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Curso:
Medicina de la Conservación:
Salud Ecológica en Práctica
Evaluación
1
Contiene
Tipo de Evaluación Módulo vinculante
Evaluación 1: Cuestionario + Caso Módulo 1: El enfoque de la Medicina de la
Práctico Conservación
Evaluación:
Cuestionarios de Evaluación
INSTRUCCIONES:
Casos prácticos
INSTRUCCIONES:
Porque tiene un enfoque de la salud ecológica, es decir busca el equilibrio óptimo entre la
salud-bienestar del ser humano y la protección del medio ambiente. Por lo tanto,
la medicina de la conservación busca la aplicación de la interrelación entre los científicos, la
comunidad y los gobiernos.
2. ¿Usted considera que los humanos deberían hacer un mayor esfuerzo para subsanar
los efectos de las enfermedades sobre la fauna y flora silvestre o mejor apartarse de la
vida silvestre y dejar que esta siga su curso y se alivie sola? Fundamente su respuesta.
Todo indica que debemos preocuparnos no solo por nuestra salud, sino también por la de
todos los demás organismos con los que convivimos en el planeta, ya que esto no solo nos
ahorrará una cantidad enorme de dinero sino también nos ayudará a mantenernos
saludables; en realidad los doctores del ecosistema no son solo los especialistas de las
diferentes disciplinas que conforman la medicina de la conservación, en realidad somos
todos, y todos debemos contribuir.
No existen actualmente vacunas para evitar la sarna, sin embargo, existen drogas para tratar
la sarna en ganado domestico para su tratamiento y para que estas drogas sean efectivas
para curar o evitar la sarna es necesario su frecuencia de aplicación (el tiempo entre dosis y
dosis) y para curar una vicuña silvestre de la sarna es poco probable.
El tratamiento debe ser aplicable al total de la población manejado bajo silvestría en caso de
chaccus dentro de ANP, por la condición de protección de las Áreas Naturales Protegidas, no
debe ser factible la aplicación generalizada de los endectocidas, en tanto no se tenga
evidencia científica de sus efectos en la fauna silvestre. Sin embargo, el tratamiento debería
ser realizado SOLO SÍ las vicuñas con sarna presentan lesiones moderadas o severas, bajo la
supervisión del Servicio Nacional de aéreas naturales protegidas (SERNANP). Las vicuñas
tratadas permanecerían confinadas dentro de un área especial de manejo, al que se le
denomina “Cerco sanitario”, el cual será cercado y para manejo sanitario exclusivo, donde se
les aplicaría un antiparasitario de acuerdo con la vida media del producto. Este cerco seria
establecido antes que se capturen las vicuñas con signos de sarna y aquí se les observaría
hasta su recuperación, para posteriormente ser liberadas, previa verificación.
Caso Práctico
Salud de la vida silvestre, ecosistemas y comunidades rurales en
Botsuana
Botsuana tiene una gran riqueza biogeográfica, con ecosistemas que van desde pantanos hasta
las dunas de arena, lo que permite una gran diversidad en su fauna silvestre. La importancia
económica de la ganadería, tanto para los medios de vida rurales y el ingreso de divisas ha
resultado en la aplicación de estrictas medidas de control de enfermedades veterinarias. Entre
los métodos de control de enfermedades de animales utilizados durante los últimos 40 años se
pueden mencionar: vacunación, control de movimiento, sacrificio sanitario y aspersión aérea.
En este estudio de caso se examinan las medidas empleadas para controlar la fiebre aftosa, la
perineumonía bovina, y la tripanosomiasis; así como el impacto que estas medidas han tenido
sobre la incidencia de las enfermedades en la fauna silvestre, los ecosistemas y la salud humana.
Antecedentes
El clima de Botsuana es semiárido con sequías periódicas, sus suelos son pobres, y la falta de
suministros de agua permanente limita severamente sus actividades agrícolas y otras
oportunidades económicas. En la década de 1960, debido al descubrimiento de grandes
reservas de diamantes en el Kalahari y las políticas comerciales preferenciales con la Unión
Europea, las perspectivas económicas del país mejoraron drásticamente. La tasa de crecimiento
de la población actual del 1.26% y tiene una de las tasas de prevalencia del VIH más altas del
mundo (23%).
Biogeográficamente, Botsuana se puede dividir en dos grandes regiones que corresponden a las
zonas Zambeziana y Kalahari-Highveld. Una amplia gama de hábitats, desde los pantanos
permanentes del Delta del Okavango a las dunas de arena del suroeste, da lugar a una gran
diversidad de vida silvestre (WCMC, 1991). El sistema Zambeziana norte contiene la única
fuente de agua durante todo el año en el país, por su parte, el delta del Okavango y los ríos
Chobe/Linyanti se caracterizan por la formación de rodales densos en las zonas de mayor
precipitación (650 mm al año), y por tener en el extremo sur, las reservas forestales de teca
(Baikiaca plurijuga). Los grandes herbívoros como los elefantes (Loxodonta africana), el búfalo
(Syncerus cofre) y la cebra (Equus) en la estación seca se limitan a las áreas de agua
permanente, pero se dispersan debido a que las lluvias se acumulan en lagunas en las zonas
mopane (Colophospermwn mopane), en la zona Zambeziana.
Por el contrario, el sistema de Kalahari se extiende por la parte más árida del gradiente de
precipitación y no tiene agua superficial permanente. Sólo aquellas especies adaptadas
fisiológicamente a esta falta de agua potable pueden sobrevivir.
El desarrollo económico y el crecimiento de Botsuana reflejan el cada vez mayor conflicto en
África: por una parte la demanda de la gente para desarrollar la producción agrícola y ganadera,
y por otra, la conservación de los recursos naturales (Dale et al., 1996). Debido a esta
controversia, las amenazas a la conservación de la biodiversidad son las siguientes.
Botsuana duplicó desde 1966 hasta 1985, alcanzando 2,75 millones de cabezas. Este
crecimiento se debió al descubrimiento de acuíferos fósiles de varios cientos de metros de
profundidad en el Kalahari y el uso de tecnología de perforación innovadora.
Muchas de las áreas cercadas designadas para la producción ganadera se establecieron a finales
de 1950 y principios de 1960, antes de que se entiendan los requerimientos de hábitat y los
patrones de migración de vida silvestre; no se consideraron zonas ecológicas ni los movimientos
estacionales ni cíclicos de la vida silvestre. Cercas adicionales fueron establecidas los años 1980
y 1990, en respuesta a los brotes de enfermedades y para cumplir con los requisitos de salud
cada vez más estrictos para las exportaciones de carne a la Unión Europea.
Los ciclos de sequía son parte integrante del patrón climático natural en Botsuana. Además, ha
habido una tendencia a la sequía durante la década de 1990 en el sur de África que se prevé que
continúe. Muchas especies del desierto pueden vivir sin agua superficial, pero el agua es
esencial en última instancia, porque muchas especies necesitan alimentarse para sobrevivir y
reproducirse.
e) Falta de reconocimiento de la vida silvestre como una alternativa viable o uso de la tierra
A principios de los años 70 se formuló el concepto de áreas silvestres protegidas (ASPs) para
atender a las comunidades locales, principalmente a través de la utilización sostenible de la vida
silvestre y para actuar como una zona de amortiguamiento entre las áreas protegidas, los
ranchos, las áreas de cría de ganado. En lugar de lograr que tanto la ganadería como las áreas
protegidas se desarrollen, las ASPs dieron lugar a la rápida expansión de los puestos de ganado.
f) Mejorar del acceso al Kalahari
Con la llegada de los vehículos de todo terreno y nueva tecnología que permitió la perforación
de pozos de gran profundidad, el Kalahari es accesible no sólo a los cazadores, sino para la
población en general.
Este estudio de caso es sobre tres enfermedades que han sido motivo principal de preocupación
para los funcionarios en Botsuana -enfermedad de la fiebre aftosa (FA), la perineumonía
contagiosa bovina (PCB), y la tripanosomiasis africana (TA)- y las medidas de control que han
sido empleadas para disminuir o erradicar en el ganado, la fauna, y en el caso de TA, en los seres
humanos.
La perineumonía contagiosa bovina es una enfermedad del ganado causada por Mycoplasma
mycoides bovis. La enfermedad causa una mortalidad significativa, y los animales infectados
pueden ser portadores (Coetzer et al., 1994). Economías agrícolas basadas principalmente en la
cría de ganado pueden ser devastadas por un brote de PCB. La enfermedad no se había
observado en Botsuana desde 1939, hasta que fue reintroducida en 1995 a través del
movimiento ilegal de ganado de Namibia.
Las poblaciones de fauna silvestre en Botsuana han disminuido significativamente en los últimos
30 años, debido a factores como la sequía, la instalación de cercas, la caza y la pérdida de
hábitat debido a la expansión de la producción ganadera (Perkins, 1996). Los efectos de las
vallas o cercas sobre los animales de vida silvestre, en particular de aquellas especies que
migran extensamente en el Kalahari en busca de agua y forraje, han sido difíciles de medir
debido a la falta de datos. Se cuenta con informes, algunos de ellos son anecdóticos (Campbell,
1981), otros se han basado en técnicas predictivas (Williamson & Williamson, 1981); pero pocos
estudios científicos se han realizado con el objetivo de estudiar los efectos a largo plazo de las
vallas sobre la fauna silvestre. Como Williamson y Williamson (1981) observaron, la dificultad de
cuantificar con precisión el daño causado por estas cercas sanitarias se complica por la falta de
información sobre las poblaciones de fauna antes de que las cercas hubieron sido erigidas, y una
falta de seguimiento de sus efectos después de su establecimiento. Rara vez se ha hecho una
evaluación exhaustiva de sus efectos negativos o positivos en la salud de la fauna, los
ecosistemas y los medios de vida rurales. Aunque algunos estudios han puesto especial énfasis
en el efecto de las cercas, su punto central de atención fueron otros factores importantes como
la degradación de la tierra, el aumento del número de cabezas, y la perforación de pozos
profundos (Dale et al., 1996). La Evaluación de Impacto Ambiental de Ngamiland (1999-2000)
fue el primer esfuerzo permitido por el gobierno para examinar de cerca los efectos de las
cercas sanitarias en más de 45 años.
Durante el brote de PCB en el año 1995, las autoridades veterinarias de Botsuana erigieron tres
cercas sanitarias en un intento por detener la propagación de la enfermedad hacia el sur y,
potencialmente hacia áreas que exportan a la U.E. Debido a que las cercas se construyeron bajo
un "estado de emergencia", éstas estaban exentas de cumplir con las normas legales que
requieren una evaluación de impacto ambiental ex ante. La cerca Setata fue construida para
prevenir la PCB y se alineó a través de dos grandes áreas de gestión de la vida silvestre, NG4 y
NG5 (Figura 1), en las que se está implementando un programa de manejo de recursos
naturales basado en la participación activa de las comunidades.
Las comunidades cercanas al extremo occidental de la cerca todavía practican un medio de vida
simple de cazador-recolector. La valla Setata tuvo un impacto directo y negativo en la fauna
silvestre y los medios de vida de estos cazadores-recolectores. El efecto de esta cerca en la
distribución de especies clave de fauna silvestre es clara: el alce africano (Taurotragus oryx) y el
antílope órice (Oryx gazella) tienen un movimiento norte-sur en esta área en respuesta a sus
necesidades de alimentos y agua, y el efecto más probable de esta cerca será la interrupción de
sus patrones migratorios normales. De hecho, esta valla fragmenta aún más las poblaciones
actuales de vida silvestre, especialmente una subpoblación importante de la jirafa (Giraffa
camelopardalis) que existe en la zona.
Otra cerca, de doble cordón, con cable electrificado se construyó a lo largo de la frontera norte
de Botsuana con la Franja de Caprivi, en Namibia. A lo largo de la frontera occidental, la misma
doble valla fue luego extendida hacia el sur para enlazar con una doble valla ya existente. La
cerca de búfalo Okavango también se extendió hacia el norte para enlazar con la mencionada
valla fronteriza Namibia- Botsuana. Estas vallas tienen impactos negativos significativos en los
diferentes programas basados en comunidades, sobre todo entre los habitantes de zonas
remotas, tanto en Namibia como en Botsuana.
Debido a que la estrategia de instalar cercas no pudo impedir la propagación de la PCB en las
granjas Haina Veld en el sureste de Maun, el gobierno de Ngamiland aprobó un programa de
sacrificio sanitario entre abril de 1996 y enero de 1997, donde aproximadamente 320.000
cabezas de ganado fueron destruidas. El control de la PCB costó al Gobierno de Botsuana la
suma aproximada de 100 millones de dólares americanos, y las consecuencias de esta epidemia
sobre la salud humana, los efectos sobre la estabilidad de los ecosistemas y la salud de la fauna
han sido significativos.
Conclusiones
Bengis, R., Thomson, G. R., Hedger, R. S., De Vos, V., & Pini, A. (1986). Foot-and-mouth disease
and the African buffalo (Syncerus caffer). 1. Carriers as a source of infection for cattle.
The Onderstepoort journal of veterinary research, 53(2), 69-73.
Campbell, A. (1981). A Comment on Kalahari Wildlife and the Khukhe Fence. botswananoterec
Botswana Notes and Records, 13, 111-VIII.
Coetzer, J. A. W., Thomson, G. R., & Tustin, R. C. (1994). Infectious diseases of livestock with
special reference to Southern Africa. Cape Town; New York: Oxford University Press.
Dale, N., D. Duthie, & Markandya, A. (1996). Development cooperation objectives and the beef
protocol : economic analysis of the case of Botswana. S.l.: s.n.].
Hitchcock, R. (2012). Subsistence hunting and social justice issues in Botswana. Just
Conservation. http://www.justconservation.org/subsistence-hunting-and-social-justice-
issues-in-botswana
Kurugundla, C. N., N. Moleele P., & Kgori, M. (2012). Management of Tsetse Fly Using
Insecticides in Northern Botswana: INTECH Open Access Publisher.
Perkins, J. S. (1996). Botswana: Fencing out the equity issue. Cattleposts and cattle ranching in
the Kalahari Desert. Journal of Arid Environments, 33(4), 503-517. doi:
10.1006/jare.1996.0086
WCMC. (1991). Biodiversity guide to Botswana : report. Cambridge: World Conservation
Monitoring Centre.
Williamson, D. T., & Williamson, J. E. (1981). An Assessment of the Impact of Fences on Large
Herbivore Biomass in the Kalahari. Botswana Notes and Records, 13, 107-110. doi:
10.2307/40979641
Preguntas
Con respecto si la producción ganadera era la forma más apropiada del uso de la tierra se
puede decir que muchas de las prácticas tradicionales de gestión de la tierra han
demostrado ser económicamente más viables que otras alternativas más “modernas”, al
tiempo que proporcionan beneficios de conservación. La racionalidad ecológica de estas
estrategias tradicionales desarrolladas a través del profundo conocimiento que poseen las
comunidades oriundas de su entorno natural asegura la sostenibilidad económica y
ambiental. Las tierras áridas, más que quizás cualquier otro bioma, ofrecen oportunidades
para el logro simultáneo de los objetivos de conservación y desarrollo y en muchos casos así
lo han demostrado. Las tierras áridas se diferencian de varias formas importantes de las
tierras húmedas, sin embargo, las vías de desarrollo de las tierras áridas son impulsadas a
menudo por una idea distorsionada de cómo deberían o podrían existir las tierras áridas, a
menudo inspirada en zonas más húmedas. Las nociones de “reverdecer el desierto” se
desarrollan bajo una interpretación equívoca de la ecología de las tierras áridas y han
llevado a muchas políticas e inversiones nocivas. Por otra parte, la tergiversación de la
escasez de agua y la sequía en las tierras áridas desvía la atención de la gestión sostenible y
adaptable, capaz de ser apoyada mediante recursos limitados, hacia prácticas insostenibles
que son ecológicamente perjudiciales. En vez de adaptar las estrategias de desarrollo al
contexto de las tierras áridas se invierte gran cantidad de esfuerzos en tratar de adaptar las
tierras áridas a las estrategias de desarrollo.
Para hacer realidad una vision a largo plazo se requiere un conjunto estratégico y amplio de
acciones. Se necesitan inversiones para fortalecer la innovación, la ciencia y el conocimiento,
incluyendo una mayor atención a los conocimientos locales e indígenas y más investigación
en colaboración para dar cabida a la validación de diversos sistemas de conocimiento. Las
innovaciones locales deben promoverse enérgicamente, a través de mejoras en la
educación, de un mayor acceso a financiamiento y otros servicios y de un mayor apoyo a la
emprendeduría en torno a nuevas oportunidades comerciales basadas en la biodiversidad.
Se necesitaría ciencia y conocimientos más sólidos para defender el crecimiento económico
verde en las tierras áridas de Botsuana, y en este sentido existe un planteamiento firme para
la realización de una evaluación sobre el estado de la biodiversidad de las tierras áridas de
Botsuana.
Gobernanza y empoderamiento
En muchas tierras áridas es preciso reforzar la gobernanza, desde lo local hasta lo
internacional, con el fin de posibilitar el crecimiento sostenible y la conservación. El principio
de subsidiariedad debería aplicarse mejor en las tierras áridas para reforzar la gobernanza,
aunque también debe reflejar la gran escala de los ecosistemas. Se necesita prestar más
atención a la legitimación de las instituciones consuetudinarias y locales y al abordaje de las
desigualdades en materia de gobernanza. Muchas comunidades de las tierras áridas están
experimentando profundos cambios demográficos y sociales que tienen importantes
implicaciones para la gobernanza y la equidad, y los esfuerzos para fortalecer la gobernanza
deben tener en cuenta estos cambios. Las Áreas Conservadas por Pueblos Indígenas y
Comunidades Locales desempeñan un papel especialmente importante en la conservación
de la biodiversidad de las tierras áridas, ya que reconocen y aprovechan las prácticas
tradicionales y los mecanismos de gobernanza locales que permiten la utilización de los
conocimientos indígenas. Se requieren estrategias de conservación que combinen una
variedad de enfoques de áreas protegidas a fin de que las formas excluyentes de protección
se complementen con áreas conservadas por las comunidades.
En números
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En letras
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Escala de Notas
Sobresaliente 9,0 - 10,00
Notable 8,0 - 8,9
Aprobado 6,0 - 7,9
Reprobado 0 - 5,9
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Nombre y firma del tutor que califica
Tutor del Curso:
Medicina de la Conservación: Salud Ecológica en Práctica