MONICION DE ENTRADA

Hermanos y Hermanas: Hoy reunidos en esta Celebración Eucarística, venimos fieles

seguidores y devotos de San Martin de Thours, Santo Patrón de Reque, a pedir por nuestras
intenciones y nesecidades. Teniendo a la Carta de Juan como un referente de lo que
signififar acoger a quienes dan Testimonio y siguen asiduamente a Cristo. Además el
Evangelio nos muestra con un claro ejemplo de lo poderosa que es la oración. Dichosos y
llenos de alegría nos ponemos de pie para recibir a nuestro celebrante cantando.

PRIMERA LECTURA

La tercera Carta de Juan nos presenta la hospitalidad y la acogida fraterna como una señal
de nuestra fe, pues así estaremos vangelizando. Escuchamos con atención la Lectura.

EVANGELIO

Lucas en su Evangelio nos presenta una invitación a experimentar lo que es ser gente de
oración, no solo como práctica piadosa sino como actitud de vida. Nos ponemos de pie para
escuchar la Proclamación del Santo Evangelio.

PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS

Jesús eligió el Pan y el Vino para celebrar la Eucaristía. Con sencillez, humildad y alegría
los presentamos al altar, presentando con ellos nuestra vida entera.

COMUNIÓN

Cristo resucitado se ofrece en el Pan y el Vino, convertido en su Cuerpo y Sangre.

Acerquémonos pues ahora a recibirle en nuestros corazones, Cantando.

DESPEDIDA

El Señor nos envía con la fuerza de la Eucaristía y nos confía una misión. Alojemos en nuestras
vidas a Dios y de esta manera recibamos a quienes son sus servidores. Tomemos de ellos el
ejemplo de una vida de oración intensa, esa oración que un pueblo incesante de justicia nesecita.
Vayamos pues hermanos a casa con la alegría inmensa de ser hijos de Dios.
Peticiones

1.- Oremos a Dios Padre por el Papa Francisco, por nuestro obispo Robert Prevost, y por todos
aquellos a los que se han confiado nuestras almas; que nuestro Señor les dé fuerza y sabiduría
para dirigir y gobernar santamente las comunidades que les han sido encomendadas y puedan así
dar buena cuenta cuando se les pida. Rogemos al Señor.

2.- Oremos también para que Dios nos conceda la paz; que él, que es la verdadera paz y el origen
de toda concordia, transmita la paz del cielo a la tierra, la paz espiritual para nuestras almas y la
paz temporal para nuestros días. Rogemos al Señor.

3.- Pidamos por los que se esfuerzan en seguir las sendas del Evangelio, para que nuestro Señor los
mantenga en ente santo propósito hasta el fin de sus días; oremos también por los que viven en
pecado, para que nuestro Señor les dé la gracia de convertirse, hacer penitencia y purificarse en el
sacramento del perdón y alcanzar así la salvación eterna. Rogemos al Señor.

4.- Oremos, también, a Dios nuestro Señor por los fieles difuntos, que han salido ya de este
mundo, especialmente por nuestros familiares, amigos y bienhechores, para que el Señor, por su
gran misericordia, los reciba en su gloria y los coloque entre los santos elegidos. Rogemos al Señor.