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APLICACIÓN DEL

MODELO FLIPPED
CLASSROOM O AULA
INVERTIDA EN LA
ASIGNATURA DE
INGLÉS

¡
En el año 2008, dos profesores de química del instituto norteamericano
Woodland, Bergmann y Sans, dieron con una gran idea para compensar la falta de
tiempo del que disponían para atender a los estudiantes que no podían asistir a clase.
Ambos docentes se pusieron de acuerdo y a través de una compra de software
consiguieron desarrollar una aplicación que les permitía grabar y dejar anotadas las
lecciones que impartían diariamente para publicarlas, posteriormente, online. Lo que
más les sorprendió no fue que los estudiantes que faltaban a clase aprovecharan la
oportunidad y consiguieran sacar la asignatura adelante, sino que el resto de
compañeros presentes en el aula también hacían uso de ello para avanzar en la materia o
repasar el contenido. (Tucker, 2012)

Así es como nació esta nueva modalidad de aprendizaje que parece estar
teniendo mucho éxito en el ámbito escolar. En efecto, la Flipped Classroom o Aula
Invertida es una estrategia didáctica que, acompañada del desarrollo tecnológico que
tanto caracteriza a la sociedad del siglo XXI, convierte a la figura del profesor en un
guía ofreciendo así al alumno un papel mucho más activo en el proceso de aprendizaje
(Waters, 2012).

Alejado del modelo tradicional de enseñanza en el que el profesor expone la


lección para que el alumnado trabaje posteriormente en casa, este enfoque, por el
contrario, invierte la situación y posibilita la adquisición de información en un lugar y
tiempo que no requiere la participación o presencia física del docente. No obstante, este
debe cumplir con una serie de requisitos o características principales para que este tipo
de aprendizaje sea eficaz y proporcione buenos resultados. En efecto, el docente debe
mostrar una cierta disposición para abandonar el control de la clase, fomentar un
ambiente de aprendizaje autónomo, depositar las responsabilidades en el alumnado y
permitir, por ejemplo, el uso de dispositivos electrónicos en el aula. Además, debe estar
dispuesto a diseñar una serie de unidades de aprendizaje más activas y creativas,
adaptadas a la situación y avance del grupo con el fin de cubrir así la materia a su ritmo.
(Martinez-Olvera et al., 2014)

Teniendo en cuenta los resultados tan favorables que presenta esta técnica en la
educación superior según estudios recientes en los que el alumnado ha expresado su
conformidad con este tipo de método (Cortés y Covarrubias (2013), examinaré a
continuación su aplicación en la materia de inglés, para analizar su funcionamiento y
eficacia, y para fomentar, en caso de que ésta parezca resultar beneficiosa, su empleo en
dicha especialidad.

Ahora más que nunca es necesaria la implementación y promulgación de


modelos pedagógicos que se apoyen en las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC), algo para lo que el Flipped Classroom podría ser conveniente para
la adquisición de una lengua extranjera. Núñez y Medina (2020) mencionan que algunos
de los problemas que más se encuentran durante el aprendizaje del inglés, como la
escasa comunicación e interacción en este tipo de clases, mejoran considerablemente
mediante la aplicación del aula invertida. El estudio que realizaron estos mismos autores
entre estudiantes de 16 y 17 años pertenecientes al curso de 2º de Bachillerato de un
instituto de Ecuador demuestra esta afirmación.

Evaluado por medio de un test realizado antes y después de aplicar esta técnica
en el aula y de un cuestionario final propuesto tanto al alumnado que se encontraba en el
grupo de aula invertida como al que siguió la metodología tradicional con el fin de
comparar los resultados obtenidos, se llegó a la conclusión de que esta estrategia
educativa no solo promovía la motivación del alumnado, sino que además incrementó
el nivel lingüístico del grupo considerablemente.

En efecto, en las encuestas de satisfacción se puede comprobar esta afirmación:

Ilustración 1

Fuente: Núñez y Medina (2020)

Como puede observarse en este primer gráfico, el 60% del alumnado en este
estudio reconoció haber notado una mejoría en su aprendizaje con respecto a la
metodología tradicional. En efecto, mediante el uso de recursos tecnológicos y otras
aplicaciones interactivas actualizadas, el estudiante fortalece su habilidad lingüística

además de adquirir disciplina y aumentar su autonomía a la hora de trabajar fuera de


clase:

Además, este tipo de metodologías despierta la curiosidad y afán de aprendizaje


del estudiante. De acuerdo con otro estudio llevado a cabo por Marlín y Porlán (2016)
esta vez en un centro de educación primaria en la región de Murcia en el curso de 4º, el
88% de los estudiantes reconoció haber asistido a clase con más confianza tras haber
realizado el visionado de los vídeos en casa y el 92% consideró que este nuevo modelo
de trabajo aumentó considerablemente su interés por el inglés. De este modo, el modelo
de aula invertida “brinda la confianza y la motivación intrínseca necesaria para que el
estudiante avance a su propio ritmo” (Altamirano y Mercedes, 2016, p. 30) y brinda al
docente la oportunidad de interactuar de manera más activa con su alumnado y
aprovechar el tiempo del que dispone para realizar más actividades y proyectos dentro
del aula (Jou y Martín, 2016).

Entre otras de las muchas ventajas que ofrece el aula invertida es la posibilidad
de observar un vídeo, presentación o lectura las veces que sean necesarias para
comprenderlo y asimilar su contenido. Esto permite que el alumnado con necesidades
educativas especiales trabajen y aprendan a su propio ritmo, contando siempre, en
función de sus necesidades, con el apoyo y feedback del docente. (Berenguer-
Albaladejo, 2016). Además, resulta un método muy efectivo para la adquisición de
competencias aparte de la comunicativa, tales como la habilidad digital o la capacidad
de aprender a aprender, por la que el alumno desarrolla también un aprendizaje
autónomo.

Existen múltiples maneras para implementar esta técnica en el aula. Por lo


general, el docente deberá realizar una selección del material con el que el alumnado
trabajará en clase y que esté, naturalmente, relacionado con el contenido del curso.
Entre estos recursos destacan, sobre todo, vídeos disponibles en la plataforma YouTube,
capítulos de libros, artículos de revistas, análisis de infografías, etc. y todo ello puede
verse recogido tanto en un blog propuesto por el docente, como en el campus virtual del
centro o por medio de otro tipo de plataformas como Google Classroom. (Hernández
Silva y Tecpán, 2017)

A diferencia de la enseñanza tradicional, el modelo de aula invertida permite al


alumnado reflexionar sobre lo trabajado en casa y llegar al aula habiendo procesado e
interiorizado el contenido de la lección. Para ello, se debe reestructurar la organización
de las clases con el fin de potenciar el aprendizaje individual de cada alumno.

Para ello, Hernández Silva y Tecpán (2017) recogen en la siguiente ilustración el


replanteamiento y principales características del modelo de Flipped Classroom
mostrando las diferentes modalidades de actuación y participación, y los espacios en los
que estas tienen lugar:
Ilustración 3
Tal y como puede comprobarse con este diagrama, el modelo de aula invertida
favorece tanto el trabajo individual del estudiante como el colaborativo dentro de las
clases. El principal propósito de este enfoque “es establecer la comunicación,
considerando las necesidades de los estudiantes para desarrollar las diferentes
habilidades del inglés (oral, escrito, lectura, auditivo), utilizando situaciones reales y
auténticas de la vida diaria” (Fuentes, 2019, p.6) con el fin de que el aprendizaje del
estudiante sea más completo y eficaz.

El profesorado puede asimismo confeccionar y crear el material con el que


tendrán que trabajar posteriormente sus alumnos en clase. No obstante, esto requiere,
como se ha mencionado anteriormente, una gran implicación y preparación por parte del
docente:

El método Flipped Classroom o aula invertida, permite que el docente prepare y


desarrolle sus clases, con el material potencialmente significativo elaborado por él
Fuente: Hernández Silva y Tecpán (2017)
mismo, lo que permite aterrizar los contenidos a la realidad de sus estudiantes, además,
convertirlos en registros de evidencias y archivos para el profesor y la Institución
Educativa. (Mosquera Cucalón, 2014, pág. 1).

Sin embargo, es cierto que algunos libros de texto ya incluyen apartados dentro
de sus unidades didácticas para trabajar de esta manera. Este es el caso, por ejemplo, de
la editorial Burlingtoon Books, que ofrece la posibilidad al estudiante de visualizar
mediante la inserción de un código en su página web una serie de lecciones indicadas en
el libro de texto para repasar o avanzar en el contenido. Por no mencionar, también, la
infinidad de material audiovisual que se puede encontrar hoy en día en la red para
trabajar, repasar o aprender de cero una lengua extranjera.

Algunas de las principales técnicas metodológicas que más eficaces han


demostrado ser dentro del aula de inglés son las actividades grupales tales como
juegos de rol o representaciones teatrales, las cuales acercan al alumnado a una
comunicación real, basada en situaciones que tienen lugar en la vida diaria; la
realización de proyectos, que obligan al estudiante a buscar y trabajar con información
para posteriormente presentarlo de forma escrita u oral; y la propuesta de debates o
mesas redondas en las que se analice cualquier tipo de material, ya sean películas,
canciones o libros. (Fuentes, 2019, p.6).
No obstante, también se han puesto de relieve los inconvenientes y críticas a
estos modelos frente a las ventajas y beneficios mencionados anteriormente. Una de las
desventajas mencionadas en el estudio realizado por Núñez y Media (2020) es que el
alumnado pierde la oportunidad de realizar preguntas instantáneas mientras realiza el
visionado del contenido multimedia. Además, puede que algunos de los estudiantes no
dispongan de conexión a internet o no tengan un ordenador en casa, lo que puede
suponer una barrera para llevar a cabo esta metodología. Berenguer-Albaladejo (2016)
también señala que el trabajo mediante la técnica de aula invertida exige una
participación e implicación por parte del alumnado que no siempre tiene lugar. En el
caso de que los estudiantes muestren desinterés y no trabajen previamente los materiales
porque se ven obligados a realizar una actividad adicional al trabajo presencial, no
sacarán ningún provecho de la clase y será imposible aplicar con éxito este tipo de
método en el aula. Del mismo modo, el uso inadecuado de los dispositivos electrónicos
en clase puede distraer al alumnado e impedir un rendimiento y trabajo académico
satisfactorio y acorde con los objetivos planteados.

A modo de conclusión, el aula invertida, tal y como cualquier otra metodología,


presenta condiciones que favorecen el aprendizaje y ciertos riesgos y factores que
limitan el desarrollo del mismo. Es por ello que resulta fundamental el control y
constante vigilancia del docente para que las actividades que tiene programadas en el
aula se lleven a cabo correctamente. Se trata de una metodología innovadora que
además promueve, especialmente en el aula de inglés, un ambiente de comunicación e
interacción completamente opuesto al planteado en la metodología tradicional.

Sin embargo, lo realmente beneficioso de esta técnica pedagógica es que


convierte al estudiante en un agente activo y le permite ser el verdadero protagonista de
su proceso de aprendizaje. Puede resultar una buenísima estrategia pedagógica para
motivar al alumnado. En efecto, uno de los grandes retos que se proponen los docentes
es conseguir que los estudiantes no consideren el estudio de su materia como una
obligación, sino como una oportunidad para satisfacer su deseo de curiosidad, y sin
duda alguna, la metodología del aula invertida nos empuja un poco más hacia esta meta.
REFERENCIAS

Altamirano, M., & Mercedes, I. (2016). Uso de actividades basadas en el modelo


Flipped Classroom para el desarrollo de la competencia léxica en inglés (Tesis
Doctoral, Quito: UCE). http://www.dspace.uce.edu.ec/handle/25000/8866

Berenguer-Albaladejo, C. (2016). Acerca de la utilidad del aula invertida o flipped


classroom. Universidad de Alicante: Instituto de Ciencias de la Educación.

Cortés, R. B., & Covarrubias, V. T. (2013). Explorando la implementación del aula


invertida en la educación superior. In en las actas del XII Congreso Nacional de
Investigación Educativa. https://bit.ly/3mOZTZc

Fuentes, F. M. (2019). Aula invertida y aprendizaje basado en tareas a través de las TIC
para el aprendizaje del inglés. Revista Vinculando. https://bit.ly/3pMHazF

Hernández-Silva, C., & Tecpan, S. (2017). Aula invertida mediada por el uso de
plataformas virtuales: un estudio de caso en la formación de profesores de
física. Estudios pedagógicos (Valdivia), 43(3), 193-204.
https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?pid=S0718-
07052017000300011&script=sci_arttext&tlng=n

Jou, V. F., & Martín, R. F. P. (2016). Flipped classroom en la asignatura de


matemáticas de 3º de educación secundaria obligatoria. Edutec. Revista
Electrónica de Tecnología Educativa, (55), 322-322.
https://www.edutec.es/revista/index.php/edutec-e/article/view/284

Marín, A. N., & Porlán, I. G. (2016). Flipped Classroom para el aprendizaje del inglés:
Estudio de caso en Educación Primaria. Edutec. Revista Electrónica De
Tecnología Educativa, (56), a339-a339.

Martínez-Olvera, W., Esquivel-Gámez, I., & Martínez Castillo, J. (2014). Aula invertida
o modelo invertido de aprendizaje: Origen, sustento e implicaciones. Los
Modelos Tecno-Educativos, revolucionando el aprendizaje del siglo XXI, 143-
160. https://bit.ly/3FQBmKY

Mosquera Cucalon, W. (2014). Diseño de una propuesta didáctica para la enseñanza de


sistema de dos ecuaciones lineales con dos incógnitas utilizando el método
“Flipped Classroom” o aula invertida. (Tesis Doctoral, Institución Educativa
Guadalupe del municipio de Medellín)
https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/52658

Núñez S. A., & Medina, R. P. (2020). Enseñanza de la gramática del idioma inglés vista
a través de una aula invertida. Revista Científica FIPCAEC (Fomento de la
investigación y publicación en Ciencias Administrativas, Económicas y
Contables). Polo de Capacitación, Investigación y Publicación (POCAIP), 5(5),
132-150.

Tucker, B. (2012). The flipped classroom. Education next, 12(1), 82-83.


https://bit.ly/3sPLBM6
Waters, S. (2012) Flipping the classroom. A professional Development Training for
Teachers and Educators. Imaginary Jane.

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