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MONICIONES

4O DOMINGO DE PASCUA. CICLO B


21 DE ABRIL DE 2024

MONICIÓN DE ENTRADA

Hoy, cuarto domingo de Pascua, el Resucitado sale a nuestro encuentro y asegura que
Él es el buen pastor, el único, el guía y maestro que va delante de todos, que ha
entregado su vida para que todos tengamos vida en Él y entendamos nuestra vida
como llamados a hacer otro tanto. Dispongámonos para celebrar nuestra misa
dominical.

PRIMERA LECTURA: (HECHOS 4,8-12)

La respuesta del apóstol Pedro a la pregunta que le hacen sobre las curaciones y el
anuncio de la resurrección de Jesús, resonará también en el salmo 118 que
escucharemos: La piedra que rechazaron los constructores es ahora la piedra angular.
Es uno de los textos favoritos de los primeros cristianos. Escuchemos con atención.

SEGUNDA LECTURA: (1 JUAN 3,1-2)

El creyente sabe que la dignidad que nace de Dios, por la que somos hijos suyos, no
se acaba en nuestra pequeña historia personal. Hay un futuro que nos espera, ¿cómo
será? El texto se queda abierto: seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual
es. Contemplaremos al que es la vida. Escuchemos.
ORACIÓN UNIVERSAL
A Jesús resucitado, nuestro pastor y nuestro guía, orémosle diciendo:

JESÚS RESUCITADO, ESCÚCHANOS.

1. Por el Papa y por todos los que tienen alguna misión pastoral en la Iglesia.
Oremos.

2. Por todos los que han recibido, o han de recibir, en este tiempo de Pascua, el
bautismo, la confirmación o la primera comunión. Que vivan con gozo su
camino de seguimiento de Jesús. Oremos.

3. Por nuestro seminario, y por los que han escuchado la llamada de Dios a
seguirle en el sacerdocio o la vida consagrada. Que no falte el don de las
vocaciones en nuestra Iglesia. Oremos.

4. Por nuestros gobernantes, para que promuevan una vida digna, en paz y con
justicia para todos los ciudadanos, y no al servicio de los intereses de unos
cuantos. Oremos.

5. Por el don de la lluvia. Que Dios todopoderoso nos conceda un bien temporal
para nuestros campos. Oremos.

6. Por nosotros, por nuestros familiares y amigos, por nuestros compañeros y


vecinos, por nuestros difuntos. Oremos.

Escucha, Jesús resucitado, nuestra oración, y llena el mundo entero de tu


Espíritu Santo. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.

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