Conclusión:

En conclusión, tanto Hipócrates como Galeno fueron considerados como padres de la

medicina, esto por los grandes aportes que tuvieron para con la medina en general, y
todos los viajes que tuvieron que realizar donde pudieron adquirir y sumar nuevos
conocimientos y experiencias que enriquecieron su profesión como médicos.

Hipócrates fue considerado como el primer médico científico, pues su estudio puso
mucho énfasis en la observación y rechazaba la idea de que las enfermedades tenían
que ver con fuerzas sobrenaturales o divinas, es decir con leyendas, mitos, con dioses
o demonios.

Visitó muchos lugares entre los primeros, Atenas donde estudió filosofía y un poco de
medicina, luego fue por toda Grecia, Asia Menor y Egipto donde adquirió y a la vez
compartió sus conocimientos. Durante los tantos viajes que realizó para adquirir
conocimiento y experiencia, también tuvo la oportunidad de poder ejercerla.

Su tesis se basaba en que las enfermedades eran a causa de los hábitos de

alimentación y costumbres, además mencionó que “es más fácil prevenir que curar”,
afirmaba que la dieta tenía un papel imprescindible en cuanto a la prevención y lucha
contra las enfermedades; pues existe una estrecha relación entre alimentación y salud,
idea que es muy acertada hasta el día de hoy y aún persiste.

Los tratados que se le atribuyen a Hipócrates se basan en la teoría de los cuatro

humores, que son sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra y como el desbalance de
estos provocaría la alteración del organismo y el desarrollo de una enfermedad, teoría
que también es compartida por Galeno.

Hipócrates creía que el arte médico era la única parte de la ciencia de la naturaleza que
se basaba en la experiencia y observación exacta del hombre, es más lo consideraba
como un arte u oficio que se practicaba con las manos.

Por su parte, Galeno viajó en un principio a Esmirna, donde incrementó aún más sus
conocimientos sobre la semiología clínica, anatomía y fisiología; tuvo un primer
contacto con obras de Hipócrates quien sería su principal referente.
Luego se dirigió a Corinto donde no fue lo que esperaba, pues no obtuvo los
conocimientos que requería en Corinto; fue así que posteriormente siguió a Alejandría
donde se especializaría en conocimientos anatómicos y fisiológicos, fui ahí mismo
donde hizo estudios de disección con animales, descubriendo así que eran diferentes.

Después de regresar, Galeno ejerció en una escuela de gladiadores adquiriendo

experiencia en el arte de curar. Además, demostró las diferencias estructurales entre
las arterias y venas; consideraba tres partes principales del cuerpo humano: el hígado,
el corazón y el cerebro. Distinguió entre nervio, ligamento y tendón, identificó además
siete pares de nervios craneales, es más, explicó como diversos músculos son
controlados por la médula espinal, y una de las enfermedades asociadas a éste como
es el Parkinson. Además, fue muy acertado al describir el globo ocular, pues su
representación se asemeja demasiado al de la actualidad.