porcentuales.

Pero los índices simples son de utilidad para el caso de un producto único
y homogéneo, como la producción de acero o leche, o cualquier otro que
tomemos individualmente. Ahora bien, cuando se trata de bienes y servicios

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heterogéneos medidos en toneladas, litros, pesos, dólares, unidades, etc., no


resulta posible sumar las cantidades ni tampoco sumar precios. Por tal moti-
vo, cuando analicemos una variable compleja que incluya una diversidad de
bienes, servicios y precios, vamos a necesitar elaborar índices compuestos de
precios y cantidades. Un ejemplo de índice compuesto es el PBI, el cual con-
sidera infinidad de bienes que se suman (índice de cantidades). Otro ejemplo
es un índice de precios, el cual representa una media ponderada del cambio
en los precios relativos de los productos considerados. El índice ponderado
de precios más simple es el índice de precios de canasta fija.
Se eligen cantidades fijas de bienes y servicios, o sea, se determina una El índice de precios de canasta
canasta representativa de los consumos de la sociedad. Luego se calculan los fija es el cociente de estos dos
valores de esta canasta fija, es decir, se multiplica cada uno de los bienes con- valores, en el cual los precios
varían pero las cantidades se
siderados por sus respectivos precios. De esta forma obtenemos para cada
mantienen constantes. Dos elec-
período un valor; por tanto, el índice de precios muestra el valor en cada perío- ciones naturales para la canasta
do de un conjunto ponderado de precios (ver siguiente recurso “Texto aparte” son las cantidades transadas en
para ampliar la operatoria de cálculo). el período base (el período 0) o
las cantidades transadas en el
período corriente (el período 1).
Estas dos elecciones conducen a
los índices de precios más cono-
Cálculo del índice de precios cidos, que son el de Laspeyres
El cálculo del índice de precios parte de considerar n productos con sus respectivos pre- (1871) y el de Paasche (1874),
cios. También debemos considerar ponderaciones, dado que no todos los bienes van a respectivamente.
pesar de la misma manera en la estructura del índice. Un agregado de valor V para un
conjunto dado de bienes se calcula de la siguiente manera:

donde pi representa el precio del i-ésimo bien en unidades de moneda nacional, qi repre-
senta la cantidad de ese bien en el período que se considera y el subíndice i identifica el
i-ésimo bien elemental en el grupo de n artículos que componen el agregado de valor
seleccionado V. El agregado de valor V se refiere a un determinado conjunto de transac-
ciones correspondientes a un único período de tiempo (sin especificar). Ahora se considera
el mismo agregado de valor para dos períodos: 0 y 1. Llamaremos período base al período
0 y período corriente al período 1. Los agregados de valor en los períodos base y corriente
se definen naturalmente de la siguiente manera:

Si solo hay un artículo en el agregado de valor, el índice de precios P se reducirá a un único


cociente de precios, p11 / p10, y el índice de cantidades Q a un único cociente de cantida-
des, q11 / q10. En caso de que haya numerosos artículos, el índice de precios P se interpreta
como un promedio ponderado de los cocientes de precios individuales.
Así, el primer enfoque de la teoría de los números índice puede definirse como el pro-
blema de desglosar el cambio en el agregado de valor, V1 / V0, en el producto de un compo-
nente que se puede atribuir a la variación de precios, P (p0, p1, q0, q1), y otro atribuible a la
variación de cantidades, Q (p0, p1, q0, q1). Este método para determinar el índice de precios
es el enfoque adoptado en las cuentas nacionales, donde un índice de precios se utiliza para
deflactar un cociente de valores a efectos de obtener una estimación del cambio en las canti-
dades. Por ello, según este enfoque de la teoría de los números índice, la principal finalidad
del índice de precios es servir como deflactor.

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LECTURA RECOMENDADA

RR
Naciones Unidas, Comisión Estadística (2016), “Capítulo 15", en: Sistema de
Cuentas Nacionales 2008, Comisión Europea, FMI, OCDE, Naciones Unidas, Banco
Mundial, Nueva York, pp. 353-362.. Presentado en versión en español por CEPAL.
Disponible en: <https://unstats.un.org/unsd/nationalaccount/docs/sna2008spanish.
pdf> [Consulta: 09 abril 2019].

Naclerio, A., De Santis, G. y Narodowski, P. (2007), Capítulos 1, 2, 3 y Guía


de Trabajos Prácticos en: Teoría y Política Macroeconómica. Aplicaciones a la Economía
Argentina, Edulp, La Plata, pp. 553-590.

Índices de precios en la Argentina (inflación)


Veamos ahora algunos ejemplos de índices compuestos aplicados a la Argentina.
El índice de precios al consumidor (IPC), que publica mensualmente el Indec, se
utiliza con frecuencia como medida de la inflación. Se suelen usar también otros
indicadores oficiales sobre la evolución de los precios: el índice de precios al
por mayor (IPM), que mide la evolución de los precios en la etapa de las ventas
mayoristas o puerta de la fábrica, el índice del costo de la construcción (ICC)
o el de precios implícitos en el producto bruto interno (IPI-PBI).
El IPC mide la evolución de los precios de un conjunto de bienes y servicios
(canasta) representativos del gasto de consumo de los hogares residentes de un
determinado aglomerado urbano (o total país). En efecto, calcula –en promedio–
los precios de la canasta, pero no cuánto vale en un momento del tiempo. Cuando
el índice sube, refleja una disminución en el poder de compra del dinero en fun-
ción de los precios de ese conjunto o canasta de bienes y servicios; cuando baja,
refleja un aumento del poder de compra del dinero en esos mismos términos.
El Indec detalla las ponderaciones de cada capítulo en el nivel general. O
sea, la incidencia que tiene cada rubro a ese nivel. En el informe metodológico
Indec (2016) las ponderaciones o el peso representativo de los nueve capítu-
los, en términos porcentuales, se indica en el Gráfico 1.4.

Gráfico 1.4. Ponderaciones del índice de precios al consumidor (Indec)

Fuente: Indec (2016).

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El Gráfico 1.4 muestra la estructura de ponderaciones que utiliza el Indec,


la cual se desagrega para diferentes capítulos hasta llegar a variedades
de producto, que tiene una ponderación según sea el peso en el gasto de
consumo de los hogares. Las ponderaciones que hace el Indec pueden
consultarse en Indec (2016: 34-37). Por ejemplo, tal como se muestra en el
Gráfico 1.4, los alimentos y bebidas tienen un peso porcentual del 36,52 %.
Dentro de ese capítulo, la división “bebidas e infusiones para consumir en el
hogar” representa el 4,10 %, el grupo “infusiones” aparece con el 0,67 %, el
subgrupo “yerba mate”, con el 0,31 %. O sea que la yerba mate pesa en el
total de gastos promedio de los hogares un 0,31 %. En tal sentido, si la yerba
aumenta un 20 %, ¿qué incidencia tiene ese aumento en el IPC? La respuesta
se obtiene multiplicando la incidencia del 0,31 % por el 40 % de aumento, o
sea, el IPC aumenta el 0,124 %.

Rubros y ponderaciones del IPC


Para los fines del IPC, que calcula el Indec, se debe tener en cuenta que las pondera-
ciones son fijas y se utilizan solo para el cálculo de los agregados. Por ejemplo, el IPC-
GBA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires y 24 partidos del Gran Buenos Aires) mide a
nivel agregado, considerando la totalidad de los gastos de consumo de la población de
referencia.
En cuanto a la estructura detallada de la canasta del IPC-GBA, esta cuenta con niveles
de desagregación, desde los capítulos hasta el nivel de variedad, tal como se observa en el
cuadro que sigue (Indec, 2016: 13). (El cuadro del documento original del Indec tiene
un código para la apertura, por ejemplo, el 9 indica capítulo).

Nivel de desagregación Nombre de la apertura Ejemplo


Nivel 0 Nivel general IPC-GBA
Nivel 1 Capítulos Alimentos y bebidas
Nivel 2 Divisiones Alimentos para consumir en el
hogar
Nivel 3 Grupos Productos lácteos y huevos
Nivel 4 Subgrupos Leche*
Nivel 5 Productos Leche fluida
Nivel 6 Variedades Leche entera en sachet
*Dentro de cada producto se seleccionaron familias de productos, denominadas “variedades”, cuya evolu-
ción de precios se considera como representativa de un subconjunto de bienes o servicios pertenecientes
al mismo producto. Las variedades están compuestas por artículos específicos (por ejemplo, “leche marca
xx, origen país zz, presentación sachet 1 litro”). La variedad es el agrupamiento o clase mínima de bienes
o servicios para la que se dispone de ponderaciones explícitas en las fórmulas de cálculo. Tanto la lista de
las variedades como sus ponderaciones se actualizan periódicamente.

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PARA AMPLIAR

Los informes técnicos del Indec donde se establece la metodo-

AA logía y los datos correspondientes a cada período pueden con-


sultarse en <https://www.indec.gob.ar/informesdeprensa_anteriores.
asp?id_tema_1=3&id_tema_2=5&id_tema_3=31>
Para la metodología y ejemplo GBA, ver Indec (2016).

En la Tabla 1.8 vemos la evolución del índice de precios al consumidor para la


El período abarca una de las eta- Argentina entre el mes de abril de 1976 y diciembre de 1983.
pas más dolorosas y terribles de La información disponible sobre los índices de precios es muy amplia y se
la historia argentina. En abril de podrán armar con ella los ejercicios de la Actividad 7.
1976 el tristemente célebre minis-
tro de Economía, Martínez de Hoz,
muy compenetrado con sus idea-
Tomamos el ejemplo de la Tabla 1.8 para explicar cómo se usa el índi-

xx
les monetaristas y de libre mer-
cado, anunció su plan económi- ce de precios a fin de mostrar la inflación de un determinado período.
co, dando como resultado varios
desastres económicos, entre ellos
En la columna (A) se muestra el IPC (alcance nacional) con base abril de
una altísima inflación. 1976 = 100. Para ello hemos transformado la información disponible en la
serie histórica de datos, siguiendo los criterios explicados más arriba cundo
presentamos el ejemplo de la producción de acero. Se trata de tomar el
número de abril 1976, dividirlo por abril 1976, y multiplicarlo por cien.
Notemos que sea cual sea el número siempre dicha cuenta va a arrojar un
resultado igual a cien. A partir de ahí todos los números sucesivos de la
columna refieren a la base, o sea, para el caso del número de mayo 1976, la
cuenta es el valor de mayo 1976, dividido por el valor de abril 1976, mul-
tiplicado por cien. Luego lo mismo para junio 1976, dividido abril 1976,
multiplicado por cien; y lo mismo para julio y todos los meses sucesivos.

Tabla 1.8. Ejemplo del uso del índice de precios para medir la inflación

Año Mes A B C
Índice de precios Inflación respec- Inflación respecto
al consumidor base to del período del mes de abril de
1976 =100 anterior 1976
1976 Abril 100,00
1976 Mayo 112,09 12,09 12,09
1976 Junio 115,15 2,73 15,15
1976 Julio 120,04 4,24 20,04
1976 Agosto 126,66 5,51 26,66
1976 Septiembre 140,03 10,56 40,03
1976 Octubre 151,87 8,46 51,87
1976 Noviembre 163,95 7,95 63,95
1976 Diciembre 187,47 14,35 87,47
1977 Diciembre 488,25 160,44 388,25
1978 Diciembre 1.317,51 169,84 1.217,51
1979 Diciembre 3.158,53 139,74 3.058,53
1980 Diciembre 5.926,50 87,63 5.826,50
1981 Diciembre 13.706,46 131,27 13.606,46
1982 Diciembre 42.453,12 209,73 42.353,12
1983 Diciembre 226.569,60 433,69 226.469,60

Fuente: basado en datos del Indec.

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En la columna (B) mostramos las variaciones porcentuales del índice en


la misma forma que para el cuadro precedente sobre la producción del
acero. Por ejemplo, el porcentaje de variación de mayo de 1976 respec-
to de abril de 1976 es 12,09 %, que se obtiene de hacer 112,09 dividi-
do 100 menos 1 por 100. En este caso 100 se puede simplificar y nos
queda 12,09. Ahora tomemos la inflación de diciembre de 1986 igual
a 433,69 %. Este número se obtiene haciendo la siguiente operación:
el número índice de diciembre de 1983 (226.569,60) dividido diciem-
bre de 1982 (42.453,12) menos 1 y multiplicado por 100. Obtenemos
un abultado 433,69 %, el cual representa la inflación anual de 1983.
En la columna (C), hacemos esta misma operación de variación por-
centual pero siempre respecto de abril de 1976. Esto da como resulta-
do 226.469,60 % de inflación para el período dictatorial 1976-1983.
¡Atención! No es un error de cálculo. Son valores que surgen de las
mediciones oficiales. Estas cifras exorbitantes se registraron en muchas
etapas de la historia argentina.

Variables reales y nominales


¿Cuál es la diferencia entre una variable nominal y una real? La respuesta es
muy sencilla. La diferencia consiste en los efectos de la inflación.
El sistema económico consta de muchas variables que tienen sentido en
un conjunto interrelacionado de funciones. Las variables pueden ser medidas
en términos nominales y en términos reales.

Supongamos que el salario de María no se modificó durante el mes de

xx septiembre. En su nómina salarial María recibe una suma equivalente


a los meses anteriores e igual a 20.000 pesos. La inflación de septiem-
bre de 2018, medida por el IPC, fue del 6,5 %. ¿Cuál es el salario real y
nominal de María en septiembre de 2018? Para hallar la respuesta tene-
mos que usar el IPC. Necesitamos dos valores solamente dado que solo
nos interesa el salario nominal y real en septiembre. Podemos (cambian-
do bases) decir que el IPC de agosto de 2018 es igual a 100 y que el IPC
de septiembre de 2018 es igual 106,5.
Tabla 1.9. Ejemplo de medición de salario real argentino en sep-
tiembre de 2018 (el salario de María)
A B C D E F
Salario Ínidce de sala- Índice de pre- Ínidce de Salario Variación
nominal de rio nominal cios al con- salario real real de porcentual
María (ISN) agosto sumidor (IPC) (ISR) María del salario
18 =100 ago 18 =100 real
ago-18 20.000 100 100 100 20.000
sep-18 20.000 100 106,5 93,90 18.779,3 -6,10

El salario nominal de María en septiembre continúa siendo de 20.000


pesos, pero ahora su salario real cayó un 6,10 %. Pasó de 20.000 pesos
a 18.773,30. Le sacaron a María algo más de 1.220 pesos. Esto se debe
a la caída del poder de compra del salario; exactamente eso es lo que
mide el salario real (columna E de la Tabla 1.9). Otra forma de ver

Macroeconomía Alejandro Naclerio


70

esto es decir que en septiembre de 2018, 20.000 pesos ya no valen más


20.0000 pesos si se los compara con agosto de 2018, sino que valen
18.773,3. Entonces, en la columna F tenemos los valores del salario en
términos reales, a lo que también podemos denominar salarios en valo-
res de agosto de 2018.
Analicemos con más cuidado la Tabla 1.8: el salario nominal es el mismo
en agosto y en septiembre, lo que se refleja además en que el índice de
salario nominal es igual en ambos períodos (100). Tenemos también el
IPC base agosto 2018 y que arroja un 106,5 para septiembre. Si hicié-
ramos el cálculo de la inflación (no lo hicimos en el cuadro) nos daría
un resultado de 6,5 %. Ahora miremos la columna D, Índice de Salario
Real (ISR). Para calcular el ISR hace falta que al número que obtene-
mos nominalmente lo dividamos por el IPC y lo multipliquemos por
100. Esto es: (100 / 106,5) x 100 = 93,90. O sea, dividiendo la colum-
na B por la columna C y multiplicando por 100, obtenemos los valores
de la columna D. Entonces ISR = (ISN / IPC) x 100. Luego, la última
columna F muestra la variación porcentual respecto del período ante-
rior, o sea, el valor de -6,10 se obtiene mediante la siguiente operación:
[(93,9 / 100) – 1] x 100 = [(18.779,3 / 20.000) –1] x 100.
El resultado es algo impactante, en un solo mes María pierde el 6,1 % de
su salario en términos reales. Esto es, María compra en septiembre con
igual salario bastante menos bienes. Sin embargo, notemos que el sueldo
(nominal) es el mismo, 20.000 pesos, pero el real o el sueldo medido a
precios de agosto es 18.779 pesos con 30 centavos.

7.

KK Ejercicios de aplicación: números índices


a. Vaya a la página oficial del Indec, al siguiente link: <https://www.indec.
gob.ar/ftp/cuadros/economia/sh_ipc_10_18.xls>. Para el IPC cobertura
nacional (la primera ventana), confeccione un cuadro con los datos
Nivel General, tomando como base diciembre 2016 = 100. Luego
indique la inflación mes a mes hasta marzo de 2019.
b. En la planilla que obtuvo en el ejercicio a, cambie la base para diciem-
bre de 2017 y construya la misma serie que en el ejercicio anterior.
c. Ahora calcule la inflación mes a mes solo para el rubro “alimentos y
bebidas no alcohólicas”. Indique la inflación entre puntas para el perío-
do diciembre 2016-septiembre 2018 y septiembre 2018-marzo 2019.
d. Compare las series obtenidas en la consigna a y en la consigna c.
¿Cómo evoluciona la inflación del rubro “alimentos y bebidas no
alcohólicas” respecto del nivel general?
e. Dado el siguiente cuadro realizado sobre la base de datos oficiales,
calcule el salario real registrado y no registrado. Luego calcule las
variaciones porcentuales. ¿Calcular la variación del salario registrado
y no registrado entre octubre 2016 y julio 2018?

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Fecha Índice de salarios Índice de salarios no IPC abril 2008 = 100


registrados registrados
Octubre 2016 100,0 100,0 322,52
Octubre 2017 128,2 128,5 395,79
Febrero 2018 134,3 138,2 431,30
Marzo 2018 136,2 140,7 441,39
Abril 2018 141,0 144,0 453,48
Mayo 2018 144,5 142,7 462,89
Junio 2018 146,5 141,0 480,19
Julio 2018 149,9 145,1 495,08

f. Del cuadro anterior considere la columna “IPC abril 2008 = 100”. A


partir de ella, calcule la inflación desde octubre de 2017 hasta julio
de 2018. Luego, de la página oficial del Indec descargue el archivo
siguiente archivo (el mismo de la consigna a):
<https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/economia/sh_ipc_10_18.xls>
Tome la primera fila correspondiente a la cobertura nacional IPC
nivel general y Luego calcule nuevamente la inflación entre julio de
2018 y octubre de 2017.
g. Del cuadro anterior utilice solamente la evolución del índice de “ali-
mentos y bebidas no alcohólicas”. ¿Cómo evolucionó el salario real
registrado y no registrado en términos de “alimentos y bebidas no
alcohólicas” entre octubre de 2007 y julio de 2018?
h. Calcule el PBI real utilizando el índice de precios implícitos (IPI) del
PBI. Haga el ejercicio para los años 2015, 2016 y 2017 y compare
las tasas reales de crecimiento.
i. A partir de los datos para una economía imaginaria que se presentan
a continuación:
1. Complete la tabla, calculando los índices de precios implícitos
para los años indicados y obtenga el PBI a precios constantes
(PBI real) para el año 2011 (usamos el IPI 2011 para deflactar el
PBI nominal).
2. Calcule la tasa de crecimiento del PBI real o constante entre el
2008 y el 2011.
Año PBI$ a $ corrientes PBI$ 2008 IPI 2008 IPI 2011 PBI$ 2011
2008 604 604      
2009 624 605      
2010 709 641      
2011 830 707      

j. Al ministro de Economía de un país se le presentan dos opciones


para poder recuperar el deprimido salario real: a) dar un aumento de
un monto fijo de $ 60, o b) aumentar los salarios un 10 %.

Período Salario obrero Salario jerárquico IPC base año 1 = 100


10 400 20.000 25.000
11

Macroeconomía Alejandro Naclerio


72

Si la tasa de inflación del período 11 es del 5 %, averiguar cuál de las


dos medidas incrementa más el salario real de los obreros y el personal
jerárquico, y cuál es el nuevo valor del índice de precios, para cada caso.

1.3. Producto real y ciclos


Hemos visto cómo se deflacta una variable, es decir, cómo se transforma una
variable nominal en una variable real. El producto, o –como ya sabemos– el
valor agregado de la economía, puede presentarse también en términos reales
o nominales. Para ello se utilizan los precios corrientes o los precios constan-
tes. Si decimos precios corrientes nos estamos refiriendo a que los productos
se multiplican por los precios de cada período a los cuales fueron produci-
dos y vendidos. El resultado de multiplicar precios corrientes por productos
corrientes suscita un problema de medición a la hora de comparar productos
de diferentes años. En efecto, los productos modifican sus precios año a año
por efecto de la inflación. Entonces, para despejar ese efecto inflación es
necesario considerar precios constantes. Para ello, tenemos que seleccionar
un año (o período) y hacer la medición del PBI de todos los períodos a los
precios de ese año seleccionado.
Analizar el producto es una tarea clave de la macroeconomía. Cuando en
esta disciplina hablamos de producto, nos estamos refiriendo a un indicador
principal que muestra la performance de la economía. Es obvio que el análi-
sis macroeconómico no se agota en el producto, ya que también son funda-
mentales los otros aspectos que hemos visto, tales como la distribución, el
empleo y la pobreza. Pero ahora centrémonos en el producto y observemos
cuidadosamente la Tabla 1.10.
En la columna A se muestran los productos de cada año a valores corrientes.
Esto equivale a la sumatoria del flujo de bienes y servicios finales producidos
¡Importante! Si no está seguro de (vendidos = comprados) por año que las unidades de producción venden a
que ha comprendido esto, vuelva las familias o que las familias, el Estado y el sector externo compran a las
al apartado 1.2. unidades productivas.
El PBI a valores corrientes no toma en cuenta los efectos de la inflación;
por lo tanto, para comparar diferentes años es necesario transformar las
variables en cifras comparables, o sea, medidas a iguales precios. Para com-
prenderlo mejor, tomamos como ejemplo el año 2002. Si observamos estos
valores nominales vemos que 2002 respecto de 2001 aumentó de 268.697
a 312.580 millones de pesos. Pero eso no significa que haya más productos
para repartir entre la población, ya que ese incremento se debe a un muy fuer-
te efecto precio (inflación) que más que compensa el efecto cantidad (caída
de la producción). Para ver ese efecto de variación del producto (despejado de
la inflación) debemos observar la columna C, donde se expresan los valores
siempre a los mismos precios (los del año 1993). Al hacerlo notamos que el
año 2002 respecto del año 2001 pasó de 263.997 a 235.236 millones de
pesos, lo que significa una estrepitosa caída de casi el 11 % (la peor caída
del producto de la historia argentina). Por lo tanto, la columna C muestra las
cantidades de bienes y servicios a precios constantes, lo que nos permite ver
la evolución de las cantidades producidas año a año. Esa tarea se realiza en
la columna D, donde se muestran las variaciones porcentuales anuales de
las cantidades (PBI) producidas. Se puede observar el muy dispar comporta-
miento de las tasas anuales de crecimiento. Si consideramos diferentes sub-

Macroeconomía Alejandro Naclerio


73

períodos –por ejemplo, las tasas de los primeros ocho años desde 1994 a
2001–, vemos que el promedio de esos ocho años (surge de sumar las tasas
de cada año y dividirlas por 8) es igual al 0,73 % anual, o sea, menos de un
1 % anual. Si analizamos el período 2003-2015 y vemos sus tasas de creci-
miento, el cálculo promedio para los trece años correspondientes es el 5,9 %
anual. El cálculo del promedio de las tasas de crecimiento es muy útil para el
análisis económico y sirve a quienes estudian períodos históricos para cono-
cer las características de los ciclos económicos.

Tabla 1.10. El producto en Argentina

  A B C D E F G
PBI a precios PBI / habitan- PBI a precios Tasa anual PBI / habitante Tasa anual PBI per
Año corrientes te a precios de 1993 (millo- de Var. % a precios cons- Var. % PBI / cápita en
(millones de $) corrientes ($) nes de $) PBI tantes ($) habitante USD

1993 236.505 6.973 236.505   6.973   6.973


1994 257.440 7.494 250.308 5,84 7.286 4,49 7.494
1995 258.032 7.419 243.186 -2,85 6.992 -4,04 7.419
1996 272.150 7.732 256.626 5,53 7.291 4,28 7.732
1997 292.859 8.225 277.441 8,11 7.792 6,87 8.225
1998 298.948 8.303 288.123 3,85 8.002 2,69 8.303
1999 283.523 7.789 278.369 -3,39 7.648 -4,43 7.789
2000 284.204 7.726 276.173 -0,79 7.508 -1,83 7.726
2001 268.697 7.232 263.997 -4,41 7.105 -5,37 7.232
2002 312.580 8.332 235.236 -10,89 6.270 -11,75 2.472
2003 375.909 9.926 256.023 8,84 6.761 7,82 3.365
2004 447.643 11.710 279.141 9,03 7.302 8,01 3.983
2005 531.939 13.784 304.764 9,18 7.897 8,14 4.720
2006 715.904 18.370 330.565 8,47 8.482 7,41 5.984
2007 896.980 22.908 359.170 8,65 9.173 8,14 7.342
2008 1.149.646 29.145 383.444 6,76 9.721 5,98 9.223
2009 1.247.929 31.249 386.704 0,85 9.683 -0,38 8.400
2010 1.247.929 31.185 422.130 9,16 10.549 8,94 7.976
2011 2.179.024 53.567 459.571 8,87 11.298 7,10 12.970
2012 2.637.914 63.952 468.301 1,90 11.353 0,49 14.055
2013 3.348.308 80.054 488.045 4,22 11.669 2,78 14.608
2014 4.579.086 107.969 475.782 -2,51 11.218 -3,86 13.297
2015 5.954.511 138.461 488.776 2,73 11.366 1,31 14.936
2016 8.188.749 187.785 479.868 -1,82 11.004 -3,18 12.748
2017 10.555.846 238.725 493.566 2,85 11.162 1,43 14.416
2018* 14.883.743 331.085 488.630 -1,00 10.869 -2,62 11.536

* Estimado sobre la base de un promedio de proyecciones.


Fuente: basado en datos oficiales del Indec y Cuentas Nacionales.

Ya determinamos los productos reales anuales (columna C) y conocemos sus


tasas de crecimiento (columna D), pero para completar el análisis debemos
incorporar la población, que aumenta año a año (aproximadamente un poco
más de un 1 % por año). No es lo mismo distribuir productos para 20 millones

Macroeconomía Alejandro Naclerio


74

de personas (población de la Argentina en 1960) que hacerlo para 44 millo-


nes. Por lo tanto, para que el flujo de nuevos bienes y servicios producidos
por año sea en promedio mayor, estos deben crecer a una tasa también mayor
que la de crecimiento de la población. Si la población se incrementa un 1 % y
la producción aumenta un 1 %, el producto por persona (per cápita) no crece.
Nótese que el ejemplo del párrafo anterior –donde la tasa de crecimiento
del producto 1994-2001 fue del 0,7 %– considerado en términos per cápita
evidencia una tasa negativa. El producto per cápita a valores constantes se
observa en la columna E y surge de dividir el producto a precios de 1993
por la población de cada año. En la columna F mostramos las variaciones
porcentuales del producto per cápita a valores constantes, donde se desta-
can el año 2010 con un 8,9 % y el 2002 como el peor año, con un -11,7 %.
Por último, en la columna G se muestra el PBI por habitante (per cápita) en
dólares (US$). Este surge de dividir el PBI per cápita a precios corrientes de
cada año (columna B) por el tipo de cambio promedio de cada año (el valor
del dólar en relación con el peso, no incluido en el cuadro). Una vez obtenido
este número se lo divide por la población del año correspondiente. Este es un
indicador que sirve para hacer comparaciones internacionales. Evidentemente
tiene varios sesgos, sobre todo cuando lo aplicamos a países con una larga
historia de devaluaciones e inflaciones como la Argentina. Obsérvese que el
mínimo del producto por habitante es de 2.472 dólares para el año 2002 y
el máximo es 14.936 dólares para 2015. En consecuencia, en 2015 dicho
indicador supera en más de 6 veces al de 2002. En cambio, si miramos la
tasa de crecimiento del PBI per cápita en pesos entre los años 2002 y 2015,
esta alcanza un 107 %, o sea, el producto por persona es algo más del doble
en 2015 respecto de 2002. Por lo tanto, la evolución del PBI per cápita en
dólares es un indicador que tiene el siguiente problema: cuando ocurre una
devaluación (y sobre todo una hiperdevaluación como la de enero de 2002
en Argentina), se desploma instantáneamente; y, en general, esa caída está
sobreestimada respecto de la producción real. Por eso, para ver la evolución
del poder adquisitivo el indicador más apropiado es el PBI per cápita a valores
constante en pesos.

1.3.1. Ciclos y tendencias del producto


El producto considerado a lo largo de muchos años nos permite referirnos a
la tendencia del crecimiento a largo plazo de la economía.
Como vimos en la Tabla 1.10, la Argentina se caracteriza por un comporta-
miento muy volátil en términos de la evolución del producto. Crece y decrece
periódicamente, marcando fuertes picos y cimas; sin embargo, entre valores
tan extremos existe en el largo plazo una tendencia. Las economías modernas
se caracterizan por una trayectoria de crecimiento, que evoluciona en forma
cíclica y muestra en el largo plazo una tendencia ascendente. Dicha línea de
tendencia en torno de la cual oscilan los ciclos económicos son las expansio-
nes y recesiones, que difieren entre países. Para el caso de la Argentina, el
Gráfico 1.5 nos muestra los datos de producto entre 1960 y 2017.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


75

Gráfico 1.5. Evolución del PBI a valores constantes. Índice 1960 = 100

Fuente: basado en datos del Banco Mundial (2019).

La construcción del Gráfico 1.5 sigue la misma metodología que las tablas
anteriores. Se obtuvieron los datos de la página del Banco Mundial (donde,
además, se pueden obtener datos para todos los países) y se cambió la base
de la serie dividiendo por el valor del producto en 1960 y multiplicando por
100. Luego se dividió el resto de los valores por el valor de 1960 y se multipli-
có por 100. Así obtuvimos el índice que nos permitió hacer el Gráfico 1.5. Si lo
analizamos, vemos que entre 1960 y 2017 (un plazo considerable) el producto
a valores constantes casi se cuadriplicó. En efecto, el número índice en 2017
respecto de la base de 1960 es de 398,3. La línea de tendencia (negra),
que marca un promedio lineal de los valores, es claramente ascendente. Sin
embargo, notamos que en diferentes subperíodos el producto va por debajo
de la tendencia, mientras que en otros va por arriba. El producto crece relati-
vamente estable hasta mediados de 1970, con la dictadura cívico-militar de
1976 empiezan a profundizarse los movimientos cíclicos descendentes y en el
año 1982 se cae bien por debajo de la tendencia de crecimiento. Si observa-
mos los tres puntos que más se alejan de la línea de tendencia encontramos
dos años negativos, 1990 y 2002, y uno positivo, 2011.

1.3.2. El comportamiento cíclico del producto


El análisis del Gráfico 1.5 nos permite obtener una primera pista sobre cómo
evoluciona la economía. Lo que la evidencia empírica nos dice es que el pro-
ducto evoluciona cíclicamente y que a las crisis profundas les siguen auges
muy marcados que reequilibran la tendencia.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


76

LEER CON ATENCIÓN

Efectivamente, del análisis hecho para la Argentina, podemos decir que

El crecimiento de la producción
LL la producción crece con el paso del tiempo. Conceptualmente, el pro-
ducto crece a medida que se incrementan los recursos, que se produ-
cen innovaciones tecnológicas y que la política económica es capaz
en el largo plazo depende de la
innovación y la política indus- de inducir expansiones.
trial, temas que estudiaremos en
la Unidad 3.

Si denominamos Y al PBI (suma de bienes y servicios finales anuales), pode-


mos afirmar que dicho nivel Yi se va modificando con el tiempo independiente-
mente del nivel de precios. En el Gráfico 1.6 vemos cómo la función de oferta
agregada representa la producción Y para cada período i (1, 2, 3, 4, … , n). Al
introducir la variable tiempo, la función de oferta agregada se desplaza para-
lelamente de año en año. Esta trayectoria temporal de la oferta muestra que,
cuando la economía se desempeña por un sendero de crecimiento de largo
plazo, los precios tienden a subir.
Ciertamente, nivel de producción y nivel de precios son dos variables que
se mueven siguiendo una tendencia similar en el largo plazo. La situación se
representa en la parte inferior del Gráfico 1.6, donde se van indicando sucesi-
vamente niveles de precio superiores a medida que se suceden los períodos.
Por ejemplo, el nivel de precios del período 2 (P2) es superior al nivel de pre-
cios del período 3 (P3), al mismo tiempo que Y3 es mayor que Y2.

Gráfico 1.6. La evolución temporal de la producción: oferta agregada de


largo plazo

Macroeconomía Alejandro Naclerio


77

Lo que en verdad muestra el panel inferior del Gráfico 1.6 es la tendencia de


largo plazo de un sistema económico (tal como la que hemos calculado para
la Argentina en el Gráfico 1.5). Dicha tendencia está influenciada por ciclos,
es decir, por expansiones y recesiones de corto plazo. En el Gráfico 1.7 mos-
tramos la tendencia de crecimiento de largo plazo. Los precios y el ingreso Prestar atención a los ejes de los
se mueven en la misma dirección, mientras que el producto puede atravesar gráficos 1.6 y 1.7. En el Gráfico
turbulencias de corto plazo. 1.6, la variable tiempo se repre-
senta en el eje de ordenadas,
mientras que la evolución del
Gráfico 1.7. Los ciclos de la oferta agregada ingreso se mide en el eje de abs-
cisas. En cambio, en el Gráfico
1.7 se muestra la evolución del
producto en el eje de ordenadas
y el tiempo en el eje de abscisas.

El Gráfico 1.7 representa una economía cuya producción se expande en el largo


plazo. Sin embargo la tendencia implica que las expansiones por arriba de la
tendencia normal de largo plazo (indicada por OAt) son contrarrestadas por ciclos
recesivos. La distancia A1 – E1 implica que la oferta está operando por arriba del
pleno empleo; por lo tanto, el sistema económico tiende a corregir ese exceso
de oferta en el período siguiente. El producto de corto plazo cae, pero en el largo
plazo continúa aumentando. Nótese que el punto B está por debajo de la tenden-
cia, e incluso más abajo que E1; no obstante, una vez recuperada la tendencia,
nos encontramos en E2, que indica un producto superior a E1 e incluso a A1.

PARA REFLEXIONAR

Ahora, luego de haber leído las características de la producción (ofer-

PP ta agregada a largo plazo) vuelva a revisar el gráfico para la Argenti-


na (Gráfico 1.5).

1.3.3. La relación entre el empleo y el producto


Es evidente que cuando crece el producto, crece el empleo. Ahora bien, ¿si
la economía crece un 1 %, el empleo crece un 1 %? La respuesta a esta
importante pregunta es, definitivamente, “no”. Cuando la economía crece,
una evidencia muy notoria es el aumento de productividad. La productividad,
recordemos, es la cantidad de producto Q (o valor agregado o gasto agregado) También puede medirse
que se produce por trabajador. Por lo tanto, los trabajadores que se incorporan como Q / horas de trabajo.
aumentan la productividad; por consiguiente, cuando el empleo crece un 1 %
el producto crece más de un 1 %.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


78

LEER CON ATENCIÓN

El producto crece en mayor proporción que el empleo, ya que hay un

LL incremento de la productividad cuando las economías crecen.

Tomando esta premisa, podemos afirmar que a mayor producto menor desem-
pleo. Aunque ahora esta relación estaría indicando que el desempleo bajaría
si el producto aumentara, aunque en una proporción menor. Por ejemplo, para
que baje un 1 % el desempleo hace falta que el producto Q aumente el 3 %.
Como esta relación se mide para diferentes países y diferentes períodos, su
valor no es absoluto ni definitivo.
A esta relación entre producto y empleo se la conoce como ley de Okun, la
cual establece la siguiente relación: si Q aumenta x % y el desempleo baja v %,
El nombre se debe al economis-
ta norteamericano Arthur Okun, entonces sabemos que x > v. Este vínculo entre crecimiento y desempleo se
quien en 1962 publicó un artículo basa en una observación empírica que varía entre países. Por lo tanto, cada
sobre esta ley. país tiene una propia ley de Okun.
Un concepto que surge del análisis de la ley de Okun es el de producto
potencial. Representa un número teórico QP, el cual refiere al producto Q que
se alcanzaría si estuvieran utilizados a pleno los factores productivos. El QP
se utiliza en especial para considerar la plena utilización del factor trabajo;
es decir, el QP es el Q de pleno empleo. Una de las importantes críticas a la
noción de producto potencial es que este aparece como limitante a la políti-
ca económica. Es decir, si hay producto potencial, solo se puede expandir la
producción hasta que se agote la capacidad de producción. En rigor, faltaría
saber cómo los países expanden su capacidad permanentemente, cuestión
clave que debe explicar la Macroeconomía del Desarrollo.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Para un análisis crítico del producto potencial y la ley de Okun, ver Amico, F., Fiorito,
A. y Hang, G. (2011), “Producto Potencial y Demanda en el Largo Plazo: Hechos
Estilizados y Reflexiones sobre el caso Argentino reciente”, Documento de Trabajo N°
35, enero, CEFIDAR. Disponible en: <http://www.iade.org.ar/system/files/dt35.pdf>
[Consulta: 09 abril 2019]

LEER CON ATENCIÓN

Retener los conceptos de la Unidad 1

LL La Macroeconomía estudia el funcionamiento del sistema económico, lo


cual resulta de una larga historia de debates sobre métodos y teorías muchas
veces contradictorias. Para estudiar la macroeconomía necesitamos elabo-
rar modelos que den cuenta de la interacción entre variables. Las variables
representan magnitudes medibles o datos que cambian con el tiempo.
Las variables clave de la macroeconomía son el producto (PBI) y todas las
variables que lo componen en la medición por los tres métodos: consu-
mo, inversión, gasto público, saldo de cuenta corriente, salarios, ganancias.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


79

El desempleo es otra variable fundamental de la macroeconomía. En


efecto, la teoría macroeconómica planteada por Keynes se basa en
la explicación del desempleo y en cómo solucionar esa fundamental
patología a través del estímulo a la demanda efectiva o mediante las
políticas fiscales y monetarias.
Pero antes de hacer teoría o de explicar la validez de las políticas fis-
cales y monetarias, es necesario entender los datos. Es lo que hemos
hecho en esta primera unidad, donde nos debe quedar claro que el
producto es un flujo que puede medirse a valores corrientes o cons-
tantes, y que cuanto más crece, mejora el empleo. A su vez, cuando
el producto crece y su distribución se vuelve más equitativa, descien-
de la pobreza.

LECTURA OBLIGATORIA

B lanchard , O. y P érez E nrri , D. (2011), “Capítulo 2” en:


OO Macroeconomía. Teoría y Política Económica. Aplicaciones a América
Latina, 2ª ed., Pearson, Buenos Aires, pp. 37-66.
Dornbusch, R., Fischer, S. y Startz, R. (2014), “Capítulo 2” en:
Macroeconomía, Mc Graw-Hill, 12ª ed., México, pp. 15-36.

LECTURA RECOMENDADA

RR
De Pablo, J. C., Leone, A. M. y Martínez, A. J. (1991), “Capítulos 1, 2 y 3” en:
Macroeconomía, Fondo de Cultura Económica, México.
Indec (2016), Índice de Precios al Consumidor Gran Buenos Aires. Metodología
Indec N° 19. Disponible en: <https://www.indec.gob.ar/ftp/cuadros/economia/
ipc_metodologia19_agosto2016.pdf>
Indec (1984), “La pobreza en la Argentina”, Serie Estudios Indec Nº 1, Buenos Aires,
1984.
Hicks J R (1937), “Mr. Keynes and the ‘Classics’. A Suggested Interpretation”, Econo-
metrica, 5 (2), pp. 147-159.
Keynes J. M. (1943 [1936]), “Capítulos 1, 2, 3, 13 y 15” en: Teoría general de la ocu-
pación, el interés y el dinero, traducción FCE, México.
Naciones Unidas (2017), Informe Nacional sobre Desarrollo Humano 2017, Infor-
mación para el desarrollo sostenible: Argentina y la Agenda 2030. PNUD - Programa de
Naciones Unidas para el Desarrollo. Disponible en: <http://hdr.undp.org/en/content/
informe-nacional-sobre-desarrollo-humano-2017>
Samuelson, P., Nordahus, W. y Pérez Enrri, D. (2003), Economía, MacGraw Hill,
Buenos Aires, pp. 59-61.
Schumpeter, J. (1952 [1942]), “Capítulos 6, 7 y 8” en: Capitalismo, socialismo y democ-
racia, traducción al español, Aguilar. México.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


80
81

La demanda agregada
Objetivos
Se espera que al finalizar esta unidad el estudiante pueda:
•• Comprender los primeros modelos teóricos de comportamiento macroeconómico.
•• Identificar las variables que responden a las políticas de demanda agregada.
•• Comprender que con estímulos fiscales y monetarios a la demanda agre-
gada se obtienen mayores niveles de producción y empleo.
•• Entender cómo funciona la demanda agregada y las políticas que la
estimulan.
•• Abordar las limitaciones con que tropiezan estas políticas.

2.1. Gasto agregado y demanda agregada


En la Unidad 1 entendimos lo que significa el producto, el cual se mide de Se recomienda volver a analizar el
tres formas diferentes: 1) por los ingresos: salarios, ganancias y otros; 2) por subapartado 1.2.2 de la Unidad 1
y a revisar los ejercicios de apli-
las ventas: suma de todos los bienes y servicios finales; 3) por las compras cación sobre cuentas nacionales.
o gastos en bienes de consumo y de inversión. Esta última refiere a todos los Se debe comprender la identidad
bienes y servicios finales de consumo o de inversión que compran las fami- Y ≡ GA ≡ Ʃ ventas de bienes y
servicios finales.
lias, las empresas, el sector público y el sector externo. O sea, nos estamos
refiriendo a la ecuación (ya muy comprendida): GA = C + I + G + XN.
La ecuación GA = C + I + G + XN es, insistimos, una medida de un hecho
económico ya ocurrido. Es una variable que representa un dato o medida ex
post. Ex post significa después de
A partir de ahora vamos a trabajar con esta ecuación, pero considerando conocer los datos mientras que
no solo datos sino también variables ex ante. Las variables ex ante refieren ex ante significa antes de cono-
cer los datos.
a antes de que algo ocurra, como los planes de compra o de inversión. Un
plan involucra al futuro más inmediato o más lejano, pero al ser futuro es un
hecho que todavía no ocurrió; en cambio, un dato ya ocurrió. Para caracterizar
los planes de compra de bienes y servicios finales, tanto de consumo como
de inversión, utilizaremos el concepto de demanda agregada (DA) mientras
que para caracterizar a la producción corriente Y vamos a utilizar la medida
de gasto agregado (GA), vista en la Unidad 1 (Y ≡ GA ≡ Ʃ ventas de bienes y
servicios finales).

Macroeconomía Alejandro Naclerio


82

LEER CON ATENCIÓN

La demanda agregada (DA) es la suma de todos los bienes y servicios

LL finales (de consumo y de inversión) que la sociedad en su conjunto


planifica comprar en un determinado período.
Dentro de la sociedad, ¿quiénes compran y pagan por esos bienes y
servicios finales? 1) Las personas que tienen ingresos, 2) las empresas
que invierten, 3) el Estado que compra bienes y servicios, como edu-
cación, salud, seguridad, etc., y además invierte en obra pública y, 4)
otros países a quienes exportamos.

De esta manera los planes de compra de bienes y servicios finales por parte
de las personas, las empresas, el Estado y el sector externo constituyen la DA.

DA = C + I (2.1)

La ecuación (2.1) nos dice que la DA es igual a todos los planes de compra de
bienes de consumo (C) y de inversión (I). Ahora desagreguemos estos bienes
de consumo e inversión según quiénes son los compradores y tendremos:

DA = CPrivado + IPrivada + CPúblico + IPública +XN (2.2)

Precisemos los conceptos de la ecuación (2.2):


CPrivado (consumo privado): abarca los planes de compra de bienes y servi-
cios finales –de consumo– por parte de las familias; por ejemplo, compra de
mercadería en un supermercado, compra de un automóvil (consumo durable)
o compra de un servicio tal como un corte de pelo, atención médica, etcétera.
IPrivada (inversión privada): comprende los planes de compra de bienes y ser-
vicios de inversión por parte de las empresas privadas y familias. Por ejemplo,
compra de una máquina, compra de un automóvil (para taxi), modernización
El término neto indica que a las de una fábrica, compra de un nuevo software, etcétera.
exportaciones (X) –demanda exter- CPúblico (consumo público): incluye todos los planes de compra de bienes y
na por bienes que nuestro país
produce–, se le restan las impor- de servicios que el Estado (nacional, provincial y municipal) adquieres para
taciones (IM) –gasto en nuestro brindar a la población. Los gastos de consumo planificado en los presupues-
país pero sobre bienes producidos tos públicos abarcan bienes tales como medicamentos, alimentos, viviendas,
en el resto del mundo–. Por otro
etc., y sobre todo servicios tales como educación, salud, seguridad, etcétera.
lado, aunque las exportaciones
sean insumos, estas serán bienes IPública (inversión pública): son todos los bienes y servicios de inversión que
intermedios en el resto del mundo, construye o compra el Estado a través de la obra pública; por ejemplo, obras
pero para nuestra economía se de infraestructura, trenes, represas hidroeléctricas, modernización de plazas,
registran como un bien final.
etcétera.
XN (exportaciones netas X – IM): es lo proyectado del saldo de las expor-
taciones e importaciones de bienes y servicios. Exportaciones son bienes o
servicios que vendemos al resto del mundo e importaciones son bienes o ser-
vicios que se producen en el resto del mundo y nuestro país importa.
Si consideramos CPúblico + IPública = G (gasto público o presupuesto público de
gasto) y mantenemos CPrivado e IPrivada como C + I, tenemos:

DA = C + I + G + XN (2.3)

Macroeconomía Alejandro Naclerio


83

La ecuación (2.3) representa la DA. Es el objeto clave que vamos a estudiar en


Macroeconomía. Esta expresa lo mismo que la que vimos al estudiar la conta-
Recordemos que en la Unidad 1
bilidad nacional. ¿Cuál es entonces la diferencia entre DA y GA? ¿Hay diferencia
habíamos escrito una ecuación
entre ambos conceptos? La respuesta es “sí”, son diferentes. La DA son planes contable (1.8a) donde teníamos
de compra (ex ante), mientras que el GA es un concepto contable (ex post). Y = GA = C + I + G + XN. La ecua-
ción (2.3) no es contable.

Análisis teórico del consumo y la inversión


Los dos elementos constitutivos de la demanda agregada son el consumo y la inversión (más
allá de que sea demandado por las familias, las empresas, el Estado o el sector externo). Los
planes de demanda de bienes y servicios finales (ex ante) de consumo y de inversión son
el fundamento principal de la teoría macroeconómica. Los modelos macroeconómicos se
basan en el comportamiento de quienes demandan consumo e inversión. Cómo se cons-
truyen estos modelos es un debate teórico metodológico fundamental. Por ejemplo, en los
análisis neoclásicos (o síntesis neoclásica de Keynes) se explica la demanda a partir de una
conducta racional de los agentes económicos, caracterizada como conducta del homo eco-
nomicus. Otro tipo de análisis macroeconómico (poskeynesianos) considera las decisiones
de los individuos en determinados contextos o sistemas sociales complejos. En este tipo de
modelo, las variables consumo e inversión responden a criterios holísticos y de racionalidad
limitada de los agentes económicos. Aquí, las conductas sociales de consumo e inversión
no son el resultado de las sumas individuales o microeconómicas, sino que el sistema es
diferente que la suma de sus partes. Existen, por lo tanto, tal como vimos al desarrollar
le evolución de la historia del pensamiento económico en la Unidad 1, marcos teóricos
metodológicos diferentes, no solo en el pensamiento global sobre el funcionamiento de
la economía, sino también en cómo los agentes económicos estructuran sus decisiones de
consumo (ahorro) e inversión.

2.2. La demanda agregada y la producción


La demanda agregada, definida en la ecuación (2.3), se planifica para un
determinado nivel de producción. Es decir, el sistema económico produce el
La letra Y la usamos para medir
volumen de bienes y servicios finales que el propio sistema demanda. Por el producto a través de los ingre-
ahora no vamos a analizar cómo se producen esos bienes, solo vamos a sos. A partir de ahora Y significa
tomar ese nivel de producción como dado. Más aún, vamos a tomar una de producción (PBI), medida por
las medidas contables para estimar ese nivel de producción (PBI), que como las ventas o compras o ingresos
indistintamente.
sabemos puede representarse por la equivalencia Y ≡ GA ≡ Σ ventas de bienes
y servicios finales. Vamos a tomar la letra Y como la producción corriente de
la economía.

2.2.1. Primer modelo (producción-demanda o ingreso-gasto)


Como ya vimos en la Unidad 1, un modelo es una representación, por lo que Repetimos: la demanda agregada
(DA) son los planes de consumo
en este vamos a representar cómo se comporta la demanda agregada (DA) en e inversión que tienen las fami-
relación con la producción (Y). El modelo postula los siguiente: una economía lias, las empresas, el Estado y el
se encuentra en equilibrio cuando la cantidad producida (Y) es igual a la deman- sector externo.
da agregada (DA) o el plan de gastos. Es decir Y = DA. Esta igualdad teórica o
equilibrio significa que los gastos planeados ex ante son iguales a los gastos
corrientes realizados ex post. Estas igualdades son expresadas por la ecuación
macroeconómica fundamental:

Y = DA = C + I + G + XN (2.4)

Macroeconomía Alejandro Naclerio


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La ecuación (2.4) es la presentación del modelo. Ahora expliquemos dicha


ecuación en la Figura 2.1, donde se desagregan sus componentes y se postu-
lan los comportamientos esperados. La interacción entre la producción (o el
ingreso) Y con la demanda agregada (DA).

LEER CON ATENCIÓN

La hipótesis fundamental de este modelo es que la producción res-

LL ponde ante los desequilibrios que se generan cada vez que se modifi-
ca una de las variables que conforman la demanda.
En la parte inferior de la Figura 2.1 mostramos tres posibilidades:
1) DA = Y (equilibrio)
2) DA > Y (exceso de demanda, los planes de compra son mayores
a la producción)
3) DA < Y (exceso de oferta, los planes de compra son menores a la
producción)
Si DA difiere de Y, entonces hay desequilibrio. Los desequilibrios
explican los cambios en los niveles de producción. Cada vez que los
planes de gasto (DA) sean mayores que la producción, el postulado
es que la producción aumentará. Cada vez que la DA sea inferior a la
producción, la producción bajará.

Figura 2.1. Las variables del modelo gasto-producción

Fuente: Naclerio et al. (2007: 186).


Una ecuación lineal indica la
relación entre dos variables: una
dependiente y una independiente.
Es una recta cuya pendiente es un
parámetro que mide la relación La representación de la demanda agregada: una ecuación lineal
entre las dos variables. A su vez,
la altura de la recta es la ordenada En la ecuación (2.4), los cuatro componentes (C, I, G, XN) de la demanda
al origen. Por ejemplo, Y = F(x) =
A + b X, donde Y variable depen-
agregada responden a variaciones de ingreso (o producción), es decir, cada
diente, X variable independiente, A uno de los componentes de la DA se puede escribir como una función que
ordenada al origen, b parámetro de depende de Y. En razón de lo cual vamos a dilucidar, en este modelo, cómo
respuesta o pendiente. se mueven estas cuatro variables cuando se mueve Y. Para ello utilizaremos
ecuaciones lineales.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


85

Supongamos, por ahora, que la única variable de la DA es C, o sea DA = C


y por lo tanto las otras componentes (I, G, XN) son cero. Entonces:

DA = C = C0 + c Y (2.5)

La ecuación (2.5) es una recta donde C es la variable dependiente, Y es la


variable independiente, C0 es la altura de la recta y c es la pendiente o incli-
nación de la recta. La ecuación (2.5) nos muestra cómo cambia C cuando
cambia Y. En términos económicos, estas dos variables están relacionadas:
aumenta Y entonces aumenta C. Es decir, las personas aumentan sus consu-
mos (o mejor dicho sus planes de consumo) cuando aumentan sus ingresos.
En términos macroeconómicos vamos a considerar que aumenta el producto
Y, entonces aumenta el consumo C.

LEER CON ATENCIÓN

¿Cuánto se modifica el consumo C ante una variación del ingreso Y? Se


LL trata de una pregunta fundamental para el análisis macroeconómico.
Ahora, especifiquemos y direccionemos intencionalmente un poquito
más la pregunta (presuponiendo con cierta racionalidad que si varía
el ingreso entonces el consumo varía en la misma dirección): ¿cuánto
aumenta el consumo C ante un aumento de un peso en el ingreso Y? La
respuesta es bastante sencilla y abre un importante camino para el
análisis. Si aumenta un peso el ingreso, entonces las personas aumen-
tan su consumo en una cuantía como máximo de un peso. Pero las
personas pueden optar por aumentar el ingreso en menos de un peso,
destinando el resto a ahorros. He aquí un nuevo concepto macroeco-
nómico: el ahorro, S. El ahorro va a ser la contrapartida del consumo.
De cada peso adicional que se genera de ingreso, una parte se destina
al consumo y la otra al ahorro. Volviendo a la ecuación (2.5), vamos
a denominar c (pequeña c) como la propensión marginal a consumir.
Dicha propensión marginal a consumir es el parámetro c que nos dice
cuánto aumenta el consumo ante un aumento de un peso en el nivel de
ingreso (o producción). Por lo tanto 0 < c < 1.

Repaso de la función consumo (y función ahorro)


La función de consumo (ahorro) se representa por una recta donde la variable indepen-
diente es el ingreso (producción). A mayor producción, entonces mayor consumo (ahorro):
C = C0 + cY (I)
C0 es el consumo autónomo (C0 > 0), representa el nivel de consumo cuando el ingreso
es cero; C0 es el consumo que no depende del ingreso (Y). El parámetro c es la propen-
sión marginal a consumir, es decir, el aumento del consumo por cada aumento unitario
del ingreso. Por consiguiente 0 < c < 1, lo que indica que al aumentar el ingreso solo se
gasta una parte en consumo, la parte c (la otra parte se ahorra = s). Dado que el ingreso
(Y) puede destinarse o bien al consumo (C) o bien al ahorro (S), las familias, al determi-
nar el nivel de consumo, simultáneamente determinan el nivel de ahorro. Por tal razón,
dado que Y = C + S, entonces S = Y – C. Reemplazando:

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86

S = Y – C = Y – C0 – c Y
S = – C0 + (1 – c) Y (II)
En la cual (1 – c) = s, la propensión marginal a ahorrar; como s es positiva, el ahorro resul-
ta una función creciente del nivel de ingreso, donde además: c + s = 1.
Ahora grafiquemos, dándole valores a Y obtenemos C (ecuación I) y S (ecuación II):

Representación gráfica de las funciones de consumo y ahorro

El consumo será una línea recta, con C0 como ordenada al origen y c su pendiente. Por
su parte, el ahorro también es una recta con –C0 como ordenada al origen, exactamen-
te el inverso que C0, dado que cuando el ingreso es cero, el consumo proviene solo del
desahorro. Cuando la función de ahorro cruza al eje Y en Y0, el ahorro = 0, o sea, todo
el ingreso se consume (Y = C); por lo tanto, OY0 = Y0E = OCE, por lo que puede identi-
ficarse un cuadrado OY0ECE. Asimismo 1 –c (= s) es la pendiente de la función de aho-
rro. Nótese que dado que c + s = 1 cuando mayor es la propensión marginal a ahorrar (s)
menor es c y viceversa.
En trigonometría el ángulo de
Cuando la función tiene mayor pendiente (más inclinada es la recta C), mayor es la
45° es equivalente a 1. Por lo
que c + s = 45° = 1. Si la incli- propensión marginal a consumir c y por lo tanto más aplanada es la recta S, o sea, menor
nación de la recta de consumo es la propensión marginal a ahorrar.
fuera 45°, no existiría ahorro
adicional al aumentar el ingreso,
dado que s = 0.
1.

KK Grafique C y S, suponiendo que c = 0,9 y C0 = 100.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Samuelson, P., Nordhaus, W. y Pérez Enrri, D. (2003), Economía, MacGraw-Hill,
Buenos Aires, pp. 396-404.
Parkin, M. y Esquivel, G. (2001), Macroeconomía, Versión para Latinoamérica, 5a ed,
Pearson Educación, México, pp. 266-272.

Repasemos nuevamente la ecuación (2.5): C0 es el consumo autónomo o


consumo que no depende del nivel de ingreso, y la pequeña c es la propensión
marginal a consumir con valores entre 0 y 1. Si consideramos que C0 es por
ahora el único componente autónomo de la demanda agregada, tenemos que
C0 = A0. Por lo tanto:

Macroeconomía Alejandro Naclerio


87

C = DA = A0 + c Y (2.6)

El consumo C se mueve cuando se mueve la producción Y en una cuantía c.


Los otros movimientos ocasionados por otras causas (es decir, no ocasio-
nados por cambios de ingreso) serán considerados gastos autónomos, A0
(componente autónoma de la demanda agregada).
La ecuación (2.6) representa los planes de consumo (ex ante) de las fami-
lias. A medida que C0 es mayor, la DA (y el nivel de C) será mayor para todos
los niveles de ingreso. Por otro lado, a medida que el ingreso (Y) crece, la DA
crece en una proporción c. Por ejemplo, si la c pequeña es 0,8, esto implica
que si Y aumenta 100 millones de pesos, DA se incrementará en 80 millo-
nes de pesos. De la misma manera, si la c pequeña es baja, digamos 0,1
(= 10 %), esto implica que ante un aumento de la producción de 100 millones
la DA se incrementará solo 10 millones.

Análisis gráfico
El análisis hecho con las ecuaciones, más precisamente con la ecuación (2.6),
puede realizarse en forma gráfica, lo cual lo vemos en el Gráfico 2.1. La DA
es la variable independiente en el eje vertical (ordenadas) y la variable depen-
diente Y en el eje horizontal (abscisas). C0 es la ordenada al origen (notemos
que C0 = A0, ya que por ahora el consumo es la única variable positiva de la
demanda agregada). La pequeña c es la pendiente (inclinación) de la recta.
A medida que Y aumenta, los planes de consumo de las familias son más El máximo valor de la pendiente
ambiciosos, por lo que la DA es una función creciente del ingreso o una fun- es 1, equivalente una diagonal
ción de pendiente positiva. La inclinación o pendiente de la DA está dada por o bisectriz de 45º o cero, que
equivale a una recta paralela
el valor de la pequeña c o propensión marginal a consumir, que es positiva al eje horizontal Y. En efecto, al
mayor que cero y menor que uno. ser 0 < c < 1, la pendiente es
0° < c < 45°. Remarcamos que
la pequeña c o propensión mar-
ginal a consumir es la pendiente
Gráfico 2.1. La función de demanda agregada simple (o inclinación) de la función DA
en el Gráfico 2.1.

Por otro lado, a mayor valor de c o a medida que se acerca a 1, la pendiente


de la función DA es más inclinada. Asimismo, a menor valor de c o a medida
que se acerca a 0, la pendiente de la función de DA es más aplanada. En el
Gráfico 2.2 vemos que cuanto más inclinada (más cercana a 1 la pequeña
c), más alto es el consumo o demanda agregada para cada nivel de ingreso.
Para un dado nivel de ingreso Y0, la función DA cuya propensión marginal a
consumir es mayor implica un nivel de demanda agregada más alto. Además,

Macroeconomía Alejandro Naclerio


88

como veremos más adelante, dado que la propensión marginal a consumir c’


es mayor que c, los incrementos de ingreso tienen un efecto superior cuando
la función de demanda agregada es DA2 que cuando esta es DA1. El punto A
se sitúa por arriba del punto B porque c’ es mayor que c. Más aún, nótese
que para todos los niveles de ingreso positivo, ubicados sobre DA2, el nivel de
consumo es siempre superior a los niveles de consumo ubicados sobre DA1.

Gráfico 2.2. La demanda agregada y diferentes propensiones marginales a


consumir

La función DA (gráficos 2.1 y 2.2) expresa los planes de consumo de las fami-
lias. Ahora bien, ¿qué ocurre con los gastos efectivamente realizados, o ex
post? Para responder a esta pregunta debemos hallar:

Y = DA (2.7)
Los componentes autónomos (o
sea, los que no varían con el ingre- Si se considera ahora que I, G, XN son constantes positivas, y sustituyendo
so), además de C0, son la inversión DA por su ecuación presentada anteriormente (ecuación 2.3), obtenemos la
autónoma I0, el gasto público G0 siguiente condición de equilibrio:
y las exportaciones netas XN0. Es
decir, tomando la ecuación (2.3)
consideramos que I = I0; G = G0 Y = A0 + c Y (2.8)
y XN = XN0. Estas variables toman
valores independientemente del
donde A0 es ahora el gasto autónomo o gasto que no depende del nivel de
nivel de ingreso.
ingreso Y, la pequeña c es la propensión marginal a consumir. Nótese que aquí
A0 incluye no solo a C0, sino también a todos los otros componentes autónomos
que no dependen del nivel de ingreso. Es decir, A0 = C0 + I0 + G0 + XN0.
Es importante que se comprenda que A0 es la componente autónoma de la
DA, lo que quiere decir que A0 varía independientemente –o sin estar relacio-
nada– del nivel de producción o ingreso Y. Por su parte, la pequeña c –o pro-
pensión marginal a consumir–, al representar la pendiente de la función de DA,
relaciona una variación constante de la demanda agregada con los aumentos
del ingreso. A medida que la sociedad aumenta la producción, el nivel de con-
sumo aumenta en una proporción constante. Por ejemplo, si c = 0,8, a medida
que la producción aumenta 100 pesos la sociedad aumenta su consumo en

Macroeconomía Alejandro Naclerio


89

80 pesos (los otros 20 se ahorran). Es decir, siempre y de manera constan-


te para toda la sociedad el consumo aumenta 80 por cada 100 de aumento
Se supone que la c de la ecua-
de producción. A pesar de que en la realidad existen diferentes propensiones ción (2.8) es la misma para toda
marginales a consumir, en este modelo se supone una sola c, común a todas la sociedad. Sin embargo, puesto
las personas y clases sociales. que c es la porción de ingreso que
se consume por cada peso adicio-
Despejando Y de la ecuación (2.8) y, a su vez, considerando el nivel de Y
nal de ingreso, es importante tener
de equilibrio como Y0, obtenemos: en cuenta que para ingresos bajos
el consumo por cada peso adicio-
nal es más alto (los más pobres no
Y0 = A0 (2.9) ahorran, solo consumen). Entonces,
la c de los pobres va a ser alta,
mientras que para los más ricos
En el Gráfico 2.3 vemos la relación entre el ingreso (o producción) medido en
su c va a ser comparativamente
el eje horizontal y la demanda agregada medida en el eje vertical. Una recta baja. En otras palabras, no es lo
diagonal de 45º (o bisectriz) divide al gráfico en dos partes iguales. Por lo mismo un peso de ingreso extra
tanto, todos los puntos de la recta de 45º son puntos de Y = DA. para un pobre que para un rico.

Respecto del Gráfico 2.3, recor-


Gráfico 2.3. La línea de 45° demos que un ángulo recto mide
90º, por lo que 45º divide a ese
ángulo recto en dos partes exac-
tamente iguales. Eso significa
que la diagonal divide al ángulo
recto en dos partes iguales, por
lo que todos los puntos de la dia-
gonal (por ejemplo, J y K) indican
la misma distancia en las orde-
nadas y abscisas; por ejemplo
ODAJ = OYJ; ODAK = OYK.

En otras palabras, ambos puntos J y K muestran que DA = Y, o sea, indican


equilibrio. Ahora vayamos al Gráfico 2.4, donde dibujamos la función de DA
del Gráfico 2.1 y la diagonal de 45º del Gráfico 2.3. La función de DA, que
muestra los planes de compra de la sociedad, se intersecta con la diagonal
que muestra niveles de producción de equilibrio en el punto E. Por lo tanto, el
único lugar (punto) en el espacio donde coinciden los planes de la sociedad
con los niveles de producción de equilibrio es el punto E. Ipso facto, existe uno
y solo un equilibrio coincidente con la DA: el punto E.

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90

LEER CON ATENCIÓN

El punto E es un punto fundamental para nuestro análisis macroeco-

LL nómico porque marca el equilibrio del sistema. Es un límite al cual el


sistema tiende en caso de no estar operando en él. Es decir que, si los
planes de compra (DA) y la producción corriente (Y) no coinciden,
el sistema se mueve hasta que se alcance dicha igualdad. Entonces, es
evidente que si nos encontramos a la derecha del punto E –digamos
en el punto R–, el sistema se moverá hacia la izquierda (en dirección
hacia E), por lo que la producción disminuirá. Pero si nos encontra-
mos a la izquierda del punto E –digamos en el punto C–, el sistema
se moverá hacia la derecha (en dirección hacia E), por lo que la pro-
ducción aumentará. Por debajo de la recta de 45º, el ingreso o la pro-
ducción es mayor que la demanda agregada (Y > DA), y por arriba, el
ingreso o la producción es menor a la demanda agregada (Y < DA).

Gráfico 2.4. Equilibrio en el mercado de bienes

Por fuera del punto E, la economía no está en equilibrio, es decir, la planificación


de gastos no es igual a la producción (corriente) realizada. Cuando Y > DA (a la
derecha de E –exceso de oferta de bienes o exceso de producción–) se están
acumulando existencias de mercaderías por encima de lo planeado. O sea, la pro-
ducción es abundante y sobra para el nivel de demanda existente. Por tal motivo
se ajustarán los planes de producción para el siguiente período y, consecuente-
mente, la producción tenderá a bajar. El caso inverso ocurre cuando Y < DA (a la
izquierda de E –exceso de demanda de bienes–), o al nivel de demanda existente
falta producción, hay escasez de bienes, por lo que las existencias de mercaderías
bajarán rápidamente y la producción aumentará. Cuando hay mucha demanda de
mercadería, el nivel de ventas aumenta y, por lo tanto, se agotan en seguida las
existencias. Como consecuencia de ello, aumentará la producción en el período
siguiente para reponer las mercancías que se van vendiendo.

El efecto multiplicador de la demanda agregada


Uno de los grandes aportes de la Macroeconomía a partir de la irrupción de
la teoría keynesiana es este sólido argumento teórico:

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91

LEER CON ATENCIÓN

Estimular la demanda efectiva o demanda agregada genera un efecto

LL virtuoso sobre el sistema económico en su conjunto. Dicho argumen-


to constituye la idea básica del efecto multiplicador: consiste en que
un peso de demanda adicional se traduce en más de un peso de ingreso
Existen varios multiplicadores en
o producción.
economía. Vamos a comenzar por
el caso más simple, cuando exis-
te solo consumo y ahorro. Si se
comprende bien este primer paso,
Esta multiplicación ocurre porque hay una causalidad bidireccional. Esto signi- la comprensión de los sucesivos
fica que la producción (ingreso) depende de la demanda agregada, pero a su multiplicadores será mucho más
sencilla.
vez esta depende del ingreso. Entonces, el ingreso (producción) Y aumenta
porque aumenta la demanda agregada DA, pero también ocurre que la DA
aumenta porque aumenta Y. Pensar en esta doble causalidad significa pen-
sar en efectos expansivos sobre la producción. El aumento de la DA en un
primer momento lleva a que aumente la producción para atender a esa nueva
demanda. Ahora bien, cuando aumenta la DA, se generan empleo y nuevos
ingresos con los cuales se pueden hacer nuevos planes de compra. Luego,
este segundo aumento de DA genera nuevamente un segundo aumento de
producción. Este proceso se repite y puede calcularse matemáticamente, tal
como veremos más adelante.

Importancia y antecedentes teóricos del efecto multiplicador keynesiano


El efecto multiplicador de la demanda es uno de los resultados más vigorosos de la teoría
keynesiana. Este concepto clave en la macroeconomía del siglo XX aparece en un contexto
histórico dominado por la teoría neoclásica, donde el postulado máximo era la llamada ley
de Say, citada en la Unidad 1: “la oferta crea su propia demanda”. A partir del poderoso
impacto de la demanda sobre el ingreso, el eje principal fue puesto patas para arriba, la oferta
no es más el problema fundamental. Con Keynes, la cuestión clave pasa a ser la demanda
(efectiva o agregada). Con mayor demanda efectiva, las familias tendrán más recursos para
gastar y este gasto se traducirá en mayor producción. Luego, con mayor producción y por
lo tanto mayor ingreso, habrá mayor gasto, lo que se transforma en un círculo virtuoso de
progreso económico.

Figura 2.2. El círculo virtuoso cuando se incrementan los planes de gasto

Fuente: elaboración propia.

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92

La Figura 2.2 representa el círculo virtuoso del multiplicador, que comienza


con incrementos de planes de gastos (DA). Estos planes pueden involucrar
a cualquier componente de la DA. Cuando uno de dichos componentes se
incrementa, la producción responde positivamente, luego vuelve a aumentar la
DA, y otra vez comienza el encadenamiento de aumentos de producción y DA.
Este círculo es un esquema del llamado efecto multiplicador de la deman-
da. El multiplicador refleja la esencia de la teoría keynesiana, dado que se
basa en la relación (positiva) entre el empleo, el ingreso y los planes de gasto.

Cálculo del multiplicador


Antes de iniciar el cálculo, repasemos los gráficos anteriores. En ellos vimos la
DA y su comportamiento. Observemos que en el Gráfico 2.2–donde se dibujan
dos funciones de DA–, la función de DA2 más parada (mayor pendiente o mayor
c: propensión marginal a consumir que DA1), va a implicar un nivel más alto
de producción de equilibrio.

2.
KK Para comprobar este hecho, copie el Gráfico 2.2 y luego trace la diago-
nal de 45°. Marque los dos puntos de equilibrio.

Por otro lado, prestemos atención a la ordenada al origen (A0: componente


autónoma de la DA). Vemos que el nivel de producción de equilibrio es más
alto cuanto mayor es dicho componente autónomo A0.

3.

KK Para comprobar este hecho, copie el Gráfico 2.1 y luego trace una para-
lela más arriba de la función de DA, con ordenada al origen A’0, siendo
lógicamente A’0 > A0. Luego trace la diagonal de 45°. Marque los dos
puntos de equilibrio.

Vemos que cuando se traza la paralela a la función de DA se genera un nuevo


punto de equilibrio más elevado. O sea, se desplaza paralelamente DA hacia
Se desplaza paralelamente DA arriba y aumenta el valor del ingreso de equilibrio. ¿Cuánto?
porque la componente autóno- Más precisamente: ¿cuánto varía la producción (o el ingreso) de equilibrio
ma aumenta. cuando varía la componente autónoma de la DA? En otras palabras, ¿cuánto
aumenta Y por cada peso que aumenta A0?
Para responder a esta pregunta consideramos la ecuación (2.9) {Y0 = [1/
(1 – c)] A0}, a la cual le aplicamos una variación a A0 (ΔA0) y a Y (ΔY). La ecua-
ción (2.10) muestra, entonces, cómo varía el nivel de producción en función
de c ante cambios de A0:

ΔY = Δ A0 (2.10)

En la ecuación (2.10) debemos identificar los siguientes conceptos:


ΔY = Y1 – Y0 = variación del ingreso
ΔA0 = A1 – A0 = variación de la componente autónoma.

= α = efecto multiplicador.

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93

Recordemos que la pequeña c es un valor entre 0 y 1 (o entre 0° y 45°),


que representa la propensión marginal a consumir. Cuanto mayor es c mayor
es α.

Para entender la ecuación (2.10) veamos el siguiente caso donde: 1) la

xx propensión marginal a consumir es 0,2 (el consumo crece un 20 % de


lo que crece el ingreso), y luego, 2) el crecimiento del consumo por cada
unidad de ingreso es de un 80 %.
1) si c es 0,2=> α = = 1,25
2) pero si c es 0,8 => α = =5
donde α = es el multiplicador de la demanda sobre la producción.
Esto quiere decir que si α es 1,25 por cada peso que se incrementa la
demanda agregada (DA), la producción (Y) se multiplica por 1,25, o
sea, la producción aumenta el peso que aumentó la demanda y adicio-
nalmente la producción sube otros 0,25 debido al efecto multiplicador.
Ahora bien, si α es 5, por cada peso que se incrementa DA, Y se multi-
plica por 5, o sea, la producción aumenta el peso que aumentó el gasto
y adicionalmente la producción sube otros 4 debido al efecto multipli-
cador. Obsérvese la importancia del parámetro c, a medida que este es
mayor, mayor es el multiplicador α.

En el Gráfico 2.5 se representan: una función de demanda agregada


(DA = A 0 + cY), otra función de demanda agregada un poco más alta
(DA’ = A’0 + cY) y la función de 45° cuyos puntos son todos de equilibrio
Y = DA. Con estas tres funciones obtenemos dos puntos de equilibrio: E y E’.
Luego marcamos varios puntos para explicar las variaciones que ocurren entre
ambas funciones de demanda agregada.

Gráfico 2.5. Efecto multiplicador por aumento del gasto autónomo

Macroeconomía Alejandro Naclerio


94

Un incremento de la componente autónoma de A0 a A0’ implica un desplaza-


miento paralelo de la función de DA a DA’. La distancia de DA a DA’ siempre
va a ser la misma dado, justamente, el paralelismo entre estas dos funciones.
En consecuencia, CE’ = ΔDA = A0A0’, o sea, lo que se incrementó la compo-
nente autónoma de la DA es CE’. Ahora bien, el nuevo ingreso de equilibrio es
Y1 = DA1 (punto E’) mayor que el anterior punto de equilibrio Y0 = DA0 (punto E).
Al fin de cuentas, entre el punto de equilibrio E y el punto de equilibrio E’ DA
aumentó desde DA0 hasta DA1, y la producción desde Y0 hasta Y1. ¿Qué varia-
ble pegó un salto mayor: DA o Y? Pensemos antes de responder. El incremento
final ΔY es equivalente al segmento EB = BE’. Dicho segmento EB incluye
(comprende) al segmento CE’, lo que implica que EB = BE’ > CE’ = ΔDA. Por
lo tanto, el aumento de la producción o el ingreso ΔY es mayor que el aumento
inicial de la demanda ΔDA. De esta manera, el Gráfico 2.5 muestra cómo un
incremento del gasto autónomo A0 incrementa la producción de equilibrio en
más de lo que se incrementó el gasto autónomo.

LEER CON ATENCIÓN

El multiplicador es la cuantía en la que aumenta la producción de

LL equilibrio cuando la componente autónoma de la función de deman-


da agregada aumenta una unidad.

¿Por qué ocurren estas variaciones? Este proceso de aumentos de demanda


y producción puede analizarse en etapas. En primer término, un aumento de
la componente autónoma provoca toda una serie de rondas de incrementos
en la demanda y la producción que van ocurrir posteriormente. La primera
ronda comienza con el mismo aumento de la demanda autónoma ΔA0, por lo
que la producción aumenta en la misma proporción, generando un incremento
equivalente en la producción. A través de la propensión marginal a consumir c,
da lugar en una segunda ronda a un gasto inducido de c ΔA0. Luego, la produc-
ción crecerá en una cuantía igual a c ΔA0. Este incremento implica una tercera
ronda de gasto inducido igual a c(c ΔA0). Dado que la propensión marginal a
consumir es siempre menor a 1, los términos que representan los cambios
son cada vez menores.
Por ejemplo, si c = 0,5 => 0,5 x En otras palabras, las sucesivas rondas de aumento de gasto partiendo de
0,5 = 0,25; luego 0,5 x 0,5 x 0,5 un incremento inicial en la demanda autónoma son:
= 0,125…
ΔDA = ΔA0 + c ΔA0 + c² ΔA0 + c³ ΔA0 +...
ΔDA = ΔA0 (1 + c + c² + c³ + …)
Como c es menor a uno, se trata de una progresión geométrica. Los sucesivos
términos de la serie son progresivamente menores. Por tal motivo, la ecuación
Según las definiciones del álge-
bra, la fórmula de una progresión puede simplificarse y expresarse de la siguiente manera:
geométrica descendente viene
definida por: 1 + c + c² + c³ + ΔDA = ΔA0 = ΔY0 (2.11)
…+ cn = 1 / (1 – c)

La variación acumulada del gasto agregado es igual a un múltiplo del incremen-


to del gasto autónomo. Este múltiplo 1 / 1 – c es el multiplicador.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


95

α= (2.12)

Cuanto mayor es la propensión marginal a consumir c, mayor es el multipli-


cador α.

La paradoja de la frugalidad
Las personas frugales son aque-
Cuando hablamos de un peso adicional de ingreso, este se divide en dos par- llas poco propensas a gastar. La
tes: una parte de ese peso es la propensión marginal a consumir (c) y la otra paradoja de la frugalidad, tam-
es la propensión marginal a ahorrar (s), donde c + s = 1. La propensión margi- bién llamada paradoja del aho-
rro o de la austeridad, aparece
nal a consumir es la parte adicional del ingreso que se inyecta en el sistema
cuando todas las familias tienden
directamente a través del consumo, mientras que la propensión marginal a a incrementar su ahorro sobre los
ahorrar es la parte que se fuga del sistema y debe pasar por el sistema finan- ingresos que reciben. Si la propen-
ciero para ser reinyectada en concepto de inversión. Es decir, inversión (compra sión marginal a ahorrar es mayor,
entonces el efecto multiplicador es
de bienes de capital) y ahorro son dos actos que ocurren separadamente. menor y el producto crece menos.
Ahora bien: ¿ahorro = inversión? ¿Es siempre así? Notemos que para que la Es decir, la paradoja es: más aho-
demanda agregada y la producción coincidan es necesario que la inversión com- rro → menos crecimiento.
plemente la parte del ingreso que no se consume, es decir, que la inversión y el
ahorro sean iguales. Al ser la inversión y el ahorro dos actos separados tomados
por diferentes individuos, no hay ninguna razón que garantice que la cantidad de
dinero ahorrado y la cantidad de dinero invertido sean iguales. Ambas cantidades
están determinadas por decisiones tomadas por diferentes personas con dife-
rentes criterios. Si las familias deciden aumentar sus ahorros, reducirán su con-
sumo, por lo que el efecto multiplicador será menor. Entonces, paradójicamen-
te, cuando aumenta el ahorro, el ingreso aumenta menos. Esta es una paradoja
porque el postulado (neo)clásico indica que el crecimiento económico depende
de la acumulación de capital y, por tanto, de los niveles de ahorro transformados
en inversión. Más inversión (ahorro) es más acumulación de capital y, por tanto,
mayor crecimiento.
El análisis keynesiano basado en el efecto multiplicador nos plantea lo con-
trario. Hay que gastar más (ahorrar menos) para que la producción (el ingreso)
crezca más. En períodos de recesión atribuibles a la debilidad de la demanda
agregada, la paradoja de la frugalidad indica que el deseo de incrementar el
ahorro produce la caída de la demanda agregada y el empleo. Esto es cierto
cuando el ahorro no se gasta, es decir, cuando el ahorro no se transforma en
inversión. O sea, el problema paradojal que se ha planteado aparece claramen-
te cuando el ahorro no se traduce en mayor demanda. Asimismo, como en toda
sociedad los sectores de altos ingresos son los que ahorran mientras que los
pobres solo consumen, existe una responsabilidad que atañe inevitablemen-
te a la clase social alta, la cual al ahorrar más en instrumentos financieros e
invertir menos, genera una tendencia decreciente del producto.
Keynes (1943 [1936]: 117) vincula la paradoja con el nivel de riqueza de
las comunidades:

CC
Hemos visto que cuanto mayor sea la propensión marginal a consumir, mayor
será el multiplicador y en consecuencia más grande la variación que producirá
sobre la ocupación un aumento en la inversión. Podría suponerse que esto lle-
va a la conclusión paradójica de que una comunidad pobre en la cual el ahorro
representa una parte muy pequeña de los ingresos será más sensible a varia-

Macroeconomía Alejandro Naclerio


96

ciones repentinas de ingresos que otra rica, en la que el ahorro sea una pro-
porción mayor de los ingresos y en consecuencia su multiplicador menor.

Entonces, la paradoja de la frugalidad indica que cuanto menos se gasta (más


se ahorra), menos se incrementarán el ingreso y el empleo gracias al efecto
multiplicador.

PARA REFLEXIONAR

El sistema financiero puede evitar la paradoja ya que permite la trans-

Veremos más adelante, al introdu-


PP formación del ahorro de las familias en inversión. Y no que se ahorre
para incrementar solo la liquidez (por motivos especulativos) de los
intermediarios financieros.
cir el mercado monetario, cómo se
vincula el argumento de la para-
doja con lo que Keynes denomina
“trampa de liquidez”.
2.2.2. La demanda agregada con sector público: política fiscal
El Estado es un actor determinante que influye sobre la demanda agregada. El
sector gobierno compra y produce infinidad de bienes y servicios, que sinteti-
zaremos con la letra G. A efectos de nuestro análisis, dentro de la demanda
agregada este “G” es un componente autónomo que no depende del nivel de
ingreso Y.
Por otra parte, el sector gobierno cobra impuestos, disminuyendo de esta
manera el dinero que la gente tiene disponible para gastar. Por tal razón, el
ingreso Y, una vez que se han pagado los impuestos, se transforma en ingre-
so disponible Yd. Consecuentemente, la función consumo pasa ahora a ser
una función que depende del ingreso disponible Yd, de forma que C = F (Yd),
o dicho de otra forma:

C = C0 + c Yd (2.13)

Habíamos visto que a medida que Y aumentaba, esto implicaba un aumento


de C; a su vez, este aumento de C generaba un nuevo aumento de Y, y así en
sucesivas rondas hasta dar por resultado el multiplicador α. Ahora este α va
a ser modificado por la intervención del gobierno y la consecuente transfor-
mación de Y en Yd.
Transferencias recibidas: por
ejemplo, pensiones, jubilaciones, El Yd se define de la siguiente manera:
Asignación Universal por Hijo y de
otros tipos; con lo cual las per- Yd = Y – T (2.14)
sonas que las reciben tienen una
cierta capacidad de consumo.
donde Yd e Y son los definidos antes y T son los impuestos que cobra el sector
público a las familias menos las transferencias que reciben las familias.
A su vez, a T, lo podemos definir de la siguiente manera:

T = T0 + t Y (2.15)

donde T0 es el nivel de impuestos neto de transferencias que no depende del


nivel de ingreso Y, y la pequeña t es el tipo impositivo o la propensión marginal

Macroeconomía Alejandro Naclerio


97

a gravar con impuestos el ingreso. Reemplazando T en la ecuación (2.15)


por la ecuación (2.14) se obtiene Yd = Y –  (T0 + t Y). Reemplazando luego su
resultado en la nueva función de consumo (ecuación 2.13), obtenemos:

C = C0 + c (Y – T0 – t Y) = C0 + c Y – c T0 – c t Y =
= C0 – c T0 + c Y (1 – t), considerando que la parte autónoma
A0 = C0 – c T0
= A0 + c (1 – t) Y (2.16)

donde c (1 – t) es la propensión marginal a consumir en una economía donde


el Estado cobra impuestos sobre el nivel de ingreso y donde (1 – t) es la por-
ción de ingreso que queda una vez que se deducen los impuestos.

Si t = 0,25 implica que el ingreso que queda disponible una vez pagados

xx los impuestos es del 75 % del ingreso. Luego la propensión marginal a


consumir es el valor de c (propensión marginal a consumir antes de los
impuestos) multiplicado por el 0,75 restante. Es decir que, si c se estima
por ejemplo en un 60 % –o en 0,6–, la propensión marginal a consumir
será del 45 % sobre el ingreso –o de 0,45 [(0,6 x (1 – 0,25)]–. Como
vemos, la propensión marginal a consumir considerando los impuestos
[c (1 – t) = 0,45] es menor a la propensión marginal a consumir sin con-
siderar impuestos (c = 0,6).
En definitiva, introduciendo los impuestos se achica el nivel de gasto
que las familias disponen para gastar, al mismo tiempo que disminuye
la porción de consumo por cada peso adicional de ingreso. Los impues-
tos disminuyen el consumo en todos los niveles de ingreso debido a que
el consumo de las familias depende del ingreso disponible (Yd) y no del
ingreso (Y).

Si ahora consideramos la demanda agregada, DA, en vez de la ecuación de


consumo (2.16), podemos reemplazar C por DA,

DA = A0 + c (1 – t) Y (2.17)
La ecuación de DA (2.17) es
donde A0 = C0 – c T0 + G0, y donde G0 es el gasto público que no depende de Y. algo diferente de la presentada
Siendo DA = A0 + c (1 – t) Y, podemos calcular la determinación del ingre- anteriormente (ecuación 2.6:
so o producción de equilibrio cuando se incluye al sector gobierno. Habíamos DA = C0 + cY). Tengamos en cuen-
ta que A0 incluye no solo la parte
planteado inicialmente la condición de equilibrio o igualación entre pla-
autónoma del consumo C0, sino
nes de gasto y gastos realizados como Y = DA. A partir de aquí tenemos: también una proporción constante
Y = DA = A0 + c (1 – t) Y; despejando Y, y utilizándolo como factor común: de los impuestos y las transferen-
Y [1 – c (1 – t)] = A0. Considerando Y como el nivel de ingreso de equilibrio cias (cT0) y además el gasto del
gobierno G, que es independiente
Y0, tenemos:
del ingreso. Es decir, G = G0, lo
cual se adiciona a la componente
Y0 = αgA0 (2.18) autónoma A0.

αg = (2.19)

donde αg es el efecto multiplicador cuando interviene el sector público. Como


vemos, el sector gobierno modifica el multiplicador α en αg, siendo:

Macroeconomía Alejandro Naclerio


98

α > αg (2.20)

La introducción del sector gobierno en el modelo, además de modificar la


componente autónoma A0, modifica el multiplicador α reduciéndolo, ya que se
desvían gastos hacia el pago de impuestos.

Analizando la ecuación (2.20), si la pequeña c o propensión marginal

xx a consumir es un 75 % –o 0,75–, y el tipo impositivo t es igual a cero,


el multiplicador α es 4. Es decir, por cada peso de aumento de gasto
autónomo, A0, la producción o el ingreso aumenta el peso que aumentó
dicho gasto más 3 pesos adicionales (o sea, el gasto de un peso se mul-
tiplica por 4). Ahora bien, si el tipo impositivo no es cero, sino que es
de, por ejemplo, t = 0,2, el multiplicador (ahora llamado αg) se reduce
a 2,5. Es decir, una vez introducidos los impuestos, el gasto de un peso
genera 1,5 pesos adicionales (o sea, el gasto de un peso se multiplica por
2,5 y no por 4). De esta manera constatamos la veracidad de la desigual-
dad de la expresión (2.20).

El efecto multiplicador de la política fiscal

LEER CON ATENCIÓN

La teoría keynesiana indica que la política fiscal es un poderoso ins-

LL trumento para impulsar el crecimiento económico. La inversión


pública genera no solo la infraestructura necesaria para que la eco-
nomía funcione y sea dinámica, sino que el gasto público actúa como
elemento clave transfiriendo ingresos a aquellos que tienen una pro-
pensión marginal a consumir más elevada (los más pobres). Entonces,
estudiar las variaciones de ingresos cuando se implementa una polí-
tica tiene una importancia social que transciende los meros cálculos.

Retornemos al Gráfico 2.5. Al nivel de ingreso de equilibrio (punto E) y su


consecuente variación luego de que se modificara el consumo autónomo C0
(punto E’), puede aplicarse el caso de que el gasto autónomo se modifique,
ya no por un incremento en C0 sino por un incremento del gasto público G0, ya
que este es también un componente del gasto autónomo A0. Este incremento
se representa de la siguiente manera:

ΔY0 = αg ΔG0 (2.21)

Recuérdese que αg =
Supongamos que el gasto público aumenta. El Estado decide impulsar la
inversión en educación. Por lo cual el Estado destina 1000 millones de pesos
adicionales a la construcción de escuelas. Esta variación de gasto público
de 1000 millones de pesos (ΔG0 = 1000 millones) implica una serie de gas-
tos inducidos adicionales que sobrevienen a medida que el Estado va gas-

Macroeconomía Alejandro Naclerio


99

tando esos 1000 millones. Por ejemplo, durante la etapa de construcción de


las escuelas, el Estado paga sueldos a los obreros, que a su vez se gastan
en adquirir mayor producción de bienes y servicios en el mercado, luego las
empresas incrementan los niveles de producción para satisfacer el nivel de
demanda más alto. Entonces, esos 1000 millones incrementan la producción
en 1000 millones equivalente a la construcción de escuelas más los gastos
inducidos que se generan por pagar sueldos, proveedores y otros gastos que
incrementan el poder de compra de las familias.

LEER CON ATENCIÓN

Como resultado, los 1000 millones de gasto público equivalen a

LL mucho más que 1000 millones en producción o ingreso. ¿A cuánto


más? Para este cálculo debemos conocer los valores de la pequeña c o
propensión marginal a consumir y de t o tipo impositivo marginal.

Si mantenemos los valores de nuestro ejemplo enunciado antes, donde

xx c = 0,75 y t = 0,2, tenemos que αg = 2,5. Veamos:

Por lo tanto, aumentar el gasto público en escuelas en 1000 millones


(ΔG0 = 1000) implica un incremento del ingreso de 2500 millones
(ΔY = 2500). Esta variación en el nivel de ingreso, donde el nivel de
producción de equilibrio Y0 = 300.000 millones de pesos pasa a ser
Y1 = 302.500 millones de pesos luego de la construcción de escuelas. La política fiscal expansiva, cuan-
Esto es lo que se denomina política fiscal expansiva. do se bajan los impuestos al
ingreso, implica un mayor nivel
de producción siempre que la
baja de impuestos sea reinverti-
4.

KK Realice el gráfico que ilustra este ejemplo. Utilice el Gráfico 2.5


como modelo. Debe graficar dos funciones de DA. Una fun-
ción A0  + 0,75 (1 – 0,2) Y0 y la otra A’0 + 0,75 (1 – 0,2)  Y1 (donde
da por las empresas. En ese caso
se incrementa el efecto multipli-
cador. En el caso de que se bajen
los impuestos autónomos (que
no dependen del ingreso, T0) no
A’0 = A0 + 1000). cambia el multiplicador, pero se
desplaza paralelamente la DA.

Es importante notar que la variación ΔG0 = 1000 se debe a una política fiscal


expansiva, la cual puede lograrse mediante otros mecanismos, como ser la El presupuesto es la herramienta
con la que cuentan los gobiernos
baja o la devolución de impuestos. Las variaciones de gasto público e impues-
para detallar sus planes de gasto
tos inciden sobre los resultados presupuestarios del sector público. y/o de inversión en cada período.
Los presupuestos públicos se esta-
blecen a través de una ley apro-
Los gastos del Estado y el resultado presupuestario bada anualmente por los respecti-
vos órganos legislativos, los cuales
La política fiscal es la determinación y la gestión de los gastos (CPúblico + IPública), autorizan a los poderes ejecutivos a
cobrar impuestos y realizar gastos.
y los recursos (impuestos y deuda) del Estado. La política fiscal se establece
en los presupuestos públicos.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


100

Generalmente, los presupuestos públicos incluyen diferentes secciones de


gastos tales como: educación, salud, asistencia social, seguridad, defensa,
obra pública, etc., o servicios urbanos, recolección de basura, etc., para el
caso de presupuestos municipales. Al mismo tiempo, incluyen los ingresos fis-
cales esperados de los diferentes tributos establecidos para el año venidero.
Se denomina resultado primario Comprenden impuestos de diferente tipo: sobre el ingreso, la producción, el
(déficit o superávit) a la suma patrimonio o bienes personales, impuestos indirectos como el IVA, combusti-
algebraica de impuestos menos bles, etc. Nótese que para saber de cuánto va a ser la recaudación tributaria
gastos del sector público sin con-
siderar el pago de intereses por para el período (siguiente) presupuestado, debe realizarse una estimación lo
la deuda del Estado. O sea, es el más acertada posible del nivel de producción o de ingreso, ya que gran parte
resultado fiscal antes del pago de los tributos se determinan como proporción de los ingresos realizados.
de intereses.
Un exceso de gasto público por sobre la recaudación impositiva resulta en
un déficit primario del sector público. Contrariamente, si los impuestos son
mayores al nivel de gasto público, se obtiene un superávit primario del sec-
tor público.
Cuando el Estado incurre en déficit presupuestario o primario, debe pedir
préstamos o endeudarse para pagar sus obligaciones. La forma más habitual
que usa el Estado para pedir prestado dinero es la emisión de bonos.
Los bonos son pagarés que pro-
meten la devolución del préstamo
más una recompensa o interés
que se pagará en una fecha deter-
minada. Veremos la implicancia La deuda pública
al ver la política monetaria (más La deuda pública total es el stock acumulado de deuda. La deuda pública son los prés-
adelante en esta misma unidad). tamos totales que ha recibido el Estado en el pasado y que se acumulan en el pasivo del
sector gobierno. Incluye todos los bonos que ha emitido el Estado, mediante los cuales se
compromete a pagar la suma indicada en el bono más los intereses pactados. Como se verá,
existen diferentes tipos de bonos (pactados en moneda extranjera, en moneda nacional, con
cláusulas de ajuste usando diferentes combinaciones de tasa de interés, etc.). El déficit total
es la suma del déficit primario más el pago de intereses por deudas acumuladas. Cuando
los ingresos tributarios que recauda el Estado no son suficientes para cubrir sus gastos G, el
Estado debe endeudarse para cubrir esta diferencia. Cuando aumenta el déficit del sector
público, en general se incrementa el endeudamiento del Estado, cuestión que es planteada
como problemática para los economistas, sobre todo aquellos aglutinados en la corriente
ortodoxa denominada “fiscalista”. Para esta corriente, la disciplina fiscal es esencial. Según
estos autores, la base del buen funcionamiento macroeconómico es la buena administración
de las cuentas públicas, lo que significa no incurrir en déficits presupuestarios y tener un
margen adecuado para honrar los intereses de la deuda pública que se han acumulado en el
pasado. Estos autores insisten en que, si el Estado gasta demasiado, se desplaza a una parte
de la inversión privada.

A partir del modelo ingreso-gasto, el presupuesto que fija el Estado tiene


influencia sobre la producción (ingreso), al mismo tiempo que el ingreso
tiene influencia sobre el presupuesto público. Es decir, un mayor nivel de gasto
público (G) puede significar déficit presupuestario, pero estimula el nivel de
producción. Por lo tanto, ese estímulo a la producción reduce el déficit inicial-
mente generado.
Definimos como resultado presupuestario (RP) al balance entre impuestos
que recauda el Estado comparado con los gastos que este realiza, es decir:

Macroeconomía Alejandro Naclerio


101

RP = T – G (2.22)

Un resultado presupuestario (RP) positivo equivale a un superávit presupues-


tario y un RP negativo equivale a un déficit presupuestario.
Si introducimos la ecuación (2.15), T = T0 + t Y, en el resultado presupues-
tario RP, que relaciona el tipo impositivo con el nivel de ingreso, y con un nivel
de gasto público G que se fija en un nivel G0, tenemos:

RP = T0 + t Y – G0 (2.23)

De la ecuación (2.23) se desprende que, a medida que crece la producción


o el ingreso, el resultado presupuestario, RP, se hace cada vez más positivo.
En otras palabras, cuando aumenta la producción aumenta la recaudación
tributaria y el resultado fiscal tiende a ser más superavitario (o menos defici-
tario), mientras que a medida que crece el nivel de gasto público el resultado
fiscal tiende a ser más deficitario (o menos superavitario). Sin embargo, en el
presente modelo el gasto público no depende del nivel de ingreso, Y, ya que
solo puede aumentar por decisión del Congreso de la Nación (o legislaturas
provinciales o consejos deliberantes). En el Gráfico 2.6, un aumento del gasto
público G0 implica un desplazamiento de la recta de gasto hacia arriba, al
nivel G0’. Vemos que para los niveles bajos de producción, el resultado pre-
supuestario es negativo o deficitario. Cuando el ingreso aumenta, aumenta la
producción, con lo que la recaudación tributaria se incrementa en una propor-
ción t del ingreso. Por tal motivo, es lógico que cuando la economía atraviesa
una recesión (cae Y) el resultado presupuestario tienda a ser más negativo,
mientras que cuando existe recuperación económica o crecimiento (aumenta
Y) el resultado tiende a ser positivo.

Gráfico 2.6. El resultado presupuestario

Debemos notar que los cambios en los niveles de gasto y de tipo impositivo
–o, en otras palabras, la política fiscal– alteran el presupuesto público. La
pregunta fundamental es si un incremento de la inversión pública o de las com-
pras que realiza el Estado reduce necesariamente el resultado presupuestario.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


102

La respuesta a este interrogante debe darse teniendo en cuenta no solo el


gasto público per se, sino también los efectos inducidos sobre el nivel de
ingreso que este genera.
Esta situación se ve claramente en el ejemplo presentado sobre la cons-
trucción de escuelas. Dicha inversión pública de 1000 millones de pesos apa-
rece prima facie como un incremento fiscal negativo del resultado presupues-
tario (RP = –1000 millones de pesos). Sin embargo, estos 1000 millones se
traducían en 2500 millones de aumento en el nivel de ingreso. Sobre este
nivel adicional de producción se gravan impuestos que no se gravaban previa-
mente, dado que esta producción antes del gasto no existía. Por lo tanto, si
t es 0,2 existe un ingreso adicional a las arcas del Estado equivalente a 500
millones de pesos (20 % de 2500 millones). Es decir que el déficit se incre-
menta en 500 millones y no en 1000 como al principio.

LEER CON ATENCIÓN

Dado que el aumento del gasto público provoca un aumento del


LL ingreso o de la producción mayor al gasto inicial debido al efecto
multiplicador, entonces se incrementa significativamente la recauda-
ción de impuestos sobre el ingreso. Dicho incremento puede finan-
ciar en gran medida el mayor nivel gasto público. En consecuencia,
una variación de gasto público genera un déficit, pero ciertamente
menor que el monto del gasto.

La cuantía en la que se achica el déficit generado depende de los valores del


multiplicador αg y, por lo tanto, depende también de la pequeña c o propensión
marginal a consumir y de t o tipo impositivo marginal. Cuanto más alto sean
αg y t, menor será el déficit incurrido ante un incremento de gasto público G.

Cálculos: modificación del resultado presupuestario y el efecto multiplicador


Cuando aumenta el gasto público, ¿de cuánto es el resultado negativo verdaderamente
generado en el presupuesto, dado el tipo impositivo marginal y la propensión marginal
a consumir? Si se incrementan las compras del gobierno en ΔG0, se verifica un aumento
del ingreso y, consecuentemente, un aumento del consumo por el efecto multiplicador
que se genera. El aumento en el consumo no será pleno, dado que parte del incremento
del ingreso se destina a pagar impuestos. Considerando que el resultado fiscal o presu-
puestario se modifica por un incremento del gasto público, tenemos:

ΔRP = ΔT – ΔG0 (2.24)

Teniendo en cuenta que Δ0 = αg ΔG0 y que una proporción de ese incremento de ingreso
se paga en forma de impuestos, entonces sabemos que los ingresos fiscales se modifican
en t αg ΔG0. Por lo tanto, sustituyendo en la ecuación (2.24) ΔT port αg ΔG0:

(–) ΔRP = t αg ΔG0 – ΔG0. Recuérdese que como αg = 1 / 1 – c  (1 – t),


entonces:
= ΔG0 – ΔG0= [ – 1] ΔG0

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103

(-) ΔRP =[ ]ΔG0 (2.25)

Atención: (1 – c)(1 – t) es el
El resultado de la ecuación (2.25) implica que la variación ΔRP es negativa. Se demuestra numerador que debe ser conver-
tido en negativo
entonces que un aumento del gasto público, ΔG0, tiene un resultado presupuestario RP
menor a lo que aumentó G (ΔG0). Si aumenta el tipo impositivo t, también se modifi-
ca el resultado presupuestario. Pero como una caída de t también incrementa el nivel de
ingreso vía aumento de consumo, se traduce en un mayor nivel de producción; y como
t se grava con relación a Y, el efecto aumento de Y termina amortiguando la caída del
resultado presupuestario.
Si el incremento que se quiere lograr en el nivel de gasto debe generar un resul-
tado neutro, es decir, no incurrir en déficit por gastar más, ¿cuál debe ser el valor del
multiplicador?
ΔT = ΔG0, es decir que ΔRP = 0
Lo que el gasto agregado varía negativamente está determinado por el incremento de
los impuestos, dado que es una parte que no se consume:
(incremento del gasto) ΔDA = ΔG0
(decremento del gasto) ΔDA = [1-c(1-t)] ΔT
incremento neto del gasto ΔG0 – [1-c(1-t)] ΔT
Si el presupuesto es equilibrado ΔT = ΔG0, podemos sustituir ΔT por ΔG0
incremento neto del gasto = ΔG0 – [1-c(1-t)] ΔG0= ΔG0 {1 –[1-c(1-t)]}

Ahora podemos aplicar el multiplicador inicial del gasto público αg = al incremen-


to inicial del gasto, viendo cuánto se modifica el ingreso Y,

ΔY = αg ΔG0 {1 – [1-c(1-t)]}

ΔY = {[1 – [1- c(1-t)] } ΔG0 = ΔG0 (2.26)

O sea, para que resulte ΔT = ΔG0, tiene que cumplirse αg = 1.


De esta manera queda demostrado que el incremento total en el nivel de ingreso de
equilibrio es igual al incremento equilibrado inicial en G y T (ΔT = ΔG0). Dicho de otro
modo, el multiplicador del presupuesto equilibrado es 1. Este resultado es solo un caso
teórico, aunque nos da la idea de que cuanto más cerca de 1 está el multiplicador, αg, menos
incidencia negativa en el resultado presupuestario tiene un incremento de gasto público.

2.2.3. La demanda agregada con sector público y en una


economía abierta
La economía abierta toma en cuenta las operaciones comerciales y financie-
ras entre un país y el resto del mundo. Una parte de la demanda agregada
corresponde a bienes importados y, por lo tanto, no se trata de producción
nacional. Asimismo, una parte de la producción nacional es demandada por
otros países. Reescribamos la ecuación (2.1), presentada al inicio de esta
unidad: Y = DA = C + I + G + XN. En esta ecuación, el término XN = X – IM, o
cuenta corriente, donde X representa las exportaciones totales y IM las impor-
taciones. Ahora nos preguntamos: 1) ¿de qué factores dependen la cantidad y
el monto de las importaciones? y 2) ¿de qué dependen la cantidad y el monto
de las exportaciones?

Macroeconomía Alejandro Naclerio


104

Las importaciones dependen del nivel de producción (Y) y también del


mercado cambiario donde se fija el tipo de cambio entre monedas.
Continuando con el modelo ingreso-gasto, cuanto mayor es el nivel de pro-
Las importaciones dependen del
tipo de cambio real, R, que ana- ducción, mayor es el nivel de demanda de todos los bienes y servicios, tanto
lizaremos en la Unidad 4 de esta interiores (de producción nacional) como extranjeros (importados). Asimismo,
Carpeta. R = e P* / P, donde e si sube la demanda agregada se produce, como vimos, un efecto multiplica-
representa el tipo de cambio
nominal, P* el nivel de precios de dor sobre la producción o el ingreso de equilibrio. El aumento de producción
las importaciones –lo que mues- requiere de más bienes intermedios, y dado que una buena parte de los insu-
tra la inflación internacional– y P mos utilizados en el proceso de producción son de origen importado, aumen-
el nivel de precios doméstico, –lo
tan las importaciones.
que muestra la inflación interna–.
Cuánto más alto es el precio de
los bienes importados P* respec-
to de los interiores P (es decir a
mayor P* / P), menor es la canti- LEER CON ATENCIÓN
dad de importaciones. Del mismo
Cuando aumenta la demanda agregada DA, aumenta la produc-
modo, cuanto más alto es el tipo
de cambio nominal e (pesos por
unidad de divisa), más caen las
importaciones, ya que son más
caras.
LL ción Y, y estos aumentos implican necesariamente un mayor nivel
de importaciones.

Entonces:

IM= m Y (2.27)

donde 0 < m < 1 es la propensión marginal a importar, o parámetro que indica


el cambio en las importaciones causado por un aumento de un peso en el
nivel de ingreso. Si m es 0,3 o 30 %, esto implica que por cada 100 pesos
adicionales de producción se importan 30.
¿De qué dependen la cantidad y el monto de las exportaciones? Las exporta-
ciones de un país son importaciones de otros países. Por ejemplo, las expor-
taciones de Argentina dependen en gran medida de la demanda de Brasil. De
esta manera, si el ingreso de un país aumenta, esto incide sobre sus impor-
taciones de manera positiva, como muestra la ecuación (2.27). Entonces, el
monto y el volumen de bienes y servicios que otros países importan de la
Argentina (exportaciones Argentinas) dependen de la evolución en los ingresos
de esos países. Dicho de otro modo, las exportaciones aumentan si aumenta
el ingreso del resto del mundo, al cual denominaremos Y*.

X = X (Y*) (2.28)

Ahora volvamos a considerar las exportaciones y las importaciones, para rela-


cionar ambas con la demanda agregada y los diferentes niveles de ingreso.
En el Gráfico 2.7 determinamos el equilibrio de la demanda agregada en una
economía abierta.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


105

Gráfico 2.7. La demanda agregada en una economía abierta


A: Las exportaciones aumentan el gasto autónomo. B: Las importaciones disminuyen la DA.

La función de demanda agregada DA1 es la misma que la graficada en el


Gráfico 2.4. Si partimos de la línea DA1, sobre el Gráfico 2.7-A, vemos que
esta función se desplaza paralelamente a medida que se van incorporando
los componentes autónomos del gasto planeado. Es decir, la DA se desplaza
hacia arriba cuando aumenta el consumo autónomo, la inversión, el gasto
público y ahora también las exportaciones, las cuales, como dijimos, son autó-
nomas dado que no dependen del nivel de ingreso nacional sino del ingreso
o producción del resto del mundo. En fin, la función DAx sobre el panel A del
Gráfico 2.7 es la función de DA que contempla los gastos internos en bienes
producidos localmente más los gastos del resto del mundo en bienes produ-
cidos localmente.
Ahora bien, para obtener el ingreso de equilibrio, o sea, el ingreso que igua- Recuérdese que lo planeado (ex
la a la DA final, nos falta considerar las importaciones. Las importaciones son ante) está contenido en la función
gastos en bienes que no son producidos en el país. Por lo tanto, estos bienes de demanda agregada y lo reali-
zado (ex post) está representado
no forman parte de la producción o del ingreso nacional y, por ende, deben sus-
por la bisectriz de 45º (Y = DA).
traerse de la demanda agregada. En el panel B del Gráfico 2.7 se consideran Si Y es inferior a E, significa que
las importaciones. Hasta antes de introducir las importaciones todos los des- DA (lo planeado), es inferior a la
plazamientos de la demanda agregada eran paralelos hacia arriba. Al consi- producción de equilibrio; por lo
tanto, se desacumularán existen-
derar las importaciones, cambia la pendiente en la función DA. Como dijimos, cias o inventarios y la producción
las importaciones dependen del nivel de ingreso positivamente ya que a mayor crecerá. Si Y es superior a E, sig-
ingreso más importaciones. Habíamos expresado dicha relación en la ecuación nifica que la producción realiza-
(2.27), IM = m Y. Pero este incremento de importaciones, acompañado de más da es mayor a lo planeado, por
lo que se acumularán existencias.
producción o ingresos, reduce la pendiente de la demanda agregada en m. Por Es decir, la producción sobra o es
ejemplo, si m (propensión marginal a importar) es 0,25, la demanda agregada abundante respecto de la produc-
se reduce un 25 %. Si la DA se encontraba en un nivel de 100, considerando las ción de equilibrio E, por lo que la
producción bajará.
importaciones se encontrará en un nivel de 75. El equilibrio final entre demanda
agregada y producción (DA = Y) se encuentra en el punto E sobre el panel B del
Gráfico 2.7. Solo en el punto E, lo planeado es igual a lo realizado.

El multiplicador de una economía abierta


Las exportaciones netas, XN, influyen ahora en la demanda agregada, modifi-
cando los valores del multiplicador. En una economía abierta, una porción del
incremento del ingreso, ΔY, provocado por el incremento de G, ΔG, se gasta en

Macroeconomía Alejandro Naclerio


106

importaciones en lugar de gastarse en bienes y servicios de producción nacio-


nal. Esa parte del ingreso que se gasta en importaciones no incrementa el pro-
ducto Y, debido a que los bienes y servicios importados son bienes que forman
parte del producto del resto del mundo (Y*). De esta manera, para calcular el
multiplicador en una economía abierta, que ahora llamaremos αg*, necesitamos
saber cuánto del ingreso adicional tiene como destino bienes importados.
Recuérdese que α es el multiplicador simple y que αg es un multiplicador
que considera el sector gobierno. Ahora calcularemos αg*, que es el multipli-
cador con sector público y con sector externo. Retomemos entonces el multi-
plicador con sector público expresado antes en la ecuación (2.19), αg = 1 / 
[1 – c (1 – t)], el ingreso de equilibrio Y = αg A0. A esta función debemos incor-
porarle el saldo XN y su impacto en la pendiente de la DA, es decir, sobre la
propensión marginal a gastar en bienes interiores. Asimismo, recordemos que
las exportaciones no dependen del ingreso nacional sino que dependen del
ingreso del resto del mundo. Por lo tanto, como vimos en el Gráfico 2.7, las
exportaciones incrementan el gasto autónomo A0, desplazando paralelamente
la función DA. Por lo tanto, ahora A0 = C0 – c T0 + I + G + X.
A su vez, las importaciones modifican la pendiente de DA en m (propensión
marginal a importar). Luego, retomando la ecuación (2.17), DA = A0 + c (1 – t)
Y, a la que igualamos a Y para calcular el equilibrio, tenemos:

Y = A0+ c (1 - t) Y -m Y
Debe prestarse atención al signo
Y – [c (1 - t) – m] Y = Y {1 - [c (1 - t) – m]} =A0
de m. Si se quitan los corchetes Y =A0 = A0
el signo de m es positivo.
Y = αg* A0 (2.29)
donde αg =
*
; A0= C0 – cT0+I+G+X

La ecuación (2.29) representa el nivel de equilibrio entre ingreso y demanda


en una economía abierta. En dicha ecuación el efecto multiplicador es ahora
atenuado por los gastos en bienes importados en una proporción m. Si, por
ejemplo, la propensión marginal a consumir es c = 0,8 y el tipo impositivo es
0,25, y es una economía cerrada, el multiplicador αg es de 1,67. Si le agrega-
mos m = 0,2, el multiplicador αg* se reduce a 1,25.

αg* <αg< α (2.30)

LEER CON ATENCIÓN


Aquí incluimos no solo lo que aho-
rran las familias por decisión pro-
El multiplicador αg* es menor que αg, que a su vez era menor que α.
pia, sino también los impuestos
que constituyen una parte no gas-
tada, no por decisión propia sino
por una imposición del Estado.
LL
Asimismo, el ahorro puede prove-
nir del resto del mundo cuando el
saldo XN es negativo. Es decir I = 
SPrivado + SGobierno + SResto del mundo (ver 2.3. El ahorro y la inversión: la obtención de la función I-S
ecuación 1.10c en la Unidad 1).
De la igualación de la demanda (DA) con la producción (Y), también surge la
condición de ahorro igual a la inversión (I = S), lo que asegura el equilibrio
en el mercado de bienes. Es decir, el gasto se equilibra cuando la parte no
consumida del ingreso es igual a la inversión I.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


107

2.3.1. La función IS
La función IS (I = S) representa el equilibrio en el mercado de bienes Y = DA
y, por lo tanto, inversión = ahorro.

LEER CON ATENCIÓN

¿De qué dependen el ahorro y la inversión?

LL El ahorro crece a medida que crece el ingreso. A mayor producción,


mayor consumo y mayor ahorro. Ambos crecen en una proporción
c y s, respectivamente.
Por su parte, la inversión depende negativamente de la tasa de inte-
rés. ¿Por qué? La tasa de interés representa el rendimiento monetario
que un inversor puede tener solo con depositar las riquezas (líquidas)
en una entidad financiera; por ejemplo, en un depósito a plazo fijo
o comprando un bono

Tomemos un caso de un empresario que se enfrenta a dos posibilidades: por


un lado hacer una inversión (por ejemplo, comprar una máquina o montar una
fábrica); por el otro lado, comprar activos financieros (por ejemplo, depositar
su dinero a plazo fijo o comprar un bono). ¿Qué opción elige el empresario?
Es evidente que va elegir la opción que le dé mayor rentabilidad. Si la tasa
de interés es muy elevada, la rentabilidad de la inversión deberá ser todavía
más elevada para ser atractiva. A medida que la tasa de interés sube los
empresarios invierten menos y, lógicamente, a medida que la tasa de interés
baja más atractiva resultará la inversión. La ecuación (2.31) muestra que la
inversión se relaciona inversamente con la tasa de interés.

Criterios y procedimientos para decidir una inversión a partir de la tasa de interés


Cuando una empresa encara un proyecto de inversión, el empresario evalúa el benefi-
cio que podrá obtener. Sabiendo los años de utilización de su capital, trata de prever o
anticipar lo que deberían resultar sus rendimientos anuales: R1, R2, R3,...Rn. Estos rendi-
mientos corresponden a las probabilidades de ingresos netos cada año. Es decir, la dife-
rencia entre el valor esperado de las ventas adicionales que se realizan gracias a la nueva
inversión y los costos variables inherentes a ese aumento de producción (materias primas,
salarios, mantenimiento, etc.). Estos beneficios esperados en los sucesivos años venide-
ros deben ser expresados bajo un denominador temporal común y a través de un pro-
cedimiento que permita captar la capitalización de beneficios. Este procedimiento debe
considerar unidades medibles y comparables, y ese es el objeto de cálculo sobre el cual
debieran interesarse los inversores.
¿Qué significa actualizar o deflactar? ¿Por qué deben actualizarse o deflactarse los
rendimientos futuros? Actualizar significa dar cuenta en el presente de elecciones que
tendrán implicancias y se realizarán en el futuro. Dos bienes iguales, por ejemplo dos
automóviles idénticos, que estarán disponibles uno hoy y el otro dentro de un año tienen
un valor diferente para quien los demanda. El automóvil de hoy tendrá un valor mayor,
dado que si no se tuviera el automóvil el dinero que cuesta se habría podido usar durante
un año en consumos alternativos. La diferencia entre disponer de un bien hoy o disponer
de él en el futuro es lo que me cuesta financiar esa impaciencia. Este costo es en promedio
la tasa de interés de mercado. Es decir que:

Macroeconomía Alejandro Naclerio


108

C (mañana) = i C (hoy) + C (hoy) = C (mañana) = C (hoy) (1 + i)


C (hoy) = C (mañana) / (1 + i)
Teniendo en cuenta este concepto de temporalidad de la tasa de interés, podemos abordar
dos criterios para evaluar una inversión: el criterio de valor presente descontado, VPD,
y la tasa interna de retorno, TIR.
La tasa de actualización utilizada es la tasa de interés i. En estas condiciones, la serie
de rendimientos futuros esperados es la suma ponderada:
VPD = –Ca + [R1 / (1 + i)] + [R2 /(1 + i)²] +[R3 / (1 + i)³] +…+ [Rn / (1 + i)n]
donde Ca es el costo de adquisición del bien de capital o la inversión realizada.
Si VPD > 0, la inversión es rentable. De lo contrario no es rentable. Para que sea ren-
table, el flujo descontado de rendimientos llevado al presente tiene que ser mayor a Ca.
En vez de calcular el VPD con la tasa de interés de mercado i, se puede calcular una
tasa TIR que hace cero el VPD. Es decir, la TIR es aquella tasa que iguala el flujo futuro
de rendimientos con el costo de adquisición del bien de capital Ca. Luego tenemos:
Ca = [R1 / (1 + TIR)] + [R2 / (1 + TIR)²] + [R3 / (1 + TIR)³] +…+ [Rn / (1 + TIR)n]
donde TIR es la única tasa que iguala Ca a la suma descontada de los rendimientos R. El
proyecto de inversión será rentable siempre que TIR > im (im = tasa de interés de mercado).

I = I0- h i (2.31)

donde I0 es la inversión autónoma y h el parámetro que cuantifica la respuesta


de la inversión a las variaciones de tasa de interés (i).
Por su parte, recordemos que el ahorro (al igual que el consumo) aumenta
cuando aumenta el producto, lo cual se muestra en la ecuación (2.32).

S = S0 + s Y (2.32)

donde S0 es el ahorro autónomo respecto del nivel de ingreso y s la propen-


sión marginal a ahorrar, o la parte del ingreso adicional que no se consume.
Recordemos que para niveles bajos de ingreso y para ingreso cero se des-
ahorra. Por ejemplo, para poder consumirlas familias se endeudan o, si no
consiguen crédito, venden joyas que heredaron.
La función IS representa los puntos de ahorro igual inversión. Entonces,
igualando las ecuaciones (2.31) y (2.32), tenemos:
I = I0 - h i = S = S0 + s Y de la cual despejamos Y, obteniendo:
Y= (I0 – S0/s) – (h/s) i (2.33a)

La ecuación (2.33a) es la IS obtenida en el cuadrante IV del Gráfico 2.8.


Recordemos que si igualamos Y = DA, obtenemos la función Y = αA0 (consi-
deramos el α = 1 / 1 – c, de economía cerrada para simplificar) y que dentro
de A0 tenemos la inversión I (definida como I = I0 - h i), por lo que podríamos
reescribir la ecuación de equilibrio incorporando I dentro de la componente
A0: Y = α(A’0 - h i), donde A’0 = C0 + I0 (consideramos el caso más simple de
economía cerrada sin gobierno, por lo que α = 1 / 1 – c). Es decir reempla-
zando α por 1 / 1 – c, tenemos: Y = A’0 /1 – c – (h i / 1 – c) Y. Recordar que
como s = 1 – c, entonces:

Macroeconomía Alejandro Naclerio


109

Y = 1 / s (A’0 – h i)
Y = A’0 / s – (h / s) i (2.33b)

Nótese que como –C0 = S0 dado que cuando el ingreso es cero el consumo
solo proviene del desahorro –S0, entonces A’0 = I0 – S0. Por tal motivo, la
ecuación (2.33a) es la misma que la ecuación (2.33b). La diferencia es que la
(2.33b) fue obtenida a partir del equilibrio Y = DA en vez de I = S. Pero ambas
llegan al mismo resultado.

Gráfico 2.8. Obtención de la función IS

Obtenemos la función IS en el Gráfico 2.8. En los paneles I y III representa-


mos las funciones de ahorro e inversión, respectivamente. En el I vemos la
función de ahorro, que es una función creciente del ingreso (a mayor nivel
de ingreso, mayor nivel de ahorro), por lo que la recta tiene pendiente posi-
tiva. Contrariamente, en el panel III se representa la función de inversión en
relación inversa con la tasa de interés, por lo que la recta tiene pendiente
negativa, porque a mayor tasa de interés menos se invierte y viceversa. Lo que
tenemos que hacer ahora es buscar los valores de i e Y que dan la igualdad
entre inversión y ahorro. Esos puntos se obtienen en el panel II, en que la
bisectriz de 45º lo divide en dos partes exactamente iguales. Efectivamente,
en todos los puntos de la bisectriz el ahorro es exactamente igual a la inver-
sión. Para obtener el punto A1 transportamos desde el panel I el ingreso Y1
–que se corresponde con el S1 e I1 en el panel II– al panel III, donde obtenemos
la tasa de interés i1. Finalmente, el punto A1 es el punto de equilibrio situado
sobre la IS, que se corresponde con la tasa de interés i1 y con el ingreso Y1
en el panel IV. Para obtener el punto A2 procedemos de la misma manera.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


110

LEER CON ATENCIÓN

La función IS nos muestra puntos de tasa interés e ingreso que indi-

LL can equilibrios en el mercado de bienes.

Cada punto de la función IS se corresponde con una sola tasa de interés y con
un solo nivel de ingreso. Si no estamos en puntos sobre la IS no hay equilibrio,
es decir, se verifica exceso de oferta o exceso de demanda de bienes. Si no
hay equilibrio, entonces el sistema económico se va a mover hasta alcanzar el
equilibrio ya que este es una referencia de hacia dónde se mueve el sistema.
Que la producción sea muy alta respecto del equilibrio significa que estamos
en la zona donde Y > DA y también significa que el ahorro es alto y la inversión
baja, o sea, S > I. Por lo contrario, cuando la producción es muy baja respecto
de la de equilibrio significa que DA > Y, entonces el ahorro es bajo y la inversión
es alta, o sea, I > S.
Tomemos entonces dos puntos de desequilibrio en el Gráfico 2.9 donde se
representa la función IS y pensemos la razón y el significado de los desequili-
brios. Por arriba de la IS o bien la producción (y por lo tanto el ahorro) es muy
alto respecto del equilibrio (IS); o bien la tasa de interés es muy alta respec-
to del equilibrio (por lo tanto la Inversión es muy baja). Entonces por arriba de
la función IS se verifica exceso de producción Y (Y > DA) al mismo tiempo que
S > I, o dicho de otro modo exceso de oferta de bienes (EOB). ¿Para donde se va
a mover la economía? La producción Y se va a mover hacia el equilibrio. O sea,
si se mantiene fija la tasa de interés, va a bajar la producción hasta alcanzar la
igualdad Y = DA al mismo tiempo que baja el ahorro hasta alcanzar la igualdad
S = I. La otra posibilidad es que la tasa de interés baje, lo que hace aumentar
la Inversión (por lo tanto DA) hasta alcanzar la igualdad Y = DA y I = S.

Gráfico 2.9. Desequilibrios en el mercado de bienes

Por debajo de la función IS se verifica exceso de demanda de bienes, o sea,


DA > Y, al mismo tiempo que I > S. Este desequilibrio se resuelve o bien
aumentando la producción Y, o bien aumentando la tasa de interés i. A la

Macroeconomía Alejandro Naclerio


111

misma tasa de interés la producción es muy baja respecto del equilibrio, por lo
tanto aumentará la inversión (y por lo tanto la DA) hasta alcanzar el equilibrio
Y = DA; I = S. La otra posibilidad es que aumente la tasa de interés reduciendo
la inversión (y por tanto la DA) hasta alcanzar el equilibrio Y = DA; I = S.
La pendiente de la función IS está sujeta a los parámetros que determinan
las pendientes de la función de inversión y ahorro. O sea, la respuesta de
la inversión a las variaciones de la tasa de interés (elasticidad interés de la
inversión) indicada por h en la ecuación (2.30), I = I0 - h i, y la propensión
marginal a ahorrar indicada por s en la ecuación (2.31), S = S0 + s Y. La
pendiente de la función IS depende, por un lado, de c (y entonces de s). A
mayor c (menor s) más plana es la pendiente de la IS. Por otro lado, de h. A
mayor respuesta de la inversión a la tasa de interés (h) más plana es la IS.
Nótese que el parámetro de la ecuación IS es h / s, representado tanto en
la ecuación (2.32) como en (2.33). Observemos que h / s es equivalente a
h / 1 – c. Por lo que a mayor h y c es más plana la IS.
El desplazamiento de la IS (política fiscal). Cuando una función se desplaza es
porque cambia su altura (ordenada al origen) lo que lleva a una nueva posición de
la función. La IS obtenida en el Gráfico 2.10 se desplaza, entonces se modifica
el valor de la componente autónoma de la ecuación (2.33b) representado por
A0’ / s. En este sentido, a mayor valor de A0’, la función IS se desplaza hacia
arriba y hacia la derecha. La nueva IS se encuentra en una posición más alta
que la anterior, mostrando mayores niveles de ingreso para cada nivel de tasa de
interés o mayores niveles de tasa de interés para cada nivel de ingreso.

Gráfico 2.10. Desplazamiento de la IS (política fiscal)

Volviendo a la ecuación (2.33b), la misma puede reescribirse de esta forma:

Y=αg*(A1 – h i) (2.34)

donde A1 incluye todas las componentes autónomas A1 = C0 – cT0 + I0 + G + X


y α g * es el multiplicador en economía abier ta (ecuación 2.28),
αg* = 1 / 1 – c(1 – t) + m. Nótese que A1 difiere de A0 (de la ecuación 2.28)
porque la inversión I fue separada en dos partes: I = I0– hi. La ecuación (2.34)
representa la IS en una economía abierta y con sector público. Cuando A 1
aumenta, la IS se desplaza hacia la derecha. La política fiscal expansiva o
aumento del gasto público (baja de impuestos) aumenta A1.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


112

LEER CON ATENCIÓN

Por tal motivo, podemos concluir que la política fiscal es una herra-

LL mienta para mover la IS y con ello el nivel de producción (y empleo).


Nótese en el Gráfico 2.10 que para la función IS’ (después que se
aplicó la política fiscal) todos los niveles de producción Y son mayo-
res para cada tasa de interés.

2.4. El dinero
El análisis hecho hasta el momento no incluye dinero. Cuando introducimos
dinero el sistema funciona con una lógica monetaria. Las familias y el Estado
compran bienes con dinero, las empresas reciben pagos en dinero y las uni-
dades de medición son unidades monetarias. Los papeles impresos usados
como dinero no tienen valor en sí o valor intrínseco, tienen valor por lo que se
puede adquirir con ellos, es decir, por el uso que se le puede dar al dinero.
En las sociedades modernas, la utilización del dinero depende de la fe o de
la confianza de la gente sobre el valor del dinero. De aquí que los sistemas
económicos estén asentados en el dinero fiduciario.
“Fiduciario” viene de la palabra
“fe”. El dinero tiene valor porque
la sociedad se convence o tiene
2.4.1. Las funciones del dinero
fe de que el dinero tiene valor. El
día que se piense que esos pape-
les impresos llamados “dinero” no
tienen valor, lo perderán rápida- LEER CON ATENCIÓN
mente, como sucede en nuestro
país ante cada crisis.
El dinero cumple tres funciones fundamentales: medio general de

LL cambio, unidad de cuenta y depósito de valor.

Veamos su función como medio general de cambio. En una supuesta sociedad


donde no hay dinero, las transacciones se realizan por medio del trueque,
por lo que para que se produzcan transacciones debe existir una doble coin-
cidencia de necesidades. Entonces, el dinero tiene valor porque la comunidad
lo acepta como medio general de pago. Sirve para realizar transacciones,
cancelar deudas y obligaciones.

Si el sistema de intercambio es el trueque, para que Juan le venda a

xx María deben cumplirse dos condiciones: por un lado que Juan venda
lo que María quiera comprar y que además ella acepte los términos de
intercambio propuestos por Juan, es decir, las cantidades de produc-
tos que Juan ofrece a cambio de las cantidades de producto que María
demanda. Digamos, un libro de Macroeconomía que vende Juan a cam-
bio de dos pelotas que vende María. Por el otro lado, que María venda
lo que Juan quiere comprar y que él acepte los términos de intercambio
propuestos por María, es decir, las cantidades de productos que María

Macroeconomía Alejandro Naclerio


113

ofrece a cambio de las cantidades de producto que Juan demanda. Diga-


mos dos pelotas por un libro de Macroeconomía. Si se cumplen estas
condiciones se realizará la transacción o trueque entre Juan y María,
sino, ambos deberán seguir buscando con quien realizar su deseada
transacción. Ahora bien, si existe el dinero ni Juan debe preocuparse
de la existencia de María ni María por la de Juan. Ambos podrán cam-
biar sus productos por dinero y usar este dinero para adquirir lo que
desean. Entonces, cuando aparece el dinero, los intercambios son más
fáciles de realizar, aunque nótese que por cada transacción se realizan
dos operaciones y no una. Juan cambia su libro por dinero y con este
dinero obtiene las pelotas. No obstante, sigue siendo más práctico uti-
lizar dinero y no trueque.

Como unidad de cuenta o unidad de medida, nos permite contabilizar y saber


cuánto valen los diferentes bienes y servicios. Gracias al dinero como unidad
de cuenta podemos saber la medida de riqueza producida anualmente (que
hemos definido como producto y cuya medida más difundida es el PBI). En
efecto, dado que el PBI comprende una gran variedad de bienes y servicios,
para sumarlos debemos pasar estos bienes a una unidad uniforme, como
pesos argentinos.

Supongamos que una comunidad produce 10 mil tipos de bienes y ser-

xx vicios: leche, soja, carne, autos, petróleo, cueros, cortes de pelo, servi-
cios informáticos, cursos de economía, etc. Sería muy engorroso tomar
cada uno de estos 10 mil bienes y contar su evolución de año a año. Más
fácil es que se expresen estos 10 mil bienes en dinero. Para ello, debe-
mos multiplicar la producción de unidades de cada bien producido por
sus valores (pesos) equivalentes, luego sumarlos y finalmente obtener
un número total que nos da la pauta de la evolución de la riqueza gene-
rada. Por otro lado, la existencia de dinero como unidad de cuenta nos
permite calcular los precios relativos o la relación entre el precio de un
Se puede mantener riqueza en:
bien o conjunto de bienes y otro u otros. Si el precio de los bienes agro- acciones, oro, depósitos a plazo
pecuarios (carne, soja, granos en general, etc.) es en promedio 100 y el fijo, bonos, moneda extranjera
precio promedio de los bienes industriales (televisores, computadoras, (dólares) etc. Estas formas son
automóviles, etc.) es 300, entonces esto resulta en que el precio relativo preferidas como ahorro dado que
al tener dinero perdemos frente a
de la industria respecto del sector agropecuario es igual a 3. la inflación; por otro lado, cuando
guardamos dinero no ganamos (o
nos perdemos de ganar) intereses.
Finalmente, por su carácter de depósito o reserva de valor o patrón de pagos Mantener dinero en forma líquida
o en billetes entraña un costo de
diferidos es que podemos guardarlo y usarlo en el futuro. En otras palabras, oportunidad equivalente a los inte-
el dinero es un activo financiero. Esta propiedad implica que podemos trans- reses que se dejan de percibir por
portarlo a lo largo del tiempo. Es posible mantener riqueza en forma de dinero; no comprar otro activo financiero.
de hecho es lo que hacen las familias y empresas, ya sea en dinero o en otras
formas de riqueza.

2.4.2. La oferta de dinero: el Banco Central y los bancos


Durante mucho tiempo el dinero era respaldado en metales, por lo que la ofer-
ta monetaria dependía del descubrimiento de yacimientos de oro y plata. En

Macroeconomía Alejandro Naclerio


114

cambio, en un sistema monetario fiduciario, el aumento de la oferta de dinero


es una decisión del Banco Central del país en cuestión. La oferta total de
dinero comprende el stock total de los medios de pagos existentes en un país
en un momento determinado. Esto ha sido así desde la Antigüedad, cuando
las civilizaciones, los imperios, los reinos y más tarde los países han utilizado
múltiples formas de dinero. Pero la determinación de la oferta monetaria se
ha transformado sustancialmente en las últimas décadas.

Las diversas formas de dinero


Actualmente existen varias formas de dinero; no solo billetes sino también cheques, tarjetas
de débito, giros electrónicos, cheques de viajero, etc. Además existen otros activos financie-
ros que cumplen el rol de dinero al mismo tiempo, tales como cajas de ahorro, depósitos
a plazo, bonos, pagarés, etc. Teniendo en cuenta estas diferentes formas monetarias, los
bancos centrales clasifican la oferta monetaria en agregados según la función que cumplen
los medios de pago considerados. Por ejemplo: circulante, M1 (circulante + depósitos);
M2 (M1 + depósitos a plazo), y así sucesivamente (M3, M4...), agregando instrumentos
financieros cada vez menos líquidos. El dinero menos líquido requiere hacer una operación
intermedia antes de ser utilizado; por ejemplo, esperar que se venza el plazo fijo para hacerse
de efectivo y poder gastar el dinero.

El Banco Central determina la oferta monetaria vía fijación de la base monetaria.


Es decir, tenemos dos conceptos: la base monetaria (BM) que forma parte de
La base monetaria es la emisión la oferta monetaria (M), donde M > BM.
monetaria o dinero físico que
realmente existe. Es igual a los
Para comprender esta cuestión es necesario analizar el balance contable del
billetes y monedas en circulación Banco Central, que como todo balance se compone de un pasivo y un activo.
(circulante), más el encaje banca- El pasivo del Banco Central está formado principalmente por los billetes
rio o reserva legal que los bancos y las monedas en poder del público o circulante. Por ejemplo, un billete de
deben mantener depositados en
el Banco Central. $ 100 representa una deuda del Estado argentino a favor de quien posee el
billete de $ 100. Dicha deuda de $ 100 no se realiza más que con los bienes
y servicios que se pueden adquirir con ese dinero en el mercado. ¿Por qué un
billete es un pasivo para el Banco Central? La respuesta es fácil si analizamos
la historia de los sistemas monetarios. En un sistema convertible precedente
Por ejemplo, los Lebac son bonos al sistema fiduciario, la cantidad de metal (oro) en poder de la autoridad es
que el Banco Central emite para el activo del sistema; cuando el oro está en poder del público es un pasivo.
realizar operaciones de esteriliza-
ción monetaria. Es decir, cuando
A su vez, cuando el dinero papel reemplaza al oro, este queda depositado en
el Banco Central considera que las arcas del Estado y los ciudadanos pueden demandar oro con sus billetes
la oferta monetaria es excesiva convertibles en cualquier momento. Por eso el billete es un pasivo, porque
puede retirar dinero del mercado implica originariamente una deuda en oro del Estado hacia quien lo tiene en
a cambio de bonos. Este tipo de
operación genera un costo para su poder. Cuando no hay convertibilidad (como actualmente en casi todos los
el Banco Central, dado que debe sistemas del mundo), dicha deuda no se realiza en oro (u otras monedas más
pagar un interés por los bonos fuertes) sino en los bienes y servicios que se pueden adquirir con los billetes.
que emite.
También existen otros pasivos: los depósitos de los bancos comerciales
en el Banco Central o encajes y bonos.
El principal activo son las reservas internacionales de oro y divisas de que
dispone el Banco Central. Este puede acumular (perder) divisas por su inter-
vención en el mercado de cambios o por endeudamiento. Además, el Banco
Central cuenta en su activo con títulos públicos y bonos que ha emitido y ha
rescatado del mercado. Otro activo importante son los créditos que el Banco
Central otorga a los bancos. Estos créditos son llamados redescuentos.

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Tabla 2.1. Ejemplo práctico de balance de Banco Central

Activo (miles de millones de pesos) Pasivo (miles de millones de pesos)


Reservas internacionales de oro y divisas 35.000 Circulante (billetes y monedas en poder del públi-
Bonos y ítulos públicos 6.000 co) 34.000
Créditos a bancos (redescuentos) 6.000 Reservas de bancos 6.000
Otros pasivos (por ejemplo Lebac) 2.000
Pasivo total 42.000
Patrimonio neto 5.000
Base monetaria = Circulante + Reservas de los bancos = 34.000 + 6.000 = 40.000

La suma de billetes en poder del público, más los depósitos de bancos en el


Banco Central, constituye la base monetaria, concepto que surge del pasivo
del Banco Central. En el ejemplo alcanza 40.000 (en miles de millones de
pesos). Es decir, el Banco Central controla la base monetaria (controla parte
de su pasivo). Para controlar dicha base emite una cierta cantidad y además
fija la política de encajes o reserva legal de dinero, que por ley los bancos
comerciales deben inmovilizar al recibir un depósito. Por ejemplo, si un banco
recibe un depósito de caja de ahorro por $ 1.000, suponiendo que el encaje
es 0,2 (o 20 %), el banco debe inmovilizar $ 200 en concepto de encaje, que-
dándole unos $ 800 libres para otorgar créditos en el mercado monetario. La
base monetaria es entonces lo que verdaderamente controla el Banco Central,
ya que tiene el monopolio de la emisión y tiene el poder de imponerle a los
bancos el porcentaje del dinero que por ley estos están obligados a mantener
en reserva. Así, la base monetaria se agranda cuando el Banco Central es
capaz de incrementar su pasivo mediante el aumento del circulante. Para ello,
además de fijar el encaje –lo cual influye sobre la oferta monetaria–, el Banco
Central:
1. Realiza operaciones con bonos, denominadas operaciones de mercado
abierto. Al vender bonos, el Banco Central retira base monetaria. Por ejem-
plo, cambia Lebac a cambio de circulante.
2. Interviene en el mercado de divisas comprando dólares. Con lo que se incre-
menta el circulante en pesos (aumenta el pasivo) y aumentan las reservas
de oro y divisas por el mismo valor que se incrementó el circulante.
3. Funciona como banco de bancos. A través del otorgamiento de redescuen-
tos puede prestar asistencia crediticia a bancos que necesiten liquidez.
Aumenta, así, el activo del Banco Central. Esto se transformará en una
mayor disponibilidad de fondos por parte del banco que adquirió el redes-
cuento y, a su vez, en un incremento del activo del Banco Central por el
monto que el banco recibió como préstamo. Asimismo, al prestar dicho
dinero aumenta el circulante; es decir, se crea crédito.

Los bancos: creación del dinero bancario


El Banco Central es el responsable de la creación primaria de dinero. Pero la
creación total de dinero depende de los bancos. Los bancos realizan la expan-
sión secundaria del dinero a través del multiplicador bancario o monetario.
La expansión secundaria implica que la gente posee una cantidad de dinero
superior al dinero físico que emite el Banco Central. Esto se debe a que los
bancos comerciales prestan el dinero propiedad de un depositante.

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116

Una persona A dispone de dinero depositado en una caja de ahorro

xx (digamos $ 10.000) y el banco le da un crédito a otra persona B para


que se compre un celular. Desde el momento que se produce el présta-
mo existe una doble tenencia del dinero. Por un lado, A posee el dinero
depositado en su caja de ahorro y B posee primero el dinero y luego un
celular equivalente a $ 10.000. El banco intermedió entre A y B y gene-
ró dinero por $ 10.000. Al mismo tiempo, a medida que B le paga los
intereses al banco, este devenga ganancias.

Formalmente veamos cómo se calcula el multiplicador monetario en una eco-


nomía donde existe circulante Ci y depósitos D. Digamos que existen solo las
reservas legales R, que es un porcentaje e (encaje bancario) de los depósitos
totales que reciben los bancos. Por ejemplo, si e = 0,2, entonces el total de
depósitos que reciben los bancos es 100 y estos deben guardar 20 en con-
cepto de R. Es decir, R = e D = 0,2 x 100. Recordemos que cuando e baja la
cantidad de dinero que los bancos pueden prestar aumenta y, por lo tanto, se
incrementa la oferta monetaria. Inversamente, cuando e aumenta, la oferta
de créditos y la oferta monetaria disminuyen.

Cálculo formal del multiplicador monetario


Definimos oferta de dinero M como la suma de circulante y depósitos: M = C + D; y
la base monetaria (como vimos en el balance) como la suma de circulante y reservas de
bancos en el Banco Central: BM = C + R. Podemos calcular cuántas veces entra BM en
M. Si dividimos miembro a miembro las igualdades anteriores, tendremos:

Al miembro de la derecha lo multiplicamos y dividimos por el coeficiente D:

De esta expresión surgen 2 relaciones:


1. Llamaremos c a la relación Ci / D que indica la proporción entre billetes y monedas
en poder del público. Se trata del porcentaje de circulante en efectivo que la gente
mantiene en su poder. Por su parte, D es el total de los depósitos a la vista o en cuen-
tas corrientes. Ci /D es un indicador de la propensión a demandar billetes en lugar
de depósitos a la vista.
2. Llamaremos e a la relación R / D. El coeficiente e o encaje mide la exigencia de dis-
ponibilidades de los bancos comerciales, tanto en sus tesoros como en sus cuentas de
depósito en el Banco Central, con relación a los depósitos que han recibido del públi-
co. Entonces, reemplazando tenemos:

donde c+1/c+e es el multiplicador monetario Kbm que expresa la creación secundaria de


dinero.
Kbm = c+1/c+e

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117

La relación funcional Kbm es muy utilizada para el análisis monetario. Tiene


un componente predecible estacionalmente (c) y el otro (e) que fija el Banco
Central. Así, conociendo el valor de la base monetaria, que el Banco Central
informa diariamente, es posible calcular el volumen de los medios de pago del
sistema. Por su parte, los valores posibles de e varían entre el 100 % (e = 1),
donde no habrá ninguna expansión crediticia, hasta 0 % (e = 0), donde el cré-
dito expandirá la base monetaria. Nótese que cuando e = 1 enton-
ces Kbm = 1.

2.4.3. La demanda de dinero


Se denomina demanda de dinero a la cantidad (stock) de circulante y medios
de pagos que las personas demandan o tienen en su poder. Dicho de otra
manera, la demanda de dinero es la liquidez que los agentes económicos
mantienen en su poder. La pregunta disparadora al abordar la demanda de
dinero es: ¿por qué las personas prefieren tener dinero en efectivo y no un bono
que les rinde un interés? La respuesta a esta pregunta la vamos a ir viendo a
medida que estudiemos las razones por las cuales las personas demandan
dinero. Nuestro objetivo es, entonces, comprender la lógica de la demanda de
dinero en un mundo donde existen activos que rinden interés o renta financiera
(que en honor a la simplificación llamaremos “bonos”) y dinero líquido, que no
rinde interés pero permite realizar transacciones inmediatamente.
La demanda de dinero (L) está conformada por requerimientos monetarios
para efectuar las transacciones económicas (Lt) y la demanda de liquidez por
motivo de especulación (Le). Le implica la demanda de efectivo que mantiene
el público en su poder considerando el costo de oportunidad que le brinda
una renta financiera o el pago de intereses. Cuanto más altos sean los inte-
reses que se paguen, mayor será la tendencia del público a desprenderse de
liquidez, a fin de aprovechar la recompensa financiera más elevada. La deman-
da de dinero total es entonces: L = Lt + Le, donde Le es la demanda liquidez
o especulativa y Lt es la demanda para transacciones. Podemos representar
la demanda de dinero como dos ecuaciones lineales. Por un lado, la Lt que
depende del ingreso –a mayor ingreso, mayor demanda de dinero para tran-
sacciones, Lt = F(Y)–, y, por el otro, la Lt que depende de la tasa de interés –a
mayor tasa de interés, menor demanda de dinero (mayor demanda de bonos),
o sea, Le = F(i)–.

L= LtF(Y) + LeF(i)= jY – ki (2.35)

donde j es el parámetro que relaciona los aumentos de ingresos con el aumen-


to de la demanda de dinero y k es el parámetro que relaciona los aumentos
de la tasa de interés con la disminución de la demanda de dinero.

Análisis gráfico
Para graficar la ecuación (2.35) debemos dejar fija una de las dos variables
que influyen sobre la demanda de dinero: o bien la tasa de interés, o bien el
ingreso. Consideremos la demanda de dinero para diferentes tasas de interés
dejando fijo el ingreso. La demanda de dinero relaciona diferentes niveles
de tasa de interés con distintos volúmenes de stock de dinero en poder del
público para un nivel de ingreso constante. En el Gráfico 2.11 representamos
las tasas de interés en las ordenadas y los niveles de stock de dinero en las

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118

abscisas. La curva de demanda de dinero tiene pendiente negativa. Es decir,


se supone que a medida que sube la tasa de interés crece el costo de opor-
tunidad de mantener dinero en efectivo y, por lo tanto, cae la demanda de
dinero (o preferencia por la liquidez). Mirando la contracara de este mercado,
el mercado de bonos, una suba de la tasa de interés equivale a una caída en
el precio de los bonos (ver siguiente recurso “Texto aparte”).

Relación inversa entre el precio de un bono y la tasa de interés


Un bono es un activo financiero que tiene un precio y una renta o rendimiento fijo.
Consideramos el caso general de un bono que paga una renta fija (llamado cupón del
bono) y que devuelve el capital al final de la vida del bono. El valor del cupón define una
tasa implícita. Si sube la cotización del bono, entonces la tasa implícita, dado el valor del
cupón, desciende.
Es decir, hay una relación inversa entre precio del bono y tasa de interés.
Por ejemplo, un bono que ingresa en el mercado financiero cotizando con un valor
de $ 100 y que paga un cupón fijo anual de $ 10 tiene una tasa implícita del 10 % anual.
Si el bono sube a $ 200, la tasa que paga el bono baja al 5 %, dado que el cupón paga
$ 10. Si el bono cae a $ 50, como paga $ 10, entonces su tasa crece al 20 %.

Una suba en la tasa de interés se obtiene a partir de una caída en el precio de


los bonos. Al caer el precio de los bonos hay más gente dispuesta a comprar
a los nuevos precios, y entonces cae la tenencia de efectivo (Ld) en poder del
público porque aumentan las compras de activos financieros.

Gráfico 2.11. La demanda de dinero

La pendiente de la curva de demanda de dinero dependerá del parámetro k,


que indica la sensibilidad de la preferencia por la liquidez a la tasa de interés.
Una economía dónde la demanda de dinero responde de manera muy sensible
a los cambios en la tasa de interés tendrá una curva muy aplanada con una
elevada elasticidad entre la demanda de dinero y la tasa de interés. Por su
parte, una economía donde la preferencia por la liquidez es poco sensible a
la tasa de interés mostrará una curva de demanda de dinero más vertical.
Analizando la pendiente de la demanda de dinero en el Gráfico 2.12, pode-
mos considerar tres casos:

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119

1. El caso normal, en el que el aumento en la cantidad de dinero genera un


exceso de oferta de dinero y un exceso de demanda de bonos, lo que hace
bajar la tasa de interés y subir el precio de los bonos.
2. En un extremo, el caso clásico muestra una curva de demanda de dinero
inelástica, o insensible a los cambios en la tasa de interés.
3. En el otro extremo, el caso de trampa de la liquidez o zona keynesiana,
donde la tasa de interés está en un mínimo respecto del cual no puede
continuar bajando y los activos financieros cotizando a su máximo valor
posible. Aquí, la función de demanda es infinitamente elástica (horizontal,
k = ∞).

Gráfico 2.12. Los tres casos de demanda de dinero

La posición de la curva de demanda de dinero se determina por el nivel de


ingreso. En el Gráfico 2.13, cada curva de demanda de dinero está construida
para un nivel de ingreso constante. Si sube el ingreso, la curva de demanda de
dinero se desplaza en forma paralela hacia arriba y hacia la derecha (noreste).
Para cada nivel de tasa de interés, la demanda de dinero será mayor por moti-
vo de transacción (Lt), la cual crece cuando crece el ingreso, tal como muestra
la ecuación (2.35). Si el ingreso baja, la demanda de dinero se desplaza hacia
abajo y hacia la izquierda (suroeste) de manera paralela, mostrando una menor
preferencia por la liquidez por motivo de transacción.

Gráfico 2.13. Desplazamientos de la demanda de dinero por variación del


ingreso

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120

Introduzcamos ahora la oferta de dinero, o sea, la cantidad de dinero en


circulación en la economía; cantidad que se supone exógena porque es
determinada–como ya vimos– por la autoridad monetaria. En el Gráfico 2.14
se representa la oferta de dinero como una recta vertical, lo cual indica que
es insensible a la tasa de interés. Los desplazamientos de la oferta de dinero
hacia la izquierda se explican por una contracción de la cantidad de dinero por
parte del Banco Central, v. gr. operaciones de mercado abierto. La oferta de
dinero se desplaza paralelamente a la derecha cuando la autoridad monetaria
emite dinero, v. gr. compra divisas.

Gráfico 2.14. Equilibrio oferta-demanda de dinero

El punto de equilibrio inicial en el mercado monetario es el punto E. Dicho


punto está determinado para un nivel dado de ingreso y relaciona el tipo de
interés de equilibrio (ie) con la oferta monetaria que fija el Banco Central, M.
Veremos que la modificación de la oferta monetaria (y de la tasa de interés)
nos da como resultado otros puntos de equilibrio del mercado monetario. Si
la oferta monetaria aumenta a Mb, la tasa de interés baja a Eb, y si se aplica
una contracción monetaria, entonces la tasa de interés sube a Ea.

Obtención de la LM

LEER CON ATENCIÓN

La LM muestras puntos de tasa de interés e ingreso (i,Y) donde se

LL igualan la oferta de dinero con la demanda de dinero.

La función LM significa oferta igual a demanda de dinero. Vimos por un lado


que la oferta de dinero M está determinada por el Banco Central, quien fija la
política monetaria, y por otro lado que la demanda de dinero depende de las
decisiones de las personas y empresas. Por lo tanto, M es una cantidad de
dinero conocida, lo que puede expresarse como M = M0, y L es una variable
que depende de la tasa de interés y el ingreso: L = F(Y, i) = jY – ki, como vimos

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121

en la ecuación (2.34). Ahora, para calcular la igualdad entre M y L, tendremos:


M = L = jY – ki, de donde, despejando i, tenemos:

i = j / k Y – 1 / k M (2.36)

La ecuación (2.36) representa la LM, donde j / k es el parámetro que mide


cuánto se modifica la tasa de interés ante aumentos del ingreso. Analizando Atención: si de la ecuación
esta ecuación, vemos que la LM muestra distintas combinaciones de tasas de (2.36) despejamos Y, nos queda
interés y niveles de ingresos que generan puntos de equilibrio en el mercado Y = (k / j) i + jM, lo que signifi-
ca que k / j es el parámetro que
monetario. A mayor tasa de interés, mayor ingreso para mantener el equilibrio mide cuánto se modifica el ingre-
en el mercado monetario. ¿Por qué? so ante una variación de la tasa
Partamos de un nivel de equilibrio (L = M) y luego aumentemos el ingreso. El de interés.
crecimiento del producto Y generará un aumento en la demanda de dinero por
motivo de transacción, Lt, ya que las personas y las empresas requerirán un mayor
nivel de efectivo porque gastarán más. Como resultado, el aumento en el nivel de
ingreso generará un exceso de demanda de dinero (L > M). Si la oferta monetaria
no aumenta, entonces las personas y las empresas deberán vender bonos para
hacerse de efectivo, lo que genera un exceso de oferta de bonos y, por ende, una
sube de la tasa de interés (o caída del precio de los bonos). Cuando sube la tasa
de interés, la demanda de dinero especulativa (Le) cae, entonces se anula el exce-
so de demanda de dinero que se había generado por la suba inicial del ingreso.
A fin de cuentas, como la oferta de dinero siempre es la misma (M = M0), para
mantener la igualdad L = M es necesario que cuando L suba (baje) por alguno de
los dos motivos entonces baje (suba) por el otro. Es decir, si sube la demanda de
dinero por motivo transacciones, Lt, es necesario que baje la demanda de dinero
por motivo especulación, Le. Dado que Lt + Le = L, para mantener L constante es
necesario sustituir los aumentos (bajas) de Lt por bajas (aumentos) de Le.

Gráfico 2.15. Obtención de la función LM

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122

En el Gráfico 2.15 obtenemos la función LM, para lo cual dividimos a la función


de demanda de dinero en dos partes. Una parte que depende negativamente
de la tasa de interés, demanda de liquidez Le, o motivo especulación; y otra
parte que depende positivamente del ingreso, demanda para transacciones,
Lt. Para obtener un punto, v. gr. el punto A de la función LM, seguimos el
siguiente procedimiento: 1) es el punto Ay1 en el cuadrante I, a la derecha y
en la parte de abajo del gráfico, donde para el nivel de ingreso Y1 la demanda
de dinero por motivo transacciones es Lt1. Nótese que si el ingreso subiera
a Y2, la demanda de dinero por motivo transacciones subiría a Lt2. 2) es el
punto Ai1, en el cuadrante II arriba y la izquierda del gráfico, donde la demanda
de liquidez es Le1 y la tasa de interés es i1. Nótese que si la tasa de interés
subiera a i2, la demanda de dinero líquido disminuiría a Le2, liberando una
parte del dinero para obtener una renta financiera. El punto 3) es AM01, en
el cuadrante III. Dicho punto totaliza la oferta monetaria M0, la cual surge de
la suma de la demanda de dinero por motivo especulación y motivo transac-
ciones. La función M0 = Le + Lt en el cuadrante III distribuye las cantidades
de dinero en dos partes: una destinada a transacciones y otra destinada al
motivo especulación (es una recta de 45° invertida). Cada punto de esta fun-
ción comprende, simultáneamente, la demanda de dinero determinada en el
cuadrante I (para transacciones Lt) y la demanda de dinero determinada en
el cuadrante II (por especulación Le). Dada la oferta de dinero, no es posible
incrementar la demanda de dinero por motivo transacciones sin disminuir la
demanda de dinero por especulación y viceversa. Esto significa sustitución
entre ambos tipos de demanda de dinero. El punto 4) es el A de la función LM,
en el cuadrante IV, a la derecha y arriba del gráfico, donde el nivel de tasa de
interés i1 y el nivel de ingreso Y1 equilibran el mercado monetario. Si la tasa de
interés sube, la demanda de liquidez baja a Le2. Para restablecer el equilibrio
tiene que subir la demanda para transacciones desde Lt1 a Lt2.
La pendiente de la LM depende del efecto sustitución entre Lt y Le, lo que
se representa por el parámetro j / k de la ecuación (2.36). Si aumenta el
nivel de ingreso, entonces la demanda de dinero –transacciones– aumenta
(en una cuantía j). Luego se produce un exceso de demanda de dinero; para
restablecer el equilibrio, la demanda de dinero deberá volver a bajar, lo que
ocurre porque sube la tasa de interés y la demanda de dinero –especulativa–
baja (en una cuantía k). En el Gráfico 2.15, la demanda de dinero aumenta
de Lt1 a Lt2 en respuesta a la variación positiva del ingreso desde Y1 a Y2.
Si la respuesta de la demanda de dinero al incremento de ingreso es baja
(parámetro j bajo), entonces la función LM tiende a ser más horizontal.
Una LM plana está mostrando que La posición de la LM depende de cantidad de dinero fijada por el Banco
la demanda de dinero es perfec- Central. Cuanto mayor sea la oferta monetaria, más hacia la derecha estará
tamente sensible a las variacio- posicionada la LM. Para cada nivel de ingreso habrá una tasa de interés de
nes de la tasa de interés k→∞
equilibrio menor si los saldos reales son mayores. Es decir, cuando se aplica
(trampa de liquidez).
una política monetaria expansiva se desplaza la LM en forma paralela hacia
abajo y hacia la derecha (Gráfico 2.16). Contrariamente, si la cantidad de dine-
ro se reduce, la LM se desplaza hacia arriba y hacia la izquierda: para cada
nivel de ingreso habrá una tasa de interés mayor.

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123

Gráfico 2.16. Política monetaria expansiva

En el Gráfico 2.15 hemos calculado los equilibrios LM y en el 2.16 hemos


visto cómo cambian esos equilibrios; ahora pensemos en los desequilibrios,
para ello construimos el Gráfico 2.17. Hay desequilibrio si L difiere de M. Los
puntos por arriba de la LM muestran exceso de oferta de dinero, y los puntos
por debajo de la LM, excesos de demanda de dinero. En los puntos por arriba
de la LM (v. gr. el B) sobre el Gráfico 2.17, la economía se encuentra con tasas
de interés muy altas o niveles de ingreso muy bajos, o con una combinación
más moderada de ambas cosas, respecto de la oferta monetaria existente. Es
decir, la preferencia por la liquidez de la gente no absorbe la enorme cantidad
de dinero de la economía. Las condiciones de estabilidad de este esquema
hacen que baje la tasa de interés o que suba el ingreso para restablecer el
equilibrio. El caso inverso ocurre por debajo de la LM, en un punto como el
A, donde la tasa de interés es baja respecto de la tasa de equilibrio y/o el
ingreso es alto respecto del ingreso de equilibrio. Nuevamente las condiciones
de estabilidad del sistema moverán la tasa de interés y el ingreso, pero ahora
hacia arriba la tasa y se contraerá el ingreso. Esto se cumple porque los exce-
sos de demanda de dinero hacen subir la tasa de interés (y, en consecuencia,
pueden reducir el ingreso), mientras que los excesos de oferta de dinero hacen
bajar la tasa de interés o subir el ingreso.

LEER CON ATENCIÓN

Podemos concluir que la política monetaria es una herramienta para

LL mover la LM y con ello la tasa de interés. Una tasa de interés más


baja genera más inversión y, consecuentemente, mayor nivel de pro-
ducción (y empleo). Nótese en el Gráfico 2.16 que para la función
LM’ (después que se aplicó la política monetaria) todos los niveles de
producción Y son mayores para cada tasa de interés.

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124

Gráfico 2.17. Excesos de oferta y demanda de dinero

Para el punto A, el ingreso es Y2 y la tasa de interés i1, o sea, podemos decir


A (Y2,i1), lo que significa que las coordenadas de A son Y2, i1. Para Y2 la deman-
da de dinero es Lt2 y para i1 la demanda de dinero es Le1. Si sumamos Lt2 + Le1
obtenemos el punto A”, es decir, la demanda de dinero es la suma de las
rectas: A”Le1 +Lt2A” en el cuadrante suroeste del Gráfico 2.17. Entonces en A”
hay más demanda que oferta de dinero. Podemos hacer el mismo análisis para
B (Y1,i2). Para Y1 la demanda de dinero es Lt1 y para i2 la demanda de dinero
es Le2. Si sumamos Lt1 + Le2 obtenemos el punto B”, es decir, la demanda de
dinero es la suma de las rectas: B”Lt1 + B”Le2. Entonces en B” hay muy poca
demanda de dinero y es menor a la oferta.

2.5. El modelo IS-LM

LEER CON ATENCIÓN

El modelo IS-LM reúne el mercado de bienes y el mercado moneta-

LL rio, tal como lo vimos hasta ahora. Como todo modelo, tiene varios
supuestos. El principal supuesto es que no existen limitaciones en la
producción y oferta de bienes. Por lo tanto, el modelo supone que se
puede incrementar siempre el empleo (porque hay desempleo) para
aumentar continuamente la producción a medida que aumenta la
demanda de bienes. Es decir, el mercado de trabajo no es una restric-
ción del modelo. Otro supuesto importante es que no hay precios,
por lo tanto no hay inflación.

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125

Hay dos variables que se determinan en el modelo IS-LM, o sea, dos variables
endógenas: el ingreso (o producción) y la tasa de interés. El ingreso es el
producto o PBI que, como vimos, influye positivamente sobre el consumo, la
inversión y las importaciones. Mientras que el gasto público y las exportaciones
se determinan por decisiones fuera del modelo. La tasa de interés opera
explícitamente sobre la inversión, reduciéndola a medida que se eleva. Se
obtuvo así el equilibrio del mercado de bienes y servicios, es decir la función
IS (Gráfico 2.8). El equilibrio del mercado monetario quedó representado por
la función LM (Gráfico 2.15).
El mercado de bienes mantiene su equilibrio si, a medida que disminuye la
tasa de interés, el ingreso sube por la influencia de aquella sobre la inversión.
En el mercado monetario, mientras el ingreso sube también sube la tasa
de interés, por lo que al unir las funciones IS-LM el modelo determinará un
equilibrio real concentrado en el mercado de bienes y servicios, y un equilibrio
monetario por interacción de la oferta y demanda de dinero. Quedan así
unívocamente establecidos los valores de la tasa de interés (i) y el nivel del
ingreso (Y), que son estables.

2.5.1 El equilibrio IS-ML


Al unir (Gráfico 2.18) las funciones IS y LM de los gráfico 2.8 y 2.15, hallamos
simultáneamente la tasa de interés de equilibrio en el mercado de bienes
(IS) y en el mercado monetario (LM) y la producción de equilibrio también
para ambos mercados. El punto E, cuyas coordenadas son Y0, i0, representa
el equilibrio simultáneo en la IS y en la LM, por lo que el punto E resuelve el
modelo.

Gráfico 2.18. Modelo IS-LM

Matemáticamente, el punto E proviene de la igualación de la IS: Y = α (A1 – hi)


(cambiamos αg* por α de la ecuación 2.34, lo cual no modifica el sentido
del cálculo), y de la (2.36), que representa la LM: i = (j / k) Y – (1 / k) M.
Reemplazando (2.34) en (2.36):

Y= αpf A1 + αpm M (2.37)

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126

Cálculo de la ecuaciones (2.37), (2.38) y (2.39)


Resolvemos el sistema de las ecuaciones (2.34) y (2.35):
IS: Y = α (A1 – hi)
LM: i= (j/k)Y – (1 / k)M

Y = α A1 – αh(j / k Y – 1 / k M) = α A1 – α h j / k Y+ α h / k M
Y+αhj/kY = α A1 + α h / k M
Y (1 + α h j / k) = α A1 + α h / k M

Y = A1 + M

Y = αpf A1 + αpm M (2.37)

αpf = , dividiendo por y multiplicando por α

αpf = (2.38)

αpm = , dividiendo y multiplicando por

αpm = (2.39)

Tanto el multiplicador de la política fiscal αpf como el de la política monetaria αpm dependen de
los parámetros h, j, k y α (recordemos que y que con impuestos y sector externo teníamos
αg* =  . Entonces, en economía abierta y con sector público, αpf y αpm depen-
den de
h, j, k, y α (c, t, m). Recordemos que si aumenta c (disminuye s), entonces aumenta α.
Pero si aumenta s (disminuye c), o aumenta t o aumenta m, entonces disminuye α. Ahora
veamos cómo estos parámetros inciden en los multiplicadores αpf y αpm. Para ello, debemos
analizar las fórmulas de ambos, expresadas en las ecuaciones (2.38 y 2.39). Es de desta-
car que si α es cada vez mayor, entonces ambas fórmulas van a ser un número mayor. Es
decir, el efecto multiplicador indicado por α (a mayor α) implica mayor efecto sobre el
nivel de producción de las políticas fiscales y monetarias. El análisis de los parámetros se
realiza en el siguiente cuadro.

α h j k
αpf + - - +
αpm + + - -

Por ejemplo, si a mayor h (mayor elasticidad de la inversión a la tasa de interés) la política


fiscal es menos efectiva; entonces, por el contrario, la política monetaria es eficaz. Por otro
lado, cuando k es mayor (sensibilidad de la demanda de dinero a las variaciones de la tasa
de interés), menos efectiva es la política monetaria y más efectiva es la política fiscal. Más
aún, si k es demasiado grande (tiende a infinito), la función LM es horizontal, que es el
caso de la trampa de liquidez. Si k = 0 –lo que significa una LM vertical–, entonces αpf = 0.
Para hacer este análisis debemos saber que cuando se divide por cero (en realidad, un
número que tiende a cero) el resultado es un número que tiende a infinito. Inversamente,
cuando se divide por infinito (en realidad, un número que tiende a infinito), el resultado es
un número que tiende a cero. Por ejemplo, h está en el denominador de αpf, entonces para
un h que tiende a infinito, αpf tiende a cero.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


127

En el equilibrio se verifica que la tasa de interés nivela simultáneamente el merca-


do de bienes y el mercado monetario. La tasa de interés asegura el equilibrio de
las existencias de dinero y bonos, y en el mercado de bienes se equilibra el flujo
del ahorro hacia la inversión. El punto E hallado en el Gráfico 2.18 se calcula con
la ecuación (2.37). Dado el valor de A1–componentes autónomas de la DA donde
se incluye la política fiscal– y M –la oferta de dinero que depende de la política
monetaria–, y el valor de los parámetros (pendientes o elasticidades) c, t, m, h,
j, k que forman parte de los multiplicadores αpf y αpm, obtenemos el ingreso de
equilibrio Y0 para el cual se corresponde la tasa de interés i0. Si hacemos política
fiscal (modificamos A1) y/o monetaria (modificamos M), entonces el punto E se
modifica, y por tanto el ingreso y la tasa de interés alcanzan un nuevo equilibrio.
Notemos en la Gráfico 2.18 que, para niveles altos de producción, en la
zona clásica prevalece una situación de alto ingreso de pleno empleo sin
demanda especulativa de dinero. Sin embargo, la zona relevante para este
análisis es la zona keynesiana, donde prevalece la situación de crisis impe-
rante en los años 1930, sobre la que se basó la Teoría general de Keynes:
bajo nivel de ingreso, alta desocupación y tasa de interés mínima (o precios
de bonos máximos). Que la tasa de interés sea mínima no significa necesaria-
mente una tasa de interés baja, sino que se trata de un escenario de trampa
de liquidez, donde las expectativas son muy negativas y las personas huyen
de los bonos hacia el dinero, o sea, prefieren liquidez en lugar de activos finan-
cieros. En esta zona, las políticas de tasa de interés (o monetarias) no funcio-
nan. Aquí solo es posible incrementar el producto a través de la política fis-
cal (expansión del presupuesto público), ya que desplazando la IS vamos a ir
obteniendo niveles de producción Y más altos.

A medida que la IS se va des-


plazando hacia la derecha (des-
plazamiento no dibujado en el
Gráfico 2.18), sube la producción
Trampa de liquidez, especulación y crisis al mismo tiempo que sube la tasa
La trampa de liquidez es un elemento central en la explicación de las crisis financieras. El de interés. Así, hasta llegar a la
agente especulador (o adverso al riesgo) trata de ganar la mayor renta financiera o, en su zona clásica, con la LM vertical,
defecto, de perder lo mínimo posible. Los agentes poseen una determinada cartera que donde la política fiscal solo va a
contiene bonos y dinero. En una corrida financiera todos salen corriendo de su posición generar aumentos de tasas y cero
aumento del ingreso.
de cartera (venden todos los bonos), inclusive a pérdida. El problema aparece cuando hay
trampa de liquidez –es decir, la LM horizontal a una tasa de interés mínima– o zona keyne-
siana de demanda de dinero (Gráfico 2.12). En efecto, cuándo la LM es horizontal estamos
en un nivel de ingresos bajo al principio de la curva LM, lo que se corresponde con una
demanda de dinero especulativa (liquidez) infinitamente elástica. Teniendo en cuenta que
la demanda de dinero significa elegir entre bonos y liquidez, es fácil derivar del modelo que
con trampa de liquidez la política monetaria no funciona, ya que la tasa de interés está en
el piso y más del piso no puede bajar. O, lo que es lo mismo, los precios de los bonos están
en el techo y más del techo no pueden subir. Ahora bien, ¿por qué la trampa de liquidez
es entonces un escenario de crisis? Porque en realidad los bonos y las acciones están en el
techo según las expectativas psicológicas de los compradores. No es que sus precios hayan
llegado al techo luego de haber subido y alcanzado el auge. En realidad, es exactamente lo
contrario: los precios de los activos vienen bajando en picada, como es típico en un escena-
rio de crisis con pánico y desesperación por deshacerse rápido de lo que se espera mañana
nada va a valer. Entonces, lo correcto es decir que la trampa de liquidez es un escenario
bajista donde, debido a que los precios de los activos son psicológicamente altos, solo resta
esperar que bajen. Luego, quien tiene activos –incluso comprados a precios más altos que
los corrientes– los venderá, disminuyendo así las pérdidas; y quien está líquido esperará que
el mercado financiero termine por destruirse para poder comprar.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


128

5.

KK Elija la opción correcta y explique su respuesta:


a. La trampa de liquidez es una tasa de interés muy baja (mínima), por
lo que la economía se va a recuperar.
b. La trampa de liquidez es una situación de crisis en el mercado de
activos financieros, dado que nadie demanda bonos.

2.5.2. Análisis del desequilibrio en los dos mercados


El Gráfico 2.19 nos muestra cuatro zonas donde no existirá el equilibrio.
Nemotécnicamente, si logramos
recordar que en la zona a I > S
y L > M, entonces tendremos el
punto de partida para recordar el Gráfico 2.19. Los desequilibrios en el modelo IS-LM
resto de los cuadrantes.

La zona a (I > S y también L >M) es una situación de fuerzas contrapuestas


respecto del ingreso, pero unidas para inducir la suba de la tasa de interés.
Aquí la inversión es mayor que el ahorro y la demanda de dinero supera a su
oferta. Las restricciones en el mercado monetario provocarán una suba en
la tasa de interés, lo que reducirá la inversión y, consecuentemente, también
el ingreso, para ajustar los niveles de ahorro. Por el contrario, al ser la inver-
sión mayor que el ahorro, tenemos por este lado una clara fuerza expansiva
del ingreso. Si nos encontramos a la derecha del ingreso Ye (subzona a1), la
primera fuerza es mayor que la segunda y el ingreso disminuirá mientras que
subirá la tasa. Si estamos a la izquierda de Ye (subzona a2), el ingreso y la
tasa de interés crecerán.
En cambio, si los valores de tasa de interés y de ingreso se encontraran
en la zona b (I > S y también M > L), tendríamos una situación fuertemen-
te expansiva para el ingreso nacional, ya que en este caso la inversión es
mayor que el ahorro pero también la oferta monetaria excede a la demanda.
Se refuerza la acción de las dos variables. Por un lado, al existir mayor inver-
sión que ahorro, la demanda agregada crece; por el otro, la mayor oferta de
dinero presiona hacia abajo a la tasa de interés, lo cual, a su vez, refuerza la
inversión. El mayor ingreso genera mayor ahorro, lográndose su igualdad con

Macroeconomía Alejandro Naclerio


129

la inversión; también genera mayores transacciones, lo que absorbe parte de


la oferta monetaria.
En la zona c (S > I y también M > L) el ahorro es mayor que la inversión y
presiona la tasa de interés hacia abajo, pero también fuerza la disminución
del ingreso. Existe además una mayor oferta de dinero, por lo que tendremos
otro impulso complementario descendente sobre la tasa de interés, lo que
estimulará la inversión. Aumentará la inversión mientras se produzcan dismi-
nuciones en la tasa de interés, y al mismo tiempo el ingreso se ajustará hasta
generar el volumen de ahorro que equipare a la inversión. Al igual que en la
zona a, el efecto de las fuerzas será distinto si estamos a la izquierda o a la
derecha del nivel de ingreso, Ye. Si la economía se encuentra en la subzona c2
prevalece el efecto expansivo, mientras que es recesivo si estamos en la c1.
Finalmente, la zona d (S > I y también L > M) representa una situación inver-
sa a la de la zona b. Ahora el ahorro es mayor que la inversión y la demanda
monetaria es mayor que la oferta. El proceso será de disminución del ingreso,
ya que el desequilibrio de mayor ahorro que inversión se ve reforzado por una
mayor demanda de dinero. Por consiguiente, baja el consumo y sube la tasa
de interés, disminuyendo así la inversión.

LEER CON ATENCIÓN

Teniendo en cuenta las fuerzas que operan sobre la producción en

LL las zonas de desequilibrio, obtenemos las condiciones de estabilidad


del modelo.

6.

KK Analice el siguiente gráfico y explique cada uno de los puntos indicados.

2.5.3. Las políticas de demanda agregada que surgen del modelo


Las políticas de demanda agregada pueden analizarse con los cambios de
posición de las funciones IS-LM. El estímulo de la demanda agregada es una
herramienta clave de política con que cuentan los gobiernos. Esta herramienta
consiste en aumentar el presupuesto nacional –fundamentalmente la inversión

Macroeconomía Alejandro Naclerio


130

pública y la política monetaria expansiva–, lo que hace bajar la tasa de interés.


Es decir, en términos de nuestro modelo, se trata de aumentar A1 y M (ecua-
ción 2.37), lo que genera un impacto virtuoso sobre la producción, Y.

LEER CON ATENCIÓN

Este impacto positivo sobre Y tanto de las políticas fiscales como

LL monetarias redunda en un mayor nivel de empleo, lo cual es el obje-


tivo clave de la política macroeconómica.

Dejemos el nivel de empleo –y los temas de desocupación– para la Unidad 3,


y ahora veamos el análisis gráfico de las políticas y de los multiplicadores de
la política fiscal αpf y monetaria αpm.

Política fiscal: los cambios en la IS


La política fiscal se representa en el Gráfico 2.20. Un incremento en cualquie-
ra de los componentes autónomos incluidos en A1 generará un incremento
del ingreso de equilibrio, de acuerdo al análisis del multiplicador que hemos
visto en la ecuación (2.34), Y = αg* (A1 – h i). Si aplicamos aquí una política
fiscal –por ejemplo, un aumento de la inversión pública– aumenta A1 (ΔA1) y
la función IS se desplaza de IS0 a IS1 en la distancia dada por Y0Y2. Pero, al
incrementarse el ingreso, se afecta el mercado monetario y se hace necesa-
ria una transferencia de dinero, ya que se demandarán más medios de pago
debido al aumento en la demanda agregada. Esos medios de pago deberán
provenir desde el mercado de dinero para liquidez, ya que la oferta monetaria
permanece fija. Esta transferencia produce una suba en la tasa de interés, lo
que reduce la inversión inducida, limitando parcialmente la acción del multi-
plicador. Por lo tanto, el aumento del ingreso resulta menor al predicho por la
aplicación del multiplicador. El nuevo ingreso de equilibrio está en E2.

Gráfico 2.20. Desplazamiento de la IS

Macroeconomía Alejandro Naclerio


131

LEER CON ATENCIÓN

El incremento del ingreso es: ΔY = Y0Y1 < Y0Y2. El multiplicador

LL que opera elevando el ingreso desde Y0 hasta Y1 es αpf y no αg*, el


cual opera elevando el ingreso desde Y0 hasta Y2. Por consiguiente,
αpf < αg* .

Cuando la IS cambia de posición, el efecto sobre el ingreso y sobre la tasa de


interés depende de la pendiente de la función LM; en particular, de la elasti-
cidad de la demanda total de dinero frente a la tasa de interés (medida por el
parámetro k). Si bien el aumento de A1 expande el ingreso hasta Y2, la suba Recordemos que el precio de los
de la tasa de interés (de i0 a i1) elimina la rentabilidad de los proyectos de bonos (PB) y la tasa de interés (i)
inversión con tasas internas de retorno inferiores a i1, ubicados entre E3 y E2, tienen un comportamiento exac-
tamente opuesto. Sube PB→baja
por lo que baja la inversión. Solamente cuando se mantenga la tasa de interés i; baja PB→ sube i. Cuando las
en i0 el multiplicador actuará en forma íntegra, ya que entonces no existirá una familias y las empresas aumen-
reducción en la inversión privada y el ingreso crecerá hasta Y2, que se corres- tan su demanda de bienes, para
ponde con E3. El efecto limitativo sobre el ingreso de equilibrio que produce el lo cual emiten u ofrecen bonos
(se endeudan tomando crédi-
aumento en la tasa de interés será más notorio a medida que nos movamos tos o venden bonos adquiridos
hacia la derecha (hacia mayores niveles del ingreso) sobre la función LM. En previamente disminuyendo sus
efecto, la LM se hace cada vez más inelástica (o más vertical) respecto de ahorros), se afecta la función IS
y la LM (a través del mercado de
cambios en i para mayores niveles de ingreso hasta la zona clásica, donde la
bonos). Cuando hay exceso de
LM es completamente vertical, en cuyo caso la demanda de dinero disminuye oferta de bonos inmediatamente
debido a que las personas compran bonos para aprovechar la alta tasa de se verifica exceso de demanda de
interés. Se va a generar entonces un exceso de demanda de bonos, lo que dinero y viceversa.
subirá el precio de los bonos, volviendo a bajar la tasa de interés.

Política monetaria. Desplazamiento de la LM


Veamos la política monetaria en el Gráfico 2.21. El incremento en la oferta
monetaria debido a una suba en la base monetaria, o al efecto del multiplica-
dor monetario, produce un desplazamiento de la LM hacia la derecha, desde
LM0 hasta LM1. El excedente de dinero o bien se destina a mayor consumo,
o bien a mayor ahorro. El mayor ahorro implica más demanda de bonos (con
lo que aumenta el precio de los bonos), presionando a la baja a la tasa
de interés. Por otro lado, al bajar la tasa se estimula una mayor inversión.
Observemos que el efecto del corrimiento de LM sobre el ingreso (al igual que
el visto con IS) no es pleno.

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132

Gráfico 2.21. Desplazamiento de la función LM

El dinero queda en poder de los agentes económicos (se mantienen líquidos)


y no se destina a comprar bienes. El ingreso no crece hasta Y2 sino solo a Y1
(aquí opera el multiplicador de la política monetaria αpm). En E1, los agentes
económicos tendrán más dinero para transacciones y más dinero para liqui-
dez, absorbiendo la mayor oferta monetaria (M1 > M0, donde M1 corresponde
a LM1 y M0 a LM0).

LEER CON ATENCIÓN

En forma similar al caso anterior, los cambios en la cantidad de


Revisar el apartado algebraico
donde calculamos las ecuaciones
(2.37), (2.38) y (2.39).
LL dinero afectarán la tasa de interés y el ingreso, según la mayor o
menor pendiente de la función del equilibrio del mercado de bie-
nes (función IS). Obsérvese que la política monetaria (αpm) es más
potente cuando los parámetros de la IS (α, h) son mayores y cuan-
do menores son las respuestas de la demanda de dinero, medidos
por los parámetros j y k.

7.

KK Se conocen los siguientes datos de una economía, expresados en unida-


des monetarias: la propensión marginal a consumir es 0,8 en relación
con el ingreso disponible; además, el tipo impositivo marginal es 0,25
y todos los tributos se recaudan en relación con el nivel de ingreso. Los
empresarios están dispuestos a invertir 400 independientemente de la
tasa de interés y bajarán la inversión en 20 cuando la tasa de interés
suba en una unidad. El presupuesto del gobierno determina un nivel de
gasto público de 500. Por otra parte, el Banco Central fijó la cantidad
de dinero en 1050 y la demanda de dinero para transacciones es de 0,25
por cada unidad monetaria de ingreso, mientras que la demanda espe-
culativa de dinero cae en 30 si aumenta en una unidad la tasa de interés.
Una vez expresados los datos en un modelo de ecuaciones:

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133

a. Calcule la IS y la LM.
b. Calcule el producto y el tipo de interés de equilibrio. Grafique.
c. Si el gasto público aumenta en 5 unidades, ¿cuál sería el efecto que
esto tendría sobre el producto y el tipo de interés?
d. Si el gobierno desea alcanzar un nivel de producción de 2100, ¿cómo
tendría que cambiar el gasto autónomo?
e. Para el caso de la pregunta 4, alternativamente, ¿cuánto tendría que
cambiar la cantidad de dinero?
f. El gobierno desea conseguir al mismo tiempo un nivel de produc-
ción de 2100 y un presupuesto equilibrado, combinando para ello
las políticas monetaria y fiscal. ¿Cuál debería ser el volumen de gasto
público y el de cantidad de dinero compatibles con los objetivos del
gobierno?
g. Indique excesos de oferta y/o demanda en los mercados de bienes y
dinero que toman lugar cuando la producción es 1000.

2.6. Obtención de la función de demanda agregada con


precios endógenos
Los precios no se han mencionado en los modelos vistos hasta ahora. Al intro-
ducir los precios tenemos que tener en cuenta que cuando estos aumentan, o
sea, cuando hay inflación, las variables reales resultan alteradas.
Entonces, ahora vamos a definir la demanda agregada DA como la rela- Recordemos que se diferencian,
ción macroeconómica entre el índice de precios P y la demanda agregada DA. precisamente, por el hecho de
Como ya vimos, la DA son todos los planes de compra de los agentes econó- que las variables reales tienen
en cuenta la variación del índice
micos, a los que podemos clasificar por sector: privado, público, externo. O
general de precios.
sea, DA = C + I + G + XN.

2.6.1. Oferta nominal y real de dinero


Hasta ahora, la oferta monetaria que decide el Banco Central incrementa el
producto sin que haya movimiento de precios. Por ejemplo, la política moneta-
ria expansiva mostrada en el Gráfico 2.22 genera un aumento de producción,
y en este proceso los precios permanecen constantes. Dicho proceso de
expansión se ve afectado cuando levantamos el supuesto de que los precios
permanecen constantes. Entonces, ahora vamos a considerar que la oferta
monetaria relevante es la oferta real y no la nominal. Es decir, vamos a reem-
plazar la M utilizada en las ecuaciones y los gráficos precedentes por M / P,
donde P es el índice general de precios y M / P son los saldos (u oferta)
monetarios reales.
Si aumenta P, disminuyen los saldos monetarios reales (o baja la oferta
real de dinero). Entonces, si habíamos dicho que el aumento de M era una
expansión monetaria, ahora el mismo efecto se lograría cuando los precios
bajan. Asimismo, notemos que si aumenta M pero P aumenta más que M, se
verificará una disminución de la oferta real de dinero M / P. Veamos el Gráfico
2.22, que es similar al Gráfico 2.14, pero ahora los movimientos en la oferta
monetaria se deben a las variaciones de precios.

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134

Gráfico 2.22. Oferta monetaria real

Cuando aumentan los precios desde P0 a Pa, entonces la oferta monetaria


real se contrae hasta M / Pa. Cuando bajan los precios, la oferta sube hasta
M / Pb.

2.6.2. Obtención de la DA con precios endógenos a partir del


modelo IS-LM
En la ecuación (2.37) hallamos el equilibrio IS-LM, de donde obtuvimos el
ingreso y la tasa de interés de equilibrio. Vimos también que dicho ingreso
de equilibrio se modifica positivamente por efecto de las políticas fiscales
y monetarias. Ahora tomemos, nuevamente, la ecuación (2.37), donde rem-
plazamos M por M / P, es decir, incluimos los precios de modo que el nuevo
ingreso y la tasa de interés de equilibrio se modifican cuando hay inflación o
deflación. Entonces:

Y= αpf A1 + αpm , de donde despejando P tenemos:

P= (2.40)

En el Gráfico 2.23 vamos graficar la ecuación (2.40), la cual representa el nivel


de producción de equilibrio (o sea Y = DA) a medida que los precios cambian.
Observemos que si aumenta Y entonces el denominador se hace más grande,
con lo cual disminuye el lado derecho de la ecuación. Es decir, si aumenta Y,
entonces bajan los precios para mantener el equilibrio (Y = DA). Dicho de otra
forma, hay una relación inversa entre Y y P; con lo cual aumenta P y entonces
debe bajar Y para mantener el equilibrio. Este proceso de ajuste indica que si
hay inflación baja la producción y, por tanto, disminuye la demanda agregada
de equilibrio. La inflación genera, en definitiva, caídas en la DA. Si se considera
–tal como lo hacen los enfoques monetaristas– que la expansión monetaria
solo genera inflación, entonces el ingreso no aumentaría como resultado de
las políticas.

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135

Enfoques monetaristas
Vale recordar que según los enfoques clásicos y monetaristas la inflación es un fenómeno
monetario. Esto significa que no se puede alterar el nivel de producto por medio de la polí-
tica monetaria. Dicho de otro modo, tomando como base la teoría cuantitativa del dinero,
más dinero significa mayores precios y no mayor nivel de producto. La teoría cuantitativa del
dinero se representa por la fórmula MV = PT, en donde M es la cantidad de dinero (fijada
por la autoridad monetaria), V su velocidad de circulación (número de veces promedio que
el dinero da vueltas en un período), T el volumen de transacciones habidas en el período
y P el nivel general de precios. La teoría supone que V y T permanecen constantes, por
lo que un aumento de M se traduce inmediatamente en aumentos de P. La hipótesis de
invariabilidad de V y T puede darse solo en el caso particular de que la economía funcione
en pleno empleo.

En el Gráfico 2.23 el nivel de precios se señala en las ordenadas, mientras que


el nivel ingreso o producción, en las abscisas del panel inferior. La demanda
agregada puede derivarse, tanto algebraica como gráficamente, del análisis
IS-LM. Cada punto de la función de DA representa un equilibrio simultaneo en
el mercado de bienes (IS) y en el monetario (LM) a medida que se mueven los
precios, es decir, a medida que se mueve la oferta monetaria real M / P. Como
aumentan (bajan) los precios, entonces baja (aumenta) la oferta monetaria
real desplazando la función LM hacia la derecha, con lo cual el ingreso de equi-
librio (IS-LM) es mayor y la tasa de interés de equilibrio menor. A medida que
se desplaza la LM, la IS permanece constante. Entonces en el Gráfico 2.23
podemos trazar varias funciones LM, cada una de ellas correspondiente a una
oferta monetaria nominalmente fija, (M0), pero que, con distintos niveles de
precios, P: P 2,5 = 2,5 > P2 = 2 > P 1,5 = 1,5 > P1 = 1. Si los precios disminuyen,
ello aumenta el valor real de la oferta monetaria y desplaza hacia la derecha
la función LM, determinando bajas en la tasa de interés e incrementos en el
nivel del ingreso. Cuando P2,5 se reduce a P2, el equilibrio en el panel superior
del gráfico pasa del punto E1 a E2. En el panel inferior, E’1 se corresponde con
el nivel de precios P2,5, implícito en (LM0 / P2,5) y E’2 se corresponde con el nivel
de precios P2 de (LM0 / P2). Construimos así en el panel inferior la DA, donde
es constante la cantidad nominal de dinero (M0). A medida que disminuyen
los precios, aumenta el ingreso. Si los precios siguen bajando, de P2 a P1,5 y a
P1, la función LM se sigue desplazando hacia la derecha y obtenemos de E3,
E’3 y de E4, E’4.

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136

Gráfico 2.23. Obtención de la función demanda agregada con precios


endógenos

LEER CON ATENCIÓN

La función de demanda agregada, DA, está constituida por la inter-

LL sección de la función IS con la función LM diseñada para distintos


niveles de precios.

Si las variaciones de precios se reflejaran en variaciones proporcionales del


ingreso, la función de demanda agregada sería una recta descendente. Pero
el descenso de la demanda no es proporcional al descenso de los precios.
La función de demanda agregada no es lineal, sino que es una función curva
(hiperbólica).

El hecho de que es hiperbólica surge de verificar que reducciones constantes del nivel de
precios aumentan más que proporcionalmente la oferta monetaria real. Si el nivel de pre-
cios varía desde P = 2,5, a P = 2, a P = 1,5 y a P = 1, la oferta real de dinero (M / P), supo-
niendo M = M0, será respectivamente M0 / P1, M0 / P1,5, M0 / P2, y M0 / P2,5. Suponiendo
que M0 = 100 y que el nivel de precios desciende a intervalos constantes de 0,5:

M0 / P (para
Precio (P) Incremento Incremento %
M0 = 100)
2,5 40
2 50 10 25
1,5 66,67 16,67 33
1 100 33,33 50

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137

En el Gráfico 2.23 se observa que las disminuciones constantes de precios incre-


mentan cada vez más el ingreso. Al contrario, altos niveles de precios quedan
asociados con un bajo nivel de ingreso y con altas tasas de interés. En este
tramo, por cada incremento (disminución) adicional de precios, el ingreso baja
(aumenta) cada vez menos.
La función de demanda agregada, a diferencia de la demanda microeco-
nómica, indica que si los precios de todos los bienes suben, entonces la DA
En Microeconomía, la curva de
será menor.
demanda de un bien específico
Pero ¿por qué la función de demanda agregada indica que se demandará tiene pendiente negativa. Si el
menos de todos los bienes? En primer lugar, dado que tenemos ingresos fijos, al precio de un artículo (por ejem-
subir el precio de todo lo que compramos, podremos comprar menos. Pero, en plo, de la carne vacuna) sube, se
reducirá la cantidad demandada
segundo lugar, los mayores precios son ingreso de algún factor productivo, es de carne vacuna, pues se comen-
decir precios más altos indican por ejemplo salarios más altos o más ganancias. zará a preferir un bien sustituto
Si distinguimos el ingreso nominal del ingreso real, los mayores precios (P) incre- (por ejemplo, el pollo).
mentan los ingresos nominales de la economía (PxY) y ello permitiría el mayor
gasto nominal mientras lo que observamos es que el gasto real disminuye.
Para explicar la pendiente descendente de la DA, el análisis macroeconómi-
co de la variación de precios sobre esta función considera dos efectos.
El primer efecto es el efecto riqueza. Una suba de precios reduce el valor
real de los saldos monetarios en poder de los agentes económicos y, conse- Un tercer efecto veremos al ana-
cuentemente, reduce su patrimonio total, con lo que estos disminuirán el gasto lizar economía abierta en la
Unidad 4.
real de consumo. Inversamente, si bajan los precios, los agentes económicos
que tengan en su poder un billete de $ 1000 podrán comprar más bienes con
ese mismo billete.
El segundo es el efecto tasa de interés. Al aumentar los precios baja la
oferta monetaria real, lo que implica una suba de tasas de interés en el panel
superior derecho del Gráfico 2.23. Cuando sube la tasa, disminuye la inversión
inducida privada, lo que reduce el ingreso a través del multiplicador.

8.
KK Suponiendo que en la Actividad 7 el nivel general de precios es 3, halle
la función de demanda agregada con precios endógenos, considerando
niveles de precios de 2 y 1.

Características de la DA
La altura o posición de la función DA depende de su componente autónoma,
A1. Cómo vemos en el Gráfico 2.23 y en la ecuación (2.40), también depende
de la oferta monetaria. Los desplazamientos del equilibrio en el mercado de
bienes y en el mercado monetario modifican la relación entre precios y pro-
ducción. Todo cambio en estas variables modificará o desplazará la función
de demanda agregada.
La pendiente de la demanda agregada depende de las condiciones parti-
culares del equilibrio del mercado de bienes (parámetros de la IS: alfag*, h)
y del mercado monetario (parámetros de la LM: j, k). Influye primordialmen-
te la elasticidad de la tasa de interés respecto de la función de inversión (h).
Estos parámetros determinan los valores de los multiplicadores αpf y αpm. Una
disminución en el nivel de precios provocará un mayor aumento en la canti-
dad demandada, reduciendo la pendiente (más aplanada) de la función de

Macroeconomía Alejandro Naclerio


138

demanda agregada, cuando la elasticidad de la inversión respecto de la tasa


de interés es muy alta. Sabemos que en este caso la función IS será más
plana, reflejando que variaciones en la tasa de interés influirán proporcional-
mente más sobre la inversión y actuarán también así con más potencia sobre
el ingreso. Asimismo, también es más aplanada la DA cuando los multiplica-
dores son altos. Si hubiera, por ejemplo, una elevada propensión marginal a
consumir (pequeña c alta), tendremos también una función IS más elástica
(más plana) y, correlativamente, una demanda agregada más aplanada, lo que
significa que una pequeña baja de precios implica un aumento importante de
la producción de equilibrio.
Los desequilibrios se generan cuando la producción es diferente de la DA. Si
la economía estuviera en los puntos A o en B (volver al Gráfico 2.23), situados
por debajo o por encima de la función de demanda agregada, entonces hay des-
equilibrio. ¿Cuál es la situación en los mercados monetario y de bienes en A y B?
Para B, diremos que en todos los puntos sobre la línea vertical Y4,E’4,B el
ingreso es el mismo, por lo que es también es igual la demanda monetaria para
transacciones y a la oferta monetaria real. Si todos los puntos de esa línea verti-
cal (Y4,E’4,B) correspondieran a situaciones de equilibrio, dada la igualdad de la
demanda de dinero para transacciones y de la oferta monetaria real, resultaría
también igual la demanda por liquidez y, en consecuencia, la tasa de interés. Lo
que los diferencia es el nivel de precios –P = 1 para E’4 y P = 1,5 para el punto
B–. Por lo tanto, todos esos puntos se corresponden con el punto E4 del panel
superior del gráfico, con ofertas monetarias nominales distintas; la que en B’,
dado el mayor nivel de precios, será más alta que en E’4.
Ahora analicemos B como punto de desequilibrio. El gráfico nos muestra
que, respecto de la función de demanda, en ese punto observaremos un mayor
ingreso y un mayor nivel de precios. Ese mayor ingreso resultará en que la
demanda monetaria para transacciones, en B, será mayor y también es mayor
el ahorro respecto de la inversión (S > I). Respecto de E’4, el mayor nivel de
precios, dada la oferta monetaria nominal constante (M0) implícita en la curva
de demanda agregada, la oferta monetaria real será menor. A su vez, teniendo
en cuenta la mayor demanda para transacciones, la demanda monetaria para
liquidez será más baja por ese doble efecto y, por lo tanto, será más alta la
tasa de interés. En consecuencia, la demanda monetaria total es mayor que
su oferta (L > M). La combinación de S > I y L > M reducen el ingreso y presio-
nan hacia abajo el nivel de precios. Los desequilibrios existentes en el punto B
fuerzan la economía hacia su equilibrio sobre la función de demanda agregada.
El punto A indica una situación opuesta: la inversión es allí mayor que el
ahorro y la oferta monetaria mayor que la demanda. La primera situación incre-
mentará el ingreso; la segunda bajará la tasa de interés y/o subirá los precios.
Ambas presiones llevarán A hacia el equilibrio sobre la función de DA. En A, el
ingreso es bajo y la economía se va a expandir.

2.7. Políticas de demanda agregada con precios endógenos


Hacer política de DA significa desplazar la función de DA obtenida en el Gráfico
2.23. La DA se puede desplazar por la política fiscal (IS) o la política monetaria
(LM). Veremos cómo se desplaza la DA ya que, como resultado del esquema
IS-LM, esta función recogerá todos los cambios en cualquiera de los paráme-
tros del modelo.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


139

2.7.1. Política monetaria


Vimos que a lo largo de la DA la cantidad nominal de dinero no varía. Si esta
aumenta, las unidades económicas tratarán de desprenderse de esos medios
de pago adicionales ya sea gastándolos (en consumo o inversión) o adquirien-
do activos financieros, con lo que incrementarán la demanda de bonos (cae
la demanda de dinero) y bajarán la tasa de interés. En el Gráfico 2.24, si la
oferta de dinero crece de M0 a M1 y el nivel de precios se mantiene en P2,5,
tenemos (LM1 / P2,5), con lo que a esos mismos precios (P2,5) se verifica una
mayor demanda (Y2), creándose así Yd (M1). Pasamos del punto C al B en el
panel superior y de C’ hacia B’ en el panel inferior del Gráfico 2.24, lo que
significa que la demanda agregada se desplaza desde DA a DA’. Este despla-
zamiento ocurre por efecto de la política monetaria que opera a través de su
multiplicador αpm.

Gráfico 2.24. Desplazamiento de la demanda agregada

Si, por el contrario, el nivel de precios sube proporcionalmente con el incremen-


to de la cantidad de dinero, entonces la función LM no se altera (los valores
nominales de M y P habrán cambiado proporcionalmente), determinando en
la función de demanda agregada el mismo volumen de demanda real (Y1), con
un nivel de precios más elevado. Pasamos de C’ a A’, de la función Yd (M0) a
la función Yd (M1). Ya vimos que, para el mismo ingreso y sin cambios en la
oferta monetaria real, la tasa de interés tanto en C como en A es la misma (i1).

Macroeconomía Alejandro Naclerio


140

Resumiendo, en el punto A’ y en B’, sobre la misma función de demanda


agregada, la cantidad nominal de dinero es la misma. Mientras que en el punto
A’ y en el punto C’, con igual ingreso pero ubicados en distintas curvas, la
cantidad real de dinero es la misma, como lo es a lo largo de cualquier recta
vertical al eje del ingreso.

LEER CON ATENCIÓN

En suma, el impacto de la política monetaria sobre el nivel de pro-

LL ducción dependerá crucialmente de la elasticidad de la demanda de


dinero respecto de la tasa de interés –representada por la pendiente
de la función LM– y de la elasticidad de la inversión y del consumo
–pendiente de la función IS– respecto de la tasa de interés.

2.7.2. Política fiscal


Si el incremento de la demanda proviene de estímulos sobre la función IS, ya
sea por un mayor valor de cualquier componente del gasto autónomo o por
menores impuestos, se produce un desplazamiento a la derecha de la función
de demanda agregada.

Gráfico 2.25. Desplazamiento de la demanda agregada por una expansión


de la IS

Macroeconomía Alejandro Naclerio


141

El desplazamiento de la demanda agregada proviene de la acción del multi-


plicador, reducida por el efecto que la suba de la tasa de interés produce en
la inversión inducida privada (αpf). Si la IS se desplaza de IS (D1) a IS (D2), el
ingreso crece desde Y1 hasta Y2. En la parte inferior del Gráfico 2.25, Yd (D1) se
corre paralelamente a la derecha, hasta Yd (D2). A medida que por movimientos
de la IS en el panel superior del gráfico lleguemos a la zona en que, para altos
valores del ingreso, LM se transforma en vertical (caso clásico), el incremen-
to del gasto agregado y el corrimiento de Yd serán cada vez menores. En el
límite, el traslado de la IS solo generará un incremento en la tasa de interés,
sin cambios en la función de demanda agregada; la disminución de precios
no incrementará el ingreso. Al nivel de precios P1,5 obtenemos los ingresos
Y1, Y2 e Y3, cada uno de ellos sobre una nueva función de demanda agregada,
cuyo traslado depende del corrimiento de la función IS y de la elasticidad de
la función LM.

LEER CON ATENCIÓN

La política fiscal traslada la función de demanda agregada. Asimismo,


LL la política será más potente cuando los multiplicadores del gasto sean
más elásticos. El producto aumenta más cuando aumenta la elastici-
dad interés (h) de la función inversión, o ante una baja en la propen-
sión marginal a ahorrar (s) o un aumento de la propensión marginal
a consumir (c) que altera el multiplicador αg* y αpf.

Como conclusión, la política monetaria y las fiscales son poderosas herra-


mientas para incrementar el nivel de producto y empleo de la economía. Estas
políticas dependen de los parámetros (αpm y αpf) que calculamos en ambos
multiplicadores.

LEER CON ATENCIÓN

Principales conceptos de la Unidad 2

LL La demanda agregada es el corazón de la macroeconomía. Las polí-


ticas que la estimulan permiten salir de las recesiones y mantener la
economía en crecimiento. Cuando los planes de gasto –sean estos de
consumo o de inversión– son elevados, la economía crece; y cuando
se deprimen las expectativas y bajan los ingresos, la demanda insufi-
ciente nos conduce a una recesión. Cuando la economía crece moto-
rizada por la demanda agregada, opera el efecto multiplicador keyne-
siano que implica que por cada peso que se incrementa la demanda
agregada el producto (o sea el ingreso) aumenta en más de un peso. El
modelo IS-LM ofrece un esquema que nos permite analizar la forma
en que operan las políticas fiscales y monetarias. Los multiplicado-
res de las políticas fiscales y monetarias impactan sobre el producto
dependiendo de las características de los parámetros que explican las
funciones de demanda de bienes y de demanda de dinero.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


142

Cuando se introducen los precios, dichas políticas encuentran otra


limitación, dado que al subir los precios el efecto aumento sobre el
ingreso se atenúa. Sin embargo, cuando se aplica una política de
demanda agregada siempre sube el producto. A continuación, en la
Unidad 3 veremos cómo la oferta agregada responde (o no), según
los enfoques que se adopten, a las políticas de macroeconómicas fun-
damentales, o sea, las fiscales y monetarias.

LECTURA OBLIGATORIA

Blanchard, O. y Pérez Enrri, D. (2011), Capítulos 3, 4 y 5 en:

OO Macroeconomía. Teoría y Política Económica. Aplicaciones a América


Latina, 2ª ed., Pearson, Buenos Aires.
Dornbusch, R., Fischer, S. y Startz, R. (2014), Capítulos 11 y 12
en: Macroeconomía, Mc Graw-Hill, 12ª ed., México.

LECTURA RECOMENDADA

Keynes J. M. (1943 [1936], Capítulos 8 y 10 en: Teoría general de la ocupación, el

RR

interés y el dinero, traducción FCE, México.
Naclerio, A., De Santis, G. y Narodowski, P. (2007), Capítulos 7, 8, 9, 10 y 13 en
Teoría y Política Macroeconómica. Aplicaciones a la Economía Argentina, Edulp, La Plata.

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143

La oferta agregada. Producción, precio,


salario y ganancia

Objetivos
Se espera que al finalizar esta unidad el estudiante pueda:
•• Comprender la producción como dimensión clave del sistema económico.
•• Vincular el nivel de producción con el nivel de empleo.
•• Entender la lógica particular con la que funciona el mercado de trabajo.
•• Entender la inflación como un fenómeno que se genera por el incremento
de costos y los comportamientos corporativos y monopólicos del sector
productivo.
•• Entender la lógica de precios como resultado de un conflicto social donde
hay puja entre ganancias y salarios.
•• Comprender los principios de política industrial como fundamento de la
macroeconomía para el desarrollo.

3.1. Teoría de la oferta agregada


En la Unidad 2 estudiamos la demanda agregada, lo cual es el foco central
de la Macroeconomía y de las políticas fiscales y monetarias que sustentan o
determinan las variables fundamentales del sistema económico. Ahora debe-
mos introducir la oferta agregada como un elemento determinante del nivel de Varios autores, incluso de inspira-
producción y que depende de la demanda y de la política industrial. ción neoclásica, consideran que la
función de oferta agregada debie-
La función de oferta agregada, OA, relaciona la cantidad agregada de pro-
ra llamarse “curva de respuesta
ducto (Y) con el nivel general de precios (P). Cuando los precios aumentan, precio / producto”. Ver, por ejem-
las empresas están dispuestas a ofrecer una mayor cantidad de producto. plo, Case y Fair (1997: 319-331).
La función de oferta agregada ha sido elaborada a partir del supuesto neo-
clásico que sostiene que las firmas operan en condiciones de libre mercado,
recibiendo el precio de los productos como una información a partir de la cual
deciden cuánto producir.
La relación “a mayor precio, mayor producto” fue vista en los gráficos de
oferta de Microeconomía, donde los productores están dispuestos a ofrecer
más cuando aumentan los precios. Sin embargo, la oferta macroeconómi-
Las referencias a la Microeconomía
ca (OA) es diferente de la oferta en microeconomía. Recuérdese que, por un
pueden ser consultadas en la
lado, el nivel general de precios refleja por medio de un índice de precios (por Carpeta de trabajo (Rocha, Padín
ejemplo el IPC) la evolución de la inflación. Por otro lado, el ingreso, Y, es equi- y García Zúñiga, 2010) de la asig-
valente a la venta de bienes y servicios finales. Al considerar a las empresas natura correspondiente.
–las oferentes de estos productos–, resulta necesario comprender la lógica
con la que estas toman decisiones para producir más o menos, para exportar o
importar, o para imponer sus intenciones políticas en cierto contexto histórico.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


144

En Microeconomía, una función de oferta muestra la cantidad de producto


que una firma suministra a cada precio o, mejor dicho, que sería capaz de ofre-
cer a cada precio, suponiendo la cláusula ceteris paribus el resto de las variables.
Refiere a que el ingreso, el precio En tal sentido, los precios cambian pero no cambian los costos.
de los bienes relacionados, los Pero, por ejemplo, cuando aumenta la tarifa eléctrica se genera un incre-
gustos, etc., permanecen constan-
tes. Es decir, cuando el mundo cir-
mento de costos para la industria, con lo cual aumenta el precio de los pro-
cundante no se mueve y lo único ductos cuya producción necesita del insumo electricidad. O sea, el aumento
que se mueve son los precios, la de costos genera inflación siempre que la industria quiera mantener el mismo
función oferta individual muestra nivel de beneficio.
la respuesta en las cantidades
ofrecidas que una firma ofrece. Al verificarse incrementos del índice general de precios (inflación), impulsa-
dos por ciertos precios importantes y generales de la economía tales como:
electricidad, combustibles, transportes, salarios, etc., dos cuestiones modi-
Podemos definir el beneficio para fican la rentabilidad de las empresas. En primer lugar, las empresas deben
un sector i como Bi = Pi – Ci, pagar más por sus insumos y, en segundo lugar, deben aumentar los salarios
donde Pi es el precio de los pro-
para mantener a los trabajadores, de lo contrario los trabajadores partirán a
ductos del sector i y Ci son sus
costos. Cuando aumenta el pre- trabajar a otras firmas donde se los demanda a cambio de salarios más altos.
cio de un producto particular (por Esto último, siempre y cuando estemos en una situación de pleno empleo.
ejemplo, los automóviles) sin que Al aumentar los salarios y/o precios de los insumos básicos de la indus-
sus costos se incrementen, sin
que varíe el precio del acero, la
tria, y por tanto el índice de precios, las funciones de oferta de las empresas
pintura, la electricidad y sin que cambian, motivo adicional que nos impide sumar las ofertas individuales de
varíen los salarios, el beneficio de las empresas para obtener una función de oferta agregada. Más aún, ciertas
la empresa aumenta y, en con- empresas, sobre todo las grandes, no reaccionan a los precios de mercado,
secuencia, se espera que dicha
empresa responda con aumen- sino que fijan o forman los precios. De esta manera, como los mercados están
tos en los niveles de producción. lejos de ser perfectos y son más que nada imperfectos (monopólicos, oligopó-
licos, dominados por pocas multinacionales, etc.), las empresas fijan no solo
cantidades sino también precios. Las empresas que fijan precios carecen de
curvas de oferta específica, porque deciden al mismo tiempo tanto su produc-
ción como sus precios. Por consiguiente, las empresas no reaccionan modifi-
cando su producción ante cambios de precios, dado que no aceptan el precio
de mercado sino que deciden cuál es el precio de mercado. Es decir, no exis-
ten funciones de oferta cuando las empresas actúan en mercados no compe-
titivos; por lo tanto, no podemos sumar lo que no existe.

LEER CON ATENCIÓN

Teniendo en cuenta que las empresas fijan tanto precio como canti-

LL dad y que, por consiguiente, el paradigma de la competencia perfecta


microeconómica no se cumple, concluimos que: la función de ofer-
ta agregada no existe en realidad y es solo una herramienta teórica.
Sin embargo, la oferta agregada nos permite, ciertamente, comple-
tar los modelos macroeconómicos construidos a partir de la deman-
da agregada.

3.1.1. La función de oferta agregada como herramienta analítica


La oferta agregada es una representación teórica de una función sobre la cual
se pueden describir las decisiones de respuesta conjunta de las empresas
fijadoras de precios y de cantidades de producto ofrecidas. A medida que las

Macroeconomía Alejandro Naclerio


145

empresas actúan en una economía donde la demanda se expande, pueden


fijar mayores precios y cantidades más elevadas. Cuando la capacidad pro-
ductiva se agota o se llega al límite de utilización de la capacidad instalada,
las empresas solo pueden aumentar sus precios y no sus cantidades, por lo
que la función de oferta se hace vertical.

PARA AMPLIAR

El indicador de la utilización de la capacidad instalada mide la pro-

AA porción utilizada de la capacidad productiva del sector industrial


en el país. Para su cálculo se tiene en cuenta la producción máxima
que cada sector podría obtener con la capacidad instalada actual. Se
consideran criterios técnicos, como el aprovechamiento potencial
de las plantas, empleando el máximo de turnos posibles y las para-
das necesarias para el mantenimiento apropiado de dicha capacidad.
Por ejemplo, para toda la industria el promedio de utilización de la
capacidad instalada era del 64 % en diciembre de 2017 y descendió
al 56,6 % en diciembre 2018. El mismo dato por sector, por ejem-
plo el automotriz pasa del 38,3 % al 25,6 % entre ambas fechas. El
Indec publica informes técnicos sobre este tema (ver Indec, 2019, y
sus sucesivas actualizaciones).

A bajos niveles de producción existe, por lo general, capacidad productiva


instalada para producir pero que no está siendo utilizada, tanto en empresas
en particular como en la economía en su conjunto. En otras palabras, existe
capacidad ociosa. El nivel de capital y recursos con los que cuenta el sistema
económico está siendo subutilizado. Si el capital de que disponen las empre-
sas no está siendo plenamente usado, sino que en las fábricas hay, por ejem-
plo, máquinas desconectadas sin ser encendidas a diario, las respuestas ante
mejoras en la demanda suelen ser rápidas. A las empresas les cuesta relativa-
mente poco reencender las máquinas y recuperar de esta manera capacidad
de producción perdida en el pasado. Asimismo, cuando hay desocupación,
a las empresas les cuesta relativamente poco conseguir nuevos empleados
para producir más. Consiguen trabajadores a bajos salarios dado que existe
un amplio ejército de desocupados. Los desocupados, al no conseguir trabajo,
bajan obligadamente sus pretensiones salariales, lo que conviene, desde el
punto de vista de la rentabilidad, a las empresas demandantes de empleo.
La función de oferta agregada se representa en el Gráfico 3.1. Tiene pen-
diente positiva –al igual que en Microeconomía– porque, a medida que aumen-
tan los precios, las empresas están dispuestas a poner a la venta mayo-
res niveles de producto. Sin embargo, mientras que en Microeconomía se
observa un mercado particular y existe efecto sustitución entre bienes, en
Macroeconomía, al aumentar los precios, al empresario le bajan los salarios
reales (veremos más adelante por qué). Consecuentemente le bajan los cos-
tos y mejora su ecuación de beneficios, y, por tanto, está dispuesto a produ-
cir más.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


146

Gráfico 3.1. Representación de la función de oferta agregada

En el Gráfico 3.1 se observa que, ante una igual variación de precios en dos
posiciones distintas de la función de oferta agregada (ΔP = P2 – P1 = ΔP’ = P’2 –
P’1), la reacción o respuesta de la cantidad de producto ofrecida en el mercado
es diferente [(ΔY = Y2 – Y1) > (ΔY’1 = Y’2 – Y’1)]. Es claramente mayor el nivel
de respuesta en la producción cuando estos niveles de producción son bajos.
Tal diferencia en la capacidad de respuesta por parte de las empresas se debe
fundamentalmente al contexto de alto desempleo y a la capacidad ociosa del
sistema económico (subutilización de la capacidad instalada). En los niveles
altos de producción la respuesta es mucho menor; nótese que ΔY’1 es menor
que ΔY, y que ambas variaciones responden a una igual variación de precios
(ΔP = ΔP’1). Obsérvese además que para lograr una variación de la producción
equivalente a ΔY, es decir, para lograr que se realice ΔY’2 (ΔY’2 = ΔY), hace
falta que los precios varíen mucho más ΔP’2 (y claramente ΔP’2 > ΔP).
Cuando los niveles de producción son bajos, las expansiones (o sea, los
desplazamientos a la derecha de DA que podríamos imaginarnos en el mismo
gráfico) se traducen en importantes incrementos de producción y mínimos
incrementos de precios. Cuando los niveles de producción son altos, las
expansiones de DA se traducen en importantes incrementos de precios y míni-
mos incrementos de producción. En efecto, podemos suponer sobre el Gráfico
3.1 que por cada punto A1, A2, B1, B2’, pasan funciones de demanda agrega-
da que se van trasladando paralelamente. Estas demandas agregadas pue-
den desplazarse como respuesta a lo que se denomina políticas de deman-
da agregada, es decir, las políticas fiscales y monetarias que hemos visto en
la Unidad 2.
Entonces, las empresas pueden aumentar sus niveles de producción hasta
que las limite el agotamiento de la capacidad instalada. Asimismo, el desem-
pleo se irá reduciendo a medida que las empresas contraten más trabajado-
res para producir más y que la economía se acerque al nivel de máxima capa-
cidad. A partir de entonces, aumentan los precios del trabajo o salarios. Las
empresas decidirán, luego, incrementar los precios de los bienes y servicios

Macroeconomía Alejandro Naclerio


147

que ellas producen para mantener sus tasas de ganancia. Es decir, dada una
situación hipotética de pleno empleo, a las empresas les resulta imposible
contratar más trabajadores sin pagar salarios más altos; por lo que, dado que
no quieren perder ganancias, las empresas suben sus precios.

3.1.2. El mercado de trabajo


El mercado de trabajo equipara la oferta de trabajo (o población económica-
mente activa, PEA) y la demanda de trabajo. El precio del mercado es el salario Se recomienda repasar las esta-
y las cantidades son las personas que buscan el trabajo que las empresas dísticas del mercado de trabajo
demandan. vistas en la Unidad 1.
El mercado de trabajo que surge del análisis microeconómico (teoría neo-
clásica), funciona como los demás mercados: cuando hay exceso de oferta
(o sea, desempleo) el precio del trabajo (o sea, el salario) baja, y cuando hay
exceso demanda el salario sube. No obstante, este análisis tiene una limitan-
te sustancial que proviene del hecho de que la oferta y la demanda de trabajo
no se ajustan rápidamente, con lo cual se verifican tasas de desempleo. Este
problema surge al tomar como referencia los salarios, los cuales están rela-
cionados con los precios (salarios reales). Por eso, antes de ver cómo operan
las limitantes del mercado de trabajo, veamos las diferencias entre salario
real y nominal.

Los salarios reales y los precios


Los salarios reales reflejan el poder adquisitivo de los asalariados. Para medir
el salario real debemos considerar los salarios nominales en relación con los
precios. Si los precios aumentan, la capacidad de compra cae, por lo que el
salario real disminuye. Al salario real se lo expresa como el salario nominal,
W, dividido por el índice de precios, P. Teniendo en cuenta el concepto W / P
y que la OA es una función que relaciona positivamente el nivel general de
precios con la producción, sabemos que cuando los salarios nominales suben
(puesto en símbolos: ↑W), suben los salarios reales, ↑(W / P). Lo que significa
que el costo real aumenta para los empresarios, por lo que ellos incremen-
tan los precios porque de lo contrario ganarían menos. De la misma manera,
cuando bajan los precios, ↓P, suben los salarios reales, ↑(W / P), por lo que
el costo para los empresarios aumenta, a lo que ellos responden bajando el
producto ofrecido.

LEER CON ATENCIÓN

En el Gráfico 3.1 las variables explicadas son precios (o, mejor dicho,

LL nivel general de precios) y producción o ingreso. En realidad, los sala-


rios están incluidos en los precios. Sin embargo, es bien evidente que
los salarios no son los precios y ambas variables pueden modificarse
en forma disociada. Obsérvese que los salarios reales se comportan en
sentido inverso a la inflación (o al índice general de precios).

Macroeconomía Alejandro Naclerio


148

Si en un año el índice de precios paso de 100 a 111 (inflación anual del

xx 11 %) y los salarios permanecieron en 10.000, entonces el salario real


pasó de 100 [= (10.000 / 100)] a 90 [= (10.000 / 111)]. Como resulta-
do, el salario nominal se mantuvo constante en 10.000, pero el salario
real se contrajo un 10 %. Más aún, supongamos simultáneamente que el
salario nominal aumente unos 500 pesos, es decir un 5 %. En dicho caso
también se verificará una caída del salario real, pero esta vez del 5,4 %.

Para que se mantenga constate el salario real, el salario nominal debe incre-
mentarse en la misma cuantía que el índice general de precios. De lo contrario
ocurre que:

•• Caen los precios y el salario permanece constante. Entonces sube el sala-


rio real . También sube el salario real si ↑ W > ↑ P.

•• Suben los precios y el salario permanece constante. Entonces cae el sala-


rio real . También cae el salario real si ↑ W < ↑ P.

La lógica empresaria de no querer perder terreno en las ganancias resulta


la explicación fundamental de por qué la función de oferta agregada tiene
pendiente positiva (es decir, si aumenta Y aumenta P) y se vuelve vertical
a niveles altos de producción (es decir, Y no aumenta cuando aumenta P).
Vamos a ver que la oferta se vuelve vertical cuando el ritmo al que cambian
los precios de los insumos y de los factores productivos (salario) es igual al
ritmo al que cambian los precios de los productos ofrecidos. Cuando se tarda
algún tiempo en responder al aumento de precios de los productos, la oferta
agregada tiene pendiente positiva. Asimismo, cuando hay pleno empleo los
salarios aumentan, por lo que en condiciones de desempleo los salarios no
aumentan o lo hacen a un ritmo menor que los precios, lo que implica una
caída del salario real –un costo para los empresarios– y, por tanto, una mejora
de su ecuación de beneficios.

LEER CON ATENCIÓN

En consecuencia, en condiciones de pleno empleo, si los salarios

LL nominales y los precios (W / P) se movieran siempre al mismo ritmo


y en los mismos porcentajes (W / P no cambia), la función de oferta
agregada sería siempre vertical.

Pleno empleo y desempleo


Si el salario real no se modifica, ya que W se mueve siempre igual que P,
estamos en una situación clásica (perfecta flexibilidad de precios y salarios).
En cambio, cuando esto no ocurre estamos en una situación keynesiana. En
ambos casos, el mercado de trabajo funciona diferente ya que habrá pleno
empleo o desempleo, respectivamente.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


149

Pleno empleo o desempleo son las dos posibilidades que resultan del mer-
cado de trabajo. Dicha ambivalencia, que parece obvia, no lo era hasta la apa-
rición de la Teoría general de Keynes. Como ya hemos dicho en la Unidad 1,
Keynes realiza una teoría de la ocupación, precisamente porque observa que
existe desempleo involuntario. Es así que el mercado de trabajo constituye
una controversia fundamental en el nacimiento de la Macroeconomía. Mientras
que el desempleo clásico es voluntario, dado que el asalariado no acepta el
salario de mercado, el desempleo keynesiano se debe a que el sistema eco-
nómico no genera los puestos de trabajo necesarios como para absorber a
la población económicamente activa. Es decir, el desempleo existe más allá
de la voluntad del desempleado de aceptar una quita en su salario; más aún,
incluso si su salario fuese cero, tampoco podría emplearse ya que el sistema
no genera puestos de trabajo. En el Gráfico 3.2 analizamos el mercado de tra-
bajo. Las variables de los ejes son el salario real, W / P, y los trabajadores, N,
respectivamente. No es la oferta de trabajo y Nd es la demanda de trabajo. El
punto E es el equilibrio o pleno empleo.

Gráfico 3.2. El mercado de trabajo

Según el enfoque clásico, ante cualquier apartamiento del punto E inmedia-


tamente las fuerzas del mercado retornan el sistema (estable) al punto E. Si
Nd > No, entonces hay una situación con escasez de trabajo, las empresas
se pelean por él y el salario real aumenta. En cambio si No > Nd, entonces
hay una situación de desempleo con abundancia de trabajo y, por lo tanto, el
salario cae hasta restablecer el equilibrio E. Sin embargo, Keynes lo primero
que hace en su Teoría general es demostrar que esta hipótesis (clásica) de
retorno al punto E no se cumple. Particularmente, dice que la economía fun-
ciona con desempleo, es decir, a un nivel de salario real por arriba del punto
E, marcado en el gráfico por la línea W1 / P0AB. Lo que para él importa es el
nivel de demanda de trabajo (o productividad marginal del trabajo), para el cual
la economía determina un cierto nivel de empleo N1 y ese nivel de empleo
significa desempleo AB. Keynes demuestra que existen dos razones por las

Macroeconomía Alejandro Naclerio


150

cuales no se puede bajar el desempleo AB; por un lado, una razón empírica y,
por el otro, una teórica.
En primer lugar observa (razón empírica) que, si el salario es W1 / P0, una
forma de restablecer el equilibrio sería que el salario real caiga aumentando
los precios de P0 a P1, con lo cual aumentaría la demanda de trabajo (ya que es
más barato) y disminuiría la oferta de trabajo; es decir, las personas dejarían
de buscar trabajo, sustituyéndolo por ocio. Sin embargo, la evidencia empíri-
ca indica que las personas en un contexto de inflación (donde bajan los sala-
rios reales) no abandonan sus puestos de trabajo. O sea, no se observa que
los obreros emprendan una huida en masa de las fábricas cuando se acelera
la inflación, ni tampoco las personas que buscaban un empleo dejan de bus-
carlo. Por otro lado, en segundo lugar, Keynes considera teóricamente que si
estamos en un nivel de desempleo AB, con salario real W1 / P0, y suben los
precios, entonces el salario real baja. Ahora bien, el salario real desde el punto
de vista clásico no se puede modificar ya que si suben los precios inmediata-
mente suben los salarios nominales, con lo cual al subir P0 a P1 y luego W1 a
W2 nos queda W2 / P1 = W1 / P0. Con estos salarios reales inmodificables, el
desempleo permanece en AB.

PARA AMPLIAR

Es importante situar el enfoque del desempleo en el contexto de la

AA revolución keynesiana a partir del significado de la crítica que realiza


Keynes a la teoría (neo)clásica, en particular las críticas al funciona-
miento del mercado de trabajo clásico.
Kicillof, A. (2011), De Smith a Keynes. Siete lecciones de Historia de
Pensamiento Económico. Un análisis de los textos originales, Eudeba,
Buenos Aires, pp. 264-282.

3.1.3. Obtención de la oferta agregada a partir del mercado de


trabajo
Vimos que existen por lo menos dos visiones de cómo se comporta el mercado
de trabajo. Por un lado –desde el punto de vista clásico–, podemos decir que
ajusta rápido con precios y salarios perfectamente flexibles; por el otro –desde
la visión keynesiana–, podemos decir que ajusta muy lentamente o no ajusta.

La función de oferta agregada clásica


Según los clásicos no hay desempleo, o, mejor dicho, el único desempleo que
puede existir es voluntario. Es decir, el que no trabaja es porque no quiere
trabajar al salario vigente. Por lo tanto, el salario real (W / P) determina el nivel
de empleo N, el cual es el nivel de empleo de pleno empleo. Dado que cono-
ciendo el salario real conocemos el nivel de empleo, entonces ahora podemos
saber cuál es el nivel de producción que la economía puede alcanzar con ese
empleo. Para ello se construye una función de producción a partir de la deman-
da de empleo. Las empresas demandan trabajo para utilizar el capital (K) con

Macroeconomía Alejandro Naclerio


151

el que cuentan, según el estado del arte de la tecnología. Estas condiciones K0 es la dotación de capital de la
de la tecnología representan una restricción para las firmas y están dadas por economía, solo modificable en el
largo plazo. Se podría haber inclui-
una función de producción macroeconómica. do la dotación de recursos natura-
les (RN), que también permanece
Y = F (N,K) (3.1) fija. O haber incluido ademas la
tecnología T (o forma de combi-
nar los factores productivos, o las
donde Y es el nivel de producción ofrecido por las firmas, el cual depende de recetas de cómo se produce). En
la demanda de trabajo Nd (igual a No porque hay pleno empleo) y del capital la ecuación (3.1), la tecnología T
existente, K0. Esto significa que la demanda de trabajo Nd nos va a indicar de se supone invariable.
cuánto es N y que el nivel de capital está dado en K0 y no se puede modificar.
Entonces, la producción Y aumenta si aumenta N.
La ecuación (3.1) explica una relación positiva entre el ingreso y la deman-
da de trabajo. A su vez, esta relación positiva crece pero a una tasa decrecien-
te. La función de producción depende de las condiciones en las que opera el Igual que en Microeconomía
mercado de trabajo. Al principio, cuando se demandan trabajadores, el pro- (repasar la función de producción
microeconómica; Rocha, Padín y
ducto crece más que proporcionalmente y luego dicha tasa de crecimiento
García Zúñiga, 2010) la función
empieza a decaer. de producción no es lineal. Esto
Es decir, podemos aceptar la forma de la función de producción tal como significa que la producción va
se presenta en la parte inferior del Gráfico 3.3. En la parte superior se indi- a crecer a una tasa diferente a
medida que vamos agregando
ca el equilibrio en el mercado de trabajo, determinado por la demanda de tra- trabajadores. En otras palabras, la
bajadores por parte de las empresas y la oferta de trabajo que realizan las productividad Y / N crece en dife-
familias a las empresas. La oferta de trabajo tiene pendiente positiva ya que, rentes proporciones según el nivel
en este modelo, los trabajadores están dispuestos a trabajar más horas si la de producción del cual se parte.
Para niveles bajos de producto,
retribución por trabajar es mayor. un trabajador adicional genera un
El salario y el precio de equilibrio que permite equilibrar o vaciar el mercado salto más que proporcional en la
de trabajo se determina en W0 / P0. A dicho nivel de salario real, la oferta de producción, pero para niveles más
elevados un trabajador adicional
trabajo es igual a la demanda de trabajo. Ese equilibrio determina el nivel de
va agregando cada vez menos.
producción de pleno empleo Ye, para lo cual el nivel de empleo de la economía
es Ne.
Recordemos que el modelo clá-
Gráfico 3.3. Del equilibrio en el mercado de trabajo a la función de producción sico parte de la hipótesis de que
los trabajadores (o potenciales
trabajadores) están dispuestos a
abandonar el ocio para lanzarse
al mercado de trabajo cuando se
aumenta la paga. Una vez más, un
supuesto clave de esta teoría es
que las personas eligen libremente
si trabajar o no (permanecer en
estado de ocio) según cuán alto
o bajo sea el salario real.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


152

Si el salario real aumenta porque el salario nominal W0 crece, mientras que los
precios permanecen constantes, la oferta de trabajo aumenta y la demanda de
trabajo disminuye. Las personas ven que se paga más por el trabajo, entonces
deciden ofrecer trabajo, al mismo tiempo que deciden dejar de disfrutar de
su tiempo libre. Por su parte, las empresas no pueden pagar el aumento de
salario y, al mismo tiempo, maximizar su ecuación de beneficios. Se genera,
entonces, un exceso de oferta de trabajo o una abundancia de trabajadores
en el mercado de trabajo. Por tal motivo, dicho aumento salarial no puede
perdurar. Al haber demasiadas personas ofreciendo trabajo y pocas empre-
sas demandándolo, ambas partes ajustarán sus pretensiones y retornarán a
ofrecer y demandar el salario real de equilibrio.
Supongamos una situación inicial con el mismo equilibrio sobre el mercado
de trabajo indicado en el punto E en el panel I del Gráfico 3.4, y la correspon-
diente función de producción de corto plazo sobre el panel II. Estos niveles
de producción y de empleo pueden traspasarse a través del panel III (bisectriz
45º) hacia el panel IV, haciendo la correspondencia para cada nivel de sala-
rio y empleo con el nivel general de precios. En la situación inicial, el nivel de
precios es P0 y la tasa de salario nominal es W0. Ergo, la tasa de salario real
es W0 / P0 y el equilibrio en el nivel de pleno empleo es Ne. El nivel de produc-
ción resultante es Ye. El punto que indica las coordenadas (P0,Ye) es un pri-
mer punto de la función de oferta agregada que buscamos determinar. Este
es un punto de pleno empleo. Supongamos ahora que el nivel general de pre-
cios baja de P0 a P1. A continuación el salario real sube de W0 / P0 a W0 / P1.
Inmediatamente (debido a la deflación de P0 a P1) cae la demanda de trabajo
por parte de las empresas, ya que el trabajo es muy caro para el nivel de pro-
ducción existente. Al mismo tiempo se produce un aumento de la oferta de
trabajo. Las familias se ven tentadas a trabajar más porque la recompensa
(el salario real) por trabajar es mayor.

Gráfico 3.4. Obtención de la oferta agregada clásica a partir del mercado


de trabajo

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153

Si el mercado de trabajo es perfectamente flexible y el ajuste es instantáneo, entonces


la oferta excedente de trabajo debe inducir a una caída de los salarios nominales,
pasando de W0 a W1, hasta que el salario real sea igual a su nivel inicial, o sea, hasta
que W1 / P1 = W0 / P0. Finalmente, el equilibrio sobre el mercado de trabajo es res-
taurado idénticamente a la situación anterior a que se produjera la variación inicial de
precios y el nivel de producción se mantiene invariante al nivel Ye.
En este modelo (neo)clásico la dicotomía entre lo real y lo nominal es perfecta. En
otras palabras, la producción depende solo del empleo y el nivel general de precios no
tiene influencia sobre la oferta agregada. En consecuencia, no existe ningún arbitraje o
intercambio entre inflación y (des)empleo. Cosa que no es cierta para otros enfoques,
como veremos más adelante.

PARA AMPLIAR

Una vez más, es importante acudir a la historia del pensamiento eco-

AA nómico para comprender los cambios de contextos y de metodolo-


gías de los enfoques.
Kicillof, A. (2011), De Smith a Keynes. Siete lecciones de Historia de
Pensamiento Económico. Un análisis de los textos originales, Eudeba,
Buenos Aires, capítulos 5 y 6.
Screpanti, E. y Zamagni, S. (1997), Panorama de Historia del
Pensamiento Económico, Ariel, Barcelona, pp. 187-221.
Se recomienda esta bibliografía y el original de la Teoría general citado en la
Unidad 1. En particular para la ruptura con los clásicos:
Keynes J. M. (1943 [1936]), Teoría general de la ocupación, el interés De Microeconomía sabemos que
se maximizan beneficios cuando el
y el dinero, traducción de FCE, México. Prefacio y capítulos 1, 2 y 3. ingreso marginal menos el costo
marginal es igual a cero; o sea que
si W / P es el costo marginal, el
empresario aumentará su produc-
ción hasta que el ingreso adicional
Oferta agregada con desempleo iguale W / P. Además, como los
rendimientos son decrecientes, la
Igual que para el caso del pleno empleo, partimos de una función de produc- productividad se reduce a medi-
ción (ecuación 3.1) que indica que el volumen total producido depende del da que se incrementa la cantidad
de trabajadores; se concluye que
volumen de capital, los recursos naturales y la tecnología, que están fijos en
cuanto menor sea el salario real,
el corto plazo. A este nivel general de recursos productivos invariantes (capi- mayor será la cantidad de traba-
tal, recursos naturales, tecnología) se le van adicionando sucesivas horas de jadores que las empresas podrán
trabajo, lo que implica cada vez menores incrementos de unidades producidas. incorporar.
Por su parte, las empresas demandan trabajo según su objetivo de maximizar
beneficios, lo que conduce a igualar la productividad marginal del trabajo con
el nivel de salario real W / P. Debido a esto, tenemos que cuanto más caro
es el salario real para los empresarios menos trabajo van a incorporar; así, la
pendiente de la función de demanda de trabajo es negativa en el panel inferior
del Gráfico 3.5. Por su parte, al maximizar la función de producción se fija el
nivel de empleo que se alcanza en Ne.

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154

Gráfico 3.5. Mercado de trabajo con desempleo y función de producción

Ne es el nivel de empleo que se logra por la demanda (productividad marginal)


del trabajo, lo cual indica que el nivel de empleo puede seguir aumentando si
aumenta la demanda de trabajo, ya que ahora no opera la oferta de trabajo.
Es decir, las modificaciones del salario real (lo cual ocurre porque salarios y
precios ya no son perfectamente flexibles como en el caso clásico) implican
que el nivel de empleo se puede modificar. La imperfección de los ajustes
entre los salarios y los precios es lo que permite obtener una función de oferta
agregada con pendiente positiva, como se muestra en el panel IV del Gráfico
3.6. Si, por ejemplo, los salarios nominales no se ajustan instantáneamente,
las contrataciones que se realizan en el mercado de trabajo tienen lugar a
un nivel de salario real que no es más el salario real de equilibrio (W0 / P1).
El nivel de empleo finalmente alcanzado será N1 (donde N1 < Ne). El nivel de
producción resultante es Y1, lógicamente inferior al nivel de producción de
pleno empleo Ye.
En el Gráfico 3.6, la función de oferta agregada con desempleo se obtiene
utilizando el mismo método clásico (Gráfico 3.4). En este caso, vemos una OA
con pendiente positiva (panel IV), o sea, con desempleo. Si suponemos ficti-
El Gráfico 3.6 podría no incluir la ciamente que existe oferta de trabajo (No), podríamos decir que en el punto E
oferta de trabajo, ya que el nivel del panel I, la oferta de trabajo es igual a la demanda de trabajo, con lo cual
de empleo se determina solo habría pleno empleo. Pero en este caso la economía opera con desempleo,
por la demanda (o productividad
es decir, en cualquier punto por arriba de E siempre sobre la demanda de tra-
marginal) de trabajo. Dibujamos
la oferta de trabajo para que se bajo, tales como los puntos A o B.
comprenda que hay desempleo. Para el punto B existe un nivel de salario W0, un nivel de precios P0 y un
Pero también se puede quitar la nivel de producción Y0. Si los precios bajan a P1, el salario real sube a W0 / P1
oferta de trabajo y volver a reali-
(también puede subir W / P si sube W) y se produce desempleo. Para corregir
zar el gráfico.
este desempleo el salario nominal W debe bajar o los precios volver a subir.
Nótese que cuando bajan los precios de P0 a P1 el nivel de producción cae de
Y0 a Y1, en razón de un aumento del salario real desde W0 / P0 a W0 / P1. O sea,

Macroeconomía Alejandro Naclerio


155

pasamos del punto B al punto A en el panel I. Luego, como este movimiento de


B a A se produce porque bajan los precios, indicamos a P1 más abajo que P0
en el panel IV. A través de la línea de 45º (panel III), representamos los niveles
de ingreso (Y0 e Y1) en las abscisas del panel IV. La misma explicación la pode-
mos abordar en sentido inverso, es decir, partiendo del punto A y suponiendo
que los precios suben a P0, con lo cual baja el salario real a W0 / P0 y sube el
nivel de producción de Y1 a Y0. Concluimos que a medida que suben los precios
sube la producción, y viceversa: bajan los precios entonces baja la producción.

Gráfico 3.6. Oferta agregada con desempleo

La oferta agregada que obtuvimos en el cuadrante IV del 3.6 es una OA tal como
la que presentamos en el Gráfico 3.1. En esta función se observa que para
niveles bajos de ingresos, o sea, baja utilización de la capacidad instalada y alto
desempleo, la OA es más elástica (más horizontal), ya que una pequeña variación
en los precios incrementa más que proporcionalmente la producción ofrecida. Por
el contrario, para niveles altos de ingreso la OA es inelástica, y cuando estamos
en pleno empleo y plena utilización de la capacidad instalada la OA es vertical.

LEER CON ATENCIÓN

Si nos paramos del lado de la oferta agregada (con desempleo) se

LL mantiene la conclusión de que si los salarios suben (o los precios


bajan) se generan desequilibrios que ocasionan caídas en el nivel de
producto. Sin embargo, lo que se introduce es la posibilidad de apli-
car políticas de demanda agregada siempre que la oferta agregada
tenga pendiente positiva, o sea, siempre que se trate de una OA más
realista que considere la existencia de desempleo. En este sentido, las
políticas de demanda agregada tienen efecto cuando existe desempleo
pero, cuando el mercado de trabajo está funcionando en equilibrio
con pleno empleo, las políticas de demanda no surten efecto.

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156

3.2. Equilibrio OA-DA


Detrás de la función de oferta agregada están operando los mercados de
factores productivos. Especialmente, vimos que el mercado de trabajo juega
un papel clave en la determinación de la OA. Cuando los salarios aumentan,
los trabajadores adicionales son más caros para los empresarios y, a su vez,
cuando nos acercamos al nivel de pleno empleo es más costoso contratar
mano de obra.
Hemos introducido la función de oferta agregada (OA) en el Gráfico 3.1,
viendo cómo supuestas expansiones de demanda agregada (DA) producen
incrementos mayores o menores de producción, según cuál sea el nivel de
utilización de la capacidad instalada de la economía o el nivel de empleo. Sin
embargo, no hemos dibujado la función de demanda agregada. Ahora, que
ya hemos indagado y deducido la función de OA, graficamos ambas funcio-
nes en el Gráfico 3.7, donde se halla el nivel de equilibrio macroeconómico.
Entiéndase dicho equilibrio como un proceso complejo en el que operan varios
mercados al mismo tiempo: el mercado de bienes, el mercado de dinero, el
mercado de bonos, el mercado externo y el mercado de trabajo. Como la OA
con pendiente positiva implica desempleo, entonces el punto E indica equili-
brio en los mercados de bienes (IS) y dinero –bonos– (LM), con un mercado de
trabajo que puede expandir el empleo para poder incrementar la producción.

Gráfico 3.7. Equilibrio macroeconómico

Cada punto de la función OA representa las respuestas de las empresas a


las variaciones de precios y producción. Como vimos, a mayores precios las
empresas están dispuestas a ofrecer más mientras sus tasas de ganancias
o beneficios aumenten. Es decir, ofrecen más productos mientras los costos
(salarios) no suban. Pero cuando se alcance el nivel de pleno empleo (la OA se
haga vertical), los costos salariales subirán y las empresas volverán a ofrecer
lo mismo que antes pero a un precio mayor.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


157

LEER CON ATENCIÓN

En otras palabras, si el producto se modifica a partir de una situación

LL de pleno empleo, se sigue el siguiente circuito:


↑ Y (para responder a ↑ DA), → ↑ Nd (para poder producir más) →
Exceso de demanda de factor trabajo en el mercado de trabajo ↑ W
→ ↑ P (para mantener la tasa de ganancia) → ↓ DA → ↓ Y.

Como vimos, el proceso de ajuste se transmite más o menos rápido. Según


la perspectiva clásica se transmite instantáneamente, dado que se supone
pleno empleo. Según la perspectiva keynesiana, se puede transmitir lentamen-
te dado que existe desempleo; por lo tanto, las empresas pueden conseguir
tanto trabajo como deseen al salario vigente. Los costos medios de producción
no varían (o varían de manera no significativa) cuando las empresas incre-
mentan los volúmenes de producción. A medida que la producción aumenta,
el mercado de bienes y de trabajo se va dinamizando y los precios y salarios
empiezan a subir.
La lógica de este modelo es que el equilibrio macroeconómico se determi-
na en el punto en el cual la función DA corta a la función OA. Desde esta pers-
pectiva, la demanda fija el nivel de producción, o, en otras palabras, cuanto
más se estimule la demanda mayor será el crecimiento de la economía. Pero
empezarán a subir los salarios y los precios cuando nos acerquemos al pleno
empleo. Entonces la cuestión clave pasa a ser: ¿cuán lejos o cerca estamos
del pleno empleo? Ya que con alto desempleo el estímulo fiscal o monetario
a la demanda agregada genera aumentos de producto y nada (o muy poco)
de inflación.

LEER CON ATENCIÓN

Desde el punto de vista keynesiano, las empresas ofrecerán todo lo

LL que les sea demandado a los precios vigentes. Todo desplazamiento


de la demanda agregada tendrá pleno efecto sobre el nivel de produc-
ción (o ingreso) y nulo sobre la inflación.

LEER CON ATENCIÓN

En otras palabras, cuando hay desempleo, se sigue el siguiente

LL circuito:
↑ Y (para responder a ↑ DA), → ↑ Nd (para poder producir más) →
Dado el desempleo aumenta la demanda de factor trabajo en el mer-
cado de trabajo sin que haya aumentos de salarios. El aumento de
Empleo ↑ Nd → aumento del efecto multiplicador de las políticas
fiscales y monetarias y se refuerza el aumento del producto. Es decir
el ↑ Y termina con más ↑ Y.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


158

3.2.1. La oferta agregada clásica y la keynesiana


Ya sabemos que la OA se puede enfocar desde dos perspectivas opuestas:
por un lado la OA keynesiana, que supone desempleo, y la clásica, que supo-
ne pleno empleo y donde la única forma de aumentar la oferta de bienes es
ampliando la capacidad instalada. Vimos antes, en los gráfico 3.1 y 3.6, que
la función OA es cada vez más empinada (mayor pendiente) a medida que la
producción aumenta. En efecto, a niveles altos de producción nos acercamos
al pleno empleo y a la plena capacidad, y la OA se hace cada vez más vertical.
Ahora en el Gráfico 3.8 representamos los dos casos extremos para nive-
les bajos de producción (alto desempleo) y niveles altos de producción (pleno
empleo). La oferta agregada keynesiana infinitamente elástica la vemos en el
panel (a) y la clásica perfectamente inelástica en el panel (b). La función de
oferta agregada clásica vertical, implica que la cantidad de bienes ofrecida no
puede modificarse cualquiera sea el nivel general de precios. Por su parte, la
OA horizontal es la OA keynesiana. En este caso existe desempleo y, por lo
tanto, puede aumentarse la producción sin que se incrementen los costos y
también sin que se incrementen los precios. En el panel (a) del Gráfico 3.8
las políticas monetarias y fiscales constituyen un impulso deseable para el
sistema económico. Mientras que en el panel (b) las políticas de demanda
son nocivas, ya que ante las expansiones monetarias o fiscales el producto no
aumenta y solo se produce inflación; los precios pasan de P1 a P2.

Gráfico 3.8. Los casos extremos de la oferta agregada: clásico y keynesiano

Pero ¿cómo es en verdad la función de oferta? ¿Se parece más a la del panel
(b) o se parece más a la del panel (a)?
La respuesta depende de las condiciones en que opera el sistema
económico. Si una economía tiene capacidad ociosa, como el caso argentino
durante los años de la crisis –v. gr.: 2001-2002 o 2018-2019–, existen
márgenes considerables para llevar la economía a la plena capacidad
implementando políticas que estimulan la demanda agregada. Ahora bien,
cuando se llega a la plena capacidad, la forma de ampliar la oferta es a
través de un mayor nivel de inversión y, sobre todo, de una mayor capacidad
industrial o tecnológica del sistema económico.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


159

LEER CON ATENCIÓN

La discusión sobre la efectividad de las políticas de demanda es funda-

LL mental para los economistas y ha dividido opiniones históricamente.


Desde la irrupción del keynesianismo, las políticas intervencionistas
para incrementar el producto vía la demanda han despertado deba-
tes en el ámbito académico y político. Existen –tal como planteamos
al inicio del curso– diversas posiciones teóricas que defienden una
y otra postura. En general, el argumento neoclásico o monetarista
contrario a las políticas keynesianas es que tarde o temprano, o en el
largo plazo, resulta ineficaz cualquier intervención sobre el sistema
económico. Por otro lado, las corrientes poskeynesianas e institucio-
nalistas niegan esta hipótesis y dan variados argumentos a favor de
la política económica intervencionista que promueve la demanda, la
producción y el crecimiento.

El proceso de ajuste del corto al largo plazo

En el largo plazo estamos todos muertos.


J. M. Keynes
Recapitulemos: la OA keynesiana es horizontal y la OA clásica es vertical. Sin
embargo, como ya vimos (gráfico 3.1, 3.6 y 3.7), la función OA tiene pendiente
positiva dado que los costos (salarios) se rezagan respecto de los incrementos
del nivel general de precios. Esto hace que, cuando aumentan los precios,
caigan los salarios reales mientras los salarios nominales no ajusten el por-
centaje que los precios subieron. Es decir, mientras la baja de costos (vía sala-
rios reales) persiste la producción aumenta, pero cuando la baja de costos se
anula por el aumento de salarios la producción vuelve a su punto de partida.
Ahora bien, los economistas neoclásicos introducen la idea de que en el
largo plazo la situación puede ser diferente. Para ellos, luego de que aumen-
taron los precios, los salarios nominales suben igual que los precios, pero
esta suba se da en el largo plazo. Los salarios permanecen rezagados frente
a los precios por un cierto tiempo (corto plazo). Por ende, el análisis neoclá-
sico admite una pendiente positiva de la función de OA, pero en el largo plazo
la OA será vertical, clavada en el nivel de pleno empleo.

LEER CON ATENCIÓN

Para los modelos de inspiración neoclásica, la función de oferta agre-

LL gada a corto plazo puede ser diferente de la de largo plazo. Pero a


largo plazo la OA es vertical.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


160

En el Gráfico 3.9, si la producción supera el nivel Ye (a la derecha de Ye), la


función de OA comenzará a hacerse vertical. Por tal motivo, la función de OA
keynesiana no podrá permanecer mucho tiempo (solo en el corto plazo) hori-
zontal cuando supere el nivel de producción Ye. Es decir, la economía no podrá
permanecer por mucho tiempo con el nivel de producción de la zona A ya que
el incremento de precios reducirá la demanda.

Gráfico 3.9. Las ofertas de corto y largo plazo

En la zona A, los precios no tardarán mucho tiempo en comenzar a aumentar.


Este aumento de precios genera desequilibrios en los mercados. En lo relativo al
mercado de trabajo, los empresarios no encuentran trabajadores disponibles, por
lo tanto deben incrementar los salarios para tentar a los trabajadores ocupados en
Si seguimos la lógica de que los
precios varían por causa de la otras empresas. Si este es el comportamiento general, el salario de la economía
relativa abundancia o escasez, aumenta. Más aún, si los salarios ajustan con los precios en la misma propor-
la zona B es una zona de relati- ción –cosa que ocurre en el largo plazo–, la oferta agregada (OALP) es vertical. No
va abundancia (exceso de oferta)
por lo que se trata de una zona
obstante, en el corto plazo la OA puede tener pendiente positiva, dado que aún
deflacionaria (contraria a la zona los salarios no ajustaron y solo aumentaron los precios. Incluso, cuando es muy
A donde hay exceso de demanda subutilizada la capacidad instalada y hay un alto desempleo, la curva de oferta
y por lo tanto inflación). agregada a corto plazo (OACP) puede permanecer horizontal por un cierto tiempo;
esto último ocurre solo si estamos en la zona B del Gráfico 3.9.

Este nivel de pleno empleo se


corresponde con un nivel de des-
empleo mínimo, dado que siempre
existe un cierto nivel de desem- LEER CON ATENCIÓN
pleo, ya que hay una cierta can-
tidad de trabajadores se encuen- En el corto plazo, o bien se puede recuperar capacidad instalada, o
tra en situación de rotación. Es
decir, acaba de dejar su empleo
(por lo tanto está desempleado)
para ocupar otro, lo cual ocurrirá
LL bien contratar trabajadores al salario vigente y ofrecer mayor canti-
dad de productos sin limitación alguna. En cambio, en el largo plazo,
se completó el proceso de inversión y existe pleno empleo no solo
en breve tiempo. Los economistas de trabajadores sino también de los recursos en general con los que
monetaristas llaman a esta tasa
de desocupación friccional tasa de
cuenta el sistema económico. En ese largo plazo, la función de oferta
desocupación de pleno empleo, y agregada está clavada en el nivel de producción de pleno empleo, Ye,
se calcula en general entre un 4 y cualquier expansión de demanda tiene pleno efecto sobre los pre-
y un 6 % de la PEA, dependiendo cios y nulo sobre la producción.
de la economía analizada.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


161

Ahora bien, entre el corto y el largo plazo, ¿cuánto tiempo pasa?, ¿cómo es la
transición? En el Gráfico 3.10 mostramos los dos casos extremos de la OA: la
clásica, que es vertical, y la keynesiana, horizontal; las mismas que habíamos Un análisis de estas característi-
presentado en el Gráfico 3.9. Pero ahora, además se incorporan una serie de cas puede encontrarse en Case y
funciones intermedias que indican la trayectoria del ajuste seguida entre el Fair (1997: 327) o en Dornbusch,
Fisher y Startz (2014: 69-71),
corto y el largo plazo. La función de oferta agregada a corto plazo, OACP, rota
entre otros.
desde su posición horizontal hacia la izquierda hasta formar un ángulo de
90º, donde se considera que alcanzó el largo plazo. La función OALP es la línea
vertical en el nivel de pleno empleo Ye.

Gráfico 3.10. Ajuste dinámico entre el corto y el largo plazo

La función OA de corto plazo se va inclinando hacia arriba, lo que indica que


en el pasaje del período t = 0 al período t = 1, los precios han aumentado y
la producción es inferior en t = 1 que en t = 0. Este mismo proceso se repite
período a período hasta llegar a la OA de largo plazo en t = ∞, donde solo los
precios han aumentado y la producción ha retornado a su nivel inicial Ye.
Para ver cómo se produce este proceso dinámico de aumento de precios
en el tiempo debemos acudir a ciertos parámetros que nos indican la veloci-
dad del ajuste. En este caso debemos definir un parámetro que llamaremos µ
y que indica la velocidad del ajuste. Al mismo tiempo definimos los niveles de
ingreso o producción real y potencial, y los niveles de precio correspondientes.
Considerando estas variables, tenemos:

Pt = Pt-1 + Pt-1 [µ (Yt – Ye)]

Pt = Pt-1 [1 + µ (Yt – Ye)] (3.2)

donde Pt son los precios del período corriente, Pt-1 los precios del período
inmediatamente anterior al corriente. Yt es el nivel de ingreso o producción
corriente; Ye el nivel de producción de pleno empleo y µ el parámetro de ajuste.
Lo que expresa la ecuación (3.2) es el ajuste que se suscita año a año. Los
precios actuales son iguales a los precios del período anterior más un ajuste.
Este ajuste es un porcentaje µ de la diferencia entre el ingreso corriente y el
ingreso de pleno empleo. Es decir que si Yt = Ye no hay lugar para dicho ajuste.
El parámetro µ indica cuán rápido o cuán lento se pasa del corto al largo plazo.
Es decir, por cuánto tiempo vale la pena estimular la demanda para incremen-
tar la producción, pero sin que dicho incremento se traslade a los precios. El
parámetro µ toma valores entre 0 y 1. Cuando µ está más cerca de 1 es por-

Macroeconomía Alejandro Naclerio


162

que los ajustes se hacen rápido; en cambio, cuando µ está cerca de 0 el ajus-
te es lento y todo desvío de la producción respecto de la producción de pleno
empleo puede mantenerse por largo tiempo. En consecuencia, desde el punto
de vista de la política económica, es fundamental conocer el valor del paráme-
tro µ. Dicho parámetro tiene que ver con la percepción de la situación general
de la economía y con las expectativas sobre la evolución futura de la inflación.
Según los enfoques analizados, si la función de oferta agregada y la deman-
da agregada se intersectan en un nivel de ingreso superior al de pleno empleo,
se desencadenarán una serie de ajustes de salarios y precios que terminará
con incrementos de precios sin que se pueda mantener el nivel de producción
elevado. A pesar de los diferentes enfoques sobre cómo se producen dichos
ajustes, se ha impuesto la idea de que si se alcanza el máximo de capacidad
instalada es difícil que se incremente la producción por la vía de las políticas
de demanda. Respecto de este debate, los economistas que tratan de sinte-
tizar posturas opinan que, a corto plazo, la función de oferta puede ser hori-
zontal o tener pendiente positiva, mientras que en el largo plazo dicha función
es vertical. Por lo tanto, pueden coexistir equilibrios de corto plazo y de largo
plazo. Sin embargo, aquí tampoco hay acuerdo.

3.2.2. El funcionamiento conjunto de oferta agregada-demanda


agregada
Recordemos que, a medida que
el índice de precios baja, suben
A esta altura es importante haber comprendido que son muy diferentes el
los saldos monetarios reales, por mundo (neo)clásico y el mundo keynesiano. Por tal motivo, vamos a realizar
lo que se traslada la LM y el equi- dos análisis gráficos: en primer lugar del sistema clásico, donde los precios
librio monetario se realiza a una ajustan perfectamente con los salarios ante perturbaciones de demanda y
tasa de interés más baja. A esa
tasa más baja aumenta la inver- donde resulta inútil apartarse del equilibrio. Luego pasaremos a otro esquema
sión, la demanda agregada y la más realista, donde no hay ajustes perfectos.
producción. Es decir, la DA (panel En el Gráfico 3.11 tomamos los cuatro cuadrantes del Gráfico 3.4, donde
VI) tiene pendiente negativa.
derivamos la oferta agregada clásica y además incluimos la demanda
agregada derivada en el Gráfico 2.23 de la Unidad 2.
En el cuadrante I se representa el mercado de dinero, donde los saldos
monetarios están divididos por el índice de precios, lo que indica la oferta
monetaria real. En el cuadrante II, el correspondiente equilibrio IS-LM para
distintos niveles de tasas de interés ya que la LM se traslada por la varia-
ción del índice P (no están graficados los traslados). Si en la función DA los
precios bajan a P1, el equilibrio simultáneo del mercado de dinero, bonos y
bienes se encontraría en el punto D1. Para D1 el nivel de precios se ubica en
P1 y en el mercado de trabajo se genera desempleo, ya que los salarios rea-
les son W0 / P1 más altos que los de equilibrio W0 / P0. En el mundo clásico
esta situación de desempleo no puede ocurrir debido a que los salarios y los
precios son perfectamente flexibles, inmediatamente o bien baja el salario
nominal a W1, o bien suben los precios a P0. Con esto recuperamos la situa-
ción inicial de equilibrio con pleno empleo W0 / P0 = W1 / P1, donde para P1
se mantiene el pleno empleo Ne y se produce Ye. Es decir, la oferta agregada
Mismo procedimiento que utiliza- vertical no se mueve de Ye.
mos en el Gráfico 3.4.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


163

Gráfico 3.11. Mecánica clásica

i i I
II

LM

i0

IS
L(Ye)

Y
W/P Ye M Dinero
III
P P0
No (W/P) OA

VI
W0/ P1
E0
P0
W1/P1 = D1
W0/P0 P1 E1

DA

Nd (W/P)
Y
Ne N
Y Y Ye
IV
V
Ye

Atención: en el supuesto caso


de que los precios sean P 1, el
equilibrio debiera estar en E1 con
salarios W1. Para ello la deman-
da agregada debiera desplazarse
45º hacia la izquierda por causa de la
Ne N Ye Y política monetaria, contrayendo M
para mantener inalterado la ratio
M / P. Dado que P bajó, M debe
bajar en la misma proporción para
En el punto E1 la oferta agregada es menor a la demanda agregada. Se verifica mantener fijos los saldos mone-
un exceso de demanda D1E1, situación que también se corrige automáticamen- tarios reales.
te ya que vuelven a subir los precios a P0 y baja la producción hasta Ye. En este
proceso volvemos a un punto de equilibrio E0 o E1 (o a un punto intermedio
entre ambos). Cualquiera sea el punto alcanzado, se ubicará sobre el nivel de
producción Ye, el cual se corresponde con el pleno empleo Ne.
Este ajuste se produce porque los salarios y los precios se mueven juntos,
por lo que no se puede modificar el salario real, y no se puede aumentar la
cantidad de trabajadores porque existe plena ocupación. Ahora bien, decir que
los precios y salarios se mueven en forma diferente y que existe desempleo
es algo más parecido a la realidad que viven muchas economías modernas.
Este caso lo analizamos en el Gráfico 3.12, donde se repite el mismo pro-
ceso que para el Gráfico 3.11, pero ahora construido a partir de la curva de
oferta agregada obtenida en el Gráfico 3.6 (en vez del 3.4). En este caso, la
producción se puede expandir sin tener ni al mercado de trabajo ni a la infla-
ción como limitantes.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


164

Gráfico 3.12. Mecánica con cambios de producción y empleo

M
P0

Señalamos que en el panel III no hemos graficado la oferta de trabajo debido


a que las empresas o las unidades de producción pueden contratar tanto per-
sonal como deseen. A medida que bajan los salarios reales (suben los precios
o bajan los salarios nominales), la productividad marginal del trabajo es mayor
(en el panel III) y, por tanto, aumenta el empleo y aumenta la producción en el
Recordemos que la productivi-
dad marginal del trabajo es la
panel IV. Por ejemplo, cuando los precios bajan de P0 a P1, los salarios reales
función de demanda de trabajo. aumentan de W0 / P0 a W0 / P1, bajando también el nivel de empleo de N0 a
Recomendamos repasar el curso N1 y la producción de Y0 a Y1.
de Microeconomía (Rocha, Padín Si el nivel de producción es Y1 (más bajo que Y0), se observa en la curva de
y García Zúñiga, 2010).
OA que los precios son P1 (más bajos que P0) y viceversa, a mayores precios
(menores salarios) las empresas están dispuestas a ofrecer más producto.
Esto explica la pendiente positiva de la función de OA. Si partimos de un nivel
de empleo N1 con una productividad marginal del trabajo W1 / P1 en el panel
III y, por tanto, un nivel de producción Y1 en el panel IV, entonces llegamos al
La recta de 45º del panel V tras- punto O1 sobre la función de oferta agregada en el panel VI. Si en el panel III
pasa los mismos valores del pro- aumentan los precios de P1 a P0, los salarios reales caen a W0 / P0 y aumenta
ducto Y desde las ordenadas del
panel IV a las abscisas del panel VI. el nivel de empleo a N0, con un nivel de producción Y0 que se ve en el panel
IV, con lo cual llegamos al punto E en el panel VI.
El punto E también indica un punto de equilibrio en el modelo IS-LM, con
una tasa de interés i0 que equilibra los flujos de ahorro e inversión y un nivel de
saldos monetarios reales igual a M / P0, el cual equilibra el mercado de dinero
y bonos. Si partimos del punto E y bajan los precios de P0 a P1, el salario real

Macroeconomía Alejandro Naclerio


165

sube y la oferta agregada se ubica en Y1, correspondiente al punto O1 sobre el


panel VI. Pero también cuando los precios son más bajos se demanda más, ya
que aumentan los saldos monetarios reales y se desplaza la LM hacia la dere-
cha, con una caída de la tasa de interés y un aumento del nivel de producto,
lo cual lleva la economía al punto D1. Es decir, si pensamos por el lado de la
oferta llegamos a O1 y si pensamos por el lado de la demanda llegamos a D1.
En consecuencia, si partimos de un nivel de precios de P1 se genera un exce-
so de demanda, indicado por el segmento D1O1. Luego, la producción ofrecida
por las empresas aumenta, y cuando aumenta la producción también aumen-
tan los precios, y cuando aumentan los precios los saldos monetarios se van
reduciendo y la demanda de bienes es menor. De esta manera, los precios
terminan subiendo hasta P0 y la producción aumenta hasta Y0. Es decir, la eco-
nomía se direcciona hacia el punto E con crecimiento y también con inflación.

Respuesta de la oferta agregada a las políticas de demanda


agregada
En Macroeconomía la oferta agregada es importante porque, según cómo
sea su forma (más aplanada o más vertical), mejor o peor funcionarán las
políticas de demanda agregada (fiscales y monetarias). Hemos presentado
la demanda agregada –resultante del modelo IS-LM, donde operan los mer-
cados de bienes, monetario y de bonos– y la oferta agregada –donde opera
el mercado de trabajo–, así como todos los mercados que operan detrás de
estas dos funciones. En los gráficos 3.11 y 3.12 mostramos las mecánicas
de funcionamiento macroeconómico según sea el caso clásico o keynesiano.
Ahora vamos a aplicar en esta mecánica políticas de demanda agregada y
analizaremos su operatoria.
En el Gráfico 3.13 el equilibrio macroeconómico se encuentra en el punto E.
En el punto E existe equilibrio en el mercado de bienes y monetario y además
estamos en un punto perteneciente a la función de oferta agregada. Sobre
esta última hacemos el supuesto de que tiene pendiente positiva, lo que es
lógico si los salarios se ajustan más lento que los precios o si los empresa-
rios aplican márgenes crecientes sobre sus costos.
Cuando se hace política, se modifican las relaciones explicitadas entre OA
y DA. Las formas de hacer política expansiva para que se incremente el nivel
de producto es, por ejemplo, aumentar el gasto público o bajar los impuestos
(política fiscal), o aumentar la oferta monetaria por medio de operaciones de
mercado abierto del Banco Central (política monetaria). Vimos que tanto la
política fiscal como la política monetaria desplazan a la derecha la función de
DA (gráficos 2.24 y 2.25). Por lo tanto si, por ejemplo, se incrementa el gasto
público o el Banco Central compra divisas para que no se aprecie la moneda
local, la DA se desplaza a DA1. En consecuencia, a los precios P0 e ingreso
Y0, se produce un exceso de demanda. Esto significa que la oferta reacciona
incrementando la producción y los precios hasta que el nuevo equilibrio se
restablece en E1.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


166

Gráfico 3.13. Equilibrio macroeconómico y política de demanda agregada

LEER CON ATENCIÓN

Ante una política de demanda agregada expansiva, aumentan los pre-


LL cios y la producción. ¿Cuál de las dos variables aumenta más? La res-
puesta es: depende.
¿De qué depende? En principio depende de la pendiente de la fun-
La oferta agregada tal como la ción de oferta agregada. Si esta es plana, las políticas de demanda
venimos analizando desde el agregada serán deseables socialmente ya que incrementan la produc-
Gráfico 3.1 es más plana para ción y no incrementan los precios. Por el contrario, si es vertical, solo
niveles bajos de ingreso y más
aumentan los precios y no la producción, y se generan trastornos por
vertical para niveles altos de pro-
ducción más cercanos al pleno el desencadenamiento del proceso inflacionario.
empleo.

En general, se considera a la función de oferta horizontal o con pendiente posi-


tiva como una función de corto plazo, dado que en el largo plazo –cuando se
alcanza el pleno empleo– sería vertical. Sin embargo, nunca se aclara cuánto
tiempo real representa el transcurso entre el corto y el largo plazo. Lo concreto
es que cuando la economía opera con desempleo (involuntario) las políticas
fiscales y monetarias son armas efectivas para incrementar el nivel de riqueza
de la sociedad. Incluso, existen variados ejemplos de sociedades que funcio-
nan con niveles de empleo elevados, siendo el Estado un gran impulsor de la
actividad económica. Es decir, podemos suponer tal como lo hace la corriente
poskeynesiana que el pleno empleo no existe y que siempre se pueden aumen-
tar la cantidad de trabajadores y/o mejorar sus condiciones de trabajo.

PARA AMPLIAR

La corriente poskeynesiana fue presentada en la Unidad 1 y es una

AA importante rama del keynesianismo que propone un activo rol del


Estado y una fuerte redistribución de la riqueza, aprovechando la alta
propensión marginal a consumir de los sectores sociales más pobres.
Para ver bibliografía sobre esta corriente, se recomienda consultar:
Arestis, P. (1996), “La economía pos-keynesiana”, Revista Buenos
Aires. Pensamiento Económico, Nº 2, primavera.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


167

PARA REFLEXIONAR

El gran debate económico es hasta dónde el Estado debe intervenir

PP con sus políticas. Este debate, lejos de ser resuelto, siempre retorna a
la construcción de supuestos y teorías que dan la razón a unos y otros
según su forma de ver el mundo.

3.2.3. Desplazamientos de la función de oferta agregada


La función de oferta agregada, para la visión clásica, implica que las empresas
eligen cantidades de producto cuando reciben los precios determinados en el
mercado. Sin embargo, como en realidad los mercados no son competitivos,
las empresas varían al mismo tiempo combinaciones de precios y cantidades.

LEER CON ATENCIÓN

En los hechos, las fijaciones de precios y los volúmenes producidos

LL son respuestas del conjunto del sistema productivo a la situación


económica.

Existen diversas variables que afectan las decisiones de producción. Algunos


la impactan negativamente y otros de manera positiva. Entre los shocks nega-
tivos podemos mencionar, por ejemplo, un aumento inesperado de los costos,
el estancamiento o las crisis globales y las catástrofes naturales. Entre los
shocks positivos podemos destacar la difusión de las innovaciones tecnológi-
cas, las políticas públicas virtuosas, la inversión en infraestructura, la educa-
ción, el aumento de la población (particularmente, de la población económica-
mente activa). Fundamentalmente, todas políticas industriales o tecnológicas
que procuran el crecimiento económico.

LEER CON ATENCIÓN

Las políticas industriales que aumentan la capacidad de producción

LL y tecnológica del sistema económico son las que trasladan la función


de oferta agregada hacia la derecha.

El debate sobre las políticas industriales


Esta cuestión que involucra a las políticas de estímulo a la oferta agregada, a diferencia
de las visiones sobre las políticas de demanda agregada, encuentra un relativo consenso
entre las diferentes corrientes de pensamiento económico. En todo caso, las corrientes más

Macroeconomía Alejandro Naclerio


168

ortodoxas se alejan de debatir sobre la política industrial, sindicándola como exógena, es


decir, algo que se gesta fuera de las variables de decisión que estudian los economistas, una
cuestión que depende de los ingenieros o tecnólogos. Sin embargo, la política industrial
depende de las capacidades de innovación de las naciones soberanas. Un enfoque clave en
este terreno es la concepción formulada a partir de los sistemas nacionales de innovación
(SNI), que explica en gran medida el éxito de Japón y de las nuevas naciones industriali-
zadas del sudeste asiático y algunos países europeos.
Una amplia bibliografía existe sobre este tema. Un resumen puede encontrarse en
Naclerio et al. (2007), capítulo 15.
Para temas actuales sobre política industrial aplicados a Argentina: Lavarello y Sarabia
(2016).

Si tomamos como punto de partida el hecho de que las empresas fijan en con-
junto producción y precios y que la política industrial estimula la producción,
podemos también considerar que las regulaciones sobre precios importantes
de la economía como salarios y tarifas también tienen efectos significativos
sobre la oferta agregada. Asimismo, una cuestión fundamental de la política
Estímulos a nivel industrial o sec- industrial es el estímulo direccionado a la industria y el nivel de apertura o
torial: créditos subsidiados, apor- protección de la industria a la competencia externa.
tes públicos para incrementar la Al fin de cuentas, la posición de la oferta agregada está influenciada por
capacitación técnica, la competiti-
múltiples variables que exceden a los aspectos macroeconómicos. Sin embar-
vidad, etc. A nivel macroeconómi-
co, los países determinan su nivel go, determinan el funcionamiento de la economía en su conjunto. En este sen-
de protección utilizando diversos tido, vamos a especificar algunas variables que trasladan la oferta agregada
instrumentos públicos, como aran- hacia la izquierda (recesión o impactos negativos) y hacia la derecha (creci-
celes a la importación, política de
miento o impactos positivos). Los efectos de estos traslados se ven en el
tipo de cambio y políticas comer-
ciales en general. Gráfico 3.14. Es importante señalar que los impactos negativos son recesivos
y aumentan los precios, lo que se conoce como estanflación. Por su parte, las
expansiones aumentan el nivel de producto con precios estables (si es que
estos impactos son lógicamente acompañados con políticas de demanda).

Gráfico 3.14. Expansiones y recesiones. Desplazamientos de la oferta


agregada

Macroeconomía Alejandro Naclerio


169

Impactos recesivos
El primero que mencionamos son los costos. Cuando aumentan los costos
para las empresas, estas en general tratan de acomodar sus precios, siempre
que no existan barreras institucionales para poder hacerlo. Existen diferentes
tipos de costos. La mayoría de los costos aumentan al mismo ritmo (aunque
pueden aumentar con algún rezago) que el índice general de precios. El ejem-
plo típico de shock de costos es el de los aumentos repentinos en el precio
del petróleo, los que se han verificado históricamente. En los años 1973-1974
se produce el primer gran shock petrolero y en 1979, el segundo. Ambos
shocks o golpes de mercado se asemejan ya que hicieron más que duplicar
el precio del petróleo en poco tiempo, nivel que mantuvo por un período pro-
longado. Este suceso es de gran importancia para la década de 1970 debido
a que para ese entonces el petróleo era un insumo clave y generalizado del
sector industrial. Gran parte de las tecnologías de producción se basaban y
dependían del petróleo barato. Dado que la gran mayoría de las empresas
usaba petróleo como insumo, al incrementarse su precio, las estructuras de
costos de estas se vieron seriamente convulsionadas. Cuando sus costos
aumentan, las empresas responden subiendo precios y bajando los volúmenes
producidos. La función de oferta agregada en el Gráfico 3.14 muestra que los
respectivos shocks petroleros de los años 1973-1974 y 1979 significaron que
la función OA se desplazara a la izquierda, de OA a OA-1. Obsérvese que, para
los mismos niveles de oferta, el precio exigido por los productores es mayor.
Eso genera un desplazamiento hacia la izquierda y hacia arriba, lo que resulta
en un punto de mayor nivel de precios (inflación) y un menos nivel de producto
(recesión), o sea, estanflación. De acuerdo con el Gráfico 3.14, los productores
estarán dispuestos a poner a la venta la misma cantidad ofrecida solo si el
precio es superior, el precio sube de P0 a Pr.
El desplazamiento hacia atrás de la función de OA también puede deber-
se a una situación de crisis. Por ejemplo, una prolongada situación de rece-
sión, sin intervención pública, influye negativamente en el ánimo de los empre-
sarios. Luego, cae la inversión privada al mismo tiempo que se deteriora la
inversión pública. La infraestructura –como las rutas, los puertos, los edificios
públicos, la provisión de bienes públicos en general– reduce el nivel de capi-
tal de la economía y ello implica que la inversión cae y que la oferta agrega-
da se retrotrae.
En último lugar nos referimos a las catástrofes naturales. Cuando el clima
cambia inesperadamente pueden producirse importantes variaciones negati-
vas en la oferta agregada. Estas situaciones son bastante frecuentes en el
sector agropecuario. Por ejemplo, ante un determinado nivel de precipitacio-
nes (demasiado abundante o sequía) la oferta de granos puede verse limita-
da. En el caso de un país productor y exportador de tales productos como es
el caso de la Argentina, el estado del clima puede influir decididamente sobre
la posición de la función de oferta agregada. Asimismo, un incendio forestal
puede influir negativamente sobre la oferta agregada en países productores
de madera. Otro ejemplo es una guerra que destruye pozos de petróleo, con
el consecuente efecto contractivo sobre la oferta. En fin, todos los sucesos
naturales o provocados por el hombre que destruyen recursos naturales son
determinantes sobre los volúmenes de producción ofrecidos y desplazan hacia
atrás la función de oferta agregada.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


170

El tarifazo en Argentina 2016-2019


A partir de enero 2016, el poder ejecutivo que asumió en Argentina el 10 de diciembre
de 2015 fue implementando una política de actualización tarifaria sin precedentes. Por
ejemplo, los servicios de electricidad en el conurbano bonaerense aumentaron entre el
1.053 % y el 2.388 % de octubre de 2015 al mismo mes de 2018, dependiendo del nivel
de consumo familiar. Para el caso del gas, considerando el mismo período, la factura para
el segmento R1 (el de menor consumo) aumentó el 1.353 %. El servicio de agua tuvo
aumentos que rondaron el 832 %, con servicio medido (siempre considerando hogares
con agua corriente y cloacas) y 554 % para aquellos que no poseen medidor, caso en que
la facturación se realiza en base a la zona y la superficie de la vivienda. Es decir, los ser-
vicios públicos esenciales tuvieron un fuerte aumento nominal, lo cual también se repli-
có en la industria. Es necesario tener en cuenta que estos aumentos, dado un IPC que
varió el 158 % entre los meses indicados, representan un significativo aumento en térmi-
nos reales. Tal como mostramos con el procedimiento de cálculo de los índices de precio
(Unidad 1), podemos calcular la evolución de las tarifas. En la siguiente tabla se muestra
un promedio de aumentos en los gastos tarifarios para los hogares.

Tabla 3.1. Aumento servicios públicos (octubre 2015-octubre 2018)

Electricidad Gas Agua Total Índice de Índice real Aumento Aumento


  en en en gasto total IPC de la tarifa nominal
en pesos real %
pesos pesos pesos en tarifas eléctrica %

Octubre de 33 78 43 154 100 100 100    


2015
Octubre de 666 973 285 1.924 1.249,35 258 484,24 1.149,35 384,24
2018

Fuente: elaboración propia. Para electricidad: Edenor, consumo 238 kWh (R2); para gas natural:
Gas Ban, consumo 75 m3 (R23); para agua y cloacas: AYSA, sin medidor (departamento de 60 m2).

Con estos significativos aumentos ocurren dos cuestiones. Por un lado, se restringe la
demanda agregada, por caída del ingreso disponible dado que existe una sustitución de
gastos entre bienes de consumo hacia el pago de tarifas. Por otro lado, se verifica un grave
problema de oferta agregada dado que los insumos con los que la industria produce se
encarecen significativamente. Todos estos, insumos clave para diferentes sectores indus-
triales. Esta política resultó en alta inflación con recesión. En términos de nuestro análi-
sis, podríamos decir el punto R sobre el Gráfico 3.14.
Numerosos análisis se han venido desarrollando sobre el tarifazo argentino. Los defenso-
res de las actualizaciones tarifarias sostienen la necesidad de eliminar subsidios y de generar
Detrás de este proceso de inver- márgenes adecuados para la inversión y renovación de las redes eléctricas de agua y gas. Los
sión se configura una infraestruc- análisis críticos apuntan a los nocivos impactos sobre la demanda agregada y la desindus-
tura institucional y tecnológica trialización consecuente.
que permite que la economía se
desarrolle. Este tema trasciende
lo que vemos en Macroeconomía.
Sin embargo, en este curso debe-
mos adquirir los conceptos bási-
cos de las teorías de crecimiento Crecimiento del producto
que surgen del análisis visto en
esta unidad. De acuerdo con las teorías de crecimiento en sus diferentes versiones, el
producto aumenta cuando aumenta la dotación de capital por trabajador, lo
que se relaciona con el proceso de inversión.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


171

LECTURA OBLIGATORIA

Blanchard, O. y Pérez Enrri, D. (2011), Capítulos 6, 7, 8, 9, 10,

OO 11, 12 y 13 en: Macroeconomía. Teoría y Política Económica.


Aplicaciones a América Latina, 2da ed., Pearson, Buenos Aires.

El debate sobre los modelos de crecimiento


La teoría neoclásica del crecimiento adopta como punto de partida que la cantidad de
capital por trabajador determina el crecimiento a largo plazo de la economía. Siempre
consideró el aspecto tecnológico (de la industrialización) como algo exógeno que se repre-
senta en una función de producción (como las que graficamos en el panel inferior del
Gráfico 3.3 y las sucesivas). En el largo plazo esa función se podrá ir desplazando hacia
arriba, con lo que generará mayores niveles de producción debido a la mayor dotación de
capital por trabajador. Sin embargo, después de la Segunda Guerra Mundial, y sobre todo
entre 1950 y 1970, las economías desarrolladas presentaron tasas de crecimiento positivas
del producto per cápita, las cuales no se pueden explicar por el aumento de la dotación
de capital. La explicación, evidente, es el progreso tecnológico y el cambio de paradigma
tecnoproductivo que permite un nuevo sistema de producción.
En el terreno de la interpretación (teorías) del crecimiento, la teoría neoclásica igno-
ró el paradigma tecnológico y su consecuente división del trabajo, y solo se centró en
una economía en equilibrio. Sin embargo, a partir de los modelos schumpeterianos
(Schumpeter, 1942) la división del trabajo es un proceso en desequilibrio, donde la resolu-
ción de problemas en el proceso productivo genera aprendizajes tecnológicos y aumentos
en la productividad. El sistema pasa a ser estable gracias a las rupturas de los desequilibrios
que generan las innovaciones. En sintonía con el análisis del desarrollo capitalista de Karl
Marx, Schumpeter estudió la dinámica del capitalismo como un proceso de continua
transformación de las fuerzas productivas y de las relaciones sociales de producción.
El progreso técnico suscita, entonces, una importante variedad de cuestiones que Marx
y Schumpeter puntualizaron. A partir de aquí, varios autores no alineados con el pensa-
miento neoclásico construyen otras interpretaciones alejadas de los modelos de crecimiento
estándar, con progreso técnico exógeno. Particularmente, podemos mencionar a los autores
de los sistemas nacionales de innovación que caracterizan estilos de crecimiento basados
en las instituciones. Otros modelos, también institucionalistas, están basados en la teoría
francesa de la regulación y explican regularidades históricas que fundamentan los saltos de
productividad. Estos modelos tienen ciertamente una inspiración poskeynesiana, tratan
de visualizar las causas del crecimiento, y coinciden en el rol clave de las instituciones y
en la poca fiabilidad de los equilibrios y ajustes públicos estructurales. Al fin de cuentas, el
crecimiento no es el resultado de los ajustes del sistema de libre competencia sino que es el
resultado de la intervención del Estado.

PARA AMPLIAR

Sobre este tema se puede encontrar una extensa bibliografía. Para

AA comenzar se recomienda una amplia lectura sobre los modelos de


crecimiento económico.
Boyer, R. (1988), La teoría de la regulación: un análisis crítico, CEIL-
Hvmanitas, Buenos Aires, pp. 13-94 y 165-169.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


172

Sach, J. y Larrain, F. (2002), Macroeconomía en la economía global,


Prentice Hall, Buenos Aires, capítulos 4, 8 y 19.
Para un resumen de las teorías, ver:
Naclerio, A., De Santis, G. y Narodowski, P., (2007), Teoría y Política
Macroeconómica: Aplicaciones a la Economía Argentina, Edulp, Buenos
Aires. Capítulos 15 y 16.

Como vimos, la inversión es parte de la demanda agregada; por tanto, enten-


demos que para que la economía crezca lo principal es estimular la demanda.
Dicho esto, cuando la demanda agregada aumenta, es indispensable que la
oferta agregada también lo haga, lo cual depende de la política industrial.

LEER CON ATENCIÓN

Mientras las políticas de demanda agregada (monetarias y fiscales)

LL estimulan la inversión, las políticas de oferta agregada (industriales o


tecnológicas) estimulan la forma en que esa inversión se convierte en
mayores niveles de producto.

Entonces, la oferta agregada se traslada hacia la derecha por efecto de la


innovación y el progreso tecnológico: cuando la oferta agregada se desplaza
hacia la derecha es porque los productores están dispuestos a ofrecer un
mayor nivel de producto a los mismos precios. Obsérvese en el Gráfico 3.14
que, ante un impacto positivo debido v. gr. a una innovación en la industria,
al nivel de precios P0, los productores están dispuestos a ofrecer Y+1, que es
un volumen superior a Ye.
¿Por qué las empresas estarán dispuestas a aumentar las cantidades a los
mismos precios? Fundamentalmente por la innovación tecnológica. La innova-
ción provoca el progreso tecnológico, lo que permite producir más con menores
costos. Las nuevas tecnologías –por ejemplo, las tecnologías de la informa-
ción y comunicación (denominadas TIC) y las biotecnologías– permiten que las
empresas puedan gestionarse de manera más eficaz y, de este modo, ampliar
la oferta de productos.

3.3. La relación entre el desempleo, los salarios


y las ganancias
Al derivar la oferta agregada vimos que para que aumente el producto debe
aumentar el empleo. O sea, hay una relación directa que nos indica más
producto-más empleo. Por lo tanto, es lógico pensar en que existe una relación
menos producto-más desempleo. Ahora, ¿por qué hay desempleo? O mejor
dicho, antes de preguntarse por qué hay desempleo, ¿existe el desempleo? La
respuesta (a esta no tan inocente pregunta) es “depende”. ¿De qué depende?
de la teoría que usemos para el análisis.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


173

Como vimos, para los economistas neoclásicos, la economía se encuentra


siempre en niveles de pleno empleo y los salarios reales se ajustan instantá-
neamente a las fluctuaciones en la oferta y demanda de trabajo, evitando así
el desempleo involuntario. Esto se debe a que mantienen la dicotomía pro-
puesta por sus predecesores clásicos entre las variables monetarias y reales.
Los salarios nominales y precios (variables monetarias) se encuentran deter-
minados por la cantidad de dinero existente en la economía y su velocidad de
circulación, y el desempleo (variable real) se produce debido a las fricciones
que implica cambiar de un empleo a otro.
Dicha dicotomía fue cuestionada por la Teoría general de Keynes, quien con-
sidera que, en las economías con predominio del sector industrial, la mecánica
de funcionamiento implica que las cantidades producidas y el empleo varían
ante variaciones de salario real. Esto se debe a que las empresas funcionan
con reservas de capacidad productiva y ante cualquier aumento o disminución
en la demanda responden modificando su producción y el empleo. De acuerdo
con Keynes, la teoría clásica se basa en dos postulados fundamentales: “I. El
salario es igual al producto marginal del trabajo […]. II. La utilidad del salario
cuando se usa determinado volumen de trabajo, es igual a la desutilidad mar-
ginal de ese volumen de ocupación” (Keynes, 1943 [1936]: 17). Estos dos
principios constituyen un disparador clave para Keynes, lo cual fundamenta su
visión del empleo en dos aspectos:

1. Los salarios nominales se encuentran determinados por factores institucio-


nales que son fijos en el corto plazo, y el nivel general de precios se encuen-
tra determinado por estos salarios nominales. A su vez, no se cumple el
principio de la curva de oferta de trabajo mediante el cual la des-utilidad
marginal del trabajo es igual al salario. Por estas razones, no se cumple el Esto se refiere al efecto sustitución
postulado del pleno empleo clásico. Es decir, existe desempleo. entre trabajo y ocio. Las personas
eligen libremente entre trabajar
2. El nivel de empleo está determinado por el nivel de demanda agregada y, y no trabajar (disfrutar del ocio)
por lo tanto, una demanda agregada insuficiente genera desempleo (invo- según el salario que les paguen.
luntario). Luego, las políticas fiscales y monetarias estimulan el nivel de Si el salario es alto optarán por
trabajar, pero si el salario es bajo
empleo (incrementando el producto).
valorarán más el ocio.

LEER CON ATENCIÓN

En suma, existe evidentemente una importante relación entre el

LL nivel de empleo y los salarios. Pero también, al poder modificarse los


salarios por medio de las instituciones, existe relación entre el (des)
empleo y los estímulos fiscales y monetarios. Asimismo, los salarios
son la contracara de la ganancia ya que, al modificarse los salarios, se
modifica la tasa de ganancia o el nivel de utilidades o beneficios de
las empresas.

3.3.1. Las ganancias (o beneficios), los salarios y el empleo


Las economías modernas operan a un nivel de salario real más alto que el
nivel de salario clásico de pleno empleo, tal como dijimos anteriormente en las
explicaciones del Gráfico 3.2, en esta unidad. Se genera, entonces, de acuerdo

Macroeconomía Alejandro Naclerio


174

con la visión keynesiana, un desempleo involuntario. Consecuentemente se


está asumiendo que, para un salario real W0 / P0, el beneficio obtenido por los
empresarios en términos reales es resultado de restar los costos salariales
a la producción:

B = Y – (W / P) N (3.3)

Si lo que determina el producto es el nivel de empleo N y lo demás no se


mueve, entonces aumentando solamente N es posible aumentar Y. Por lo
tanto, la función de producción –ecuación (3.1): Y = F (N,K)– puede expre-
sarse como Y = F (N), donde si N crece entonces crece Y. Si consideramos
rendimientos constantes del factor trabajo, lo que significa que incrementar
el factor trabajo implica aumentos proporcionales en la producción, podemos
postular:

Y = z N (3.4)

donde z es la productividad del trabajo que se supone constante y se define


igual a su producto medio. Luego, sustituyendo la ecuación (3.4) en la (3.3)
y sacando factor común N, tenemos:

B = [z – (W / P)] N (3.5)

Vemos que si el salario real es igual a la productividad marginal del trabajo,


el beneficio es cero. Por lo tanto, como el objetivo fundamental de los
empresarios es obtener beneficios, ellos se ven obligados a pagar salarios
inferiores a la productividad marginal del salario. Analizando la ecuación
(3.5) vemos además que, dado el salario real (W / P) para un nivel bajo de
producción, la productividad z es alta y N es bajo, entonces el beneficio B será
alto. Pero para un nivel de ingreso superior y, por tanto, un nivel de empleo
N más alto, la productividad z será menor y en consecuencia el margen de
beneficio B será menor. En el Gráfico 3.15, el nivel de salario pagado por
los empresarios crece de manera fija a medida que se incrementa el nivel
de empleo, o sea, se pagan más salarios (aunque no salarios más altos a
las mismas personas). En el punto N0 el beneficio B0 es el máximo posible.
Nótese que el segmento MN > TR. Los empresarios no tendrán incentivo para
incrementar el empleo más allá de N0 ya que a partir de ahí disminuirá la tasa
de beneficio obtenida.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


175

Gráfico 3.15. Salario y beneficios

Entonces, desde la lógica empresaria, no aumenta el empleo porque los


empresarios no están dispuestos a aceptar una tasa de ganancia inferior a
MN. La tasa de ganancia baja por dos razones: o bien los salarios nominales
son altos (W1 > W0 en la Figura 3.15), o bien los precios son más bajos. Por
lo tanto, salario real alto significa ganancias bajas. La función de producción
del panel inferior del Gráfico 3.15 supone que la economía depende de la
tecnología empleada, lo que permite alcanzar el máximo de producción en el
punto M; a partir de ahí la función de producción se hace horizontal. La pro-
ductividad marginal, z, a partir de N0, es cero. Es decir, si aumenta el empleo
no aumenta la producción. Por lo que, llegado al punto M, la economía debe
incrementar su capacidad.

Fijación de precios: mark up


Si suponemos de manera realista que los mercados están lejos de funcionar
bajo los patrones competitivos, los precios y los salarios están sujetos a
reglas diferentes de las planteadas por la economía clásica. Los mercados
son, en verdad, imperfectos, lo que se traduce en mercados monopólicos,
oligopólicos o donde no existe transparencia de información, y donde los
(algunos) empresarios tienen capacidad para influir o para fijar ciertos precios.
Desde esta perspectiva, los empresarios establecen un margen sobre los cos-
tos de producción (mark up). Para calcular dicho mark up tenemos en cuenta
que el valor de la producción es el producto multiplicado por los precios (P x
Y). Este valor puede descomponerse en lo que es aportado por el trabajo y
lo que es aportado por los restantes factores productivos. Entonces puede
descomponerse en los costos laborales o masa salarial –lo que se obtiene
multiplicando el salario por el número de trabajadores empleados (W x N)–,
por un lado; y, por otro lado, los beneficios (ganancias) empresariales –que se
obtienen aplicando un porcentaje o margen (mark up) a los costos laborales–.

PY = WN + WN m

Macroeconomía Alejandro Naclerio


176

PY = WN (1 + m) (3.6)

donde m es el margen o mark up que aplican los empresarios a la masa sala-


rial WN. Si utilizamos la ecuación (3.4): Y = z N (donde z era tanto el producto
medio como el producto marginal del trabajo), tenemos:

P z N = W N (1+m)

(3.7)

Una ecuación de precios como


la (3.7) se deriva en Blanchard
y Peres Enrri (2011: 182-189).
LEER CON ATENCIÓN

El precio será mayor no solo cuando el salario nominal W sea mayor,

LL sino también cuando el margen (1 + m) sea mayor. Es decir, los


empresarios son responsables de los aumentos de precios. Para que
los precios sean constantes no tienen que variar ni los salarios, ni el
margen de beneficios, ni el producto marginal del trabajo. Si estas
variables se mantienen invariantes, los empresarios estarán dispuestos
a producir la cantidad de bienes y servicios demandados a los mis-
mos precios. Resulta entonces que la producción depende solo de la
demanda si no se modifica ninguna de las tres variables. Las empresas
producirán todo aquello que puedan vender a los precios vigentes, ya
que los incrementos de producción significarán aumentos de benefi-
cios hasta tanto no se explote toda la capacidad instalada, lo que ocu-
rre en el punto M, que se corresponde con un nivel de producción Y0.

3.3.2. La curva de Phillips


El célebre trabajo empírico de William Phillips, presentado en 1958, consistió
en analizar la relación entre el desempleo y la tasa de variación de los sala-
rios nominales para el Reino Unido en el período 1861-1957. Con datos de
desempleo y variación de salarios para estos 96 años (extenso lapso), obtuvo
una robusta conclusión que revela una relación inversa entre la tasa de des-
empleo y la variación en los salarios nominales. En el Gráfico 3.16 se muestra
el diagrama de dispersión de puntos del análisis econométrico de Phillips.
El objetivo del análisis economé- Analizando la nube de puntos encontrada, se observa que una disminución
trico es describir cómo se com- en la tasa de desempleo está acompañada de un aumento en los salarios
portan los datos cuando se anali-
nominales. Y que un aumento en la tasa de desempleo está asociado a una
zan conjuntamente. El método de
mínimos cuadrados nos permite disminución de salarios. De este análisis se desprende que los aumentos
obtener una función promedio o de salarios se trasladan a aumentos de precios, por lo que la versión que se
descriptiva de la relación inver- difunde de esta relación inversa o trade off es entre desempleo e inflación.
sa o trade off entre las variables.
“Trade off” es una frase verbal que
significa “elegir entre dos efectos”
(no deseados), en este caso: el
desempleo o la inflación.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


177

Gráfico 3.16. Curva de Phillips original

Fuente: Phillips (1958: 283-289).

La curva original de Phillips puede ser representada como sigue:

ΔWt = F (μt-1) (3.8)

donde ΔWt = Δ(Wt+1 – Wt / Wt), es decir, la variación porcentual del salario


nominal; además F es una función con pendiente negativa.

LEER CON ATENCIÓN

La curva de Phillips es una relación que se infiere de una regulari-

LL dad empírica. Muestra que, a medida que los salarios nominales cre-
cen, también crece la tasa de desempleo. Por lo que, si se desea que
la tasa de desempleo baje, solo es posible hacerlo si sube la inflación
de salarios.

Si suponemos que existe mark up fijo, o sea que, tal como muestra la ecua-
ción (3.7), los precios aumentan indefectiblemente si aumentan los salarios
ya que los empresarios no resignan su tasa de ganancia, la ecuación (3.9)
puede escribirse como:

ΔPt / Pt-1 = πt = F (μt-1) = – ϕμt-1 (3.9)

donde πt es el aumento porcentual del índice de precio, o dicho de otra forma:


la inflación. Esta regularidad empírica, encontrada por Phillips en el Gráfico
3.16 para la economía británica, se verificó en un gran número de países
durante los años 1960 y pone de relieve un importante dilema de política entre
dos patologías macroeconómicas: inflación versus desempleo.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


178

LEER CON ATENCIÓN

El principio que plantea la curva de Phillips es que si hay inflación y

LL desempleo las dos cosas juntas no se pueden bajar. Hay un trade off
entre ambas variables.

La relación de Phillips se consolidó como teoría muy robusta hasta que en la


década de 1970 aparecieron nuevas investigaciones que mostraron que la
inflación y el desempleo se mueven conjuntamente en gran parte de los paí-
ses industrializados. En este sentido, el premio nobel Milton Friedman (1977),
utilizando datos de la economía estadounidense de entre fines de los años
1960 y principios de 1970, verificó una relación levemente positiva entre el
crecimiento de los salarios y la tasa de desempleo. Una de las explicaciones
de este hecho (de aumento conjunto de la inflación y el desempleo) fue que la
curva de Phillips se trasladó hacia arriba durante ese período.
En el Gráfico 3.17 se representan dos curvas de Phillips. Si tomamos CP1
vemos que a lo largo de esta función, cuando hay deflación (π negativo), sube
la tasa de desempleo, μ, y viceversa, cuando hay inflación baja la tasa de
desempleo. Si nos paramos en el punto B la tasa de inflación es πB y la
de desempleo es μB, pero si sube la tasa de inflación a πA, entonces la tasa de
desempleo baja, μA. O sea, el recorrido del punto B al A (y viceversa) explica
el trade off de la curva. Si por ejemplo πA es el 10 % y πB es el 8 %, mientras
que μA es el 5 % y μB es el 7 %, entonces se pueden elegir combinaciones
de: inflación del 10 % y desempleo del 5 % (punto A) o inflación del 8 % pero
con desempleo del 7 % (punto B). Es decir, no se puede elegir el mejor de los
escenarios, que sería inflación del 8 % y desempleo del 5 %.

Gráfico 3.17. Traslados de la curva de Phillips

En el Gráfico 3.17 también observamos un traslado de CP1 a CP2. Este despla-


zamiento señala un movimiento diferente al trade off indicado entre los puntos

Macroeconomía Alejandro Naclerio


179

A y B. La causa del cambio de posición de la función es la introducción de


las expectativas. En efecto, las variables explicadas por la curva –inflación y
desempleo– se relacionan inversamente considerando como exógena a todas
las demás variables, es decir se adopta el supuesto de que la inflación y el
desempleo se relacionan, ceteris paribus el resto de las variables. En tal senti-
do, CP1 y CP2 están diagramadas ceteris paribus las expectativas, en particular
se considera como invariables a las expectativas de inflación. Este hecho tiene
una fuerte implicancia en el razonamiento de la curva de Phillips. Al aumentar
la inflación (por la baja del desempleo) ocurre que las expectativas de inflación
se modifican. Dado que las personas conforman sus expectativas a partir de
la observación, entonces es de esperar que, si observan que la inflación es
más alta, corrijan sus expectativas de inflación al alza; es decir, con más infla-
ción las personas esperan inflación más alta. A partir de aquí surgen diversas
interpretaciones que emergen de la forma de considerar las expectativas.

LEER CON ATENCIÓN

El postulado que modifica el razonamiento de la curva de Phillips

LL es que, cuando se introducen expectativas de inflación, esta se trasla-


da porque con inflación más alta las personas esperan más inflación.

La interpretación de la curva de Phillips


La curva de Phillips plantea un típico problema de “manta corta”: si quiero
bajar la inflación, aumenta el desempleo; y si quiero bajar el desempleo, aumen-
ta la inflación. El hacedor de política se enfrenta a este dilema y elige cuánta
inflación y cuánto desempleo la sociedad deberá tolerar. Por ejemplo, puede Son aquellos que toman las deci-
elegir el punto A (con alta inflación y bajo desempleo) o el B (con baja inflación siones ejecutivas y legislativas de
y alto desempleo), pero no baja inflación y bajo desempleo al mismo tiempo. política económica. Pero, en rigor,
los ministros, secretarios, subse-
Sin embargo, a pesar de esta limitante, existe margen para actuar bajando
cretarios del área de economía y el
el desempleo mediante políticas de demanda agregada. La investigación de presidente y directores del Banco
Phillips fue muy minuciosa y puso de relieve la intervención del Estado para Central, son los funcionarios res-
aumentar el nivel de empleo. Para ello analizó diferentes circunstancias en ponsables que están directamente
involucrados con las decisiones de
las cuales las políticas activas para bajar el desempleo eran más eficaces (ver políticas que bajan el desempleo
siguiente recurso “Texto aparte”). y/o la inflación.

Interpretación original de Phillips


En el artículo original de la curva de Phillips (Gráfico 3.16), el autor plantea tres efec-
tos que dominan la relación entre la tasa de variación del salario nominal y el desempleo
durante el período analizado.
El primer efecto verifica que cuando la demanda de trabajo es alta y el desempleo es
bajo, la tasa de salario se incrementa rápidamente, debido a que en cada firma y en cada
industria están dispuestos a ofertar un salario un poco por encima del vigente para atraer
a los trabajadores a sus firmas e industrias. Por otra parte, cuando la demanda de trabajo
es baja y el desempleo alto, los trabajadores son renuentes a ofrecer sus servicios a una
tasa menor que la vigente, lo que hace que la tasa de salarios disminuya lentamente. Por
lo tanto, para Phillips la relación entre el desempleo y la tasa de variación de los salarios

Macroeconomía Alejandro Naclerio


180

nominales no es lineal sino que los salarios nominales suben fácilmente pero no bajan de
la misma manera.
El segundo efecto que el autor menciona como determinante de la tasa de variación de
los salarios nominales es la variación de la demanda de empleo para un nivel de desempleo
dado. Es decir, los salarios crecen más rápidamente si la demanda de trabajo viene crecien-
do para un nivel dado de desempleo que si la demanda de trabajo se mantiene estable.
El tercer elemento se refiere a ciertos períodos excepcionales en los cuales se afecta
la tasa de incremento del salario nominal por diversas razones. Por ejemplo, cuando los
precios de las importaciones (insumos masivos, alimentos, etc.) aumentan debido a v. gr.
una devaluación, lo que implica una alta inflación –sin que inicialmente se modifique el
desempleo– hasta que se sustituyan los bienes importados. Otro ejemplo que distorsiona la
relación son los acuerdos de precios y los distintos niveles de organización de los trabajadores
y empleadores, lo que depende de circunstancias históricas y políticas específicas.

Luego de introducir las expectativas en el análisis de Phillips, las interpreta-


ciones sobre el impacto de las políticas monetarias y fiscales en el nivel de
empleo se ajustan a los enfoques teóricos. Estos difieren en su metodología
y, fundamentalmente, en los supuestos sobre los comportamientos de los
agentes económicos que participan del mercado de trabajo, contratan trabaja-
dores y fijan precios. En este sentido podemos resumir tres interpretaciones:
keynesiana, monetaristas y nuevos clásicos.

Interpretación keynesiana
Keynes elaboró su teoría de la ocupación en un contexto de desempleo masi-
vo y subutilización de la capacidad instalada. En estas condiciones el ajuste
entre la oferta y la demanda en los diferentes mercados no se produce vía
precios, como señalan los autores (neo)clásicos, sino vía cantidades dado
que para Keynes los precios son rígidos a la baja. De esta manera, en caso
de insuficiencia en la demanda en el mercado de bienes, el exceso de oferta
no provocará un descenso de los precios sino una baja en la producción y,
consecuentemente, más desempleo. Sin embargo, la rigidez de los precios a
la baja en un contexto de depresión no significa que no puedan aumentar en
un contexto de crecimiento. Es decir, cuando la demanda agregada es insufi-
ciente habrá desempleo, capacidad ociosa y menos producción, pero cuando
hay exceso de demanda habrá inflación. Por tanto, para Keynes la tasa de des-
empleo actúa como variable explicativa del incremento salarial: cuando la tasa
de desempleo es baja (o tiende a disminuir), a las empresas les resulta difícil
encontrar a los trabajadores que demandan, lo que lleva a que aumenten los
salarios que están dispuestas a pagar y, en consecuencia, existen presiones
inflacionarias. Inversamente, durante los períodos de crisis recesivas, cuando
aumenta significativamente el desempleo, es difícil encontrar trabajo para los
obreros y empleados expulsados de las fábricas y empresas. En un escenario
así, las empresas pueden cubrir sus necesidades sin aumento de salarios, lo
que provoca una disminución en la tasa de inflación. Por lo tanto, cuando hay
depresión económica las políticas de demanda agregada tienen éxito en la
baja del desempleo y no sube la inflación.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


181

LEER CON ATENCIÓN

La interpretación keynesiana indica que es posible bajar el desem-

LL pleo sin aumentar de manera significativa la inflación, sobre todo en


épocas de crisis.

Monetarista (expectativas adaptativas)


Hacia fines de la década de 1960 y principios de la década de 1970, Milton
Friedman (1968) y Edmund Phelps (1967, 1972) reinterpretan desde un punto Los trabajos originales citados
de vista monetarista la relación entre inflación y desempleo. Dichos autores constituyen un punto central de
señalan que lo que importa –tanto para los trabajadores como para las empre- la teoría monetarista. Para una
comprensión de los fundamentos
sas– es el salario real y no el salario nominal. A partir de aquí, cambian el teóricos de estos trabajos: Mankiw
sentido de la causalidad interpretada por los keynesianos: no es más la tasa (2015: 489-512) o Mankiw (1994:
de desempleo la que determina los salarios nominales y la tasa de inflación, 388-422).
sino que son los salarios reales los que determinan la tasa de desempleo. Por
lo tanto, el desempleo es culpa de las rigideces institucionales que impiden
la baja del salario nominal, es decir, es culpa de los sindicatos, las leyes de
salario mínimo, etc. Entonces, para reducir el desempleo se debe provocar
una baja en el salario real. Si el salario nominal no se puede disminuir, la baja
en el salario real se dará por una mayor tasa de inflación. De esta manera,
la inflación, al reducir los salarios reales, estimula la contratación por parte
de las empresas y disminuye el desempleo. En el caso contrario (deflación),
la disminución en los precios producirá un aumento en los salarios reales
pagados por las empresas y estas tenderán a disminuir su personal elevando
la tasa de desempleo.
Sin embargo, el efecto del aumento en los precios sobre los salarios reales
y, consecuentemente, sobre el empleo es solo transitorio. Cuando los asala-
riados se dan cuenta que ha disminuido el poder de compra de sus salarios
reaccionan reduciendo su oferta de trabajo o exigiendo un aumento en sus
salarios nominales, de manera de compensar la caída en el salario real. En
cualquiera de las dos situaciones, el salario real y el empleo vuelven a su nivel
anterior. De esta manera, el trade off entre inflación y desempleo existe sola-
mente en el corto plazo, ya que a más largo plazo la curva de Phillips se vuel-
ve vertical, o sea, la tasa de desempleo no depende de la tasa de inflación, lo
cual se representa en la CP de largo plazo del Gráfico 3.18.

Las expectativas adaptativas


La regla que siguen los monetaristas para explicar las expectativas se puede expresar como:
ΔWt = F(μt-1) + ΔPet, donde ΔPet son las expectativas en t – 1 sobre los precios en el perío-
do t. Este mecanismo de formación de precios por expectativas adaptativas implica que
las expectativas se forman tomando en cuenta las inflaciones pasadas en un promedio que
pondera menos a medida que nos alejamos del presente. Es decir:

Pet = λ Pt-1 + λ(1 – λ)Pt-2 + λ(1 – λ)2 Pt-3 + … 0 < λ > 1

Macroeconomía Alejandro Naclerio


182

De esta forma, las expectativas no se ajustan a la nueva información sobre los cambios en el
nivel de precios de una manera plena, sino que lo van haciendo gradualmente y en forma
asintótica a medida que pasan los períodos; esto trae como consecuencia una subestimación
sistemática de la inflación.

La curva de Phillips con expectativas adaptativas se puede observar en el


Gráfico 3.18, donde, partiendo de una situación como A, el Banco Central hace
política monetaria para bajar la tasa de interés, lo que implica según estos
autores (Friedman, 1968, y Phelps, 1967 y 1972) una cantidad de dinero
superior a lo que la gente desea.

Gráfico 3.18. Curva de Phillips de corto plazo y de largo plazo

La política de baja de tasa de interés por la vía de inyección de dinero genera


que las personas demanden más liquidez. Al comienzo los productores van
incrementar el producto y el empleo más que los precios, debido a que espe-
raban (al igual que los asalariados) una tasa de inflación estable; entonces,
la economía se mueve a través de la curva de Phillips de corto plazo (CP1) a
una situación tal como la representada por el punto B, donde se verifica un
desempleo menor. En un período más largo, los salarios nominales se ajustan
para recuperar el salario real de equilibrio de largo plazo en función de la nueva
tasa de inflación. De esta forma, la economía no se dirige a la situación inicial
sino al punto C, donde la tasa de desempleo es la tasa natural (μ*), pero la
tasa de cambio de los salarios nominales y los precios se incrementaron.

La tasa natural de desempleo


El concepto de tasa natural de desempleo (Friedman, 1968) indica aquella tasa que se
corresponde con el equilibrio general macroeconómico. Un concepto análogo sobre la tasa
de desempleo de largo plazo es la tasa NAIRU (en inglés: Non Accelerating Inflation Rate of
Unemployment; traducido como: tasa de desempleo que no acelera la inflación), tasa que
hace que las imperfecciones del mercado no generen cambios en la tasa de inflación. La tasa
natural de desempleo es un tema de debate que defienden los economistas ortodoxos mone-
taristas y que atacan los economistas heterodoxos de origen institucionalista y keynesiano.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


183

Esta interpretación monetarista sostiene, en definitiva, que la política de


demanda solo funciona en el corto plazo, y que en el largo plazo cualquier inter-
vención sobre el gasto público o sobre la tasa de interés se traduce en más
inflación. Como crítica a la interpretación monetarista de la curva de Phillips
se puede decir que esta pierde sentido cuando debe sostener, por ejemplo,
que las altas tasas de desempleo registradas en periodos de depresiones
económicas prolongadas obedecen a un error en las expectativas de inflación
que utilizan los agentes económicos en el momento de negociar salarios.

Nuevos clásicos (expectativas racionales)


Los principales exponentes de los denominados nuevos clásicos son Robert
Lucas Jr., Thomas Sargent y Neill Wallace, quienes consideran que el menciona-
Para una visión del enfoque de
do trade off entre inflación y desempleo no existe ni a corto ni a largo plazo en
expectativas racionales donde se
una economía con perfecta información. Estos autores parten de la premisa de exponen los fundamentos de los
que se deterioran los salarios reales solamente en el caso de que la inflación trabajos de los autores citados,
no sea correctamente anticipada. Si las expectativas son racionales y la informa- ver Willes (1983).
ción es perfecta, los trabajadores introducirán en los convenios salariales por-
centajes de aumentos programados de antemano según sus expectativas sobre
la inflación, que serán iguales a la inflación observada con perfecta información.

¿Qué significa “expectativas racionales”?


Un individuo racional va actuar a favor de su interés propio tomando en cuenta la infor-
mación apropiada para ello. Cundo hay expectativas racionales la sociedad es una sumato-
ria de individuos racionales que saben analizar los datos de la política económica a favor de
su propio beneficio. Por eso, de acuerdo a esta perspectiva, si los gobiernos intentan enga-
ñar, entonces las personas racionales se adelantan al engaño y dejan sin efecto esas polí-
ticas. La hipótesis de que los agentes económicos forman sus expectativas sobre el futuro
de las variables económicas de manera racional fue propuesta por Muth (1961), aunque
adquirieron relevancia por los trabajos de Lucas (1973) y Sargent y Wallace (1975).
De manera general, la hipótesis de expectativas racionales significa que los agentes
pronostican el futuro de manera de minimizar sus errores de pronóstico, tomando en
cuenta la información sobre la que disponen y el costo de las decisiones. Esto no implica
que los agentes no se equivoquen, sino que no lo hacen en forma sistemática o, dicho de
otro modo, que no comenten errores evitables en función de la información disponible.
Los supuestos que se realizan para modelizar este tipo de expectativas en Macroeconomía
se basan en que los costos de decisión son despreciables y en que los agentes conocen
perfectamente la estructura o el modelo de la economía, excepto ciertos términos de per-
turbación. Este último supuesto es el más irreal y controversial de todos.
El concepto de expectativas racionales es muy criticado por varios autores que se focalizan en
la forma de argumentar en economía (o epistemología económica). La crítica más devastadora
es sobre el rol de los supuestos. Es decir, “expectativas racionales” constituye un supuesto muy
fuerte que desvirtúa la argumentación en un sentido que se falsea la realidad para llegar a un resul-
tado, sin tener en cuenta que ese resultado se puede alcanzar por otras vías menos forzadas. Por
ejemplo: si suponemos expectativas racionales entonces la política de demanda solo genera inflación.
Este enunciado clave muestra un resultado cierto: hay inflación. Pero también un supuesto falso:
expectativas racionales. Las críticas a este argumento dicen que no es por una razón falsa que se
da una conclusión verdadera (inflación), sino que la inflación puede obedecer a otras múltiples
causas tales como: monopolios, oligopolios, limitantes estructurales, devaluaciones, etcétera.
Para un enfoque crítico sobre la cuestión epistemológica de las expectativas racionales,
véase Meller (1978).

Macroeconomía Alejandro Naclerio


184

Durante la década que comenzó en 1970, gran parte de los países centrales
sufrieron estanflación, lo que significa que simultáneamente se verifica: más
inflación, más desempleo y recesión. Esto hizo que la relación entre inflación
y desempleo se desestimara y que la mayoría de los países asignaran a la
política monetaria el objetivo de luchar contra la inflación. Mientras que los
problemas de desempleo serían resueltos en los respectivos mercados de
trabajo.
Tomando estos hechos, los nuevos clásicos rechazan la curva de Phillips
y se focalizan en los problemas de información y expectativas. Parten de la
siguiente hipótesis: si los productores tuvieran información perfecta, aumen-
tarían su producción ante un incremento en el precio relativo de su producto
y la mantendrían constante ante un incremento en el nivel general de precios,
lo cual mantiene constante el ingreso real al nivel de su tasa natural.
Téngase en cuenta que la tasa
natural de desempleo (o NAIRU)
coincide con el nivel de empleo LEER CON ATENCIÓN
de pleno empleo y con el nivel
de producto potencial, el cual se En consecuencia, como los agentes económicos tienen expectativas
alcanza con pleno empleo y uti-
lización plena de la capacidad
instalada.
LL racionales, anticipan sus decisiones de fijación de precios, de sala-
rios y demás contratos cada vez que el gobierno modifica las reglas
monetarias y fiscales que alejan a la economía de la tasa natural de
desempleo. Es decir, en un mundo de agentes racionales con perfecta
información no se puede bajar el desempleo –el cual siempre está en
su tasa natural–, y cualquier política de demanda (monetaria y fiscal)
solo genera inflación y ni siquiera en el corto plazo logra aumentar
el producto y el empleo.

De esta manera, la oferta agregada de los nuevos clásicos depende de dos


factores: por un lado, de la acumulación de capital y el cambio poblacional y,
por el otro, de un componente cíclico que obedece al cambio en los precios
relativos que determinan los comportamientos sectoriales, los cuales pue-
den incrementar el volumen de oferta de un sector respecto de otro, pero no
modificar el volumen de oferta en el agregado. La siguiente ecuación refleja
este comportamiento:

Yt = Y + α (Pt – EPtt-1) (3.10)

donde Yt es la oferta agregada en el período t; Y es el promedio normal de ofer-


ta de la economía o componente secular; α es una constante positiva; Pt es
el nivel general de precios en t y EPtt-1 son las expectativas racionales sobre el
nivel general de precios en t con la información disponible en el período t – 1.
De la misma manera se podría hacer una función que explique la inflación a
partir del desempleo corregido por expectativas racionales, lo que significa
que el desempleo no se puede mover de su tasa natural. En el Gráfico 3.18
significa que el desempleo permanece en μ* y lo único que se modifica es la
tasa de inflación, π.
Vista por el lado de la curva de Phillips, la tasa natural o desempleo de
pleno empleo μ* indica una posición del nivel de empleo (y, por lo tanto, de la
producción = ingreso) inamovible que solo modifica la tasa de inflación. Esta
situación se muestra en la ecuación (3.11)

Macroeconomía Alejandro Naclerio


185

μ* = πt – α (πt – Eπtt-1) (3.11)

donde πt = Pt – Pt-1 / Pt-1 y Eπtt-1 es la expectativa de inflación para el período t


conformada de manera racional en t – 1. Dado que cuando hay expectativas
racionales πt = Eπtt-1, ya que todos los agentes económicos anticipan
racionalmente la tasa de inflación, entonces μ* = πt.

LEER CON ATENCIÓN

Como resultado del enfoque de expectativas racionales, no hay nada

LL por hacer para modificar el desempleo y su consecuente inflación de


pleno empleo (NAIRU). Si algo se hiciese solo aumentaría la infla-
ción. Ese algo son la política fiscal y la monetaria que, según los enfo-
ques keynesianos, resultan indispensables para salir de la crisis y man-
tenerse en niveles altos de empleo.

PARA REFLEXIONAR

¿De qué depende, entonces, la intervención del Estado para estimu-

PP lar la demanda?

LEER CON ATENCIÓN

Principales conceptos de la Unidad 3

LL En esta tercera unidad a partir de estudiar la oferta agregada y el rol


clave que, en su determinación, cumple el mercado de trabajo y el
nivel de empleo, vimos los efectos y las restricciones que tienen las
políticas fiscales y monetarias para aumentar el producto. Mientras
que los salarios reales son un costo para los enfoques neoclásicos y
monetaristas, para los enfoques keynesianos resultan un motor de
expansión. Tal situación puede reflejarse en los diferentes equilibrios
que obtenemos variando los parámetros de determinación de las fun-
ciones de oferta agregada y demanda agregada. Por otro lado, en un
esquema dinámico de largo plazo, las políticas de demanda generan
el marco adecuado para el desarrollo económico originado en políti-
cas industriales que generan aumentos de productividad. Estas polí-
ticas impulsan el progreso tecnológico y son mostradas con los des-
plazamientos hacia la derecha de las curvas de oferta agregada. O sea,
la economía se expande porque se desplaza la demanda (política fis-
cal y monetaria), pero también porque se desplaza la oferta (política
industrial y/o tecnológica).

Macroeconomía Alejandro Naclerio


186

Las críticas a la intervención del Estado renovadas por los enfoques


monetaristas advierten que, al alejarse del sistema de competencia y de
ajuste de precios por culpa de los desajustes fiscales y monetarios, se des-
conecta a la economía de lo que para ellos es el único y mejor mecanismo
de conducirnos a una situación “natural” de pleno empelo. Sin embargo,
varios países, sobre todo a partir de la posguerra, han utilizado las políti-
cas de demanda y las planificaciones industriales como poderosas herra-
mientas públicas que permitieron a los sistemas económicos salir de las
crisis y mantenerse en altos niveles de empleo y producción. El debate
continúa hoy y, dependiendo de quién cuente la historia, los parámetros
que determinan los resultados de las políticas son de una u otra manera.

LECTURA OBLIGATORIA

Dornbusch, R., Fischer, S. y Startz, R., (2014), Capítulos 5 y 6 en:

OO Macroeconomía, Mc Graw-Hill, 12ma edición, México.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Lavarello, P. y Sarabia, M. (2016). “La política industrial en la Argentina durante la
década de 2000”, Working Paper, Oficina CEPAL, Buenos Aires.
Naclerio, A., De Santis, G. y Narodowski, P., Capítulos 11, 12, 15 y 16 en: Teoría
y Política Macroeconómica: Aplicaciones a la Economía Argentina, Edulp, Buenos Aires.

1
KK a. A partir de un gráfico OA-DA con ejes precio (P) e ingreso (Y),
indique cómo se modifica el equilibrio en respuesta a una política
fiscal y en respuesta a una política monetaria.
b. Haga el mismo ejercicio que en el punto a, considerando: OA verti-
cal, OA horizontal, y comente ambos resultados.

KK A partir de un gráfico OA-DA con ejes precio (P) e ingreso (Y), indique
cómo se modifica el equilibrio en respuesta a una mejora de las capaci-
dades tecnológicas.

3. Curva de Phillips

KK a. Invente valores para la siguiente ecuación π t=-øµt-1. Graficar y


comentar.
b. Invente valores para la siguiente ecuación µ*=πt – α(πt – πt-1).
Graficar:
• Considerando expectativas adaptativas.
• Considerando expectativas racionales.
• Explique las diferencias entre ambas.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


187

Introducción a la macroeconomía
en economías abiertas

Objetivos
Se espera que al finalizar esta unidad el estudiante pueda:
•• Identificar los principales conceptos de la macroeconomía en economías
abiertas, tema que se profundiza en los cursos de Macroeconomía avanza-
da y de Desarrollo Económico.
•• Entender cómo funciona el mercado cambiario y el rol del Banco Central
como regulador del mercado de divisas.
•• Analizar el efecto de las políticas monetarias y fiscales cuando actúa el
sector externo.
•• Aplicar los modelos de OA-DA, incluyendo la cuenta corriente en el caso
argentino cuando existe limitación externa o faltante de divisas y alto
desempleo.
•• Comparar los ajustes automáticos de mercado con las devaluaciones (o
depreciaciones) y ver cómo las políticas fiscales y monetarias actúan en
una economía perfectamente abierta al mercado de capitales.
•• Caracterizar a la economía argentina, para lo que se utilizarán varios ejem-
plos históricos que muestran el desempeño económico signado por las
limitaciones que impone el resultado en divisas (dólares) de la balanza de
pagos.

4.1. El mercado cambiario. Ajuste de reservas


internacionales o de tipo de cambio
La moneda extranjera se negocia en el mercado cambiario. El tipo de cam-
Recordemos el balance del Banco
bio resultante mide a cuánto se cambia una unidad monetaria local por otra Central: su principal activo son las
extranjera; por ejemplo, a cuánto se cambia un peso de un país latinoameri- reservas internacionales y el prin-
cano por un dólar estadounidense. Por otro lado, estos intercambios tienen cipal pasivo es el circulante. Ver
influencia sobre la cantidad de dinero que circula en la economía, así como Unidad 2 (subapartado 2.4.2).
sobre la composición de activos y pasivos que se establecen en el Banco
Central, o sea, sobre las reservas internacionales de oro y divisas y la base
monetaria.
Las empresas y personas que importan bienes del resto del mundo deman-
dan divisas para pagar su compra en moneda extranjera, mientras que los expor-
tadores venden o liquidan divisas a cambio de moneda local. Estas son las
dos razones primarias por los cuales se compran y venden divisas (dólares). En esta carpeta, vamos a consi-
Sin embargo, hay otros motivos por los cuales se compran y venden dólares. El derar dólares (estadounidenses)
más importante de ellos, en países como la Argentina, son la especulación o el como valor representativo de las
divisas.
motivo ahorro. La gente compra (vende) dólares cuando piensa que el billete verde

Macroeconomía Alejandro Naclerio


188

se va a revalorizar (desvalorizar) frente al peso. En otras palabras, los especulado-


res se pasan del dólar al peso o del peso al dólar con el único objetivo de ganar
una renta financiera. Compro dólares a $ 50 y espero que valga 75 para vender.
Si esto ocurre, estaré ganando $ 25 por cada dólar (ganancia del 50 %).
Más allá de los motivos para comprar o vender divisas, existe una oferta de
divisas y una demanda de divisas. Cómo en todo mercado, cuando la oferta
es abundante respecto a su demanda el precio tiende a bajar; contrariamente,
cuando la demanda es mayor a la oferta, las cantidades de divisas tranzadas
se tornan escasas y su precio tiende a subir. Este precio es el tipo de cambio,
variable clave sobre todo para la economía Argentina.

El dólar estadounidense: su influencia en la economía Argentina


Infinidad de veces hemos escuchado la tan controversial pregunta: ¿cuánto vale el dólar?
O, más audazmente, ¿a cuánto se va a ir el dólar? Esta cuestión toma una dimensión muy
significativa en la historia argentina, dado que el conjunto de las variables macroeconó-
micas se mueven en relación con el dólar (o, para ser, precisos en relación con el tipo de
cambio entre el peso argentino y las divisas internacionales). No se modifican las conclu-
siones si, por el momento, dejamos de lado la precisión y hablemos del dólar: ¿por qué
es importante saber qué pasa con el dólar? La primera respuesta, clave, es que si sube el
dólar suben los precios. Es decir, cuando el peso se debilita en relación con el dólar hay
Si la cantidad de pesos necesarios inflación, a la cual denominamos inflación cambiaria. ¿Por qué hay inflación cuando
para adquirir un dólar estadouni- sube el dólar? Principalmente porque suben los precios de los bienes importados (tanto
dense va en aumento, entonces
la moneda doméstica se está
de consumo como de inversión, y también de los insumos) y los exportadores van a pedir
devaluando. La moneda local se en el mercado interno al menos el mismo precio que cobran por exportar, con lo cual los
deprecia si el movimiento se rea- bienes y servicios exportables también aumentan. A su vez, el resto de los precios de los
liza dentro de un sistema de tipo bienes y servicios (que no son exportables y que no dependen de precio de las importa-
de cambio flotante o se devalúa ciones) aumentan, dado que los formadores de precio (sobre todo en Argentina) quieren
si el movimiento se realiza dentro
perder terreno en relación con el dólar.
de un sistema de tipo de cam-
bio fijo. Si ocurre lo contrario, es Por último, en determinados períodos (sobre todo de crisis) hay inflación no porque
decir, si cae la cantidad de pesos sube el dólar sino porque se piensa que este va a subir. Ante las expectativas devaluatorias
necesarios para adquirir un dólar, los agentes económicos se cubren y aumentan los precios.
se dice que la tasa (o tipo) de
cambio baja o que se aprecia o
revalúa el peso respecto del dólar.

Que el dólar aumente en relación con el peso equivale a decir que el peso baja
en relación con el dólar, lo que significa una devaluación o depreciación de la
En Argentina se define el tipo de moneda nacional para la economía, cuya moneda oficial es el peso. El caso
cambio como el valor de la mone- contrario significa una apreciación de la moneda nacional respecto de la divisa
da extranjera en términos de la
moneda nacional; por ejemplo, El mercado cambiario sigue la lógica de la abundancia y la escasez deter-
US$ 1 se negocia a $ 50. Otra minadas por la oferta y la demanda. Cuando se ponen a la venta (se liquidan)
posibilidad sería utilizar como gran cantidad de dólares, estos abundan y su precio tiende a bajar. Ahora,
unidad fija a la moneda nacional
cuando la gente aumenta la demanda de dólares, estos escasean y su pre-
(así se hace en otros países); en
ese caso diríamos que un peso se cio tiende a subir. En el Gráfico 4.1 se observa este simple razonamiento. La
negocia a US$ 0,020 o 2 centavos curva de demanda de divisas muestra la cantidad de divisas demandadas a
de dólar. Es decir, para comprar los diferentes valores (tipo de cambio: pesos por dólar), y la curva de oferta
un peso hacen falta 2 centavos
de divisas muestra la cantidad de divisas ofrecidas a las diferentes valores
de dólar. Si el dólar sube a $ 100,
entonces con 1 centavo de dólar (también: pesos por dólar).
se compra un peso. El Gráfico 4.1 muestra el equilibrio E, donde se verifica la intersección
entre oferta y demanda de divisas y se compran y venden dólares por un valor
de $ 50 por unidad de dólar. Cuando el precio es 50, la cantidad ofrecida y
demandada es de X0 unidades de divisas. El punto E es el punto de equilibrio,
y cualquier precio que sea superior o inferior a E implicará que las fuerzas de

Macroeconomía Alejandro Naclerio


189

mercado retornan el precio de equilibrio inmediatamente a 50. Esto es así ya


que ningún oferente de divisas liquidará dólares a $ 40 si las puede vender
a 50. Inversamente, nadie comprará dólares a 75 si los puede comprar a 50.
Por debajo del precio de equilibrio se genera un exceso de demanda de divi-
sas, lo cual –dada la escasez generada–, hace subir su precio, que retorna al
punto E. Por esta razón, el mercado de divisas se equilibra (o se vacía) a un
tipo de cambio (precio de la divisa) de $ 50 por dólar (equivalente a 2 centa-
vos de dólar por peso).

Gráfico 4.1. Mercado cambiario

Por otro lado, la cantidad de divisas tranzadas en el mercado cambiario es una


cantidad fija. Es decir, se negocia una cantidad que periódicamente alcanza
a X0. La oferta y la demanda de divisas en el Gráfico 4.1 implican cambios
respecto del tipo de cambio (precio del dólar). Es decir, a medida que aumenta
el tipo de cambio nos movemos a lo largo de la demanda hacia arriba y a lo
largo de la oferta hacia arriba, generando un sobrante o exceso de oferta en
el mercado de XdXo equivalente al segmento AB. Si esto ocurre, rápidamente
el precio del dólar baja y las cantidades negociadas rápidamente se ubican
en X0. Esto ocurre porque tanto las cantidades de oferta como de demanda
de divisas solo varían respecto del precio (tipo de cambio). Es decir, la oferta
y la demanda de divisas del Gráfico 4.1 contienen la cláusula ceteris paribus. Cláusula que, como dijimos ante-
En este caso, se supone que el mercado cambiario solo negocia cantida- riormente, significa que el resto
des de acuerdo al precio o tipo de cambio, sin tener en cuenta otras variables de las variables permanecen
constantes.
tales como los ingresos, la tasa de interés, etc., y sobre todo la expectativa
de valor futuro del tipo de cambio. O sea, los movimiento a lo largo de las
funciones de la demanda y oferta constituyen un supuesto irreal (sobre todo El tipo de cambio es libre (o flexi-
ble) si el Banco Central no inter-
para la Argentina) de que las expectativas futuras sobre el valor cambiario no
viene ni comprando ni vendiendo.
se modifican al variar el precio del dólar. En caso de que el Banco Central
Si la cantidad de divisas tranzadas se modifica, ya sea por un impulso en intervenga (tal como vimos en la
la demanda o por un impulso en la oferta debido, por ejemplo, a un significati- Unidad 2 al tratar la oferta de
dinero), entonces el sistema cam-
vo incremento de las expectativas de devaluación, las condiciones del ajuste biario es regulado o fijo. Para ver
del mercado se modifican. En el Gráfico 4.2, ocurre un cambio inesperado en en detalle todas las variantes de
la cantidad de divisas transadas X0. Hay un aumento de la demanda de dóla- sistema cambiario, Sachs y Larraín
res (representado por el traslado de D a D’) debido a una crisis de confianza (2002: 251-270).
sobre el peso que induce a los ahorristas a abandonar sus ahorros en pesos
transformándolos en dólares. Si el tipo de cambio fluctúa libremente, el pre-
cio de la divisa pega un salto a $ 75 por dólar, pasando el equilibrio de E a E’.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


190

Esto quiere decir que el peso se desvaloriza frente al dólar o que se produce
una depreciación de la moneda local.
Ahora bien, para mantener el precio del dólar en 50, debiera ampliarse la
cantidad ofrecida de divisas. Esto ocurre cuando, en un sistema de tipo de
cambio fijo, el Banco Central vende dólares al valor vigente. Al desplazarse el
mercado cambiario del punto E al E’ se ofrece y se demanda una cantidad adi-
cional de dólares equivalente a X0X’0. Subió el precio y subió la cantidad tran-
zada de dólares. Para volver a bajar el dólar a 50 (desde 75), el Banco Central
vende la cantidad de divisas equivalente a la distancia X’0X1.

Gráfico 4.2. Cambios inesperados en el mercado cambiario: corridas del


peso al dólar

Cabe señalar que el Banco Central interviene cambiando reservas internacio-


nales de oro y divisas (dólares) ante un aumento inesperado (corrida cambia-
ria) de la demanda de dólares, lo que desplaza la demanda de D a D’.

LEER CON ATENCIÓN

El Banco Central logra mantener el precio de la divisa en $ 50, pero

LL a costa de perder reservas. En realidad, las corridas cambiarias que


ocurren con cierta frecuencia en países como la Argentina se tradu-
cen en un aumento repentino de la demanda de dólares, tal como
el indicado por el desplazamiento de D a D’, pero también por un
retiro de la oferta de dólares, lo que significaría un desplazamiento
hacia la izquierda de la oferta de divisas indicado en el gráfico como
O. Las flechas rojas en el gráfico indican la dirección de los desplaza-
mientos de la demanda y de la oferta de dólares durante una corrida
cambiaria. Nótese que ambas suben el tipo de cambio: la demanda
aumentando la cantidad comprada y la oferta disminuyendo la can-
tidad vendida.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


191

4.2. Repaso del balance de pagos


El balance de pagos (BP) es el registro contable de las transacciones econó-
micas y financieras entre residentes de un país y del resto del mundo durante
un período de tiempo determinado (un año, un trimestre, etc.). En el marco “Residente [de un país]” hace refe-
conceptual y metodológico del Indec (2018), documento que renueva versiones rencia a toda persona física o jurídi-
anteriores, se especifican las definiciones de las cuentas de la balanza de pagos. ca cuyo centro de interés económico
o actividad principal se encuentra
En el mismo se la define como: “[…] un estado contable estadístico que resume
dentro de las fronteras de ese país.
las transacciones económicas entre residentes y no residentes, que se registran
en términos de flujos” (Indec, 2018: 6).
La BP se mide en dólares y arroja un resultado que puede ser positivo o
negativo. Dicho resultado se contrarresta con el nivel de reservas interna-
cionales existentes en el Banco Central. Si el resultado de la BP es positivo,
entonces suben las reservas; pero si es negativo, entonces bajan las reservas.
Para observar estas variaciones podemos considerar la balanza de pagos
y las variaciones de reservas internacionales en una sola cuenta, donde se
agrupan los conceptos que determinan el resultado neto de entrada y salida
de divisas de un país.
Si la CC, CK y CF son positivas enton-
ces se acumularán reservas interna-
BP = CC + CK +CF = ΔR (4.1) cionales. Pero cuando existen necesi-
dades de financiamiento externo es
donde CC es la cuenta corriente, CK es la cuenta capital, CF es la cuenta porque tenemos déficit (de CC), por
lo que el mismo debe ser financiado
financiera y ΔR representa la variación de reservas internacionales de oro y
con deuda o inversiones que confor-
divisas (en adelante variación de reservas). man la cuenta financiera.
La ecuación (4.1) nos muestra que el saldo de la BP es igual a la varia-
ción de reservas; al mismo tiempo nos muestra cómo está compuesta la BP.
El primer componente de la BP es a cuenta corriente (CC), que indica las
transacciones que se realizan y se devengan en un determinado período.
En términos contables significa el
registro de operaciones que involu-
A) La cuenta corriente (CC) cran solo al período corriente en el
cual se realiza la transacción; por
Se desagrega en: 1) bienes y servicios; 2) rentas; 3) transferencias corrientes netas.
ejemplo, la importación y el pago al
1. Las cuentas bienes y servicios se refieren al saldo neto entre exportaciones contado de una computadora china.
e importaciones de bienes y servicios reales. Las exportaciones se registran En cambio, las operaciones de capi-
con signo positivo dado que generan un ingreso de dólares y las importacio- tal involucran varios períodos; por
ejemplo, un préstamo a 10 años.
nes, con signo negativo dado que se pagan (salen) dólares. Por ejemplo, se
importa una máquina y se le paga su valor en dólares a su vendedor; también
se paga el flete para traer la máquina, o sea, el servicio de traslado. En cam-
Los servicios reales son todos los
bio, si se exporta una tonelada de soja ingresa un pago en dólares. El modo servicios que se exportan e impor-
de registración es el de partida doble. Por tanto, una operación corriente de tan asociados a la producción de
compra al resto del mundo implica el cambio de un activo que ingresa al país bienes más aquellos que se expor-
tan directamente, tales como los
(la mercadería importada) por su correspondiente pago en divisas, o sea otro
servicios profesionales, los comer-
activo que disminuye (menos divisas). Cuando se exporta ocurre lo contrario. ciales o los ligados al turismo, etc.
2. Dentro de la cuenta rentas se registra, con signo negativo, toda retribución Estos se diferencian de los servicios
devengada a favor de los factores productivos del resto del mundo. Se financieros y de capital, los cuales
se van a incluir en la cuenta rentas.
registran las remuneraciones de personas residentes que prestan servicio
en el exterior neto de las remuneraciones de personas no residentes que
prestan servicio en nuestro país. El elemento central dentro de las rentas
son las rentas de la inversión, que indican los saldos netos de intereses
y dividendos. Para registrar estos conceptos, las rentas de la inversión se
dividen en: inversión directa, inversiones de cartera (que generan intere-
ses) y otras inversiones. La inversión directa son los giros de dividendos

Macroeconomía Alejandro Naclerio


192

y utilidades de filiales locales a casas matrices, y los intereses (pagados


por las inversiones de cartera) son los pagos en concepto de intereses
por servicios financieros. Se incluyen aquí, por ejemplo, los intereses de la
deuda externa que los residentes en el país contraen con bancos o entida-
des financieras del exterior. Inversamente, con signo positivo se contabi-
lizan las retribuciones percibidas (en concepto de intereses u otros servi-
cios) cobrados desde el exterior. En otras inversiones se registran todas las
operaciones no registradas como inversión directa o inversión de cartera.
3. Las transferencias corrientes netas. Refieren a transferencias unilaterales, es
decir, pagos o cobros sin que exista una contrapartida por ello. Por ejemplo,
las remesas de dinero familiar de personas que emigran y trabajan en otros
países, o donaciones hechas por un país a otro para afrontar una catástro-
fe natural.

B) Cuenta capital
La cuenta capital consta de dos tipos de partidas. Por un lado, las transferen-
A partir del año de 2016 las reglas
cias de capital, que incluyen la condonación de pasivos por parte de acreedo-
de registración cambian la forma res sin que se reciba una contrapartida (como puede ser la condonación de
de exponer esta cuenta para el una deuda de un país a otro), y las transferencias de capitales de emigrantes.
caso de Argentina. En las versio- Por otro lado, la adquisición o enajenación de activos no financieros no produ-
nes anteriores se consideraba la
CC ya explicada y la CKyF, que cidos. Por ejemplo, las transferencias de propiedad de patentes y derechos
incluía la cuenta capital CK y la de autor y la compra-venta de tierras por parte de embajadas, pases interna-
cuenta financiera, CF. Asimismo, cionales de jugadores de fútbol, etc. Pero, en general, esta es una cuenta de
en los nuevos informes técnicos
poca importancia numérica.
del Indec se cambia la concep-
ción de los activos externos en Esta cuenta, tal como se puede ver en la Tabla 4.2 del Texto aparte sobre
manos de residentes y no resi- Argentina, se suma a la cuenta corriente para determinar las capacidades y
dentes; por tal motivo, se obser- necesidades de financiamiento. Es decir que vamos a considerar una nueva
van en ello cambios de signos
que se explicarán más adelante
ecuación:
(en el recurso Texto aparte), donde
exponemos la balanza de pagos CC + CK= CF (4.2)
para la Argentina con ambas
metodologías.
Comparando la ecuación (4.1) con la ecuación (4.2) vemos que desaparece
la cuenta variación de reservas (ΔR). En realidad, las ΔR están subsumidas
en la cuenta financiera (CF). La CF representa, entonces, el flujo de financia-
miento que le sobra a un país si CC + CK > 0; dicho de otro modo, representa
su capacidad de financiar al resto del mundo. Por el contrario, si CC + CK < 0,
esto representa las necesidades de financiamiento o las divisas (dólares)
faltantes que la economía debe financiar.

C) La cuenta financiera
Esta contabiliza la variación de activos y pasivos financieros entre residen-
tes y no residentes, muchos de los cuales devengarán luego rentas que se
contabilizarán en la cuenta corriente. Podemos distinguir dos tipos de tran-
sacciones en la cuenta financiera. Por un lado, la inversión extranjera directa:
originada cuando residentes domésticos invierten en el exterior o cuando no
residentes hacen lo propio en el país. Por ejemplo, cuando se abre una filial
de una firma multinacional de autos de propiedad japonesa. En este caso, el
monto de ingreso de capital equivale a la inversión que realiza la firma para
instalarse en el país. Al mismo tiempo aumenta un activo de un no residente,
lo que es equivalente al aumento de un pasivo de un residente. Nótese que, a
medida que dicha firma envía utilidades a Japón, genera una salida de divisas

Macroeconomía Alejandro Naclerio


193

que se registra en la cuenta corriente (en la cuenta rentas de la inversión). El


caso inverso podría ser, por ejemplo, una firma siderúrgica Argentina propie-
dad de residentes nacionales que realiza una inversión en Perú. Esto implica
una salida de capitales por el monto de la inversión y, a medida que se remiten
utilidades y dividendos al país, implica un ingreso de divisas registrado en la Esta salida de capitales también
cuenta rentas de la inversión. significa un incremento de acti-
Por otro lado, se encuentran los flujos de capital financiero originados en vos externos de un residente. Por
lo tanto, si seguimos el criterio de
la emisión o compra de activos financieros entre residentes y no residentes. posición de activos externos netos
Por ejemplo, si el gobierno argentino recibe un préstamo del FMI a pagar en de residentes, esta salida de capi-
10 años, se registrará una entrada de capitales por el monto del préstamo en tales significa en realidad un incre-
mento de activos externos en poder
un primer momento y luego, a medida que se van pagando los intereses, se
de un residente.
registrarán salidas de divisas en la cuenta corriente (rentas con signo nega-
tivo). El préstamo del FMI significa un incremento de la posición de activos
externos por parte de un no residente, lo que se traduce en un incremento de
un pasivo financiero para nuestro país. A medida que se cancela el capital de
la deuda, la posición financiera neta del resto del mundo se reduce, o, lo que
es lo mismo, se incrementa la posición financiera del país.

D) La variación de las reservas internacionales (ΔR)


Es un agregado resultante de las cuentas CC, CK y CF si consideramos la Las reservas internacionales cons-
ecuación (4.1), o están incluidas en la CF si consideramos la ecuación (4.2). tituyen una cuenta clave del balan-
Las reservas internacionales son activos que las autoridades monetarias (o ce del Banco Central. Tal como diji-
mos, son los activos con los que
bancos centrales) poseen sobre el exterior. Dichos activos se reducen cuan-
un país cuenta para hacer frente
do el saldo de divisas de la balanza de pagos es negativo y se incrementan a una corrida cambiaria. Ver en el
cuando dicho saldo es positivo. Una característica de los activos de reserva Texto aparte sobre la balanza de
con que cuenta el Banco Central es que puede disponerse de ellos en forma pagos argentina que las variacio-
nes de reservas son las mismas (y
inmediata para lograr diferentes objetivos de política monetaria, tales como de mismo signo) en ambas meto-
evitar las corridas cambiarias. dologías de exposición contable.

La balanza de pagos en Argentina: cambios metodológicos


La balanza de pagos presenta un resultado que indica acumulación o desacumulación de
reservas internacionales. Al incluir las reservas dentro del balance de pagos, su registración
contable responde a un esquema de partida doble. En la metodología vigente hasta 2016
se incluía a las reservas como una partida dentro de la cuenta capital y financiera. A partir
de 2016 las reservas se registran dentro de la cuenta financiera; asimismo se establece una
cuenta denominada “capacidades y necesidades de financiamiento”, que es la suma de la
cuenta corriente más la cuenta capital y representa lo que sobra o lo que falta, es decir, la
capacidad o la necesidad de divisas (dólares). En caso de que este resultado sea positivo,
tendremos capacidades para financiar al resto del mundo. Pero en caso contrario, indica-
rá el monto a financiar ya que es un faltante para la economía. Por otro lado, dentro de la
cuenta financiera, con la nueva metodología se invierten los signos con los que se registra-
ba la posición neta de activos externos. Antes de 2016: BP = Activo de Reservas = Cuenta
Corriente + Cuenta Capital y Financiera. A partir de 2016 la metodología de registración
es: Cuenta Corriente + Cuenta Capital = Cuenta Financiera. En ambos casos se agrega
una cuenta de errores y omisiones. Dentro de la cuenta financiera se incluye la variación
de reservas. Podemos registrar la variación de reservas para el año 2017 con la metodolo-
gía anterior: [–31.598 + 45.968 + (EyO = 186) = 14.556]. Con el cambio de metodología
obtenemos la CF: (–31.598 + 139 = –31.459). Dentro de este resultado se encuentran las
variaciones de reservas (positivas) de 14.556 (ver Tabla 4.2). Es decir, la variación positiva
de reservas internacionales de 14.556 aumenta el activo, mientras que el resultado de la

Macroeconomía Alejandro Naclerio


194

CF= –31.598 aumenta el pasivo (deuda) o posición financiera neta. Estos cambios forma-
les compatibilizan el sistema de registración con el sistema de Naciones Unidas (2008).
En las tablas 4.1 y 4.2 vemos las dos metodologías de registración.

Tabla 4.1. Balanza de pagos: metodología hasta 2016 (en millones de


dólares)

Año 2006 2010 2012 2014 2015 2016 2017 2018


1. Cuenta corriente 6.499 -1.623 -2.138 -9.179 -17.622 -15.105 -31.598 -28.003
2. Cuenta Capital y Financiera -3.853 8.038 -469 10.573 13.644 28.641 45.968 39.748
a Cuenta de capital 98 78 48 57 52 366 139 86
b Cuenta financiera -3.951 7.959 -517 10.516 13.592 28.275 45.829 39.662
Activos de reserva (Reservas
3.530 4.157 -3.305 1.195 -4.906 14.311 14.556 11.277
Internacionales)
Errores y omisiones netos 884 -2.258 -698 -198 -928 775 186 -468

Fuente: elaboración propia a partir del Indec.

Tabla 4.2. Balanza de pagos: metodología a partir de 2016

Año 2006 2010 2012 2014 2015 2016 2017 2018


1. Cuenta corriente 6.499 -1.623 -2.138 -9.179 -17.622 -15.105 -31.598 -28.003
1.A Bienes y servicios 13.267 12.344 10.944 900 -6.600 -4.035 -15.611 -10.575
1.B Ingreso primario (Renta) -7.723 -14.548 -13.754 -11.614 -12.105 -12.192 -16.388 -18.723
1.C. Ingreso secundario 955 581 672 1.535 1.083 1.123 401 1.295
(Transf. ctes.)
2. Cuenta de capital 98 78 48 57 52 366 139 86
Capacidad/Necesidad de 6.596 -1.545 -2.090 -9.122 -17.570 -14.739 -31.459 27.917
financiamiento
3. Cuenta financiera 7.480 -3.802 -2.788 -9.321 -18.498 -13.964 -31.273 -28.385
3.1 Inversión directa -3.099 -10.368 -14.269 -3.145 -10.884 -1.474 -10.361 -10.251
3.2 Inversión de cartera -7.239 -3.262 150 2.339 -437 -35.255 -35.922 -6.647
3.3 Instrumentos financie- 127 -712 2.908 -168 -25 222 -96 -35
ros derivados
3.4 Otra inversión 14.162 6.383 11.728 -9.542 -2.246 8.232 550 -22.730
3.5 Reservas 3.530 4.157 -3.305 1.195 -4.906 14.311 14.556 11.277
Internacionales
Errores y omisiones netos 884 -2.258 -698 -198 -928 775 186 -468

Los datos incluidos en estas tablas (mismos datos expuestos de manera diferente) muestran la
evolución del sector externo argentino, tema que es fundamental a la hora de estudiar las políticas
macroeconómicas que veremos a continuación.

KK
1.
Acceda a los informes técnicos del Indec: <https://www.indec.gob.ar/nivel4_
default.asp?id_tema_1=3&id_tema_2=35&id_tema_3=45>
a. Busque los datos anuales de la balanza de pagos desde 1994 hasta 2018 y
expóngalos de acuerdo a las ecuaciones (4.1) y (4.2).
b. ¿En qué años se registra déficit y en qué años superávit de cuenta corriente?
c. Para el mismo período, indique la variación anual de reservas internacionales.
d. ¿A qué se debe que en varios años coincidan un déficit de cuenta corriente
y un aumento del activo reservas internacionales de oro y divisas?

Macroeconomía Alejandro Naclerio


195

4.3. Del tipo de cambio nominal al tipo de cambio real


Vimos en la Unidad 2 (subapartado 2.2.3) que, cuando incorporábamos las
exportaciones netas (XN) a la demanda agregada, las XN se incrementaban
o disminuían según el ingreso del resto del mundo (Y*) y las variaciones
del tipo de cambio. Esto es, cuando sube el tipo de cambio (sube el dólar),
más costoso es importar y más baratos son los bienes que exportamos.
Dicho de otro modo, la suba del dólar significa que ganamos competitividad.
Siguiendo este mismo razonamiento, sabemos que cuando el dólar baja per-
demos competitividad.

LEER CON ATENCIÓN

Ganar competitividad significa que mejoran las exportaciones netas

LL (XN) y perder competitividad significa que empeoran las XN. Por lo


tanto, podemos decir que la depreciación (o devaluación) de la mone-
da local mejora la competitividad.

Habíamos definido el tipo de cambio (nominal) como la cantidad de pesos


que se necesitan para adquirir una unidad de divisa (un dólar). Al considerar
la inflación, reemplazamos la palabra “nominal” por “real”. Es decir, el tipo de
cambio real es el tipo de cambio que tiene en cuenta la inflación o la evolución
del índice de precios.

R= (4.3)

donde R es el tipo de cambio real, e el tipo de cambio nominal, P* el índice
de precios del resto del mundo y P el índice de precios internos.
Siguiendo la misma lógica que para el tipo de cambio nominal, podemos
decir que si sube R (o sea, una depreciación en términos reales) entonces
ganamos competitividad. Por el contrario, si baja R (o sea, una apreciación
en términos reales) entonces perdemos competitividad. Analizando el lado
derecho de la ecuación (4.3) vemos que R se modifica ante variaciones en
los precios tanto externos como domésticos. En particular, vemos que cuan-
do P aumenta R disminuye, lo que significa que el tipo de cambio real cae (se
aprecia). Como la adquisición de divisas (dólares) a cambio de pesos se aba-
rata, el costo de adquirir bienes importados se reduce y, como contrapartida,
se encarecen los productos exportados por nuestro país al resto del mundo.

LEER CON ATENCIÓN

Si P­↑→R↓→↓X, ↑IM→ empeora la cuenta corriente de la balanza de

LL pagos (↓ exportaciones netas XN). Se pierde competitividad.


Si P↓→R↑→↑X, ↓IM→ mejora la cuenta corriente de la balanza de
pagos (­↑exportaciones netas XN). Se gana competitividad.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


196

Por consiguiente, podemos postular la siguiente relación funcional entre el


nivel de exportaciones netas, el tipo de cambio real y los precios relativos
doméstico y externo:

XN = F (R, P, P*) (4.4)


+ – +

La ecuación (4.4) muestra la relación funcional entre las exportaciones netas


y las variables que la determinan, que son el tipo de cambio real R, el índice
de precios P y el índice de precios del resto del mundo P*. Los signos debajo
de las variables R, P y P* indican la relación entre XN y las variables cuando
estas varían. Si aumenta R (depreciación real de la moneda doméstica), enton-
ces aumenta XN por mejora de la competitividad. Si aumenta P (inflación),
entonces baja XN dado que perdemos competitividad. Por último, si aumenta
P* (aumentan los precios internacionales), entonces aumenta XN dado que
se encarecen relativamente las importaciones y se abaratan relativamente
Usamos “relativamente” porque las exportaciones, o sea, mejora la competitividad. Estos efectos son clave
debe compararse el precio de para la demanda agregada, la cual motoriza al producto (o ingreso Y) tal como
un producto nacional con el pre- vimos en la Unidad 2.
cio de un producto extranjero (o
canasta de productos), para ello
es necesario expresar en mone-
El precio de un par de zapatos importado (digamos 30 dólares; US$ 1 =

xx
da local el producto extranjero.
$ 40) en pesos es: Pzapatos = P*zapatos x e = $ 1200. Si los mismos zapatos
en el mercado local se venden a $ 1200 es indistinto importar o com-
prar nacional. Pero al subir el tipo de cambio digamos a $ 50 / US$
(US$ 1 = $ 50), entonces los zapatos importados cuestan $ 1500 (Pzapatos
= $ 50 / US$ x US$ 30 = $ 1500). De esta forma se abarató relativamen-
te el producto nacional (que se vende a $ 1200) respecto del bien impor-
tado. Si pasara al revés, digamos que el tipo de cambio baja a $ 30 / US$
(US$ 1 = $ 30), entonces los importados pasan a valer $ 900 (Pzapatos =
$ 30 / US$ x US$ 30 = $ 900), con lo que un par de zapatos nacio-
nales de $ 1200 es relativamente más caro que el importado de $ 900.

El ejemplo de los zapatos nos da una definición de los precios reales de


intercambio de los zapatos nacionales y extranjeros. Pero el supuesto clave
que sustenta el ejemplo es que cuando sube el tipo de cambio desde $ 40
a $ 50, los zapatos nacionales siguen valiendo $ 1200, con lo cual somos
más competitivos (más baratos que $ 1500 que cuesta el importado). Pero,
cuando aumenta el dólar, ¿los zapatos nacionales siguen valiendo $ 1200? La
verdad es que los precios van a subir luego de que el dólar pase de 40 a 50
(un 25 %). Ahora bien, ¿cuánto va a subir el precio? Si los precios de los zapa-
tos expresados en pesos suben un 25 % por el aumento del dólar (Pzapatos =
$ 50 / US$ x US 30 = $ 1500) y por la inflación local de zapatos nacionales,
estos también suben un 25 % sobre los $ 1200, o sea, pasan a valer $ 1500;
significa que en términos reales la suba del dólar empata a la inflación. Es
decir, el aumento del tipo de cambio nominal que mejoró la competitividad de
los zapatos nacionales fue anulado cuando los zapatos locales aumentaron
un 25 %. Para que mejore realmente la competitividad de los zapatos naciona-
les, es necesario que los zapatos no suban de precio o, en todo caso, suban
menos del 25 %. En virtud de ello, para ver la evolución de la competitividad

Macroeconomía Alejandro Naclerio


197

(aumentos o caídas de XN) es necesario entender y operar con el tipo de cam-


bio real R de la ecuación (4.3) y no con el simple pasaje de pesos a dólares
usando el tipo de cambio nominal.

2.

KK Vaya a la página del Banco Central de la República Argentina (BCRA)


donde se publican los tipos de cambios diario y mensual promedio del
peso argentino respecto del dólar estadounidense: <https://www.google.
com/search?client=safari&rls=en&q=tipo+de+cambio+serie+historica+a
rgentina&ie=UTF-8&oe=UTF-8>. Luego dirígase a la página del Indec
y busque la serie del IPC: <https://www.indec.gob.ar/informacion-de-
archivo.asp>. Una vez obtenidos estos datos:
a. Arme una serie mensual de tipo de cambio nominal desde enero
2003 hasta mayo 2019.
b. Arme una serie mensual del índice de precio base septiembre
2014 = 100.
c. Calcule el tipo de cambio real para toda la serie mediante la ecuación
Recordemos que en el mode-
(4.3), suponiendo constante el índice de precios internacional, P*. lo IS-LM las exportaciones son
d. Indique cuál es el mes de la serie de más alto tipo de cambio real y autónomas respecto del ingreso,
cuál el de más bajo. Y, ya que están relacionadas con
el ingreso del resto del mundo,
Y*, mientras que las importa-
ciones están relacionadas con
4.3.1. Tipo de cambio real y demanda agregada la producción interna, las cuales
fueron definidas oportunamente
En el Gráfico 4.3 representamos la función de demanda agregada (DA) en por la ecuación (2.27): IM = mY.
economía abierta. Es la función derivada en el Gráfico 2.23 de la Unidad 2 Por lo tanto, en este modelo se
pero aquí intervienen los precios como determinante del tipo de cambio real supone que el nivel de exporta-
ciones no cambia cuando cambia
R. Entonces, dado que cuando aumenta P el tipo de cambio real baja, es de Y. Sin embargo, las exportaciones
esperar que un aumento de P implique menos competitividad, o sea, menos pueden depender negativamente
XN y por lo tanto menos DA. Por el contrario, si baja P mejora la competitivi- del ingreso nacional, sobre todo
en el caso de economías que pro-
dad, lo que hace aumentar XN y consecuentemente aumentar la DA. De esta
ducen internamente (y exportan)
manera, vemos dos efectos. En primer lugar un desplazamiento a lo largo de bienes-salarios (v.gr. alimentos).
la función de DA, ya que cuando bajan los precios (además del aumento real Pero esta cuestión no la anali-
de dinero visto en la Unidad 2) se genera una mejora de competitividad real zamos aquí.
de la economía que aumenta XN (la DA) y el ingreso Y. Por otro lado, suponien-
do que los precios internos no varían, pero que aumenta el tipo de cambio
real (porque aumenta e o porque aumenta P*), la función DA se desplaza a
la derecha desde DA a DA’. O sea, a los mismos precios el ingreso es mayor
porque mejoró la competitividad de la economía.
Es evidente que tanto las exportaciones como las importaciones depen-
den del tipo de cambio real, y dado que estas dos variables dependen de los
precios –tal como se postula en la ecuación (4.4)–, podemos suponer enton-
ces que para cada nivel de ingreso existe un nivel de tipo de cambio real que
iguala las exportaciones con las importaciones (curva XN = 0 en el Gráfico
4.4). Si el precio no es el que permite igualar XN a cero, estamos en una posi-
ción por fuera de la función XN = 0. Si los precios son altos con respecto a
la curva XN = 0, o sea, si estamos en un punto como el B en el Gráfico 4.4,
los productos nacionales son demasiado caros para el resto del mundo y, por
lo tanto, no se está exportando lo suficiente (al mismo tiempo, ello significa
que los precios de los productos importados respecto de los nacionales son
baratos y que se está importando demasiado). Ergo, en un punto como el B,

Macroeconomía Alejandro Naclerio


198

estamos en una situación de déficit XN < 0. Por lo tanto, si estamos en B,


los precios internos deben bajar para que aumenten las exportaciones y dis-
minuyan las importaciones. Es decir, P debe bajar para que suba R y, de esta
manera, se hagan más baratos los productos nacionales, logrando corregir el
déficit comercial existente en B.

Gráfico 4.3. Función de demanda agregada y tipo de cambio real

Si los precios son bajos con relación a la curva XN = 0, o sea, si estamos en
un punto como el A en el Gráfico 4.4, los productos nacionales son lo suficien-
temente baratos para el resto del mundo y, por lo tanto, las exportaciones son
relativamente altas. Al mismo tiempo, tal fenómeno implica que los precios de
los productos importados respecto de los nacionales son demasiado caros y
que las importaciones son relativamente bajas. En consecuencia, en un punto
como A, estamos en una situación de superávit comercial. Nótese que en A
el ingreso es relativamente bajo y, por consiguiente, las (potenciales) presio-
nes al alza del producto Y inducirían un aumento de las importaciones. La
corrección de este desequilibrio puede resolverse por la vía de una caída en
el tipo de cambio real (es decir, aumentando los precios). Cuando la moneda
nacional vale más en términos de las divisas, es más barato comprar al resto
del mundo y, por lo tanto, las importaciones suben mientras que las exporta-
ciones bajan.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


199

Gráfico 4.4. Función XN = 0

Gráfico 4.4. Función XN = 0

Es importante tener en cuenta que un aumento del tipo de cambio nominal (e)
puede verse contrarrestado parcial o totalmente por el aumento de los precios
domésticos (aumento del IPC). En caso de que un aumento de e sea seguido por
un aumento de P de la misma proporción, el tipo de cambio real R permanecería
inalterado. En consecuencia, para que las variaciones de e surtan efecto sobre
la competitividad, los precios o no deben aumentar o deben aumentar menos
de lo que aumentó e, tal como lo demostramos con el ejemplo de la competiti-
vidad de los zapatos nacionales respecto de los extranjeros. Cuando e aumenta
ocurren los desplazamientos mostrados en el Gráfico 4.5. El desplazamiento a
la derecha de la función XN = 0 a XN’ = 0 puede deberse a un aumento del tipo
de cambio nominal. En caso contrario, una caída del tipo de cambio nominal Recordemos que el aumento del
reduce la competitividad y la función se desplaza hacia XN” = 0. tipo de cambio es devaluación de
la moneda local en un esquema
de tipo de cambio fijo o depre-
ciación de la moneda local en el
Gráfico 4.5. Desplazamientos de la función XN = 0 caso de un régimen de tipo de
cambio flexible.
P

e P* e P*

XN’ = 0
XN’’ = 0 XN = 0
Y

Un razonamiento similar puede hacerse con respecto a los precios internacio-


nales P*. Un incremento de los precios internacionales reduce las importacio-
nes y aumenta las exportaciones de los bienes domésticos que compiten con
los bienes externos, por lo que la función se desplaza a XN’ = 0. Inversamente,
una caída de P* desplaza la función de exportaciones netas a la izquierda, a
XN” = 0. Es decir, ganamos competitividad cuando sube P* y perdemos com-
petitividad cuando baja P*.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


200

4.3.2. Equilibrio oferta-demanda agregada en una economía


abierta

El equilibrio oferta-demanda agregada –analizado en el subapartado 3.2.2–


mostraba cómo operaban conjuntamente los mercados detrás de la demanda
agregada (bienes, dinero, bonos) y detrás de la oferta agregada (trabajo). En
dicho esquema, las políticas fiscales tenían efecto según las características
de los parámetros que definen a las elasticidades de las funciones de DA y a
la forma más aplanada o vertical de la OA.
Recordemos que la función de El Gráfico 4.6 representa una economía abierta en la que operan todos los
oferta agregada se hace verti- mercados detrás de la OA y la DA. El equilibrio OA = DA se encuentra en el
cal en el nivel de producción de punto E, donde además se intersecta con la función XN = 0. Por lo tanto, con
pleno empleo y plena utilización
el nivel de ingreso o producción Ye se alcanza el pleno empleo, el equilibrio en
de la capacidad instalada. La
pendiente positiva de la OA impli- el sector externo (ni déficit ni superávit) y los precios son los de equilibrio (no
ca que hay desempleo y que los hay inflación). Como no hay desequilibrio en ninguno de los mercados, enton-
salarios reales bajan (los precios ces no existirán presiones inflacionarias ni deflacionarias. En suma, el punto
suben) a medida que aumenta la
E del Gráfico 4.6 refleja el equilibrio macroeconómico estable de una econo-
producción.
mía en perfecto estado de salud.

Gráfico 4.6. Equilibrio macroeconómico: oferta-demanda

LEER CON ATENCIÓN

El punto E se alcanza cuando todos los mercados funcionan correc-

LL tamente. En rigor de verdad, dicha situación de equilibrio gene-


ral es muy difícil de alcanzar en el mundo real. No obstante ello, el
hecho de saber dónde debiera situarse la economía en una situación
ideal nos da la posibilidad de analizar los puntos de desequilibrio
macroeconómico, ya que todas las economías siempre funcionan
con desequilibrios.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


201

Los desequilibrios implican ciertas políticas que pueden corregirlos. En parti-


cular, las políticas fiscales y monetarias dependen en gran medida del régimen
cambiario que adopta la economía. Esto es, un sistema de tipo de cambio
fijo, cuando el Banco Central interviene para mantener el tipo de cambio en
un determinado valor, o tipo de cambio flotante, cuando el Banco Central no
interviene y el tipo de cambio lo fija el mercado.

OA-DA: aplicación al caso argentino


Si el Banco Central se compromete a mantener fijo el tipo de cambio, ante
una corrida cambiaria como la mostrada antes en el Gráfico 4.2 pierde reser-
vas de divisas. Simétricamente, cada vez que existe un exceso de oferta de
dólares (superávit global del balance de pagos), el Banco Central crea medios
de pagos adicionales (por ejemplo, emitiendo pesos o bonos) para comprar
el excedente de dólares resultante. En este último caso, el Banco Central
acumula reservas.

LEER CON ATENCIÓN

Para que el tipo de cambio esté fijo, las reservas internacionales de

LL oro y divisas aumentan o disminuyen. Estas aumentan con la entra-


da de capitales, pero disminuyen con las corridas cambiarias o fugas
de capitales. Cuando el Banco Central se queda sin reservas, ya no
puede más mantener fijo el tipo de cambio y ocurre una devaluación.
Este el caso de numerosas crisis, y es también lo que ocurrió en la cri-
sis argentina 2001-2002.

Tipo de cambio fijo por la Ley de Convertibilidad en Argentina


La Ley de Convertibilidad del Austral, vigente desde abril de 1991 hasta diciembre de 2001,
estableció un sistema de conversión monetaria currency board, en el que el 100 % de la base
monetaria está respaldada por la cuenta “reservas internacionales de oro y divisas”. Este sis-
tema condiciona la política monetaria dado que ampliar la oferta monetaria (bajar la tasa de
interés) depende de la entrada y salida de divisas. Mientras el flujo de divisas resultó favo-
rable se podían emitir medios de pago, pero al revertirse dicho flujo la economía entró en
crisis. Es decir, la política monetaria endógena depende de factores exógenos, o sea, de la
entrada y salida de dólares. El sistema convertible fue establecido para estabilizar el tipo de
cambio en un contexto de alta volatilidad ascendente del precio del dólar, es decir, el ancla
cambiaria es la herramienta clave para bajar la inflación. En efecto, la estabilidad de la mone-
da local frente al dólar calmó en poco tiempo las expectativas de devaluación y con ello se
desaceleró notoriamente el proceso inflacionario. La estabilidad macroeconómica generó
una situación de relativo crecimiento entre 1991 y 1998 (salvo la recesión de 1995 del deno-
minado efecto “T-quila” por la crisis mexicana). Dicho crecimiento se sostenía con déficit
de cuenta corriente y su contrapartida en la cuenta financiera. Es decir, con un incremento
de pasivos externos (deuda externa) y disminución de activos nacionales (privatizaciones y
compra o fusiones de empresas locales por parte de multinacionales).
El problema del endeudamiento se entiende mirando la balanza de pagos y surge cuando
hay déficit de cuenta corriente, lo que se corresponde con el hecho de que si una economía
no es competitiva –por lo cual importa más de lo que exporta–, tiene que financiarse con
deuda externa.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


202

Si tomamos como referencia que la economía opera en algún punto distinto al


de equilibrio E del Gráfico 4.6 y que el sistema es estable, por lo tanto se mueve
en dirección al equilibrio, podemos ver las características de los ajustes OA-DA.
Para el caso argentino de los años Tomando como referencia histórica el caso argentino de la convertibilidad
1990, durante la etapa de vigen- y la salida traumática de la misma, vamos a considerar dos opciones de polí-
cia de la Ley de Convertibilidad, tica: la primera es una actitud pasiva por parte del gobierno y su confianza en
los desequilibrios refieren a una
el ajuste automático de mercado. La segunda opción es el convencimiento o
situación de alto desempleo y
significativo déficit de cuenta la resignación de que es necesario hacer algo antes que se siga profundizan-
corriente do la crisis financiera y social, tal como la que sufría Argentina en 2001. En
este sentido, a partir de enero 2002 se abandonó la convertibilidad y se apli-
caron nuevas políticas, entre las que se encuentra la desviación del gasto, lo
que era posible ya que el tipo de cambio a partir de entonces podía fluctuar.

Ajuste automático de mercado


El pensamiento económico liberal encarnado en las escuelas neoclásica y
monetarista se funda en el ajuste automático, lo cual significa que hay que
dejar operar libremente a las fuerzas del mercado. Sin embargo, dicho ajuste
puede ser prolongado y penoso, no llegando, de hecho, a concretarse jamás.
Es posible aplicar este argumento para entender lo ocurrido con el abrupto
y prolongado final de la convertibilidad argentina entre el tercer trimestre de
1998 y el primer trimestre de 2002, momento en que las autoridades –ase-
chadas por una tremenda crisis política y social– optaron por abandonar la
paridad cambiaria.
En el Gráfico 4.7 se muestra la secuencia del ajuste automático aplicable
al caso argentino del fin de la convertibilidad 1998-2001. El objetivo del ajus-
te es que la economía pase del punto E0 a Ee1. El punto Ee1 indica el equilibrio
deseado con menores precios Pe, menores salarios nominales y mayor nivel de
producción Ye. Es el equilibrio perfecto al que aspira un sistema de libre compe-
tencia sin regulaciones, tal como el presentado en el punto E del Gráfico 4.6.
Dicho punto equivale al nivel Ee1 en el Gráfico 4.7. Las políticas liberales se
propusieron alcanzar dicho punto pero en la práctica tropezaron con penosa y
larga recesión 1998-2001, el ajuste automático no logra revertir la caída del
producto alejándose constantemente del imaginario punto de ocupación plena.

Gráfico 4.7. Ajuste automático de mercado con tipo de cambio fijo

Macroeconomía Alejandro Naclerio


203

El punto E0 es un punto de equilibrio entre oferta y demanda agregada, aunque


implica déficit de cuenta corriente (XN < 0) y desempleo (Y0 < Ye). Por un lado, En términos del modelo IS-LM, si
el ingreso es muy bajo respecto del pleno empleo y, por el otro, el ingreso es el Banco Central compra con emi-
muy alto respecto del equilibrio externo. Para alcanzar la función de equilibrio sión de base monetaria el exceso
de oferta de divisas, la política
del sector externo, XN = 0, sin que se mueva el tipo de cambio nominal e,
monetaria es expansiva, lo que
debería: 1) bajar el nivel general de precios (deflación), 2) caer el producto significa un desplazamiento de
interno, o 3) generarse una combinación de ambas. la LM a la derecha con tasas de
Dado el tipo de cambio fijo, en E0 la economía se está endeudando ya interés más bajas y producto más
alto (crecimiento). Mientras que si
que necesita financiar el abultado déficit de cuenta corriente, lo cual a su vez el Banco Central vende reservas
genera una contrapartida monetaria. Los medios de pago (circulante y bonos) para cubrir el exceso de deman-
están estrechamente ligados a la oferta y demanda de divisas en el mercado da de divisas, la política moneta-
ria es contractiva, lo que significa
cambiario. Si hay excedente de divisas, el Banco Central absorbe más dólares
un desplazamiento de la LM a la
incrementando sus reservas convertibles, con lo cual la base monetaria crece. izquierda con tasas más altas y
En el caso inverso, si el Banco Central debe desprenderse de sus activos de producto más bajo (recesión).
reserva la base monetaria decrece.
Durante gran parte del período de la convertibilidad se verificó déficit de
cuenta corriente pero superávit de balanza de pagos (ver recurso “Texto apar-
te” presentado antes). Esto es posible justamente por el ingreso de capitales,
o sea deuda e inversión extranjera directa. Entonces, la entrada de capitales
alcanza para financiar el déficit de cuenta corriente y además para acumular El financiamiento del déficit de
reservas. Pero si dichos flujos de capitales dejan de financiar el rojo de cuen- cuenta corriente y la acumulación
de reservas durante los años 1990
ta corriente, entonces empiezan a caer las reservas, y a medida que se agra-
en Argentina provino del proceso
va la caída se genera un proceso de fuertes presiones devaluatorias sobre el de privatizaciones de empresas
tipo de cambio. Tal situación se refleja en la ecuación de la balanza de pagos públicas, de inversiones extran-
–la (4.1): BP = CC + CKyF = ΔR–, donde vemos que las reservas aumentan o jeras que compraron empresas
locales y de un salto significati-
bajan por dos fuentes: por un lado, la cuenta corriente (CC) –siempre negati- vo en el endeudamiento externo
va durante los años 1990–, y por el otro, la cuenta capital y financiera (CKyF) público y privado.
–siempre incrementando el pasivo (deuda), o reduciendo activos (privatizacio-
nes y fusiones) durante los años 1990–.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Chudnovsky D., López A. y Porta F. (1995), “Más allá del flujo de caja. El boom de la
inversión extranjera directa en la Argentina”, Desarrollo Económico. Revista de Ciencias
Sociales, vol. 35, N° 137.

LEER CON ATENCIÓN

En rigor, los dólares que ingresan por la cuenta financiera son recur-

LL sos no propios, entre los cuales la deuda externa es un componen-


te cuantitativamente importante para el caso argentino. Los países
que incrementan su competitividad obtienen divisas por la cuenta
corriente. Ese no fue el caso de la Argentina de la década de 1990.
Los dólares ingresaron por deuda e inversiones extranjeras. Esta
situación es semejante al proceso de endeudamiento argentino 2016-
2019, aunque en este caso se registró poco movimiento de inversión
extranjera directa y además estancamiento y/o recesión.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


204

Hacia finales de los años 1990 se revirtió el flujo de capitales, por lo que man-
tenerse en el punto E0 con deuda resultaba crecientemente difícil. Al limitarse
el endeudamiento externo, el Banco Central se vio obligado a vender divisas
para mantener el tipo de cambio nominal al nivel previamente comprometido
por ley ($ 1 = US$ 1). Esta situación significa que en E0 la demanda de divisas
estaba creciendo a un ritmo muy superior a la oferta de divisas, por lo que se
generó una presión devaluatoria. A partir de aquí el Banco Central adoptó una
postura vendedora (perdiendo reservas), o sea, aumentó, obligadamente, la
oferta de dividas para evitar la devaluación.

LEER CON ATENCIÓN

Si hay déficit no solo de cuenta corriente, sino del total de la balanza

LL de pagos (es decir, considerando la cuenta financiera), el Banco Cen-


tral pierde reservas para preservar el valor de la moneda local. Luego, el
Banco Central empieza a transitar por un sendero temporal de pérdida
de reservas, esperando que se estabilicen los mercados y que los capita-
les externos vuelvan a financiar el déficit de cuenta corriente, o que la
economía mejore su competitividad. El Banco Central trata de evitar
por todos los medios que se devalúe la moneda, mientras en los merca-
dos cambiarios los operadores especulativos persiguen el objetivo con-
trario: esperan una devaluación porque de esa manera sus tenencias en
moneda extranjera valdrán mucho más en términos de la moneda local.
Esta presión devaluatoria ha caracterizado, desde la segunda mitad del
siglo XX, a la economía argentina. De esta manera el principal incon-
veniente histórico de la economía argentina es el faltante de dólares, lo
cual se traduce en un problema de restricción externa.

La restricción externa y la valorización financiera


A lo largo de la historia argentina el Banco Central ha devaluado fuertemente la moneda,
en varias oportunidades, como consecuencia de corridas cambiarias, generando una fuer-
te desvalorización de activos en pesos y una fuerte valorización de activos en dólares. Estos
procesos son clave en la restricción externa (faltante de dólares) que tiene la economía para
crecer y dan origen a los ciclos de stop and go (pare y siga), característicos durante la etapa de
industrialización sustitutiva de importaciones, ISI (1930-1975). Durante la ISI, la econo-
mía crecía y generaba un vasto mercado interno que demandaba bienes industriales. Al no
ser competitiva la industria, dicho crecimiento generaba un déficit comercial que presiona-
ba a la suba el tipo de cambio, hasta que ocurría una devaluación y luego devenía el estan-
camiento y la recesión (stop). Cuando se achicaba el mercado interno, empezaba otra vez
a crecer la industria (go) hasta que otra vez el sector externo actuaba como limitante (stop).
Esta situación histórica de restricción externa se agravó con la dictadura cívico-militar
de 1976, ya que además de la falta de competitividad industrial se agregó el problema de la
valorización financiera. La misma impulsó las crisis financieras (y cambiarias), determinantes
en el proceso de desindustrialización de las décadas posteriores. En efecto, luego devienen:
la crisis de la deuda de 1982, la hiperinflación de 1989-1990, la crisis bancaria de 2001.
Asimismo, en 2018 se verificó una depreciación del peso frente al dólar de aproximada-
mente el 100 % y una significativa fuga de capitales, de más de 27.000 millones de dólares,
que se aceleró fuertemente desde que estalló la crisis cambiaria en abril de 2018, la cual se
prolongó durante 2019.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


205

PARA AMPLIAR

Algunos autores explican que esta situación cíclica en la historia

AA argentina implica una desvalorización industrial que se reemplaza


por valorización financiera.
Schorr, M. y Wainer, A. (2014), “La economía argentina en la poscon-
vertibilidad: problemas estructurales y restricción externa”, Realidad
Económica, No 286, Buenos Aires. Disponible en: <http://www.idaes.
edu.ar/pdf_papeles/Schorr%20y%20Wainer%20Economia.pdf>

LEER CON ATENCIÓN

Desde el punto de vista macroeconómico, el paraíso es el punto

LL E del Gráfico 4.6 o el punto Ee1 del Gráfico 4.7. Pero en realidad,
como ya explicamos, durante los años 1990 la economía argentina
se encontraba en el punto E0 del Gráfico 4.7. ¿Cómo es el camino
desde E0 hasta Ee1? El ajuste automático de mercado nos dice que
primero la economía debe contraerse, o sea, bajar algunos escalo-
nes del purgatorio, para luego tomar impulso e ir directo sin esca-
las hacia el paraíso señalado por el punto Ee1. Tal trayectoria está
indicada por la línea curva en rojo que conforma un bucle hacia la
izquierda y abajo para luego redirigirse hacia el paradisíaco Ee1 a la
derecha y debajo de E0.

Recordemos que vende y, por


Ahora repasemos esta trayectoria partiendo justamente desde el punto E0.
tanto, pierde reservas, ya que
Como ya explicamos, en el punto E0 el Banco Central vende dólares, lo que los flujos de capitales no alcan-
significa que la política monetaria es contractiva. Como consecuencia de zan para financiar el déficit de
este proceso, la base monetaria (circulante más depósitos) cae y, como ya cuenta corriente. Como vimos, si
CF > CC, entonces el déficit de CC
sabemos, la demanda agregada se contrae vía un desplazamiento paralelo puede mantenerse sin pérdida de
hacia la izquierda de la función LM. Es decir, mantener fijo el tipo de cambio reservas. El problema cambiario
en presencia de un déficit de cuenta corriente creciente y persistente implica empieza cuando se revierten los
una venta (o pérdida) de reservas equivalente a una contracción de la base flujos de capital.
monetaria. Por consiguiente, a medida que el Banco Central vende (o pierde)
reservas, la demanda agregada se reduce, desplazándose hacia atrás; por
ejemplo, hacia DA1 en el Gráfico 4.7.
Es evidente que el desplazamiento hacia atrás de la DA significa recesión y
desempleo –ya que nuestro punto de partida E0 se encuentra a la izquierda de
la oferta de pleno empleo, Ye– y que si el producto continúa corriéndose más
a la izquierda se agudiza aún más el desempleo. En tal situación, los salarios
están bajando debido al alto nivel de desempleo. Por otro lado, dado que el
ajuste automático implica una flexibilidad absoluta de precios y salarios nomi- Nótese que, para que el salario
nales, estos últimos deberían bajar cuando existe desempleo hasta el punto real caiga, el salario nominal debe
en que se restablece el pleno empleo. A medida que los salarios nominales caer más que los precios.
caen, el salario real también disminuye. Luego, como el salario real es más
bajo, los empresarios empiezan a producir más debido a que su ecuación cos-
to-beneficio mejora. Mientras los salarios reales sigan bajando, aumentarán

Macroeconomía Alejandro Naclerio


206

los niveles de empleo y producción domésticos, por lo que la oferta agregada


se desplazará a la derecha.
El desplazamiento expansivo de la oferta agregada, que coincide con un
movimiento contractivo de la demanda agregada, culmina por restablecer el
equilibrio en el punto Ee1, el cual –como dijimos– representa el paraíso donde
el nivel de precios y los salarios reales son más bajos. En tal situación, se
ha alcanzado el pleno empleo y no existen presiones deflacionarias ni infla-
cionarias. Al mismo tiempo, en Ee1 se ha recompuesto el equilibrio de cuenta
corriente, dado que los precios más bajos de los bienes nacionales implican
una subida del tipo de cambio real (R) y, por lo tanto, una mejora de la compe-
titividad. En otras palabras, la teoría dice que luego de la recesión deviene el
crecimiento si se deja actuar libremente a las fuerzas del mercado, las cuales
nos conducen indefectiblemente al punto Ee1, que es el paraíso.

El ajuste nunca alcanza: traumático desenlace


de la convertibilidad
El punto Ee1 era el objetivo a alcanzar con el régimen de convertibilidad y fle-
xibilidad de precios y salarios. Es decir, flexibilidad de todos los precios de la
economía menos el tipo de cambio. Como fuimos señalando, dado el vínculo
inseparable entre los formadores de precios de la sociedad argentina y el valor
del dólar, el ancla cambiaria pretendía calmar expectativas devaluatorias, gene-
El punto Ee1 fue la meta deseada rar previsibilidad y bajar la inflación. Este objetivo había sido logrado durante
por los economistas que defen-
dían el ajuste automático de
gran parte de los años 1990. Pero la crisis de fines de 2001 terminó de
mercado, aunque desafortunada- manera traumática con la convertibilidad. O sea, Ee1, que era el punto (paraíso)
mente el resultado visible fue un prometido, y al cual se llegaría gracias al ajuste automático, se desvaneció.
enorme costo socioeconómico que No solamente dicho punto nunca fue alcanzado, sino que la trayectoria
terminó afectando a los sectores
más vulnerables de la sociedad. O marcada por la curva en rojo del Gráfico 4.7 nunca se direccionó hacia Ee1, es
sea, la teoría auguraba un cami- decir, la economía después de finales de 1998 hasta la salida de la conver-
no hacia el paraíso pero nunca tibilidad en enero 2002 siempre se movió hacia la izquierda, lo que significa
dejamos de apuntar al infierno.
más recesión y más desempleo. El fin del modelo de convertibilidad se produjo
En el punto H se abandonó obli-
gadamente la convertibilidad, lo en medio de una violenta crisis política y social, con un altísimo nivel de des-
cual marcó el fracaso inexorable empleo y déficit de cuenta corriente. La economía se alejó cada vez más de
de las políticas de ajuste que se E0, pero en dirección diagonal hacia la izquierda y hacia abajo. Nunca siquie-
implementaron para mantenerla.
ra logró posicionarse en dirección al punto Ee1. Es decir, la flecha roja nunca
apuntó hacia Ee1, se quedó en un punto como H, a partir del cual se abandonó
la trayectoria del ajuste automático del modelo de convertibilidad.

Ampliaciones sobre el colapso de la convertibilidad


A partir de fines de 1998, se observó un alto desequilibrio externo debido a que el tipo
de cambio real se había apreciado notoriamente, lo que implicaba una muy baja compe-
titividad industrial. Al estar fijo el tipo de cambio nominal (por ley), la única posibilidad
para recuperar competitividad y revertir el creciente déficit era la deflación (que los pre-
cios bajen). Tal situación se basó en la creencia de que se suscitaría un ajuste automático
de mercado ante los desequilibrios externo, cuestión que se explica en el Gráfico 4.7. Sin
embargo, luego de más de tres años de recesión se abandonó el régimen convertible. En
efecto, ante la imposibilidad de continuar con el ajuste automático, signado por la masacre
del 20 de diciembre de 2001 en Plaza de Mayo y la sucesión de cinco presidentes luego de
la salida de Fernando de la Rúa en helicóptero (punto H) del gráfico, se abandona defi-
nitivamente el régimen de convertibilidad.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


207

El creciente endeudamiento externo conduce la economía al default, o sea, a una situa-


ción en la que el gobierno no puede cumplir en tiempo y forma con las deudas previamente
asumidas. Las expectativas de devaluación y la percepción de un alto riesgo de default
hicieron que el público retirara los depósitos y se propagaran temores sobre una eventual
corrida cambiaria. Algunos autores tales como Frenkel y Rapetti (2006) sostienen que uno
de los principales defectos de la regulación y supervisión del mercado financiero argentino
durante los años 1990 ha sido la explícita promoción de un régimen bimonetario (en pesos
o en dólares) para los créditos y depósitos realizados en los bancos comerciales. Durante el
plan de convertibilidad, las autoridades se ocuparon de incentivar a los agentes económicos
para que realizaran operaciones financieras en moneda extranjera, endeudándose en dólares
Esto incrementó el costo de salida de la convertibilidad, debido al evidente descalce entre
los activos en pesos y los pasivos dolarizados. De esta manera, si las deudas son en dólares y
los créditos en pesos, al devaluarse la moneda se quiebra el sistema.
Con el fin de evitar una crisis bancaria generalizada y mantener la convertibilidad, el
gobierno estableció en diciembre de 2001 duras restricciones a los movimientos de capitales
y al retiro del dinero de los bancos (el tristemente célebre “corralito”). El objetivo principal
de las medidas era contener la demanda de moneda extranjera, preservar el stock de reservas
internacionales y evitar la devaluación, es decir, evitar la ruptura del régimen convertible.
Pero estos intentos fueron fútiles ya que la fuga de activos externos que precipitó el colapso
del régimen se aceleró después de la devaluación. El gobierno reemplazó el régimen de
convertibilidad por un sistema de tipo de cambio dual, mientras mantenía los controles de
cambio y el corralito. El mercado de divisas se dividió en dos partes: un mercado oficial para
el comercio específico y operaciones financieras con una paridad fija de $ 1,40 por dólar, y
un mercado de tipo de cambio flotante abierto al resto de las operaciones extranjeras. Pos-
teriormente, el sistema cambiario fue unificado, adoptándose un sistema de tipo de cambio
flexible. Cuando el tipo de cambio comenzó a flotar, la paridad aumentó abruptamente,
provocando el incremento de los precios locales. Esto causó una importante caída en los
salarios reales y, en consecuencia, una contracción de la demanda agregada. Al mismo
tiempo, la especulación y el arbitraje entre diferentes tipos de activos debilitaban aún más
al mercado financiero. Recién cuando se detuvo la estampida cambiaria, los activos locales
comenzaron a ser más atractivos como sustitutos del dólar. Por otro lado, el precio del dólar
alcanzó niveles muy altos, lo que en rigor de verdad fue un fenómeno de sobrerreacción
u overshooting del tipo de cambio nominal y real. Con posterioridad, el peso comenzó a
apreciarse. Luego del pico más alto alanzado en junio 2002, se observó una tendencia a la
baja (apreciación), dado que los precios internos siguieron aumentando, aunque a ritmo Siempre que se cumpla la condi-
menor. Pero a partir de aquí se inició otro modelo de posconvertibilidad basado más en ción de Marshall-Lerner. El teore-
políticas activas que en el ajuste automático. ma o condición de Marshall-Lerner
demuestra que una devaluación
tiene un impacto positivo sobre
las exportaciones netas si la suma
de las elasticidades precio de las
importaciones y exportaciones es
La devaluación en valor absoluto superior a 1.
El objetivo primario de las devaluaciones es resolver el faltante de divisas, por
lo que una suba de e induce a mejorar las exportaciones netas.

LECTURA RECOMENDADA

RR
Krugman, P. y Obstfeld, M. (1994), Economía Internacional, Teoría y Política, 2da
edición, McGraw-Hill, Madrid, pp. 539-542.
Blanchard, O. y Pérez Enrri, D. (2011), Macroeconomía. Teoría y Política Económi-
ca. Aplicaciones a América Latina, 2da Edición. Pearson, Buenos Aires, pp. 572-575 y
587-588.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


208

Al principio de la devaluación, las menores compras al resto del mundo indu-


cen una recesión, ya que la producción nacional puede tardar algún tiempo en
sustituir las importaciones. Más allá de que una mejora competitiva estimule la
producción nacional, esta mejora podría verse contrarrestada cuando los precios
comienzan a aumentar, implicando una apreciación del tipo de cambio real.
En el Gráfico 4.8 –al igual que en el 4.7– partimos de E0, donde se inter-
sectan la OA y la DA, logrando el equilibrio en los mercados de bienes y mone-
tario, pero con desempleo (desequilibrio en el mercado de trabajo) y déficit de
cuenta corriente (desequilibrio en el sector externo). Ahora bien, para corre-
gir ambos desequilibrios, el gobierno decide (o se ve obligado a) no adherir al
“doloroso” ajuste automático. En su lugar, resuelve devaluar la moneda nacio-
nal para, por un lado, corregir el déficit de cuenta corriente y, por el otro, esti-
mular la demanda agregada a fin de intentar salir de la recesión. Debe tenerse
en cuenta que la decisión de devaluar no es fácil para ningún gobierno. Una
devaluación genera un efecto negativo inmediato (en el corto plazo), ya que los
Las devaluaciones (y más aún ingresos caen y se genera un proceso inflacionario impulsado por el aumen-
para el caso de Argentina) son to de costos, principalmente debido al incremento de los precios de los insu-
muy recesivas y angustiantes para mos importados. El sendero de crecimiento se emprende luego de superada
la mayoría de la sociedad. Las
la devaluación y la vigencia de un tipo de cambio estable.
devaluaciones son recesivas cuan-
do prevalece el efecto ingreso por La devaluación se representa en el Gráfico 4.8. Vimos más arriba –en el
sobre el efecto demanda externa, Gráfico 4.5– que el aumento del tipo del cambio nominal (e) traslada la fun-
tal como lo mostró el economista ción XN = 0 hacia la derecha. En este caso (Gráfico 4.8), XN = 0 se traslada
Carlos F. Díaz Alejandro (1963) en
los años sesenta.
a XNe = 0. Lo que el gobierno intenta hacer con esta medida es llevar la eco-
nomía desde el punto E0 hacia el punto Ee2, donde el ingreso y el empleo son
mayores. La devaluación provoca un ajuste bastante rápido de las exportacio-
nes netas. Cuando estas aumentan, la demanda agregada se desplaza hacia
la derecha hasta DAe. El proceso de recuperación económica es relativamen-
te rápido, sobre todo cuando se lo compara con el (lento) proceso de ajuste
automático. Sin embargo, inmediatamente después de la devaluación se gene-
ra –al menos por un tiempo– un proceso recesivo en la mayoría de los casos.
En respuesta al aumento del tipo de cambio, el ajuste de la cuenta corrien-
te comienza al principio con una fuerte caída de importaciones (dado que sus
precios aumentan, debido al mayor valor de e x P*) y, por consiguiente, con
una recesión. Posteriormente, las exportaciones comienzan a recuperarse,
debido a los mejores precios que reciben los exportadores. Incluso, industrias
locales pasan a ser competitivas con un tipo de cambio más alto, con lo cual
también se sustituyen importaciones. Este proceso de mejora en la cuenta
corriente ocurrió con bastante correlato después del abandono del régimen
de tipo cambio fijo en Argentina en enero del año 2002.
Recordemos que, cuando los pre- En Ee2 los precios son más altos, dado que al subir el tipo de cambio nomi-
cios internos suben (inflación), se
aprecia el tipo de cambio real y nal muchos de los precios internos ajustan con los precios importados; por lo
la economía vuelve a perder com- tanto, una devaluación es sin duda inflacionaria. Al mismo tiempo, los precios
petitividad. Sugerimos repasar el aumentan cuando la demanda agregada empieza a desplazarse hacia la dere-
ejemplo desarrollado antes sobre
cha. El recorrido indicado por la flecha que va desde E0 a Ee2 es el resultado
la competitividad de los zapa-
tos nacionales respecto de los esperado por las autoridades luego de alterar la variable e. El gran problema
importados. de este recorrido es que no se produzca una aceleración desmesurada de
la inflación.

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209

Gráfico 4.8. Devaluación y estabilización del tipo de cambio

Si comparamos los gráficos 4.7 y 4.8, vemos que las soluciones propues-
tas en ambos casos para aumentar el empleo y el producto comportan una
estrategia costosa, al menos al principio. En el caso del ajuste automático de
mercado, el ajuste recesivo impulsa una caída de precios, mientras que, en el
caso de la devaluación, el ajuste recesivo impulsa una suba de precios. Con
el ajuste automático, los salarios nominales deben caer más que los precios
para permitir la mejora de los beneficios empresariales y, de esta manera,
esperar el desplazamiento hacia la derecha de la curva de oferta agregada. En
cambio, con la devaluación, la relación clave es cuánto aumentan los precios
nacionales con relación a la subida del tipo de cambio nominal. Si los precios
crecieran igual que lo que subió el tipo de cambio nominal, se neutralizarían
los efectos reales de la devaluación sobre la competitividad.
Para el caso argentino, el proceso de crecimiento motorizado por la deman-
da agregada depende del mercado interno (C + I) más que del aumento de la
competitividad (XN). O sea, lo que importa desde esta perspectiva es que por
medio de las políticas fiscales y monetarias se desplace la DA a la derecha y
que la OA acompañe con políticas industriales. Ahora bien, a pesar de que el
sector externo no es el componente más importante de la demanda, el tipo de
cambio –como vimos– es muy determinante del funcionamiento de la macro-
economía argentina. Esto se debe a varios factores, entre los cuales podemos
destacar el nivel de apertura financiera; este influye sobre la entrada y salida
de capitales y, consecuentemente, sobre el problemático mercado cambiario.

4.4. Apertura y movilidad de capitales


Se dice que una economía es perfectamente abierta al mundo cuando no
hay restricciones ni a la entrada ni a la salida de capitales (ni financieros ni Estos títulos o bonos tienen el
físicos). En particular, la apertura financiera está dada por el nivel de entrada propósito de obtener una cierta
y salida de capitales (financieros), que financian la cuenta corriente a través renta financiera.
de bonos o títulos de deuda. Más precisamente –como vimos en la balanza
de pagos–, el resultado de lo producido en términos de divisas netas por la
cuenta corriente y la cuenta capital constituye la cuenta (con signo contrario)
capacidad/necesidad de financiamiento.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


210

En este marco, las políticas fiscales y monetarias que pretenden estimular


la demanda agregada en una economía abierta dependen, nuevamente, del
El modelo fue desarrollado por
Fleming (1962) y Mundell (1963), sistema de tipo de cambio adoptado y de si las expansiones de la economía
quienes incorporan los flujos inter- generan o no presiones inflacionarias. Veremos cómo influye la apertura finan-
nacionales de capitales. El avance ciera en un régimen de tipo de cambio flexible y luego en uno de tipo de cam-
en las comunicaciones durante la
bio fijo. Para ello utilizaremos el modelo Mundell Fleming, que considera los
segunda posguerra y, sobre todo, el
progresivo abandono de los siste- flujos de capital capaces de modificar el análisis del modelo IS-LM.
mas de tipo de cambio fijo induce El modelo Mundell-Fleming completa el análisis IS-LM. Ahora se introdu-
a los inversionistas internacionales ce el tipo de cambio (e –o R si hay inflación–), que influye sobre las exporta-
(corporaciones financieras o inver-
sores institucionales) a especular,
ciones netas y la tasa de interés internacional (i*); esta última aparece como
arbitrando las tasas de interés y los alternativa de financiamiento a la tasa de interés local (i). Los tipos de cam-
tipos de cambio que rigen en los dis- bio tendrán mayor impacto sobre el mercado de bienes a mayor apertura de
tintos mercados monetarios locales. la cuenta corriente o apertura comercial; mientras que las relaciones finan-
cieras con el exterior dependerán de las tasas de interés locales y externas.
Ambos efectos (mercado de bienes y monetario) varían según el régimen de
Una economía es abierta al exte- tipo de cambio adoptado.
rior cuando exporta e importa un
porcentaje relativamente alto de
su producto. Una medida de aper-
3.

KK
tura es el coeficiente de exporta-
ciones (X / PBI). Este coeficiente Calcule el índice de exportaciones para Argentina en el período 2005-
indica qué porcentaje del producto
se exporta. Por ejemplo, Estados
2019. Compárelo con los de Estados Unidos y Bélgica. Busque los datos
Unidos exporta un 10 %, mientras en los informes técnicos del Indec citados para realizar las Tablas 4.1 y
que Bélgica exporta casi un 80 % 4.2 del recurso Texto aparte sobre la balanza de pagos en Argentina.
de su PBI. Con estos datos pode-
mos afirmar que Estados Unidos
depende relativamente poco del
resto del mundo, mientras que En la Unidad 2, habíamos presentado el modelo IS-LM como el equilibrio
Bélgica es altamente dependiente entre el mercado de bienes y monetario. El mismo se resolvía mediante dos
de la demanda externa.
ecuaciones, la (2.34) –IS: Y = α (A1 – hi)– y la (2.35) –LM: i = (j / k)Y – (1 / k)
M)–. Ahora vamos a agregar una tercera función representativa de la balanza
de capitales financieros al análisis, ecuación (4.5). Se cierra así el equilibrio
ya que las tres funciones (IS, LM y BK) se intersectan en un solo punto en el
plano de tasa de interés e ingreso.

BK = i* = i (4.5)

donde i* es la tasa de interés internacional. La balanza financiera (BK) queda


determinada por los movimientos de fondos entre los países. Los capitales
financieros ingresan cuando la tasa de interés nacional es más alta que la
prevaleciente en el exterior (i > i*) y egresan en caso contrario (i < i*).
El análisis IS-LM entonces se amplía, al incluir nuevas variables que influi-
rán sobre la cuenta corriente, e incorpora la cuenta financiera como resulta-
do de los fondos que ingresen al país y de los que egresen. Es decir, ahora
el modelo es:

IS: Y = α (A1 – hi)


LM: i = (j / k)Y – (1 / k)M Modelo IS-LM-BK
BK: i = i*

Macroeconomía Alejandro Naclerio


211

Para resolver matemáticamente este modelo, podemos reemplazar la i por la


i*. Los resultados ahora quedan limitados a i*, que es la tasa de interés inter-
nacional exógena al modelo. Los resultados habían sido calculados para las
variaciones de ingreso, por lo cual, al reemplazar i por i* en ambos mercados,
se mantiene la misma resolución representada en la ecuación (2.36): Y = αpf
A1 + αpm M. Sin embargo, el modelo cambia cuando i difiere de i*.

Gráfico 4.9. La balanza de capitales financieros (BK) y el modelo IS-LM

A continuación veremos los efectos de la política monetaria y fiscal para dife-


rentes sistemas de tipos de cambio, fijos y flexibles. El análisis se efectuará
“paso a paso”, si bien todos los desequilibrios operan casi simultáneamente.

4.4.1. Política monetaria y fiscal con tipo de cambio fijo


Analizaremos primero el resultado de un desequilibrio originado por una En rigor, la oferta monetaria
expansión monetaria, o sea, los efectos de la política monetaria. Luego aumenta respecto de la deman-
da de dinero. También puede ocu-
veremos los resultados de la expansión del presupuesto público, es decir, rrir que se genere un exceso de
los efectos de la política fiscal. Ambos escenarios, en un sistema de tipo de oferta de dinero porque disminuye
cambio fijo. la demanda de dinero. O puede
suceder que los agentes económi-
cos alteren el multiplicador ban-
Expansión monetaria cario, haciéndolo más potente,
con lo cual también aumenta la
En el Gráfico 4.10 partimos del equilibrio inicial (E0) en la intersección de oferta de dinero.
IS0-LM0-BK0, donde el nivel de ingreso es Ye. Cuando se expande la oferta
de dinero porque el Banco Central inyecta base monetaria, lo cual genera un
exceso de oferta de dinero, se traslada la función LM0 hacia LM1. El primer
resultado es la baja de la tasa de interés al moverse la economía de E0 a E1. La
baja de tasa de interés estimula la inversión interna, pero provoca una salida
de capitales financieros en busca de mejor rendimiento, dado que la tasa de
interés interna ha quedado por debajo de la tasa internacional (i < i*). Como
estamos en un sistema de tipo de cambio fijo, la fuga de capitales fuerza al
Banco Central a vender reservas internacionales, con lo que se contrae la
cantidad de dinero en circulación y la función LM1 vuelve a desplazarse hacia
la izquierda, hasta cerrar el desequilibrio de la balanza de capitales financie-
ros. Entonces nos encontraremos nuevamente en E0, con la tasa de interés
alineada con la internacional.

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212

Gráfico 4.10. Expansión monetaria con tipo de cambio fijo

Al regresar la economía a la posición E0, observamos que todas las variables


retornan a sus valores originarios. Si los capitales que eventualmente emigra-
ron no reingresan al país, por más que su rendimiento (i*) iguale al doméstico
(i), habrá cambiado la composición de los activos financieros de los agentes
económicos, que poseerán ahora más tenencias en depósitos en moneda
extranjera (depositados en el exterior) que al inicio. Por causa de ello, el Banco
Central habrá perdido activos (reservas) en moneda extranjera.

LEER CON ATENCIÓN

Con tipo de cambio fijo y perfecta movilidad de capitales, la política

LL monetaria no es una herramienta eficaz para incrementar el ingreso.


Al bajar la tasa de interés los capitales se van en busca de una tasa
(o rentabilidad) más alta, lo que significa retirar oferta de divisas del
mercado cambiario, es decir, los inversores internacionales dolarizan
carteras y se van. Luego interviene el Banco Central como oferente
para reemplazar las divisas fugadas, lo que vuelve a retrotraer la can-
tidad de dinero (LM se desplaza a la izquierda). Como resultado de
este proceso, la política monetaria no aumenta en nada el ingreso y
solo genera pérdida de reservas internacionales.

Expansión fiscal
La expansión fiscal desplaza a la derecha la función IS. En el Gráfico 4.11
partimos del punto E0, desde donde el aumento del gasto público induce a las
empresas a producir más por causa del efecto multiplicador que hemos estu-
diado en la Unidad 2. Entonces se sigue la siguiente secuencia: (1) traslado
de IS0D0 a IS1D1, (2) la oferta de bienes se adapta a la mayor demanda, lo que
explica (3) el aumento del ingreso y la mayor tasa de interés de equilibrio. (4)
A medida que esa mayor producción se empieza a llevar a cabo, observaremos
que la tasa de interés sube presionada por la mayor demanda de dinero para
transacciones. Por lo tanto, la tasa de interés interna tenderá a subir, lo cual

Macroeconomía Alejandro Naclerio


213

incentiva a capitales extranjeros a colocar fondos en el mercado interno, ya


que brindan una mayor renta. Con tipo de cambio fijo, la autoridad monetaria
comenzará a comprar ese exceso de oferta de divisas (abundan dólares),
emitiendo moneda local. Esa expansión monetaria desplaza la función LM0
hacia LM1. Dicho mecanismo monetario funciona hasta alcanzar el equilibrio
final en E1, donde el ingreso se expandió hasta E1.

Gráfico 4.11. Expansión fiscal con tipo de cambio fijo

LEER CON ATENCIÓN

Con tipo de cambio fijo y perfecta movilidad de capitales, la políti-

LL ca fiscal funciona de manera muy eficaz para aumentar el ingreso. Al


expandir el producto y subir la tasa de interés, se atraen capitales que
vienen del exterior en búsqueda de una mayor renta financiera. Luego
se genera una sobreoferta de divisas en el mercado cambiario. Dicho
excedente de divisas es comprado por el Banco Central mediante
emisión de base monetaria. Finalmente, la LM se desplaza a la dere-
cha, potenciando el aumento del producto hasta Y1.

4.4.2. Política monetaria y fiscal con tipo de cambio flexible


La demanda y oferta de moneda extranjera provocan incrementos o bajas del
tipo de cambio cuando el tipo de cambio es flexible, ya que al no actuar la
autoridad monetaria son los particulares (personas, empresas, corporacio-
nes, multinacionales, etc.) los que operan en el mercado de cambios, sea
comprando divisas extranjeras con la moneda local o viceversa. Si aumenta
la demanda de dólares, el tipo de cambio sube, y si baja la demanda respecto
de la oferta, el tipo de cambio baja. Recordemos que al subir el tipo de cambio
mejora la competitividad de la economía, por lo que suben las exportaciones
netas y, por lo tanto, se expande la función IS.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


214

Expansión fiscal
Como ya sabemos, la expansión fiscal desplaza la función IS a la derecha.
Pasamos de (IS0: A0e1) a (IS3: A1e1) en el Gráfico 4.12. Dada la función BK, se
genera un ingreso de capitales financieros, ya que la tasa de interés (sobre
En realidad, el desplazamiento
de la IS se origina en el aumen- LM0) es permanentemente más alta que la BK0. Al ingresar capitales, dismi-
to del gasto autónomo de A0 a A1. nuye el tipo de cambio inicial por lo que, disminuyen las exportaciones netas.
Cualquiera de las componentes Asimismo, mientras exista diferencia de tasas (i > i*) y continúen ingresando
autónomas que abarca A (recor-
dar de la Unidad 2: A = C0 + I0 + capitales y disminuyendo el tipo de cambio, la función IS3 se trasladará conti-
G0 + G0) implica dicho corrimiento nuamente hacia la izquierda. El equilibrio se retrotrae nuevamente a E0 con un
de la función. tipo de cambio más bajo (e0 < e1), sobre la función IS4A1e0.
Con el retroceso de la IS a su posición original, observaremos una caída de
la producción que neutraliza el efecto expansivo original. El mayor gasto gene-
rado con IS3A1e1 queda anulado por el deterioro que se produce en la cuenta
corriente al bajar el tipo de cambio desde e1 a e0. Las mayores importaciones
han sido financiadas por el ingreso de capitales financieros desde el exterior,
es decir, a través de un mayor endeudamiento externo. En definitiva, volvemos
al punto de partida E0, pero ahora tenemos un mayor stock de activos financie-
ros nominados en moneda extranjera.

Gráfico 4.12. Desplazamiento de la IS con tipo de cambio flexible

LEER CON ATENCIÓN

La política fiscal no es eficaz con tipo de cambio flexible; en todo

LL caso, los aumentos del nivel de producto son leves y transitorios.


Cuando se traslada la IS a la derecha, el aumento del tipo de cambio
nos hace perder competitividad y la demanda de bienes se retrotrae,
anulando el efecto positivo inicial que generó la expansión fiscal.

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215

Expansión monetaria
La expansión monetaria, mostrada en el Gráfico 4.13, tiene un impacto positi-
vo sobre el nivel de producción. Dicho aumento de la oferta monetaria (bajas
tasas de interés) genera la siguiente secuencia: (1) se desplaza la LM desde
LM0 hacia LM1 en respuesta a una expansión monetaria. La tasa de interés,
sobre LM1, entre Ye e Y3 estará por debajo de la del equilibrio internacional
medido por la función BK. (2) Los capitales emigran, subiendo la demanda de
dólares en el mercado de divisas y elevando por consiguiente el tipo de cambio
de e0 a e1. La cuenta corriente se hace más competitiva, lo que se refleja en
un corrimiento hacia la derecha de la IS, que solo cesaría al cerrarse la brecha
de tasas de interés en E1, con lo que habremos logrado alcanzar Y3. De esta
manera, la función IS, vía un tipo de cambio flotante que aumenta (se depre-
cia), actuará pasivamente a través del mayor superávit de la cuenta corriente.
Mientras la tasa de interés que equilibra el mercado monetario se encuentre
por debajo de la tasa internacional, los capitales financieros saldrán del país
y se apreciará el tipo de cambio, incrementándose el superávit de la cuenta
corriente que corre la IS hacia la derecha desde IS0e0 a IS3e1. (3) El superávit
de la cuenta corriente financia el éxodo de capitales al exterior hasta que el
aumento del ingreso termina de absorber el mayor nivel de oferta monetaria.

Gráfico 4.13. Desplazamiento de la LM con tipo de cambio flexible

LEER CON ATENCIÓN

Se espera que con tipo de cambio flexible la economía encuentre un nivel

LL de competitividad, dado por un tipo de cambio de equilibrio que resuel-


ve la brecha externa. Cuando se deprecie la moneda, la mayor competiti-
vidad aumentará el nivel de producción vía mayor demanda externa. La
suba del tipo de cambio ocurre porque emigran capitales cuando baja la
tasa de interés, con lo cual en el mercado de capitales se genera el efecto
“aumento de tipo de cambio versus baja de tasa de interés”.

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216

4.4.3. La tasa de interés internacional


Si se modifica la tasa de interés internacional se genera un cambio en el flujo
de capitales financieros. Este hecho es de suma importancia para economías
Se considera que la tasa de
interés internacional son tasas que dependen altamente del ahorro externo.
que se fijan en las principales
plazas financieras mundiales y
que sirven como referencia a
nivel internacional. Las princi- Diferentes tasas de interés en diferentes países y riegos país
pales tasas consideradas inter- En el modelo Mundell-Fleming la tasa de interés interna (i) se alinea con la tasa de interés
nacionales son: LIBOR (London internacional (i*). Esa convergencia responde a que los capitales financieros ingresan y egresan
Interbanking Offered Rate), que es
del país en función de que la tasa interna sea mayor que la externa o viceversa. Dado el enorme
la tasa interbancaria de Londres;
la tasa de los Fondos Federales de volumen diario de las operaciones financieras, la tasa de interés vigente en el amplio mercado
Estados Unidos; la Prime, que es del resto del mundo no se altera por los movimientos de capitales provenientes de un país. Por
un promedio de tasas en Estados ello, para los capitales que egresan la tasa de interés internacional (i*) será fija; no así para los
Unidos, y la Tasa del Bono del capitales que ingresan al mercado doméstico, ya que cuánto más alta sea la necesidad de fondos
Tesoro de Estados Unidos. externos, más alta será la tasa de interés que se deberá ofrecer localmente. Estrictamente, ten-
dríamos una representación gráfica del equilibrio de la balanza de capitales cuando los capitales
egresan y otra cuando los capitales ingresan. La primera sería una línea horizontal al nivel de
la tasa de interés internacional. En la segunda representación, tendríamos una línea creciente
a partir del punto en que la balanza de cuenta corriente comienza a ser deficitaria y se requiere
compensar ese déficit con el ingreso de capitales desde el exterior.
Esta brecha de tasas (entre las de ingreso y las de egreso de capitales) da cierto mar-
gen operativo a las políticas monetaria y fiscal. La tasa única prevalecerá si quienes reci-
ben los capitales son perfectamente solventes, sin importar en qué país se encuentren.
Otros elementos pueden introducir también una brecha entre esas tasas. Por ejemplo,
cuando el egreso de capitales es motivado por razones de seguridad, por expectativas de
inestabilidad jurídica, institucional o económico-financiera dentro de un país.
En este sentido, la no solvencia o la expectativa de crisis de un país implica que dicho país
es un sujeto crediticio riesgoso. Cuando existe riesgo país, el ingreso de capitales financieros
al país con riesgo no es fluido y se requieren crecientes tasas de interés para atraer capitales.
Técnicamente, la tasa de riesgo Este efecto desplaza hacia arriba la función BK en tantos puntos porcentuales. Esos puntos
país mide el diferencial de tasas porcentuales adicionales que un país debe pagar para endeudarse es el riesgo país. Es de esperar,
de interés que paga un país segu-
además, que la tasa de interés requerida para el ingreso de capitales se incremente en forma
ro (por lo general, se toma como
referencia Estados Unidos) respec- muy marcada a medida que se demandan más fondos, por lo que también la pendiente de la
to de la tasa de interés interna. función BK se alterará inclinándose hacia arriba en el sentido contrario a las agujas del reloj.

Disminución de la tasa de interés internacional


Si ocurre una baja en la tasa de interés internacional, en el Gráfico 4.14 baja
i*3 a i*2. La función del equilibrio de la balanza de capitales financieros (BK3)
caerá a un nivel inferior (BK2), y bajo iguales condiciones, como la tasa de interés
doméstica quedó superior a la internacional, ingresarán capitales al país. Si el
tipo de cambio es flexible, el ingreso de capitales apreciará la moneda local;
por lo que las importaciones aumentarán y disminuirá el superávit de la cuenta
corriente. Con estos cambios, la función del equilibrio del mercado de bienes
y servicios, ISBC3, se corre a la izquierda hasta ISBC1. Este corrimiento hacia
la izquierda se debe a que la demanda agregada disminuye por causa de la
caída de las exportaciones netas (XN). Asimismo, el nivel de producto irá dismi-
nuyendo mientras la tasa de interés no se equilibre con la externa. Cuando el
ingreso se retrotraiga hasta Y2 nuevamente se logrará equilibrar los mercados.
En E2 coincidirán ISBC2 con la LM y BK2. Nótese que la balanza de pagos tiene

Macroeconomía Alejandro Naclerio


217

resultados diferentes en E0 y E2. En E2 la cuenta corriente tiene un resultado más


positivo respecto de E0 porque cayó el ingreso y disminuyeron las importaciones.
Asimismo, dada la caída de la tasa de interés internacional, el flujo positivo de
capitales genera superávit de la cuenta financiera; es decir, una capacidad de
financiamiento en contraposición a una necesidad de fondos. En consecuencia,
en E2, el resultado neto de divisas es positivo respecto de E0 y se acumula en
manos de particulares, ya que el Banco Central no interviene en el mercado
cambiario; por lo tanto, no gana (ni pierde si fuera al revés) reservas.

Gráfico 4.14. Disminución de la tasa de interés internacional con tipo de


cambio flexible

LEER CON ATENCIÓN

Tal como se muestra en la Gráfico 4.14, cuando cae la tasa de interés

LL internacional se genera un exceso de liquidez mundial, lo que impli-


ca que los capitales buscan un diferencial de tasas en otros países.
Entonces, como la tasa interna es mayor que la internacional, entran
divisas (sobreoferta de dólares), lo que hace bajar el tipo de cambio
(apreciar la moneda local); en consecuencia, perdemos competitivi-
dad y cae la demanda agregada (por menos exportaciones netas XN)
y cae el ingreso desde Y3 hasta Y2. En este mismo proceso se genera
un resultado positivo de divisas (aumento del ahorro en dólares) que
queda en manos de particulares.

El mismo descenso de tasa lo representamos en el Gráfico 4.15, pero ahora el


tipo de cambio es fijo. La disminución de la tasa de interés internacional aumenta
la liquidez internacional y provoca también el ingreso de capitales, lo que, en este
caso, afectará el mercado monetario, representado por la función LM3. Dado que
entran capitales financieros (entran dólares), el Banco Central ahora no tiene una
actitud pasiva sino más bien todo lo contrario, por lo que interviene activamente
en el mercado cambiario. Emite base monetaria y compra los dólares que sobran
evitando su apreciación (evita que el dólar baje). Al incrementarse la oferta de

Macroeconomía Alejandro Naclerio


218

dinero, la función LM se corre a la derecha hasta LM4. El ingreso crece hasta E1 y


el equilibrio del mercado de bienes no se altera; en consecuencia, la función IS no
cambia. El ingreso aumenta porque la tasa de interés a la cual pueden endeudarse
los empresarios locales es más baja, entonces sube la inversión. Por tal motivo, la
inversión física en E1 (compra de máquinas, construcción de fábricas, etc.) es mayor
que en E0. Asimismo, en E1 (a diferencia del caso anterior, donde el tipo de cambio
era flexible), el resultado de la cuenta corriente se hace más deficitario ya que el
nivel de ingreso es más alto y se incrementaron las importaciones. Dicho déficit
se financia con la entrada de capitales que se destinan a actividades productivas.
Por otro lado, el ahorro interno en dólares no aumenta –como si ocurría en el caso
anterior–, ya que el superávit de la cuenta capital se destina a la inversión y no a la
fuga de capitales (o aumento del ahorro en divisas).

Gráfico 4.15. Disminución de la tasa de interés internacional con tipo


de cambio fijo

LEER CON ATENCIÓN

El efecto “baja de tasa de interés internacional” se traslada a la eco-

LL nomía doméstica y tiene un impacto positivo sobre la expansión de


la economía. Una disminución de la tasa de interés internacional
produce una disminución del producto si el tipo de cambio es flexi-
ble, pero un aumento del producto si el tipo de cambio es fijo. Esta
situación es un elemento sumamente importante que los hacedores
de política (monetaria) deben tener en cuenta a la hora de interve-
nir en el mercado cambiario y en la tasa de interés (o fijación de la
oferta monetaria).

Aumentos de la tasa de interés internacional


Veamos ahora los casos de subas en la tasa de interés internacional que
trasladan el equilibrio de la función representativa de la balanza de capitales
hacia arriba.

Macroeconomía Alejandro Naclerio


219

Con tipo de cambio fijo, al subir las tasas de interés internacionales, la fun-
ción de equilibrio de la balanza de pagos se desplaza hacia arriba, lo que gene-
ra una salida de capitales (ver siguiente recurso “Texto aparte”) como conse-
cuencia de que ahora la tasa internacional es más alta que la local (i* > i). Al
salir capitales del país se retira oferta de divisas (se van dólares) del merca-
do cambiario, por lo que el Banco Central interviene para sostener el tipo de
cambio vendiendo sus reservas de divisas. El equilibrio del mercado monetario
se altera contrayendo la oferta de dinero y provocando la suba de la tasa de
interés, lo que contrae el nivel de ingreso. En el Gráfico 4.16, LM4 se despla-
za hasta LM3 y la tasa de equilibrio sube a i*3. El punto E3 marca el equilibrio
final donde el ingreso se contrajo.

Fuga de capitales: flight to quality y carry trade


La salida de capitales ocurre de manera cíclica en países en desarrollo (tales como la Argentina).
Los inversores internacionales, para invertir en un país, contrapesan rendimiento y riesgo.
Es por ello que ante un aumento de la tasa de interés internacional (por ejemplo, la FED
–Reserva Federal– decide aumentar la tasa de los bonos estadounidenses) inmediata-
mente los capitales financieros emigran buscando plazas un poco más seguras. Este fenó-
meno se denomina “flight to qulity” (en inglés: vuelo a la calidad) ya que se abandonan
plazas financieras de poca calidad (o de mucho riesgo) para ir a otras más seguras. En este
sentido, cuando sube la tasa de interés internacional se fugan capitales financieros, sobre
todo desde los países emergentes hacia los países centrales, por dos motivos. Primero por
el efecto de diferencial de tasas y segundo porque los países centrales se consideran más
estables en el mercado cambiario, lo que genera un efecto tipo de cambio.
En mercados cambiarios vulnerables, donde el tipo de cambio es muy volátil, tienen
un papel central las expectativas sobre la evolución futura del tipo de cambio y la tasa de
interés. Para el inversor financiero la tasa nominal de interés no es relevante para su análisis,
sino que toma en cuenta la tasa real de interés, estimando la inflación futura que afectaría
el poder adquisitivo del capital colocado. Entonces, una aproximación a la tasa de interés
real r es: r = i – πe, donde i es la tasa de interés nominal y πe la tasa de inflación esperada.
Asimismo, las expectativas sobre incrementos del tipo de cambio operan exactamente igual
que las expectativas sobre el aumento de precios. Si se espera que el tipo de cambio suba (una
devaluación o depreciación de la moneda nacional), entonces esa previsión se incorporará
a las exigencias del inversor local, reemplazando la tasa de inflación esperada πe por la tasa
de devaluación esperada (Δee). Cuanto mayor sea el alza del tipo de cambio que se espere,
mayor será la tasa de interés solicitada y pagada en el mercado financiero interno.
Puesto a elegir entre un bono doméstico y un bono internacional, un inversor va
aplicar la siguiente fórmula: i = i* + Rp + Δee. Es decir, va a elegir quedarse (o no dar a la
fuga los bonos) si la tasa o el rendimiento (i) que pagan los bonos locales es mayor que
la tasa de interés internacional, i*, más la tasa de riesgo país, Rp, más la expectativa de
devaluación, Δee. Como vimos antes, la tasa de riesgo país es el excedente de tasa que paga
un país respecto de la tasa internacional justamente por ser riesgoso. Entonces, mientras
el riesgo permanezca relativamente estable y el tipo de cambio estable, se compran acti-
vos financieros locales siempre que i > i*. Pero cuando las expectativas de devaluación
aumentan, los inversores prefieren vender bonos locales y comprar moneda extranjera
(dólares) antes que su precio suba. Este proceso se denomina carry trade (arbitraje entre
activos nacionales y extranjeros) y es muy típico en épocas de inestabilidad monetaria en
Argentina, como en los años 2018 y 2019, período en el cual se verificó una puja entre
aumentos de tasas de interés y estabilidad del dólar. El proceso, ciertamente especulativo,
consiste en comprar bonos locales que rinden una muy alta tasa de interés y luego de un
período razonable, y antes de la devaluación, cambiar los bonos por divisas y fugarlas.
Es decir, el carry trade consiste en entrar a la Argentina con dólares, cambiarlos a pesos,

Macroeconomía Alejandro Naclerio


220

comprar bonos en pesos de corto plazo, luego volverlos a cambiar a dólares y fugarlos.
En resumen: entrar, hacer tasa y salir. Esto es posible debido a la ausencia de regulaciones
(normas) que limiten la entrada o salida de capitales financieros especulativos.

Gráfico 4.16. Suba de tasa de interés internacional con tipo de cambio fijo

LEER CON ATENCIÓN

Cuando sube la tasa de interés internacional se genera un diferencial

LL de tasa que hace emigrar a los capitales (se van dólares). Para man-
tener fijo el tipo de cambio, el Banco Central pierde (vende) reser-
vas y, de esta manera, alimenta la fuga de capitales ya que los agentes
económicos locales dolarizan carteras, o sea, aumenta el ahorro en
divisas (en dólares) de los particulares. En E3 respecto de E0, el Banco
Central perdió reservas, la inversión cayó, por lo que el ingreso tam-
bién cayó, pero aumentó la tenencia de activos en dólares en manos
de particulares.

Con un tipo de cambio flexible, al subir las tasas de interés internacional, tam-
bién la función de equilibrio de la balanza financiera se desplaza hacia arriba
a una tasa más alta, lo que creará un éxodo de capitales (se van dólares).
Al retirar oferta de moneda extranjera sube del tipo de cambio, por lo que se
gana competitividad y aumenta la demanda externa, o sea, mejora la cuenta
corriente gracias a las exportaciones netas XN, lo que a su vez mejora la
demanda agregada. Consecuentemente, la función IS se correrá hacia la dere-
cha expandiendo el nivel de ingreso. Dicho proceso se muestra en el Gráfico
4.17. Al contrario del caso anterior, la suba de la tasa de interés internacional
con tipo de cambio flexible incrementa el ingreso. Ahora bien, este aumento
de ingreso se debe a la mejora de la competitividad de la economía por el
aumento del tipo de cambio (depreciación de la moneda local respecto de la
moneda internacional –el dólar–), considerando que los precios no aumen-
tan. Pero sabemos que si aumenta el dólar (precio de la divisa) hay inflación,
sobre todo en Argentina. Por lo tanto, si consideráramos el tipo de cambio

Macroeconomía Alejandro Naclerio


221

real R = eP* / P (en lugar del tipo de cambio nominal e) como medida de la
competitividad, dicha mejora de XN no se daría. Como resultado, la fuga de
capitales genera una recesión y no una mejora competitiva. Dicha situación la
explicamos en el subapartado siguiente.

Gráfico 4.17. Suba de tasa de interés internacional con tipo de cambio


flexible

LEER CON ATENCIÓN

La suba de tasas de interés internacional genera fuga de capitales y,

LL por tanto, un desequilibrio en el mercado cambiario, lo que hace


subir el precio del dólar (de las divisas). Esta depreciación mejora la
competitividad, por lo que aumenta XN y la IS se traslada hacia la
derecha. Ahora bien, es bastante poco probable (por no decir nada
probable) que este caso ocurra, ya que cuando sube el tipo de cam-
bio nominal inmediatamente suben los precios y, en consecuencia, la
competitividad real de la economía medida por el tipo de cambio real
(R) no se altera. El resultado final va a ser una recesión y la economía
se ubicará en algún nivel de ingreso a la izquierda de Y2.

Este pasaje del aumento del tipo


de cambio nominal a la inflación
Inflación y cambios en la tasa de interés internacional se denomina pass-through (en
inglés “pasaje a”), que para el
Como dijimos, cuando hay inflación la variable relevante para medir la compe- caso de la Argentina es bastante
titividad es el tipo de cambio real, R. A esta altura, ya sabemos que cuando rápido, por no decir inmediato.
sube el tipo de cambio se genera inflación cambiaria, debido a que los agentes
económicos ajustan sus precios de acuerdo a lo que sube el precio del dólar.
Cuando el nivel de producción (y empleo) aumenta por efecto de una polí-
tica fiscal (Gráfico 4.11) o de una expansión monetaria (Gráfico 4.13), o por
una caída de la tasa de interés internacional (Gráfico 4.15), la economía debe
responder a una mayor demanda de bienes y servicios. Para responder a esa
mayor demanda aumenta la producción, por lo que en estos casos siempre
el resultado es un mayor nivel de producción o ingreso. Ahora consideremos

Macroeconomía Alejandro Naclerio


222

que tras los incrementos de producción puede haber también un incremento


de precios.
Al respecto, consideremos que aumenta el ingreso por una política mone-
taria expansiva que baja la tasa de interés y un aumento de la inversión públi-
ca. Esto representa una combinación de desplazamientos de la LM y de la IS.
En el Gráfico 4.18 vemos las variaciones de ingreso y tasa de interés en el
panel superior, y el índice de precios (cuya variación muestra la inflación) en
el eje de ordenadas del panel inferior. Llegamos al punto Ef con mayor nivel
de producto que E0 por diferentes caminos, según cuales sean los supuestos
del modelo. Vamos a identificar tres caminos:
1. Con tipo de cambio flexible una política monetaria genera una baja tasa
de interés que estimula la demanda de inversión; pero, al mismo tiempo,
una salida de capitales ya que i < i*, con lo cual ocurre una depreciación
de la moneda local en el mercado cambiario. Esto aumenta la competiti-
vidad, lo que mejora la demanda externa y traslada la IS a la derecha. O
sea, en este caso primero se traslada la LM y luego la IS se desplaza en
forma endógena.
2. Con tipo de cambio fijo llegamos a Ef a partir de una expansión fiscal que
desplaza la IS a la derecha; luego sube la tasa de interés. Y como i > i*,
entran capitales y tiende a apreciarse la moneda local, obligando al Banco
Central a comprar dólares, lo que desplaza la LM. O sea, en este caso pri-
mero se traslada la IS y luego la LM se desplaza en forma endógena.
3. Otra posibilidad es que baje la tasa de interés internacional y que la liqui-
dez internacional genere entrada de capitales al país, con lo cual tiende a
apreciarse la moneda local si el Banco Central decide intervenir mantenien-
do el tipo de cambio (evitando que baje). En tal caso, la expansión mone-
taria genera una baja de tasa de interés interna que aumenta la inversión
y, por tanto, la demanda agregada y la producción. O sea, en este caso la
expansión del producto perdura mientras i baje (i puede bajar hasta el nivel
más bajo de i*) y el Banco Central decida comprar el sobrante de divisas.

Ahora bien, para que la economía se mantenga en el punto Ef, la industria


debe crecer, con lo que las políticas de oferta que desplazan la capacidad
productiva del sistema económico deben aumentar. Este proceso puede
llevar un tiempo de planificación de políticas públicas, tal como la gestación
y potenciación del Sistema Nacional de Innovación (SNI), que depende de la
Mencionamos el SNI y las política pública destinada a incentivar la ciencia y la tecnología y el aumento
causas de desplazamiento de la productividad gracias a las capacidades sociales de producción.
de la oferta agregada en Pero si las políticas de demanda agregada no son acompañadas por las
la Unidad 3, subapartado
3.2.3, donde además tam- políticas industriales que incrementan la capacidad productiva y estimulan el
bién habíamos indicado las SNI, entonces se generan insuficiencias estructurales que provocan un incre-
causas que retrotraen la OA; mento de precios. En el panel inferior del Gráfico 4.18 vemos cómo el proce-
por ejemplo, el aumento de
so inflacionario anula el crecimiento económico generado por las políticas de
un insumo de uso difundido
en la industria como son la demanda agregada. La cuestión clave es si la corrección que ocasiona la dis-
energía eléctrica o el gas. minución de la DA y la producción desde Ef hasta E0 ocurre rápidamente o tarda
algún tiempo. Si el proceso es temporal, existe un plazo razonable como para
que la economía se mantenga en Ef sin inflación, o al menos con una inflación

Macroeconomía Alejandro Naclerio


223

moderada que implique ubicarse en por ejemplo el punto E3. Si la inflación


anula completamente el efecto expansivo, el índice de precios se ubica en p’e,
correspondiente al punto E’0 en el panel inferior del Gráfico 4.18. Entre E’0 y
E’f hay puntos intermedios, los cuales combinan cierta inflación y cierto creci-
miento económico de acuerdo con la ubicación de la OA.

Gráfico 4.18. Política de demanda agregada en economía abierta

En rigor, el buen o mal funcionamiento de las políticas económicas (fiscales,


monetarias e industriales) depende del marco teórico que utilicemos para el
En verdad, ningún país deja com-
análisis. Para el enfoque (neo)clásico o monetarista, el nivel de producción pletamente libre el mercado cam-
de partida es el de pleno empleo. O sea, Ye en el panel inferior es el nivel biario. La mayoría de los países
de producción que no se puede modificar, al menos en el corto plazo según adoptan un sistema de tipo de
cambio de flotación administrada,
esta visión, por lo cual cualquier política que se intente implementar genera
no dejando que el tipo de cambio
inflación y, en consecuencia, pérdidas de competitividad internacional y salida baje demasiado cuando hay entra-
de capitales financieros. En cambio, si consideramos la hipótesis keynesiana da de capitales ni dejando que el
según la cual existe desempleo, entonces hay margen para las expansiones tipo de cambio suba cuando hay
salida de capitales.
fiscales y monetarias, que como vimos funcionan de una u otra forma según
se opere en un sistema de tipo de cambio fijo o flexible.

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224

LEER CON ATENCIÓN

Principales conceptos de la Unidad 4

LL Cuando consideramos el sector externo, las políticas macroeconó-


micas dependen de factores adicionales clave para el funcionamiento
del sistema económico. Principalmente, dependen del resultado de
las cuentas externas reflejadas en la balanza de pagos y del mercado
cambiario, donde se determina el nivel de tipo de cambio nominal. A
su vez, el tipo de cambio real determina la competitividad de la eco-
nomía y el nivel de demanda externa. A mayor nivel de tipo de cam-
bio, o sea, cuando se deprecia o devalúa la moneda local, mayor nivel
de demanda externa vía exportaciones netas. Sin embargo, si bien
aumentan las exportaciones, debemos tener en cuenta que después
de las devaluaciones disminuyen las importaciones, lo cual implica –
sobre todo en países emergentes como la Argentina– una recesión y
un aumento del desempleo.
Si bien las exportaciones netas son una parte minoritaria de la deman-
da agregada, el sector externo determina el funcionamiento de la eco-
nomía argentina, debido a la restricción externa que generan los cícli-
cos saltos en el tipo de cambio y su fuerte impacto macroeconómico
a través de la inflación cambiaria. En este contexto, las políticas de
estabilización cambiaria siempre fueron un objeto central de la histo-
ria económica argentina, con diferentes resultados tales como el ajuste
automático de mercado aplicado durante la convertibilidad que desem-
boca en la crisis de 2001, así como las relaciones entre tasas de interés
y divisas que disparan el tipo de cambio en 2018-2019. A fin de cuen-
tas, las crisis macroeconómicas en Argentina (así como en otros países
emergentes) dependen muy estrechamente del sector externo.
Por otro lado, cuando existen flujos internacionales de capitales (aper-
tura de la cuenta financiera), las políticas fiscales y monetarias funcio-
nan de manera diferente según el sistema de tipo de cambio sea fijo
o flexible. Vimos que la política fiscal expande el producto con tipo
de cambio fijo y que la política monetaria hace lo propio con tipo de
cambio flexible.
Sin embargo, cuando incluimos la variación de precios (la inflación)
estas políticas que expanden la demanda agregada deben ser acom-
pañadas por las políticas industriales que mueven la oferta agregada.
Esto se debe a que, si no se aumenta la producción en el largo plazo,
la volatilidad macroeconómica y la alta inflación terminan anulando
los procesos de crecimiento.
Por último, las tasas de interés internacional constituyen un elemento
clave para explicar la volatilidad macroeconómica, sobre todo cuan-
do existe completa desregulación financiera, como en la Argentina
en el período 1977-1982 o también en 2016-2019. Vimos además
la imposibilidad de aplicar políticas monetarias en el período 1991-
2001. En realidad, las políticas cambiarias se acomodan a los diferen-
tes contextos monetarios y dependen en general de las expectativas.
En efecto, lo que genera la inestabilidad es siempre la falta de confian-
za en la estabilidad de la moneda local; así, cuando la desconfianza
monetaria avanza, resulta muy difícil detener la crisis.

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225

LECTURA OBLIGATORIA

Blanchard, O. y Pérez Enrri, D. (2011), Capítulos 18, 19, 20 y 21,

OO en Macroeconomía. Teoría y Política Económica. Aplicaciones a América


Latina, 2da edición, Pearson, Buenos Aires.
Dornbusch, R., Fischer, S. y Startz, R., (2014), en Macroeconomía,
12ma edición, McGraw-Hill, México, pp. 125-215.

LECTURA RECOMENDADA

RR
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externa”, Metodología Indec N° 23. Disponible en: <https://www.indec.gob.
ar/ftp/cuadros/economia/bdp_pii_de_metodologia_23.pdf> [Consulta: 25 de
marzo de 2019].
Naclerio, A., De Santis, G. y Narodowski, P., Teoría y Política Macroeconómica: Apli-
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Macroeconomía Alejandro Naclerio


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