Está en la página 1de 4

María Vinyals y Ferrés:

una vida entre camelias

E
Diego Piay Augusto

n el presente trabajo se realiza un repaso de la Vega de Armijo, había heredado el Castillo de


de tres testimonios nacidos en diferentes Soutomaior, y se decidió a convertirlo en su resi-
momentos de la vida de María Vinyals y dencia veraniega operando una gran reforma que
Ferrés (1875-¿?), que evidencian su devoción por lo convertiría en una lujosa morada de corte aris-
las camelias. Las referencias que se aportarán de- tocrático. Antonio Aguilar era una figura política
muestran que la importancia adquirida hoy por muy importante de su tiempo, por lo que siendo
esta planta en el Castillo de Soutomaior hunde sus propietario del castillo fue anfitrión de personajes
raíces en el pasado. de gran relevancia entre los que cabe destacar el
rey Alfonso XII, que acudió hasta en tres ocasiones
María Vinyals y Ferrés nació en 1875 en el Casti- al Castillo de Soutomaior. En aquellos tiempos la
llo de Soutomaior (Pontevedra), en el seno de una antigua fortaleza se convirtió en un centro de in-
familia acomodada. Gran parte de su infancia la teracción política, celebrándose allí reuniones, co-
pasó con sus tíos, Antonio Aguilar y Correa y Ze- midas y diversos festejos. Es precisamente en este
nobia Vinyals y Bargués. Antonio Aguilar, marqués contexto en el que debemos ubicar la primera de

María Vinyals y Ferrés, una vida entre camelias

Vista panorámica actual del Castillo de Soutomaior (Pontevedra)

PUBLICACIÓN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA CAMELIA / 37 / 2020 13


SEC
Sociedad Española
de la Camelia
Camelias en la Historia


las referencias de interés para este trabajo. En una tanto, el parentesco al que alude la noticia debe re-
noticia publicada en el Faro de Vigo el 22 de agosto ferirse a que “la señora de Vinyals” y el marqués de la
de 1895, y cuyo encabezamiento reza “Pedido de Vega de Armijo eran cuñados. “Mos” era una deno-
camelias” se informa de que: minación habitual para el Castillo de Soutomaior, al
menos hasta el primer cuarto del siglo XX y desde
el 20 de septiembre de 1795, fecha en la que los
La señora de Vinyals, parienta del marqués de marqueses de Mos vencieron un pleito que supu-
la Vega de Armijo, ha pedido a Mos cuantas so el derecho de Benito Fernando Correa de Sou-
camelias puedan mandarse para las próxi- tomaior y sus descendientes a poseer el castillo y
mas fiestas de carnaval. otros bienes. Más problemas plantea la interpreta-
ción de la petición recogida en el conocido perió-
El anuncio se refiere probablemente a Agustina dico vigués; una hipótesis podría ser que Agustina
Ferrés (1838-1902), madre de María Vinyals, por en- Ferrés reclamase el envío durante el mes de febrero
tonces una joven de veinte años de edad. Agustina de 1896 de camelias de los jardines del castillo a
Ferrés era viuda de Aureliano Vinyals (1823-1882) y Madrid, que era el lugar en el que solía encontrarse
este era hermano de Zenobia Vinyals (1827-1891), durante el mes de febrero junto a su hija y el mar-
esposa del marqués de la Vega de Armijo. Por lo qués de la Vega de Armijo. El problema que plantea
María Vinyals y Ferrés, una vida entre camelias

Maria Vinyals y Ferrés y su madre Agustina Ferrés. Museo Sorolla. Nº inv. 85000

14 PUBLICACIÓN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA CAMELIA / 37 / 2020



Camelias en la Historia

esta explicación es la durabilidad de la camelia una Solo olvidaba decirte que mi afición á las
vez extraída, teniendo en cuenta que el viaje hasta plantas, ha encontrado aquí amplio campo
la capital se realizaba en tren y duraba más de una para manifestase y procuro enseñar á estos
jornada. Además, las estancias en Soutomaior del campesinos algo de lo que aprendí de mi pa-
marqués de la Vega de Armijo, su cuñada y su so- dre, que como sabes, fué director de los jardi-
brina María Vinyals solían producirse durante el ve- nes del Sultán de Constantinopla.
rano. Por otra parte carecería de sentido la frase “ha
Sin duda los consejos de Herman Minika debieron
pedido a Mos cuantas camelias puedan mandarse”
ayudar a mejorar la exuberante flora y fauna del par-
sino se refiriese al envío desde el castillo hacia otro
que. Los jardines no habían perdido entonces su an-
destino. Otra hipótesis plausible es que la noticia
tiguo lustre; de hecho, toca ahora referirse ya a la se-
estuviese mal redactada, y que lo que en realidad
solicitaba Agustina Ferrés era el envío “para Mos” gunda noticia que vuelve a tener como protagonistas
de todas las camelias que pudieran enviarse para a María Vinyals y las camelias. En esta ocasión la infor-
las próximas fiestas de carnaval, pero ello implicaría mación nos la proporciona una carta enviada el 13 de
que en febrero de 1896 la familia había planeado abril de 1914 por Manuel Portela Valladares, diputado
pasar el carnaval en el castillo, hecho del que no a cortes por Fonsagrada, a María de Lluria. El remiten-
existe ningún tipo de constancia documental. En te agradece a la propietaria del castillo “el envío de
cualquier caso, lo importante de esta noticia es que camelias de Mos, que han llegado en bastante buen
constituye, hasta donde sabemos, el primer testi- estado y eran “realmente exquisitas”. Parece evidente,
monio histórico que relaciona al Castillo de Souto- por tanto, que el apego mostrado años atrás por su
maior con las camelias. madre hacia esta flor, había sido heredado por su hija,
que debía preocuparse del cuidado y crecimiento de
Las camelias volverán a ser protagonistas años
más tarde, en 1914. Para entonces muchas cosas
habían cambiado. María Vinyals y Ferrés, de 39
años, había heredado el Castillo de Soutomaior
tras el fallecimiento de su tío, el marqués de la
Vega de Armijo. Era ahora conocida como María
de Lluria, por su matrimonio, en segundas nup-
cias, con el doctor cubano Enrique Florencio Lluria
Despau (1862-1925). Tras el enlace, que tuvo lugar
en la parroquia de Santa Bárbara de Madrid el 14
de enero de 1909, María, su esposo y toda su prole
se trasladarían de forma permanente al Castillo de
Soutomaior en el año 1910. La antigua fortaleza
mantuvo su rol como centro de interacción políti-
ca y también cultural, destacando la presencia de
artistas de la talla de Mariano Benlliure o Joaquín
Sorolla. El matrimonio Lluria se esforzó en conser-
var el castillo y su entorno, construyendo además
un moderno sanatorio para tratar enfermedades
María Vinyals y Ferrés, una vida entre camelias

urológicas y otras dolencias, y desarrollando todo


tipo de actividades productivas en el parque que
lo rodeaba. Y el parque que rodeaba el castillo no
careció de las atenciones de antaño: lo confirma
una fascinante carta enviada por un cierto Herman
Minika a su amigo Óscar incluida en el Faro de Vigo María Vinyals y Ferrés, su esposo Enrique Lluria y el hijo de
el 3 de abril de 1915. Tras describir las maravillas ambos, Roger. La niña de la foto es Teresa Lluria Iruretagoyena,
de Galicia y los cuidados recibidos en el sanatorio hija de Enrique y su primera esposa Clara. Entorno del Castillo
de Soutomaior, ca. 1915 (propiedad de Sofía Sampaio)
Lluria, el germano concluye:

PUBLICACIÓN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA CAMELIA / 37 / 2020 15


SEC
Sociedad Española
de la Camelia
Camelias en la Historia

las plantas que embellecían el exterior del castillo. Al El testimonio ejemplifica una vez más que las
mismo tiempo la carta evidencia el orgullo con el que camelias habían acompañado a María Vinyals
María Vinyals mostraba el entorno natural en el que durante toda su vida: en su opulenta juventud,
vivía. No es de extrañar que con el envío de tan be- observando cómo su madre se preocupaba por
llo obsequio María pretendiese, además, cautivar a su conseguir camelias para festejar el carnaval; sien-
interlocutor, antes de introducir una petición de ayu- do ya una mujer adulta y determinada, enorgu-
da que puede deducirse a partir de la respuesta del lleciéndose de aquellas maravillosas flores que
diputado a cortes: “por desgracia no tengo amistad crecían en el entorno de su paradisíaca morada
grande con Ugarte”.1) en el Castillo de Soutomaior; y en su madurez, ya
privada de sus seres queridos y de recursos, con-
Tendremos que esperar hasta el año 1935 para servando el imborrable recuerdo de una visión
encontrar el tercer testimonio de María Vinyals que le permitía regresar a un tiempo en el cual
referido a las camelias. En esta ocasión la noticia hubiera sido incapaz de prever lo que la vida le
procede de una revista madrileña llamada Cróni- había reservado.
ca, en la que se publicaron entre el 10 de febrero
y el 30 de junio de 1935, una serie de capítulos de El mejor punto y final para esta historia es el re-
carácter autobiográfico titulados “La Europa que cuerdo del emotivo homenaje rendido el día 11
yo vi… Memorias de doña María Vinyals, que en de marzo de 2020 a María Vinyals y Ferrés por
tiempos de la Monarquía fue marquesa de Ayer- parte de la Diputación Provincial de Pontevedra,
be, Grande de España y embajadora en Cortes mediante la concesión de su nombre a una va-
extranjeras”. Los testimonios de María Vinyals fue- riedad o cultivar nueva de camelia que hoy crece
ron recogidos, ordenados y comentados por la en el exterior de las murallas de la vetusta forta-
periodista Matilde Muñoz Barberi, constituyendo leza medieval n
la última aportación literaria conocida de nues-
tra protagonista. En el ejemplar del 30 de junio
de 1935 de la revista Crónica, precisamente en el
capítulo final de las memorias de María Vinyals2),
la que fuera marquesa de Ayerbe desde su matri-
monio con Juan Nepomuceno Jordán de Urríes y
Ruíz de Arana el 25 de julio de 1896, recordaba su
estancia en Lisboa durante los años 1897 y 1898.
El matrimonio establecería durante aquellos años
su residencia en la capital lusa debido el nombra-
miento del marqués de Ayerbe como embajador
español en Portugal. Pasados 37 años de aquella
experiencia, María Vinyals, entonces una mujer


de 60 años, no había olvidado algo que había po-
dido ver en el ocaso del siglo XIX: mientras narra-
ba algunas curiosidades sobre la reina Amelia de
Portugal, recordaba que:
María Vinyals y Ferrés, una vida entre camelias

“La reina sentía una verdadera pasión por


Cintra, paraíso de flores en el que se daban las
camelias más bellas que he visto en mi vida.”
Camellia japonica ‘María Vinyals’ en el Castillo de Soutomaior

1) Posiblemente Francisco Javier Ugarte Pagés, por entonces ministro de fomento, siendo rey Alfonso XIII.
2) El artículo concluye con la frase “continuará en el próximo número” pero, por motivos ignotos hasta la fecha, la revista Crónica no volverá a
incluir en los números posteriores más capítulos de las memorias de María Vinyals.

16 PUBLICACIÓN DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE LA CAMELIA / 37 / 2020

También podría gustarte